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One Way Ticket por N3K0-Ch4N

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Son Gokū saltó y se estiró mientras observaba a los dos niños que contemplaban el árido paisaje con algo de nerviosismo. Algo estaba pasando con ellos, sospechaba que era algo parecido a lo que le ocurría a él y a Vegeta. Hizo crujir sus nudillos con una sonrisa.

-Es agradable estar aquí ¿verdad? Vegeta y yo escogimos este lugar para entrenar, algún día lo traeré de nuevo aquí.

Gohan se sonrojó ¿a qué se refería su padre con eso de que era su lugar y el de Vegeta? ¿acaso a su padre le gustaba Vegeta?

-Ahora chicos-Gokū movió su dedo ante sus interrogantes ojos-los he traído aquí para entrenar, pero ustedes tendrán que encontrar su propio lugar cuando sean mayores ¡y no le digas a Vegeta que te traje aquí! ¡me mataría!-sonrió y sus ojos se desenfocaron, como si el príncipe saiyajin estuviera allí, desafiándolo-bueno… lo intentaría-

-¿A qué te refieres con "nuestro lugar"?-gimió Trunks. Ambos niños se miraron y Gohan imitó la sonrisa de su padre, Trunks desvió la mirada hacia otro lado rápidamente y Gokū se rió.

-De acuerdo, pueden mirarse el uno al otro sorprendidos más tarde. Ahora quiero que ambos aumenten su poder al máximo.

Ambos hicieron lo que pudieron, dando todo lo que tenían pero Trunks simplemente no podía ir más allá de su forma básica. Tras el decimo intento, se miró las manos completamente confundido.

-No entiendo… me transforme en súper saiyajin.

-Tendrás que dejar que la memoria te domine por completo o no volverá a suceder-le susurró Gokū.

-No…-dijo Trunks frunciendo el ceño-no quiero pensar en eso-

-Entiendo que te preocupas por Gohan, pero rechazar tu dolor no lo traerá de vuelta. Te guste o no, él es tu soporte ahora, la llave que libera tu poder.

Trunks retrocedió, el corazón le latía con fuerza en el pecho, solo podía escuchar una palabra: soporte. Mirai Gohan era su soporte ahora, incluso si él no estaba allí para serlo, ellos ya habían formado un vínculo.

-¡NO!-sollozó con furia golpeando al saiyajin mayor en el pecho.

-¡No tienes opción!-Gokū frunció el ceño esquivando una serie de ráfagas de ki, se dejó caer en su propia posición con un gruñido-eso es lo que hacemos los saiyajin…-

Gohan dio un salto hacia atrás cuando su padre desvió otro ataque, todo lo que dijo su padre había hecho enojar a Trunks, eso fue espantoso.

-¡Sí tengo una opción!-Trunks golpeó el estómago del salvador de la tierra con su rodilla-¡Gohan está muerto!-

-Es él…-susurró Gokū, quien se puso detrás del adolescente y lo golpeó en la espalda.

Trunks jadeó de dolor y se arrodillo frente a un Gohan con ojos muy abiertos, temblando, con su cuerpo vibrando por la ira. De repente, vio la imagen de su Gohan en lugar del niño, pero no podía alcanzarlo, no podía tocarlo.

Rabia…

Una furia tan poderosa ardía por dentro y se hizo más intensa con cada recuerdo que inundaba su mente maltratada: Gohan sosteniéndolo, su moribunda mirada y la sangre, sangre por todas partes, manos sangrientas, gritó su dolor en un torturado trino y una luz dorada lo rodeó.

-¡Wow! ¡eso es increíble!-dijo Gokū sonriendo-estoy impresionado-

-Vuelvo enseguida-dijo Gohan asombrado por semejante vista y salió corriendo, Gokū solo se río. Trunks los vio alejarse, agradecido por estar solo en su momento de dolor.

No llegó muy lejos antes de que su padre lo sujetara y se reubicaran en una de las enormes formaciones rocosas. Gohan aterrizó en la fría superficie.

-Papá… yo no puedo competir contra eso…

-¿Y por qué querrías eso?-preguntó Gokū sonriendo e inclinándose a su lado.

-Quiero decir-el niño suspiro, no estaba seguro si su padre lo entendería, no estaba seguro si lo había entendido completamente-no puedo competir contra el recuerdo de mi futuro yo, Trunks piensa que él era genial, dijo que tenía un solo brazo y una cicatriz en el rostro, dijo que era su sensei. Piensa en lo que él le hizo a su poder… sé que es una una tontería pensar en esto ahora pero, solo quiero agradarle-

-Hm, bueno-dijo Gokū rascándose la cabeza-estoy completamente seguro de que no puedes competir contigo mismo aunque se oiga divertido ¡Ojala supiera lo fuerte que yo también seré en el futuro! Seguro que tienes suerte, Gohan. ya sabes lo genial que eres y sabes que le agradas a Trunks… quisiera saber si yo también le agrado a Vegeta, oh vaya-

-Dioses-Gohan se sonrojó y cubrió su boca, su padre tenía razón, ya le agradaba a Trunks, no tenía competencia-¡tienes toda la razón! ¡gracias, papá!-

-Claro ¡no hay problema!-dijo Gokū riéndose-¿estás listo para demostrarle a Trunks que tan fuerte eres?-

-Sí-respondió Gohan sonriendo.

Regresaron al claro y Trunks parecía estar de mejor humor, a Gokū le pareció que había tomado una decisión, pero no sabía sobre que, no estaba seguro. Se puso de pie y le sonrió a Gohan.

-¿Estás listo?

-Listo-respondió Gohan mirando de reojo a Trunks, se acercó a él con toda su fuerza y comenzó patearlo, golpearlo, lanzando puñetazos con más fuerza y certeza, todo fue en vano. Su padre era rápido, una y otra vez fue golpeado contra el suelo, golpeado en el rostro, el niño se arrodillo en el suelo y escupió sangre.

A lo lejos, Trunks frunció el ceño, sabía que eso era amor estricto pero aún así le molestaba ver a Gohan en esa situación.

-¿No estás siendo algo duro con él?

-¡No te metas en esto!-gruñó Gohan, se lanzó hacia arriba y golpeó la barbilla de su padre con su rodilla.

-Demasiado lento…-dijo Gokū observándolo y sonriéndole. Un puño chocó contra el estómago del joven guerrero, Gohan tosió sangre cuando lo mandaron a volar por el campo, apenas pudo detenerse antes de estrellarse contra el suelo y rápidamente se levantó con ayuda de sus manos.

-¡MASENKO!-exclamó formando una luz dorada en sus manos. Gokū se mantuvo firme y la explosión lo golpeó en el pecho con poca fuerza, disparó varias explosiones de ki de regresó y Gohan cayó derrotado.

-¡NO!-gruñó Trunks ruidosamente y comenzó a correr hacia él pero Gokū extendió una mano. Ahí fue cuando el príncipe entendió lo que paso, Gohan salió de los escombros transformado en una masa sanguinolenta y sucia mientras extendía su brazo, el fuego ardía dentro de sus ojos, uno que Trunks había presenciado durante el clímax de la batalla: determinación. Había una feroz determinación en sus ojos, una gran voluntad de ganar y eso alimento sus propios deseos-sí, podemos ganar, Gohan. sé que puedes volverte más fuerte, tú eres nuestra única esperanza-


Al día siguiente, comenzaron su rutina de entrenamiento. Escogieron una zona que estaba a una hora de vuelo, no había nada más que nieve, valles cubiertos de hielo y montañas a su alrededor, el clima extremadamente frío era un impuesto adicional sobre sus cuerpos. Gohan pronto descubrió que ir "al extremo y más allá" implicaba tener a ambos saiyajin atacándolo para intentar presionarlo más alla de su límite, hizo lo mejor que pudo para defenderse pero sus intentos en propinarle un golpe a su padre o a Trunks eran casi nulos, se mantuvo firme todo el tiempo posible pero su cuerpo se estaba agotando y sus reacciones tampoco estaban muy agudas.

Ignorando las advertencias de Gokū, el adolescente se lanzó hacia el otro semi-saiyajin con todas sus fuerzas. Gohan esquivó y disparó ráfagas de ki hacia el cielo solo para ser pateado por su padre, ambos chocaron con el poder que el joven guerrero poseía con la furia de la batalla, hasta que Son Gohan cayó del cielo, líneas rasgadas de luz púrpura bailaban a su alrededor mientras chocaba contra el suelo, derrotado y quebrado. Sin previo aviso, una lágrima escapó de los ojos del príncipe.

-Él es más fuerte que cualquiera de nosotros-dijo Gokū sonriendo y mirando a Gohan, el hombre de cabello alborotado aterrizo en el suelo y puso las manos en las caderas-levántate, Gohan. es hora de ir a cenar-

-Sí, señor…-Gohan tosió mientras se incorporaba débilmente y luchaba por ponerse de pie con las piernas magulladas.

Cuando regresaron, Gohan apenas tenía fuerzas para llegar a su habitación. Chi-chi se quedó sin aliento cuando vio a Gohan en la puerta, mientras ella estaba adherida al suelo, los tres saiyajin entraron en la casa, seducidos por los aromas que emanaban de la cocina, Gokū fue hacia allí sin tener siquiera un momento de vacilación. Chi-chi se apresuró a seguirlo, pero mientras la atención de Gokū estaba únicamente en las ollas humeantes de la estufa, su atención estaba en el armario junto a la ventana, tomó el botiquín de primeros auxilios y se apresuro en regresar al corredor.

-Ugh… mamá-murmuró Gohan al ver a su agitada madre sosteniendo el kit en su mano como si fuese una especie de arma-no es nada, mamá-añadió sonrojado-estoy completamente bien, en serio-

-¿A quién crees que engañas?-gruñó Chi-chi, señalo la puerta del baño sin decir nada más.

-Señora-dijo Trunks con cuidado-podría atender sus heridas mientras usted se encarga de poner la mesa-

-Oh, está bien. yo puedo…-un choque en la cocina hizo que Chi-chi frunciera el ceño, Gokū estaba actuando como una vaca dentro de una tienda de porcelana, otra vez-por otro lado, te agradecería si puedes cuidarlo por mi-

Le entregó el kit a Trunks y corrió hacia la cocina para asegurarse de que Gokū no rompiera nada y/o se lo comiera todo. Ya de vuelta en la habitación de Gohan, ambos jóvenes se dispusieron a tratar sus heridas, Gohan estaba tratando de actuar con valentía pero no pudo evitar dar un salto cada vez que Trunks frotaba sus heridas con un desinfectante, el semi-saiyajin era consciente de eso y lo encontraba atractivo, a su vez, se preguntaba si había sido una buena idea ofrecerse a si mismo para cuidar a Gohan en lugar de Chi-chi.

Trunks se puso de pie y sus frentes se encontraron, se sentía tranquilo y cálido con el final del día, sus dedos se encontraron a sus costados con ligeros rastros de carne pero fue un sentimiento mucho más profundo, una nueva necesidad, sus ojos azules se desviaron hacia abajo y hubo tensión y debilidad entre ellos.

-Tienes algunos movimientos agradables-le dijo Trunks, tratando de hacer que Gohan se relajara-vi algunos que me gustaría que me enseñaras de nuevo ¿está bien?-

-¡Por supuesto!-dijo Gohan sonriendo ante su vano intento de alivianar la atmósfera.

-¿Está bien si quito esto?-Trunks miro sus manos temblorosas que se aferraban a las cálidas caderas del otro-creo que la cicatriz en tu pierna necesita aire para curarse-

-Sí-dijo Gohan asintiendo, mordiendo su labio inferior sintiendo como temblaba por dentro.

Los bronceados dedos deslizaron el sucio material hacia abajo y cayó al suelo, Trunks gimió con creciente frustración pero no se atrevió a mirar por mucho tiempo para no avergonzarlo. Se sentaron lentamente en la cama y Trunks sonrió mientras limpiaba y vendaba sus brazos, hombros y piernas. El semi-saiyajin de cabellos lilas aplicó ungüento sobre sus nudillos cortados y Gohan se recostó contra las frías sábanas, agradecido por la cubierta sobre su área sensible. El adolescente mayor se movió encima suyo por un momento y presionó sus cálidos labios sobre los suyos.

-Realmente me gustó la forma en que te moviste hoy-susurró antes de suspirar contra su mejilla-cuando estés curado, me encantaría que me enseñaras…-

Gohan sonrió. El beso, la cercanía, era como si Trunks pudiera leer su mente, sentir sus sentimientos. Si lo besaban cada vez que recibía un golpe, entonces nunca volvería a ganar.

-Como quieras…


A la mañana siguiente, las heridas de Gohan se habían curado. No importaba cuántas veces Trunks haya sido testigo de la curación acelerada de un semi-saiyajin, aún se encontraba sorprendido. En su línea de tiempo, siempre había deseado que todos los demás tuvieran la misma tasa de recuperación que él o Gohan. Había pensado que era injusto que sus amigos y familiares se enfermaran con tanta frecuencia o que sus heridas tardaran mucho tiempo en sanar.

Lleno de espíritu, Gohan salió justo después del desayuno. Trunks se sorprendió otra vez pero esta vez fue por su entusiasmo por continuar entrenando lo antes posible, uno podría pensar que después de haber sido golpeado tan gravemente sería más reacio.

Comió con una alegría que rivalizaba con la de su padre y Trunks se sonrojó cuando otro par de ojos encontraron los suyos en la mesa. Fue sorprendente la diferencia que hizo el descanso para ambos saiyajin.

Siempre lo había considerado como una especie de bendición que deseaba poder compartir como Dende, el amigo de Gohan, pero por mucho que lo intentara nunca podría, sus pensamientos intentaron oscurecer aquel regalo con recuerdos pero la sonrisa sonrojada de su amigo no lo permitió. Gohan tomó un pedazo de pan tostado y lo miró antes de salir corriendo por la puerta. Trunks suspiró de felicidad y Gokū sonrió.

-Ustedes se ven muy alegres esta mañana...

-Oh, sí. Gohan me va a enseñar algunos movimientos... así que... ¡adiós!-dijo Trunks quien corrió hacia la puerta.

-¡Parece que alguien atrapó al insecto del amor!-Comentó Gokū riéndose y Chi-chi también se rió.

Trunks lo siguió afuera, la sangre saiyajin en sus venas era tanto una bendición como una maldición, la voluntad de vivir y las ventajas de supervivencia eran extraordinarias. Por otro lado, no había límites, una vida tranquila y pacífica nunca fue una buena opción para un saiyajin, el vigor y la energía en sus cuerpos siempre los hacían buscar nuevos desafíos para sus futuros enemigos. Ambos corrieron a través de los árboles, girando, volando, esquivando las rocas, hasta que Gohan acorraló al adolescente de cabellos lilas y lo besó contra un árbol caído.

-G-Gohan…-jadeó Trunks contra sus labios, llevándolos hacia sus suaves hebras negras.

-No sabía que los niños podían besarse…-dijo Gohan besando su labio inferior, ambos se estremecieron-realmente eres bueno en esto-

-Aprendí de ti-dijo Trunks sonrojado.

-Tu…-Gohan se acomodó en su regazo y miró hacia otro lado-¿solo me besas porque te recuerdo a mi yo del futuro?-

-No-Trunks permitió que recostara su cabeza y se quedó mirando hacia el horizonte, las hojas bailaban y se deslizaban hacia el suelo del bosque mientras buscaban la luz de la mañana entre tanto verde-te besé porque me gustas, Gohan. al ver tanta determinación en ti, simplemente me gustó ¿de acuerdo? eso no significa que tengamos que seguir haciendo esto-

-Tú no quieres hacer esto-Gohan desvió la mirada hacia otro lado y suspiró.

-Quiero hacerlo pero ¿qué sucederá cuando todo termine, cuando los androides sean derrotados? Eso cambiará mi línea de tiempo.

-Y querrás volver con tu Gohan-pronunció el menor desviando sus oscuras orbes.

-No-dijo Trunks negando con la cabeza-él se fue, no puedo traerlo de regreso. Simplemente, no que termines herido porque puede que no esté aquí-Gohan se estremeció y algo dentro de él se quebró, sollozó y las lágrimas comenzaron a humedecer sus mejillas, se frotó los ojos con la mano y se secó las lágrimas pero éstas se negaron a permanecer allí. Trunks lo atrajo hacia él y lo acobijo contra su pecho-¡lo siento! No quise decir eso-

-¡Pero lo hiciste!-sollozó el niño contra su brazo.

-Gohan… yo no voy a…

-¡Promételo!

-Yo nunca te mentiría-el príncipe sintió sus propias lágrimas asomarse en sus ojos mientras lo sentaba y le secaba las lágrimas-podrá haber un momento donde me tendré que ir pero me quedaré contigo hasta el final, nunca te abandonaré, lo prometo-

Aquella última palabra la susurró contra sus labios, como si estuviera sellando esa promesa. Llegaría el momento en que debía desaparecer pero prefería desaparecer con Gohan en sus brazos antes que dejarlo solo otra vez.


Unas semanas después su entrenamiento se había intensificado, Gohan se aferraba desesperadamente a un acantilado helado y su padre contenía a Trunks, quien quería acercarse a él. Hacía frío de tal forma que la humedad penetraba sus huesos, le dolían los dedos, el viento cortaba sus mejillas mientras luchaba por aferrarse. La montaña temblaba por causa de una explosión de ki proveniente de la mano de su propio padre, eso también se sintió demasiado frío y húmedo, el propósito y el significado quedaron atrás mientras las orbes oscuras contemplaban la ira de la montaña, olas de nieve cayeron de las rocas y su corazón latía demasiado rápido.

Gohan pudo sentir sus dedos entumecerse, apenas podía sostenerse, unos segundos más e iba a caer. No tenía energía y estaba demasiado agotado como para tomar impulso y poder volar, como si aquello no fuera suficiente, pudo escuchar un ruido sordo que se avecinaba velozmente: una avalancha. Sintió pánico, Gohan miró a su alrededor, a su padre, a Trunks, quienes estaban flotando justo encima de él. lleno de alegría, Gohan pidió ayuda, no parecía que lo estuvieran escuchando por lo que volvió a llamarlos y reuniendo las fuerzas que le quedaban comenzó a saludarlos, no hubo reacción; de pronto, se dio cuenta de que estaban ignorando sus súplicas intencionalmente. Los miró fijamente con una expresión de shock, su esperanza volvió a aumentar cuando vio a Trunks moverse hacia él; sin embargo, su padre le bloqueó el camino. Y entonces, ya era demasiado tarde, una ráfaga de viento helado golpeó, empujó a Gohan por el acantilado y lo hizo rodar hacia atrás, cayó gritando, su espalda golpeó la superficie de nieve endurecida un minuto después. Estrellas de dolor y desorientación estallaron frente a sus ojos, jadeando por aire mientras sus pensamientos se desvanecieron cuando una gran cantidad de nieve cayó sobre él.

Les tomó un tiempo derretir la nieve de la montaña y encontrar a Gohan, el niño yacía boca abajo en la nieve sin dar ningún signo de vida. Trunks corrió hacia él, volteó a Gohan y se sintió aliviado al encontrarlo con vida y respirando.

-F-Frío-dijo Gohan estremeciéndose-p-pierna… r-rota-

-No hables-le ordenó Trunks negando con la cabeza. Sacó las cápsulas de su bolsillo, las abrió todas hasta que encontró un termo con té y una manta, cubrió al joven semi-saiyajin y acercó el termo hacia los labios de Gohan para que pudiera beber, su ki crepitaba por la ira.

Mientras Gohan estaba bebiendo, Trunks miró a Gokū quien no parecía preocuparse por su hijo en lo más mínimo. Trunks sintió que la ira crecía dentro de él ¿qué no era él su padre? ¿cómo podía ser tan cruel y descuidado?

Cuando regresaron, Gohan fue atendido por Chi-chi, quien estaba tan enfadada que le dio un puñetazo en las costillas a su esposo y le exigió que buscara otro lugar donde dormir esa noche. Chi-chi habría cerrado la puerta con ira si no hubiera sido por el temor de despertar a Gohan, el niño estaba fatigado y cubierto de moretones, probablemente había pocas posibilidades de que un saiyajin contrajera neumonía pero eso no disminuyó su ira en absoluto. Hablar con Gokū era como hablar contra una pared, intentó hacerlo entrar en razón luego de su primera sesión de entrenamiento pero no había servido de nada, tal vez Trunks tendría una mejor chance en poner algo de sentido común en la obstinada cabeza del saiyajin, pudo escucharlos discutir desde la cocina.

En la cocina, Trunks apenas podía contener su ira ¿cómo podía un padre hacerle algo así a su hijo? ¿cómo podía ser tan despiadado y descuidado con su vida? Gokū lo veía de manera diferente, él también estaba enfadado, estaba tratando de moldear a Gohan y los demás solo lo estaban protegiendo.

-Escúchame ¡no puedes seguir interfiriendo así! entiendo que sientes algo por él pero en este momento tu juicio está completamente nublado.

-¿Entonces se supone que deberíamos verlo morir todo para alcanzar su poder?

-¡Se supone que debes dejar que haga cosas por su cuenta! ¡Él es mucho más fuerte que nosotros dos! ¡deja de arruinar su potencial!

-¡Estás tratando de matarlo!

-¡Eres demasiado blando con él!-gruñó Gokū, el joven tenía un serio problema con su forma de hacer las cosas, estaba comenzando a hartarse de las constantes insistencias de Trunks.

-Todo lo que pido es alguna consideración, no estamos tratando de matarlo ¿verdad?

-¿Qué estás insinuando aquí?-siseó Gokū enfadado, golpeando la encimera con su puño-¡estoy tratando de salvar su vida! morirá si no se hace más fuerte ¿quieres matar a mi hijo, Trunks...?-

Trunks apretó los dientes y bajó la cabeza, criticar el sentido de paternidad de Gokū fue una muy mala idea. Eso había sido un golpe muy bajo y probablemente había sido provocado por su propia inseguridad y una fantasía de cómo debería comportarse un verdadero padre, siempre había deseado que Vegeta estuviera vivo y le abrigara ciertas expectativas, fue muy perturbador para él ver esas expectativas caerse a pedazos. Estas eran las expectativas de un padre saiyajin: dedicación y fortaleza. Fue decepcionante, pero debería haberlo sabido mejor. Los saiyajin son una raza guerrera e incluso el dolor tenía un propósito y si esto evitaría que Gohan terminara herido en una batalla, tendría que aceptarlo.

Mientras el adolescente permanecía en silencio, Gokū bajó su puño. La mano en el hombro de Trunks se sintió pesada, aturdido miró fijamente el rostro de Gokū. El hombre por lo general despreocupado, ahora estaba muy serio, Trunks nunca había pensado que Gokū sería capaz de poseer una solemnidad tan feroz.

-Escucha, no progresará lo suficientemente rápido si seguimos cuidándolo.

-No me gusta esto, pero puedo entenderlo.

-Bien-Gokū asintió-entonces, en lugar de estorbar, ayúdame. Ayúdame a hacerlo lo suficientemente fuerte para sobrevivir-

Trunks asintió solemnemente, no había nada más que hubiera querido mejor.


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