-Profesor ya llevamos 2 semanas y hemos retomado los temas que su hermano me ha enseñado así que ¿Se irá antes?- Pregunto Kyu con su mismo tono malvado.
-No es de mi agrado estar mucho tiempo aquí, pero todo depende de como tu cerebro guarde la información que venga.- Respondió Yesung sin apartar su vista del libro frente a el.
-Profesor si no quiere dinero para irse, debe de haber algo más que quiera..- Dijo el castaño seductora mente y es que realmente ya no soportaba a alguien que lo hacia obedecer cual niño pequeño.
-No tengo ninguna intención de ese tipo así que deja de decir tonterías y pasemos al siguiente tema.- Dijo nuevamente serio Yesung.
-Por favor debería considerarlo, ya que no soy de ofrecer este tipo de pago a cambio de algo tan simple como irse..- Dijo de nueva cuenta el castaño acercando su rostro al de su profesor el cual no retrocedió pero tampoco mostró sentimiento alguno.
-Crees que tirare a la basura mi carrera por un simple niño caprichoso, el trabajar para el rey es de suma importancia para impulsar mi carrera y limpiar el nombre de mi hermano, no caeré en tus juegos.- Dijo directo Yesung.
-Veremos profesor...-Dijo con orgullo y reto Kyu.
-Espero no te quemes con fuego querido alumno..- Dijo de nueva cuenta Yesung.
Y así continuaron las clases de ese día mientras en la mente de Kyu pasaban mil planes para hacer que Yesung cayera a sus pies y este pudiera demostrarle a su padre que era más que su profesor para que este se largara de su vida para siempre, pues seria muy profesor pero con un príncipe no se podía meter o lo castraban.
Mientras que en la mente de Yesung solo pasaba el hecho de vengarse de ese niñato por los tratos horribles que su hermano había sufrido por parte de el, no le interesaba en lo más mínimo si su alumno estudiaba o no, solo quería venganza a como de lugar y posiblemente con el propio juego del mocoso podría lograrlo.
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Durante los próximos días Kyu opto por intentar seducir a su maestro con insinuaciones decorosas, ropajes extravagantes e incluso opto por un mejor trato hacia su profesor y sirvientes del palacio.
Pudo observar que a su profesor le agradaban los libros de poesía, le gustaba tomar solo vino al igual que a el, le gustaba correr por las noches al terminar sus lecciones para seguir estando en forma e incluso pudo observar el marcado cuerpo de Yesung mientras este nadaba en la enorme piscina del palacio en medio de la noche.
Kyu no sabia el porque pero le estaba gustando más de lo normal observar a su profesor e incluso fingía errores para que este dejara su libro de lado y le prestara atención.
Yesung por su parte tenia en claro lo que el castaño intentaba hacer y por el momento se lo pondría difícil hasta que viera que el interés del castaño iba más allá de simple infantería.
No iba a negar que Kyu se veía más que bien con todas las vestimentas que al día se ponía solo por llamar su atención pero en la mente de este solo veía al castaño como un simple chiquillo mimado.
-Y dígame profesor, que clase de personas le atraen?- Pregunto curioso Kyu.
-Pequeñas, tiernas, amables, que sepan cocinar, bailar, amar y de piel morena.- Dijo Yesung viendo en el rostro contrario una mueca de desagrado al ver que describía todo lo contrario a el.
-Bahhh..- Dijo con un gesto de indignación Kyu.
-¿Y a usted alumno?- Pregunto Yesung por respeto.
-Totalmente parecidos a usted.-Sentencio Kyu viendo a su profesor fijamente.
-Lastima.- Dijo Yesung con una sonrisa triunfante y de burla.
-¿Cambiaría sus estándares profesor?- Pregunto con elegancia.
-Nunca.-
-¿De verdad?- Pregunto Kyu acercando su rostro a milímetros de Yesung.
-No.- Sentencio Yesung.
Lo siguiente que Yesung pudo sentir fue unos labios sobre los suyos, se sentía tan bien y era simplemente perfecto pero tenia que retomar su postura y no caer en las garras de ese mocoso.
-No se que intentas pero no lo vuelvas a hacer.- Dijo separándose de su alumno con una mirada oscura.
-Pagina 57 ahora.- Dijo fijando solo su vista en el libro.
-¿De verdad no sintió nada?.- Pregunto Kyu con incredulidad.
-Lo siento pero no fue nada fuera de lo normal, nada que no hubiera hecho antes.- Dijo Yesung aun con su mirada en el libro.
-Yo no..- Dijo Kyu admitiendo su inocencia por primera vez ante Yesung.
-Solo no lo hagas más, si tanto quieres que me largue lo haré cuando vea que has progresado.- Aseguro Yesung.
Si bien Kyu solo quería sacarlo de su palacio ahora temía que el se fuera, no sabia porque pero al unir sus labios a los de su profesor y dar su primer beso, se había sentido tan bien y quería repetirlo.
-Profesor le propongo algo.- Dijo Kyu quitando el libro de las manos de Yesung.
-¿Qué?- Pregunto Yesung serio.
-Quiero llevar la paz con usted y tratarlo debidamente, prestar atención a todas sus lecciones hasta que usted vea que estoy listo para terminar mi carrera.. pero..- Dijo Kyu pensativo.
-¿Pero?- Pregunto Yesung.
-Usted tendrá que darme algo a cambio, digamos como un premio cada que concluyamos una lección sin error alguno.- Termino de decir.
-¿Premio? ¿Que clase de premio y porque debería hacerlo?- Pregunto incrédulo.
-Mire le puedo hacer la vida tan miserable en los próximos meses pero no creo que ninguno de los dos quiera seguir en guerra y es por eso que le ofrezco "paz" pero esa paz se logra a base de un intercambio profesor..-Dijo inocente.
-Continua..-Dijo Yesung dudoso.
-Usted me enseñara pero algo más fuera de libros.- Dijo guiñando un ojo Kyu.
-¿Espera qué?!!- Pregunto sorprendido y desconcertado Yesung.
-Usted besa bien y yo no tengo experiencia alguna, usted me atrae así que deberá ser como una pareja para mi mientras aprendo con usted, solo de ese modo aceptare que sea mi profesor.- Dijo inocente Kyu.
-¿Cómo se que no es una trampa para sacarme de aquí?- Pregunto Yesung.
-Deberá confiar en la palabra de un príncipe..- Sentencio Kyu acercándose a Yesung.
"Que comience el juego" pensó Yesung con burla mientras se acercaba a Kyu.
-Entonces te enseñare todo lo que debas sobre el amor..- Sentencio Yesung para besar a su pobre alumno.
Ambos estaban con fuego y alguno tendría que ganar y eso lo sabían por encima de sus orgullos...
La pregunta más importante era..
¿Quién?