Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amante inocente por Haruka Eastwood

[Reviews - 131]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: Amante inocente

Resumen: Él y solo él, era la persona que tanto había buscado...
Clasificación: Mayores de 16 años.
Género: AU. Romance. Drama.
Advertencias: Lemon. Mpreg.

Autor: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Amante inocente

Capítulo 24: Luminiscencia

Itachi intentó ocultar la evidente molestia que sentía en cuanto entró en aquella cafetería, donde Minato lo había citado la noche pasada. Ansiaba verlo, pero a la vez quería permanecer lo más lejos que pudiera de aquel hombre que inconscientemente lo estaba matando lentamente. La parte racional de él, entendía más que bien que nada de esto era algo que Minato quisiera, pero la parte sentimental estaba destrozándolo.

En todo lo que podía pensar era que la persona que amaba estaba a menos de dos semanas de casarse con un doncel, y que él sería olvidado porque tampoco se rebajaría a ser el amante. Su relación había sido prohibida desde un principio, algo que jamás debió darse porque era antinatural y repulsiva, ahora Minato tenía la oportunidad de estar con alguien a quien jamás tendría que ocultar por miedo al qué dirán.

Lo sabía, aun así era egoísta y en todo lo que podía pensar era en como poder estar con aquel hombre que le hacía sentir que realmente estaba vivo, que valía la pena seguir adelante y que no era solo una pieza más en el juego de alguien, a la cual manejaban a su antojo.

—Itachi —Minato soltó un suspiro de alivio al verlo de pie junto a la mesa, refrenando a duras penas aquellas ansias de abrazarlo y besarlo—. Gracias al cielo llegaste.

—No tenía pensado hacerlo.

—Sabes que nada de esto es mi culpa —deslizó una mano por su cabello, antes de ver fijamente aquellos preciosos ojos negros que lo volvían loco—. Todo lo que deseo es una vida tranquila contigo y Naruto.

—Lo sé —suspiró—. ¿Y bien?

—¿Sabes que te amo, verdad?

—Deja de irte por la tangente, Minato. Y si me citaste aquí para proponerme ser tu amante estás perdiendo el tiempo.

—Te equivocas —arguyó dolido—. Jamás te haría algo así.

—¿Entonces?

—¿Itachi…? —Ambos varones contemplaron a Gaara quien permanecía de pie al lado de la mesa donde se encontraban, mirándolos con asombro—. Así que él es tu persona especial —afirmó a ninguno en particular.

Minato frunció el ceño con molestia, viendo fijamente a Itachi que parecía perdido con la presencia del doncel, y sin poder evitarlo, su mente empezó a idear cientos de situaciones por las cuales ese par se conocieron, cada una peor que la anterior. Hasta que finalmente sus celos pudieron más, mirando a ambos con molesta como si lo hubiera traicionado.

—¿Cómo es qué…?

—No te hagas ideas equivocadas, Minato —le regañó Gaara, sentándose en la silla disponible—. Conocí a Itachi en casa de Sakura.

—Por lo que me estás diciendo, ninguna de mis ideas es equivocada.

—Lo son —farfulló Itachi, intentando entender la situación—. Siempre he sido consiente de mis gustos, pero incluso yo puedo ceder a la presión social, y termine acompañando a un amigo a casa de Sakura para relajarme en vista de que no tenía ni pensaba tener pareja pronto. Al menos no una pareja socialmente aceptable.

—Itachi solo pidió algo de beber y termine acercándome para charlar con él, fue así que lo conocí, y lo primero que hizo fue aclararme que no estaba interesado en mis servicios —le aclaró Gaara—. Aunque tampoco fue difícil darme cuenta de que gustos tenía —se encogió de hombros—, no sé, fue obvio…

—Aunque aun no entiendo que haces tú aquí —Itachi miró seriamente al doncel que arqueó una ceja y movió su mano restándole importancia a su presencia—. ¿Y cómo es que se conocen?

—Gaara es mi prometido —soltó Minato.

En ese momento fueron demasiadas explicaciones para Itachi, pero nada que no pudiera manejar y de cierta forma, conforme el tiempo pasaba se sentía más tranquilo, después de todo, encontraba la compañía del doncel cómoda y muy agradable, sin mencionar que Minato también parecía tranquilo a su lado.

—¿Y bien? —cuestionó tras enterarse de todo—. ¿Cuál es tu plan, Gaara?

—Es obvio que no podemos detener la boda, pero al mismo tiempo, hacerla es un pase directo a nuestra libertad.

—No creo estar entendiendo.

—Al principio pensé que estaría bien huir, pero le debo mucho a Sakura como para estropear la felicidad que acaba de conseguir, y sinceramente no tengo nada a que aferrarme, mucho menos un lugar al cual ir. Carezco de un propósito, pero eso no implica que arruine sus vidas —suspiró viendo a Minato—. Y si tú te niegas no podemos asegurar la salud de Naruto, sin mencionar que eso tampoco te librara de Jiraiya y los planes que tiene para ti y tu futuro. En cambio sí nos casamos, obtendrás un esposo que sabe de tu gusto por cierto Uchiha, que no interferirá en su relación y que al contrario, te alentara a seguir adelante, actuando como la pantalla social que tanto necesitan. No solo eso, si nos casamos abras hecho lo que ellos quieren y te dejaran tranquilo. Tal vez no es lo mejor, pero por ahora es lo único que podemos hacer.

—¿Y qué ganas tú con esto? —cuestionó Itachi no muy convencido.

—Una vida tranquila y de cierta forma, mi libertad —dijo con simpleza—. Todo lo que deseo es estar lejos de mi familia que me ve como algo inferior a un objeto. Incluso he pensado a futuro —sonrió—. Cuando nos exijan un digno heredero al respetado Imperio Namikaze, es suficiente con convencer o sobornar a un médico que asegure que no puedo darte hijos, y como eres un esposo compasivo no puedes dejarme, es eso o podemos fingir mi muerte. Ya sería demasiado que te obliguen a un nuevo matrimonio estando en duelo.  

Ambos varones sonrieron, Gaara era único y de cierta forma, tenían la certeza que ese extraño matrimonio de tres, pero al mismo tiempo de dos, podría resultar y sería su pase directo a una vida tranquila y a la paz que tanto habían estado buscando.

———

———

Con ternura, Sasuke apartó los mechoncitos rubios de la frente de Naruto, depositando un tierno beso en la comisura de sus labios, recostándose a su lado importándole poco o puede que nada los puchero que hacía el menor al ser movido mientras dormía, pero al mismo tiempo, dejando salir un suspirito al acercarse a aquel reconfortante calor, aferrándose a él. 

—Teme~ —murmuró adormilado, acurrucándose más cerca del varón.

—¿Qué pasa bebé?

—No me digas así.

—¿Por qué?

—No soy un bebé.

—Hn, ¿corazoncito… pastelito, rubito, cielo? —preguntó risueño, dándole besos juguetones ante cada nuevo apodo, encantado con el intenso sonrojo de su doncel que negaba a verlo  por lo abochornado que se sentía—. En ese caso será tomatito, sabes que los amo y son tan deliciosos como tú.

—Sasu… —enterró su rostro en el pecho del varón, negándose levantar el rostro de su escondite—. ¿Te golpeaste la cabeza o algo?

—Claro que no.

—¿Entonces porque estas tan cursi tteba?

—Porqué te amo —susurró de forma confidencial, separándose lo suficiente para acariciar su acanelada y sonrojada mejilla, juntando su frente con la contraria—. Te amo más que a mi vida, por eso soy tan cursi contigo, por eso y porque me falta sexo.

—¡Teme!

—Es broma, dobe.

—Perdón.

—¿Por qué?

—Por no complacerte…

Sasuke se encogió de hombros restándole importancia, y sin previo aviso, sujetó la barbilla del doncel con dos de sus dedos, cazando sus labios en un beso necesitado y tan demandante, que el cuerpo de Naruto se estremeció por completo, ahogando varios gemidos en la boca ajena, mientras sentía la mano de Sasuke presionar su espalda baja, descendiendo hasta su trasero que no dudo en amasar a placer.

Si seguía así no tardaría en excitarse, sin embargo, al querer protestar, Sasuke aprovechó la oportunidad para adentrar su lengua en aquella deliciosa boquita, acercándolo más a su cuerpo, y dejando que sintiera la silueta de su dura erección presionando insistente contra su muslo. Dios lo odiaba y amaba a partes iguales.

Estaban en un hospital y ese Uchiha inconsciente se ponía cachondo, y de paso a él también, por lo que no lo detuvo al sentir esa traviesa mano colarse bajo su bóxer, buscando su entrada que seguramente ya estaba empapada, comenzando a acariciarla con suaves movimientos circulares que lo hacían vibrar y retorcerse entre sus brazos.

Y con una sonrisa lasciva que le aceleró el pulso antes de olvidarse como respirar, Sasuke adentró un solo dedo en aquella apretada cavidad, y Naruto estuvo a punto de gritar por el toque inesperadamente atrevido, entonces sus ojos chocaron con los suyos. Un negro profundo pero para nada tranquilo o indiferente, sino que parecían volverse poco a poco de una tonalidad borgoña, llena de hambre perversa.

—Estas completamente mojado, Cielo…  

—S-Sasuke…

En ese momento volvió a sonreír y paso de sexy a devastador, cambiando de posición hasta ubicarse entre esas perfectas piernas que se volvieron su perdición, quitándole de forma lenta los pantalones junto con sus bonitos bóxer, acompañado de un silencio misteriosamente sensual, cuando sus ojos se toparon con aquellos hermosos zafiros, inclinándose lo suficiente para acariciar la oreja de Naruto con sus labios.

—Te amo tanto, mi perfecto kytsune.

—Ah~ S-Sasuke… —arqueó la espalda al sentir como se adentraba con suavidad en su interior, repartiendo dulces besos por todo su rostro y cuello, antes de volver a atrapar sus labios, iniciando un lento movimiento de caderas, llegando hasta su punto dulce sin esfuerzo—. M-Más rápido…

—Naru…

Sabía que no duraría mucho ante aquel placer latente y rico, logrando que cada musculo de su cuerpo se contrajera de una forma dolorosa y casi obscena, mientras los dulces labio de Sasuke dejaban atrás la sutileza, besándolo de manera sucia y depravada hasta casi robarle el aliento, arremetiendo con fuerza y constancia, tratando incluso de ser cuidadoso pese al claro desenfreno y la acuciante necesidad sexual que siempre lo dominaba, haciéndolo alguien tan pasional.

—S-Sasu… ah… voy a…

—Córrete para mí, bonito.

Sin poder evitarlo, Naruto se aferró con fuerza a la espalda de Sasuke, capturando sus labios en un último beso desesperado mientras se dejaba ir entre espasmos y contracciones, producto de un delicioso orgasmo sintiendo como era llenado al mismo tiempo, recibiendo infinidad de mimos y besitos juguetones segundos después.

—Sasuke —murmuró aun con la respiración agitada—. ¿Me amas tteba?

—Jamás dudes de cuanto te amo, dobe~

Tras contemplar la bonita sonrisa del doncel, le robo un pequeño beso, separándose cuidadosamente de él, acomodando su ropa, antes de inclinarse y tomar a Naruto en brazos, llevándolo al baño para poder limpiarlo adecuadamente, una vez listo, regresaron al cuarto e intento cubrir el pequeño desastre de minutos atrás, cambiando las sábanas por unas limpias para que el menor descansara.

—Me hubiera gustado asistir a la boda de papá y Gaara.

—¿A qué viene eso?

—Quería verlos… estoy seguro que Gaara lucia precioso y papá muy guapo, Sakura solía decir que era devastador… pero nunca entendí a qué se refería con eso —susurró haciéndose a un lado para que Sasuke se acomodara junto a él—. Sasuke…

—¿Mmm?

—¿Crees que algún día podamos casarnos?

—Claro que sí, ¿por qué lo dudas?

—Porque temo no salir de este hospital… y me da miedo pensar que esta fue nuestra última vez…

—Será la última mientras estés embarazado —susurró contra sus labios—. Sabes que sería peligroso… incluso ahora…

—No me refería a eso.

—Todo estará bien, no tienes que pensar en algo así —sintió su voz quebrarse, no era tan fuerte, no podía ni siquiera imaginar una vida sin Naruto, sin su dulce voz o amable sonrisa—. Nada malo va a pasarte.

—Lo prometes.

Era completamente egoísta, sin embargo, necesitaba algo a lo cual aferrarse para seguir adelante. Un día a la vez, se dijo, porque todo lo que anhelaba era vivir el tiempo suficiente para traer a su bebé a este mundo, después de todo, era un hecho de que no viviría más que eso, que Sasuke rompería aquella absurda promesa, pero así estaba bien, porque por ahora era todo lo que necesitaba para estar tranquilo al menos unos días, de aquí a que su cuerpo se sienta más débil, de que la luz se apague de sus ojos y sea incapaz de abandonar aquella cama y aquel hospital…

—Sí, lo prometo…

Y Naruto sonrió, aceptando esa dulce mentira.

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Continuará

Notas finales:

Mil gracias por leer :3 

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).