Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Poquito de todo por 1827kratSN

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Despertar acalorado, un poco sudoroso, y aprisionado entre los brazos de un gringo grandote que le respiraba en nuca… fue… ¿cómo decirlo? Hum… Sorpresivo.

Tal vez por eso entro en pánico, gritó, pataleó, y por supuesto tiró a matar.

Aunque tal vez exageró un poco, pero el que haya estado teniendo una pesadilla influyó mucho.

 

—Casi me da un… ¡¿Qué chucha te pasa?! —reclamó cuando ya pudo tranquilizarse un poco.

—I should ask you that! —(¡Yo debería preguntarte eso!), se quejó mientras se levantaba del suelo donde fue a parar después de aquel… espectáculo.

—¡Dijiste que dormirías en el sillón! —se frotó el rostro para terminar de despabilar—. Por dios.

—Seemed you were cold —(Parecía que tenías frío), suspiró antes de posar su quijada en el filo de la cama e inflar sutilmente sus mejillas—. I wasn't going to let my boyfriend end up with a cold —(No iba a dejar que mi novio terminara resfriado), sonrió divertido, porque en realidad solo se infiltró en esa cama para abrazarse al tricolor.

—Es verano —se quejó entre murmullos y pucheros que hacía sin desearlo o darse cuenta—, en tu llacta hace harto calor —suspiró antes de sentarse correctamente y arrojar lejos la lámpara que cogió para defenderse.

—It's not that bad... —(No es tan malo), sonrió de lado sin dejar de observar al ecuatoriano—. Not if I can see you in a tank top —(No si puedo verte en camiseta de tiras), susurró para sí mismo repasando el cuerpo ajeno con rapidez antes de volver a fingir que le dolía el golpe en la cabeza.

—Se me había olvidado que eres muy sabido a veces —se recostó de nuevo y suspiró en ese ambiente tan incómodo—. Tengo calor —se quejó y se seguiría quejando.

—Do you want to go for something to drink? —(¿Quieres ir por algo de beber?), lentamente se deslizó hasta estar junto al tricolor.

—Lo que quiero ya me lo negaste —lo miró con reproche al recordar su pequeña riña del día anterior.

—Hum… —USA hizo una mueca antes de sentarse y cruzarse de brazos—. No.

—¡Lo ves! —también se sentó—. Así no se puede.

—I won’t allow my brother to be with that guy —(No permitiré que mi hermano esté con ese tipo), se frotó el ojo que intentaba mantener cerrado hasta que se pusiera de nuevo sus lentes de sol.

—Gringuito —suspiró antes de tomar las gafas ajenas y colocarlas con cuidado sin prestar mucha atención a la sonrisa satisfecha de USA—, te pasas a veces.

 

USA no dijo nada, porque no quería arruinar aquella visita apurada e improvisada de su novio. El tema de Canadá y México no importaba por el momento, por eso se deslizó entre los brazos del pequeño tricolor y lo empujó hasta que se recostaron de nuevo. Solo quería quedarse así un ratito, disfrutando del cuerpo cálido del otro y sentir esos dedos que repasaban sus cabellos con suavidad. Le gustaba lo expresivo y amable que Ecuador podía ser. Le encantaba sentirse amado en plenitud.

Quería disfrutar de ese día.

Repartió besitos en la piel expuesta del tricolor, ascendiendo sin prisa, escuchando las risitas y reclamos por las cosquillas, pero siguiendo con su tarea hasta que llegó a esa quijada y la mordió suavemente. Era normal que Ecuador le quitara las gafas en ese instante y cerrara los ojos para mantener aquella complicidad de un secreto, porque USA pidió que no curiosearan sobre el color de iris de su ojo derecho. Se besaron entonces, sin malicia ni apuro, moviendo sus labios en sincronía con las suaves quejas del ecuatoriano porque tenía calor y quería bañarse pronto.

 

—No quiero pelear porque hoy debo regresar a mi casa, pero… —apuntó al pecho del gringo— seguiré insistiendo.

—Darling —se quejó infantilmente al alargar las vocales—, I don’t… —(Yo no…)

—Chito —siseó antes de darle un leve golpe en el hombro—. Camina ve, tenemos que ir a desayunar alguito.

—You eat a lot to be so small —(Comes mucho para ser tan chiquito), sonrió divertido, esperando verlo enojado.

—Y eso que me estoy frenando —rio abiertamente mientras se giraba para caminar de espaldas y así mirar al gringo.

—You're lying to me —(Me estás mintiendo), estiró su mano derecha y el pequeño la tomó sin pena alguna.

—Vamos a competir, gringuito —entrelazó sus dedos con el más alto y empezó a caminar más rápido—, y te voy a ganar.

 

Todo fue bien, competencia justa hasta que Ecuador hizo un comentario hilarante mientras USA bebía gaseosa y éste escupió el líquido por la nariz. Dieron un espectáculo digno en ese restaurante familiar, risas, caos, comentarios en dos idiomas y comida que cayó al suelo porque el pequeño tiró por error la bandeja de un mesero cercano. Aceptaban que a veces se salín de control, pero era entretenido, USA admitía que no se divertía así desde hace mucho.

Su relación había progresado de forma natural, como si estuvieran destinados a eso, y aunque asustaba un poco, ambos aceptaron que no tenían quejas por eso. Eso sí, pactaron el no hablar de su pasado amoroso por la paz de ambos, tal vez más por uno que por el otro, pero les funcionó y por eso podían disfrutar como si fuera su primer noviazgo, uno de ensueño. Aunque todo eso seguía en secreto, por eso la mayoría de sus encuentros se daban en tierra estadounidense, porque ahí tenían un poquito más de privacidad.

Casi.

 

—¿Taitita?

—¿Mijita? —Ecuador se quedó quieto al diferenciar a Pichincha frente a él. Sudó frío—. ¿Qué hace aquí, mijita?

—Cumpliendo con —miró al acompañante de su padre— una reunión que tú… —hizo una mueca antes de reír—. Santa madre bendita —señaló la mano entrelazada de su padre con otro country.

—¡No grites!

—¡Pero papi! —saltó suavemente, intentando contener su emoción.

—¡Callá! —soltó a USA para ir con su hija y sujetarle de los hombros—. Calla el hocico o te castigaré.

—Papi, estoy haciendo tu trabajo —rio divertida—, obvio no me vas a castigar —se inclinó hacia un lado para mirar al más alto quien agitó su mano en un saludo silencioso.

—Cierto —suspiró antes de echar su cabeza hacia atrás—, ta’ bien…, puedes preguntar.

—Tas bien mudote —susurró antes de reír entre dientes y colocarse delante de USA—. ¡Buenos días, futuro padre! —dijo divertida a pesar del cocorrón que le dio su padre.

—Your daughter already accepted me —(Tu hija ya me aceptó), rio divertido ante esa clara efusividad heredada.

—Pichincha, concéntrate mijita —regañó—, seguro que tenías trabajo que hacer.

—¡Cierto! —apretó su bolso antes de agitar su mano en despedida del gringo—. No te preocupes, yo me hago cargo de todo… Tú solo sé feliz.

—Apura —Ecuador empujó a su hija—, corre.

—¡Qué emoción! Ya tienes novio —los miró una vez más antes de despedirse con la mano y girarse.

—That was weird —(Eso fue raro).

—No —Ecuador miró el edificio donde su hija ingresó—, eso significa que debo chantajear a la guambra carcosa para que no les vaya a los demás con el chisme.

—Why?

—Porque los demás no reaccionarán tan bien como mi pequeña Pichincha.

—Why not?

—Eso es algo que no necesitas saber.

 

La razón era la misma por la que sus hermanos eran tan sobreprotectores, porque ya le habían hecho daño en el pasado y porque ya perdió algo importante, pero esa era una historia que Ecuador no quería recordar, es más, la borró de sus recuerdos a la fuerza porque no iba a sufrir en vano. Él solo quería ser feliz, darse una nueva oportunidad con la persona correcta, intentar seguir adelante a pesar de todo lo que pasó. Porque un país no tenía más opción que seguir a pesar de los problemas y las guerras.

 

—¿Qué haces? —se sorprendió cuando lo abrazaron.

—I don’t want to see you sad —(No quiero verte triste).

 

USA sonrió antes de inclinarse un poco para aferrarse de la cintura del tricolor y elevarlo en el aire, le dio un besito en la mejilla y después sintió los brazos del ecuatoriano rodearle el cuello en un abrazo más fuerte y necesitado. Se quedaron así un momento, en silencio, reconfortándose, hasta que el gringo decidió que un par de vueltas serían divertidas y el tricolor rio a carcajadas antes de patalear para que lo bajasen.

Se fueron a pasear por las calles comerciales después de eso.

No les importaba mucho a dónde fueran, siempre terminaban comiendo algo mientras caminaban sin rumbo fijo, charlando de cualquier cosa, o simplemente tomándose de la mano mientras contaban cuantos aviones se alzaban sobre sus cabezas. En ese punto todo el tiempo que podían pasarla juntos sabían aprovecharlo lo más posible para encontrar alguna cualidad extra sobre el otro.

 

—La junta es en dos semanas —sonrió divertido mientras terminaba de alistar su maleta—, nos veremos ahí, gringuito.

—But ours remains a secret —(Pero lo nuestro sigue siendo un secreto), se quejó entre lloriqueos falsos.

—Y seguirá así por un tiempo —guardó unos chocolates y dulces para sus guaguas, además de unos jaboncitos de rico aroma que halló en el hotel.

—Why?

—Aun no hablo con mis hermanos.

—I could do it —(Yo podría hacerlo).

—No —sintió escalofríos al imaginarlo—. Ya te dije que lo hago yo.

—I need you to kiss me —(Necesito que me beses), se recostó en la cama, resignado a esa negativa.

—No puedo perder el vuelo —rio entre diente antes de treparse sobre el gringo—, que te quede claro, darlincito.

 

USA rio divertido por la mofa a esa palabra en su idioma, pero no se quejó, sino que se abrazó al ecuatoriano para besarlo y poco después rodar por la cama en competencia por quedar encima del tricolor y besarle el cuello. Obviamente impidieron que dejara una marca, pero le gustaba jugar con eso, porque tentar a la suerte era interesante, mejor si era con su noviecito.

Tal vez por eso atacó a Ecuador en un pasillo antes de que entrasen a la reunión.

O tal vez por eso corrió el riesgo de ocupar el asiento detrás del pequeño tricolor solo para incomodarlo un poco con su magnífica presencia.

Le gustaba destacar, era cierto, pero más le gustaba alejar a posibles amenazas potenciales de su novio. Y no era paranoia o celos compulsivos, solo era precaución. Cosa acertada porque se dio cuenta de que no era el único en haber notado la belleza y el cuantioso valor de su pequeño Ecuador.

Lo había estado soportando bien durante muchas reuniones, manteniéndose al margen, peleándose como siempre con algunos latinos, fingiendo que no notaba la presencia del menor de los tricolores, pero muriéndose de ganas por estrecharlo entre sus brazos y llenarlo de besos. Sin embargo, en algún punto algo se salió de su absoluto control y era obvio que no iba a soportarlo.

 

—¿Cómo estás, pana?

—Not as good as you —(No tan bien como tú), India habló con un marcado acento, pero lo hizo despacio como siempre hacía para que el ecuatoriano lo entendiera.

—Me ha ido bien —sonrió divertido—, así que ésta vez yo te invito a un cafecito.

—It will be a pleasure, dear Ecuador —(Será un placer, querido Ecuador), sonrió antes de señalar la puerta y pasar su brazo por la media espalda del tricolor.

—Ahí nos vemos, ñaños. Les caigo después —agitó su mano en despedida.

 

Muchos ahí pensaron que el par de hermanos diría o haría algo por detener al ecuatoriano, es más, USA sonrió porque iba a ver a ese atrevido siendo alejado de su pequeño novio. Pero pasó algo diferente.

 

—Échale un ojo al chino —sonrió el colombiano mientras hacia una seña con su cabeza en aprobación—. Hágale pue, que tiene que volver para irnos a la casa.

—I will bring soon —(Lo traeré pronto).

—Marico, trata bien a mi hermano —fue lo único que dijo Venezuela antes de bostezar.

 

Sí, muchos ahí desconocían que Ecuador e India eran amigos desde hace algunos años, se reunían para hablar de negocios o tomarse un café, y que Colombia y Venezuela no consideraban al indio como amenaza porque éste ya tenía pareja por sus tierras.

Así que el problema llegó solo, porque USA no pudo controlar sus celos.

Se sintió humillado al ser solamente un secreto y limitarse a mirar de lejos, todo mientras otro country podía interactuar con Ecuador como si nada. Sintió su ira surgir desde su estómago y ascender hasta que sus oídos cimbraron, apretó los puños, olvidó donde estaba y lo que había prometido.

 

—Get away from my boyfriend! —(Aléjate de mi novio!).

—¿Tú qué? —Ecuador miró consternado al gringo.

—Boyfriend? —(¿Novio?), India miró a USA y después al tricolor.

 

 

Las cosas acaban de ponerse intensas.

 

 

 

Notas finales:

 

Krat se va a poner muy dramática porque mientras iba en el bus se armó una historia llena de detalles, lamento eso :’v

Por ahora solo les voy a dejar este capítulo flojo para poner todo en contexto XD

Chao bbs~

Krat los ama~

Besos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).