Acaso lo que sienta puede tener alguna importancia, mas ahora que la separación es un hecho, que aun si decidiéramos, si yo decidiera permanecer aquí, el ya no esta con alguien mas, entonces…si siente algo por mi, si lo se, si lo escucho de sus labios lo único que puede pasar es que todo empeore, y la situación sea aun mas difícil, no podría soportarlo, aunque en el fondo no hay nada que desee mas, que saber que me ama, aunque amar es una palabra grande, no se si lo amo. No se si lo amo, pero se que todo a mi alrededor se convierte en pétalos de rosas, cuando el esta conmigo, soy una mejor persona estando con el, y el deseo de apoderarme de sus labios es doloroso, por que sus ojos me dicen constantemente que no lo haga, a pesar de desearlos, a pesar de querer lo mismo que yo, quiero apoderarme de su cuerpo, guardar por siempre, en un pequeño espacio de mi mente, el recuerdo de su piel, su olor, su sabor, y sus labios. Pero que pasara el día que los recuerde y no pueda tenerlos, el día en que los desee lleno de lujuria, y este tan lejos de mí, que no pueda tenerlo.
Todo se consume en las suposiciones de mi mente, pienso en el futuro, pero no puedo obviar como mi presente lo esta afectando. Todo es confuso, mi vida ha empezado a extenderse en la oscuridad.
Entro en la casa, Itachi aun permanece detrás de mí, no ha vuelto a decir nada, desde lo último que me pregunto. En la casa esta Deidara, me sorprende que aun este aquí, por lo general sus conquistas se marchan en cuanto entra la mañana, supongo que tiene algo especial, me pregunto que será. Cuando me ve me sonríe y saluda, le devuelvo el saludo y me siento a su lado. Tiene una bella sonrisa. Itachi se acerca y lo besa, mi piel se erizo, la forma en que unieron sus labios, guarda muchas cosas, mucho deseo, quizás, o tal vez, sea otra cosa. Esto es incomodo.
- Sasuke… ve y alista tus cosas, adelante el viaje, nos iremos mañana en la noche.
- Que?
- Parece que es necesario que este lo mas pronto posible en la frontera, así que nos iremos mañana – parece bastante contento por el viaje, y todo eso, ahora que lo recuerdo, esta mañana me dijo que Deidara viajara con nosotros, ósea que eso va para largo – no estarás esperando que lo haga por ti.
- No pienso ir.
- Hasta cuando tendremos esta discusión, acéptalo, estas bajo mis órdenes, por lo menos mientras cumplas la mayoría de edad, así que no discutas y ve y empaca.
Su mirada se congela sobre mí, y Deidara me mira de medio lado, hay lastima en sus ojos, pero nada de lo que pase hará que opine algo, y no lo culpo yo no lo haría, Itachi es fuerte, el tono de su voz es suficiente para hacer retroceder a cualquiera, y tal vez me he opuesto muchas veces a el, pero aun no estoy preparado para vencerle, para romper el lazo que nos une. Sin embargo hay otros lazos que debo romper.
La tarde se hace larga, reviso mis cosas mientras las empaco, no hay muchas cosas que recordar, no hay muchos momentos que pueda atesorar, todo se resume a simple materia, cualquiera pensaría que esto es patético, pero es lo que elegí desde chico, es lo que he cultivado.
Afuera se escucha la risa de Deidara, parece que tendré que acostumbrarme a ella, pero en cierto sentido creo que es bueno tenerlo aquí, se respira una calma inmensa, y su risa es una buena melodía, además podría quitarme de encima a Itachi, y eso no esta nada mal. Alguien golpea a la puerta.
- Sasuke… te buscan, que sea rápido – la voz de Itachi me llama, su tono cambio, esta enojado de nuevo, será… - ¡Sasuke, que sea rápido!
Baje las escaleras y Naruto esta en la puerta, Sakura esta a su lado ¿Por qué la trajo?, camino hasta ellos, los saludos y ambos me miran, parece que Sakura ya lo sabe, me gustaría pedirles que entraran pero no seria buena idea.
- Podemos ir a otro lugar
- Vamos a mi casa, Iruka sensei no esta, así que no nos molestaran.
- Bueno
Subí y tome un saco, Itachi me cerro el camino, me miro serio, como advirtiéndome no hacer nada, no le conviene hacer un escándalo, Deidara lo abraza por la espalada, me mira y sonríe, me hará el favor esta ves, Itachi me abre paso y salgo de allí, afuera aun están los dos, desearía que ella se fuera, pero debe tener sus razones para estar aquí.
Sakura se sujeta a mi brazo y Naruto camina a su lado, guarda las distancias, ninguno dice nada, aunque algunas frases cruzan entre ellos, comentarios sin sentido. Por fin hemos llegado, en la sala, Naruto se sienta en el sillón frente a mí, después de haber traído té, Sakura se recuesta en el sofá y respira hondo antes de beber parte del contenido de su vaso.
- La directora nos contó que te vas, por que tan derepente, es raro saber que ambos se irán, y al mismo tiempo – el rostro de Sakura esta triste, las lagrimas amenazan con salir, pero algo dentro de si se niega a hacerlo, con los años se ha vuelto fuerte – siento que me quedare sola.
- Itachi tiene un nuevo empleo y quiere que vaya con el, tiene mi custodia y no puedo negarme.
- Además no estarás sola, Ino y los demás estarán contigo, además yo solo me cambio de instituto seguiré viviendo aquí – la sonrisa de Naruto no logra cambiar la expresión de Sakura, tal vez por que el tampoco quiere sonreír, se obliga a hacerlo – ¿no hay nada que podamos hacer para evitar que te vayas o si?
- Ojala hubiera algo – contesto con desgano deseando que de verdad hubiese una salida, pero tal cosa no existe, por lo menos no ahora.
- ¿Cuando te vas?
- Mañana en la noche… estaba empacando cuando ustedes llegaron.
- Supongo que tendremos que darte la despedida verdad Naruto.
- Si… darte un buen regalo, para que no nos olvides.
Su sonrisa se carga de satisfacción, incluso Sakura parece mas contenta, preferiría que no hicieran nada. Hablan entre ellos, planeando algo que hacer, han decidido solo hacerlo entre nosotros, intercedí para que decidieran eso, no quiero tener que despedirme de todo el mundo, y menos de personas que no me interesan. Iremos mañana al parque de diversiones, luego tal ves, si nos alcanza el tiempo veremos una película, Sakura faltara al instituto, y pues Naruto no debe ir mañana. Después de arreglarlo todo Sakura se levanta y se despide de Naruto, Me pide que la acompañe a la salida, y no veo nada de malo en hacerlo.
- Pensé que en algún momento podría recuperarte, pero ahora esa idea esta muy lejos… me darías un abrazo – la lucha interna que tenia llega a su fin, y mientras la acerco a mi cuerpo, las lágrimas empiezan a salir, su llanto es calmado, pero cargado de dolor.
- Gracias… por ser una buena amiga.
- Aja, siento no poder hacer nada
Me da un beso en la mejilla y se aleja, sus voz fue débil, y sus palabras sinceras, se que ella mas que nadie desearía que me quedase, incluso mas que yo, pero no hay nada que hacer. Vuelvo a entrar en la casa, después de perder su silueta en el horizonte. Me siento en la sala frente a el.
- Te golpearon fuerte.
- No mucho, tenia que hacerlo.
- Hubiera sido mejor que no lo hicieras – no me ha mirado desde que entre, bebe su té con una calma y lentitud, que pronto me hará enojar – la directora nos dijo que tu hermano utilizo eso como ejemplo de su argumento.
- Si, lo se, estaba hay, hubiese deseado que las cosas fueran diferentes.
- No siempre basta con desearlo.
- Pero ya es tarde y no puedo cambiarlo.
Termina de beber y su sonrisa regresa, se baja del sofá y camina hasta estar frente a mí.
- Creo que lo mejor es que te vayas… nos vemos mañana
- Por que quieres que me vaya?
- Sai vendrá, puede llegar en cualquier momento y seria mejor que no estuvieses aquí ttebayo – me levanto y quedo frente a el, agacha su mirada, ocultándome lo que siente, pero dejándome claro, que ha tomado una decisión – vete.
- No veo nada de malo en que yo este acá para cuando el venga, ¿somos amigos no?
Su mano se posa en mi cintura, espere que dijera algo pero no dijo nada más, permaneció con el rostro agachado. Trato de entender lo que sucede, pero esta nublado, y la imperfección del momento lo cubre todo con su espanto. Siento que la tierra se derrumba bajo mis pies, mientras aleja su mano de mi cuerpo, para luego mirarme y decirme de nuevo que lo mejor es que me vaya. Pero no quiero irme, no ahora, no en el momento en que tengo la oportunidad, de escuchar de sus labios, lo que realmente siente por mi, de saber cuanto daño esta causando todo esto, tanto en su corazón como en el Mio. No puedo irme, no sin sentir sus labios una vez mas, no sin hacerle saber, que luchare por olvidarlo, pero que es una batalla que estoy condenado a perder, y prometerle que regresare a buscarlo, para hacerlo mío y permitir que el sea mi dueño.
Por mas que intente no me dará la oportunidad de hacerlo, esta decidido a dejarme ir.
- Entonces…¿nos vemos mañana?
- Si… pasa y me recoges, siento que no te puedas quedar un poco mas.
- Adiós.
Salí de allí, inmediatamente cruce la puerta la serré, no quise imaginar que observara como alejo, aunque pudiera reconocer lo que esta pasando. Me siento enojado, lleno de odio, quiero tomar a alguien y matarlo a golpes, quiero encontrarlo y advertirle, que no valdrán las ilusiones que tenga, por que es mío, de mente y corazón es mío… ¡maldición! Estoy empezando a enloquecer.
Seguí caminando el ultimo lugar donde quería estar era en mi casa, allí no tendría descanso, y necesito despejarme, necesito un llevar mi mente a otro lugar, darme un escape, darme a la huida, cerrar los ojos y poder quitarle importancia a todo esto, imaginar como si nada estuviese pasando, pero cuando abro los ojos todo sigue igual, y la sensación de fracaso aumenta, siento que peleo contra un ser invisible, que no puedo, no puedo oír, no puedo sentirlo, es infalible, invencible, es mi propia cobardía…
Como una sucia jugada del destino, Sai camina hacia mi, tal vez no hacia mi, solo que es el mismo camino directo a la casa de Naruto. Me reta, suciamente lo hace, maldito destino ¿a que juegas? Quieres que se lo diga, que le diga de frente que se aleje de el. Puedo causarle problemas, pero que importa.
- Sai, puedo preguntarte algo.
- Sasuke, supongo que no hay problema.
- ¿Qué es lo que hay entre tú y Naruto?
- Nada que te interese, solo queda suponer, que si el no te ha dicho nada, es por que no le importa que lo sepas. – trata de provocarme, seguramente sabe que lo se, y que la pregunta no tiene importancia en si misma – ahora si no te importa voy tarde
- Y odias llegar tarde cierto, y te equivocas, Naruto me lo dijo, de hecho creo que la pasa bien contigo, lastima que no pueda quererte.
- No se que intentas, pero no esta funcionando, ahora deja de cerrarme el paso – se acerca a mi tratando de seguir, la calle es grande pero tiene que hacer que yo me corra, ja – muévete
- No importa lo que hagas jamás lo harás feliz
- Y que, se supone que debo creer que tu si lo harás, alguien que nunca se dio cuenta de lo que se estaba perdiendo. Solo lo alejaste, ahora no vengas a reclamar algo que no te perteneces. Lo perdiste mientras jugabas a romper corazones… pero no te preocupes, sabre cuidarlo, sabre hacerlo feliz.
Quiero gritar, quien se cree para decirme eso, pasa golpeándome el hombro y continúa su camino, mientras yo permanezco en mi lugar impotente, desee golpearlo, machacarlo bajo mis puños, dejarle claro que no hay nada que el pueda hacer para detenerme, pero lo único que conseguiría con todo eso, es hacer que mi ultimo día a su lado sea un infierno. Cuando regrese, no habrá nada que me detenga.
Luego de ese, desafortunado suceso, fui h hablar con alguien, a quien le debo una vista. Shikamaru, estaba en su casa, Temari estaba con el, cuidándole las heridas, aunque ninguna en gravedad. Ella me saludo, normal, supongo que de verdad no sabe nada, el le pidió que nos diera solos un momento y ella así lo hizo, me explico lo que paso, que Kanguro había prometido no decir nada a Temari, siempre y cuando no volviera a pasar. Pero a pesar desque logre alejar a mi mente por un momento de lo que estaba pasando, no pude ocultar lo molesto que estoy, y shikamaru o noto, me pregunto que había pasado y por encima le conté, me recordó que Melo había advertido, me dijo lo tonto que fui al haber perdido el control de la situación, y me dijo que el ya sabia lo de Naruto, y que pensaba que yo ya me había dado cuenta, pero al parecer era el único ignorante, pero lo peor que pudo decirme era que las palabras de Sai, eran en todo su sentido verdad, y eso me hirió en lo mas fondo, quise hacerme creer que el único culpable de todo esto era el por no habérmelo dicho, por no haberlo intentado, pero yo soy el culpable por nunca darme cuanta, ni de lo que el sentía hacia mi, y de haber ignorado lo que yo sitia hacia el, supongo que aquí todo el mundo es culpable.
- No me alegra que te vayas, pero siento que será lo mejor, para ambos, tanto para ti como para el, de lo contrario podrían hacerse mucho daño
- Supongo que tienes razón, mucha suerte con Temari, espero sea la persona que quieres
- Lo es… mucha suerte para ti también, y no dudes en buscarme el día que vuelvas
- Aja
Estreche su mano, aceptando el hecho, de que nunca fue un amante, fue un confidente, una persona que siendo imparcial, nunca fue mi amigo, ni tampoco mi enemigo, solo alguien que es capaz de escuchar.
Así, segundo a segundo, voy cerrando capítulos de mi vida, aceptando el futuro, y con la fuerza necesaria para enfrentarlo, segundo a segundo esto termina, abriéndome paso a una nueva vida, que espero solo marque mi camino de regreso.
Volví a casa, después de una larga tarde volví a casa, el silencio lo inunda todo, fui a la cocina y comí algo, luego subí, abrí la puerta de la habitación de Itachi y allí estaban juntos, uno al lado del otro, lo abrazaba por la cintura, cobijandolo del frio, me miro con frialdad y volvio a cerrar los ojos beso a Deidara que parecia dormir profundamente, antes de volver a cerrarla Deidara me hablo, al parecer el tacto lo había despertado.
- Como te fue?
- Bien, gracias
- Espero que no sea muy duro despedirte de tus amigos.
- Es algo difícil, pero estoy bien.
- ¿Ya comiste? – su voz es calida y acogedora, me da una extraña sensación de tranquilidad, es casi maternal, supongo que cambiara nuestro futuro, por lo menos espero y sea para bien.
- Si, que descanses.
- Lo mismo, duerme bien, mañana será un gran día.
Sin mas cerré la puerta, y entre a mi habitación, sin duda, será un gran día.
Cometer errores es de humanos. Si estoy condenado a ser humano, perdóname por cumplir mi condena, y yo te perdonare, por condenarme.