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SE TU SECRETO por Kirauchiha

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Notas del capitulo:

buenas

Ya estoy escribiendo el capitulo 4 

La segunda vez que Remus acudió con el hombre fue tres días después y un día antes de su transformación. Esta vez lo había citado en los invernaderos. Atravesó en mismo hechizo de protección, sus ojos, oídos y olfato era vendados. Y sucedió lo mismo.

Pero de una manera muy diferente. No fue directamente a su miembro, sino que esta vez dejo por completo su pecho desnudo. Remus se sintió terriblemente expuesto, pues tenía varias cicatrices que siempre intentaba ocultar, incluso de sus amigos, aunque sabía que las habían visto cuando se des transformara. Pero contrario a lo que creyó, el hombre repartió besos sobre su pecho. Empezando primero por su cuello, bajando lentamente por la clavícula, hacia sus pezones, empezó a recorrer con su lengua una de sus mas feas cicatrices sobre su pecho y a repartir mas besos de los que necesitaba. Y siguió con las cicatrices pequeña que se encontraban mas abajo hasta su vientre. Sintió los besos donde comenzaba el camino de vellos y un poco mas abajo. Remus guardo la respiración, sabía muy bien lo que se proponía. Casi podía olvidar el asco que sentía que un hombre desconocido que lo extorsionaba, para dar paso a la excitación. También sabia la razón por la que se sentía mucho mas excitado. La luna llena seria la siguiente noche y como un hombre lobo adolescente podía sucumbir ante sus deseos sexuales más oscuros.

Pero antes que el hombre pudiera tocar su miembro erecto con sus labios, se detuvo. Remus soltó el aire de los pulmones y cuando sintió que el hombre iba a besarlo, cerro nuevamente los labios.

-Muy bien Lobito. -deposito un suave beso en sus labios sellados- Espero que mañana todo vaya muy bien.

Cuando Remus regreso a su habitación todo estaba en oscuridad, aunque supuso que Sirius seguiría despierto, sin embargo, no se atrevió a preguntarle nada, y lo agradeció enormemente. Se tiro a su cama y por un momento quiso llevar su mano a su miembro aun semi erecto y continuar con lo que el hombre había comenzado. Pero en el último minuto se contuvo. No dejaría que aquel hombre le hiciera eso.

En algunas ocasiones el día de su transformación Remus no asistía a ninguna clase, los maestros conocían su condición y lo justificaban con que asistía a la enfermería. Pero Remus prefería evitar desaparecer por completo el día de luna llena, y amanecer al siguiente en la enfermería, temía que levantara demasiadas sospechas, pero ahora que lo pensaba, no había sido lo suficientemente precavido si el hombre de las cartas lo descubrió.

¿Pero cómo?

Era una de las tantas preguntas que Remus se hiso desde que recibió la primera carta. Por un principio pensó que lo había visto transformarse, pero sus amigos siempre cuidaban de que nadie se acercara lo suficiente a la casa de los gritos. Pensó también que lo había visto entrar por el hueco del sauce boxeador, pero entonces también habrían visto entrar a James, Sirius y Peter.

Pensó incluso que algún maestro había cometido algún error y lo hubiera delatado. O que Sirius había hecho de nuevo de las suyas y lo había expuesto nuevamente.

Y si, sus ideas más conspiradoras se dejaban llevar, pensaba incluso que el culpable era Severus. Era el único, además de sus amigos y profesores, que conocía su secreto. El año pasado, por alguna idea loca de Sirius, de la cual aún no lograba entender, lo había citado cerca del sauce boxeador donde lo vio convertirse en hombre lobo, y si no hubiera sido por James, muy seguramente lo hubiera matado. Remus tardo semanas en volver a dirigirle la palabra nuevamente a Sirius, pero por alguna razón extraña Severus se hiso su amigo, y prometió no revelar su secreto si Sirius lo dejaba en paz de una vez por todas. En ese momento Remus se sintió mucho mas en deuda con Severus, por culpa suya y de sus amigos, lo habían distanciado de Lili, también le había jugado bromas demasiado pesadas a lo largo de 6 años y casi lo asesinaba. Y por primera vez en mucho tiempo dejaron de meterse con él. Y Remus comenzó a acercarse cada vez más a él, primero con dudas sobre los trabajos, de pociones, hechizos o de cualquier cosa y para su sorpresa Severus no se alejó, se hicieron amigos. Por eso dudaba que Severus tuviera algo que ver con el remitente de las cartas, y, además sospecha que Dumbledore había hecho algo con Severus para que no pudiera hablar con nadie lo que descubrió, como algún tipo de juramento increblantable. Pero justo en esos momentos de pánico, miedo e incertidumbre sospechaba de Severus.

El día de su transformación Remus era un completo caos. No lograba encontrar respuesta a ninguna de sus dudas y ni siquiera podía actuar con normalidad, por lo que a regañadientes no asistió a las clases. Paso el día en la casa de los gritos, al atardecer sintió a James, Sirius y Peter en la casa, pero no entraron a la habitación. Remus supo que seria una de las peores transformaciones cuando la luna comenzó a salir.

 

Cuando Remus despertó no fue capaz de moverse. se dio cuenta que se encontraba en la enfermería y de todas las pociones que seguramente le habían puesto para calmar su dolor. Abrió los ojos, y distinguió primero a James, recostado sobre la silla, que al sentir sus movimientos se acercó.

- ¿Cómo te encuentras?

-Fatal. -respondió Remus y se dio cuenta que su voz estaba mucho mas ronca que en otras ocasiones- ¿Qué sucedió?

Algunas veces, gracias a las pociones que de vez en cuando tomaba para sus transformaciones, podía recordar algunas cosas de la noche anterior. pero no lograba recordar casi nada, mas que un intenso color rojo. y el silencio que invadió a James lo preocupo

- ¿James? Lastime a alguien

-Fue una transformación mas agresiva que las otras-confeso James, aunque trataba de quitarle importancia a sus palabras. -Fue un poquito difícil detenerte. Sirius esta descansando en la habitación. No fue nada grave. Ya sabes como es, siempre exagera en todo.

-Lo siento- fue lo único que se atrevió a decir Remus. Sabía muy bien que sus emociones como hombre afectaba de sobre manera a su hombre lobo, por eso siempre intentaba estar lo mas relajado posible.

entonces se fijo que James, se mordía los labios. había algo mas que no se atrevía a decir

-James. ¿Qué sucedió?

-Nada. Solo he estado pensando que estas ultimas semanas has estado realmente extraño y con lo que paso ayer, creo que no es normal y hay algo que aun no nos has contado. Sabes que puedes confiar en nosotros ¿verdad? No sabemos mucho de licantropía, pero, lograremos entender cualquier cosa que te pase.

Remus miro fijamente a James y nuevamente se sintió mas molesto consigo mismo, por no tener el valor de confiar en sus amigos.

-James… te agradezco enormemente y jamás podre pagarle a ninguno lo que han hecho por mí, pero lo que me sucede es solo asunto mío.

James abrió la boca, pero volvió a cerrarla casi de inmediato. Se dio cuenta que aunque Remus guardaba un enorme secreto no le contaría nada. era la misma mirada que había puesto antes que descubrían que era un hombre lobo

-Nada puede ser tan malo-soltó James. y pensó que nada podía ser peor que ser un hombre lobo- Y si así lo fuera, siempre estaremos de tu lado.

Remus asintió en silencio. Y pensó con amargura que nada podía ser tan malo que dejarse aprovechar por otro hombre. y no es que tuviera prejuicios con las parejas homosexuales, muy al contrario, le parecían personas valientes por aceptar aquello que les gustaba. incluso en el mundo mágico las relaciones entre personas del mismo sexo eran mucho más comunes. Pero se suponía que él era un hombre, y era un mago, y podía protegerse. y por eso se sentía impotente y débil. y sobre todo avergonzado.

James se despidió de él al anochecer, según le había informado, paso casi todo el día siguiente, en un estado casi de vegetal. Cuando su transformación termino James lo llevo a la enfermería, porque Remus no pudo estar consiente en ningún momento. y mas tarde Remus despertó con horrendo dolor que lo dejo de nuevo en la inconciencia. le enfermera tuvo que administrarle pociones mientras dormía. Remus no recordaba nada de eso.

Por eso, le pidió a la enfermera posion para dormir sin dueño. Al principio se negó, en su estado, con todos los cortes y mayugaduras era peligroso, pero al final después de que Remus casi se lo suplicara para no tener que despertar en medio de la noche, con la condición que solo la tomara si era sumamente necesario.

y a si lo hiso Remus. eran casi las 12 de la noche y no podía dormir, pero tampoco quería recurrir a la poción de sueño, sabía que a la larga era adictivas y peligrosas. ¿Pero que más podían hacer en ese momento? no podía dormir y su cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas a cada maldita pregunta de la cual no tenia solución. Así que, para no hacerla mas larga tomo la opción. si pensaba morir, que fuera de una vez por todas, y así todos sus problemas se solucionarían. De un solo trago tomo la mitad de la poción, sabia que con eso sería más que suficiente y que con eso dormiría por completo todo un día, pero no ya no le importaba, así que dio otro enorme trago. Sintió como sus ojos se empezaban a cerrar por si solos. Era una poción muy poderosa y tomar demasiado le trairia serias consecuencias.

¡Que más daba! Si ya no volvía a despertar seria mucho mejor para todos. Sus amigos ya no tendrían problemas oyendo sus quejas, sus familiares ya no tendrían que cargar con su responsabilidad, los maestros con su presencia, aquel hombre ya no volvería a molestarlo y él descansaría por fin.

Con su vista ya nublada, intento dar otro trago a la posion, pero justo en ese momento alguien le arrebató el frasco. Remus giro a ver la persona que se encontraba a su lado, pero antes de que pudiera enfocarlo, la persona coloco su mano sobre sus ojos impidiéndolo verlo.

-No te muevas-susurro y Remus creyó reconoce la voz, era el mismo hombre de las cartas. ¿A que se supone que había venido? ¿Pretendía aprovecharse de él en el estado en que se encontraba? - ¿Acaso estás loco? - Remus se estremeció. Aquel hombre había gritado- De verdad eres estúpido.

Remus no pudo decir nada porque de pronto sintió la magia del hombre fluir hacia su estomago y no pudo contener el vómito que salió casi disparado, desasiéndose de toda la pocion para dormir que ingirió. Aun así, la pocion ya había hecho el efecto esperado, estaba a punto de dormirse. Sin embargo, antes, el hombre coloco otro hechizo en él para detener las nauseas y desaparecer el mal sabor de boca. Lo ayudo a recostarse en la cama con mucho cuidado. Remus ya tenia los ojos cerrados cuando le quito la mano del rostro, intento abrirlo un poco para poder verlo, pero solo pudo distinguir su silueta. Y sintió las manos del hombre recorrer su rostro acariciando una pequeña y casi invisible cicatriz.  Y Remus ya no pude sentir nada más, calló completamente dormido.

oOoOo

 

-Rems… Remus

Remus abrió lo ojos casi de golpe, y los cerros al instante por la luz cegadora del sol. Reconoció las voces y se dio cuenta que se trataban de James, Sirius y Peter.

- ¿Cómo te encuentras? -pregunto tan pronto Sirius

-Estoy bien. -respondió Remus con voz mas gruesa de lo que se imaginaba

-Menos más, pero no te encontraras tan bien cuando la enfermera regrese-se burlo James, tratando de cambiar el ambiente pesado-Dice que tomaste demasiado de la poción para dormir.

James le extendió el franco que descansada sobre la pequeña mesita de noche. Remus vio el frasco casi completo. Si recodaba, había tomado de un trago casi toda la mita del líquido y después había tomado otro enorme sorbo, el frasco debería estar casi vacío. Y al contrario estaba casi lleno como si solo le hubiera dado uno o dos tragos.

Y de pronto recordó que el hombre del remitente había estado ahí. Remus casi se cae de la camilla al querer revisar el suelo, debería estar alguna marca del vomito, pero estaba completamente limpio, como si no huera dejado rastro. Y también la posion estaba casi completa. Entonces ¿Si se trataba de algún sueño? ¿Si Remus hubiera imaginado todo por tomas dos sorbos de la poción? tal vez era posible, porque la poción estaba completa, pero había sentido los dedos del hombre tocar su cara y entonces… no recordaba nada más. ¿Y si fuera un sueño o una alucinación?

-Remus ¿Estás bien?

-Si… ¿Qué hora es?

-Casi media tarde.

Entonces todo había sido un sueño. Si de verdad hubiera ingerido toda la pocion, jamás hubiera despertado, o si la hubiera vomitado habría despertado desde la mañana. Remus dejo salir el aire de sus pulmones, estaba mas tranquilo. Pero entones observo mejor a Sirius y volvió a sentirse terriblemente mal. Sirius tenía rasguños y golpes por todo el cuerpo. Su transformación había sido mucho mas violenta de lo que imaginaba

-De verdad lo siento mucho Sirius-murmuro cabizbajo

-Esto-dijo Sirius apuntándose así mismo- No es nada. La mayoría de las heridas me las hice yo, y si soy honesto te hice enfadar un poco. Creía que transformado podíamos saber qué es lo que te pasa, pero descubrimos que no

-De verdad lo lamento mucho, a todos. Lo que sucede…- Remus estuvo tentado a decirles la verdad, pero no podía. Aun si podía pasar por alto la vergüenza que sentía que un hombre le hiciera aquello, pero no podía arriesgarse a que el remitente descubriera su secreto a todos y tuviera que ser expulsado de Hogwarts. No soportaría apartarse de sus amigos, de sus estudios y de todo el mundo mágico como lo conocía. -Como hombre lobo, algunas de las trasformaciones a mi edad son difíciles, digamos que se forma el carácter del licántropo por eso, he estado apartado de ustedes para que no influyeran en mi personalidad. Si yo les hubiera dicho esto no, no se hubieran arriesgado tanto. Lo siento

Era una verdad a medias. Y una mentira muy convincente para alejarse de sus amigos al menos los siguientes meses. no se sentía tan mal, pues lo hombre lobos si eran influenciados a una corta edad, tal vez hasta lo 12 años y solo podían ser influenciados por hombre lobos mayores. Esperaba que ninguno de sus amigos conociera esa información.

después de que la enfermera llegara y regañara de manera exagerada a Remus, los 4 regresaron a su habitación. Por un momento Remus se olvide de su gran problema, entre bromas y juegos todo parecía de manera normal, pero en el fondo Remus estaba ansioso, sabia que siguiente carta llegaría pronto

 

oOoOo

Pero la carta no llego tan pronto. Remus espero la carta al día siguiente y a los dos días después, al igual que la anterior carta, pero ninguna apareció. Solo su corazón se aceleraba cuando por las mañanas las lechuzas dejaban el correo y Remus recibió cartas preocupadas de su madre, que muy gentilmente respondía. Ya se había recuperado del todo y fue solo hasta que paso una semana Remus tuvo una nueva carta.

Pero esta vez no fue por el correo de las mañanas. Una lechuza de la escuela lo esperaba en la ventana de la habitación de la torre. Remus pudo sentir la ansiedad comerle desde adentro, tomo las cartas con sus manos temblorosas. Lo esperaba nuevamente, pero esta vez en la torre de astronomía a las 11 am. Remus pensó que la hora era demasiado temprano, pero nadie sospecharía de él por ser prefecto, pero y el remitente ¿Tendrá alguna forma de pasar desapercibido?

Casi a las 10 Remus se despidió de sus amigos que estaban en la habitación platicando mucho antes de dormir realmente. Sabia que si espera hasta las 11 en punto seria mucho mas sospechoso. Por lo que aseguro que se encontraba bien y sin sueño por lo que daría una última vuelta a su guardia y regresaría a dormir. le dolió un poco ver la preocupación en la cara de sus amigos, pero no tenía opción.

cuando atravesó el hechizo de protección se quedo paralizado. Si, tenia miedo. la ultima vez el hombre casi había hecho… pero eso no lo aterraba sino su propio cuerpo. ¿Y si le gustaba? ¿Y si quería más? ¿Y si no podía resistirse?

Subió las escaleras casi como si fuera una tortura. Y cuando llego a la torre se encontró con las ventanas de la explanada abiertas y el cielo iluminado por un millón de estrelles. Remus quedo embobado. Era una de las vistas más bonitas que había visto en su vida. entonces sintió la punta de la varita en su nuca.

-observa bien- dijo el hombre y tras unos momentos Remus no vio mas que el cielo iluminado de estrellas. entonces todo se oscureció, su olfato y oído fueron alterados.

la mano del hombre tomo la suyo y lo guio hasta un lugar donde pudo sentarse. entonces comenzó a recorrerle todo el cuerpo, se deshizo de la túnica y la camisa dejándolo expuesto. Acaricio con sus manos su piel expuesta muy lento, como si buscara algo en su piel. Le recorrido las viejas cicatrices y se detuvo en algunas nuevas, le dolían, pero el toque suave en su piel era como si reconfortara. después de unos minutos sintió la cabeza del hombre sobre su hombro. Sintió el cosquilleo de los cabellos sobre su rostro, su nariz y su pecho, y el aroma era tan dulce y embriagador que, si no fuera por el estúpido hechizo, lo podría identificar en cuanto lo oliera.

-Remus…-susurro el hombre. Y Remus lo sintió aproximarse a su boca, he instintivamente cerro sus labios. – Abre la boca-pidió, pero Remus ni siquiera ni siquiera se movió- Remus…

Pasaron unos segundos en los que Remus sostuvo su decisión. Sintió al hombre levantarse, lo tomo por los hombros y giro su cuerpo haciendo que su pecho y su cara quedara pagados hacia lo que creía era un escritorio o alguna banca.

-Bien. Si así lo quieres. -dijo. Las manos del hombre que antes había acariciado gentilmente sus cicatrices ahora peleaban con la cremallera de su pantalón. hasta desasearse de él y bajar por completo su pantalón y ropa interior. Remus respingo al sentir el frio viento que entraba por la terraza. y las manos comenzaron a tomas con durase su trasero. Remus quiso incorporarse, pero una de las manos de hombre tomo las suyas sujetándolas por encima de su cabeza.

Y entonces el hombre se colocó justo detrás de él, pagándose por completo. Sintió la dureza del miembro del hombre restregarse en su piel. Y Remus ahogo un sollozo, tenia terror de lo que pudiera hacerle.

- ¿Y bien? – volvió a preguntarle el hombre que ahora se recargaba sobre su espalda para susurrarle al oído.

Remus volvió a guardar silencio. Sabía lo que significaba, pero no se rompería bajo ese hombre.

El vaivén de las caderas del hombre empezó y Remus apretó sus puños presos lo mas fuerte que pudo. A pesar de estar atrapado entre la tela, el miembro erecto del hombre frotaba demasiado fuerte por su entrada.

-Basta…-susurro Remus preso del miedo- Por favor…

- ¿Por favor que…? -se burlo

-Detente

- ¿Te abrirás ante mi si lo hago? -la mano que sujetaban sus brazos lo soltaron, para dirigirse a su trasero y abrir sus piernas.

Remus sollozo. No, no lo haría. Jamás le daría el gusto a ese hombre. escucho ruidos extraños y supo que el hombre se había deshizo de su propio pantalón. Y al sentir piel con piel, se sintió más expuesto. Sentía asco, el miembro caliente y pegajoso del hombre se restregaba entre sus glúteos rozando poco y cada vez más en su entrada. Remus apretó con fuerza la horilla de la madera en la que se encontraba recostado, y aunque no podía ver nada, cerro los ojos fuertemente.

El hombre dedico un beso en la nuca del Remus y entonces se detuvo. se separo de él y me marcho.

Remus se quedo completamente quieto mientras su respiración se regularizaba. Después se hiso un ovillo en el suelo tomando con fuerza su ropa. No quería abrir sus ojos y descubrir que es lo que el hombre había hecho con su cuerpo. como pudo, se vistió nuevamente y al abrir los ojos descubrió que las ventanas de la torre fueron cerradas, ya no había un cielo estrellado. Así se sentía Remus. Su vida era oscura con la maldición de ser un hombre lobo, pero tenía estrellas que iluminaban su vida, y eran sus padres, sus amigos, su vida en Hogwarts y ahora todo era oscuridad.

Se seco las lágrimas del rostro, y se coloco un hechizo glamur, no quería encontrarse con alguien en el pasillo y que lo viera en un estado tan deplorable. Así que iría directo a su torre y directo a su cama.

cuando regreso a su torre común, aun había luz en su habitación. Remus supuso que sus amigos habían decidido desvelarse y jugar un poco, por lo que respiro profundamente para tranquilizarse.

Al abrir la puerta se encontró con todos ellos despiertos, su semblante se volvió serio al verlo

-Rems… ¿En dónde estabas?

-No podía dormir y…

-Basta de eso- rugió Sirius-Encontramos esto.

Sirius tenia en sus manos la segunda carta que le habían enviado.

Notas finales:

Espero y les guste 


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