—Qué huevada —refunfuñó mientras golpeaba el agua que acumuló en la tina—. Hasta parece que Vene está detrás de esto.
Siguió quejándose mientras gastaba el tiempo en la bañera, porque le gustaba esa bañera, hasta podía quedarse dormido ahí, pero tal vez se ahogaría, así que no era buena idea. Estaba de malhumor, y ni jugar con su cabello mojado frente al espejo le animó, y eso ya era mucho.
¿A quién no le animaba creerse Saiyajin?
Pero debían entenderlo.
¡Le cortaron las ganas!
—Ecu…
—¡Vete a la verga!
El rostro sorprendido de Australia fue un cuadro muy chistoso, por eso no soportó y terminó riéndose. Ecuador no podía enojarse con el chico sombrerito de explorador de película gringa, por eso respiró profundo e intentó olvidarse de su frustración para sonreírle. Hasta se quitó la capucha de su buzo y destensó sus hombros.
—Es bueno verte, panita.
—Are you not angry anymore? —(¿Ya no estás enojado?)
—Ñe —se encogió de hombros—, me han hecho peores.
—Seriously? —(¿En serio?)
—¿Si conoces a mi ñaño Colombia?
—Oh —asintió un par de veces—. And what did he do to you? —(¿y qué te hizo?)
—No voy a entrar en detalles —suspiró—, mejor dime qué pasó con Lucy.
—Is beautiful! —(¡Está hermosa!), sonrió animado—. Do you want to see her? —(¿quieres verla?)
—¡Claro! —miró al chico y después a su alrededor—, ¿dónde está?
—Here —(Aquí), señaló su sombrero y se lo quitó para mostrarla—. Oh, no.
—AAAHHH… ¡AUSTRALIA! —esa voz alterada venía del segundo piso—. WHAT DID I TELL YOU TO BRING YOUR ANIMALS WITHOUT CAGE?! —(¡¿QUÉ TE DIJE DE TRAER TUS ANIMALES SIN JAULA?!)
Ecuador estalló en carcajadas junto con Australia porque seguían escuchando las quejas de USA, y solo cuando les dolió el estómago tuvieron la decencia de subir al segundo piso y ver qué sucedía. Obviamente USA se hallaba encima del inodoro, señalando a una esquina donde la no tan pequeña Lucy reposaba mientras movía dos de sus ocho patitas peludas.
—Ni pica —murmuró Ecuador.
—Honey, don't talk like Mexico —(Cariño, no hables como México).
—Pero me gustan sus palabrotas.
—Honey! —(¡Cariño!)
—Ya, ya, entendí.
Ecuador pensaba que USA era un exagerado. Lucy solo era una arañita enorme de largas patitas que comía insectos, aunque acepta que no había visto una tan grande y que se asustó al conocerla, pero eso fue hace tiempo, así que actualmente le tenía hasta cariño porque Australia hablaba de Lucy con tanta adoración que hasta se le contagió.
El asunto se terminó cuando Australia tomó a Lucy entre sus manos, todo mientras USA se aferraba a Ecuador en modo de consuelo y/o protección. Fue un momento un poco incómodo porque allí estaban, los tres, una pareja un poco melosa y un fanático de los animales que le hacía cariñitos a la arañita que se caminaba por su brazo.
En total eran dos parejas, pero de eso nadie se enteró porque la broma se la hizo Ecuador en su cabecita.
—Let's go, Lucy, they don't know how to appreciate your beauty —(Vámonos, Lucy, no saben apreciar tu belleza), se defendió Australia girando su rostro lejos de USA y saliendo.
—Ya no hay araña —el tricolor acarició las manos que le rodeaban el pecho—, puedes terminar de bañarte.
—I think I have a better idea —(Creo que tengo una mejor idea), susurró antes de apretar un poco más su abrazo y besar el cuello expuesto de Ecuador.
—No —se alejó lo que pudo—. Ni creas.
—Let's take a shower together —(Tomemos una ducha juntos).
—No —empujó el rostro del americano lejos del suyo—. Ya ni inspiración tengo, además tu ñaño está aquí.
—Bien —suspiró antes de soltarlo.
Ecuador bostezó al llegar con Australia, se acomodó junto a este, preguntándole sobre su vida y planificando lo que harían para pasar el rato. Aunque mucho no terminaron de contarse porque se trasladaron a la cocina para asaltar las reservas de golosinas de USA, jugaron con las patitas de Lucy, Australia le reveló que también cargaba una pequeña serpiente entre su ropa, una bebita apenas y a la que cuidaba porque iba a dejarla en manos de un experto porque parecía tener un tumor o algo así.
Ni se dieron cuenta que USA los miraba feo porque lo estaban ignorando.
Bueno, Ecuador no se dio cuenta, Australia era otro caso, porque él intentó acaparar toda la atención del menor de los tricolores como simple juego para molestar a su hermano. Motivos tenía, obviamente, porque estuvo esperando por una hora en el aeropuerto y USA jamás llegó a recogerlo, aunque fue él mismo quien se ofreció. Oh sí, líos de hermanos jamás se terminaban, era el encanto familiar. Así que mientras el día transcurriera, le iba a cortar a USA todo plan que incluyera a baby Ecuador en él.
—Acuario —Ecuador se encantó con la idea—. ¿En serio hay uno cerca?
—Yes —Australia rio bajito—, If you want, let's go —(si quieres, vamos).
—A de ser —sus ojos brillaron—. Quiero ir a uno de esos —se volteó hacia el americano—, ¿vamos?
—Of course, dear —(Claro, cariño).
—¡Sí, carajo! —festejó antes de saltar de su silla—. Ya vengo.
Si las miradas mataran, Australia ya estuviera bajo tierra y USA tendría la marca de dos colmillos venenosos, pero no, así que se aguantaron mutuamente por el bien de esa felicidad casi angelical que el tricolor tenía mientras preparaba su cámara digital y su celular. Por él eran capaces de tolerarse bastante bien, o fingir que lo hacían, mientras que peleaban a manotazos y empujones cuando Ecuador se giraba o no les ponía atención.
Era la guerra.
Y Ecuador era el que se beneficiaba de eso, porque no era idiota y sabía lo que pasaba a sus espaldas. Reía internamente cada que pedía un capricho y había dos shunshos que competían para cumplirlo. Nadie le iba a amargar ese día, obviamente, o si no debían preguntarle a su batido de fresa que bebía haciendo ruiditos por un popote metálico, su peluche de delfín, su gorrito de cartón en forma de ballena, los varios recuerdos guardados en la maleta que cargaba USA, y la excelente vista que tenía porque estaba sobre hombros del australiano.
—Lo ves, Lucy —hablaba con la araña que estaba en su hombro—, te dije que sí veríamos a esos peces de aquí arriba —golpeó suavemente el cristal con su dedo.
Le habían querido hacer shunsho a quien se crió con tres hermanos, dos de ellos muy sobreprotectores y el otro muy competitivo por atención. Obvio su casa fue un caos cuando su padre aún vivía, y siguió siéndolo tiempo después, por eso sabía perfectamente cómo sacarles provecho a esas situaciones algo animadas. Su padre y madre estarían orgullosos si lo vieran en ese momento, porque tenía a dos países de primer mundo peleándose por su aprobación.
Fresco.
Con eso ya compensó su malhumor de la mañana.
Y si se iban a ese restaurante donde le servían helado en una piña, estaría pepa.
Lamentablemente todo no le podía salir bien, así que terminaron en un restaurante de comida rápida porque USA ganó en el “piedra, papel y tijera”. Pero tampoco estaba mal, el sabor del pollo crispy en tierra gringa era diferente al que había en su casa. Él y su tortuguita de plástico quedaron satisfechos con el día que tuvieron y por eso dejó de explotar al par de hermanos, quienes parecían más calmados debido a que mataron todas sus energías en esas largas horas.
—Movies —(Películas), añadió Australia con una sonrisa.
—Yey~ —el más pequeño dio un leve salto—, yo escojo la primera.
—¿Pizza? —USA se resignó a que esa noche no dormiría abrazado a su novio, sino que se desvelaría igual que los otros dos—. Any special ingredients? —(¿Algún ingrediente en especial?)
—Tocino —sonrió Ecuador mientras seleccionaba una película de Disney.
—Olives —(Aceitunas), segundó Australia, quien dejaba a Lucy en una pequeña cajita y empezaba a colocar algunos insectos para alimentarla.
—Okey —suspiró.
Ecuador se sentó en el centro del amplio sofá, eligiendo los pedazos de pizza que no tenían aceitunas, disfrutando de “Pocahontas”, con dos postes cansados durmiendo sobre sus hombros. Sí, terminó bastante bien. Por eso se escapó y trajo unas almohadas para hacer una especie de muro entre esos dos y les cubrió con unas mantas. Apagó las luces y él se fue a descansar en la amplia cama de USA, porque obvio, no podía cargar a esos dos postes, así que se aguantaban.
Regresó solo a tomarles una foto.
Y volvió a tomarles otra en la mañana, cuando cada uno abrazaba a una almohada y babeaba.
Fue divertido, lo admitía.
—Well, I will continue my way —(Bueno, seguiré mi camino), Australia hizo drama, Ecuador se estaba aguantando la risa—. Maybe I go with Canada... or I stay alone to go to the vet and... —(Tal vez vaya con Canadá… o me quede solito para ir con el veterinario y…)
—Go away —(Ya vete).
—Te quiere —sonrió Ecuador antes de golpear el costado de USA.
Australia rio bajito y USA rodó los ojos, así eran los hermanos, qué más daba. Así que Ecuador solo verificó que Lucy y la pequeña serpiente estuvieran con Australia, antes de respirar tranquilo y desearle buen viaje al otro gringo que hablaba muy rápido y a veces no le entendía bien.
— I have to do something before I leave —(Tengo que hacer algo antes de irme).
—You already did a lot —(Ya hiciste mucho), USA hizo una mueca.
—¿Qué cosa? —el tricolor miró al australiano con curiosidad.
—Since my brother —(Puesto que mi hermano), le palmeó el hombro al de cincuenta estrellitas— went ahead of me… —(se me adelantó…)
—¿Adelantar? —Ecuador elevó una ceja.
—I need revenge —(Necesito vengarme), elevó sus hombros con resignación.
—Oye, ¿qué le hiciste a tu ñaño? —Ecuador susurró hacia USA.
Pero Ecuador no pudo decir más porque el australiano sujetó sus mejillas y le plantó un beso que casi es impedido por el sombrero duro del australiano. A más de eso, la mano libre del señor animalista apartó a USA lo suficiente para que no impidiera su acción. En menos de cinco segundos se había formado el inicio de otra pelea.
Jueputa, un beso descarado.
Y enfrente del novio.
Se iba a armar la grande.
—Ja… Perfect.
Australia estaba bien, bien, bien muerto. Los hombros tensos de USA lo dictaminaron así, la mandíbula apretada y…
Para nada.
El que estaba cabreado era otro.
Mismo que dio un paso hacia adelante y sin dudar empuñó su mano derecha para dirigirla a la nariz del caretuco ese. ¡Porque se pasó de la raya!
—¡Careverga! —elevó su voz lo más que pudo—. ¡¿Qué chucha te pasa?!
Le dolió los nudillos, pero le valió orto e intentó atinar otro; sin embargo, como Australia lo esquivó, optó por empujarlo y ponerse en guardia.
—¡Voy a sacarte la chucha si no me dices la plena!
Australia se sostenía la nariz que sintió sangrar mientras esquivaba los intentos de Ecuador por atinarle de nuevo. Y se rio bajito. Sabía que el pequeño iba a reaccionar así, pero de todos modos hizo lo que hizo.
USA por su parte respiró profundo —o lo intentó—, mientras contaba hasta diez. Él sabía que no podía intervenir o Ecuador se desquitaría con él también, porque su novio podía defenderse solo y se lo había dejado en claro antes. ¡Pero quería lanzarse sobre Australia!
—¡¿Qué te dije sobre besarme?! —estaba rojo de la furia.
—That I do it more often —(Que lo haga más seguido), Australia ahogó su risa.
Ecuador se quedó con la palabra en la boca, con su dedo índice señalando al animalista, hombros tensos, recordando su pasado y… ¡Si cierto! Él dijo eso…, ¡pero fue hace harto tiempo!
—¡Pero estaba soltero! —se defendió.
Australia estalló en risas sin poder aguantarlo más y entonces fue turno de pelearse con USA, todo mientras el más pequeño apretaba los puños por la furia de no haber podido mandar a la verga a su “agresor”.
El ecuatoriano había olvidado que vaciló con Australia, es más, hubiese tenido algo con el gringuito ese de no ser porque en ese tiempo ambos tenían sus prioridades con sus tierras y quedaron en nada, solo se veían de vez en cuando.
¡Pero el asunto era diferente en la actualidad!
—¡Por la chucha!
Dejó a esos dos de lado, le ganó la vergüenza y prefirió irse a la cocina por agua.
No le gustaba ser el centro de atención y menos la manzana de la discordia.
Era horrible.
—You beat me, brother —(Te me adelantaste, hermano), cansados, sentados en la entrada, un poquito golpeados.
—Don't do that again... Never! —(No vuelvas a hacer eso… ¡Jamás!)
—If you do something to baby Ecuador, I'll bring Lucy and Lily —(Si le haces algo a Ecuador bebé, traeré a Lucy y a Lily), le amenazó con seriedad—, and you know that Lily is poisonous —(y sabes que Lily si es venenosa).
—It's time to go —(Ya es hora que te vayas), hizo una mueca antes de levantarse.
—He’s special —(Es especial), suspiró Australia antes de levantarse también, tomar su maleta y las jaulas de sus bebés—. Do not make him cry —(No le hagas llorar).
—Get out! —(¡Vete!), amenazó.
—No grudges brother—(Sin rencores, hermano), sonrió—. I won’t do anything else —(No haré nada más).
Se enojarían un tiempo, estaba claro, pero después recordarían que eran hermanos y volverían a hablarse o ayudarse. Además, el propio Ecuador insistiría en que olvidaran todo, porque para él la familia era lo más importante, además que les amenazaría con que, si no se olvidaban rencores, él mismo se alejaría de toda esa vaina.
Cosas más cosas menos.
Cosas de countries longevos.