A la mañana siguiente, el desayuno estaba tranquilo, no era al tipo de sonido al que Chi-chi estaba acostumbrada teniendo dos saiyajin en su casa, observó con tristeza como Trunks apenas tocaba su comida, Gohan se sirvió un vaso de jugo de naranja y después de considerarlo un poco, sirvió otro para Trunks y lo acercó a su plato, el adolescente dibujo una sonrisa agradecida en el rostro.
-Gracias.
-De nada.
Trunks movió la comida en su plato, no tenía hambre a pesar de que podía escuchar a su estómago gruñendo.
-Deberías comer-le sugirió Gohan-te sentirás mejor, todo el mundo sabe que el estado de ánimo de un saiyajin es proporcional a la comida en su estómago-
Apaticamente, Trunks hizo sonar los palillos chinos por encima de su plato, ciertamente Gohan tenía razón pero aún no tenía ganas de comer.
-Voy a la tienda a escoger ropa para ustedes dos. Trunks ¿quieres ir a elegir algo que te guste?-preguntó Chi-chi.
Trunks negó con la cabeza, era demasiado letárgico para catalogarlo como una respuesta. Había pasado toda la noche siendo atormentado por gritos, disparos y palabras de promesas rotas, cuando finalmente cedió al agotamiento, se sintió atemorizado por las visiones de Gohan: siendo besado por Gohan, siendo sostenido en los brazos de Gohan, ambos tendidos en el acantilado con su sensei abrazandolo, su cuerpo aún podía recordar ese peso, podía sentir el fantasma de su respiración y como su cuerpo se tensaba debajo de él. Despertó con el pantalón del pijama manchado y Chibi Gohan se sonrojó al verlo.
Rápidamente salió de la habitación.
Esa mañana, Gohan había entrado tímidamente en la cocina y se acomodó en una silla junto al adolescente, solo fue una cuestión de suerte para que Trunks murmurara su nombre, no parecía posible pero de alguna forma estaban conectados, vinculados. Lo observó con detenimiento, conteniendo la respiración mientras el adolescente se estremecía bajo su ropa de dormir, retorciéndose, gimiendo, llorando, sus caderas se elevaron y fue entonces cuando vio como sus hebras lilas se tornaban doradas y sus ojos se volvían cristalinos mientras las lágrimas se resbalaban entre la angustia y el placer. Eso lo confundió, alterando su normalmente alegre actitud. Trunks se incorporó bruscamente y su cabello (nuevamente lila) cayó sobre su frente como si nada hubiera sucedido.
-T-Trunks…-gimió Gohan.
Trunks se alejó con esa única palabra, así que se sentaron con incomodidad, el ambiente estaba lleno de preguntas y otras cosas, el Son mayor sirvió otra vez dos vasos de jugo de naranja y fingió buscar su camisa mientras acercaba un vaso a Trunks. El joven lo miró con una expresión vacilante.
-Gracias.
-Deberías comer-insistió Gohan mirándolo por el rabillo del ojo-si hay algo que cambia el estado de ánimo de un saiyajin es la comida-
-¡¿Cómo supiste que soy un saiyajin?!-preguntó el príncipe dejando caer su vaso.
-¡Por tu cara!-dijo Gohan riéndose-¿crees que puedes dormir sin transformarte en súper saiyajin? ¡incluso mi papá lo hace! por esa razón tiene su propia habitación-
Chi-chi sonrió para sí misma al escucharlo reírse y caminó hacia la puerta, esa no era la única razón por la que Gokū tenía su propia habitación, aún así, fue genial escuchar a Gohan reír.
-Ok, ustedes dos, no se metan en problemas mientras no estoy.
-Está bien, mamá-Gohan se rió mientras observaba la expresión confundida de Trunks, apoyando su brazo sobre la mesa, como si estuviera desafiando al adolescente a mentir otra vez.
-No sé lo que estás pensando-dijo Trunks ruborizado una vez que Chi-chi se fue.
-¡No soy tonto!-dijo Gohan sonriendo-te transformaste en súper saiyajin mientras dormías, y me conoces porque dijiste mi nombre, no puedes ser mi hermano con ese cabello ¡eso solo puede significar que eres el hijo de Bulma!-
-N-No, no quiero hablar de eso…-dijo Trunks negando con la cabeza.
-Entonces, no lo hagas. En su lugar, entrenemos-se dejó caer al suelo y comenzó a hacer flexiones con una sola mano. Trunks asintió pero se dejó caer a su lado, mientras se movían, Gohan le sonrió-mi papá solía hacer esto todo el tiempo, mamá diría que es una locura hacer ejercicio antes de comer pero realmente abre el apetito-
Trunks sonrió débilmente, estaba dando resultado, en poco tiempo, abdominales, piernas, barbillas, incluso otras divisiones y se sentía mucho mejor, este Gohan le estaba enseñando con calma, le enseño un tipo diferente de restricción, lloró a través de las repeticiones pero no se detuvo, cuando terminó, estaba hambriento y cansado, terminó desplomándose al suelo con un jadeo. Gohan comenzó a bromear con respecto a que Trunks estaba fuera de forma, pero fue interrumpido cuando su madre regresó a casa.
-Gohan ¿cuántas veces he dicho que no debes entrenar en la casa?-dijo Chi-chi negando con la cabeza-bien, ya pueden ir a buscar la cena, y Trunks, si vas a entrenar necesitas la ropa adecuada para el entrenamiento-colocó las bolsas en su lugar para hurgar en algunos muebles y sacó uno de los gi de su esposo, con una velocidad casi atemorizante, cosió las prendas antes de colocarlas en su regazo, los orbes azules del adolescente brillaron de felicidad al ver el gi-ponte esto-el príncipe se escabulló para poder cambiarse y regresó momentos después con el kanji de la tortuga en su pecho, Chi-chi toco su mejilla y su mano se curvó alrededor de su visión-seguramente esto me traerá recuerdos-
Chi-chi sonrió para sí misma cuando escuchó a Gohan reír, se alegró mucho de verlo feliz y tan emocionado, estaba esperando por comenzar a entrenar desde hacía mucho tiempo. Su buen humor incluso afectó a Trunks, el adolescente se había puesto un gi viejo que usaba Gokū para entrenar, de los cuales había acumulado cientos de ellos. Eran demasiado grandes para Trunks, y ella tuvo que tomar tela por aquí y por allá; sin embargo, el resultado fue agradable a la vista, no había problema con las botas ya que Gokū y Trunks calzaban el mismo número. Chi-chi bajó su mirada hacia la parte superior del gi que estaba cambiando de talle, todo estaba bien, su esposo se estaba recuperando, su hijo se reía sin control por primera vez en meses, hubiera sido genial si no fuera por el peligro que se aproximaba en un futuro distante, Gokū tenía una tendencia para subestimar a sus enemigos. Miró a Trunks otra vez, preguntándose qué tan seriamente tomó Gokū sus palabras, al menos no estaría solo en esto.
Gohan se incorporó y se puso de pie, Trunks era demasiado hermoso, decidido, incluso tenía colores que contrastaban su tono, el adolescente era atractivo, había traido de nuevo esa extraña incomodidad en su estómago. Antes de que pudiera procesar lo que podía pasar, Trunks tomó la mano del niño y salió corriendo a la puerta.
Trunks jadeó cuando lo estrellaron otra vez contra la tierra y comenzó a esquivar las ramas de los árboles y las rocas, luchó contra el agarre del otro semi-saiyajin, temeroso de lo desconocido.
-¡Oye! ¡¿cuál es tu problema?! ¡déjame ir!
-¡¡Tú deja de forcejear!!-le gruñó Gohan y se dio la vuelta para volar a ciegas con el propósito de mirarlo a los ojos.
Trunks lo esquivó rápidamente para evitar una gran roca pero Gohan se detuvo abruptamente y se estrellaron contra el lago, Trunks jadeó mientras se lanzaba contra el niño de cabellos oscuros, ambos estaban jadeando, aún mojado, se sonrojó al tocar su pecho pero no se apartó.
-¡Baka! ¡por poco nos ahogamos!
Gohan corrió las hebras lilas de sus mejillas bronceadas mientras miraba al semi-saiyajin, se sentía afectado ¿verdad? estaba afectado por su culpa. Sin pensarlo siquiera, lo miró a los ojos y se chupó el labio inferior.
-Qué bonito…
Este Gohan era tan intimidante como el Gohan de su línea de tiempo.
-¿Q-Qué me miras, niño?-tartamudeó Trunks. Gohan negó con la cabeza y se echó para atrás para poder alejarse nadando.
-Has asustado a todos los peces-dijo sonriendo juguetonamente.
-Lo siento-dijo el príncipe sonrojado. Gohan salió a la orilla, despidiéndolo con una mano, ya allí comenzó a dar vueltas con las manos abiertas.
-¡Mira! ¡voy a atrapar uno… así de grande!-se detuvo abruptamente y enseguida se zambulló al agua, hubo algunas salpicaduras de agua y Gohan estaba levantando un enorme pez en el aire-¡jaja! ¡adelante, Trunks! ¡es tu turno!-
Trunks intentó suplicar pero luego de ser golpeado varias veces en las mejillas, salió del agua para poder observar las travesuras de Gohan debajo de la sombra de un árbol, solo había estado en ese lugar un día y ya aquella línea entre ellos se estaba desvaneciendo, no parecía justo que se le mostrara tal promesa para poder ver un mundo tan brillante, ver al hombre que amas sonreír cuando sientes que tú eres la razón por la que está muerto. El sol era demasiado caluroso allí, la brisa demasiado suave.
La pesca con Gohan parecía ser una actividad muy diferente de lo que Trunks había imaginado, no involucraba cañas ni anzuelos, el mismo Gohan actuaba como una caña de pescar, un anzuelo y un cebo, el pez que capturó también era el doble de tamaño que Gohan, les iba a durar una semana aproximadamente, a pesar de ello, Gohan fue a buscar otro. Desde la orilla, Trunks lo vio batallar con el segundo pez, la emoción y la novedad se habían desvanecido y se hallaba haciendo todo lo posible para responder al entusiasmo de Gohan y a sus sonrisas tranquilizadoras, si bien le encantaba ver a Gohan feliz, al mismo tiempo, trajo esos particulares sentimientos de arrepentimiento e injusticia.
Volteó la cabeza para dejar de ver a Gohan, sus lágrimas se mezclaron con el sudor frío. Lejos, a la distancia, podía sentir el ki de su madre, esto volvió el lugar más insoportable.
-Qué bonito…
A la mañana siguiente, Trunks se despertó con la suave brisa de la Montaña Paoz, tonificando su espíritu pero cuando sus ojos adormecidos se abrieron, notó una gran bestia sobre su cabeza, rápidamente se movió a un lado y tomó su espada. Era un dragón, parecía lo suficientemente tranquilo mientras se inclinaba sobre el alféizar de la ventana, su gran cabeza se balanceaba como si siguiera una melodía, Trunks giró lentamente para ver que había cautivado a la bestia y se encontró con Gohan entrenando, dando grandes y rápidas patadas que eran repartidas en el aire. Sus músculos se flexionaron y la carne se endureció bajo la tensión del movimiento, Trunks se recostó de nuevo, uniéndose a la criatura con asombro, ambos escucharon tranquilamente la respiración y el constante ritmo, de algún modo, se adaptaba bien a la mañana.
Una semana después, el príncipe se había acostumbrado a despertarse ante semejante vista. Era la estabilidad del momento, algo que nunca antes había tenido, una especie de ritual, con eso en mente se alarmó cuando se despertó en una habitación vacía, se puso de pie, se subió los pantalones cuando Icarus miró por la ventana y Trunks frunció el ceño.
-Tú lo has visto todo ¿eh?
Icarus gorgoteó y sacudió la cabeza. Por suerte, para los dos, Gohan estaba en la habitación de su padre, abrazándolo.
-Hey, ahora estoy bien-dijo Gokū revolviéndole el cabello.
-Estuviste enfermo por tanto tiempo y mamá no dejaba de llorar-dijo Gohan dejando escapar un sollozo ahogado.
-Estoy bien ahora ¿lo ves? Como nuevo ¡solo necesito un poco de tiempo para estirar mis huesos! Ahora ¿dónde está tu amigo del que me hablaste tanto?
-Aquí-dijo Trunks desde la puerta, sonriendo dócilmente-hola, Gokū-san, es un honor conocerte. Mi nombre es Trunks-
-Eres un saiyajin-el guerrero de clase baja frunció el ceño y se incorporó más.
-Sólo…-el adolescente negó con la cabeza-solo soy semi-saiyajin-se acercó y se sentó cerca de la cama-tengo mucho que contarte, esto sonará extraño para ambos-
Gohan también se incorporó y se secó las lágrimas de los ojos, de alguna forma, lo que Trunks iba a decir se sentía serio y de cierta manera estaba en medio de todo eso. en su corazón, se preguntaba si respondería a sus preguntas sobre porque el otro semi-saiyajin lo llamaba en sus sueños, o por qué se sentía incomodo cuando estaban cerca.
-Sea lo que sea que querías decir, no cambiará lo que siento por ti, Trunks…-le dijo el niño dejando escapar un suspiro tembloroso.
-Gohan…-Trunks se sonrojó violentamente.
Aquellas palabras le dieron coraje, les conto toda la situación, sobre los androides, sobre lo que ocurrió con Mirai Gohan, todo. Cuando terminó, se quedó mirando sus manos, las lágrimas brotaban de sus mejillas, sus manos estaban sangrando.
-Así que vienes del futuro ¿eh?-dijo Gokū frotándose la barbilla-confiaré en ti, mi hijo y Chi-chi lo hicieron, pero aún es difícil creer que Vegeta sea tu padre…-
Trunks parpadeó ¿eso era todo lo que logró sacar de lo que había dicho?
-¡Mi linaje no importa! Los androides están llegando…
-Déjamelo a mi-dijo Gokū sonriendo-¡estoy muy emocionado! Los venceremos esta vez ¿no es así, Gohan?-
-Cierto-dijo Gohan frunciendo el ceño.
Los dos dejaron solo al saiyajin mayor para que pudiera comer y limpiarse con comodidad, Gohan se quedó callado mientras salía de la casa y cruzaba el sendero del bosque. Trunks no entendía porque lo seguía, tal vez era porque Gohan estaba enojado, quizás porque las cosas que él no le dijo, le rogaban que lo hiciera. Gohan se detuvo frente a un viejo árbol y lo golpeó, un profundo corte se formó en su superficie y el príncipe retrocedió.
-¿Quién soy yo para ti?
¿Cómo responder algo así cuando lo era todo para él? Trunks miró hacia abajo y se metió las manos en los bolsillos. La brisa de la mañana le revolvió el cabello y suspiró.
-Ya te lo dije, en mi línea de tiempo eras mi sensei.
Gohan se dio la vuelta y le dio un puñetazo pero su puño quedó atrapado en la mano del adolescente, rechinó los dientes sintiéndose internamente enfermo y nervioso de su propia frustración.
-¡No me mientas!-gruño aplicando presión-¿crees que no noté ese anillo? ¿Crees que no te escucho por la noche…?-
-Por favor, Gohan-suplicó Trunks, retrocediendo.
-¡Dilo!
-¡Él era mi novio! ¿de acuerdo?-de lo más profundo de su alma, el príncipe soltó un sollozo y se aferró a su pecho-¡¿eso es lo que querías oír?! ¡él era mi maldita alma gemela!-
-Lo siento, solo…-Gohan lo soltó y dio un paso hacia atrás-solo quería saber porque me siento…-
-No ¿está bien?-Trunks temblaba como si tuviera un escalofrío pero solo eran nervios, el dolor lo seguía presionando, se secó los ojos y se dio la vuelta-no te sientas así por mí, lamento haberte gritado-con un ligero roce de su flequillo, el príncipe enderezó su espalda y sonrió débilmente-olvídalo-
Nunca se aferraría a él, no importaba cuán perdido se viera Gohan, cómo se enamoró, no importaba cuánto gritara por él, tenía una misión: detener a los androides, no tenía tiempo para enamorarse de él otra vez, no merecía sentir su amor por segunda vez.
Gohan se sintió más confundido, más perdido ahora que obtuvo la respuesta, ni siquiera era consciente de que los niños hacían esas cosas con otros niños. Asintió con las mejillas sonrojadas, no estaba de acuerdo, pero entendió que no podía continuar con esta conversación, no podía mirarlo y Trunks ya no podía hablarle.
Volvieron a la casa.
Más tarde, esa noche fue incómoda, Trunks miró al techo pero en su mente trató de comparar al Gohan de su línea de tiempo con el niño que descansaba en su cama, descubrió que no podía hacerlo, eran tan similares y tan diferentes a la vez. Gohan siempre estaba tranquilo, pero desde su posición en la cama observó el cabello lila siendo iluminado por la luz de la luna, ya lo había decidido, le gustaba Trunks, le gustaba la forma en la que a Krillin le gustaba su novia, Maron. Le gustaban sus ojos, su voz y la forma en que olía y… dioses, estaba enamorado de Trunks pero eso no importaba ahora, para Trunks era solo un niño y lo que realmente le importaba ahora era derrotar a los androides.
-Hey, Trunks.
-¿Sí?
-¿Solías besarlo? me refiero al Gohan de tu línea de tiempo.
-Algunas veces-respondió Trunks sonrojado.
-¡Ew! ¡eso es tan asqueroso!-Gohan se echó a reír y salió de la sábana-¿te hacía sentir bien?-
Trunks gimió pero sus mejillas se sonrojaron involuntariamente. Gohan era la misma persona pero en diferente cuerpo.
-Muy gracioso, deja de perder el tiempo ¿no que tu padre nos prometió que entrenaríamos mañana?
-Besándose-se burló Gohan haciendo ruidos de besitos, Trunks solo dio la vuelta en su cama pero se rió para sus adentros.