Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inocencia total por 1827kratSN

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

—¿Qué le sucede a Tsu-kun? —Nana estaba preocupada por la tristeza de su hijo, tristeza que nació de la nada.

—Está algo confundido, mamma —Reborn intentaba no ceder ante la furia que todos estaban experimentando—, pero lo ayudaré.

—Por favor, Reborn —suplicó.

—Solo hay que mostrarle el camino correcto.

 

Tsuna se aisló de todos, hasta llegó al punto en que incluso se escapó de casa para no tratar con nadie, y amenazó la integridad de quien quisiera interrumpir su soledad autoimpuesta. Fue en esa época en donde todos conocieron la verdadera fuerza y habilidades de su castaño jefe, porque Tsuna no se vio siquiera dudoso en cuanto a usar lo que tuviera a la mano para pelear. Jamás lo habían visto tan perdido ni deprimido como en esos oscuros días.

Toda la generación conoció al demonio que Squalo había estado moldeando para beneficio propio, pero que dejó de lado cuando vio que cometió un error al no verificar el linaje de ascendencia del castaño. Nadie se imaginó que aquel pequeño cuerpo albergara tanta fuerza, técnica, disposición…, y amargura. Pero no lo dejaron en paz. Porque todos ellos fueron salvados por Tsuna y era el momento de salvarlo a él.

Cada día lo buscaron para hacerle entender que ellos eran sus verdaderos amigos. Cada día una discusión nueva era forjada por quienes se preocupaban por el chico que les demostró ser alguien con un corazón de oro, alguien a quien querían salvar de ese infierno no merecido. Cada día fallaron y se retiraron con la idea de seguir intentándolo a la siguiente mañana. Hasta que, en uno de esos días, alguien pudo pasar esa barrera impuesta por un corazón roto.

 

—¿Por qué quisiste seguir a los Varia? —Reborn supo que ante él tenía a una muñeca vacía, que todavía podía rellenar de vida.

—Para cumplir con los deseos de Squalo nii-sama —lloraba en silencio, sin hipar siquiera, pero sus lágrimas seguían fluyendo.

—¿Y cuáles eran esos?

—Servir a Xanxus y entregarle mi fuerza —se sinceró.

—Eso suena muy vacío para mí.

—Lo sé —sollozó por primera vez.

—¿Y por qué jamás cambiaste de sueño? —Reborn solo podía observar al niño junto a él.

—Porque era lo único que tenía —se cubrió el rostro—, porque no era nadie… No soy nadie sin esa meta. Porque Squalo me dio una razón para seguir esforzándome y ahora no tengo nada.

—Has vivido una mentira —sentía pena por aquel chico, la sintió desde que lo investigó antes de presentarse como su tutor—, pero no puedes quedarte ahí, dame-Tsuna.

—¿Y qué debo hacer ahora? —temblaba de frío y sentía los estragos por la falta de alimento.

—Abrir los ojos y ver qué es lo que tienes.

—¿Y que tengo, Reborn? —se atrevió a observar al pequeño bebé de grandes ojos negros.

—Debes averiguarlo por ti mismo. Solo debes mirar con atención —miró a lo lejos, donde Gokudera y Yamamoto buscaban a Tsuna.

 

Fue entonces que Tsuna se dio cuenta que tenía muchas cosas, que él mismo encontró esas cosas. Tenía una madre ingenua a la que cuidar y a la que jamás olvidó o dejó de amar, por la que se preocupaba cada día. También tenía amigos, dementes y todos muy raros, pero que llegaron a él por sí solos tras descubrir que tenía valía, que lo querían por lo que era y no por lo que intentó ser. Tenía hermanos menores que lo veían de la misma forma en la que él vio a Squalo en un día lejano de su pasado. Tenía a un tutor espartano que intentaba manipularlo para que fuese un buen líder, para una mafia que al inicio quería cederle a un líder que jamás conoció.

Era gracioso.

Porque entendió que tenía una familia.

Pero le faltaba un sueño, uno propio, y no uno que alguien más le impusiera.

Halló eso cuando sintió el miedo a que asesinaran a sus amigos, a que los Varia le quitaran aquello que en esos meses lo había hecho verdaderamente feliz. Entendió que su sueño se basaba en proteger a una familia que formó siendo él mismo, y entonces…, les pidió disculpas a todos por haber sido tan ciego y estúpido. Volvió a casa, abrazó a su madre, comió despacio junto con los demás, y durmió como un tronco hasta el día siguiente.

Retomó una fortaleza que creyó muerta después de descubrir que los años con Varia fueron nada más que un sueño dependiente de algo sin pies ni cabeza.

 

—No quiero ser el líder de Vongola. Nunca lo quise.

—Y entonces ¿qué quieres? —Reborn lo retó.

—Quiero protegerlos —sonrió ante sus guardianes, que eran más que eso, ellos eran su familia—. Quiero que ninguno de ustedes muera bajo las manos de Varia, ni de algún otro enemigo.

—Entonces ¿qué harás? —Reborn se sintió orgulloso de la fortaleza mostrada por su alumno.

—Pelearé por la sucesión —Tsuna tomó la mitad real del anillo que le correspondía—. Lo haré —sonrió.

 

Fue difícil mostrar la fuerza que escondió por meses, ir en contra de todos sus maestros, y demostrarles que pudo superarlos de diversas formas. Fue duro mostrar que ahora tenía un sueño propio y que de alguna forma halló aquello que lo volvía independiente. Apretó los puños, fue en contra de los que consideró su familia inicial, sonrió ante la victoria, e hizo pedazos los sueños de aquellos que acabaron con el suyo.

Pero también lloró.

 

—Ahora somos enemigos, mi pequeño conejito —sonreía Lussuria, con quien se había encontrado a escondidas antes de que todo eso empezara.

—No quiero que sea así —sollozaba.

—Ey, yo siempre te voy a querer pequeño —lo abrazó con dulzura—. Pero ambos tenemos metas diferentes.

 

Sus lágrimas brotaron cuando vio la primera batalla, donde no sabía si apoyar a Ryohei o pedir piedad por quien fue su hermano mayor. Tsuna no pudo decidirse mientras veía la pelea en silencio. Y no pudo soportar al ver el desastre final, porque bien sabía que la piedad no era algo que caracterizara a Xanxus. Se dio cuenta que se estaba destrozando con cada batalla, deseando que sus amigos salieran victoriosos, pero también penando al ver que sus hermanos mayores destilaban frialdad hacia él.

 

—¡Squalo! —tal vez el temor con que vio aquella pelea, terminó por quebrarlo—. ¡Nii-sama!

 

Nadie entendería el peso que cargaba en sus hombros, y tampoco el odio bien fundamentado que concentró en contra de Xanxus. En él fulguró una sed por venganza que no había sentido desde hace tanto tiempo. Tal vez por eso tembló mientras se preparaba para la batalla contra su adversario, pensando en la manera más humillante con la que terminar con eso. Porque quería destrozar aquella sonrisa egocéntrica del líder que no velaba por sus subordinados.

Quiso asesinar a Xanxus.

En cierto punto llegó a disfrutar la batalla, volvió a sentir esa adrenalina suya y de nadie más, porque algo malo debía habérsele pegado por estar tantos años bajo la tutela de unos asesinos. Pero logró recomponerse. Porque se asustó de sí mismo y de sus deseos retorcidos por una victoria que acarrearía sangre y muerte, y se dio cuenta que su verdadera identidad no deseaba más que la victoria sin sacrificios.

 

—¿Creíste que iba a aceptar en mis filas a una basura como tú? —sonrió—. Basura patética.

—Escuché muchas historias sobre ti… —Tsuna jamás bajó la mirada ante Xanxus—, te veía como a un dios de cierta forma…, pero ahora creo que eran puras mentiras.

—Eres un mocoso insolente —sonrió de lado—. Voy a matarte y lo disfrutaré.

—Juré ser más fuerte que ellos —Tsuna sonrió también—, y lo seré.

 

Y cuando le ganó a aquel asesino…, entendió la razón de aquel odio que Xanxus expresaba.

Porque su sangre era pura, y la de Xanxus era solo una falacia.

En realidad…, el líder debería ser él, y los demás sus seguidores.

Pero no quería eso, y por eso intentó huir de sus deberes.

Pero sabía que en algún momento eso no iba a poder aplazarse más.

 

—Se dice que uno siempre llega al momento y lugar al que uno debe llegar.

—Puede que tengas razón, Reborn —caminaba a la par que el pequeño bebé, meditando ante un futuro que debía escoger.

—Yo siempre tengo razón, dame-Tsuna.

 

Tsuna rio por lo bajo, y sin aviso previo cargó a aquel pequeño arcobaleno y le cedió un abrazo sincero. Porque Reborn lo ayudó a no caer, a encontrar un nuevo rumbo que reemplazara el primero. Llenó su vacío existencial con esperanzas y sueños. Le debía mucho a aquel pequeño niño y se lo hizo saber.

 

—Gracias, Reborn.

 

Ahora era solo él, sus propias metas, sus miedos y fortalezas, sus experiencias y su vida.

Era él jugando a darle contra a Reborn.

Por quien sintió admiración, agradecimiento, y después algo más.

Porque quería proteger a todos los que eran su familia, pero principalmente a Reborn.

Después de todo…, Reborn se convirtió en alguien muy especial para él.

Y en ese entonces no supo la medida de lo “especial” que sería en un futuro.

Por la eternidad.

 

 

Notas finales:

 

Mañana el capítulo final, que en realidad es algo así como un extra lleno de cursilerías o algo así XD

Nos vemos~

Krat los ama~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).