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Apariencias que engañan por KylieNova

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo!! Muchas gracias a todas las personitas que leen y ademas cometan, ustedes son los que me dan motivacion para escribir <3

El agua caliente pasando por su piel le daba una sensación de alivio y reconformación sobre todo su cuerpo, el olor a lavanda a causa de la esencia de baño que al mismo tiempo generaba burbujas en el agua de aquella bañera le tranquilizaba, empezó a divagar en el extraño momento atrás cuando estaba con Damián, ese momento en el cual finalizaron de tener sexo y solo quedaba la parte racional y lógica que había estado escondida y que finalmente se había asomado en ambos.

- ¿Y ahora qué?- preguntó para acabar con aquel desesperante silencio. Damián no contestó inmediatamente, se tomó unos segundos y cerrando los ojos contestó:

-No lo sé- el moreno se dio cuenta que decía aquella frase varias veces, se podría decir que era su eslogan.

El silencio había regresado, ninguno de los dos sabía que decir en aquella situación, Eric se sentía agotado, el dolor en sus articulaciones y parte trasera le estaba molestando, además se sentía sudado y pegajoso.

- ¿Puedo bañarme?- Damián abrió sus ojos pero no lo miró y simplemente asintió.

Eric se levantó rápidamente de la cama y caminó hasta el baño, cerró la puerta detrás de sí y se apoyó sobre esta, un suspiro pesado salió de su pecho, sacudió su cabeza repetidas veces y avanzó hasta mirarse en el espejo. Tenía el cabello desordenado, los ojos ligeramente rojos y sus labios se encontraban un poco hinchados, restregó sus palmas contra sus ojos y empezó a llenar la bañera con agua caliente, se introdujo, puso un poco de burbujas que había encontrado y empezó a relajarse, esa era la situación en la que estaba ahora. Pasó agua por su cabello y después masajeó su cuello y hombros disfrutando del agua caliente recorrer su espalda.

Agarró un jabón que había visto y empezó a pasárselo por los hombros y brazos hasta que escuchó como abrían la puerta del baño, ahí se encontraba el moreno, usando una pantaloneta y sosteniendo una toalla en sus manos.

-Te la dejare aquí- le dijo mientras la ponía sobre la puerta transparente de la ducha que se encontraba abierta, Eric asintió y siguió pasándose el jabón sin hacer contacto visual, pero algo había llamado la atención de Damián haciendo que le dirigiera la palabra.

-Eso no es para el cuerpo- se acercó haciendo que Eric se tensara y se sentó en la orilla de la tina, estaba ahora a unos centímetros detrás de Eric-, es para el cabello.

Eric se avergonzó, pero no le dio tanta importancia, lo único que tenía en su mente era la voz cálida y penetrante del que estaba a sus espaldas, siguió hablando:

-Dámelo- Eric extendió el brazo y se lo dio-, te ayudare.

Se sentó a la orilla de la bañera y con un movimiento algo desconfiado empezó a masajear el cuero cabelludo de Eric provocando que se hiciera la espuma a causa del champú, mientras más pasaba sus dedos de manera cariñosa y suave, más Eric se sentí relajado y feliz.

No había nada sexual en la acción, Damián solo quería sentir sus manos deslizarse por la suave piel de Eric, antes de que se fuera porque sabía que lo haría, pasó sus manos a su cuello y empezó a masajearlo con ambos pulgares, Eric emitió un sonido de satisfacción y movió su cabeza a un lado para que el moreno diera énfasis al lado izquierdo.

Damián sonrió, no podía evitar pensar que Eric se le asemejaba a un gato buscando afecto, a él le gustaban los gatos.

-Lo siento por golpearte- le dijo en un sutil tono de voz que trajo de inmediato a Eric del paraíso tranquilo con olor de lavanda en el que estaba.

-Yo también... lo siento- respondió encogiéndose sobre sí, el que se hubiera disculpado le quitaba una pequeña espina en su pecho.

De nuevo en el ambiente se había hecho un silencio, pero este no fue uno con tensión cómo el anterior, ambos meditaban de lo que había pasado, y de lo que estaba pasando ahora, ambos, con la incógnita de que será de ellos. Damián dejó de masajear el cabello, usó la pequeña manguera que estaba conectada a la regadera y empezó a enjaguar el cabello castaño, advirtiéndole que cerrara sus ojos.

-¿Te dolió?- preguntó el moreno

-¿Que?

Eric se giró y miró a Damián con confusión, incluso inocencia, en su rostro, fue hasta que Damián le hizo un gesto de reproche con una vacilación que este finalmente entendió, y al hacerlo enrojeció todo su rostro, se volteó bruscamente y tensó sus músculos.

-¿Porque tienes que preguntar eso ahora?-refutó avergonzado, ese no era el mejor momento, ya era lo suficientemente incomodo, parecía que Damián simplemente lo quería empeorar.

-Porque quiero saberlo ahora- le respondió y aunque a Damián también le daba un poco de incomodidad no se comparaba con la preocupación que se generaba en el por Eric. Sabía que era algo que no tenía importancia ahora, ya que al fin y al cabo ya lo habían hecho, tuvo miedo de haberlo lastimado sin percatarse por el calor del momento.

-Solo al principio- dijo el castaño- pero no importa.

-¿Porque no te importa?- preguntó algo molesto, el sexo se trataba de placer, si Eric no obtenía ese placer ¿Cuál era el punto? Pensó que a veces era bueno ser egoísta y que Eric debería serlo más seguido.

-Porque...- Eric esperó unos segundos, agarrando las agallas para decir sus siguientes palabras- porque no importaba que al principio doliera, al final se sintió increíble.

Damián dejo de enjuagar su cabello, se detuvo en seco y su rostro se enrojeció, todo esto sin que Eric se percatara ya que estaba de espaldas suya. Vio cómo el color se intensificaba en las orejas de Eric y le pareció lo más adorable que el castaño había hecho. En ese momento unas grandes ganas de abrazarlo se apoderaron de sus brazos, pero se contuvo y suspiró suavemente dejando ese sentimiento salir de su cuerpo. Se levantó de la bañera y quedó unos segundos en el marco de la puerta, miró al rostro sonrojado de Eric y con una sonrisa le dijo:

-Me alegro, también para mí fue increíble.

Pasaron a la salida del apartamento, Eric estaba aun con su cabello húmedo, una brisa se sentía en el ambiente y había llegado el irremediable momento de la despedida. El más bajo estaba en la entrada mirando sus tenis sin hacer contacto visual, fue hasta el momento que Damián le habló que finalmente decidió mirarlo al rostro, Damián se encontraba tan cerca que podía sentir sus respiraciones mezclarse.

-Nos vemos- se despidió el moreno, pero Eric no quería irse antes de decir algunas palabras.

-Damián- le llamó suavemente-, yo... bueno.... Quiero que sepas que- balbuceaba sin querer, haciendo se frustrara consigo mismo, sacudió su cabeza para reacomodar sus ideas, un suspiro salió bruscamente de él y se puso firme encarando a Damián y mirándolo a los ojos, continúo diciendo:

-Tú me gustas y mucho, pero eso ya lo sabes. Se que soy alguien enamoradizo, estoy consciente de eso, pero no lo creo algo malo, porque si no fuera así nunca hubiera tenido las ganas de conocerte... Lo que quiero decir es que sé que eres diferente a mí y que te cuesta más trabajo aceptar a alguien en tu corazón, pero sé que una parte de ti me quiere, no sé cuánto, pero lo hace y cuando te des cuenta de eso yo estaré allí para ti, pero no por siempre. Porque, aunque te quiera tanto no sufriré por una persona que nunca tendré.

Al final Eric dio una sonrisa, una de esas sonrisas dulces, pero con un tinte de tristeza. Se fue y solo dejo a Damián, allí postrado en su entrada pensativo como nunca antes.

En la Universidad Damián no podía dejar de darle vuelta a lo que le había dicho el castaño, se veía tan decidido pero al mismo tiempo tan frágil, ante sus ojos Eric parecía una persona fragmentada, con tantas facetas que no sabía cuál vendría en el momento, podía expresar tanto con solo su mirada verde, tan diferente a él, porque Damián se había convertido en el amo del engaño, podía fingir que estaba feliz cuando estaba triste, que estaba cómodo cuando no lo estaba y así sucesivamente, pero Eric, él era tan sensible y a la vez tan fuerte, una persona que generaba simpatía al instante sin querer.

Sus pensamientos siguieron fluyendo hasta que a la distancia vio a Eric, hablando alegremente con sus amigos e instantáneamente sonrío porque ver al chico tan feliz le hacía feliz, todo estaba bien hasta que una chica, muy bonita en su opinión, se le acercó y con sus brazos le rodeo la espalda. Detectó ese sentimiento como celos y le pareció bastante estúpido de su parte así que trató de no concentrase en aquella molestia en su pecho, pero al ver a Eric no solo corresponder ese afecto sino él también hacerlo le enfureció, vio como el castaño pasaba su brazo sobre los hombros de la chica y la abrazaba.

¿Tan rápido se había olvidado de él?

Frunció su ceño llamando la atención sus compañeros que estaban hablando con emoción alrededor de él.

-¿Porque esa cara tan seria?- dijo uno de ellos.

-¿De qué hablas?- respondió con su sonrisa fingida de comercial- Solo estoy algo distraído.

-Uhhhh ¿Es sobre alguna chica?

-No es eso...- murmuró

-¡Claro que lo es! Se te nota- rieron todos los chicos a su alrededor

-Hablando de eso, Damián, tu nunca nos cuentas nada de tu vida amorosa.

-No hay nada de qué hablar- dijo Damián mientras negaba suavemente.

-De seguro si, es pura mentira, hay muchas chicas que quisieran salir contigo.

-Como aquella chica, la de los ojos azules- recordó otro de los presentes.

-¡Ella es una belleza!- contestó otro mirando anheladamente hacia el cielo- Si una chica como esa estuviera enamorada de mí no duraría ni cinco segundos para llegar a su lado.

Todos rieron, todos menos Damián el cual se sentía algo incomodo con el tema de conversación, sus amigos hablando de chicas y el pensando en Eric.

-¿Cuál es tu tipo de chica?- le preguntó uno de ellos.

-Mi tipo...- Damián miró al suelo durante unos segundos meditando su respuesta, buscando cuando había sido la última vez que estaba loco por alguna chica, pero ninguna apareció en su mente, solo una persona- Alguien honesta.

-Así que te gustan de ese tipo, a mí me gustan más las atrevidas ¿Saben? - respondió un chico.

-¿Las zorras?- todos se burlaron y rieron por el comentario, después la conversación tomó otro lugar y poco a poco se fue alejando el tema del amor por dicha de Damián.

Cuando pasaban las noches, al estar en su cama, en lo único que pensaba Eric era Damián, le gustaba tanto que al pensar en lo que había pasado su corazón empezaba a latir más rápido, estaba a la vez preocupado ¿Que pasaba si no llegaba a olvidarlo? Pero rápidamente descartó esa posibilidad de su mente, si podría olvidarlo o eso quería creer.

Giró sobre si hasta quedar boca abajo contra la cama, el sonido de su celular le despertó de su presente ensoñación y con un movimiento perezoso estiró su brazo y miró en la pantalla la notificación del mensaje de Damián. Su corazón empezó a latir rápidamente de nuevo, abrió rápido el mensaje, más rápido de lo que hubiera querido, y leyó el mensaje.

Su rostro se ruborizo.

Empezó a caminar a la dirección en donde se habían citado, en ese momento Eric se había alistado lo mejor que pudo y salió de su casa en un santiamén, ahora se encontraba en las heladas calles caminando y buscando con su mirada al moreno.

A los minutos lo encontró, de pie frente a un arbol enorme cuyas hojas se encontraban de un color café anaranjoso, estaba con una chaqueta gruesa que lo protegia del frio, en ese momento Eric se detuvo y lo observó durante unos segundos, estaba tran pacífico , esa imagen que su mente quería guardar, con Damián tranquilamente mirando un simple árbol, de alguna manera le relajaba a él, podia respirar el aire más puro y sentir el ligero viento frío chocar contra su piel de manera placentera.

Siguio caminando, Damián lo miró y pudo ver una ligera sonrisa curvearse sobre sus labios, ambos quedaron junto al otro, Eric lo saludo y Damián al igual le devolvió el saludo.

-¿Porque mirabas a este árbol?

-Porque me recuerda a algo- hizo una pausa y sonrío mirando a Eric-, mi hermano y yo soliamos jugar en un árbol enorme cuando eramos niños.

El silencio se hizo presente, pero no era uno incómodo o molesto, este era un silencio que obtenian las personas cuando se sentían comodas entre ellas sin decir ninguna palabra.

-¿Quieres caminar?- preguntó el moreno, Eric asintio, ya que con el clima frío era la mejor opcion para entrar en calor.

Sus pasos se sincronizaban y aunque era una acción bastante común en todas las personas a Eric le pareció bastante tierno como sus pasos iban al mismo ritmo. Su mente fue divagando en lo que podría ser de ellos dos al estar juntos, como se tomarían las manos al caminar, ir a cine y mirarse entre la oscuridad, acariciar sus cabellos en las mañanas al amanecer a su lado, su corazón se llenaba cada vez más de las tan famosas mariposas y aunque sabía que era cursi, porque el mismo pensaba que era cursi, le hacía feliz imaginarse al lado de Damián.

Se sentaron en una banca en medio de aquel parque, no habían muchas personas a su alrededor por la hora en la que estaban, pero podían divisar algunos niños corriendo y gritando a lo lejos. Eric esperaba a que Damián empezara a hablar , porque el fue el ultimo en mostrar sus sentimientos la última vez, sabía que el moreno no era bueno con las palabras ni para expresarse honestamente pero tampoco quería ser siempre el que hablara y Damián el que escuchara, de otro modo ¿Cómo sabría que pensaba? La comunicación es muy importante en una relación , ademas de la confianza, son los pilares para que se puedan llevar bien y comprenderse entre ellos.

-Lo he estado pensando, sobre nosotros y he llegado a la conclusión que...- su voz quedo corta, haciendo a Eric exasperar en su interior queriendo escuchar su respuesta.

-¿Y?- Damián, que hasta el momento no lo estaba viendo al rostro, se giró y acercandose un poco más a el, haciendo que el momento se transformara en algo más intimo.

-Te quiero- un suave suspiro salió de sus labios al decir estas palabras, en cambio Eric sentía su cara calentarse y tratando de reprimir las ganas de sonreír hizo un gesto para que Damián siguiera hablando-, y no como un amigo, como algo más.

Pasó sutilmente su mano sobre la de Eric que estaba apoyada en el banca , Eric sonrío dulcemente, porque aunque hubieran sido unas pocas palabras sabía que su significado era enorme, pasó su mano con más firmeza sobre la de Damián y se acercó hasta que sus rostro estuvieran tan cerca que podían sentir la respiración calida del otro, Eric se acercó y plantó sus labios sobre los de Damián en un suave beso, un roce que le hizo sentir su nuca arder y sus manos tener un ligero temblor de la emoción , se separaron y pudo ver que Damián estaba sonriendo pero su sonrisa poco a poco se fue disminuyendo hasta quedar con una expresión de preocupación.

-Quiero estar contigo- murmuró el moreno, Eric frunció su ceño consternado por las palabras del mas alto.

-Entonces quedate conmigo, no es complicado- le dijo con suave voz.

-Sabes que es algo... nuevo para mi- refiriendose a sentir este tipo de cariño por un hombre, Eric lo comprendió, asintió levemente pero sin dejar que la idea de no tener a Damián a su lado le cegara.

-T-te endiendo pero podremos hacer esto juntos , estamos en otra epoca, las cosas son mas fáciles .

-No es cierto, hay gente que sigue pensando que esto es desagradable y esta... mal- Eric agarró ambas manos de Damián entre las suyas y las sujetó fuertemente, reconfortandolo con este movimiento.

-Siempre habrá ese tipo de gente, Damián, no te puedo mentir, pero no importa porque ellos no deciden que te hará feliz.- una tenue sonrisa se formó en sus labios- Si eres feliz conmigo y yo soy feliz contigo ¿Que tan malo puede ser?

Damián lo miró , con una pizca de admiración en sus ojos, no podía creer que ese chico que se sonrojaba en cada momento, que era un poco tímido y al mismo tiempo adorablemente torpe tuviera tanta determinación, tanto coraje para decidir y aceptar lo que le gustaba y lo que era, tan distinto a él.

Se aproximó a su rostro, con ambas manos acunó su rostro y se inclinó hasta sentir sus labios nuevamente, esta vez con un poco más de pasión pero sin olvidar el significado inical, que ambos se querían.

Eric pasó sus manos a los hombros de Damián y se acercó más a él, al terminar el beso y mirarse el uno al otro supieron, ambos, que en ese momento permanecerían juntos.

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capitulo, tuve algunos problemas escribiendolo asi que espero que les haya gustado <3

Me da curioisidad (ustedes saben que me gusta saber mas de las personas que me leen jaja) pero de donde son ustedes? Me gustaria saber.

He leido algunos mangas yaoi y les recomiendo " Himono todoki shanairen ai". Me gusto mucho la historia y quisiera recomendarla.

Ademas ( lo siento por el spam) ustedes que opinan de los "sukes"? Para los que no saben son los que cambian de roles durante las relaciones sexuales ( Pueden ir arriba o abajo, siempre cambian) A mi gusto... a mi me encantan!!! Ver a un seme sonrojado o siendo el de abajo.. Uff!

Que tengan una feliz semana <3


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