- ¿Otra mudanza?
- Sí, pero esta vez será cerca de acá, no nos mudaremos de ciudad así que podrás asistir a tus clases con regularidad
- Ya veo, ¿paso algo en tu trabajo para que se diera ese cambio tan repentino?
- Están escasos de personal en su sucursal así que piden más ayuda
- ¿entonces porque nos mudamos si es cerca?
- Mmm costumbre talvez jajaja, pero ya que unos colegas me hablaron de aquel departamento y lo cerca que estaba del trabajo no pude evitar ir a averiguar sobre el mismo, cuando me di cuenta ya había cerrado el contrato de mudanza jajajaja
- ……ya veo…….
- Oh vamos será divertido volver a empacar y desempacar las cosas, la anterior ves encontramos varias cosas que no sabíamos que las teníamos
- Es verdad, entonces ¿cuándo será la mudanza?
- Mañana mismo, tenemos que empacar las cosas y aprovechar que será un fin de semana largo
- Mama se ve que tu no paras
- Es lo divertido de la vida, ¿no crees?
- Sí, es lo divertido de nuestras vidas
- Entonces duerme temprano y cancela los planes que tengas para este fin de semana, vamos a empezar desde la madrugada jajajajaja
No había pasado ni medio año y nuevamente Cesar tenía que mudarse, aunque no fuera tan lejos aún así le pareció increíble la facilidad de su madre para ir rápidamente de un lado a otro sin más
Lo bueno de todo eso, es que no conocían mucho a los vecinos por lo que no notarían su cambio tan repentino
Pero ahora ya no podría ir a la cita que tenía planeada con Marin en ese fin de semana, cosa que por primera vez le hiso pensar en que las mudanzas eran demasiado repentinas, comenzó a pensar que deberían de pensárselo un poco antes de cada decisión apresurada
Más eso paso de largo cuando su madre le llamo a que cenaran, dejando esos pequeños pensamientos de lado
Al día siguiente se prepararon, empacaron sus cosas y luego al día siguiente al mismo se mudaron, para desempacar al tercer día en su nueva residencia, rápidamente paso el fin de semana, mucho más de lo que había pensado que hubiera sido Cesar
Cuando terminaron su mudanza y pusieron todo en orden, lo primero que hiso Cesar fue revisar su móvil y pudo ver que el pelinegro le había mandado muchos mensajes, como pequeños emoticones de estar aburrido, de tener hambre y demás cosas que hacían al chico sonreír
Pero en ninguno de sus mensajes le escribió diciéndole que le extraña ni cuando lo volvería a ver, cosa que gustaba mucho al chico porque no le gustaba cuando eran demasiado sentimentales ni cursis
- Mama voy a salir este fin de semana, ¿está bien?
- Claro, ve a divertirte, eso si lleva tu móvil para cuando lo hagas pueden suceder muchas cosas y si pasa algo llámame para no preocuparme
- Bien, entonces recuerda que ese día no puedo salir contigo
- Entendido, ya lo has reservado por lo que lo recordare
Habiendo avisado a su madre y con el consentimiento de la misma, Cesar pasó toda la semana asistiendo a clase correctamente y realizando sus deberes de manera adelantada para tener más tiempo ese día
Cuando por fin llego el fin de semana, el chico se preparó y se despidió de su madre para dirigirse directamente hasta el lugar acordado de la cita con Marin
Antes el autobús que lo llevaba tardaba unos 30 minutos hasta su destino, ahora con el pequeño cambio de distancia aumento hasta 40 minutos cosa que hiso que este tuviera que acostumbrarse al cambio de ruta del mismo, ya que por poco y se baja en la parada equivocada
Cuando por fin llego a su destino, bajo del autobús y se estiro un poco, estar sentado tanto tiempo lo ponía rígido
- Te tardaste más esta vez
- ¡!
La voz de Marin atrajo rápidamente su mirada hacia él un costado suyo, en donde vio al pelinegro esperándolo apoyado en un árbol, cosa que hiso que se riera, a este paso terminaría creyendo que era parte un árbol cada vez que le encontraba
- Ahora que me mude el recorrido es otro igual que el tiempo
- A tu madre le gusta mudarse muy seguido por lo que veo
- Ni tanto, pero es algo inevitable para los dos
El pelinegro vio que Cesar fruncía la frente cuando decía algo sobre mudanzas, se había dado cuenta con el tiempo cosa que le pareció un poco intrigante, pero no quería indagar sabía que el chico se lo diría con el tiempo
- Mas importante aun
Cambio de tema rápidamente Cesar, al ver como el pelinegro no lo dejaba de mirar con insistencia
- ¿A dónde iremos esta vez Marin?
- Estaba pensando ir de nuevo a ese café biblioteca de la vez anterior, ¿Qué me dices?
- Por mi bien, ¿pero a qué se debe el interés en el mismo?
- Hoy se presentan un pianista y un violinista, quiero ir a verlos
- Entonces vamos
Ambos tenían intereses algo diferentes, pero compartían el gusto por el café, más aun así podrían disfrutar de ambas cosas en aquel lugar
Al llegar al mismo se sentaron y Cesar pidió un café cargado además de un libro que apareció en la recomendación de la semana, mientras que Marin pidió un capuchino frio y escucho muy animado cuando comenzaron a tocar el pianista como también el violinista
Era un momento grato para ambos, estuvieron casi toda la mañana en el lugar hasta que dio el medio día
- ¿Vamos a almorzar algo Cesar?
- Me leíste la mente, quiero algo frito
- Entonces pollo frito
- Me parece bien
Después de pagar la cuenta los dos se dirigieron a un pequeño puesto donde pudieron comer a gusto hasta hartarse, al terminar de almorzar ambos fueron a caminar por los alrededores al mismo tiempo que descubrían nuevos lugares que no conocían de la ciudad
- Este parque parece nuevo, no lo había visto antes
- Es porque lo acaban de inaugurar, lo hicieron la semana pasada
- ¿Entonces querías traerme aquí la semana pasada?
- Era el plan pero no se pudo
Tanto como Cesar como Marin siguieron hablando de cosas pequeños como también de experiencias graciosas que les habían pasado durante todo el tiempo que no se habían visto
- Y veras que la anterior ves una persona se equivo---
Antes de que Marin pudiera terminar de hablar la lluvia comenzó a caer
- Si esta mañana estaba despejado, no me lo puedo creer
- Y que lo digas, olvide traer un paraguas conmigo
- A este paso estaremos empapados Cesar
- No estaría mal estarlo de vez en cuando
La idea de mojarse hasta la ropa interior no pareció molestarle a ambos, por lo que ambos caminaron bajo la lluvia empapados mientras serian hablando de cosas triviales
Cuando termino de llover inmediatamente y para mala suerte de ambos comenzó a soplar el viento, por lo que Marin propuso que fueran para su casa para cambiarse de ropa, sino terminarían resfriados
- ¿en serio puedo ir a tu casa?
- Sí, no es la gran cosa
- Pero has evitado llevarme ahí hasta ahora
- Claro que no te invita, además si lo hubiera hecho, ¿tu hubieras venido de buenas a primeras?
- Tienes un punto
Al caminar un poco más el pelinegro guio al chico hasta una especie de barrio residencial muy común, llego hasta una casa en donde entraron rápidamente, Cesar siempre había creído que vivía en un apartamento de un edificio y no en uno de una casa de dos pisos
- Es la casa de los padres de un amigo mío, me alquilan el departamento de arriba mientras cuide la casa apropiadamente
- Ya veo, es muy grande y me sorprende que supieras lo que quería preguntar
- Estaba escrito en toda tu cara no fue difícil saberlo
- Conque si
Marin guio a Cesar por toda la casa enseñándole donde estaban las respectivas cosas para que pudiera sentirse a gusto, después lo acompaño hasta el baño donde le paso una toalla y algunas ropas suyas para que se cambiara
- Avísame cuando salgas de la ducha, hace mucho frio y también quiero ducharme para no resfriarme
- Bien, hare eso
Unos minutos después el chico termino de bañarse y aviso al mayor que el baño estaba listo, Marin inmediatamente ni bien salió el chico se metió a la ducha y se bañó con agua caliente mientras Cesar se sentaba en la sala y secaba su cabello
Al estar haciendo esa acción, vio cerca de un velador una foto un tanto peculiar
- ´´ ¿será su hermana y su amigo?``
Se preguntó al ver en el cuadro a una chica muy linda parecida a él, junto a un joven chico que sonreía cálidamente, ambos acompañados por lo que parecían ser los padres del mismo
- Cesar ven, quisiera mostrarte algo
Llamo el pelinegro desde el otro lado de la cocina, al parecer ya había salido del baño
- ¿Qué pasa?
- Toma esto, te pondrá caliente
- Gracias
Dijo Cesar al tener en sus manos una taza de café caliente, realmente era agradable tener ese tipo de trato
- ¿quieres ver una película?
Propuso Marin al ver que Cesar se encontraba más a gusto, por lo que pensó que sería una buena idea ver algo hasta que entraran en calor
- Me gustaría, vamos
Acepto Cesar, por lo que ambos se dirigieron hasta la sala donde el chico se sentó junto a su taza de café muy feliz, mientras Marin buscaba y se desidia entre muchos títulos, hasta que se decidió por uno antiguo pero divertido, mas antes de comenzar subió hasta su habitación y trajo algunas mantas para poder compartirlas con Cesar quien agradeció el gesto
- Hoy día sí que fue un día agradable, me la pase muy bien
- Igual yo, repitámoslo otra vez
- Concuerdo contigo
Vieron esa película muy atentos, riéndose cuando sucedía algo gracioso y poniéndose serios cuando la misma se ponía seria, cuando terminaron de verla decidieron ver otra más, luego otra y después otra, hasta que se dieron cuenta de que la noche había caído y de que era muy tarde
- Se hiso muy tarde, ¿crees que aun estén activos los buses?
- ¿Qué hora es?
- Las nueve y mas
- No creo, a esta hora es peligroso y ya el servicio está detenido
- Entonces, tendré que llamar a casa y decirle que no podre llegar a dormir
Termino por decir Cesar saliendo de la sala y llamando a su madre para explicarle la situación, a lo que la madre le pide regresar mañana con más calma, además de que le informara si pasara algo más, también le dio las buenas noches y ahí termino la conversación
- Listo, ahora no estará preocupada, continuemos la maratón de películas
- …..bien….
A Marin le pareció increíble que ese chico se quedara en su casa después de todas las insinuaciones que le había hecho, por lo que se dio cuenta de que estaban solos y de que era su gran oportunidad de conseguir lo que quería, era una gran oportunidad
Vieron dos películas más hasta que se hiso muy tarde, Cesar comenzaba a cabecear del sueño como que aprovecho Marin
Con sutileza con una mano giro el rostro del chico hasta ponerlo junto a su rostro, quedando frente a él, cruzando las miradas y deslizando su mano hasta los labios del chico, quien medio adormilado se dejaba besar por aquel joven
Al principio Cesar pensaba dejar que lo besara solamente, pero conforme las caricias iban aumentando se puso caliente y su excitación pudo más con el que su autocontrol, dejando que Marin fuera aún más lejos
Cuando se dio cuenta y supero su somnolencia, el chico ya estaba semidesnudo y con el pelinegro encima de él, cosa que le sorprendió ya que no se dio cuenta del momento en que la mano del joven estaba jugando con su entrada
- ¿no vas a decir nada?
Pregunto Marin al ver que Cesar ya se había despertado por completo y se quedaba quieto mirándole mientras el comenzaba a quitarle la ropa interior
- ¿A este paso no crees que es demasiado tarde?
Respondió el chico a lo que Marin se comenzó a reír, ciertamente tenía razón y parar en ese momento cuando los dos tenían una erección era casi imposible
Por lo que siguió con lo suyo y comenzó a dilatar al chico que tenía debajo de el
- Mghh….
La sensación que producía la intromisión de los dedos de Marin en el chico, le hacía sentirse incomodo pero también tenía la curiosidad de saber que más podría causar al completar el acto, por lo que expectante se aferró fuertemente al cuello del joven resistiendo esa extraña sensación de sentir por primera vez algo ahí abajo
- ¿Cuánto más va a tardar?
Pregunto Cesar al ver que el pelinegro no hacía nada más que jugar con su parte baja, poniéndolo nervioso sobre que tanto tenía que hacer para que esa otra cosa entrara en él, no era un experto en el tema pero tampoco es que no estuviera informado, por lo que le pareció un poco inquietante tanta preparación
- Solo un poco mas, cuanto más te prepare menos te dolerá
Explico el pelinegro al chico, el cual acepto este hecho y se tragó su preocupación, hasta que por fin sintió como algo más grande y grueso rozaba en su trasero
Cesar miro hacia abajo y vio como el miembro de Marin estaba duro como una roca, cosa que le causo un leve mareo por saber que eso entraría dentro de el
- No te ves nervioso ni tampoco asustado aunque sea tu primera vez
Se burló un poco Marin al ver que en vez de temor, solo deseo se mostraba en el rostro del chico, tampoco se resistía, el solo se limitaba a verlo con una cara roja por la excitación al ver su miembro
- Puede que sea mi primera vez, pero no soy tan inocente
Confeso el chico, mientras Marin comenzaba a introducir con calma su miembro dentro del chico al mismo tiempo se retorcía debajo de el
- Mghh……
A diferencia de lo que había averiguado por internet Cesar no sintió ningún dolor cuando Marin introdujo todo su miembro dentro de él, por el contrario solo fue una sensación algo extraña pero algo placentera, el pelinegro sí que era muy cuidadoso y sabía muy bien lo que estaba haciendo
Después de unos minutos ese pensamientos se esfumo, al sentir como el joven comenzaba a embestirlo rápidamente sin avisarle, convirtiendo toda esa sensación extraña en placer, uno que no pudo explicar muy bien pero el cual casi lo volvió loco
Cesar no sabía que el sexo podría sentirse tan placentero ni tampoco que podría hacerle perder la cabeza a uno
- Haaa……
Minutos después todo había terminado, Marin había eyaculado fuera del chico mientras que el mismo intentaba recuperar el aliento, el sexo era algo realmente agotador como también rápido, eso fue lo que pensó
- ¿estas satisfecho?
Pregunto el chico a Marin, sabiendo que se había dejado llevar y le había entregado su cuerpo sin pensárselo bien, por lo que pensó que el joven estaría satisfecho y terminarían su relación después de eso
- No del todo
Comento Marin al mismo tiempo que besaba el abdomen del chico para luego quedarse dormido sobre el
- Ya…..veo……
Y al igual que Marin, el chico cayo profundamente dormido, de alguna manera esas palabras lo reconfortaban, aunque sabía muy bien que había perdido en una de las cosas que había desafiado, pero a esas alturas que más daba