- Sasuke… baja el desayuno esta servido… Sasuke
- Si… si ya bajo
Desayuno, desde cuando en esta casa se desayuna algo que no sea pan y agua… ja, ese Deidara, me pregunto que abra hecho.
A pesar de todo, me siento tranquilo, siento paz, la habitación esta fría, mi cuerpo esta frió, mi mente no tiene nada que pensar, nada que me atormente, estoy tan relajado, que no quisiera levantarme, en cuanto abandone la cama todo será distinto, el estado en que me encuentro se perderá, y mi vida seguirá siendo el infierno en que la he convertido. Pero si no me levanto, Deidara seguirá llamándome, y terminara entrando en mi habitación, si no me levanto, llegare tarde a recoger a Naruto, y se enojara, más de lo que seguramente ya esta, si no me levanto… me arrepentiré de no hacerlo.
Bajo a la cocina, y efectivamente el desayuno esta servido, Itachi y Deidara ya están en la mesa, un suculento plato se ve en mi puesto, y vaya desayuno, huevos revueltos, chocolate y arepa con queso, jeje esto es divertido, jamás imagine que en esta mesa hubiese un desayuno así. Me senté en la mesa, y empezamos a comer.
- Salimos a las siete, así que espero todo este listo para entonces – Itachi habla por fin, me mira serio, pero no hay nada en su mirada, eso significa que esta tranquilo – ¿estamos?
- Ya tengo mis cosas listas, estaré aquí para las siete
- ¿Te vas? – Deidara me mira sonriente, empieza a conocernos, lo hace muy rápido, y me pregunta antes de que nos enfrasquemos en una discusión.
- Si, saldré con unos amigos, estaré aquí para las siete.
- Que bueno, van a hacer un viaje de despedida, ojala la pases muy bien
- Gracias
- ¿Quienes irán? – me pregunta mientras se levanta y recoge los platos.
- Sakura y Naruto
- Tu novia y tu amante, darte vergüenza andar con los dos al tiempo… te quiero aquí a las seis, de pronto y nos vamos antes.
Sin más me levante de la mesa, quise negar su comentario, quise dejarle claro que no estaba con ninguno de los dos, pero ahora que importa, si después de esta noche, no volveré a verlos en mucho tiempo, así que simplemente olvidare el comentario. Volví a mi habitación y entre en la ducha, sentí el agua caer por mi cuerpo, no esta fría, de hecho esta algo tibia. Cerré los ojos, y hay esta el, sus dulces labios entreabiertos, los ojos cerrados con una pequeña lagrima resbalando por una lado de su bello rostro, gimiendo mientras su cuerpo se mueve en suaves movimientos, la pequeña capa de sudor que cubre su cuerpo le da un brillo espectacular a su piel tostada, sus labios se mueven y pronuncia mi nombre entre cada respiro, mientras arquea su espalda y su respiración aumenta haciendo que sus gemidos sean mas fuerte. Abrí los ojos, no es el momento de pensar en eso, mientras el agua cae sobre mi cuerpo, me siento agitado, el sudor frió de mi frente se pierde entra las gotas calidas del agua que caen sobre mi, y mi miembro empieza a reaccionar, en mi mente aun están sus gemidos, siento que en mis labios los suyos chocan pidiéndome ser besados, devorados, paso la mano por mi cuello tratando de relajarme, debo calmarme, debo… hacerlo mío esta tarde.
Antes de salir de la casa, Deidara me abrazo y me dio un eso en la mejilla, un beso calido y sincero, me dijo al oído que me deseaba mucha suerte, y que no me preocupara que llegara cuando estuviera listo para irme; cosa que podría ser nunca, pensé que Itachi me mataría, pero solo nos miro de reojo, y me hizo un ademán con la mano, despidiéndose. Supongo que no quiere pelear hoy, o tal vez el se lo pidió, quien sabe, por lo menos eso me dio una buena mañana, y un buen animo.
Por fin estoy frente a su casa, me acerque a la puerta, y quede frió, como si mi cuerpo no respondiera, quería golpear pero mi mano no lo hacia, y la respiración se volvió demasiado pausada, ¿y si esta de mal genio con migo, por lo que le dije a Sai? Vamos golpea, que malo puede pasar, que tan bravo puede estar, sabes que es poco fiable que este de mal genio, seguramente Sai ni se lo menciono, ah demonios por que no puedo golpear.
- Sasuke, estas bien – el cuerpo se me tensiono, y una gota de sudor resbalo por mi rostro, pero respire hondo cuando me di cuenta quien era.
- Sakura, hola…si estoy bien.
- Seguro?, mírate… estas sudando, seguro que estas bien o paso algo – puso su mano en mi frente y la sentí fría, casi refrescante.
- No, estoy bien
- Esta bien te creo… ya golpeaste
Le dije con la cabeza que no lo había hecho me miro extrañada y golpeo, me recosté en la pared con mi vista hacia la calle, algo dentro de mi se estaba muriendo de pánico, quería salir corriendo para evitar verlo, para evitar enfrentarlo, para evitar despedirme. De la misma manera algo me dijo que tenia que quedarme, que tenia que despedirme para dejarle claro que volvería, pero es muy difícil. Segundos después de que Sakura golpeara, la puerta se abrió, escuche su vos, un tono alegre y gritón, saludo a Sakura muy enérgicamente, la abrazo y no paro de decir Hola Sakura chan, hasta que ella lo golpeo, se quejo y voltio la vista a donde yo estaba, como si el dolor hubiese desaparecido, se enderezo, y me saludo, con un simple hola, sin abrazo, sin gritaría, un frió y simple Hola. Supongo que lo merezco.
Caminaron frente a mi, riendo y hablando, mientras yo me perdía en lo que veía, su pequeño cuerpo, bien detallado por la ropa que viste, una simple camiseta blanca, con el cuello abierto, delinea sus hombros como una fina línea, la mangas cubren sus largos brazos, dejando a la vista únicamente sus manos delicadas y suaves como la misma seda, ajusta su cintura mientras se pierde en sus caderas, para dejar paso a los jeans que le dan una forma graciosa a su trasero, y hace que sus piernas se vean mas largas de lo que realmente son. Se ve realmente lindo, mas que eso, ja no puedo decirlo…
- Sasuke – Naruto voltea a hablarme y me extiende el brazo, toma mi mano y Sakura toma la otra – llegamos
Entramos al ostentoso parque, impotente en su majestuosidad, y ridículo en su extensión. El ambiente es de bromas y risas, de juegos y gritos, un ritual de diversión, casi mágico y algo aterrador.
La tarde empezó a transcurrir de esta manera, entre juegos y atracciones, la montaña rusa, esa cosa que giraba, giraba y giraba, no recuerdo como se llama, Naruto termino bastante mareado y Sakura no paraba de reír, así fuimos pasando el rato.
Sakura quiere subir a la rueda de la fortuna, desde que llegamos nos ha podido subir allí, Naruto no quiere hacerlo, dice que es demasiado aburrido, yo estoy en el medio y no puedo elegir, donde lo haga empezaran a discutir, luego de una rato de conversaciones si es que se le puede llamar así, llegan a un acuerdo, Naruto sube si Sakura entra en la casa de terror, a la que se ha negado entrar, ella lo duda pero al fin decide hacerlo.
La fila termina, y es hora de subirnos, entramos y el paseo empieza, suavemente va ascendiendo, Sakura se asoma por el vidrio y se asombra de lo que ve, Naruto suavemente lo hace, me da la sensación de que le tiene miedo a las alturas.
- Sasuke, verdad que es fantástico – esta fascinada – se ve todo el parque desde aquí, que bonito… Naruto, mira allí esta la casa de terror, da miedo
- Y ahora iremos allá.
Asome la vista por el vidrio y si, de hecho todo se ve diminuto, da la sensación de que uno es un ser superior, de poder tomar el mando, se ve bastante bien. Algo empieza a incomodar en el ambiente, giro mi rostro y Naruto me mira fijamente, Sakura sigue distraída en la vista, mientras menciona cada cosa que ve; sigue mirándome, esta totalmente serio, de vez en cuando responde los comentarios que hace Sakura, ¿seguro Sai le contó? Si lo hizo, no es el momento de hablarlo, no puede hacerme un reclamo frente a ella. Sus ojos azules, no me muestran nada, ningún sentimiento hay en ellos, solo frialdad, quisiera saber las razones por las que me mira así, pero al final solo desvía su mirada, dejándome a mi de la misma manera, envuelto en mis pensamientos, con arrepentimiento en mis labios, y con lagrimas que luchan por salir de mis ojos, y mas que por el hecho de que este de mal genio, es por el hecho, que no me queda tiempo, que las horas van pasando, que la mañana ya se ha perdido, y la tarde amenaza por terminar en cualquier momento, y eso me quita el tiempo para arreglar algo.
- Sasuke mira esto
Era el, su vos de nuevo se dirige hacia mi, sin nada en ella, simplemente cargada de un deje de tristeza, mezclada con muchas cosas mas. Me acerque a el, para ver lo que quería mostrarme, abajo se veían dos niños corriendo uno detrás del otro, ambos con una gran sonrisa en sus labios, pero no era eso lo que quería mostrarme, pero era eso lo que yo quería ver, me miro con una gran sonrisa, volví a mirar y entendí por que. Abajo estaban los demás, las clases ya habían terminado y Sakura les había comentado que estaríamos aquí, y la causa de la sonrisa de Naruto, era que Shikamaru estaba metido de lleno en la fuente, Choji lo había empujado después de haberlo encontrado dormido, Sakura también se fijo en la imagen de la cual todos se reían abajo y de la cual Naruto ahora se burlaba con todas sus ganas.
- No te pareció gracioso, míralo esta todo empapado, es como la vez que el profesor lo mojo en el salón.
Volvió a fijar su mirada en mí, y volvió a reír a carcajadas, pero no volvió a decir nada, Sakura también me miro extrañada y tampoco dijo nada, volvieron la vista abajo, el aire cambio a nuestro alrededor, si estaba de mal genio seguro que ya no lo esta, me pregunto que les extraño tanto. El paseo por la rueda, había terminado, bajamos y nos encontramos con los muchachos, Shikamaru me miro preocupado, pero no dijo nada, Ino se abrazo a mi cuello en cuanto me vio, y me dijo que se había enterado de la noticia y que lo lamentaba mucho, que esperaba que ojala volviera a su lado, Sakura la tomo del cabello y la alejo de mi, - ¡cuando el vuelva, créeme no lo hará por ti! – todos se rieron en coro.
Ha sido un buen día, pero a llegado la hora de entrar en la casa de terror, Sakura se pone tras mi espalda y se amarra a mi cintura, Naruto camina frente a mi. El lugar es oscuro, esta frió, y tiene un horrible olor a humedad, el quia esta frente a nosotros, somos un grupo de cinco personas, una pareja viene con nosotros, el quia lleva un maquillaje que hace ver su rostro horripilante. Mientras vamos caminando van saliendo cosas de las paredes, una baba o algo así, asqueroso y pegajoso cayo en la frente de Sakura y pego un grito que le hace temblar el cuerpo a cualquiera que lo escuche, luego de limpiarse se acerco mas a mi, Naruto frente a mi caminaba con las manos en los bolsillos, a pesar de lo oscuro que esta, puedo ver como su cuerpo tiembla, nunca le han gustado estas cosas, no entiendo por que quería entrar. A mitad del camino se detuvo.
- Oyes eso – volteo y su mirada se perdió detrás de mi, una gota de sudor resbalo por su rostro – alguien se acerca.
- Seguro no es nada, sigue al frente – tomo mi mano y la entrelazo en la suya
- No me sueltes
Lo mire a los ojos y menee mi cabeza, pero su mirada se perdió de nuevo detrás de mi, y si antes olía a feo, ahora era repugnante. La pareja que venía detrás de nosotros grito de una forma tétrica, Sakura se abrazo fuerte a mí, sentí su respiración fuerte y agitada chocando contra mi espalda, Naruto apretó fuertemente mi mano, mientras su mirada sequía perdida detrás de mi, la pareja volvió a gritar, pero esta ves no paro de hacerlo, y parecía como si poco a poco se fueran alejando, Naruto empezó a temblar y se abrazo fuerte a mí, su reparación rápida y fría choca contra mi cuello, y un corrientazo atraviesa mi espalda, respiro hondo, me están haciendo salchicha entre los dos. Mire por encima del hombro de Naruto, y el quia no esta, estamos parados a mitad del camino completamente solos, otra vez se escucha un grito pero esta vez, esta muy lejos de nosotros. Acerque mis labios al oído de Naruto y le hable.
- tenemos que avanzar, no podemos quedarnos aquí – termine por morderle la oreja, lo siento no aguante, su cuerpo dejo de temblar, y se alejo de mi, mirándome fijamente, pero su mano aun sujetándome fuertemente – vamos
- S… si
Puse mi mano sobre el brazo de Sakura que seguía amarrada a mi cintura, y me gire a mirarla, le hice una señal de que continuaríamos, movió su cabeza diciéndome que si, pero igual y no me soltó. Seguimos caminando ya faltaba poco para salir, Naruto suavizo el agarre Sakura también ya me había soltado, ahora solo se sujetaba a mi camisa, pero entonces algo paso frente a nosotros, fue muy rápido y Naruto por primera ves grito, dio dos pasos hacia atrás y su cuerpo se pego al mío, y aumento la presión en mi mano, Sakura volvió a esconderse detrás de mi, amarrándose de nuevo a mi cintura, lo que sea que hay pasado volvió hacerlo, y Naruto volvió y grito solo que esta ves se dio vuelta tratando de no verlo, pase el brazo que tenia libre a través de su cintura, y lo acerque mas a mi, su cuerpo temblaba, Sakura también lo hacia, empecé a caminar abrasado a ambos, los pasos fueron suaves… demasiado lentos, y complicados, el cuerpo de Naruto se negaba ha avanzar, y Sakura me empujaba hacia atrás, y de nuevo volvió a gritar, al parecer detrás de nosotros volvió a pasar esa cosa, que aun no se que diablos sea, ya no aguante mas, lo siento, y si, lo hice, solté una risilla burlona, es increíble que sean tan miedosos.
- No te burles
Su vos sonó tan suave, tan infantil, como si fuera a llorar, se alejo de mi y su rostro dibujaba un puchero cargado de ternura, le sonreí suavemente y lo abrase mas a mí, frotando la punta de mi nariz contra la suya, me miro fijamente y me devolvió la sonrisa, luego me beso, un beso suave, todo su cuerpo se relajo, soltó mi mano y la llevo a su cintura, luego paso la de el por mi cuello, y profundizó el beso, mi corazón palpitaba aun ritmo que no comprendo, mis labios saboreaban cada centímetro de su exquisita boca, y lo acerque mas a mi sintiendo su aroma impregnarse en mi cuerpo, sentí que no podía estar mejor. Luego se alejo y volví a sonreírle. Algo dentro de mi, quería seguir allí, para poder abrazarlo, para verlo asustado y darle tranquilidad bajo mis brazos, no pude parar de sonreír, aunque en un muestra diminuta, algo que el fuera capaz de observar. El no dejaba de mirarme igual de sonriente, le di otro beso, y tome su mano, Sakura volvió a gritar, se me había olvidado que estaba aquí, a pesar de que prácticamente no puedo respirar por su agarre.
- Sasuke… sácame de aquí, estupido Naruto por que tenias que elegir este lugar.
- Lo siento Sakura Chan – la vos de ambos se escucho de la misma manera, ambos se lamentaban por entrar aquí.
- Salgamos de acá que me van a asfixiar ustedes dos.
Sujete su mano, ahora era yo quien lo sujetaba con fuerza, creo que intente decirle “Gracias” atreves de ese gesto, y la sonrisa en mi rostro simplemente no parecía desaparecer. El camino termino, y cuando salimos el sol nos dio de lleno de lleno en la cara, los tres nos soltamos, y respiramos hondo, como si estuviéramos sincronizados, además que era bueno respirar aire puro de nuevo.
- Sakura Chan… míralo… acaso no tiene una linda sonrisa, aunque diminuta diría yo – Sakura me miro y se abalanzo sobre mi y Naruto solo soltó una carcajada.
- Te queda muy bien, quisiera cogerte a besos ahora mismo.
- Cualquiera se ríe estando con dos miedositos.
Volví a reírme, no se, sentí que no era el momento de ponerse serio y frío, no cuando tengo esa sensación de calidez recorriendo mi sangre, explotando dentro de mi como fuego ardiente, pero Naruto, si dejo de sonreír y simplemente voltio su rostro aun lado, no le pareció gracioso lo que dijo Sakura, pero luego ella se alejo y siguió caminando, creo que algo le dijo que no me besara, Naruto quedo serio a mi lado, lo mire y le envíe un beso, me hizo un puchero y salio corriendo detrás de Sakura. Volví a respirar hondo, antes de empezar a caminar detrás de ellos, saboreé mis labios, y… no debo ponerme a pensar ahora, no puedo arruinarlo.
Luego de eso hicimos un par de cosas mas, ya son las mas de las cinco, mi tiempo esta apunto de termina, eso suena como si fuera a morir o algo así, pero prácticamente podría ser lo mismo, ya hemos salido del parque, caminamos camino a casa de Sakura, la llamaron, que la necesitan urgente en la casa, así que para allá vamos.
Cuando estamos frente a su puerta nos pide que la esperemos un momento, luego sale y me abraza fuertemente, y las lagrimas inundan sus ojos, un nudo se hace en mi garganta, es feo verla así, y mas después de todo el tiempo que pase con ella, me da un beso en la mejilla y se aleja.
- Ojala pudiera irme contigo.
- Ya no llores, que volveremos a vernos, no es el fin.
- Realmente quiero creer eso, pero sabes que lo mas posible es que no sea así
Volvió abrazarme, mientras me repetía que le iba a ser mucha falta, que contaría los días para volverme a ver. Mire a Naruto pidiéndole que me ayudara a calmarla, pero su rostro estaba fijo en el piso, y se mordía los labios evitando llorar hay mismo. La abrase fuerte, le dije que no se preocupara que el tiempo vuela, y en menos de lo que piensan volveré a verlos, luego se tranquilizo un poco, me dio un beso en los labios, un simple toque y entro en la casa, ese fue su adiós, un te espero, en el que no confía, sabe que probablemente no vuelva, o que si lo hago no será por ella. Di un suspiro hondo y mire hacia el cielo, las cosas se ponen difíciles, la noche esta empezando a entrar y mi tiempo a punto de terminar.
Continúa el camino, fuimos hasta su casa, me detuve en la entrada, no sabía si tenía permitido entrar o si ya estábamos listos para decir adiós, pero creo que nunca estaríamos listos para eso.
- No tenias que haberle dicho nada a Sai anoche – el tema por fin llega, su mirada esta seria y fija al suelo, meto las manos entre los bolsillos – ¿por que lo hiciste?
- Este es el ultimo ratico que tengo contigo, no quiero que el lo arruine.
- Pero yo tengo que saber por que lo hiciste – ahora me mira directamente – entra
Lo seguí adentro, el nudo en mi garganta no desaparece, se hace mas intenso, y empieza a doler, me siento en el sofá, e Iruka sensei se asoma, me sonríe en cuanto me ve, y luego me habla de lo apenado que se siente, que lamenta el hecho de que me vaya, asiento con mi cabeza, y agacho mi mirada, al parecer todo el mundo ya se ha enterado, luego de un rato, se despide, le da un beso en la frente a Naruto y sale de la casa. Hemos quedado solos, se sienta a mi lado, y recuesta la cabeza en el espaldar de la silla.
- No vas a responderme.
- Me echaste ayer de aquí por el, que querías que hiciera, que lo ignorara cuando tenia deseos de matarlo.
- Por que no lo hiciste – volteo a mirarlo sorprendido de sus palabras – dime por que no lo hiciste si tenias tantos deseos.
- No quiero que me odies.
- Yo quiero odiarte. Seria mejor para mi olvidarte si te odio, seria mucho mejor así – por fin voltio a mirarme, y en su rostro solo se veía tristeza, luego sonrío irónicamente y volvió a hachar a cabeza hacia atrás – pero creo que aun así no podría odiarte… te a…
- No lo digas – me acerque a el, y selle sus labios, con uno de mis dedos, lo mire fijamente, y le pedí que no lo dijera. Cada palabra que pronuncio es como un cuchillo clavado en mi pecho, y si el dice lo que tanto quiero oír, será difícil irme, será imposible dejarlo – por favor no lo digas.
- Pero… tengo que.
- Shiiiii – uní mis labios a los suyos – no lo digas, por favor.
Y lo bese con todo el deseo que llevo dentro de mi, me devolvió el beso de la misma manera, y sentí que sus labios me quemaban, como si por años hubiésemos contenido el fuego que nos absorbe ahora, cuando el beso termino me aleje de el, y volví a mi lado del sillón, respire hondo, trate de recuperar el ritmo de mi respiración, pero el vino a mi, se sentó sobre mis piernas, tomo mi rostro entre sus manos, y volvió a besarme, un beso salvaje, cargado de deseo y dolor, puse mis mano en su cuello y lo aleje.
- Te gane una apuesta… no quiero ir al ichikaru ramen, quiero… hacerte mío, aquí y ahora, … para guardarte en mi mente para siempre
- Pero… Naruto, solo lograras…
- No me importa, si por las noches te recuerdo y me doy cuenta que no estas acá, si me siento mal por eso, simplemente seré capaz de esperarte dattebayo
Volvió a besarme, su lengua saboreando todo dentro de mi boca, chocando contra la mía, su cuerpo se mueve sobre el mío, muerde mi labio y un gemido se escapa de mi boca. Se separa de mí y me mira fijamente, y una lágrima resbala por su rostro.
- Tu primer gemido, para mi… mi primer recuerdo
Se levanto del Sofá y tomo mis manos llevándome con el, empezó a subir las escaleras. Piensa llevarme a su cuarto, al principio intente no seguirlo, pero sus ojos me pedían impaciente que no me detuviera, al final subí con el, dejándome llevar por el calor que siente mi cuerpo, por sus manos que me dirigen a través de su camino. Entramos en la habitación, y hace que mi cuerpo choque contra la puerta después de cerrada, se pega a mi, me besa, y empieza a desabotonar los botones de mi camisa, se aleja de mis labios y se apodera de mi cuello en toda su extensión, recorriéndolo con su lengua, mordiéndolo y succionándolo, obligándome a gemir de nuevo, sus manos se deslizan por mi pecho ardiente. Solo me dejó hacer, por que nunca he sentido esto, ese calor que inunda la habitación, esa rapidez con la que el cuerpo responde a su tacto, la forma como sus dedos me queman cuando los desliza suavemente por mi pecho. Me abraza por la cintura y me tira en la cama, se quita la camisa, y deja que observe su cuerpo, toma mi mano y hace que la deslice a través de su cuerpo, y una picara sonrisa sale de el.
Ahora es cuando todo empieza a tomar claridad, cuando la imagen en mi mente, deja de ser una simple ilusión, para convertirse en esto, en una realidad. Sus besos continúan, nuestra ropa ya ha desaparecido de nuestros cuerpos, y todo alrededor parece no existir, acaricio su cuerpo, tratando de grabar en mis dedos cada centímetro de su piel, el igual lo hace, nuestro deseo es el mismo, guardarnos para siempre en un rincón doloroso y cruel.
La habitación arde, con cada segundo una hola de calor recorre mi cuerpo, siento el calor de su boca acariciando mi parte inferior, la forma en que succiona mi erección, y todo a mi alrededor se nubla, la respiración es una batalla constante, por que pierdo el aire, se escapa de mi boca con cada gemido que sale de mis labios. Mis dedos se deslizan a través de esos hilillos de cabello, de su color dorado, y cada ves que los presiono, la misma presión en mi cuerpo aumenta, siento llegar al limite, siento que el calor de su boca se hace mas intenso, por un segundo me deja, levantando su rostro, para fijar su mirada a la mía, una lagrima resbala por su rostro, y pronto regresa a su tarea, suelto sus cabellos, y me agarro fuerte a la sabana, todo el cuerpo se tensiona, mientras me corro en su boca y un gran gemido sale de mis labios, vuelvo a tirarme en la cama después de que mi cuerpo se levantara junto al orgasmo, lucho por recobrar la respiración, pero esto no termina aun, el aun no a terminado.
Se acerca a mí y une sus labios a los míos, me mira a los ojos y en ellos puedo ver las palabras que tanto lucha por no decir, y que si las dice, quebrara todo en pequeños trocitos. Continua besándome, llevando a cabo una tarea que parece nunca tener fin, sus manos se apoderan de mi virginal entrada, si, virginal no suelo ser yo el que esta abajo, sin embargo hoy me veo en esta penosa posición, pero dispuesto a dejarme hacer, la próxima vez seré yo quien lo posea. Pasa una de mis piernas por encima de sus hombros, y aun así trato de abrazarme a el, para mantener mi cuerpo junto al suyo, para que su calor se a el mío. El tiempo vuela, cuando sientes que el cielo esta a tus pies, por que no encuentro otra manera de describirlo, el celular en mi chaqueta suena, no se por que decidí traerlo, miro a través de la ventana, y la oscuridad inunda el cielo, la noche a llegado, la noche esta presente, mi mirada se cruza con sus ojos, nuestros pensamientos se cruzan al tiempo que sabemos que hemos llegado al fin, pero aun no, aun no estamos listos.
Su erección se adentra en mi cuerpo, con un movimiento demasiado lento, duele, duele demasiado, muerdo mis labios, tratando de evitar que un grito se escape de mi boca, sin embargo el no calla el gemido que escapa de sus labios, mi erección renace de nuevo, el dolor se mezclaron el placer, y las embestidas empiezan. Que clase de despedida es esta; hace unos días creí haber dado el ultimo beso, pero hoy me hallo aquí, inundado de placer, diciendo adiós y prometiendo un volveré, en cada beso, gemido, gota de sudor derramada, en cada suspiro, y en cada embestida de su cuerpo contra el mío…
Ambos acabamos, el dentro de mi, y yo en medio de ambos. Su cuerpo cae sobre mi luchando por recuperar la respiración, levanta su rostro y me besa, esta ves el beso, solo tiene ternura y amor, y ya no aguante mas, oculte mi rostro en su pecho, y la primera lagrima escapo, seguida por otra y otra, se que el también llora, pero no era el momento de hacerlo, respire hondo y levante mi rostro , seque mis lagrimas y segué las de el, volví a sonreírle, lo único que ahora importa es que la promesa esta hecha, que perdí la apuesta y pague mi deuda. Pero no era todo, aun faltaba algo por decir, algo que dolería en lo mas hondo. Tome su rostro entre mis manos y lo acerque a mi, y con sus labios juntos a los míos, lo dije y lo escuche, un Te amo… en medio del beso que será recordado por siempre, mi corazón se detuvo, sentí que todo dentro de mi se congelaba, ¿Cómo podré vivir el mañana, Si por siempre tendré en mi mente sus palabras?, la respiración se corto, sin embargo el se abrazo fuerte a mi, dándome la fuerza necesaria.
- Tengo que irme… no quiero irme, deja tengo que…
- Tranquilo, lo se…
Se levanto y se vistió, al mismo tiempo que yo lo hacia, y todo este tiempo el celular no dejo de sonar, y aunque no quería hacerlo conteste.
- Ya voy para ya…
No dije nada mas, no espere que su vos me contestara del otro lado, simplemente colgué, no se como ir, no se como salir de esta habitación, no se como seguir evitando que las lagrimas sigan corriendo, y como si adivinara lo que pienso, extiende su mano hacia mi, la tomo entre la mía y le doy un beso, no quiero que me empuje hacerlo, pero su mano insiste y me levanta de aquella cama, me lleva fuera de la habitación, su mano tiembla, mientras me conduce por el camino que nos alejara. Por fin llegamos a la puerta, se detiene frente a ella, suelta mi mano y abre la puerta.
- Que tengas un buen viaje – y una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, sus ojos permanecen cerrados, y pone sus manos detrás de su espalda, tal vez es un gesto que lo único que me dice, es que me vaya pronto, antes de que pierda el control – cuídate mucho
- No hagas nada malo mientras no estoy… no te metas en problemas…adiós Naruto
- Adiós Sasuke
Quise darle un beso, un ultimo beso antes de irme, pero no lo hice, simplemente baje los escalones, y empecé a caminar directo a mi casa, sin desviarme del camino, sin mirar a tras, se que no entro hasta que no desaparecí de su vista, siempre ha sido así, siempre preocupándonos el uno por el otro, pero esta ves, lo dijimos todo, lo demostramos todo.
Pronto llegue a casa, en mi rostro ninguna emoción había, Itachi en cuanto me vio se acerco a mi, y estrello su mano contra mi cara.
- Se lo que has hecho, apestas a el, hueles a el.
Deidara esta detrás de el, su rostro estaba impactado, no espero que me golpeara, pero mas se sorprendió cuando vio que yo no respondí, solo seguí a su lado, ignorando sus palabras subí al camión, junto a los muebles, junto a las cajas llenas de cosas inservibles, Itachi cerro las puertas, la oscuridad se apodero del lugar, no había solo un rayo de luz, pero no la necesite, por que mi ojos ya no ven, mi corazón ya no siente, mi mente ya no piensa, soy solo un mueble mas.
El camión arranco, una línea en mi vida se cruzo, mi mente examina un recuerdo mientras muevo mis labios y le pronuncio a la nada un te amo y un adiós… ahora no se si sea bueno regresar.
Fin