Lo mire... ¿como podía?, como se atrevía a estar parado enfrente mió, con esa pose de indiferencia total, de autosuficiencia, de arrogancia, de... No me interesa, como no te das cuenta? Mi mundo se cae, mi vida se cae, mi corazón ya no aguanta y tu... te paras enfrente mió, con esa mirada que me apuñala mi corazón, lo sabes cierto? que me estoy muriendo por ti lenta y dolorosamente y te agrada, cierto?... Por favor vete déjame morir, no quiero escuchar tus risas, no quiero tu compasión, lastima... No me importa llorar delante tuyo, ya no me importa... sabes ya no me puedes hacer mas daño ya lo has hecho todo...
El oji-verde solo se limita a dedicarle una triste sonrisa y se dedica a mirar el paisaje, esa noche que se parecía tanto a la primera ves que estuvieron juntos, entregándose sin preocuparse por el futuro, dejando a traslucir todos sus sentimientos, sin temor, sin rechazo... solo mostrando amor, dulzura, pasión, lujuria, deseo... mostrando todo lo que ocultaban todo lo que desean uno del otro...
Sintió que una mano le tocaba la mejilla, haciendo que quedara a pocos centímetros de ese ser que tanto anhelaba, que tanto amaba... unos calidos labios se posaron en los suyos, asiendo que su fortaleza se derrumbara como un castillo hecho por naipes, lentamente entreabrió su boca para dar permiso a esa lengua que tanto deseaba...
Sin poder mas sus brazos ya estaban rodeando el cuello de su rubio y este ya lo atraía hacia su cuerpo con un fuerte y demandante abrazo... siguieron en el beso sin decir nada, el rubio le dice algo al oji-verde, este solo coloca su cabeza en el cuello de su “príncipe” y asiente...
Tanto había esperado por esto, tanto... no lo olvidaba, no había olvidado ningún lugar del que fuese su amante, todas aquellas partes que le daban placer, donde y como torturarlo... era como si los años no hubieran pasado, como si jamás se hubieran separado, aun se conocían... la distancia solo había aumentado la necesidad de estar el uno con el otro, sus cuerpos solo querían la calidez del otro, sus manos acariciar todo lo que el otro entregaba, sus labios besar y lamer todo lo que pudiera alcanzar, quería todo de el, ambos se querían entregar como la primera ves, sin objeciones, sin arrepentimientos, sin dolor, sin mañana... así lo hicieron, se dieron todo, se dieron por completo, como siempre lo hicieran y como siempre lo harían...
Ya era de mañana, el sol le acariciaba su rostro despertándolo lentamente... miro a su lado, allí estaba, su amor, su mundo, su dragón, le acaricio suavemente su rostro, era tan suave, tan calido, le sonrió tristemente, como deseaba que pudieran seguir amándose, pero sabia que eso jamás iba a pasar, jamás iba a suceder, esta noche era la prueba, sus esperanzas se habían esfumado... Miro el cielo era un día calido, pacifico y calmado, hermoso como el ser que tenia a su lado, le beso en los labios, con cuidado se salio del brazo que lo tenían aprisionado por la cintura... se vistió rápidamente pero con el mayor silencio que pudo, cuando estaba listo y a punto de salir, se dio vuelta para mirar a su único amor, le sonrió calida mente, siempre le hubiera justado despertar abrazado a el sin tener que separarse, sin el temor de que se alegaría de el, le hubiera justado despertar cada noche, teniendo ese rostro a su lado, ni siquiera cuando eran amantes pudo despertarse así, ya que el frío Slytherin se iba antes de que el despertara, nunca pensó que aquel que se iba primero fuera el...
- Te amo... - susurro y con eso desapareció
Iba por los pasillos sin esperar encontrarse con nadie, sumergido en sus pensamientos... Debía marcharse, no sabia como vivir de nuevo sin sus besos, sin sus caricias... si lo había hecho una vez, por que no podía ahora?... Por que ya no daba mas, ya no podía seguir.
Ya estaba fuera del castillo, el viento le acaricio el rostro y jugueteo con su cabello, miro hacia la torre de Astronomía, que se elevaba majestuosamente, ocultando aquel cuerpo que deseaba, que deseaba mas que cualquier cosa, miro hacia el horizonte y suspiro, debía seguir, debía... Y mirando nuevamente el castillo se dio media vuelta para decir adiós, para mirar hacia el futuro, dejando atrás el dolor, la humillación, sus deseos, sus sueños, su alegría, el perdón, su alma... Su amor...
- ¿eres mió...? - escucho nuevamente la voz de Draco en su cabeza, en su corazón.
- Siempre eh sido tuyo... - se escucho como un susurro del viento...