Mis cosas ya estaban empaquetadas y junto a la espera de Rock que se había marchado con mi hermana y mi madre ya que no cabíamos todos es su pequeño auto, los minutos pasaban y la casa estaba en completo silencio. Los empleados ya se habían despedido de nosotros y la más afectaba había sido chiyo-obasan, que se tuvo que retirar a descansar por la noticia, con mucho valor y confianza en que mi auto control no me fallara y comenzara a llorar, me dirigí a donde se encontraba el amo, toque la puerta y con el sonido de su voz dude el entrar, pero ya estaba ahí ya no podía regresar.
-Uchiha-san, le doy las gracias por todo este tiempo en que cuido de mi familia, enserio estoy muy agradecido y solo le digo que siempre que necesite de mi ayuda, no dude en pedirla, ya sabe en dónde encontrarme-al finalizar mis palabras todo quedo en silencio nueva mente, sentía como los ojos estaban a punto de traicionarme y como el corazón me pedía a gritos salir de mi pecho para no sentir este dolor, al ver que no me respondió y no me daba la cara, porque todo este tiempo siempre había estado mirando hacia la ventana me decidí marcharme.
-Adiós Uchiha-san-con esto último hice mi la última reverencia a mi amo y cerré la puerta tras de mí, me dirigí a la entrada encontrándome que Rock lee ya se encontraba esperándome.
-Listo para irnos Naru- la voz de mi amigo se escuchaba feliz, todo lo contrario a lo que sentía yo y que pareciera que el mismo cielo reflejaba, pues estaba todo cubierto de nubes negras claro indicio de que no tardaría en llover.
-Creo que sí, hay que subir las cosas al auto- sin ánimos de hacerlo, comenzamos a subir las cosas a su auto, tardamos alrededor de media hora en acomodar todo, pero antes de marcharme decidí dar la última mirada a mi hogar, al que por tantos años, por tantas generaciones había sido de la familia, ahí se encontraba toda nuestra historia y el saber que mi madre y hermana tendría que vivir lejos de ahí me partía aún más el corazón.
-Espérame, déjame dar una última mirada a la casa-Rock no dijo nada para evitarlo y así entre de nuevo recorriendo cada pasillo, cada cuarto grabando por última vez su olor, sus colores así como la textura de paredes y pisos. Llegue al jardín y me acerque a un hermoso árbol de Sakura, era ese mismo árbol el causante del nombre de mi hermana y era en donde mi padre y yo habíamos jugado cientos de veces, me recargue en el árbol y mis ojos derramaron de nueva cuenta ese líquido salado al cual comenzaba a odiar.
Cuando me di cuenta ya había pasado más de 1 hora desde que deje a Rock en el auto, seque mis lágrimas y camine rumbo a la salida. El me seguía esperando y al verme me sonrió y ya estando cerca me abrazo fuertemente.
-Todo estará bien, ya lo veras- correspondí a su abrazo y al separarnos le regale la mejor sonrisa que pude sacar, así nos subimos al auto el del lado del piloto y yo a su lado. Y con la última mirada comenzó la marcha. Mire el espejo lateral y me sorprendió ver parado en la salida al amo, el cual observaba como me marchaba, mi corazón se estrujo y quite la mirada.
¿Estás bien Naru?-después de veinte minutos de viaje y con una fuerte lluvia me pregunto Rock ya que no había dicho nada en todo ese trayecto.
-Me duele el pecho, tengo un mal presentimiento y no sé porque – Rock ante el tono melancólico de mi voz, detuvo el auto y me miró fijamente un tanto preocupado.
-¿No te querías ir de esa casa verdad?... no, más bien ¿no te querías ir de su lado?- su pregunta me sorprendió y me quede en silencio por unos segundos, quería gritarle que sí, que no me quería separar de él pero solo ganaría que me regañara y que al final saliéramos peleados.
-¡Dime ¿porque? Naruto, si es del país enemigo, el cual mato a tu padre, el té obligo a ser su amante, dime ¿Por qué quieres seguir en una casa en donde solo te humillan?- mi cabeza comenzaba a doler, los gritos de Rock y el ruido del agua chocar con el techo del auto no ayudaban mucho, al no tener una respuesta Rock me tomo de los brazos e hizo que le mirara intente zafarme pero el insistía en que le respondiera. Un fuerte trueno fue el causante de mi respuesta ante tanta presión.
-¡Porque me enamore como un estúpido de él!- grite con todas mis fuerzas sacando todo el dolor que habitaba en mi interior. Rock me soltó y me miro sorprendido, una fuete pulsada en mi pecho hizo que el presentimiento de que algo mala iba a pasar aumentara, sin esperar a la reacción de Rock y no importándome el clima, Salí rápidamente del auto y comencé a correr con todas mis fuerzas en dirección a la casa a donde se encontraba el amo.
-¡Naruto espera!- escuche a lo lejos como me gritaba pero no me importo ya nada y solo seguí a mi instinto, ese instinto que me pedía llegar con el amo lo antes posible. Corrí más de veinte minutos y mis piernas dolían y todo el cuerpo me pesaba, producto de correr bajo la lluvia y que toda mi ropa se empapara, pero seguí corriendo no faltaba mucho para llegar, la angustia aumente y automáticamente aumente la velocidad de mis pasos.
Al estar cerca de la entrada pude ver como esta se encontraba total mente destruida, el miedo me embargo y corrí una vez más por instinto con dirección al jardín, cuando llegue me encontré a un hombre con el escudo del grupo opositor, ese que tantos problemas había causado, tirado en el pasto y como el amo también se encontraba herido.
-Uchiha-san- al escuchar su nombre, volteo a mirarme, pero ese fue un error que su contrincante no desaprovecho.
-¡Cuidado!-logre gritar pero fue demasiado tarde, aquel hombre había tomado su katana y la había atravesado a un costado de su abdomen, pero el amo no cayo, de su pantalón saco una pequeña arma con la cual termino con la vida de ese sujeto, dejando que callera en el pasto muerto. Saco la katana y la tiro a un lado, miro hacia la dirección en donde me encontraba y comenzó a caer.
-¡Sasuke!- grite con todo lo que podía, al mismo tiempo que corría para evitar que su cuerpo cayera. Logre llegar a tiempo y lo tome entre mis brazos, veía como la sangre comenzaba a correr junto con las gotas de agua manchando todo a su paso y llevándose la vida de mi amo.
-No Sasuke, no te podes ir, por favor no, te amo no me dejes- él tenía la vista en mí, y sonrió al escuchar mis palabras, acerco su mano a mi rostro y temblorosamente intento secar las lágrimas que corrían en mi rostro y que se confundían con la lluvia, tome su mano y la bese y deje que acariciara todo el resto de mi rostro, le mire a los ojos y en ese momento su mano descendía y sus ojos perdían su brillo mientras se cerraban, sus labios intentaron decirme en un susurro lo que siempre soñé.
-Yo también… te amo- y con esas palabras sus ojos se cerraron y su vida se escapaba de mis manos, como lo hace el agua al intentar atraparla.
¡NOOOOOOOO SASUKE!...
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Dos meses han pasado desde aquel incidente y desde aquella ves lograron darle fin a la oposición.
-Naruto quiero salir al jardín- era la voz de mi am… no era la voz de Sasuke que me llamaba, con su típico tono frio pero que ahora solo a mi le dedicaba ese ápice de cariño, de amor.
-Si lo que ordenes Sasuke – tome su silla de ruedas en donde se encontraba por el momento como parte de sus cuidados ya que la herida de aquella ves no había sanado por completo y para evitar futuras complicaciones ahora se transportaba en esta.
Llegamos a colocarnos bajo el árbol de Sakura, el cual ya perdía sus hojas a causa del cambio a invierno, nos quedamos en total silencio disfrutando del aire frio que nos regalaba la naturaleza, y por mi parte meditando cuantas cosas habían cambiado en solo dos meses. Desde que Sasuke recobro la conciencia y que se lograra salvar por puro milagro, el cómo me había pedido que no me fuera que todo lo había hecho para protegerme a mí y mi familia , ya que sabía que lo atacarían tanto la oposición como aquel sujeto de nombre orochimaru al cual si lograron matar los de la oposición.
Lo que más me sorprendió fue que llamo a todo el personal a su habitación y delante de ellos me declaro como su pareja y que no le importaba si estaba bien o mal, esa confesión causo mucha sorpresa en todos, pero por suerte no les importo y nos han aceptado tal y como somos y a mí me vuelven a tratar como el señor de la casa, algo extraño después de todo ese tiempo que trabaje junto a ellos.
-¿En qué tanto piensas?- la voz de Sasuke me saco de mis recuerdos y le mire con una hermosa sonrisa que el correspondió.
-Solo pensaba en lo feliz que eh sido este tiempo- él sonrió aún más y con su mano hizo que me colocara frente a él y a su altura.
-Yo también lo eh sido-robo mis labios en un tierno beso bajo el hermoso árbol que nos bañaba en sus pétalos, este beso era diferente a todos ya que demostraba todo el amor que teníamos por dar y que no importando las dificultades de género o posición social, siempre nos mantendría junto, porque a pesar de todo me ha demostrado que siempre seré…
Su amado sirviente…
FIN