Cuando la última lechuza hubo emprendido el vuelo, Sirius se encontró así mismo esperando el regreso de una lechuza que había mandado en dirección a la mansión Potter.
Recordó que hace unos días atrás Walburga había invitado a las familias sangre pura a celebrar el cumpleaños número dieciséis de Regulus, por lo que tanto omegas como alfas asistieron a dicha fiesta. Entre las familias más importantes se encontraban; la antigua familia Potter, la distinguida familia Malfoy, la noble familia Lestrange, la poderosa familia Nott y La majestuosa familia Longbottom. Otras familias de status medio también habían sido invitadas, entre ellas las familias sangre puras pero con primogénitos mestizos; como la familia Prince, la familia Weasley, la familia Lupin y la familia Riddle
la fiesta transcurría como debía, los hijos de las familias principales bailaban mientras sus progenitores hacían convenios de matrimonios de forma secreta entre ellos.
Sirius se esforzó por aguantar los dolores en su vientre mientras bailaba con Jhonattan Smith, el en verdad no quería bailar pero Smith lo interceptó antes de que pudiera escapar. Bailar con Smith era en verdad insoportable, no era solo porque el hombre bailaba atrozmente sino que en cada oportunidad intentaba rozar su zona íntima en cualquier parte de Sirius,¿Es que acaso Smith era tan bruto que no notaba el leve cambio en su aroma?. ¡Por Merlín estaba embarazado!, Quizás su aroma no era tan delator debido a que lo estaba escondiendo con supresores pero se podía sentir un leve olor dulzón provenir de Sirius
Sirius agradeció a los cielos cuando la música terminó, hizo un gesto de despedida hacia Smith y se alejó lo más rápido hasta llegar a las escaleras del salón principal. Subió hasta llegar al pasillo que llevaba a sus aposentos y entró sin importarle si su madre le insultaba después por salir de la fiesta sin avisar
Tenía un dolor muy fuerte en el vientre, rápidamente se sacó la túnica y la camisa. Miró con desprecio el corset negro que su madre le había obligado poner en su delante. Se sacó esa abominación y la tiró sin importarle donde cayera, sintió un alivio cuando se vio libre pero algo seguía mal, los dolores eran cada vez más fuertes.
Sirius se mordió el labio intentando reprimir un grito, se curvó agarrando su vientre con ambas manos. La parte baja de sus pantalones se sentía húmeda, se arrodilló frente a su cama y dejó escapar un grito cuando sintió algo salir de sus entrañas.
Sirius se quedó quieto, sus ojos derramaban lágrimas sin parar y su corazón latía a mil. Sus temblorosas manos bajaron sus pantalones junto con su ropa interior hasta la altura de sus rodillas, metió la mano dentro de la prenda íntima y de esta sacó una pequeña cosita, su bebé, de unas 3 pulgadas, no pesaba casi nada.
Sirius gritó, un grito desgarrador lleno de dolor y furia, un grito que hizo que sus mejores amigos abrieran la puerta de su habitación de una patada
Remus entró rápidamente, con su fuerza de hombre lobo cargo a su amigo y lo colocó sobre las mantas blancas de su cama. Frank realizó unos hechizos de limpieza sobre Sirius y el bebé muerto. James con un movimiento de varita arregló las ropas de su amigo casi hermano.
Los tres magos se miraron entre sí, el dolor y la angustia cubría las bellas facciones de cada uno, tomaron una respiración en conjunto y se dispusieron a brindar ayuda a su amigo.
Sirius, que para ese entonces estaba metido en sus pensamientos, sintió la cama hundirse a su alrededor y instintivamente acercó a su pecho la mano donde tenía a su bebé. Brazos cálidos lo cubrieron y susurros amorosos llenaron el cuarto. Era así como los omegas sin pareja se apoyaban, ellos compartían el dolor y se consolaba entre ellos.
Cuando un Omega perdía un bebé se le daba una rosa negra, que tenía un significado diferente dependiendo de quién se la entregaba, si está rosa era dada por su pareja, se tomaba como una señal de apoyo y unión en su lamentó, si la rosa era de parte de amigos, era símbolo de consuelo, y si la rosa era dada por una madre, era señal de protección y venganza. Si, venganza de parte de la madre por el hecho de dañar a su cachorro.
Sirius jamás recibiría ninguna rosa por parte de su madre, y lo sabía. El nunca recibiría ninguna rosa de parte de la asesina de sus bebés.