Pasaron los días de mi recuperación y por fin pude integrarme a mis labores, gracias a mi hermana y algunos de los empleados no se había acumulado en demasía mi trabajo, así que lo único que faltaba era la habitación del amo; ya vestido me dirigí a la habitación, la cual estaba vacía por que el amo había salido desde muy temprano por asuntos del trabajo. Comencé a ordenar la habitación la cual estaba más desordenada que lo normal, me tomo alrededor de una hora en dejarla reluciente.
Termine y me dedique a realizar pendientes de la casa así como la contabilidad del almacén, llego la hora de la comida y el uno de los empleados de la embajada había llegado a la casa a avisar que el amo no iba a llegar a la comida, un poco triste por no verle comí en compañía de mi hermana y mi madre que ya podía dar pequeños paseos por la casa. El resto de la tarde paso tranquila y sin mucho que hacer, dieron las ocho de la noche y el amo no llegaba, así que Salí al jardín para observar el hermoso cielo nocturno el cual estaba plagado de estrella, no sé cuánto tiempo quede afuera, y me sumí tanto en el paisaje, que no note que alguien se acercaba hasta que unos brazos me rodearon.
¿Pero qué…?- volteé mi mirada para encarar al que se atrevía a darme tremendo susto, pero mis palabras fueron cortadas al darme cuenta que el que me apegaba más a su cuerpo era el amo.
-Por eso te enfermas, eres muy dobe no te sabes cuidar- me sonroje ante la cercanía de su rostro y el solo deposito un beso en mi mejilla y por lo mismo sentí como la sangre se subía a mi rostro, por eso agradecía la gran oscuridad, así no se dio cuenta de mi reacción. Pero no me duro mucho el gusto ya que me giro completamente y me robo un apasionada beso al cual respondí.
Al terminar un beso le precedía otro con mucha más lujuria y pasión, tanta que no me di cuenta en que momento habíamos llegado a su cuarto solo lo note cuando me lanzo a la cama.
-Uchiha-sama- dije en un susurro ya que mis sentidos estaban más atentos a ver como seductoramente se retiraba la ropa que cubría su pecho.
-Qué esperas, desnúdate para mí- su voz me saco de mi ensoñación y como títere me levante de la cama y comencé a retirarme la ropa. En un momento a otro los dos ya estábamos desnudos y yo ya me encontraba debajo de él.
Y como veces anteriores me hizo suyo una y otra vez, disfrutando de sus roces, sus besos, y su mirada la cual a cada momento se veía con más lujuria y deseo, hasta que me quede sin energías como para moverme.
….
La luz pegaba en mi rostro, lo cual hizo que me despertara y los abriera lentamente, mire a mi alrededor y me di cuenta que no estaba en mi habitación, hice el intento de levantarme pero unos brazos lo impidieron.
-Uchiha-sama-era el quien impedía mi retirada y me veía fijamente, me acerco a él y me dio un suave beso.
-Se me olvido decirte que prometí dar una cena en la casa y necesito que todo este antes de las dos- eso sin duda me sorprendió y me levante de inmediato de la cama, bajo la mirada burlesca de mi amo. Comencé a ponerme mi ropa y al terminar me gire para ver a mi amo.
-Uchiha-sama hare todo lo posible por que todo esté listo pero… necesito saber si quiere algo en especial para la cena- el me miro y se levantó de la cama importándole muy poco el que lo viera desnudo, yo baje la mirada sonrojado y cerré mis ojos, pero el tomo mi barbilla y la alzo para que lo viera.
-Te dejo a ti la elección, solo quiero que sea de alta calidad- yo solo asentí y me retire de la habitación. Entre a mi habitación y tome ropa limpia y me dirigí a darme un baño.
No tarde en terminar y ya arreglado y con la mayoría de los empleados incluida mi hermana ya en sus labores pedí que hicieran el desayuno para el amo y di las indicaciones pertinentes para que la casa estuviera lista para la cena.
-Chiyo-obasan necesito que elijas que platillos se van a hacer para la cena y apenas se retire Uchiha-sama te llevo a comparar lo que te falte- ella asintió y comenzó con los preparativos mientras yo llevaba el desayuno a la habitación del amo.
Llegue a la habitación y toque antes de entrar por lo que recibí la aprobación para mi entrada.
-Aquí le dejo el desayuno-puse la bandeja en una pequeña mesa, y el amo se acercó para disfrutar de sus alimentos. Con las ultimas indicaciones del amo me retire para seguir con los preparativos, no paso mucho tiempo cuando el amo se despidió y yo también Salí para comprar las cosas faltantes para la cena.
Así pasaron las horas y cuando menos me di cuenta ya eran más de las cuatro de la tarde y el amo hacia su aparición.
-Bienvenido Uchiha-sama, desea comer o requiere de alguna otra cosa- el tomo mi muñeca lo cual me sorprendió y me llevo a la puerta más cercana que había, que no era más que el pequeño cuarto de limpieza, comenzó a desabotonarme la camisa y el pantalón.
-Si quiero comer, antes de la cena- sin resistencia alguna deje que hiciera conmigo lo que quisiera, yo le desabroche su pantalón y me arrodille delante de él y comencé a comer su miembro que se encontraba ya un poco duro, seguí engullendo su miembro hasta que quedo completamente empapado de mi saliva y totalmente erecto, el me levanto y me volteo hacia la pared, separo mis piernas e introdujo uno de sus dedos, preparándome para su intromisión, algo que no había hecho la noche anterior.
Después de unos minutos alzo más mis caderas y ya retirados sus dedos, entro en mi de un solo golpe, logre callar el sonoro gemido que iba a soltar, no quería que nos descubriera en tan vergonzosa situación, comenzó a moverse a entrar y salir, eran tantas las ganas de mi voz por salir que opte por morderme el labio para evitar cualquier sonido. Al parecer el amo también pensaba lo mismo que yo ya que él tampoco había soltado ninguna clase de ruido.
Así seguimos por un largo rato, cambiando de posición que facilitara el encuentro entre los dos en ese pequeño cuarto.
-No resisto más-dije en un susurro a los cual el amo apresuro las envestidas y me beso y entre el beso ambos terminamos, yo ensuciando la piel que había quedado expuesta de mi amo y el dentro de mí, no dijimos nada por un rato hasta que nuestras respiraciones se regularon completamente
Salió de mí y nos arreglamos la ropa, cuando ya había terminado le mire y me acerque para acomodarle el cuello de su camisa.
-Uchiha-sama, no sé cómo se le ocurrió en un lugar así, fue suerte el que no nos descubrieran-el solo sonrió prepotentemente sin darme ninguna explicación y ya terminado mi trabajo con su camisa, salimos del cuarto sin que nadie se diera cuenta y que cada quien regresara a sus asuntos.
…..
La hora había llegado, los invitados comenzaban a llegar y yo era el encargado de atenderles, mientras el amo platicaba con unos y con otras personas importantes.
Iba de un lado a otro pero sentía una mirada que me seguía, al principio pensé que era mi imaginación, pero después descubrí que la mirada pertenecía a uno de los invitados del amo, un extraño escalofrió recorrió mi columna e intente quitarle importancia y seguí con mi trabajo.
Después de un largo rato de charla entre los invitados el amo dio la orden de que se sirviera la cena, y así todos comenzaron a disfrutar de la comida de chiyo-obasan.
Después de la cena algunos invitados ya se retiraban y los que permanecían en la casa comenzaron con una sesión de bebidas, así paso otra hora más en donde la mayoría de los invitados restantes ya estaban más que ebrios excepto el amo, el cual no había probado licor alguno.
Todo parecía ir muy bien, hasta que escuche un ruido en uno de los cuartos cerca del recibidor que servía como sala para invitados, me acerque rápidamente y me encontré con uno de los invitados del amo, me acerque para auxiliarlo, pues sus movimientos eran demasiado torpes y me encontré que era el mismo hombre que me observaba desde el inicio de la velada.
-Lo siento estoy muy ebrio que ya no coordino bien, ¿me puedes ayudar?-algo me decía que no me acercara pero era un invitado importante y no podía hacer quedar mal al amo, así que con mucha desconfianza me acerque.
¿Pero qué demonios?- fue tarde cuando reaccione el tipo me tenía acorralado entre una mesa y su cuerpo y en realidad no estaba tan ebrio como decía.
-Eres hermoso, y quiero que seas mío-me congele por completo, pero logre reaccionas cuando paso su lengua por una de mis mejillas, comencé a forcejear para zafarme, pero el hombre era más fuerte que yo y comenzó a desabotonar mi camisa y dejando descubierto todo mi pecho, quise darle algún golpe para librarme pero solo gane una fuerte cachetada y en ese momento aprovecho para abrir tanto su pantalón como el mío, y voltearme quedando a mis espaldas y mis manos sujetas por él. Cerré fuerte mente los ojos mientras lagrimas comenzaban a salir de ellas, ante lo que iba a suceder contra mi voluntad.
-Orochimaru-san ¿se ha perdido?- sentí como el alma me regresaba al cuerpo, era la voz del amo, en la cual se notaba un tono frio y colérico; el sujeto que ahora conocía su nombre me soltó y acomodo sus ropas, en ese momento también acomode mis ropas y me aleje lo más que pude de él, me di cuenta que mi labio tenía un poco de sangre, producto de la cachetada anterior, y que mis ojos no dejaban de sacar lágrimas.
-Así es Uchiha-san, quería ir al baño pero me perdí y este amable joven me estaba ayudando-escuche sus pasos ir con dirección a la salida que se encontraba a espaldas del amo y como se cerraba la puerta de la misma.
-Acércate- la voz del amo se escuchaba más fría de lo que nunca escuche y con temo me acerque a él, ya estando frente a frente como mi rostro y lo inspecciono, limpio tanto lagrimas como la sangre, para después soltar un sonoro suspiro.
-Retírate a tu habitación y no salgas ni le abras a nadie, yo me encargo de los invitados-su tono seguía siendo frio y puso uno de sus dedos sobre mis labios para reprimir cualquier queja de mi parte y así se retiró de la habitación.
Aun alterado me dirigí a mi habitación y al tocar la cama caí en un profundo sueño.
….
El sonido de la puerta me despertó y así abrí mis ojos, me di cuenta que ya era de día y me levante de la cama, abrí la puerta y me encontré con el amo, por lo que supuse que ya era tarde.
-Lo siento Uchiha-sama, me eh quedado dormido pero no volverá a pasar-rápidamente me dirigí al pequeño ropero para tomar ropa limpia y poder comenzar con mis labores.
-Quiero que tú y tu familia se vayan de la casa- me quede helado y mi corazón en ese momento se rompió, lo que tanto temía había ocurrido, me quería lejos. Me gire y lo encare, su mirada era fría, sin ningún ápice de duda y solo de mi pudo salir una pregunta.
-¿Por qué?- él no se movió de su lugar y solo alzo una ceja y yo solo quería que fuera solo una broma y que mis ojos dejaran de arder ante el hecho de que quería llorar pero no podía, no delante de él.
-Simplemente ya no los necesito, no te preocupes te seguiré ayudando con la medicina y el prometido de tu hermana viene en camino por ustedes, ya tu familia lo sabe, así que comienza a recoger tus cosas- salió de la habitación y en ese momento mis fuerzas se fueron y caí de rodillas sintiendo como las lágrimas rodaban por mi mejillas cayendo precipitosamente al suelo, y en ese momento solo una pregunta me rodaba en la cabeza, ¿Qué había hecho mal?