Robbie abrió la boca y alzó las cejas sin atinar a decir nada, por lo que solo negó con la cabeza y se cruzó de brazos.
-Esto es como una maldita película… no, creo que mejor que una película… ¿y qué pasó después?
Draco le contó lo que sucedió después de la revelación de Archie, la entrada a Malfoy Manor y la destrucción del horrocrux y el descubrimiento del tesoro que sus padres le dejaron, después su huida a Alemania y su nueva vida, para terminar con Harry encontrándolo y su magia de regreso.
-¿El hizo todo eso por ti?
-Pues… si.
-Arriesgó su vida para regresarte tu magia, te buscó durante tanto tiempo… ¿Por qué?
-Pues… dijo que se enamoró de mí.
-Bueno, no sería extraño –dijo alzándose de hombros ante la sorpresa de Draco.
-Eso no te pareció tan descabellado por lo que puedo ver.
-Koby ¿tienes idea de todos los planes que han fracasado, cambiado, triunfado etc., solo porque la gente terminó enamorándose? Las personas no somos máquinas, no somos infalibles… pudo pasar eso, el chico terminó enamorándose de su custodiado, pasa mucho en las películas.
-Robbie esto no es una película –dijo rodando los ojos.
-No, es mejor –respondio sonriendo, lo que lo hizo sonreír también- ¿y tú?
-¿Yo qué?
-¿Aun lo amas?
-No, ya no… tuve mucho tiempo para superarlo.
-¿Seguro?
-Sí, estoy tranquilo y feliz como hacía mucho no lo estaba.
-Me alegro muchacho, me alegro.
-Oye Robbie, quiero algo.
-¿Qué cosa?
-Te lo diré en el estudio.
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Cuando llegaron al estudio este ya estaba cerrado, Draco le mostró el dibujo de un fénix incluso ya en el papel hectográfico listo para aplicar en la piel en cualquier momento.
-¡Vaya! –silbó Rob viendo a un fénix en todo su esplendor, con un aire magnífico de poder.
-Quiero este tatuaje y quiero que tu lo hagas… ¿lo harías?
-Un fénix… -repitió el tatuador viendo la imagen y luego a él- aun sin ser del mundo mágico sé lo que significa y creo que nada te representa mejor que esto.
-Sí –dijo sonriendo ante el halago de su amigo- ¿entonces lo harías?
-Creo que no te perdonaría si se lo hubieses pedido a alguien más ¿Dónde lo quieres?
-En el brazo, desde el hombro hasta la muñeca.
-¿Será a color o sombras?
-Sombras, eres muy bueno en eso.
-Soy muy bueno en todo.
-Ok perdón –respondio riendo mientras rodaba los ojos.
-¿Empezamos ya?
-¿Ya?
-A menos que tengas miedo.
-Sí, como no, además tardaremos horas ¿no?
-Efectivamente.
-Bueno, prepararé todo.
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El día siguiente terminaron el tatuaje y luego dieron otra vuelta por el mundo muggle y al otro día fue la inauguración, por lo que Draco se levantó muy temprano para organizar el evento; sus tres nuevos empleados estuvieron ahí para ayudarle, por lo que pronto todo estuvo listo, con la calle cerrada para poner las mesas con los bocadillos y bebidas, el lugar para el grupo musical y siendo casi medio día la gente comenzó a llegar.
-Esto es casi igual al mundo muggle –dijo Rob viendo como los jóvenes que llegaban tomaban bocadillos y bebidas y platicaban entre sí, jóvenes que vestían de manera similar a cualquier chico muggle, con la diferencia que la mayoría de estos chicos estaban tatuados y seguían muy de cerca ese ambiente.
-Draco, ya llegaron los chicos de la revista “TattooTribal” y “Ulster ink”-informó Bruno, el gerente de Draco.
-¿¡”Ulster Ink”!? –Exclamó Ayla la tatuadora del nuevo estudio- ¡¿conseguiste que “Ulster Ink” viniera a la inauguración?!
-Eso indica que ya es hora –dijo frotándose las manos sin poder evitar estar un poco nervioso.
Se acercó a la entrada de su estudio, el cual tenía puertas de cristal y aun permanecía cerrado.
-¡Qué emoción! -dijo Evie acercándose a Robbie con dos copas en las manos.
-Gracias –respondio tomando una- se ve muy feliz, me alegra verlo así.
Entonces vieron llegar a Harry, quien situándose en medio del grupo de gente que se había reunido frente al estudio miraba a Draco sonriendo.
-Hola a todos –dijo Draco- espero que la estén pasando bien.
-¡La comida es deliciosa! –gritó un chico haciendo reír a todos.
-Me alegro, espero que tu consumo en mi tienda sea igual de voraz que tu apetito -Todos incluso el chico rieron de nuevo, por lo que Draco continuó- Este día es muy especial para mí y agradezco el que estén aquí para acompañarme pues es la realización de uno de mis grandes sueños, tuve una vida muy dura y hubo muchos momentos en los que me encontré perdido sin saber qué hacer, sintiéndome una verdadera basura sin propósito en la vida, con todos dándome la espalda mirándome como algo menos que la mierda… pero hubo alguien que no lo hizo e incluso me dio la oportunidad de entrar a este fantástico mundo del tatuaje, alguien que me enseñó más que técnicas para tatuar y que eso puedo decirlo me salvó la vida… y hoy tengo la maravillosa oportunidad de agradecerle a mi maestro todo lo que hizo por mi … Robbie gracias.
Robbie quedó congelado al ver que Draco lo señalaba siendo seguido por una ovación de aplausos.
-¡Anda ve! –susurró Evie quitándole el vaso.
Robbie se acercó a Draco para darle un abrazo y recibir otra tanda de aplausos.
-No me dejaste alternativa, parecías plaga frente a mi estudio –respondio haciendo reír a todos.
-Y bueno… -continuó el rubio después del abrazo- quiero invitarlos a pasar a “The White Dragón” –y a continuación abrió las puertas de cristal entrando junto con Robbie, quien admirado miró a su alrededor, lo mismo que todos los que estaban ahí.
Poco después de eso “Los Troles babeantes” comenzaron a tocar haciendo la tarde muy amena, con unos visitando el estudio y otros comiendo y disfrutando la música en tanto Draco era entrevistado para el par de revistas de tatuaje.
Solo hasta que Draco se desocupó Harry se le acercó.
-Felicidades.
-Gracias.
-Está bien –dijo mirando a su alrededor.
-¡Oh pues muchas gracias! Hubiese cerrado ahora mismo si no recibo tu aprobación.
-Lo sé, lo sé –respondio riendo.
-Y también quiero agradecerte a ti, solo que no quise hacerlo enfrente de todos.
-¿A mí?
-Sí Potter, este estudio también está aquí gracias a ti.
-Bueno… -respondio alzando los hombros y con las manos en los bolsillos- si tan agradecido estás, podrías al fin llamarme por mi nombre ¿no?
-Eso hago.
-No, me llamas por mi apellido, yo te llamo por tu nombre.
-Pero así estamos bien ¿para qué cambiarlo?
-¿Qué hay de malo en ello?
-Pues… nada, pero… -Draco lo observó por un momento y de repente pensó que realmente no era la gran cosa aunque había algo que le hacía no aceptar ese detalle con total confianza, sin embargo decidió no darle más importancia al asunto- de acuerdo, gracias Harry –añadió en tono exagerado.
-De nada Draco –respondio en el mismo tono pero riendo.
Ellos conversaban ajenos a que alguien los miraba.
-Así que ese es Archie… se me hace tan raro eso.
-Y que lo digas –respondio Evie mordiendo un cup cake que ella misma había surtido de su cafetería- es increíble que se puedan disfrazar así.
-¿Y qué piensas de todo ese asunto, de que ya platiquen como si nada hubiese pasado?
-Pues me parece bien, al principio odié a Potter por haberlo engañado así pero después de ver todo lo que hizo por él pues… yo creo que de verdad se enamoró.
-¿Y de verdad crees que Koby ya lo superó?
-El dice que si… y podría ser verdad, es muy obstinado.
-Bueno, mientras sea feliz me parece bien.
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Al día siguiente Draco abrió el nuevo estudio acompañado de Robbie, luego lo llevó a ver el primer estudio en donde de nueva cuenta lo presento como su maestro a sus tatuadores, después se fueron a comer.
-Es fantástico Koby… ¡oh lo siento!
-Ya te dije que no me importa que me llames así, de hecho me gusta.
-¿En serio?
-Sí, ese nombre me gusta, además Koby me ayudó a sobrevivir, vivir lo que viví me convirtió en quien soy ahora… fue muy duro, demasiado para ser sincero, pero necesario… entiendo que mi padre no me haya dejado vivir en Malfoy Manor después de que ellos murieron, jamás habría salido y hubiese muerto ahí sin vivir la vida.
Esa semana se la pasaron visitando lugares famosos tanto muggles como mágicos, hasta que también llegó la inauguración de la tienda de Harry, a la cual llamó “Renaissance”
-¿No te molesta tenerlo a tan solo un cruce de calle? –preguntó Robbie mientras tomaban un bocadillo en medio de la celebración.
-Al principio casi me infarto pero ya no, incluso es mi proveedor oficial, me lo da todo a muy buen precio.
-No dudo que quiera dártelo todo -Draco empezó a reír- solo sé cuidadoso.
-Sí papá –respondio rodando los ojos- pero no es necesario el recelo, no habrá nada entre nosotros, yo cerré ese capítulo hace tiempo.
-¿Y él también?
-Sí, lo hemos conversado, está bien.
-Eso espero.
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-Me la pasé increíble Koby, te lo agradezco –dijo Robbie en el aeropuerto, cargado con un montón de regalos para Becky y su hijo.
-Dile a Becky que le mando todo mi cariño, que extraño sus sándwiches de salami.
-Se lo diré.
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Los días comenzaron a pasar acomodando todo en su lugar, Harry administraba sus tiendas con gran éxito y Draco hacia lo mismo con sus estudios, cada dos semanas o cada que lo necesitaran, Harry entregaba un pedido con los artículos solicitados a “The Black dragón” y se quedaba un rato a charlar con Draco, ya sea que estuviese tatuando o en su oficina.
-¿Te gustaría salir a tomar una cerveza? –preguntó Harry cuando Draco lo acompañó a la salida.
-No puedo, tengo muchas citas.
-Pero ni siquiera te he dicho que día.
-Bueno si, pero por ahora no puedo, yo te aviso.
-Vale, nos vemos.
Cuando Draco cerró la puerta de cristal y se dio la vuelta, se encontró con el rostro sonriente de Viveka.
-Qué.
-¿Cuántas veces vas a negarte jefe?
-¿A qué?
-A salir con Harry, ni modo que a qué.
-Solo era a tomar una cerveza, no era propiamente “salir”
-Ah bueno, eso solo es un tecnicismo, yo lo haría si fuera tú.
-Entonces llámalo y dile que tu quieres esa cerveza –respondio sonriendo entrando a la habitación de tatuado.
-Lo haría si a mí me mirara como lo hace contigo –exclamó en voz alta.
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-Oh vamos ¿no te mueve ni un poquito? Seguro hasta te mojas cuando te habla al oído.
-¡Cállate zorra! –Respondió escandalizado- ¡No es verdad!
Evie se carcajeó al ver su indignación.
-No has salido con nadie perra –continuó ella mientras él acomodaba los platos en la mesa pues a veces solían cenar juntos en casa de él- ¡Casi dos años sin sexo, que aguante!
-Sí, ya soy virgen de nuevo.
-¿Y entonces? ¿Estás esperando al indicado?
-No, claro que no pero… simplemente no me ha hecho falta –respondio alzándose de hombros.
-Realmente me cae bien, se ve que también dejó atrás su vida de auror y que al igual que tú, inició una nueva vida.
-Bien por él, ahora mueve el culo y trae el pan.
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Un par de semanas después, cruzaba la calle en dirección a su hogar después de haber cenado con Evie y su familia, entró a su casa y estando a punto de cerrar su puerta vio que un auto se estacionaba frente a la casa de Harry.
-Gracias por traerme.
-No me agradezcas, por mí no te dejo salir de mi casa –respondio Armin, un chico de treinta años, de cabello y ojos castaños- y entonces ¿nos vemos mañana?
-Me parece bien.
-Perfecto –respondio Armin para después acercarse y darle un beso en los labios, beso que Harry correspondió con ganas.
Después el moreno salió y dándole un último adiós con la mano, entró a su casa.
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-Te estuve llamando ayer –dijo Ron mientras Harry desayunaba.
-¿Celular o vía flú?... porque se averió y debo llevarlo a reparar.
-Vía flú por supuesto ¿Dónde andabas? Es raro que salgas los viernes en la noche.
-Salí con Armin.
-¿El chico que conociste en el supermercado?
-Sí.
-¿En una cita? –preguntó escéptico.
-Sí.
-¿En serio?
-¡Sí! ¿Por qué la incredulidad? –preguntó mientras lo ponía leche a su cereal.
-¿Y me preguntas porqué?... Harry, has llorado como mandrágora mal cortada todo este tiempo por Malfoy y ¿te sorprende que no crea que estas saliendo con alguien más que no sea él?
-Bueno, es que… ya entendí que esa es una batalla perdida, lo intenté hasta lo último y nada, pero tampoco voy a quedarme a languidecer de amor hasta morir, a la fuerza ni los zapatos entran, así que ya no volveré a insistirle en eso, lo dejaré en paz, me dedicaré a lo mío y todos felices.
-¿Seguro?
-Sí Ron, pagué mis pecados, su vida está resuelta y la mía también debe tomar un cauce normal y aunque me cueste retomar ese aspecto de mi vida, deseo tener a alguien especial… quiero a alguien con quien compartir mi vida.
-Y la cama.
-Sí, también eso –añadió riendo.
-Pues me alegro amigo, ya era hora de que te espabilaras.
-Sí y eso empecé a hacer… aunque no fue en lo absoluto nada fácil de aceptar… pero tampoco iba a torturarlo toda la vida con mis pretensiones, creo que ya tuvo suficiente de mí, así que finalmente llego el momento en que acepté que tenía que dejarlo ir.
-No sabes cuánto esperé oír eso.
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