El chico pidió una bebida que causo mucha gracia al hombre de cabellera negra y larga, pues el chico pidió un helado flotante, el chico miraba de vez en vez hacia la puerta del fondo y luego regresaba a su posición original, ya se ponía de pie y hacia una pose bastante llamativa para aquel otro hombre que empezaba a gustar de la presencia de ese juguetón mocoso, el barman que no perdía detalle del chiquillo y el otro tipo solo de vez en vez daba un apesadumbrado suspiro, bien sabía que este chico siempre traía problemas cada vez que se presentaba en el bar.
…. Oí, oí, ¿Dónde está el jefe? ....
…. Sabes bien que a él no le parece bien que estés aquí, así que regrésate a casa ….
… ¡¿Qué, eres mi madre o algo así?! Ya estoy grande y se cuidarme viejo, anda mejor dame otro Helado, esta exquisito, tus postres son los mejores….
…. ¡Tkz! Eres de verdad un dolor en el trasero, te preparare otro, pero te regresas a casa, ya te dije cuando se dé cuenta que estas acá te ira mal niño….
…. ¡¿JÁ?! Pero si él fue quien me causa problemas a mí, además hace un tiempo que no va a casa, más le vale al maldito que no me haga enfadar o … ¡¿Disculpe, se le perdió algo?! ¡¿O como por que se me queda viendo?! …..
Dijo de repente aquel joven al sentir la mirada penetrante del pelinegro que lo devoraba con los ojos, con deseos no muy santos .
… ¡¿Te gusta lo que vez anciano?! ¡¿Te gustaría ver más?! …
Dijo el chiquillo mientras se subía la ramera negra y acariciaba su abdomen el cual mostraba un pirsing en forma de colmillo negro, una risa coqueta y una mirada bastante sugerente le dedico el chico a aquel hombre quien estaba a punto de tocar la exquisita piel de aquel muchacho, cuando el barman le detuvo su mano y estrujando con fuerza le amenazaba con la mirada.
…. Este no se toca imbécil, te aconsejo te largues en este momento si es que en alguna aprecias tu vida ….
….. ¡¿Quién demonios te crees tú para aconsejarme a mí?! ¿Sabes acaso quien soy yo? Estúpido cretino…
…. No es algo que me importe saber quién mierdas vienen al local, pero ese mocoso es propiedad de Asami y mientras este yo acá nadie le pone un dedo encima….
…. ¡¿Asami?! ¿este chico es… de Ryuichi? ....
Dijo el peli negro, palideciendo un poco, y retrocede un paso mira algo desconcertado al piso tratando de ajustar sus ideas, cuando en eso la puerta del fondo se abre y de esta un grupo de hombres salía, todos con pinta de pocos amigos resguardaban a un tipo de cuerpo robusto y de aspecto pernicioso, llevaba en la mano un puro y portaba unas gafas negras, de calva la cabeza y tez grasienta, con un sin número de a niños en las manos de traje blanco, el tipo vio en la barra a el chico y un destello se presentó en sus gafas, los matones que estaban a su resguardo se acomodaron en el bar discretamente protegiendo al recién llegado.
…. Pero que cachorrito tan lindo el que recogiste Kurogane, ¿Tiene nombre? Sabes, podría entrenarte apropiadamente serias una linda perrita, primor ….
Dijo el tipo intentando alcanzar la barbilla del chico que en cuanto le vio le causo absoluta repulsión haciendo una expresión de desagrado, Kurogane de inmediato se interpuso entre el tipo de blanco y Takaba, el chico se resguardo en las espaldas de Kuro.
…. Es de una raza muy especial, bastante exótica, me temo mucho que no le puedo permitir su adquisición, es el favorito del jefe, lo siento…
Decía Kurogane con un tono de voz bastante seria, Akihito se recorrió a un costado de la barra muy cercas del pelinegro que aún no alcanzaba a comprender la exclusividad de aquel chico con el antes nombrado Asami Ryuichi.
…. Oye vejete, mejor se calma o le puede ir mal….
…. Lindura, es mi pasatiempo coleccionar especímenes únicos y más si son tan cotizados como tu ¿Así que el favorito de Asami eh? Muy interesante en verdad….
El tipo seguía terco con acercarse a Takaba y este pretendía escapar a la parte trasera de la barra cuando uno de los gorilas de aquel ser repulsivo le detuvo el paso, más le hubiera valido no tomar del brazo a Akihito, pues así como una briza gélida un destello rojo se presentó y fue cercenada la mano de aquel ingrato.
…Eh dicho que ninguna escoria toca a este crio….
Kurogane no se andaba con juegos y en un abrir y cerrar de ojos saco su catana y corto la extremidad de aquel tipo el cual pego tremendo alarido tomando con su otra mano el muñón que le quedo, el cual chorreaba a borbotones aquel rojo carmín, empapando sus vestimentas el tipo de blanco solo miro algo a disgusto, pero no se le vio mucha alteración, al contrario, le atraía más la posibilidad de poseer entre su colección a dicho chiquillo.
Akihito dio un salto a la barra evitando mancharse con la sangre de aquel desdichado, otro de sus compañeros tomando la mano de este la introdujeron en una hielera y salieron con el infeliz a toda prisa, Kurogane sacudió su katana en dirección a el tipo de blanco salpicándole de sangre y después guardo su espada en la funda, dedicándole una mirada fija cual halcón.
…. Lo próximo que corte no será una mano… ¿Quedo claro?...
…. Suficiente Kurogane, el honorable Diputado del sexto distrito a comprendido, ¿No es así, Hiwarashi-san? …
… ¡ASAMI!...
El felino chico salto de la barra directo a Ryuichi, que le mira con detenimiento, como inspeccionando que su propiedad no haya sido manchada con el tacto de otro hombre. Takaba haciendo tremendo puchero se cuelga del cuello de Asami consintiéndose a sí mismo, como felino restregándose a la pierna de su amo, el chico se abraso al hombre de porte señorial quien le correspondió el abrazo sujetándole de las caderas. El chico le beso cerca de la barbilla muy próximo al lóbulo de su oreja derecha, tratando de alcanzar su mejilla parándose pues de puntillas, Asami sonrió de medio lado, llevaba un cigarrillo en sus labios y retirando este se aproximó al chico besándole en los labios muy sutilmente.
… Te he dicho que no vengas aquí Akihito ¿Acaso quieres un castigo? ….
… Asami-Anaki… No quiero un castigo, pero es que no te he visto en mucho tiempo y …
El chico no dijo más pues un carmín se presentó en sus mejillas, los guardaespaldas de Asami escoltaron al sequito del Diputado y a este a la salida mientras que Asami se entretenía un rato con su felino juguetón, para los que trabajan pasa Ryuichi es más que evidente que ese chico ha engatusado a este poderoso hombre quien aun con esa expresión inflexible que tiene logra hacer que le presta toda y absoluta atención, Asami tomo asiento en una de las mesas del centro del bar y Akihito se sentó sus piernas, proseguía haciendo aquellos arrumacos en el hombre aquel de señorial presencia. Parecía un gatito ronroneando a su amo mientras le menea la cola, de lo contento que esta de verle.
…. ¿Has sido un buen chico Akihito? ¿Quieres acaso una recompensa? ….
…. Anaki… Anaki… Me he portado bien, muy bien, quiero mi premio ….
…. Deberás esperar hasta llegar a casa ¿De acuerdo? ….
…. Asami…
…. ¡¿Hum?! ¿Qué ocurre? …
…. No puedo esperar hasta llegar a casa, te quiero dentro ahora mismo…
…. ¡Tkz! Pero que problemático Akihito, tienes que esperar, aún tengo negocios por hacer ….
… A…Asa…mi… te deseo dentro de mi Asa… mi…. Tómame …
Insistía el joven Takaba mientras movía sus caderas de delante hacia atrás en la pierna de aquel hombre que parecía incorrupto ante la sugestiva tentación de aquel coqueto chiquillo, los guarda espaldas de Asami giraron su vista a otro lado algunos ocultaron su evidente excitación tras sus manos, Kurogane seguía vigía de aquel de cabello largo que miraba con enojo a Asami y más que nada no perdía detalle de aquel chico de castaños cabellos.
Akihito tomo la mano de Asami y sumergió sus dedos en el brandi que tenía servido, luego empezó a lamer las falanges del oji negro quien esbozo una sonrisa maliciosa, le divertía ver a ese chico muerto de deseo por su tacto.
Mas también no perdía detalle del hombre aquel que seguía en la barra contemplando el espectáculo, hasta que de pronto el hombre tomando su bebida en mano se dirigió a la mesa de Asami se sentó justo frente a este y veía con curiosidad y un toque de lujuria a aquel chico que no le importaba que estuviera este presente sequia lamiendo los dedos de su propietario.
….. Que interesante mascota la que tienes allí Asami Ryuichi, no sabía que te gustaban ese tipo de felinos ….
…. Soy un hombre que no se conforma con lo sencillo y común ….
Respondió Asami acariciando la barbilla de su felino quien detuvo su deleite pera mirar con malicia al que estaba frente a su amo. Se recostó al hombro de Asami dejando elevado un poco su cadera y miraba de reojo al tipo aquel tipo.
… Ese anciano quiere meterse en aprietos Asami, ¿Por qué no me dejas divertirme un ratito con él? ….
…. Akihito….
Una sola palabra fue suficiente para que la actitud melosa del chico cambiara completamente, bajo del regazo de Asami y se colocó a sus espaldas con una expresión completamente seria, es como si fuera un felino asechando a la presa, vigilando cada movimiento que hiciera el pelinegro, el hombre se sorprendió bastante y dando un sorbo a su Whisky sonrió con malicia.
…. Veo que le tiene bien adiestrado, no solo es un lindo felino ¿cierto? ….
Asami asintió un poco con la cabeza y tomando su brandi le afirmaba las sospechas al otro, en eso se acercó uno de los hombres de Ryuichi a donde Takaba y este comprendió a la perfección, los demás asuntos de Asami acababan de llegar, un hombre alto de corpulento complexión, bastante rudo de piel morena y una pequeña cicatriz bajo el ojo, vestía de traje gris aplomado camisa negra corbata a juego con el traje, le acompañaban 3 hombres dos eran idénticos cabello castaño oscuro de piel morena y porte atemorizante, y un pequeño chico de cabellos rubios, casi platino, de grandes y expresivos ojos, vestía un traje blanco con detalles en azul cielo, un collar muy justo a su garganta con un lindo cascabel aderezado con brillantes, el chico caminaba a la par del grande e imponente peli castaño oscuro.
Los 4 detuvieron su andar cercas de la mesa de Asami, este les saludo con un ligero ademan de su mano. Cruzo su pierna descansándola en la otra en forma de 4 y descansando su sien en su mano izquierda miraba a el peligro que simplemente se reclino en su asiento, los gemelos que acompañan al recién llegado se colocaron detrás de un sillón donde tomo asiento su jefe y este coloco a el más pequeño en una de sus piernas jalando una encantadora cadenilla de oro blanco del cuello del chico del cascabel.
Akihito regreso un poco a su actitud juguetona de antes entendiendo la situación y abrasando por el cuello a su amo le pidió un accesorio similar al de cabellera rubia.
…. Anaki… Anaki, Asami, Asami ¿Me regalaras un cascabel como ese, shi? ....
….. Si lo quieres es tuyo entonces …
…. ¡¡Nyyaa!! Gracias Asami …
Takaba al escuchar que su amo le daría un cascabel igual se puso de excelente humor, sus ojos brillaban y sus mejillas se pusieron algo rojizas. El chico de ojos azules le miraba muy tímido y se refugiaba en aquel hombre fuerte, aunque tenía mucha pena solo al resguardo de este se sentía seguro.
Un par de hombres más llegaron al bar, era un rubio de ojos dorados y un hombre un poco más joven y de ojos azul topacio de cabellera negra y piel tan fina y blanca como la espuma de mar, el más bajo con un además parece le dio una orden al de ojos de sol y este obedeció, acerco a su señor el asiento y se colocó a su diestra cual perro fiel, parecía un lobo de ojos dorados bien entrenado y listo para atacar. Al igual que el par de doberman que tenía el hombre de cabellera castaña oscura, en ningún momento el pelinegro se movió de su sitio y después de un momento exhalo con algo de desahogo.
….. Así que ya estamos todos, ¿No es así Ryuichi? ....
… Si parece. Wong Feilong, tal y como lo solicitaste …
…. Acabemos con esto pronto, de que se trata este absurdo----
Dijo sin más, aunque hombre inmenso todos le veían serenamente, aunque con una expresión de muerte, todos allí parecían estar analizando cada palabra que saliera de sus bocas. Kamuku es un hombre de poca paciencia, este tipo es un acaudalado empresario y prestamista, su empresa es una de las más grandes y reconocidas a nivel nacional, se encarga de varios distritos, dada a su habilidad para la negoción y las finanzas es uno de los hombres de confianza del Ryuichi y socio, además. Sus leales perros de confianza Kuba Homare y Kuba Misao siempre al lado de su jefe protegiéndole de cualquier peligro, y claro esta su hermoso Pet, un lindo chico de compleción bastante singular a pesar de ser un estudiante universitario aparente un jovencito de no más a 13 años Ayase Yukina, la más preciada de sus adquisiciones, le es tan preciado que no le deja solo ni a sol ni a sombra a donde sea que vaya él le acompaña.
…. Mi tiempo es preciado caballeros, vayamos al punto, aún tengo otros asuntos que demandan mi presencia….
De manera muy imperiosa, aunque en un dulce timbre de voz el poseedor de aquel par de topacios proponía darle seguimiento a aquella reunión, se saca los guantes y se los entrega a su escolta que los recibe como si se tratase de la presea más importante, Taki Raizen heredero de una empresa armamentista que en conjunción con el gobierno provee de insumos armamentistas al ejército. A pesar de su corta edad y de su aspecto algo frágil es un hombre muy poderoso sin mencionar que a su lado esta su escolta y amante, un general de guerra mundialmente reconocido. Tanto por sus grandes honores en la milicia, así como por lo sádico de sus procedimientos al momento de efectuar una misión, sea cual sea esta.
Y por supuesto no podía faltar aquel sujeto de cabellera larga y azabache, el heredero del clan, de una de las mafias más poderosas del Hong Kong, que al parecer conoce de muchos años atrás a Asami dueño de bastantes bares y clubes nocturnos de la ciudad y maneja el mercado negro armamentista entro otras cosas, así como lavado de dinero. Su amante acompañante el joven Takaba Akihito no solo es un lindo accesorio, sino esta asido adiestrado por el mismo Asami cuando este apenas tenía 8 años para servirle como arma y también como espía en el área periodística procurando mantener un perfil bajo y no llamar la atención de los medios.
Otro de sus hombres de confianza es aquel de ojos rubís que protegía a sol y sobra al joven Takaba, aquel quien en el bajo mundo se conoce como el demonio de ojos de fuego Kurogane, mas este solo en casos muy especiales es llamado dado a un viejo acuerdo entre ellos, más si es preciso Kurogane está 100% al lado de Asami aun y aunque su vida estuviese en riesgo no dudaría en darla por Asami.
La relación entre Takaba Akihito se dio de una manera poco usual, es por muchos bien sabido que el magnate hombre de negocios Asami Ryuichi no es de los que anden cuidando de criajos como Akihito, más su caso es único y especial. Se conocieron ya algún tiempo atrás cuando Takaba apenas contaba con 8 años, el padre de Akihito le debía una enorme suma a un tipo peligroso de los barrios bajos, y a consigna de esto el padre de Takaba opto por algo demasiado ruin y quizás demasiado mezquino, ya que con la escaza edad de aquel pequeño de ojos felinos y dadas sus dulces facciones fue vendido para recabar en dinero que su padre necesitaba y liquidar su adeudo.
FLASH BACK
En un muladar de mala pinta un grupo de hombres reían con gran estruendo mientras jugaban a los naipes, mas allá en una esquina estaba un pequeño de ojos claros en un tono grisáceo, el chiquillo veía con absoluto terror y asco a aquellos hombres, sus frágil cuerpo titiritaba por la conmoción ocurrida hacía apenas unas horas donde fue víctima de un mezquino abuso físico, tenía grandes moretones en sus brazos hechos por las manos de aquellos tipos al sujetarle con fuerza y forzar al pequeño a cumplir con lo pactado con su padre, el chico sentía un gran dolor en su recto, después de haber sido desgarrado por aquellos tipos, de sus piernas hilos carmesí corrían y solo una minúscula franela polvorienta era lo que cubría su maltratado cuerpo, los tipos que allí estaban se disputaban en esa partida el siguiente turno para usar una vez más al pequeño quien claramente estaba sufriendo terriblemente, si eso seguía como hasta ese entonces no duraría mucho y lamentablemente perecería a causa de tan tortuoso sacrificio, todo para saldar la deuda de su padre a el jefe de aquellos maleantes.
Mientras que aquel grupo de sabandijas se jugaban el derecho por poseer a aquel chiquillo otro más entro al muladar y al ver al chiquillo allí indefenso y viendo que los otros estaban distraídos tomo al pequeño del brazo lo jalo hacia su persona y le cubrió la boca con fuerza para que este no pudiera emitir ni el más ligero sonido, el chico estaba perdido en su mente inocente solo una frase resonaba una y otra vez “¿Por qué lo hiciste papá? Tengo miedo, me quiero a casa”.
…. Shhh… tranquilo, no hagas nada torpe o ya veras, ahora se buen chico y obedece todo lo que te diga ¿entendido? ….
El pequeño le mira con esos enormes y preciosos ojos y asiente con la cabeza, el tipo le soltó despacio y saco de sus pantalones si miembro, con un dedo le abrió la boca al pequeño que le causaba un profundo terror y nauseas el tener que hacer aquello, el chiquillo abrió lo más que pudo sus labios y aquel hombre introdujo su pene, lo metía y sacaba de la garganta de aquel chico con fuerza mientras el niño forcejeaba por librarse de aquello pues se sentía ahogar, el hombre le detenía con una mano la mandíbula para que no cerrara la boca y con la otra le detenía la cabeza, mientras seguía moviendo violentamente sus caderas, las lágrimas de aquel pequeño corrían presurosas hasta estrellarse kamikazes en el suelo.
Los hombres seguían embruteciéndose con alcohol y jugando a las cartas y aquel otro miserable seguía disponiendo de la virtud de este inocente, nadie se percató como o cuando pero un par de vehículos se fueron aproximando a aquel antro de perdición y de estos autos un grupo de hombres bajaron y con grandes armas en sus manos desataron en un abrir y cerrar de ojos el infierno, las descargar repetitivas de aquellas potentes armas resonaban por doquier, en pocos segundos el rio carmesí empezó a correr por aquella callejuela, cuando las armas callaron y el humo se disipo tres de los hombres entraron al sitio para verificar que la encomienda fuer finalizada, los hombres que jugaban a los naipes terminaron repletos de plomo, en la barra el cantinero quedo colgante de un banquillo completamente acribillado, más allá había una entrada a un cuartucho solo una cortina vieja hacia la función de puerta, repleta de hoyos se veía que había adentro otros cuerpos tirados en el piso, uno de los tres tipos tomo aquella cortina y de un tirón la tumbo al piso, al entrar un hombre corpulento estaba tendido en el suelo en un gran charco de sangre, sus pantalones estaban en las rodillas y sus genitales tenían aruños y marcas de dientes, era más que obvio que el móvil de tal situación era arrancar aquel miembro a mordidas o al menos eso se intentó, el pene de ese tipo se veía desgarrado, y la cara del occiso estaba con expresión de enojo y sorpresa, la muerte no le dio tiempo a reaccionar cuando la lluvia de balas se presentó, más allá entre unos trastos y ropas sucias un par de ojos destellaban, aun que había poca visibilidad estos hermosos ojos resaltaban.
El hombre bajo su arma y se acercó, era increíble que de todos estos malvivientes estuviese una creatura tan frágil luchando por su vida, el hombre se acercó con aquellos ojos que portaba en color caoba resplandecían tras aquel pasamontaña.
Extendió su mano a donde el chiquillo quien quisquilloso se replegaba más a la pared, aferrándose con fuerza aquella polvorienta piltrafa que cubría su humanidad, de sus labios había hilos de sangre escurriendo, una mirada entre terror y furia se presentaban en este chiquillo, era más que lógico el pensar que en circunstancias como las que este niño vivió su cordura e instinto de supervivencia estaban en un caos.
…. ¡¿Tu hiciese eso?!....
Le pregunto aquel hombre con una hermosa voz aterciopelada, el chiquillo no respondía nada solo seguía mirándole fijamente y apretaba aquella manta, un suspiro de impaciencia y cansancio expulso aquel hombre y pasando su mano por aquella mascara se sacó el pasa montañas, un apuesto joven de ojos castaño caoba se hizo presente, de negros cabellos. El joven paso una vez más su mano por su cabeza y ordenaba su cabellera, se agacho y se puso ahorcadillas hasta llegar a la altura del chiquillo que estaba receloso de este que recién había llegado, no podía confiar en nadie, todos los que recién conoció no querían otra cosa sino ultrajar su cuerpo por lo que estaba en una actitud de auto defensa.
El pelinegro dio un par de chasquidos y varios hombres entraron, viendo que el pelinegro estaba descubierto los demás hicieron lo mismo y bajaron sus armas.
…. ¡¿Qué planea hacer con el cachorro Jefe?! ….
…. Súbanlo al auto, averigüen que rayos hacia aquí y a quien pertenece ….
Los tipos obedecieron al momento y fueron a por el niño quien aruñaba y tiraba mordidas, impidiendo que lo tomasen, uno de los tipos lo atrapo por la cintura, pero el chiquillo tomando todas sus escasas fuerzas se libró del sujeto, dejando solo en sus manos aquella tela polvorienta, el pequeño callo de boca al piso y como si se trátese de un felino brinco para alejarse de allí, más estaba seriamente herido de la cadera, su cuerpo desnudo mostraba claras muestras de excesiva violencia, y sus piernas estaban escurridas en sangre y secreciones blanquecinas que escurrían de su recto, sus brazos amoratados, su espalda por igual, sus piernas llenas de chupetones al igual que su pecho
Algo dentro de aquel joven se estrujo al ver a ese chiquillo tan lastimado, sus hermosos ojos caoba le miraron con absoluta tristeza, se arrodillo postrando una mano en su rostro, un dolor insoportable ese día había atravesado su ser, y la mirada de ese niño le penetro el corazón, extendió su mano a dirección del niño y mirándole con absoluta seriedad le dijo.
…. Ven conmigo y te prometo que, nunca más nadie te volverá a tocar ni un solo cabello, yo te enseñare a destruir a todo aquel que intente lastimarte, si vienes conmigo, nunca más volverás a sentir miedo, ni dolor, si vienes conmigo te convertirás en mi posesión más valiosa, si vienes conmigo…
La voz de ese joven empezó a quebrarse al estar hablando, nadie pudo explicar el por qué ni el cómo, pues este chico desde siempre había sido un joven ejemplar único, con un temple de acero más ese pequeñito tal parece toco fibras muy importantes en este hombre, el niño vio sinceridad en aquel que le ofrecía su mano y con temblor en sus piernas y sintiendo como el corazón le palpitaba estrepitosamente se acercó y le tomo de la mano.
8 AÑOS DEPUES…
…. ¡¡¡¡Asami!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMMMMMMMMMMMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!......
…¡¡TKZ!! Que ruidoso….
…. Anaki… Asami-Anaki, Asami, ¿Ya estas despierto? ¡¡Qué bueno!! Oye sabes, el día de hoy…bla, bla, bla, bla….
…. Recuerda me…. ¿Por qué demonios estas en mi habitación? …
… ¡¿Eh?! ¡Ah!… hahaha eso… Bueno, pues hehehe, gracias a mis maravillosas habilidades pude quitar el cerrojo electrónico hehehe ¿A que soy genial, verdad Anaki? ….
… ¿Genial? Eres un mocoso insoportable, dame espacio iré a darme una ducha …
…. ¿Eh? … ¿Quieres que te acompañe? Podría lavar tu espalda si tu… quieres…
Un adolecente de 16 años había entrado a los aposentos de un hombre bastante apuesto y seductor, el cual había pasado una larga noche de negocios, poniendo al margen a un grupo de mafiosos que intentaban entrar en sus dominios y regreso a casa apenas hacia un par de horas; mas esto parecía no haber sido importante para nuestro joven Takaba, quien haciendo uso de algunas artimañas aprendidas por los colaboradores y subordinados del gran Asami Ryuichi se las ingenió para desbloquear el cerrojo electrónico que da a las habitaciones de Ryuichi y entra creando tremendo alboroto, despertando así al mayor, pegando un brinco-, Takaba subió a la cama de Asami y postrándose en el regazo de este le empezó a zarandear y llamar a los gritos para que este se despertara, el chico solo a este, y solo este; era el único con quien tenía estas confianzas, y por extraña que sea la situación es recíproca. El honorable y potentado Asami, no permitía estas familiaridades más que a este crio, que ha tenido a resguardo desde hacía un tiempo ya.
Cuando por fin despabilo el magnate, su cabeza sufría de una taladrante jaqueca, aunando a los gritos del chiquillo en sima vuestro, su estado de ánimo no era el mejor; el mayor pues estando despierto se disponía a tomar una ducha y alistarse para seguir su día a día, mientras que el más joven de los dos seguía con su típica conversación sobre asuntos irrelevantes para el empresario, mas no podía hacer mucho teniendo enzima vuestro a este chiquillo de ojos grisáceos, quien haciendo caso omiso a toda palabra que dijese el oji caoba no se movía ni un milímetro del regazo del mayor.
Con un tono tentador y una mirada insinuante, el chico el hizo un ofrecimiento al mayor de acompañarle a las regaderas y prestarle su mano amiga para enjabonar su espalda, cosa que hizo enfadar a Asami quien de un rápido giro tumbo patas arriba a Akihito quien quedase en el piso de la habitación.
…. Ateteteteteee… ¡¡¡Eso, sí que dolió, Asami!! ….
….. No tengo tiempo de lidiar con mocosos, anda con Takana y ve de una buena vez al instituto…
… ¡¡JUMM!!...No quiero, quiero quedarme con Asami-Anaki todo el día…
… No digas estupideces y sal de una vez, no querrás verme enojado….
…. ¡JÁ! Sácame si puedes anciano ….
…. [ ¿¿Anciano?? ¡¡Maldito mocoso!!] TKZ...
Cual si fuese un felino le tomo del cuello de su chamarra y alzándole con una mano le saco varios metros a las afueras de su dormitorio, el pasmado rostro de Akihito era digno de fotografía, los guardias que estaban en la mansión al ver aquella acción de parte de su jefe les produjo suma gracia, y cubriendo sus bocas intentaban no soltar tremendas carcajadas, esto ya era común en la residencia de Asami Ryuichi, pues desde que recogió a aquel pequeño un ambiente algo más relajado y familiar se presentó en aquellos terrenos.
Así pues pasaban sus días entre pistolas y gánsters, Asami siempre velando por la seguridad de aquel pequeño y este siempre rodeándole de su cariño y absoluta lealtad, el chico fue aleccionado en varias disciplinas marciales, haciéndole a su corta edad un letal acecino, si llegase el momento, Asami cumplió su palabra y lo ha protegido y enseñado todo lo que sabe para no permitir que su vida o integridad estén expuestos, de un tiempo a la fecha el jovencito Takaba a desarrollado un gusto por dormir en la habitación de Asami cuando este no está en casa y cuando este se encuentra a intentado en varias ocasiones entrar a hurtadillas a sus aposentos, mas siempre es expulsado por el mayor causando en el adolecente una terrible frustración.
Un día de esos, en los que Asami no había regresado a casa, Akihito recién llegaba del instituto, tiro su mochila al piso y pregunto por Asami; la servidumbre le confirmo que el amo de la casa no vendría a dormir, el oji claro dio un pesaroso suspiro y pidió le dejasen solo, ya habían pasado varias horas y salió de sus habitaciones en dirección a la de Asami, el chiquillo siempre se las ingeniaba para acceder a esta así tuviera mil cerrojos, el siempre entraba, como felino salto a la cama y se adentró en las sabanas, el aroma de Ryuichi estaba impregnado en estas y las almohadas, Takaba tomo las sabanas y las estrujo en sus manos, inhalo a profundidad el perfume de Asami, sus mejillas estaban en un sutil carmín. De reojo miro hacia una pequeña sala de estar que se encontrase allí, en uno de los sillones estaba una camisa de Ryuichi, Akihito salió de la cama y fue a donde la sala y tomo la camisa, la aprisiono en sus manos y la llevo a su pecho, el aroma de Asami le hacía sentir bien, más que bien, le invitaba a cometer otras cosas no tan puras, se sacó sus pijamas y colocándose la camisa de Asami como única prenda en su febril cuerpo.
…. Asami…ah... hhmmnn…Asami… Asami, Asami…. ¿Por qué no estás aquí? ¿Por qué no vienes a mí? Asa… asa… mi….
El chico, envuelto en la fragancia de su protector y guía, había despertado un deseo no sano por este, y como ya un habito, se tocaba a sí mismo, estimulando tanto su entrepierna así como introduciendo un par de falanges en su recto, haciéndole entrar en un frenesí de auto complacencia mientras pensaba única y exclusivamente en el oji caoba que desde hacía tiempo atrás se había ganado todo de este chiquillo, su cariño, respeto, lealtad y sobretodo su amor, ese chico amaba a Asami, le parecía el hombre más maravilloso del mundo, deseaba que llegase el día en que este postrara sus ojos en él, era por esta y solo por esta razón que Takaba Akihito se auto exigió ser el mejor en todo lo que Asami le indicase para así conseguir siempre de este su aprobación, un elogio, una simple mueca de aprobación, era suficiente para hacerle feliz, mas últimamente, este chico había empezado a ser más ambicioso y no solo se conforma con un gesto o elogio de Asami, ahora desea desde lo más profundo de su ser, los besos y caricias de este, sentir su piel, el calor de este dentro suyo.
Así paso pues ese día, sin más, Akihito como era su costumbre paso la noche retorciéndose bajo las sabanas de Asami y auto complaciéndose mientras fantaseaba con este, y al llegar el siguiente día simplemente salía a hurtadillas de la misma forma como entro, quizás este chiquillo ya lo había deducido, quizás esto era meramente un truco para seducir al mayor, o era tan ingenuo que nunca lo pensó, pero cierto era que cada paso que Akihito daba dentro o fuera de esta hermosa mansión Asami lo sabía, él sabía desde hacía mucho de aquellas escapadas a sus habitaciones, de aquellos toqueteos entre sus sabanas de esos jadeos y gemidos donde le pedían su presencia.
A decir verdad, tal parecía que este hombre había convertido uno de sus hobbies el ver esas travesuras de su protegido Takaba, guardando todos los videos y audios donde este chico era capturado en infraganti cometiendo aquellos lascivos actos impuros, más para el oji caoba realmente le parecían tentadores y muy estimulantes.
En una de esas noches, aunque escasas donde Asami llevaba consigo a Akihito a una de sus cenas de negocios, les fue invitados a pasar la noche en un vistoso hotel, la recepción era extraordinaria el banquete por igual, hasta la compañía que ni lerda o perezosa se hacía presente, un variado grupo de exuberantes mujeres se le acercaban al joven magnate, el cotilleo era descarado para llamar así la atención de las mujeres hacia su persona, un ligero toque de sus manos guiándole a sus escote ese roce de sus dedos en la blanca y suave piel del seno de una bella mujer de ojos avellana llamo la atención de un pequeño, posesivo e híper celoso acompañante de aquel que se hace llamas Asami Ryuichi.
Takaba no perdió detalle de aquellas miradas y coqueteos de estas mujeres hacia su Asami, una mueca de disgusto no se hizo esperar por el jovencito, a Ryuichi le parecía divertido el verlo celoso, el chico empezó a beber más de la cuenta, y sin darse cuenta llego a quedar bastante ebrio, Asami llamo a uno de sus escoltas y le ordeno le llevasen a su habitación para que se repusiera, Takaba entre mareos logro ver como una de entre tantas mujeres llamo por completo la atención de Asami tomando de sus labios un intrincado beso, el dolor que cerceno el corazón de Takaba era grande, mas estaba bastante descompuesto por haber ingerido tanto licor, fue recostado en la cama y le dejado allí para que se le pasara la borrachera.
Después de pasadas un par de horas Akihito recobro la conciencia y de inmediato se puso de pie, un terrible dolor de cabeza lo hizo regresar a la cama, sujetándose esta con ambas manos, en eso una imagen se le presento en la mente haciéndole detener el corazón, era Asami besando a aquella bella dama. A como pudo Takaba se puso en pie aun y a pesar de la terrible jaqueca que sufría a causa de la resaca, busco con la mirada a Asami en toda la habitación, al no verle fue a la habitación que conectaba con esta, el entorno estaba a media luz, por lo que no pudo ver con claridad, solo vio el saco de Asami tendido en la cama, se veía en una pequeña mesa un par de vasos con licor, uno aun contenía hielo y un poco de whisky, el otro solo tenía una marca de labial en su borde, Akihito tomo el saco de Asami y lo estrujo en su pecho imaginando que su querido oji caoba habría pasado la noche con aquella mujer, nunca se percató que un par de ojos de mirada penetrante le contemplaban desde hacía rato, sentado en un mullido sillón individual, descansando su mentón en su mano izquierda y con la derecha descansando la en su regazo, un vigilante oji caoba contemplaba a su querido Akihito.
Takaba pensaba que Asami se había decidido por pasar la noche con aquella mujer, por lo que sus celos y desilusión traspasaban su juvenil corazón.
…. Asami, ¿Por qué, porque te vas con esa mujer? ¿porque no me vez a mí en vez de a ella? ¿Qué se necesita para que me quieras a mí? Asami, Asami mira me a mí, solo a mí, no te vayas con esa, ni con otras, Asami, si no me querías porque me trajiste a tu lado, ¿Por qué no me vez? ….
Takaba Akihito estaba llorando muy triste pensando que su amado Asami estaría en brazos de otra persona, más nunca se imaginó lo que realmente sucedía a su alrededor.
…. En verdad que eres un mocoso demasiado consentido ….
… ¡¿EH?!... A-Asa...¡¡Asami!!...
El oji caoba encendió una luz que se encontraba cercas de su mano, permitiendo así ver mejor el rostro lloroso de aquel chiquillo, el cual se sorprendió al escuchar a su benefactor, el corazón le daba vuelcos, la sorpresa y emoción de saber que Asami no había ido al lado de aquella mujer eran irreal para un crio de su edad. Ryuichi se acercó a Akihito, levantando le el mentón y mirándole fijamente.
…. ¿Acaso no te es suficiente con lo que hasta ahora te he dado? ¿Qué más es lo que necesitas para dejar esos lloriqueos? ¿Hasta dónde llega tu codicia? …..
….. A-Asa…mi… Asami, ¿enserio eres tú? ¿No es una más de mis fantasías? Asami, Asami… mi Asami…
Akihito se abrazó al cuello de Asami con alegría soltando el saco, quien recibió el efusivo gesto con alegría, más quería saber, quería ver hasta donde llegaría ese chiquillo por él.
…. Responde mocoso, ¿No te basta con tener todo cuanto te doy, que ahora exiges de mi todo mi tiempo, mi atención? ¿No te basta con saber que eres el único al que le permito estos estropicios y me hagas salir de importantes negociaciones para estar aquí, contigo, no te es suficiente?
…. Asami, no, ya no… ya no me alcanza solo con tu afecto, con tus buenos deseos, con tu amabilidad, ya... ya no me alcanza con eso, es muy poco, muy poco, yo quiero más, quiero más de Asami, quiero, cada minuto, cada segundo con Asami, quiero mucho más, mucho, mucho más, quiero las manos de Asami aquí….
Takaba toma las manos de Asami y las coloca en su rosto y mientras le mira fijamente, el chico se desajusta su camisa y se sacaba la corbata del cuello.
… Quiero sentir las caricias de Asami en mí, que me hagas derretir en tus manos Asami, Quiero los labios de Asami, quiero saber a qué sabe cada vez que los bese, sentir como degustas todo mi cuerpo…
Proseguía el pequeño atrevido provocando aún más al que ya desde hacía tiempo le había puesto el ojo y cuidaba celosamente de su posesión más valiosa, con la yema de sus dedos recorre la fina silueta de los labios de Asami, mientras con audacia tomaba una de las manos del mayor y la pasaba por su pecho hasta llegar a sus caderas, con temblor en sus labios robo un beso corto de su amado y empezó a desajustar la corbata de Asami y desabotonando la camisa dejando libre su cuello y parte del pecho.
… Ya no me alcanza con tu amistad, yo necesito a Asami, ser impregnado con tu aroma, sentir el calor de su cuerpo junto al mío, quiero todo de Asami, quiero hasta el último de sus pensamientos, y sentimientos, ser el centro de Asami en su universo, quiero que Asami solo tenga ojos para mí, manos que solo me toquen a mí, que todos tus pasos se dirijan siempre a donde yo estoy, que vengas siempre a mí, que estés en mi tan adentro, tan intenso, quiero cada respiro de Asami, quiero que el sudor de Asami me empape, quiero toda tu pasión, todo tu deseo, quiero a Asami…
Cuando aquel chiquillo dijo eso último se atrevió un poco más y abrazándose a este le dio un beso con algo de desespero, más cargado de mucha emoción, Asami podía sentir el acelerado corazón de Akihito, que tan estrepitosamente latía, como el cuerpo de aquel chiquillo temblaba en sus brazos, Asami correspondió solo un poco a tan ambiciosa demanda de parte del pequeño, quería verle entrar al borde de la ansiedad y el deseo, por lo que ideo tenerle un poco más en tensión.
… ¡¿No crees que pides demasiado? Mi tiempo, mi mente, corazón y alma, toda mi voluntad en manos de un mocoso inconsciente como tú, ¿Cómo esperas que mis ojos te sigan solo a ti? ¿Por qué debería hacer eso? ¿Tienes algo para mostrarme, para que yo te vea solo a ti? ....
…. E…Es… esto… pues… ep… yo….
… Muéstrame Akihito, muéstrame como seduces mi mirada, como capturas toda mi atención mientras despiertas en mi todo eso que tanto ansias, ese deseo y pasión, muéstrame como ansias y cómo quieres ser mimado por mi…
Akihito, se sonrojo un poco pero aparto un poco de Asami y se retiró la ropa dio media vuelta y recogió el saco de Asami, le olio profundamente y giro a donde Asami, el cual regresaba a su sillón, y se ponía cómodo para ver a su pequeño en acción, no era que fuese la primera vez que le veía hacer aquello, desde hacía tanto que disfrutaba de ver a su cachorro excitarse con sus prendas mientras se mete en su cama, una sonrisa de medio lado se reflejó en Asami, Takaba se colocó el saco de este mientras con una voz bastante sugerente y erótica le empezaba a relatar.
…. Asami... ¿Sabes desde cuando te deseo? ¿Desde cuándo ansiaba ser el centro de toda tu atención? Asami, mírame solo a mí. Cuando...ah… cuando sales de viaje, cuando vas a la oficina, cuando esta ausente en tu despacho… yo… yo hhnnm… yo siempre voy a donde Asami duerme y… entro en las sabanas de Asami, siempre impregnadas de tu olor, de esa fragancia que me pone tan de ganas…. Aquí, aquí abajo siempre me toco pensando en Asami… y también acá… pongo mis dedos en la boca y los lubrico para que puedan entrar en mí, los hundo tan profundo… así… una y otra vez, así…ahhmm…ahh… Asami….Asami… es en lo único que puedo pensar… lo único que quiero sentir tan… ahh… tan adentro de mi… el olor de Asami me fascina… la cama de Asami es tan grande… quiero siempre dormir con Asami…. Quiero tenerlo aquí… tan adentro… ahhhmmm,,, tan bueno…tan adentro… Asami…Asami…
El chiquillo se colocó a medias de la cama y de rodillas en ella empezó a tocarse, montando una lasciva mirada a su querido benefactor, aquel que desde hace tanto lo salvo de las garras de la perdición, Takaba guiaba sugerentemente sus dedos a su boca para humedecerles, mientras con la otra mano acariciaba su pecho, Asami no perdía detalle de un solo movimiento del chico oji grisáceo, quien separo un poco sus piernas y alzando un poco su pelvis, guio su mano ya bastante empapada en su propia saliva, recorrió un largo trayecto desde su boca, pasando por su cuello, rosando sus pezones y dirigiéndose más adelante a su entrepierna, la evidente erección del chico se hacía notar aún más al ser estimulado un poco más su mano iría más allá de un simple toque.
Asami trago en seco cuando Akihito se penetro así mismo con sus falanges y el escucharle gemir y llamarle con gran pasión, las centellantes miradas que le dirigía el joven Takaba a Asami eran más que suficientes para poner de humor a Asami, más él siempre ha disfrutado de ver como este, se auto complace mientras el único que gobierna sus más íntimos deseos no es otro que Ryuichi.
…. Que vista tan apetecible …
…. A… Asami, Asami… no puedo… no puedo más, yo…. Ahhhmmmm… te deseo, te necesito Asami ….
Asami no podía quedarse más tiempo contemplando a aquel chiquillo cuando este estaba en completo estado de celo, sacando sus dedos de su recto empezó su trayecto a gatas hasta donde el magnate quien sintió como su presión arterial se elevaba un poco por la excitación, Akihito, se acercó hasta las piernas de Asami el cual las tenía cruzadas más, con un gesto benevolente les separa y mira atentó a ver qué es lo que este chiquillo pretenderá ahora.
Akihito, desajusto el cinto de los pantalones de Asami y con su boca bajo el zíper de este, Ryuichi solo le contemplaba sin hacer más nada, su deseo era grande más quería ver más, mucho más.
… Asami, yo quiero, quiero saber el sabor de tu esencia, ¿puedo? …
…. Haz lo que quieras ….
Al escuchar de Ryuichi aquellas palabras donde le daba luz verde para cumplir y complacer todo ese deseo contenido por años, el chico no lo pensó dos veces y se aboco a su tarea, afanosamente se dedicó a degustar de la virilidad de aquel hombre quien no podía negar que le complacía sumamente el tener a ese chico de rodillas a sus pies, tomando toda su esencia en el justo momento que se corría en su boca.
…. Es… Es deliciosa, quiero… yo quiero más …
… ¿No tienes suficiente ya Akihito? ¿Qué tanto quieres tomar de mí? …
…. Lo quiero todo, quiero todo de Asami ….
…. Mocoso mal educado ….
Cuando Akihito le dijo eso ultimo Asami ya no pudo controlar su ser y tomándole con fuerza de una mano lo jalo hacia su ser, el chico lo veía sorprendido y con gran emoción, justo en ese momento sintió una grata alegría al ver que sus sentimientos eran correspondidos, pues Asami le beso con devoradora pasión, introdujo su lengua en la boca del pequeño y recorrió cada recoveco de esta, robándole con aquel beso hasta el mismo aliento, Takaba se aferró al cuello de Asami Cuando sintió como aquellos fuertes brazos o estrujasen más y más a su ser, las manos experimentadas de Asami recorrieron aquel febril cuerpo, impartiendo en su recorrido por aquella blanquecina y sedosa piel un sin fin de nuevas y excitantes caricias, de un momento Akihito sintió como se le crispasen los nervios al sentir como un par de largos y gruesos dedos se adentraron en su interior, los fluidos que escurrían de su entrada permitían que el acceso a este fuera limpio y fluido.
….A….Asa….mmi….ahhhmmm… mm…mas… más profundo, ahhh… mas…. Mas a dentro Asami…. ahhhh…ahhh…ahhh….
…. Hhhmmmm…Akihito… no me provoques más ….
Dicho esto Asami, entro de una en el interior de Takaba, mientras este liberaba un sonoro quejido entre placer y dolor, era la primera vez que era tomado por su amado benefactor y no podía aun creer que este estuviese en sus adentros.
… Ahhh… Ahhh… Ahhh… Asa… Asami…aaahhhmmm aaahhhhhh…. Así, así, tan bueno… ahhmmmm… mas… mas… dame más Asami ….
Ryuichi al escuchar las demandas de su pequeño amante no pudo más que complacerle, tomando todo de este y sometiéndole bajo su ser adentrándose en sus entrañas robando cada suspiro cada beso, cada caricia, sintiendo las manos de aquel jovencito como se aferraban con ansiosa desesperación a su espalda, sintiendo como las piernas de este temblaban por las potentes y repetitivas estocadas, y más aún el chico pedía por mas con gran placer, las uñas del jovencito se incrustaban en la espalda de Asami, mientras más este le iba penetrando con delirante frenesí, Asami lo tomaba como suyo esa noche, lo marcaba con cada beso con cada caricia como si se tratase de hierro candente, dejando todo el cuerpo de Takaba sellado con su hierro, su único, su exclusivo amante.
Entre el calor del momento fue mordido repetidas veces en el cuello, la parte interna de los muslos, en los glúteos. Las crestas de sus caderas y muy cercas de su falo y escroto. El chico estaba portando por todas partes marcas indelebles de un amante incansable, de un hombre sumamente posesivo que de hoy en mas no permitiría que más nadie posara siquiera su vista en su preciado Akihito.
Pasaron aquella noche amándose tan intensamente, tan voraz, tan desesperante, como si esa fuera su única oportunidad, como si el día de mañana la tierra fuera a explotar y no hubiera más tiempo para decir cuánto se aman, solo existía esa única noche para demostrar su amor su pasión, en aquel fortuito encuentro entre sus cuerpos, compartiendo fluidos, compartiendo el mismo calos, la misma pasión, con pareja intensidad, con parejos sentimientos, convirtiéndose y fundiéndose en un solo ser, en un solo latido de corazón, en cada beso, e cada caricia, se entregaban sin ningún tipo de reservas, Asami tomo para si todo lo que tenía Takaba para dar, y este tomo de Asami todo cuanto el hombre le entrego, y cual receloso y ambicioso corazón no pretendía dejar i migajas de lo recibido a nadie, se sentía con el derecho para exigir y reclamar del magnate todo cuanto tenia, todo cuanto pudiera poseer, pues él era solo suyo y suyo solo lo era él.
FIN DE FLASH BACK.