Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Plan conquistar. por 1827kratSN

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Caminar, leer un libro, cortar madera, entretenerse en un taller para aprender algo nuevo, explorar los bosques alejados de los pueblos, cuidar de animalitos que hallaba en su camino, disfrutar de los atardeceres acompañado con una taza de chocolate caliente. Eran los pasatiempos de Canadá, simples hobbies que no tenían algo especial. Era simplemente tradicional.

 

—You don't want to go out with them? —(¿No quieres salir con ellos?), comentó separándose un poco de la espalda ajena.

—Nah —bostezó un poco antes de acomodarse entre los brazos de su maplecito—, prefiero quedarme aquí…, calientito…, y que me apapaches.

 

Canadá sonrió sutilmente mientras envolvía la cintura del mexicano y pegaba su pecho a la espalda del mismo, suspirando suavemente mientras acomodaba su quijada en aquel hombro. Dejó que la manta con la que se cubrían fuera acomodada para que los rodeara por completo y no sintieran frío, se fijó en la televisión encendida a bajo volumen y el calor de la chimenea. Hacía frío porque estaban en las tierras del norte de su territorio, resguardados en una cabaña perdida entre vegetación y caminos borrosos.

Pero no estaba tranquilo.

México había recibido una invitación para salir con los latinos, escuchó las muchas notificaciones que llegaron en medio de la algarabía de todos ellos, vio a México responderles y después se quedaron en silencio. Tendría que estar disfrutando de aquel instante, sintiéndose dichoso de haber sido escogido antes que al resto, pero no era así. Tenía miedo. Se aferró un poco más al cuerpo del mexicano, cerrando sus ojos, mordiéndose el interior de su mejilla en un acto ansioso.

 

—You should go —(Deberías ir), susurró.

—Hum —hizo una mueca y abrió sus ojos—. No.

—Are you sure? —(¿Estás seguro?)

—Sí —acarició las manos que se posaban en su pancita—, prefiero quedarme contigo.

 

Sus monstruos internos resurgieron, sus dudas se amontonaron, y era su propia voz la que le susurraba que eso no estaba bien, que jamás sería lo correcto. Era tan aterrador saber que así empezaron las cosas en otras ocasiones, que tiene recuerdos parecidos y que jamás terminaba bien. Tenía miedo de volver a ese día…

 

—A menos que me quieras correr de aquí —México elevó su mirada—, ¿maple?

—I would not… do that —(Yo no… haría eso).

—¿Estás bien? —se sentó casi de inmediato al notar un aura llena de tristeza—. Maplecito, ¿te pasa algo malo?

—¿Eh? —sostuvo su pecho con disimulo—. No, why do you ask? —(No, ¿por qué preguntas?)

—¿Seguro?

—Yes.

 

Todos necesitaban tener sus propios secretos, por eso México no insistió en el tema, pero sí se abrazó a Canadá y le repartió cuantos besos fueran necesarios para que dejara de verse tan triste y le brindara una de esas hermosas sonrisas. Le acarició esas mejillas rojizas, mordió el labio inferior que a veces parecía más marcado que el superior, y rio bajito ante la suave queja dada por la agresión. Adoraba a su maplecito, tanto que hasta soñaba con él cuando se hallaban lejos el uno del otro.

 

—Will you kiss me a little more, please? —(¿Me besas un poco más, por favor?)

—Hasta que se nos olvide que no hemos almorzado —rio sobre los labios ajenos.

—It’s true —(Es cierto), respondió a los besos mariposas entre risitas.

—¿Tienes hambre?

—Yes —le dio un beso más largo, tierno y lento, sujetándolo de la cintura y apretándolo un poquito—, and my belly sounds —(y me suena la barriga), enrojeció un poquito por la vergüenza.

—Ya te oí, pero no quise decirlo —terminó riéndose.

 

Estaban en su paraíso de ensueño, en su lugar favorito, en su nube de algodón hipoalergénico.

Que dicha era esa que los acunaba, México lo disfrutaba desde lo más profundo de su agrietado corazón, Canadá lo apreciaba como un tesoro invaluable y muy frágil.  Eran felices de esa forma, con pequeños tropiezos, pero con mucho deseo por levantarse y seguir juntos… Como aquella vez cuando ambos resbalaron en el hielo y tuvieron que trabajar en equipo para salir de esa trampa dolorosa y helada.

Hermoso.

Simplemente perfecto.

 

—Wow, you are no longer ashamed to get together —(Vaya que a ustedes ya no les da pena llegar juntos), ONU los miraba seriamente, como analizándolos—, eso es bueno.

—Creí que nos iba a regañar —susurró México hacia Canadá.

—I too —(Yo también).

—I can hear you —(Los puedo escuchar), suspiró al verlos tensarse—, and I wasn't going to scold you, why would I do it? —(y no los iba a regañar, ¿por qué lo haría?)

—No sé —el tricolor hizo una mueca—, como siempre me regaña, ya hasta se me hizo raro que no lo hiciera.

—That's because you're late, but lately that hasn't happened —(Eso es porque llegas tarde, pero últimamente eso no ha pasado), la organización miró al canadiense—, and I guess it's because of you —(y supongo que es por ti).

—Yo por mi maplecito me despierto bien tempranito —se tocó el pecho, orgulloso de su accionar.

—We meet at the airport from the morning —(Nos encontramos en el aeropuerto desde la mañana), Canadá rio bajito—, and we walk for a while until it is time for the meeting —(y paseamos un rato hasta que sea hora de la reunión).

—That is good. I hope you continue to influence Mexico in a good way —(Eso es bueno. Espero sigas influyendo de buena forma a México), le sonrió al bicolor.

 

Pláticas raras que se daban cuando tenían tiempo hasta que todos tomaran su lugar en el gran salón, encuentros momentáneos e inesperados, pequeños espacios que disfrutar mientras se hallaban tomados de las manos o escogían un lugar. Sin miedo de mostrar cariño con simples roces de sus manos, sin besarse porque era una forma de respetar el espacio donde se hallaban para asuntos serios, sin desear incomodar a los que los rodeaban, guardándose las meloserías para cuando se dictara el final de la reunión y huyeran como en una telenovela —eran ideas de México, Canadá se divertía al seguirle el juego—.

Pero a veces charlar con ajenos era inevitable.

Eso pasaba cuando no coincidían en las reuniones, pero solían encontrarse después de las mismas.

 

—Mexico, how strange to see you here —(México, qué raro verte por aquí).

—Oh —miró al country por unos momentos—, hum… ¡hola, tú…, wey!

—You don't remember my name, right? —(No recuerdas mi nombre, ¿verdad?), rio divertido.

—La neta, no —habló con incomodidad.

—I’m Letonia —(Soy Letonia).

—Ah, sí…, lo siento, la neta son muchos allá en Europa y se me olvidan.

—Do you wait for Canada to leave his meeting? —(¿Esperas a que Canadá salga de su reunión?), sonrió.

—Sí, y ¿tú como sabes eso?

—It's hard not to know that you two are boyfriends —(Es difícil no saber que ustedes dos son novios), elevó sus hombros—. Do you want some company? —(¿quieres un poco de compañía?)

 

Terminó aceptando porque de verdad esperar no era lo suyo, prefería evitar el aburrimiento y conversar con el chico europeo. Aunque se arrepintió poco después.

Resultaba que, en medio de su plática, mientras se comían algo llamado souvlaki —carne y verdura, delicioso, pero le faltaba salsa—, Letonia comentó que esperaba a Alemania por unos negocios, cosa común. Lo que no fue común llegó después de ya un rato haciendo bromas sobre la altura de Rusia y de la idiotez de USA, México casi se atora cuando se enteró que Letonia era el ex de su maplecito.

Se puso incómodo después de eso.

No fue fácil sentir que aquella persona le arrebató un tiempo preciado con su maplecito, que conocía más detalles o que disfrutó de verlo sonreír como en la actualidad él lo hacía, mucho menos fue agradable pensar siquiera en la posibilidad de que su maplecito y el tal Letonia se hubiesen… dado cariño adulto. ¡No! ¡No quería ni pensarlo! Hasta pensó en preguntar, pero mejor se calló porque esa información tal vez incrementaría sus celos y envidia a un nivel en que mandaría todo a la verga y…

 

—He wasn't very... demonstrative when we were dating —(Él no era muy… demostrativo cuando éramos novios), la sonrisa avergonzada de Letonia le pareció horrible—. I was surprised when I saw them enter holding hands ... and let's say that the kiss that Canada gave you was something everyone commented on for a while —(Me sorprendí cuando los vi ingresar tomados de la mano…, y digamos que el beso que Canadá te dio fue algo que todos comentaron por un tiempo).

—¿En serio? —no quería ser grosero, pero quería mandarlo a la chingada.

—You must love him very much —(Debes amarlo mucho).

 

¿Amarlo? ¡Claro que lo amaba! Se babeaba por ese poste canadiense, quería darle el cielo y las estrellas, cuidarlo como a una escultura de cristal, deseaba protegerlo de cualquier mal y verlo sonreír cada día de su vida. Quería que fuera solo de él y por eso estaba tan de malas al saber que ese europeo ya se chingó a su maplecito y que…

 

—Canada can be very boring and too accommodating, so try… —(Canadá puede ser muy aburrido y demasiado complaciente, así que trata de…)

 

México no pudo contenerse, agarró a Letonia de la camisa y lo zarandeó un par de veces antes de acercarlo a su rostro. Ese vato se había pasado de vergas y había dicho que su maplecito era aburrido. ¡Aburrido!

 

—Repítelo —le amenazó con una simple mirada—, atrévete, a la verga.

—Hey, you hurt me —(Oye, me lastimas), forcejeó—, what's wrong? —(¿qué te pasa?)

—No voy a permitir que insultes a mi maplecito.

—Insult him? —(¿Insultarlo?), hizo una mueca—. I'm just telling the truth... and you'll find out soon. You will lose the charm and I just want you not to get too excited or hurt him in the end —(Solo estoy diciendo la verdad… y te darás cuenta pronto. Perderá el encanto y solo quiero que no lo ilusiones demasiado o le hagas daño al final).

—¿Perder qué? —lo soltó tras empujarlo con fuerza—. ¡Si Canadá es la cosa más encantadora del puto mundo! —ya no estaba escuchando todo, solo captaba las partes negativas

—Don't you think ... boring? —(¿No te parece… aburrido?)

—Me vale lo que pienses, pinche pendejo —agitó sus manos en el aire—. Canadá es especial en muchos sentidos pa’que sepas. Cada día descubro una nueva faceta, me enamoro cada mañana de su sonrisa, o me doy cuenta de que trata de hacer figuritas con los panquecitos para sorprenderme.

—Hey, calm down —(Oye, tranquilo).

—No me importa si es solo quedarme con él en su sala, sin hacer nada, o si al día siguiente vamos a seguir rastros de un lobo en medio del bosque. Todo es interesante si Canadá es quien está a mi lado, incluso en mis propias tierras y haciendo lo de siempre, me divierto. ¡Jamás es aburrido!

—Wow… Yes, you are in love —(Sí que estás enamorado).

—¡Me encanta! —perdió los estribos—. ¡Lo adoro! ¡Cada cosa en su pecosa existencia me fascina!

—Have you seen her freckles?! —(¡¿Ya viste sus pecas?!), separó sus labios en sorpresa— I took a long time to… —(Yo me tardé mucho en…)

—Ahora sí te parto tu madre —se recogió su manga—. A ver si con un putazo se te borra la memoria, cabrón.

—Hey, I don't want to fight, just… —(Ey, no quiero pelear, solo…)

—¡Cierra la puta boca!

 

No sabía si se encabronó más por lo de “aburrido” hacia su maplecito, o si fueron los celos, pero terminó persiguiendo a Letonia por la plaza sin querer escuchar palabra alguna del pendejo ese, al menos hasta que tres personas llegaron a detener su intento de homicidio. Aunque cierto chaparro no ayudó, por el contrario, solo metió leña al fuego para filmar todo mientras se reía.

 

—Uh, que vales verga dice.

—Es to neteicu! —(¡No dije eso!)

—Chuta, México, yo de ti si le saco la pucta.

 

Pero al final todo terminó bien, en paz, porque después de matar energías, y que Letonia se disculpara porque jamás quiso sonar ofensivo, sino que solo daba uno de sus puntos de vista —cosa que México no se creyó—, las cosas se terminaron. Aunque cabe decir que México se abrazó a Canadá para que éste tuviera la mínima interacción con el europeo, y de paso miró feo a Letonia hasta que se fue después de una rápida despedida.

 

—No deberías llevarte bien con uno de tus ex, maplecito.

—Why? —(¿Por qué?), preguntó confundido—. He isn’t a bad person —(Él no es una mala persona).

—Ta’madre —suspiró antes de mirar al cielo—, ¿por qué tienes que ser así de amable?

—Well… I don’t know —(Pues… no lo sé), rio bajito.

 

Aunque debía reconocerle algo a Letonia, porque ese europeo supo advertirle que al parecer Canadá era el crush de otros países —cosa obvia, porque su maplecito era un ángel encantador—, así que tenía que tomar precauciones por si acaso, empezando por el poste ruso porque era la más grande amenaza… Se reiría después de eso, por ahora tenía que ser serio.

Tenía que hacerle saber a Canadá que lo amaba devotamente y que jamás creería que era aburrido, cosa que al parecer Canadá sí creía, lo descubrió por casualidad, cuando sin querer escuchó a su maplecito hablar con el gringo sobre el tema. Le agradeció de sobremanera a la gordis porque aquella vez actuó como un buen hermano y negó aquella posibilidad, hasta hizo que Canadá terminara riendo y animado de nuevo.

 

—Sorry this —(Lamento esto), señaló el carrito del supermercado—. I didn't remember that my pantry was almost empty —(No recordé que mi despensa estaba casi vacía).

—No te preocupes, maplecito —sonrió mientras caminaba a su lado.

—You could stay at home —(Pudiste quedarte en casa), sonrió, pero era obvio que se forzó a hacerlo—. I don't want you to get bored while… —(No quiero que te aburras mientras…)

—Ey, ey —detuvo a Canadá, le sostuvo de la mano y le acarició la mejilla para que se mirasen—, qué dices —sonrió—. Mientras esté a tu lado, siempre me divierto.

 

No parecía ser mucho, fue una frase cualquiera, pero México presenció como un suave brillo en la mirada azulada de Canadá se encendía hasta que resplandeció con dulzura. Estaba seguro de que no se cansaría de repetirle a Canadá que no era aburrido, por el contrario, era un pequeño mundo que descubrir cada día. Maldecía a Letonia que fue capaz de crear tal inseguridad en su maplecito, porque tal falacia jamás debió ser dicha.

 

—What do you do? —(¿Qué haces?)

—Te endulzo la vida —derramó un poquito de miel en el dedo índice de Canadá—. Pruébalo.

—But we haven't paid for that yet —(Pero aún no hemos pagado por eso), miró su dedo y después la botella abierta.

—Nadie se va a enterar —susurró antes de tapar la botella y colocarla de nuevo en el aparador.

—We must buy it —(Debemos comprarla).

—No, no debemos.

—But… —(Pero…)

—Este será nuestro primer crimen en pareja, maplecito —empujó a Canadá—. ¡Corre! Tenemos que irnos cuanto antes.

—But, Mexique —(Pero, México).

—Actúa normal, maple —le susurró sin dejar de empujarlo—. Paguemos lo del carrito y fuguémonos.

—You’re crazy —(Estás loco), rio divertido.

—Pero por ti, baby —le guiñó un ojo.

—Y yo por ti.

 

No había duda que jamás se aburría si estaba con Canadá.

 

 

 

Notas finales:

 

Vaya, que hice algo raro, pero we. La idea se la hizo para compensar un pequeño drabble que andaba publicando en el grupo CanMex de Facebook, es que esa cosa estaba bien sad, y no quiero estar sad alv.

Krat los ama~

Besitos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).