Los labios de James se movían lentamente por los del Slytherin, acelerando el corazón y la cabeza de este a mil por hora.
El beso del Gryffindor lograba causarle sensaciones que nunca antes habia experimentado y aquello lo asusto más que cuando vio a Remus transformado en hombre lobo ir hacia él dispuesto para atacarlo.
Todo en su sistema le gritaba que James Potter era algo peor que un hombre lobo, y él era su presa. Y eso no lo podia permitir.
No lo podia permitir, porque aunque James le habia dicho que lo quería, y que todas las bromas que le habia hecho en el pasado habían sido solo para llamar su atención, eso no quitaba el hecho de que estas lo habían humillado y lastimado.
Y no quería un amor así, no estaba seguro de lo que sentía por el Gryffindor, pero estaba más que seguro que él no quería un amor y una relación parecida a la que tenían sus padres. No estaba dispuesto a ser un reflejo de su sumisa madre.
Así que cuando sintió la lengua de James querer saludar a la suya, lo empujo con todas sus fuerzas.
—Yo no siento nada por ti— dijo mientras se alejaba del Gryffindor y clavaba su negra mirada en la avellana.
—Mientes— afirmo James.
—No, no lo hago, así que no me busques más, vete con tus amigos y déjame a mí en paz—declaro Severus dirigiéndose hacia la salida.
Mientras el Slytherin se dirigía velozmente a la salida, James esbozo una leve sonrisa y dijo—lo siento, pero no pienso alejarme de ti, voy a hacer que te enamores de mí del mismo modo que yo lo estoy de ti—
—Eso nunca pasara— soltó Severus casi en un susurro al mismo tiempo en que salía de la torre de astronomía.
— ¡Pasara!—garantizo James, sin dejar de mirar la espalda de Severus.
Una vez que Severus se marchó, James dio un pequeño suspiro, el Slytherin lo habia vuelto a rechazar, sin embargo al igual que la vez anterior. No estaba dispuesto a rendirse con Severus.
La semana que estuvo en la enfermería le habia servido para comprender, que aun con todos los esfuerzos que habia hecho para ganarse el amor de Severus, sus acciones en el pasado no habían sido las correctas y era más que lógico que Severus dudara y huyera de él, aun después de que le confesara su amor. No obstante tenia esperanza, porque en cada beso que le robo al Slytherin en el que este estuvo consiente, sintió que no le era para nada indiferente a su Slytherin, solo necesitaba un poco más de tiempo para hacerle ver a Severus lo mucho que le quería. Solo necesitaba una oportunidad.
En cuanto salió de la torre de astronomía camino lo más rápido que pudo hacia las mazmorras, y una vez que se encontró en su habitación se dejó caer en su cama, pensando, que lo mejor que podia hacer era olvidar los besos que James Potter le habia dado y cada una de las palabras de amor que este le habia dedicado.
No obstante, cuando los indicios del amanecer se empezaron a hacer presentes y tuvo que bajar a desayunar al gran comedor, no pudo evitar mirar hacia la mesa de Gryffindor. Donde su mirada busco por arco reflejo a James.
Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se dispuso apartar rápidamente la mirada. Sin embargo, James sintió su mirada y las conecto, dedicándole una cálida sonrisa, que pasó desapercibida, para los demás Gryffindors y Slytherin.
En cuanto recibió la sonrisa de James, hizo una mueca y rompió la conexión de sus miradas, causándole una leve sonrisa al Gryffindor.
La mayor parte de la clase de encantamientos se la paso, mirando disimuladamente a su Slytherin en la espera de que este lo volteara a ver y cruzaran miradas como en el desayuno, pero Severus no lo volvió a voltear a ver en esa ni en ninguna de las otras clases que compartían.
Sin embargo ese hecho no lo desanimo, dado que para él, que su Slytherin lo buscara con la mirada, ya era un avance, pequeño. Pero al fin de cuentas un avance.
A pesar de su pequeño avance no pudo acercarse a Severus en todo el día, por estar con sus amigos. Cuando habia salido de la enfermería la situación entre él, Sirius, Remus y Peter se habia sentido un poco tensa, pero en el transcurso del día habían limado asperezas y decidido olvidar el incidente de la broma de Sirius, aunque él aprovecho para recordarles a sus amigos que ya no debían gastarle bromas al Slytherin.
Durante el día y la tarde, en todas las clases que compartía con Gryffindor no pudo evitar sentir, la intensa mirada de James sobre él.
En algunos momentos se sintió tentado a girar y ver al Gryffindor, pero siempre que estaba a punto de mirar los avellana ojos de James, lograba entrar en razón y se concentraba en la clase. No obstante ni en la cena pudo librarse de las disimuladas o no tan disimuladas miradas de James.
Cuando los tenues rayos del sol anunciaron que era un nuevo día, James se levantó con ánimos renovados muy dispuesto a cruzar mínimo una palabra con su Slytherin aquel día.
Se arregló lo más rápido que le fue posible siendo muy cuidadoso de no despertar a sus amigos y con el mapa del merodeador en mano, salió de la torre de Gryffindor.
Aprovecho que los pasillos del castillo todavía se encontraban desiertos y rápidamente ubico a Severus a un en su habitación. Por lo que relajadamente se dirigió hacia las mazmorras para buscar un buen lugar para intersectar a su Slytherin.
Lo cual paso unos 15 minutos después, cuando muy afortunadamente para el este caminaba hacia el gran comedor solo, sin la compañía de Regulus.
Con un veloz movimiento tomo a su Slytherin de la manga de la túnica y lo jalo al aula vacía más cercana.
— ¡Pero que!— soltó Severus cuando sintió el tirón de James y se encontró frente a frente con el Gryffindor.
—Tranquilo Severus solo soy yo—
—Te dije que te mantuvieras alejado de mi— reclamo Severus molesto dispuesto a abandonar el aula vacía.
—Yo no recuerdo haber dicho que te haría caso—
—No tengo tiempo ni ganas para estar discutiendo contigo, así que solo mantente apartado de mí y deja de mirarme en clases, es molesto que lo hagas—
—Sabes que no dejare de buscarte y muchísimo menos de mirarte, así que vete acostumbrando, Severus Snape, porque no importa en qué parte del castillo te escondas, ten por seguro que definitivamente te encontrare. Soy capaz de ir a tu habitación en Slytherin—
—No lo dices en serio— dijo Severus dudoso.
James sonrió traviesamente y antes de que Severus pudiera decir otra cosa, camino hacia la salida del aula y antes de abrir la puerta soltó— ten un lindo día Sev—
Severus se quedó diez largos minutos procesando, la conversación que acababa de tener con James. «No se atrevería o si» se repetía en su mente.
Y cuando cayó en cuenta de que nuevamente le estaba prestando atención a James, rápidamente desecho sus pensamientos y se fue rumbo al gran comedor, para intentar desayunar.
Cosa que no logro con mucho éxito, ya que igual a como llevaba haciendo desde que James se le habia declarado en la enfermería solo fue capaz de picar un poco su comida.
—Sev algo te preocupa, ya llevas varios días sin alimentarte bien, si sigues así, enfermaras— le dijo Regulus.
—No te preocupes Reg, es solo que no he tenido mucho apetito, estos días—
—Seguro—
—Seguro, mira— dijo Severus llevándose una gran porción de comida a la boca. Para tranquilizar a su amigo.
Después del desayuno asistió a sus clases como normalmente hacía, sintiendo una que otra vez la mirada de James sobre él.
Para cuando la noche llego, muy a su pesar no pudo evitar entrar a su habitación, muy cuidadosamente ya que una parte de él creía a James muy capaz de colarse en su habitación.
Gracias a Merlín el Gryffindor no apareció en su habitación.
Acostado en su cama de doseles rojos, James observaba con una traviesa sonrisa el mapa del merodeador, concentrado principalmente en la motita con el nombre de Severus. Habia querido ir a ver al Slytherin a su habitación, como se lo habia insinuado en la mañana, pero sabía que aún no era momento para eso.
Durante la mayor parte de la tarde, se la paso vigilando a Severus con el mapa, notando que su Slytherin habia pasado la mayor parte de su tiempo con Regulus. Cosa que no le gustaba mucho, pero que ya no le disgustaba, tanto como cuando el Black menor entro.
Y cuando un nuevo día llego se levantó temprano para hacer unas pequeñas bromas con Sirius a unos alumnos de Revenclaw.
Teniendo en su mente la mayor parte del tiempo la imagen de Severus. Estaba ansioso por llegar al gran comedor y ver a Severus. Ese día tenía planeado no intersectar al Slytherin y solo dedicarle coquetas sonrisas.
Después de que terminaran sus clases Severus tenía planeado ir a la sala de los menesteres para estar un tiempo solo. Las sonrisas que James le habia dedicado durante el desayuno y clases, lo estaban volviendo un poco loco.
No obstante su idea de pasar su tarde lejos de las sonrisas de James Potter se vino abajo cuando este se le empezó a aparecer casualmente cada vez que intentaba llegar a la sala.
—Ya déjame de seguir, donde dejaste a Black, Lupin y Pettigrew—
—Yo no te estoy siguiendo, más bien tú me estas siguiendo a mí, y los chicos han de andar por ahí—
—Muy chistoso Potter, pero piérdete—
—Vamos Sev, déjame hacerte un poco de compañía—
—Sabes perfectamente que no quiero tu compañía, vete a buscar a Black—
—Lo siento Sev, pero no pienso hacerte caso—
— ¿Cuándo te di permiso de llamarme Sev? —
— ¿Qué no puedo?—
—Evidentemente no, tú y yo no somos nada—
—Eso, es solo porque tú te niegas a aceptar mis sentimientos—
—Y vas de nuevo con eso—
—Solo acepta que yo también te gusto, tanto me odias que no puedes perdonarme y darme una oportunidad—
—Yo no te odio— dijo Severus y desviando un poco la mirada de los ojos de James y añadió— deje de hacerlo hace tiempo—
— ¿Entonces, porqué me rechazas?—
—Porque el amor no me interesa—
James miro fijamente a Severus y soltando un pequeño suspiro dijo— está bien Severus tus ganas, no te volveré a hablar de mis sentimientos, por el momento, Sin embargo a cambio. Te pido que me dejes ser tu amigo, vuélveme a dar clases de pociones, nos la pasábamos bien cuando me las dabas—
—Yo no recuerdo habérmela pasado bien—
—Vamos Sev, te gustaba darme clases—
—Claro que no, solo te daba las clases porque quería mi libro de vuelta—
—Pero cuando te lo devolví, pudiste haberte negado a seguir dándomelas, y no lo hiciste—
—Eso fue porque yo cumplo mi palabra—
—Sin embargo después de que te bese dejaste de dármelas—
—Y que querías, que te las siguiera dando como si no hubiera pasado nada—
La respuesta de Severus solo hizo pensar a James que el primer beso que le habia dado a su Slytherin no solo lo habia impactado, sino que también le habia revuelto tantos sentimientos que la única opción lógica que encontró este, fue evitarlo a toda costa. Hasta que lo salvo y los sentimientos que se negaba a aceptar lo habían traicionado y por eso Severus fue a verlo a la enfermería con el ungüento que él mismo le habia regalado. Así que sonrió y dijo— si tienes razón, pero podemos retomarlas no—
Severus alzo una ceja—que estas tramando—
—Nada—
—No te creo nada Potter—
—James, llámame James—
—De verdad piensas que te voy a creer que quieres ser mi amigo, de buenas a primeras cuando los últimos días te la has pasado incomodándome con tu supuesto amor hacia mí—
—Claro que no, te conozco Sev, sé que no eres tan ingenuo y en algún momento ten por seguro que empezare a bombardearte con miradas y a intersectarte por los pasillos. Pero en este justo momento lo único que quiero es que me permitas ser tu amigo, ya lo hiciste cuando te mandaba las cartas anónimas permiteme serlo otra vez—
—Qué hay de tus amigos, Black será capaz de aceptar que seamos amigos—
—Tendrá que hacerlo—
Severus guardo silencio por segundo y cuando James creyó que el Slytherin aceptaría su propuesta, este solo dio un pequeño suspiro antes de decir— lo siento Potter, pero nosotros no podemos ser amigos—
— ¿Por qué? — cuestiono James afligido.
—Porque no quiero tener nada que ver contigo— respondio Severus.
—Mientes—
—Piensa lo que quieras—
Severus estaba a punto de alejarse de James, pero antes de que este pudiera hacer un movimiento, el Gryffindor lo tomo de la mano en un rápido movimiento. James se descoloco un poco y clavando su mirada en los negros ojos del Slytherin dijo—solo dame la oportunidad de ser tu amigo—
La mirada de Severus se perdió en los ojos color avellana de James que lo veían suplicantes, antes de recorrer el rostro del Gryffindor. Y mirando el rostro anhelante y suplicante de James por igual, Severus no pudo evitar recordar la noche en la que estuvo a punto de morir y James lo habia protegido. Sintió una punzada de dolor en su pecho al recordar a James herido. Y ante todo pronóstico y a pesar de su resolución de evitar al Gryffindor a toda costa. No supo porque pero suspiro y dijo— seamos amigos—
La triste y suplicante mirada de James rápidamente se transformó en una radiante y cálida sonrisa, soltó la mano de Severus, compuso su postura y extendiendo nuevamente su mano hacia el Slytherin dijo— empecemos de nuevo vale. Soy James Potter y creo que Slytherin es una gran casa.
Severus esbozo algo parecido a una sonrisa y pensando que muy seguramente se terminaría arrepintiendo de lo que estaba haciendo, acepto la mano de James y estrechándola dijo—Severus….Severus Snape.