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R27 Week (2018) por 1827kratSN

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«Ten un buen día»

 

Reborn releía esa notita redactada en papel amarillo y tinta negra, examinaba cada trazo apresurado mientras sonreía divertido porque —a pesar de lo apurado que estuviera el castaño con el que compartía el departamento—, Tsuna se daba tiempo de dejarle un mensaje de la forma tradicional.

Se estiraba perezosamente pues aún tenía tiempo de alistarse para su trabajo ya que ingresaba dos horas después que Tsuna, beneficios de rotar turnos en vez de trabajar en un horario fijo. Jugaba con el papelito entre sus dedos y lo dejaba reposar sobre su nariz mientras cerraba los ojos. Su agudo sentido del olfato le permitía detectar el perfume de su castañito omega incluso si este se hubiese ido desde hace horas y eso le bastaba para tener buen humor. Cuando lo creía correcto, se levantaba, guardaba la notita en el segundo cajón de su mesa de noche, revisaba todas las demás notas que conservaba y reía bajito porque era hora de reciclarlas o su cajón iba a estallar.

Así eran sus mañanas sin excepción, con una nota sencilla pero que expresaba el amor de su pareja hacia él. Reborn admitía que era un encanto que apreciaba, celaba y protegía con extremo cuidado, por eso él también dejaba una nota pegada en el refrigerador para que Tsuna sonriera como tonto por horas hasta que se volviesen a ver. Aunque admitía que adoraba aquellos días en donde su turno de descanso y el día libre del castaño coincidían, porque de esa forma despertaban juntos, cobijados por el aroma del contrario, permaneciendo perezosamente sobre esa cama, charlando en susurros o simplemente se abrazaban para seguir durmiendo.

 

«No arrugues esa nariz de conejo»

 

Tsuna bufó ofendido antes de reírse por la curiosa nota que reposaba en el refrigerador; la tomaba entre sus manos con ternura y, a sabiendas de que estaba solo en el departamento, se permitía suspirar, sentarse en la silla y releer unas diez veces aquellas palabras antes de regresar a la realidad e ir a darse una ducha para quitarse el aroma a banco que traía encima. Olvidaba todos los problemas que hubo en la gerencia, dejaba de lado la pesadez de trabajar con clientes poco amables y se dedicaba a tararear algo mientras descansaba en la tina, incluso jugaba con dos botecitos de plástico que conservaba como adornos. Esperaría a Reborn para salir a comer fuera como era costumbre en viernes.

Miraba su calendario y se avergonzaba por lo que marcaba en un círculo rojo. Su celo era tan exacto que era penoso de cierta forma porque Reborn sabía qué días tenía que estar en casa para cuidarlo y aliviar sus malestares. Tsuna jamás admitiría que le gustaba ponerse caprichoso sólo por el simple hecho de ver a Reborn complacerlo en cada mundano deseo mientras estaban recostados en medio del nido que él fabricaría en días previos, pero no estaba mal ser un “chico malo” sólo por esos días.

 

«Si llegas y estoy dormido, despiértame con un beso»

 

Dobló la nota dos veces mientras miraba a su pequeño dormir cual niño en el sillón; acurrucado, abrazando un cojín, suspirando y ajeno al peligro que pudiese existir a su alrededor. Reborn bien sabía que la mala maña de Tsuna por dormir en el sofá no se iba a ir jamás. Suspiró antes de acercarse con cautela y arrodillarse frente a ese rostro pacífico. Deslizó sus dedos por la frente, pómulos y finalmente aquellos labios. Se quedó sin hacer más que eso porque le gustaba expresar su amor de forma silente.

 

—¿Y mi beso? —murmuró algo adormilado.

—No te lo mereces —sonrió antes de pellizcar una de esas mejillas.

—Malvado —adolorido, Tsuna se levantaba de un salto y protegía su mejilla.

—Pero así me amas.

 

Reborn colocaba una bufanda en el cuello de Tsuna, acomodándola para que lo cubriera del frío de un invierno que iniciaba apenas, acariciaba aquel rostro y se burlaba del eterno cabello enmarañado de su omega. Tsuna se quejaba entre muecas, palabras, y sus movimientos que acomodaban el abrigo de Reborn para que quedase pulcro y perfecto porque así le gustaba a su azabache alfa. Se molestaban con bromas o comentarios sin importancia antes de tomar sus cosas y salir del departamento.

Caminaban uno junto al otro, contándose sobre sus días en el trabajo, rozando sus manos de vez en vez hasta que uno de ellos —generalmente Reborn—, entrelazaba su meñique con el del contrario. Tsuna aún se avergonzaba por ese simple toque, pero era él quien deslizaba su mano para entrelazarla con la otra y era Reborn quien terminaba de enredar sus dedos para continuar su caminata como una pareja normal.

 

—Quiero pescado —Tsuna sonreía antes de devolverle el menú al mesero de ese nuevo restaurante al que decidieron entrar.

—Y yo quiero que deje de ver a mi omega o estará en graves problemas —el alfa retaba a aquel desconocido sin preocuparse por las miradas a su alrededor.

—¡Reborn! —era Tsuna quien intercedía en aquello en cada ocasión—. Él sólo hace su trabajo.

—A mí no me engaña —y a pesar de la mano que sujetaba la suya, él seguía mirando amenazadoramente a ese hombre—. Está pensando en cosas inadecuadas y tomándote como modelo, Tsuna.

—Él quiere pasta —Tsuna rodaba los ojos antes de tomar el rostro de Reborn entre sus manos y obligarlo a que lo mirara—. Italiano malhumorado, o te comportas o te dejo de hablar por una semana.

—Puedo aguantar —giraba levemente su rostro para seguir amenazando al mesero.

—Reborn, no seas infantil, ¡por dios!

—Sólo defiendo lo que es mío.

—No me digas que tu celo está cerca —suspiró resignado olvidándose que el mesero seguía ahí, petrificado por el miedo a aquel alfa que emitía feromonas a lo loco.

—No sé y no me importa el maldito celo —bufaba mientras intentaba apartar las manos de Tsuna para levantarse y…

—Sí —Tsuna maldijo porque en esos casos no había de otra y tenían que irse—, tu celo está cerca, Reborn… Sólo eso justifica tus celos sin sentido.

—¡No estoy celoso del mesero ese!

—Definitivamente —recogió sus cosas con rapidez—. Nos vamos.

 

Una disculpa, una amenaza y la pareja abandonaba el lugar. Incluso en las mejores familias a veces sucedían problemas como aquellos, pero eran parte de su día a día. Sin embargo, Tsuna no se iba a quedar con hambre, no señor, y por eso terminaron sentados en una vereda comiendo takoyaki y bebiendo té en lata como si fueran aun adolescentes que no tienen más que su mesada para cubrir sus antojos gastronómicos. Y, aun así, para ellos era realmente divertido.

 

«Como hace frío, quiero despertarme cada mañana siendo abrazado por ti»

 

Tsuna disfrutaba mucho de aquellos baños en conjunto que tomaban. Su espalda siendo tallada con delicadeza por Reborn, sintiendo un par de besos en la marca ubicada en su nuca, misma que lo unía a Reborn como compañero de vida; esperando su turno para limpiar la espalda de su esposo y tener la oportunidad de enredar sus dedos en esos cabellos negruzcos y esas encantadoras patillas rizadas. Se tomaban el tiempo necesario para jugar con la espuma antes de meterse a la bañera y disfrutar de la calidez del agua mientras se abrazaban y jugaban con sus dedos. Tarareaban algo después de sus pequeñas peleas con agua, y sólo cuando sus dedos parecían pasas se dignaban a salir de ese reconfortante lecho líquido.

 

—Hace frío.

—Sólo di que quieres que te abrace.

—Reborn —lo miraba y sonreía—, abrázame —extendía sus brazos hacia su alfa y sonreía cuando éste lo rodeaba y elevaba en el aire un poco.

—Vamos a dormir.

 

Escuchaban el silbar del suave viento y en medio de las penumbras vieron la primera nevada. Tenían dos años de casados y hasta ese punto jamás se aburrieron de su rutinario accionar diario, semanal o mensual. Eran una pareja con almas viejas, de esas que disfrutan de placeres simples y de la compañía mutua. Dos adultos que decidieron retrasar su madurez para disfrutar de una vida sin más que ellos dos, su trabajo y el clima.

Eran las décimas reencarnaciones de un rey justo y una reina solidaria.

Eran una pareja predestinada.

 

 

 

Notas finales:

 

Fue todo el dulce que pude sacar, y la verdad no sé si quedó romántico o no… pero como tengo una sonrisa supongo que salió decente alv. Krat adora la week, pero la mata la falta de tiempo~

Besos y abrazos~


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