Dracule Mihawk ante los ojos de todos era el hombre perfecto. Tenía una apariencia envidiable con su tez blanca, su cabello negro, su atractivo rostro enmarcado por una barba perfectamente recortada y unos ojos dorados que hechizaban a cualquiera. También era ridículamente rico, provenía de una familia acaudalada, pero no solo se dedicó a gastar el dinero de sus padres muy por el contrario, desde que tomó las riendas del negocio familiar el patrimonio de los Dracule no había hecho si no crecer. Negocio que tocaba se convertía en una mi a de oro. Si Dracule Mihawk era el hombre perfecto, sin embargo nadie conocía la profunda soledad que habia en su interior. No es que fuera un antisocial por el contrario tenía un círculo de amigos bastante amplio y mantenía una buena relación con su familia, pero al final del día cuando regresaba a su enorme mansión no podía evitar sentirse solo. Tal vez si se hubiera abierto con alguno de sus amigos todo mejoraría pero como hacerlo Doflamingo con lo chismoso que era estaba seguro que en la primera entrevista expondría todos sus secretos, ese error ya lo había cometido el idiota de Crocodile, con este último se llevaba bastante bien, tenían personalidades similares sin embargo ese no era el tipo de hombre con el que hablas de cosas existenciales. Jimbei era buen tipo pero con su esposa y sus 10 hijos no creía pertinente causarle más problemas. Moria era raro de cojones, la verdad con el platicaba lo necesario. Kuma con lo mojigato que era estaba más que descalificado como confidente. Y luego estaba él, el motivo de sus desvelos, Shanks era sin duda el más cercano a él, pero desde conocieron Mihawk había tomado el papel del serio responsable y Shanks era el despreocupado y alegre. Desde ese momento estaba tan ocupado remediando los errores de su pelirrojo amigo, que ya se había olvidado de cometer los propios.
Sin embargo algo había cambiado últimamente. Quien diría que una de las odiosas salidas a la que Shanks lo había obligado a ir iba a traer una mejora para su monótona vida. Como todas las veces anteriores se negó a ir, no tenía ganas de conocer al noviecito de turno del pelirrojo. Sin embargo como siempre terminó cediendo. No se sorprendió para nada al conocer a Luffy. Después de tantos años su amigo pecaba de predecible, como siempre un jovencito bastante guapo y alegre, si su memoria no le fallaba era el tercero de lo que corría de año. No entendía esa manía de Akagami de presentárselos para romper con ellos a los 3 meses. Sin embargo por lo visto este duraría menos aún, ya que su mejor amigo había fijado como nuevo objetivo al chico que acompañaba al pequeño moreno. No entendía cómo podía tener tan poca clase. Ya podía ver el final de la noche y sus dos posibles desenlaces la primera sería la más probable: Luffy con el corazón roto mientras su amigo lo sustituye en la cama de Shanks; y la segunda: un trío. Sin embargo en sus cálculos no entró que ese joven peliverde al que apenas había mirado en toda la noche reaccionara de esa forma. Ese chico tenía carácter, había puesto en su lugar al pelirrojo y se había ido como si nada.
Estaba cansado de escuchar como Akagami engañaba vilmente al pequeño mono asegurando que solo jugaba. Si como no, si ese chico peliverde hubiera accedido las cosas serían muy diferentes, ese Luffy era un idiota. Pero bueno quien era el para juzgar, cuando el pelirrojo hacía lo que quería con su persona. Por un momento sintió asco de sí mismo, así que se despidió y sin ganas de dirigirse a casa se dirigió a su bar, el establecimiento a pesar de haber sido comprado como un hobbie era bastante exitoso. Entró y rápidamente se dirigió hacia la zona VIP, en el segundo piso, esta era muy elegante y estaba mucho menos concurrida, no cualquiera entraba ahí. Saludo a los conocidos que encontró y se sentó en un gran sofá cuya vista daba a una gran pared de cristal a través de la cual se podía ver la pista de baile.
- buenas noches- se giró para ver quien lo saludaba y se encontró con una cara conocida.
- buenas noches- Goa-kun.
- que frío eres ya te dije que me llamaras Sabo, somos lo suficiente cercanos para eso.- Le dijo el rubio coquetamente.
El chico era hijo de uno de sus socios, el padre era un verdadero fastidio pero el muchacho siempre lograba que se llegara a un acuerdo. Si todo había salido bien en ambas partes sin dudas se debía a la acertada intervención del chico. A Mihawk le agradó, además era muy atractivo, por lo que una cosa llevó a la otra y terminaron más de una vez en la cama de un hotel. No tenían una relación como tal, si habia que describirlo de alguna forma eran dos personas que se atraía mutuamente y que tenían sexo sin compromiso cuando coincidían y tenían ganas.
El rubio comenzó a conversar con él, pero su atención ya no estaba ahí. Entre la multitud que bailaba pudo reconocer una llamativa cabellera verde. Sin saber por qué no pudo alejar su penetrante mirada de los movimientos de ese chico, tenía que reconocer que Akagami tenía buen gusto. Sin embargo de un momento a otro el muchacho desapareció y el por acto reflejo comenzó a buscarlo, dejando a Sabo hablando solo.
Cuando lo volvió a ver, el chico estaba siendo "cortejado" por Crocodile. Valla con ese peliverde, tenía a todos los hombres de la ciudad a sus pies. El rechazo no se hizo esperar y una vez más uno de sus amigos había obtenido un bonito recuerdo de ese muchacho. Lo acompañó al hospital por pura cortesía, como imaginarse que eso lo cambiaría todo. Pero luego de la molestia inicial de saberse descubierto, la verdad es que se sintió en paz. Y le agradó la idea de seguir manteniendo el contacto con el muchacho. Había encontrado su tan ansiado confidente donde menos lo imaginaba.
El fin de semana fue un fastidio, Shanks alegando que se sentía solo sin su noviecito se había auto invitado a quedarse en su casa. Podía soportar eso, incluso soportaba que el pelirrojo se metiera en su cama de noche y se abrazara a él por su miedo a la oscuridad, pero al regresar a casa y encontrarse una fiesta perdió los nervios. Es que acaso ese idiota no tenía una casa propia. Se dispuso a buscarlo para echarlo a él y a sus invitados, pero lo que encontró tan borracho que apenas podía mantenerse en pie. Así que como pudo sacó a todos esos extraños de su casa y metió a su amigo en la cama.
Definitivamente Shanks sabía que había metido la pata y debido a eso se pasó el lunes escondiéndose de Mihawk. Siempre hacía lo mismo no daba la cara en todo el día y por la noche iba al KURAIGANA cuando intuía que sería fácilmente perdonado. Mihawk fiel a esa tradición entró al establecimiento pero se quedó de piedra al ver la escena de la barra. Era ese chico otra vez, pero estaba muy cerca de Akagami, pensó en interrumpir pero si algo había aprendido del muchacho es que no le interesaba su amigo así que se contuvo. Sin embargo el esperado empujón nunca llegó. Por qué el peliverde era tan dócil, y entonces ocurrió Shanks iba a besarlo, que idiota fue al pensar que ese chico era diferente, comenzó a hablar pero un grito de horror de Akagami, que ahora era una bola de vómito, lo hizo callar. Al acercarse se percató la condición del menor, y se sintió tremendamente aliviado.
Después de una lucha con Shanks para que no se aprovechara del pobre ebrio llevó al muchacho a su casa, lo limpió y le cambió la camisa, no pudo evitar notar lo sexy que era el cuerpo de ese peliverde, sin dudas Akagami ya se le hubiera echado encima. Se dispuso a irse pero se sintió culpable de dejar al muchacho solo, así que decidió quedarse.
A la mañana siguiente cuando lo regaño por su irresponsable borrachera. Se sorprendió al saberse la causa de todo. Así que se quedó el resto de la mañana platicando con él.
Una semana después del incidente en el bar Mihawk recibió una llamada que lo alegró. Vista volvería al país para luchar por el título en el campeonato mundial de kendo. Había conocido al espadachín en uno de los últimos torneos en los que participó, en ese entonces era solo un novato, así que le dio varios consejos y por años mantuvieron el contacto.
- así que quieres restregarme tu éxito en la cara- bromeo el ojidorado.
- claro que no, es solo que me gustaría que la persona que considero mi mentor esté ahí cuando gane. Aun no me resigno a que no aceptaras convertirte en profesional. Te enviaré dos entradas, invita a alguien. Que dices?
- Ya te dije que solo era un pasatiempo de la universidad. Pero supongo que será divertido, nos vemos el viernes entonces.
Enseguida llamó a Shanks y le extendió la invitación, este aceptó encantado ya que también se llevaba bien con Vista y como Mihawk habia practicado un poco de kendo en su época estudiantil. Por lo que quedaron en que el pelinegro lo recogería a la 7 en su casa. Sin embargo el día pactado, por mucho que tocó la puerta y llamó a su celular no obtuvo respuesta. Comenzó a preocuparse así que llamó a la tercera madre del pelirrojo.
- hola Ben, sabes dónde está Akagami.
- ah Taka no me, si está aquí, hoy es el cumpleaños de Yasopp y estamos celebrando. Te lo pondría al teléfono pero está tan borracho que habla en otro idioma.
- está bien, hablaré con el mañana.- colgó y apretó tanto el móvil que pensó que lo rompería. Era un idiota cuantas veces ya le había pasado aquello. De un momento a otro las ganas de ir al torneo habían desaparecido pero no podía hacerle eso a Vista. Se subió a su auto pero antes de arrancar una idea loca pasó por su cabeza. El día que se había quedado en casa de Zoro había visto una espada decorando la sala. Tal vez el peliverde quisiera acompañarlo, así que sin pensarlo mucho marcó el número del muchacho.
-hola- respondió una voz adormilada.
- lo siento lo desperté- en serio que tanto dormía ese chico eran las 7pm.
- no, acabo de despertar de la siesta ocurre algo?
- no, es solo que me preguntaba si tiene planes para hoy
- pues no, Luffy canceló nuestro viernes de cine porque tenía una cita con el pelirrojo- por lo visto él no era el único que había sido plantado por Shanks, pero decidió guardarse esa información.
- es que quería saber si le apetecía acompañarme a la final del campeonato de kendo.
- EN SERIO, TIENE ENTRADAS PARA EL CAMPEONATO, CLARO QUE QUIERO IR!
Mihawk sonrió al escuchar la emoción del chico, al parecer no se había equivocado con respecto a su gusto por la espada.- lo paso a recoger en 15 minutos.
- ok, nos vemos.
Una vez hubo recogido al emocionado peliverde emprendieron rumbo a su destino.
- como consiguió entradas, es un evento súper exclusivo.
- digamos que conozco a uno de los participantes
- a quien
- vista, el me invitó.
- en serio conoce a “la espada que florece”, me encanta su estilo, es muy hermoso. Casi lloro de frustración cuando en el torneo pasado se lesionó.
- valla intuí que le gustaba el kendo por la espada que decora su sala, pero no tenía idea de que era un conocedor. Lo practicó?
- aun lo hago, estoy en el equipo de la universidad. De hecho soy el actual campeón estudiantil- dijo orgulloso el peliverde.
- que recuerdos, yo también lo fui en mis tiempos, de ahí conozco a Vista, le di algunos consejos cuando comenzaba.
- un día de estos hay que tener un duelo a ver si mantiene su título, o la nueva generación se lo arrebata abuelo- dijo Zoro con una sonrisa socarrona.
- sigua soñando mocoso.
El resto del camino siguieron charlando tranquilamente, y una vez en el torneo fueron testigos de la aplastante victoria de Vista. Mihawk llevo a Zoro para que conociera al campeón y de paso saludar a su amigo. Sin embargo este no los dejó marchar y los obligó a ir al after party. Donde a pesar de no conocer a nadie la estaban pasando bastante bien.
- entonces me va a contar lo que pasó.- preguntó Zoro.
- no tengo idea de que habla.
- vamos no me diga que no tiene ningún otro amigo al que le hubiera gustado acompañarle. Si me trajo a mí solo se me ocurren dos razones, una de verdad es un antisocial sin amigos y dos no tenía ganas de fingir esta noche.
Mihawk se sintió descubierto sin embargo la sensación no fue desagradable- le han dicho que es más listo de lo que parece.
- sabe aunque no lo parezca soy estudiante de 4to año de telecomunicaciones y mis notas son excelentes- dijo el chico con un puchero.
- lo siento, lo siento -se disculpó Mihawk, luego suspiró- me descubrió, la verdad iba a venir con Akagami- confesó
- y? - insistió Zoro.
- pues que me dejó plantado para irse a emborrachar con sus amigos.
- ese idiota, ni siquiera tiene palabra, pues él se lo pierde, yo creo que es mucho más divertido estar con usted que emborracharse por ahí.- dijo Zoro con un tono tan sincero que Mihawk no pudo esconder su sorpresa.
- gracias- dijo en un susurro.
Solo entonces el peliverde se dio cuenta de sus palabras, parecía que estaba ligando con el mayor, se puso rojo automáticamente. En eso su celular comenzó a sonar, enseguida reconoció el número de Luffy.
- Zoro dónde estás?
- salí con un amigo- Mihawk sonrió ante el comentario.
- ok, entonces hablamos mañana.
-no vemos- colgó
- puede ir con él si quiere, de seguro Akagami lo plantó también, no se preocupes por mí.
- no diga tonterías, le prometí que saldría con usted y lo haré soy un hombre de palabra, puede que ese idiota me halla robado el corazón pero todavía me queda mi orgullo. Además que clase de amigo abandona a otro cuando lo necesita.
Mihawk estaba impresionado, ese chico era realmente especial. Por un momento se alegró de que su mejor amigo lo plantara.
- entonces 4to año, como lo lleva?- preguntó curioso el mayor
- ni lo mencione uno pensaría que lo peor ya pasó pero aún hay sorpresas, los parciales son la próxima semana y por si fuera poco luego vienen las prácticas laborales.
- que tienen de malo, recuerdo que las mías me fueron muy útiles.
- claro, seguro las hizo un una compañía millonaria con toda la atención del mundo. Pero los pobres mortales que no tenemos conexiones tenemos que esperar a que la escuela nos asigne a algún lugar. El año pasado me tocó en una cafetería.
Ante la mirada confusa del otro se explicó. - Supuestamente el establecimiento tenía una red interna que necesitaba mantenimiento y yo aprendería como realizarlo junto al administrador de redes del local. Pero eso solo tomó un día, que más se puede pedir cuando solo tienes dos PC en el establecimiento. El resto del mes los pasé cargando suministros para el almacén.
- no se quejó a la universidad?
- ellos están conscientes de la situación, pero que más se les va a pedir, somos demasiados alumnos y no a todas las empresas les gusta tener jovencitos merodeando.
- en ese caso, le gustaría pasar sus prácticas en mi compañía.
Zoro se atragantó con el trago que se había dado- no lo decía por eso, además según tengo entendido usted y el pelirrojo están en la hostelería no es así.
- en parte si, los negocios que comparto con Akagami son de ese tipo, pero tengo otro intereses de hecho uno de mis nuevos proyectos consiste en el desarrollo de aplicaciones para el desarrollo de las comunicaciones. Yo no entiendo mucho la parte técnica pero me ocupo del patrocinio y el marketing, la magia la hacen Kuzán y sus chicos.
- con Kuzán se refiere a Aokiji.
- lo conoce.
- claro que no pero he oído de él, ese hombre es un genio. De verdad trabaja para usted. Rayos acaso es el dueño de la puta ciudad.
Mihawk rio sonoramente - claro que no solo poseo el porciento mayoritario de las acciones del 35 porciento de las empresas del país y algunas en el extranjero.
La boca de Zoro estaba abierta a más no poder. En serio ese hombre era tan poderoso y él lo había llamado amigo así como así.
- entonces que me dice, quiere hacer las prácticas con nosotros.
- por supuesto, no sé cómo agradecerle, le debo una y grande.
- no es nada.- en eso su teléfono sonó por lo que se disculpó y se dirigió a un lugar más tranquilo.
En ausencia de Mihawk un rubio con una nariz extrañamente cuadrada a quien Zoro reconoció como el 3er lugar del campeonato se acercó a él.
- valla pensé que no tendría oportunidad de hablarte. Tu padre no se ha alejado de ti en toda la noche.- dijo el recién llegado.
Zoro sonrió ante la suposición del otro- él no es mi padre- aclaró.
- pues mejor aún, no creo que sea pertinente conocer a la familia en la primera cita.
- perdón, ni siquiera te conozco- dijo seriamente el peliverde.
- como que no, soy Kaku quedé en tercer lugar, que acaso no viste el torneo.
- lo siento mayormente solo me fijo en los ganadores, o los que tienen talento- soltó Zoro molesto, la actitud altanera del otro no le había agradado nada.
- eso quiere decir que cuando gane no podrás quitar tus ojos de mi- y dicho esto trató de acariciar la mejilla del menor, pero este lo aparto de un manotazo.
- sigue soñando- le dijo fríamente.
- no deberías de comportarte así, la gente está mirando. En ese momento se dio cuenta que era cierto todo el mundo al escuchar el sonido de su mano golpeando la contraria habían fijado su atención en ellos. Mierda, pensó, ahora tendría que soportar a ese idiota ya que no quería dar un espectáculo.
- eso es, no quieres que tu padre pase vergüenza o sí- dijo Kaku burlón mientras volvía a dirigir su mano a la cara del menor. Sin embargo un fuerte agarre en su muñeca lo hizo detenerse.
- lamento informarle, que no soy su padre y apreciaría que dejara de molestar a mi compañero o me veré obligado a expulsarlo de aquí- y mientras decía eso puso su otra mano alrededor de la cintura de Zoro haciéndolos ver más cercanos de lo que eran.
Zoro iba a protestar pero al mirar la expresión divertida del ojidorado comprendió lo que pretendía, así que lo imitó y posó su mano sobre la cintura ajena. Ante aquella muestra de cercanía el de nariz cuadrada se molestó.
- y quien te crees que eres, soy uno de los participantes del torneo puedo hacer lo que me dé la gana, incluso puedo quedarme con tu putita.
- no tientes tu suerte, ni volviendo a nacer me acerco a ti, me gustan los hombres con más clase- esto último Zoro lo dijo mirando a Mihawk, esto termino de cabrear a Kaku quien se dispuso a acercarse pero fue atrapado por dos guardias y conducido a la salida por la fuerza.
- que rayos, suéltenme, no saben quién soy- se quejaba
- ah lo olvidaba, yo soy el dueño de este lugar- le dijo Mihawk antes de que terminaran de sacarlo a patadas.
Una vez estuvieron fuera del campo de visión del rubio. Ambos empezaron a reír de lo lindo. - viste su cara cuando nos vio juntos- decía el peliverde
- que cruel eres, no te bastó con rechazarlo también pisoteaste el orgulloso del pobre infeliz.- lo regaño con falsa molestia el mayor.
- lo siento papá, prometo que me portaré bien.
Siguieron riendo y bromeando sin darse cuenta que aún seguían muy juntos, de hecho a ambos les quedó un vacío al tener que separarse.