Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya esta aquí, ya llegó el nuevo capitulo :D

Muchas gracias por seguir leyendo esta historia, espero que disfruten el capitulo hoy.

La vista es hermosa. No sé dónde estoy, y no me interesa saberlo. Posiblemente si lo sé, termine pensando en lo lejos o en lo cerca que estoy de…


Olvídalo.


Han pasado cinco días desde que estoy con Viktor. Cinco días en lo que estoy en un estilo de vida diferente al que conozco.


— ¿Hadrien?


— Aquí— Viktor abre las puertas del balcón donde estoy.  No hay una playa o una hermosa ciudad abajo. Es un bosque, o un bosquecillo, pequeño. Una montaña cerca. Es una vista encantadora, me relaja demasiado.  Su mano se apoya en la mía.  


— ¿te gusta? Pasas mucho tiempo aquí.


— sí, es relajante.


— ¿te gusta la nieve? Posiblemente pronto va nevar— quiero decirle que si tanto sabe de mí, debería saberlo sin necesidad de preguntarme.


— un poco. He estado muchas veces en lugares con nieve, pero no creo que las vistas fueran tan merecedoras de quedarme por mucho. 


— entiendo. La comida esta lista. No viniste a cenar anoche,  tampoco te vi en el desayuno.


— No tengo mucha hambre— su ceño se frunce. Viktor no ha sido malo conmigo, es tal y como le recuerdo, los modales que parecen exagerados, movimientos lentos y elegantes. No me ha dado ni una sola razón para odiarle tampoco.  Es tan… aburrido. Estoy aburrido de esto.  


—deberías comer.


— ¿Qué es lo que quieres de mí? si lo que quieres compañía, podrías traer a cualquiera aquí— ¿Por qué tengo que ser yo? Aunque él ha sido amable, me cuesta responder a la amabilidad con lo mismo. ¿Le di en algún momento motivo alguno para obsesionarse conmigo?


— estas molesto. ¿Por qué?


— no…no estoy molesto. Esto me parece aburrido. He vivido mucho tiempo de otra manera,  extraño las emociones de esa vida.


— oh. Bueno, si es eso pasara pronto. Esa vida ya no es para ti,  pronto lo veras. Solo entiende que hay cosas mejores que esa vida. Yo podría mostrártelas si lo quisieras— suspiro, mirando de nuevo como la niebla cubre la montaña, parte de los árboles.


— todo lo sabes ¿no?


— no es así. Cualquiera puede conocer todo y nada. ¿Vamos a comer?— esta vez no me extiende la mano, solo se da la vuelta y entra.  ¿Qué pasara si comienzo a negarme? ¿Si le desafío e intento irme? Bah, eso es tonto, hice una promesa, pague el precio por la vida de Han… y de los demás, pero eso no importa.


— ¿nos quedaremos mucho aquí?


— tanto como quieras. Realmente no importa el tiempo mientras lo disfrutes.


— ¿y tú?


— He vivido mucho en lugares como este— la mesa está llena de comida de todo tipo, no veo un estilo o algo común en ella. Hay una sopa que podría jurar es rusa, también hay un asado americano, comida italiana y francesa.  Oh, no he mencionado que no estamos solos en este lugar. La casa está llena de sirvientes, hombres y mujeres, como si fuera un hotel lujoso del año 1800.  Posiblemente esa sea la intención de Viktor.


— no sé mucho de ti.


— Nunca has preguntado— nunca he querido saber— me hace muy feliz que al fin estés conmigo. Espere mucho para que pasara— no me entusiasman mucho sus palabras. Creo que si Hanley estuviera aquí las cosas serian diferentes, todo será más llevadero. No conozco mucho a Viktor, pero no necesito conocerle tan bien para saber que me quiere solo para él.


— ¿porque estoy aquí?


— porque así lo quisiste ¿no?— técnicamente hay mucha diferencia entre lo que dice y lo que paso. Estoy aquí por mi propia voluntad, pero no quiero estar aquí.


— supongo.


— ¿aún no les olvidas? ¿Qué tengo que hacer para que estés feliz aquí?


— No lo sé— Viktor me mira, sin ninguna expresión en particular. Termino de comer y me regreso a la recamara que me dio. He hecho esto todo el tiempo que he estado aquí. No quiero hacer algo de lo que me arrepienta si voy a pasar tanto tiempo con Viktor ahora. Es muy extraño… no puedo hacer nada, no quiero hacer nada. Sé que si comienzo a pasar tiempo con Viktor, terminare olvidándome de todo, sé que él tiene ese encanto y no tiene nada que ver con magia.  Sabe mucho, una charla sobre cualquier cosa será interesante con él.  Podríamos hablar por horas, podría preguntarle sobre su vida.


Pero no quiero olvidar. ¿Cómo querría olvidarme de Han?  ¿Cómo dejar atrás lo que siento por Kiran? Ah, alto. No puedo pensar en ellos. Es más fácil estar aquí si no pienso en ellos, en como estarán, en si Kiran está ayudando a Han.


Es doloroso pensar en ellos. Me hace daño pensar en ellos, es como tener un veneno recorriendo mi cuerpo, uno que se activa cada que pienso en esas dos personas. Pero, a veces la única razón por la que no sueltas algo que te hace daño es porque antes era lo único que te hacía sentir bien.  Con Han no importaba quien era, solo era Hadrien. Y Kiran… ya no sé qué lo pasa con Kiran.  


Por la noche, me despierto al sentir movimiento en el colchón.  La recamara esta oscura, no hay luz entrando por la ventana.  No me muevo, mientras siento los brazos de Viktor abrazarme, le siento pegarse a mí.  ¿Qué es lo que pretende ahora? en serio... quiero detenerle cuando mete su mano bajo mi camisa, sus manos están heladas. ¿Hasta dónde va llegar? Sonrió cuando comienza a bajar su mano. Le detengo, cerrando mi mano alrededor de su muñeca.


— Ya te he dicho que no me atraen los niños— su risa me hace cosquillas en la nuca.


— esperaba que hubieras cambiado de opinión. Además mi cuerpo ya no es tan pequeño.


— Sigues siendo un niño— a simple vista solo se ve unos años mayor que Hanley… ah, no. no piensen en él.


— físicamente tal vez.


— ¿Qué haces aquí?


— esta es mi casa. Puedo dormir donde sea… y pensé… pensé que quizá todo sería más fácil para ti si te acostumbras a mí.


— Tienes una manera bastante peculiar de propiciar el acercamiento— respondo, acostándome boca arriba. Él se mueve un  poco, apoyando su cabeza en mi brazo. Técnicamente estoy siendo usado de almohada.


— ¿funciona?


— Quizá— no nos movemos en un rato. Me cuesta dormir con alguien más… con alguien más que no haya aceptado antes. Siempre dormí con personas a las que les di el privilegio de compartir mi cama. Esta persona se ha metido a mi cama sin mi permiso.  


Me quedo esperando un rato más,  esperando que Viktor haga algo más. Pero no pasa nada, de hecho Viktor se queda dormido casi de inmediato. Le miro.  Su rostro es sereno, mucho más infantil que cuando está despierto. Sin su mirada, en serio que luce como un niño. ¿Y en serio espera que….? Arg, eso es repugnante.


Cuando abro los ojos de nuevo, ya está amaneciendo. Viktor sigue dormido y mi brazo esta entumecido. Me muevo, dejándolo libre. No he descansado nada, pero la presencia de él me resulta incómoda ahora. 


Salgo hasta el borde mismo del bosque, aun es frio, la niebla no se levanta todavía. La muerte rodea este lugar, de forma metafórica claro, aunque hay cierto ambiente extraño. Siento los espíritus vagando, sé que si les hablo, incluso puedo reanimar cuerpos. O esqueletos. No lo había sentido antes.  Me agacho, sintiendo todo eso bajo la palma de mi mano apoyada en el suelo.


— Hadrien ¿Qué haces?


— quería aire fresco.


 — entiendo. Ah, ¿lo notas? Elegí este lugar porque fue durante mucho tiempo campo de batallas. Hay mucha muerte por los alrededores. Se siente bien ¿no crees?


— Si— muy bien de hecho.  La mano de Viktor se alza, y un par de espíritus salen de entre los árboles. No recuerdo haberle visto usar su poder antes.


— me canse de la compañía de los espíritus. Los humanos terminan muriendo. Realmente nosotros nunca tenemos mucha compañía ¿no crees? la muerte…  muy pocos entienden como nosotros la muerte. Nos temen por eso. Incluso nuestra aura se llena de muerte ¿nunca te lo han dicho?


— un par de veces.


— todos se alejan de nosotros por eso.  ¿Es tan difícil entender la muerte?— es difícil entender como alguien con una apariencia tan joven filosofa de esa manera.


— la muerte es lo que es.  La usamos, le temen porque indica el fin. Nosotros no le tememos a la muerte porque convivimos con ella.


— tienes razón. Acompáñame al desayuno— se agacha y me da un beso en la mejilla.


— Como quieras— le sigo dentro de nuevo. La mesa está vacía todavía, pero hay un olor a comida y café flotando en la casa— ¿Por qué no tienes un aprendiz?


— Si quisiera un aprendiz, lo hubiera tenido hace mucho tiempo—  hay algo, no se… me alivia saber que no me considera un aprendiz— no es lo que busco contigo. Yo quiero alguien igual a mí. Alguien que esté a mi nivel.


— ¿y lo estoy?


— Pronto lo estarás— me sonríe. ¿Acaso esto es lo que buscaba? ¿Qué es lo que quería para iniciar? En estos días he recordado vagamente los encuentros que he tenido con él. ¿A esto se refería con algo más? 


Una vida donde no tenga que preocuparme más por lo que hacen o no hacen los demás… sin necesidad de ocultarme.  Mi vida siempre fue eso, nunca tuve un lugar al cual pertenecer. Aquí… no hay nada de eso. Ahora es aburrido, pero ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Una semana, dos?  Es muy poco tiempo.


Este podría ser el lugar al que pertenezca.


Viktor regresa esa noche a mi habitación, y la que sigue, y la noche siguiente. Y así, solo entra a dormir. Me molesta un poco que no haga nada más, podría darme el motivo que necesito para intentar algo, iniciar una pelea. Él no lo hace.  Toma demasiado en cuenta lo que digo.  


 


— ¿Qué haces?— pregunto. Estoy secándome, acabo de salir de la tina, y las manos de Viktor me rodean. Solo una toalla me cubre de la cintura hacia abajo y le tengo que sujetar las manos.


— ¿no es obvio?


— lo repetiré de nuevo: no me interesan los niños.


— Es injusto— me dice, sus dedos aún se mueven, trazando círculos en mi abdomen— no soy un niño, incluso soy mayor que tú. Que solo pienses en mi apariencia es injusto.


— aun así, no tengo interés.


— ¿Puedo cambiar eso?— arqueo una ceja, aunque no me está viendo— tengo al menos la oportunidad ¿no?


— No lo sé…— técnicamente es posible.


— entonces está bien. Seguiré haciendo el intento, conseguiré que aun en este cuerpo— sus manos me sueltan, escucho la puerta cerrarse.  Suspiro. No me doy cuenta cuando mis manos se sostienen del lavamanos.  No es nada raro lo que me dice.


Estoy seguro de que eso podría cambiar. Mis sentimientos podrían cambiar en cualquier momento, ¿Cuánto bastaría para eso? ¿En cuánto tiempo podría olvidarme de Han? ¿Y de Kiran? Me gustaría ser tan fuerte como todos piensan que soy y poder resistir esto.


Sé que no soy así.


Viktor tiene algo atrayente… como Kiran, no, es algo parecido. Kiran es como ir hacia una luz, en cambio, con Viktor es como estar en un tranquilo camino o algo así.  No siento nada por Viktor, pero sería igual de fácil sentir algo por él. Estos pensamientos hacen que comience a mirarle, a memorizar los gestos que hace y ante qué. ¿Puedo enamorarme de esta persona?  


— ¿No tienes nada que hacer?— pregunto, cuando se sienta a mi lado.


— No— me sonríe. ¿Enamorarme de él?  Me pregunto porque uso esa palabra ¿enamorar?  Yo… estaba enamorado de Kiran. Ah, curioso. ¿Cómo puedo pensar en enamorarme de alguien si todavía sigo pensando en Kiran?  Le extraño. Algo se apoya en mi pierna, me encuentro con la mirada de Viktor, su ceño levemente fruncido— ¿estás pensado en ellos?


— ¿Qué?


— ¿piensas en tu aprendiz? ¿O en ese mago del parlamento con el que estas obsesionado?


— ¿importa?


— no pienses en ellos. Estás conmigo ahora, te he dejado hacer lo que quisiste con ellos. Fue tiempo suficiente para que hicieras lo que quisieras— no me gusta la forma en que dice que me ha dejado. Es como si le  perteneciera desde hacer mucho.


— no puedes hacer que no piense en algo— no digo en ellos. Casi en cuanto termino de hablar, me arrepiento. Si yo puedo hacer que alguien olvide lo que quiera, él podría hacer lo mismo también.


— Hadrien, deberíamos llevarnos bien. ¿Por qué no me dices como hiciste ese hechizo de control de mentes?


— No es difícil—  solo por seguir la conversación, le cuento como es. Viktor me escucha, mientras hablo, sigo pensando en Kiran.  Todo lo hice para poder estar a la altura de Kiran, al final nunca lo logre.


— tengo algo para ti— me dice. Cuando se levanta, me doy cuenta de que estaba acariciando su cabello. Cuando regresa, me muestra un brazalete dorado. Le miro. Eso no es más que un intento más para tenerme atado a él. El brazalete no es nada especial, ni siquiera noto magia en él. No me gusta, y aun así extiendo mi mano.  Ni siquiera es un movimiento emocionado, más bien es desinteresado.


— ¿es algo en especial?


— Solo un obsequio— me dice.  Me levanto.


— Iré a tomar un poco de aire, y estar solo unos momentos— le dejo ahí.  Viktor me recuerda un poco a Hanley.  Le veo indefenso, a pesar de saber que no lo es.  ¿Por qué tiene esa apariencia? ¿Qué clase de castigo  fue ese?


Me siento en un banco, mirando al bosque. De vez en cuando  hago que se venga un espíritu, y luego le hago desaparecer. ¿Y que si me quedo con él? no hay nada en otro lado para mí.   Miro mi muñeca, el brazalete me pesa demasiado. Es demasiado.


Supongo que solo es momento de dejar todo atrás y volver a iniciar. Solo dejarme llevar.


Es difícil intentarlo, difícil porque es más fácil decir que vas a soltarte, cuando en realidad lo único que haces es aferrarte más a ello. Debo darle crédito a Víktor por no forzar mis recuerdos, aun cuando sin duda sería fácil para él.


Nunca me arrepentí de ser como soy, nunca me arrepentí de haber matado a todas las personas que mate, la mayoría se lo merecían. Otras no. No me arrepentí de haber usando maldiciones y venenos para lucrar con ello y perjudicar a algún desconocido.  Nunca me arrepentí de ser malo, creo que me he arrepentido más de ser buena persona. Las cosas nunca salen bien para mí cuando intento ser bueno.


Y aquí sigo, siendo bueno de nuevo. Si quisiera solo intentaría irme, luchar contra Víktor aunque se me fuera la vida en ello.  En cambio,  sigo aquí.


— ¿Cómo consigues que te obedezcan?— pregunto, viendo como salen los sirvientes.


— son esclavos. Están aquí porque les compre.


— vaya. Ahora entiendo— de algún modo, yo termine como estas personas. Ninguna parece quejarse de su destino,  de que les hayan robado la libertad.


— pareces más atento a tu alrededor— solo acepte mi destino ¿Cómo llamaría a eso? ¿Resignación?


— supongo. ¿Vamos a quedarnos aquí? es decir… se que dijiste que no tenias nada que ver con los magos ni nada pero ¿Cuál es tu meta? ¿Qué es lo que te motiva a seguir?


— ¿seguir? No tengo nada que seguir.


— ¿Ni siquiera algo?— que no sea yo.


— ya no—Víktor se levanta,  y me hace una seña para que le siga. Salimos a la sala, y ahí se sienta, con un libro en sus rodillas. Yo no quiero leer, solo me quedo sentado ahí, pensando en cientos de cosas y todas igual de imposibles.  


Las tardes se convierten en eso. Dos o tres al menos. Siempre voy a la sala después de hacer que se levanten algunos cuantos cuerpos. Siempre en una especie de trance, un sopor que me impide pensar.


— ¿Qué pasa?— murmuro, sin moverme. Estoy en la sala, y algo hace mucho ruido en algún lugar.  El ruido se repite, es como si alguien quisiera derrumbar el muro. El ruido también comienza a derrumbar en mi cabeza ese sopor en el que me encuentro. No suena como algo que haría Víktor. Miro la puerta de la sala.  Alguien exclama algo en un idioma que no entiendo. ¿Qué está pasando? La puerta se abre. La persona que entra mira alrededor, apresurada, en un gesto nervioso.


— Ah ¡Hadrien!


— ¿Kiran?— ¿esto está pasando de verdad? Creo que solo he terminado de enloquecer. Le miro como si fuera uno de los fantasmas que invoco.


— ¿Sabes que es lo que…?— no podemos decir nada mas, Víktor entra desde las habitaciones. Su gesto se torna extremadamente serio cuando ve a Kiran ahí…. Un momento… entonces esto no es una alucinación— ¿Qué hace él aquí?


— créeme, quiero saber lo mismo— digo, y luego, como si no fuera ya suficientemente loco todo esto, me pongo a reír como demente.

Notas finales:

Hadrien podra ser el señor del mal, pero aun tiene los escrúpulos para no aceptar la propuesta de Viktor XD, ya en serio eso solo es porque le recuerda a Han, y a Han solo le ve como... ¿su aprendiz? jamas sabremos eso.


En fin, ¿que clase de héroe seria kiran si no hace una entrada en el momento menos esperado para salvar a quien este en apuros?  Así como Hadrien es el gran villano, Kiran es el gran héroe y no le han dado el titulo por lento y ya es hora que demuestre que tambien tiene pantalones (Metaforicamente, claro)


Hasta la proxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).