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Vengeance por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hi

Aquí un nuevo cap

espero les guste :)

 

Después de la ocasión en la que el purasangre lo besó, la relación entre él y Hibari Kyoya se volvió por demás incierta ante sus ojos.

 

Habían pasado cerca de tres meses, en los cuales poco a poco le habían sido encargadas ciertas tareas, no eran demasiado importantes como las que los tres más allegados al jefe vampiro realizaban, pero al menos frente a los demás, se veía cada vez más como un subordinado.

 

Respecto a cómo era la convivencia con los demás en la mansión, podía decir que no era nada fuera de lo normal. Aparentemente todos eran agradables y buena personas, hasta el peliblanco que había sometido de esa forma el primer día que llegó allí le hablaba con normalidad y saludaba con una sonrisa.

 

Miles de veces se preguntó si en verdad ellos habían sido capaces de asesinar sin ningún reparo a todas las personas de su pueblo, por qué vamos, él era inteligente, Hibari no había actuado solo, por algo tenía toda una secta que lo seguiría dónde fuese.

 

No sabía quiénes habían estado involucrados en la masacre de Namimori y a decir verdad no le importaba demasiado, él tenían en mente la identidad del titiritero, por lo que la de los títeres le era indiferente.

 

En el tiempo que llevaba allí, había averiguado por conversaciones de otros empleados que la razón más probable para que el purasangre aniquilara a su pueblo había sido el pago por un favor que un demonio de apellido Vindice le había otorgado hace algún tiempo. Haciendo mella de su habilidad, se inmiscuyó en el despachó de la mano derecha de Hibari y encontró los papeles donde se indicaba la fuerte suma de dinero y acciones que aquel sujeto había entregado personalmente a Kusakabe una semana antes de la fecha en donde ocurrió la masacre.

 

La ira lo recorrió completamente al enterarse de que la razón de la muerte de cientos de inocentes hubiese sido algo tan banal como el dinero, eso le causaba más que repulsión.

 

Desde ese entonces, había tratado de ganar la confianza del pelinegro y su éxito había llegado al punto de que este lo llevase consigo a las reuniones a las que casi siempre se reusaba a asistir.

 

Sabía que el momento de idear el final de su estrategia y contactar con Reborn se acercaba cada vez más, cualquiera podría pensar que se sentía sumamente satisfecho y hasta alegre, de que su venganza al fin llegaba a su fin; sin embargo, todo eso no era más que erróneo.

 

En esos tres meses, el averiguar, grabar horarios, hábitos y todo lo que le pudiese servir para llevar a cabo su objetivo había estado acompañado de sufrimiento, culpa, asco y dolor.

 

Todas las noches se autocastigaba por culpa de sí mismo, por no ser capaz de luchar fervientemente contra lo que su miserable corazón había comenzado a sentir desde el día en que sus labios conocieron el sabor de los ajenos.

 

Cada vez que se encontraban solos no podía ser capaz de controlar su cuerpo, de alejar al purasangre de  él… de evitar reaccionar ante su voz.

 

…….

 

-Aquí está el informe- aventó los papeles sobre el escritorio de su jefe

 

-¿No crees que deberías tenerme más respeto?

 

-¿Te molesta que sea así?- se burló- no puedo cambiar mi forma de ser, si no te gusta puedes castigarme, no lo sé… ¿una tortura quizá?

 

-¿Eres masoquista?- tomó los documentos y comenzó a ordenarlos para poder leerlos más adelante

 

Se agachó un poco a la altura de Hibari, ya que este se encontraba sentado y susurró lentamente.

 

-Esa respuesta… se la llevó a la tumba el vampiro que me convirtió- sonrió divertido y se giró dispuesto a salir de la oficina

 

Una ráfaga de pronto pasó por su lado y sin que pudiese hacer mucho se vio estampado de espaldas contra una de las paredes de la gran habitación.

 

-Soy muy bueno averiguando cosas, Tsunayoshi

 

Él quiso alejarlo, apartarlo de su cuerpo, desviar su mirada de sus profundos ojos, evitar que el tono de su voz lo dejase sin fuerzas al instante, pero cualquiera de sus intentos murió al sentir los colmillos del más alto profanar su cuello sin ningún pudor. La mano rodeando su cintura apretándolo posesivamente, la lengua de aquel vampiro lamiendo su piel, sus labios succionando la sangre que escurría de sus venas… eran un placer tan cegador que no pudo hacer más que dejarse vencer y disfrutar del contacto hasta que fuese el purasangre quién se alejase.

 

Tras unos cuantos minutos, Hibari se apartó un poco y tomó su barbilla con una de sus manos.

 

-Por tu expresión, creo que la respuesta es afirmativa- olfateó su esencia durante unos segundos- no olvides que mañana debes ir conmigo a las cinco, estate preparado ¿de acuerdo?

 

No pudo hacer más que asentir antes ese tono de voz tan atrayente dirigido a él. Luego de que fuera liberado se retiró de su oficina y no pudo contener sus lágrimas de frustración, era demasiado doloroso, demasiado injusto el sentir todo eso por ese sujeto, por aquel que había asesinado a sus padres.

 

…….

 

Muchas veces se le hacía difícil  comprender cómo una alguien como él había sido capaz de hacer lo que hizo. Actuaba de una manera inesperada en ocasiones que a veces lo hacían dudar de si en verdad era Hibari Kyoya o algún otro vampiro haciéndose pasar por él.

 

…….

 

Caminaba por el bosque en busca de las flores favoritas de su madre ya que a pesar de que observarlas le infringía un profundo dolor, también le recordaban vívidamente a ella y no podía evitar contemplarlas una y otra vez.

 

Llegó cerca de la cascada y tras observar a lo lejos una cabellera negra se detuvo al instante.

 

Aquel vampiro se encontraba allí y no sabía que debía hacer en ese momento. Al estar a esa distancia era poco probable que lo hubiese detectado por la variedad de olores, debido a las flores y animales, que en esa parte del bosque habían; eso le indicaba que podía irse, pero no entendía por qué sus ojos no querían dejar de observar el perfil del purasangre, sus cabellos negros siendo agitados por el viento ni la expresión tan calmada que en ese momento mostraba.

 

“Soy una basura”

 

-Hibari, Hibari

 

Se asustó al escuchar el llamado del nombre de su jefe, pero al instante en que miró la fuente del sonido, pudo calmar sus nervios.

 

-Eres tú, hace mucho tiempo no te veía, Hibird

 

La pequeña mota amarilla se posó sobre el regazo del vampiro y comenzó a trinar alegre. Él estaba inmóvil observando aquella escena de lo más extraña, no creía que ninguna criatura tan indefensa como un pequeño pájaro se acercara a un ser tan tenebroso como lo era el vampiro.

 

-Tsuna, Tsuna

 

-Eres muy curioso ¿no crees?

 

En ese instante sintió como su corazón se resquebrajó totalmente y un calor sumamente molesto se agolpó en su rostro. Aquel vampiro había acariciado lentamente al pequeño animalillo y sonreído de una forma tan injusta que provocó que su ser se desmoronase del solo  verlo.

 

“Él es… tan hermoso”

 

Apretó fuertemente los puños antes ese pensamiento, supo entonces que esa noche, el mutilarse no sería suficiente, debía infringirse más dolor, aún más si quería amenguar aunque fuese un poco, todo el asco y culpa que sentía de sí mismo.

 

El pajarillo trinó fuertemente en respuesta a lo que el vampiro le dijo y entonces este respondió.

 

-Lo conocerás pronto, no seas tan impaciente

 

Sus garras se clavaron profundamente en las palmas de sus manos y se alejó a paso rápido del lugar, no quería seguir apreciando aquella escena. Aquel vampiro había sido tan amable con una criatura así de indefensa… entonces ¿Cómo había sido capaz de asesinar a tantas personas solo por dinero? ¿Era una cruel broma?

 

Lloró, gritó y cumplió la promesa de infringirse el mayor dolor posible esa noche. Descubrió entonces que si cortaba y  desgarraba su piel con estacas de madera la sensación era miles de veces más atroz que cuando lo hacía con sus garras o cuchillos normales. Muchas veces se había desmayado de tanto soportarlo y tras despertar luego de unas horas, encontraba su cuerpo exactamente igual a cómo estaba antes de hacer siquiera el primer corte, al menos eso lo ayudaba a que nadie se diese cuenta de nada.

 

……

 

Hubo una ocasión en la que estuvo a punto de confesarlo todo, las palabras que este le dedicó se oyeron tan sinceras que casi tiró a la basura todo el tiempo que había gastado en planificar su venganza, si no fuese por la imagen de su madre estaba seguro, hubiese cometido el mayor error de su vida.

 

……

 

-¿Qué es lo que miras tan fijamente?

 

Aquella voz provocó que su cuerpo se tensase ligeramente, la sola presencia de él provocaba una y mil sensaciones en su interior.

 

-Una constelación- sintió cómo el vampiro se apoyaba al igual que él la baranda del gran balcón- ¿por qué viniste hasta aquí?

 

-¿No puedo caminar tranquilamente por mi casa?- sonrió divertido mientras observaba el oscuro cielo al igual que su acompañante

 

-Claro, solo bromeaba

 

-Quería verte- pronunció inmediatamente después de la respuesta del chico de cabellos castaños- ¿es esa una buena razón para ti?

 

Sintió como los profundos ojos del purasangre lo escudriñaban de una forma asfixiante. Temía miedo, en ese momento le parecía que descubriría cada uno de sus pensamientos.

 

-Su sentido del humor es ciertamente molesto

 

No se le ocurrió nada mejor para poder evadirlo, la mitad su corazón había saltado de emoción del solo escuchar sus palabras y la otra se había estrujado por la culpa y desprecio hacia su persona.

 

-Dime porque siempre estás tan a la defensiva- tomó del antebrazo al contrario y obligó a qu este se acercase un poco más a él- ¿no puedes creer nada de lo que te digo?

 

-¿Quieres que te crea?

 

Le era tan difícil mantenerse cuerdo. En momentos como ese, solo quería gritar y llorar, arrodillarse y golpear fuertemente el suelo hasta que sus nudillos sangrasen, maldiciendo una y otra vez que fuese él, la persona que lo hacía sentir aquello que muchos le habían dicho se conocían como “amor”, el culpable de la muerte de sus padres.

 

-Deberías hacerlo-acercó su rostro al ajeno y olfateo el delicioso aroma a cereza que desprendía su piel- yo nunca te mentiría

 

El calor que sintió cuando sus labios se unieron fue único, el agarre firme en su cintura y los movimientos tan perfectos que la lengua del vampiro hacía en su boca lo dejaron sin fuerza. Se aferró sin siquiera saberlo a la camisa color negro que llevaba su contrario y la apretó fuertemente. Correspondió de la misma manera en la que el purasangre demandaba  cuando su mente se puso completamente en blanco y se dejó guiar por él hasta quedar completamente de espaldas contra la baranda.

 

-Tsunayoshi…

 

El susurro de su nombre dicho por esa perfecta  voz lo devolvieron a la realidad en una fracción de segundo. Alejó con todas sus fuerzas el cuerpo que se encontraba prácticamente sobre él y su expresión se endureció mostrando enojo.

 

-Te he dicho que no hagas eso, ya me aburrí de este juego

 

-¿Esperas que crea eso luego de haberme correspondido de esa forma?

 

Desvió la mirada sin tener algún argumento con el que negar lo dicho por Hibari, era todo verdad, él había disfrutado del contacto de tal manera que solo le causaba repudiarse aún más.

 

-Piensa lo que te plazca

 

Antes de que pudiese salir huyendo de allí, los brazos del vampiro lo sujetaron y abrazaron fuertemente. El agradable olor de este inundó sus fosas nasales y le produjo una paz casi igual a la que solía sentir cuando su madre lo hacía.

 

-¿Porque no me explicas todo?- se apartó un poco y tomó el rostro del castaño con ambas manos- sé que algo te aqueja, así que puedes decírmelo, confía en mí

 

Los ojos llenos de sinceridad, como nunca ante había presenciado en el contrario, provocaron que acariciase las manos del vampiro con las suyas. ¿Y si hablaba con él? ¿Y si escuchaba de sus labios la razón por la que masacró Namimori? Esas y muchas otras preguntas arremolinaron en su mente en solo pocos segundos, aquellos en los que se mantuvo en silencio, observando fijamente las orbes oscuras del vampiro.

 

-Yo…- ¿sería correcto? ¿Podía confiar?- lo que sucede es….

 

“Tienes que vivir”

 

La voz de su madre taladró su memoria y sintió quemar su pecho. Separó lentamente a Kyoya de su cuerpo y  pasó por su lado sin mirarlo en ningún momento.

 

-Esperaré a que estés listo para decirlo, Tsunayoshi

 

Hibari no hizo el intento de retenerlo nuevamente, se quedó allí parado mientras él huía a su habitación. En todo el camino hacia esta no pudo hacer más que apretar fuertemente los puños sobre su pecho, había estado a punto de cometer una estupidez y todo por los malditos sentimientos que tenía hacia él, aquel amor prohibido lo estaba matando lentamente.

 

.....

 

Tomó su cabeza y la apretó fuertemente con sus manos, los recuerdos de esos tres meses le provocaban mucha jaqueca y lo hacían aborrecerse de la peor forma.

 

“¿Por qué? ¿Por qué tuviste que ser tú?”

 

Las lágrimas recorrieron sus mejillas mientras permanecía echado sobre su cama, abrazando la almohada como solía hacerlo de niño al recibir un regaño de su madre.

 

“Lo haré, juro que lo haré… por eso, déjame amarlo hoy, solo esta noche, mamá”

 

....

Notas finales:

Pobre mi Tsuna T.T

Gracias a las que leen este pequeño fic, siempre estaré dispuesta a hacer todo por mi OTP, así que seguiré escribiendo de ellos en un futuro :)

La próximo capítulo estará la otra semana como siempre, muchos besos! 


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