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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Luego de un par de dias pase a recoger a Mark a la clínica, aun no sabia que iba a hacer con él.

-Niño-eran pasadas de las 11pm, lo desperté, supe por boca de Dan que Chris ya había conocido al mocoso, no iba a ir a verlo en varios días para que se enfriaran las cosas.

-Mmmg-abrió los ojos despacio y me miro-¿que pasa?

-Estas mejor

-Si, gracias,¿tendre que dejar ya este lugar?

-¿Dan ha sido amable?-no respondí porque estaba pensando

-Sí

-Supe que conociste a Christopher-asintió

- No hable con el, solo nos miramos, el doctor me dijo que es peligroso y que él es-bajo la voz-su puta, yo no quiero molestarlo.

-No es mi puta, es mi amante-suspire-y tu solo eres un crío al que recogí ¿ok?, vienes a casa conmigo, estás un poco anémico, te recuperaras y después voy a ver qué hacer contigo ¿bien?- asintió.

-El médico dijo que yo sería su reemplazo, quizás por eso estaba tan enojado...pero usted me salvó, no va a violarme ¿cierto?-me reí, este niño era demasiado sumiso, nada que ver con Chris aunque ambos vivieron abusos; le acaricie el cabello.

-No voy a violar a nadie, anda, vámonos-aún con las piernas temblorosas se levantó despacio y se apoyó en mi brazo para caminar, la figura del chico era tierna, delgado, sin gracia, aun con cara de niño, su mirada muy distinta a la de Chris, más pura, ¿como podía confiar en un desconocido?, bueno, tampoco tenia opción.

-¿Cómo vivías antes?-obvio me daba curiosidad, los mocosos en situación de calle eran una de mis debilidades, no de una mala manera, por eso pasaba mi vida alejado y sin mirarlos ¿el porque?, que les importa.

-Yo era feliz, siempre me trataron bien, me cuidaban, comía e iba a la escuela, pero entonces hace poco me dijeron que ya era mayor y que tenía que pagarles todo lo que han hecho por mí.

-¿Eres huerfano?

-Si...empezaron a tomarme fotografías sin ropa desde hace 2 años y a grabarme mientras me tocaba-agacho la mirada, asustado-después me empezaron a vender con señores mucho mayores que yo, me da miedo que me obliguen a mantener relaciones sexuales con ellos, me lastimaban mucho-comenzó a llorar-por eso intente huir, pero si no me hubiera encontrado usted me hubieran molido a golpes, tuve mucho miedo pero me alegra haberlo hecho.

-¿Que te hace pensar que conmigo estás a salvo?-pregunte tranquilo, solo me daba curiosidad, se encogió de hombros.

-No estoy asustado ahora mismo-suspire

-Escapar de mí es más difícil, debiste preguntárselo al rubio loco

-Pero usted da menos miedo que esos sujetos y me ha salvado...no quiero escapar

-Tch-sonreí-¿en que grado estas?

-Acabo de comenzar la preparatoria

-Ya veo-me quedé pensando un rato, llegamos a casa y lo conduje a una de las habitaciones libres-¡lo tengo!, vas a trabajar para mi, asi te permitiré seguir estudiando-se tensó de inmediato, aun me sujetaba del brazo-no te asustes, serás personal de limpieza en esta casa-sonrió ampliamente.

-¿Enserio?, ¡muchas gracias señor!.





-----Christopher---











Después de ser una vez más el idiota que cae ante las palabras de Eric regrese a mi casa agotado emocionalmente, me tire a la cama y de inmediato dormi.

A la mañana siguiente me desperté mediante temprano, me dolía la cabeza y tenía los ojos hinchados, me sentía de la verga pero a la vez un poco mejor por haber llorado.

Tome un par de bolsas y me dirigí a casa del puto Eric, quería recoger mi ropa y que no me humillara si iba en la noche y él no estaba de buenas; solo recogí la ropa y de ahi me dirigi a la clínica de Dan, necesitaba que me inyectara los anticonceptivos.

Toque la puerta durante 5 minutos haciendo escándalo con el afán de molestarlo hasta que finalmente abrió.

-¡¿Que quieres?!

-Me tocan los anticonceptivos

-No se si quedan más

-Si quedó preñado será tu culpa por no ordenar mis medicinas a tiempo, médico estúpido-suspiro con pesadez

-Voy a revisar, entra

Me senté en la sala de espera mientras el revisaba, se veía cansado, mientras esperaba tuve mi primer encuentro con el maldito "Mark" la puta que Eric recogió de la basura igual que a mi, obvio supe de inmediato que era el ya que en esa clínica solo recibian a gente de los hombres de Eric, no a gente normal mucho menos niños; el maldito hijo de puta era demasiado lindo, tez blanca, castaño, delgado, mejillas rosas y ojos verdes, sentí como mi sangre comenzó a hervir, su mirada se cruzó con la mía, me pare listo para lanzarme sobre él y romperle la cara, sentí un nudo en la garganta y justo cuando me iba a arrojar a él, Dan me sujetó de los brazos, me detuvo y me jalo dentro del consultorio.

-Tranquilizate Chris

-¿Como me pides eso?, ¡es ese hijo de puta! ¡Es el nuevo amante de Eric! ¡Dios mio, lo voy a matar!-una vez más comencé a llorar.

-No digas éso, ¿que ganarias matandolo?, el  nisiquiera sabe quien eres-sacó una aguja y un frasco con el anticonceptivo

-¡Yo se quien es!, maldita sea solo a mi me hablo de él-di un manotazo he hice que el frasco cayera

-Mierda Christopher, era la última, ¡si me lo preguntas, ese niño es mil veces que tu!-me dolió muchísimo el comentario

-Pues no te lo pregunte-baje de la mesa de exploración-vete a la mierda junto con tu jefe, como si no supiera que cualquiera es mejor que yo.

Agarre de nuevo mis bolsas de ropa y me fui de la clinica, despues camine hacia atrás a la ventana que daba a la habitación del bastardo y me quede escuchando afuera.

-¿Quién era?, ¿porque quiso atacarme?

-No pasa nada, es un prostituto que está obsesionado con el señor-me asome un poquito, Dan le acarició el cabello-intenta no acercarte a él, es peligroso.

-Se veía muy molesto, yo no quiero lastimar a nadie.

-No pienses mucho en el, debe estar celoso, con suerte el señor piensa reemplazarlo contigo-el maldito mocoso se asustó

-¿El hará lo mismo que hacían esos hombres conmigo?

-No lo se...pero por ahora preocupate solo por recuperarte-con eso yo pude suponer que el quizás también era un prostituto como yo.

Continue mi camino hacía mi casa, estaba muy triste y enojado, conocí a Eric a mis cortos 13 años y ahora tenía 16, 3 años de progreso, porque si, él ha hecho muchas cosas malas y buenas por mi, pero ahora sentía que todo eso se iría a la basura, yo era un traste desechable.

Con la mente clara y mi sangre limpia ahora tenía 3 opciones referentes a Eric Sammet

  1. Seguir arrastrándome a sus pies y ser usado cuando el quiera hasta que exprima cada gota de mi.

  2. Regresar a las drogas a ver si puedo chantajearlo una vez más.

  3. Intentar luchar contra mi mismo y olvidarme de él a ver si podía encontrar una mejor vida.

 

 Ya no podía llorar más, me había secado, volví a casa pensando en lo que dijo Dan, si, de que ese niño era mejor que yo y la verdad no lo dudaba ni un poquito, tambien se me vinieron a la mente las palabras de Dag "mientras sigas aferrado a este pendejo nunca vas a ser feliz, aléjate de él, de los vicios y de las calles, vales mucho más que esto".

Respire profundo, yo le dije a Eric que si me dejaba me iba a volar la cabeza, pero el no merecia eso, no merecía mi vida, Dag tenía razón, yo ya estaba harto de ser manipulado y humillado, si Eric iba a ser un hijo de puta yo tambien lo seria, ya no iba a sufrir por él ni a llorarle, si iba a dejarme por ese que lo hiciera...demonios Dag ¿porque no me enamore de ti?

Regrese a casa y acomode mis cosas, también me puse a limpiar todo a fondo para distraerme, pensaba buscar un trabajo, la verdad es que ya no quería vender mi cuerpo, mucho menos ahora que ya no estaba medicado y podía quedar en cinta, pero quería seguir alimentandome bien, ya no pensaba drogarme no quería volver a mi estado anterior, pero la realidad es mucho más difícil de lo que uno se espera siempre.

Nadie contrata a un huérfano de 16 años, no tenía tutores, edad, ni papeles o simplemente no confiaban en mí, en algún momento ya les había dicho que en pueblo chico por lo menos de vista pero me ubicaban, a si que ya podrán imaginar en que termine una vez más, obviamente con la espalda contra el colchón y las piernas bien abiertas, eso sí, me estaba alejando de las drogas lo más que podía aunque si les soy sinceros luego de un solo trabajo las desee, siempre fue horrible pero en mis 5 sentidos lo fue aún más, sentía asco de mí mismo al ser tomado por ese asqueroso cerdo que me compro, recordar su cara fue terrible, me sentí sucio, quería tener sexo con quien yo escogiera y no por obligación con hombres despreciables, pero ni modo, esa era mi vida.

Eric me busco luego de una semana de lo ocurrido, para esto yo aun no regresaba a la prostitución aun tenia esperanza de encontrar trabajo normal, yo me seguía sintiendo destruido emocionalmente e intentaba convencerme de que iba a estar bien sin el.

-¿Chris?-llamó a la puerta, yo ya estaba acostado, me cansaba recorrer el pueblo en busca de cosas que hacer, ademas tenia hambre y el dinero comenzaba a hacer falta, como sea, de mala gana me levante, escuchar su voz me lastimaba pero fingiría que no era así, fui y abrí la puerta.

-¿Que quieres?, ya me había acostado.

-¿Sigues molesto?-sonrió, se veía curioso, yo quería matarlo.

-¿Que esperabas? ¿Que fuera a buscarte?, tu me hechaste, vete a la mierda.

-No seas mamon, vine a buscarte, deberías estar feliz ¿no me extrañas?

-¿Yo soy el mamon?, Eric vete a la mierda

-Dan me dijo que lo conociste

-Que cínico eres, estoy cansado, ya vete-iba a empezar a llorar

-Chris, no estoy liandome con el ¿ok?, si te saque de casa es porque estábamos pasando demasiado tiempo juntos, no por el, a el lo rescate y se está recuperando eso es todo.

-¿Está en tu casa?

-Si, si hubieras estado ahí se hubieran peleado y no quería desastres, pero tu eres especial, lo sabes.

-Sí, especialmente estúpido-suspire, no iba a llorar-ahora, ¿a qué vino señor Sammet?-le sonreí, no le iba a lamer los pies más, "Chris no llores"me repetí varias veces en la mente-si quiere tener relaciones sexuales conmigo pase, si no es así por favor déjeme dormir.

-Vamos Chris-se agachó y me beso la mejilla, luego la boca, le correspondi pero no hice por continuar, si me queria tarde o temprano se hartaria de que lo tratara como a un cliente, si no era así poco a poco se alejaría y por mas que me doliera podría continuar con mi vida, si la última semana no me había muerto de tristeza y dolor creí que podía superarlo-no seas frio

-¿Yo soy frío?, me disculpo, pero si necesita amor vaya a casa con su amante, las putas como ya sabe solo servimos de desahogo….por cierto, el es precioso.

-Chris, deja esto ya, el solo esta ahi por lastima-me acarició el rostro.

-Asi empece a gustarle yo, por lástima, ahora, ¿usted quiere hacerlo o puedo regresar a la cama?-me tomo con fuerza del brazo y me arrojo sobre el sofá.

-Si sabes que te quiero ¿porque te pones así?-ladee mi cabeza como una muñeca, no podía flaquear, contrario a la reacción pasional que el esperaba me rei un poco.

-¿Quiere jugar? puedo llorar, puedo fingir que estoy asustado mientras me violas, o mejor aún, puedo fingir que aun te amo después de lo último que me has hecho-mis palabras me herían a mi mismo y ni siquiera sabía si lo herían a él, pero por lo menos supe que le movi algo, se veía frustrado, le acaricie el rostro con suavidad-no voy a ser el niñito tonto que te lame las botas todo el tiempo, ve a buscar el amor que yo te daba en ese niño estúpido-apartó mi mano con brusquedad y se levantó.

-¡Que fastidio!

-Si no me amas lo mejor es ir rompiendo esto, ya no quiero sufrir

-¡Eres de mi puta propiedad!

-Lo soy, pero de esta manera, no pienso sufrir mas por ti, veamos quien se cansa primero-obviamente sufrí un chingo pero quería probar si si me quería y me pedia perdon o a ambos se nos acababa el amor.

-Bueno...entonces quieres que sea rudo-su frustración fue reemplazada por ira, me levanto en sus brazos para luego arrojarme sobre la cama con violencia

-¿Ahora piensas violarme?, si no me porto como tu quieres ¿es lo que harás?, ¡anda! No es la primera vez que toman mi cuerpo por la fuerza

-Si piensas que vas a manipularme tu a mi con esto estás equivocado, nadie me dice lo que debo hacer

-Eso me queda claro-salió por la puerta con furia, reí de puros nervios, tuve miedo enserio, pero funcionó, me recrimine "Chris eres un estupido por amar a un imbecil como el"

Bueno y como les dije, cuando se me agotó el dinero tube que volver a prostituirme, solo que ahora quise meter restricciones, bajo ningún motivo estaba permitiendo que me tocaran si no tenían un condón puesto, tampoco dejaba que me besaran la boca, me daba muchísimo asco, luego de dejar la prostitución no saben lo difícil que me resultaba regresar a ella, no sentía ni una pizca de placer, solo cerraba los ojos soñando con que terminaran rápido y me dejaran dinero, quería que Eric fuera el único en mi cama, que me hablara bonito y me besara, por mas que me esforzaba no lo lograba sacar de mi arruinada mente.

Al finalizar la semana después de nuestro último encuentro fui a su casa, pero de dia, mi intención era espiar al maldito chico.

Me asome por las ventanas y no vi a nadie, estuve como idiota vigilando largo tiempo imaginando cómo debía estar en el cuarto de Eric abrazando a mi puto hombre, que rabia sentía, pero no era asi, por ahi de las 3pm lo vi llegar a la casa con un maldito uniforme puesto, el estaba yendo a la escuela, ¡que coraje!, claro que era mejor que yo.

-¿Que haces aqui?-alguien llamo mi atencion, levante la mirada furioso hasta que lo vi, era el contador, me miraba sorprendido, tenía como un año sin verlo ahora que lo pensaba.

-Ho...hola

-Te ves super bien, ¿como estas Chris?-sonrío ampliamente

-No tan bien, ¿usted como esta?-desvie mi mirada y me sonroje

-Feliz de verte, después de que bueno...lo que ocurrió con Takumi, Eric no nos dejó verte o buscarte mas.

-Me alegra mucho que lo hiciera-se sorprendió y me miró con tristeza- no...no, quiero decir, si me hubieran visto en mi última recaída, créame que hubieran llorado por mí, estuve demasiado mal, pero por lo menos en lo físico estoy mucho mejor-sonreí un poco-deje las drogas, también el alcohol.

-A Julia le gustaría verte, ella pregunta por ti-me acarició el cabello

-Yo...dígale que estoy bien y que la quiero mucho...pero no estoy listo...no quiero que vea la cara de un asesino

-Eso no nos incumbe, siempre eres bienvenido-asentí-ahora disculpame., tengo que entrar por unos papeles

-¿Ya lo conoce?-frunci el seño-¿también cree que es mejor que yo?

-Ah...hablas de Mark, es un buen chico, lo vi ayer

-¡Pues claro!

-Calla Chris, a ese niño no lo he visto más que dos veces, no es mejor que tu, tu eres alguien importante para mi y deberías saberlo.

-Si no fuera así ¿porque demonios me cambio?-me referí a Eric y empecé a llorar, el suspiro

-¿Se dejaron?

-Algo así-me tomó de los hombros

-Mira Chris no se ahora a qué juega Eric, pero no está liado con ese niño

-Si como no.

-Lo tiene como empleado de limpieza, Eric tiene más de una semana que no pone un pie en esta casa, a eso vengo yo, por sus pendientes- abrí los ojos con sorpresa

-¿Le consta?

-Lo hace

-¡No lo comprendo!, ¿entonces porque quiere herirme?, yo lo amó

-Esa respuesta no la tengo

-Dios...nos vemos después...estoy feliz de verlo-sin más me marché, en la noche fui al bar y espere a Eric en la puerta de atrás, no quería ver a nadie más que a él, estuve fumando hasta que llegó, pero tabaco normal, no nada ilegal, solo para controlar la ansiedad, lo extrañaba a horrores pero tampoco iba a demostrarlo abiertamente, esa noche no debí haber ido, solo lo hice enojar.

-¡Chris!, mi amor,¿Que haces aqui?-se veía feliz, me dio un besó.

-¿A que más?, vine a verte

-¿Y porque esa actitud bombón?

-¿Podemos hablar?

-Entra-me abrió la puerta, entré y me senté en su silla, me miró divertido y con curiosidad, mi comportamiento fue muy estúpido, pero yo quería parecer desinteresado, verme badass como segun el queria, "sin apegos".

-Eric, si no te estas cogiendo a ese niño, ¿porque lo tienes en tu casa?, no me preguntes en dónde lo oí, solo lo hice y ya.

-El dia que fui a verte yo mismo te dije que no estoy con Mark

-Deja de decir su estúpido nombre, ¿te parece divertido lastimarme?

-Solo lo estoy ayudando un poco, si te hubiera dejado ahi se hubieran peleado ¿cuantas veces te lo tengo que decir?

-¡Ayudándole y una mierda!, tu no ayudas a nadie

-¿No te he ayudado a ti?

-Para después pisotear mis sentimientos, no, pues muchas gracias

-Dejas que te afecte porque quieres, deja de comportarte como una puta novia celosa, si me estuviera acostando con ambos es algo que a ti no te importa Chris, ¿desde cuanto te molesta eso?, además después de todo lo que ha pasado ¿no te queda claro que te quiero?, solo no quiero que sigas siendo dependiente de mi.

-Está bien, haz lo que quieras, ya no me interesa, ¿quieres tener sexo?, a eso vine, contigo me gusta hacerlo y cómo me lo has hecho entender, es para lo único que da esta pseudo relación-quería sonar mamon, a él no le pareció mi tonito.

-Mira Chris, se lo que intentas hacer-frunció el ceño-el que te busca por capricho soy yo, el que exige las cosas también soy yo, no quieras invertir los papeles mi amor así que o dejas tu berrinche y te pones cariñoso o te largas de aquí que estoy ocupado y lo sabes, tú eras la puta no yo.

-¡Entonces me largó!, ya no soy tu puta y no pienso ser cariñoso con un hijo de perra, bastardo mentiroso, espero que ese malnacido de Mark se enamore de ti para que destroces su corazón también-me pare para encararlo, me sentía otra vez muy triste pero sobre todo enojado, lo unico que queria era una disculpa y un te quiero-si me lo preguntas hubiera deseado conocer primero a Dag, ahorita estaria enamorado de él, siendo mimado y amado entre los brazos de un hombre de verdad.

-Chris mejor callate

-¡No me voy a callar!-debí hacerlo-si el doctor fuera gay aunque es viejo y me lo pidiera sin pensarlo me iria con él, ¡prefiero a cualquier hombre sobre un maldito mentiroso hijo de puta como tu!-piqué su pecho con mi índice, no podía detener mi boca, fue mi culpa, Eric se enojó demasiado y terminó por reventarme un golpe a puño cerrado en la mandíbula para luego alzarme del cuello con la otra mano, aunque debo decir que contuvo demasiado su fuerza, en fin, como decía, me levanto como a un animal, estaba shockeado y solo eso me salvó de no llorar, camino a la puerta y me arrojó fuera, caí sobre mi trasero, lo vi sin creer lo que ocurría.

-Vete a la mierda entonces, no tengo tiempo para esto, ¿crees que cualquiera de esos dos hubiera recogido a un asqueroso prostituto drogado que era pura piel y huesos? Y sobre todo más de una vez, perro mal agradecido-me miró con desprecio-vete a llorar a la tumba de tu madre o corre a los brazos de Dag, si no fuera por mi en tu vida los hubieras conocido, y si no tuvieras esa puta cara el ni en tus mas profundos sueños se hubiera fijado en ti-cerró la puerta azotandola, enserio lo había hecho enojar.

Me quedé un par de segundos ahí mirando la puerta cerrada hasta que me hice consciente del agudo dolor en mi quijada, me toque la boca y note que estaba escurriendo un grueso hilo de sangre de ella, me asuste mucho porque por un momento creí que estaba rota.

Me levante con cuidado, el golpe contra mi cuerpo también dolía bastante, además aunque no debía comencé a sentirme mal por lo que le dije, herí su orgullo, eso le enfadó, mi mentalidad no era de víctima como debía, sentí que yo fui el agresor cuando obviamente no era así, camine hasta la clínica, quizás ya no tenía derecho a usarla pero no sabía a donde mas ir.

Toque la puerta hasta que Dan me abrió, hubiera preferido ir a donde Annet pero estaba demasiado lejos, el médico me barrio con la mirada, me dolía tanto la quijada al grado de llorar sin poder evitarlo, no podía ni hablar.

-¿No vas a gritar hoy?

-Me...duele-susurre, mis palabras a penas y se entendían, me dolia mucho y estaba babeando.

-Si tu dueño no te trae no tengo porque atenderte

-Me duele...mucho...por favor-me cerró la puerta en la cara, yo seguía lagrimeando, estaba apunto de irme pero él volvió a abrir y suspiro.

-Entra-me condujo hasta el consultorio, me senté en la mesa de exploración-¿Que te paso?-comenzó a revisarme cuidadosamente.

-Eric me pego…el dolor es muy fuerte

-Abre la boca-lo hice pero no logre demasiado, no soportaba, el toco diferentes puntos de mi cara, cerca del oído me dolio demaciado cuando toco, cerré los ojos y chille.

-Chris, necesito que estés relajado y quieto, te va a doler, pero debo acomodar tu quijada ¿bien?-lo miré aterrado-te desencajo la mandíbula-retrocedí, estaba asustado, odiaba el dolor físico, tenía miedo-tienes que relajarte, será rápido, tienes los músculos inflamados, voy a acomodarte nuevamente esta parte de aquí-dio un pequeño toque una vez más cerca en mi oído donde mas dolia, pero me explicaba para tranquilizarme-después tendré que vendar tu cabeza ¿si?, eso impedirá que tus músculos inflamados vuelvan a safar el hueso-asentí cerrando los ojos y aferrando mis manos a la sábana debajo de mi, Dan se puso gasas en los pulgares y luego los metió dentro de mi boca, presiono mis muelas, con el resto de sus manos sujetaba con fuerza mi mandíbula-tranquilo, voy a contar hasta 3, uno…¡dos!-no llegó al tres, en el dos dio un tirón con fuerza y sentí como mis huesos volvían a su lugar, chille una vez más de dolor, mis encías seguían sangrando.

-Shhhh….tranquilo, ya esta, ¿duele mucho?-agache la mirada y asentí, él no se estaba burlando de mí, yo sentía que el se reia si me pasaba algo malo, la verdad es que solo le tenia mala fe al doctor por que era el reemplazo de Atsushi pero la realidad era que jamas me habia tratado mal realmente, solo hacia su trabajo y era obvio que yo no le caía bien porque desde el principio yo había sido muy grosero, pero en ese momento le estuve muy agradecido-voy a vendarte-asentí y así lo hizo-esto la mantendrá en su lugar mientras se desinflama, necesito que no abras la boca demasiado en el próximo mes, debes tener cuidado cuando comas e incluso al bostezar o podrá volver a moverse, te voy a dar medicina para el dolor.

-Gracias-una vez más metió sus dedos a mi boca, esta vez los índices y tocó con cuidado mis dientes, me dolía los del lado del golpe y tenía una encia rota.

-Tienes suerte, parece que tus dientes están en su lugar, te voy a dar medicamento para el dolor y la inflamación

-Gracias-repetí

-Sólo hago mi trabajo Chris, no soy tu enemigo-asentí-ve con cuidado y toma la medicación como te lo explico aquí-me escribió una nota con indicaciones y me dio un frasco de pastillas, de nuevo agradecí y me fui para mi casa, muchas personas me miraban curiosas en la calle por el vendaje, fue incomodo pero yo solo podía pensar en lo ocurrido, el golpe dolía bastante pero dolía más el hecho de que Eric me lo hubiera propinado y quizás ni era consciente de lo que me causó realmente, no aunque no fuera esta la magnitud, no había manera de justificarlo.

Cuándo iba llegando a mi casa vi de nuevo a mi vecino Dietter, las semanas que llevaba aquí en casa solo lo había saludado un par de veces y casi a fuerza porque como saben si no estaba buscando empleo estaba llorando, bueno como cuando yo vivía todo el tiempo en mi casa, estaba el chiquillo afuera ahora con casi 9 años, lo moví un poco con el pie, estaba sentadito con la cara entre las rodillas, alzó la cara y sonrío cuando me ubicó, sonrisa que desapareció en cuanto noto la venda en mi cara.

-¡Chris!...-¿qué te pasó?- tenía también un pañuelo de papel bajo la comisura de mis labios, estaba babeando, por lo menos el medicamento ayudo un poco con el dolor.

-Me pegaron en la mandíbula...deberias entrar a casa aquí es peligroso, tu madre no entiende.

-Dijo que solo sería ese hombre, ya estoy acostumbrado...hablas raro.

-Me duele.

-Hazme compañia...me da miedo estar aquí solo.

-No estoy de humor.

-¿Sigues siendo novio de ese hombre? El fue quien te pego o ¿me equivoco?

-Son temas de adultos

-Yo te he oído, los niños como nosotros tenemos que crecer rápido, ya soy un adulto-sonreí un poco pero me dolió oír eso, yo no quise crecer tan rápido.

-No compares nuestras historias-hice una mueca, me dolía menos pero seguía fresco el golpe-yo no le deseo a nadie todo lo que me paso

-¿Entonces si sigues con él?-me senté a su lado el aire frío se sentía bien en mi cara,mi encía  había dejado de sangrar y agradecía que mis dientes siguieran en su sitio.

-Ya ni sé qué relación tenemos

-Chris, ¿Cuando yo tenga 15 años saldrias conmigo?

-¿Sigues con eso?, no seas idiota, tu debes salir con una mujer, formar familia, no con un hombre sucio como yo, todos se burlarian de ti y tu mamá te va a odiar, además ¿no lo has oído?, dios odia a las personas como yo.

-¿Y a mi que me importa lo que le agrada a dios?, a mi solo me gusta Chris

-Pues olvidalo, tu debes sacar adelante a tu mamá, no a un delincuente 

-No eres un delincuente

-Ya te hice demasiada compañía, me duele la cara, adiós-me pare y me meti a mi casa, antes de cerrar de nuevo me dirigí a él-Dietter, si alguien sospechoso se te aserca solo grita muy fuerte y yo saldré a defenderte ¿ok?-asintió, no quería que le hicieran daño, su mamá era una tonta por no cuidarlo mejor, cuando lo veía pensaba en mi mismo de pequeño, no quería que le pasara lo mismo, el pequeño Christopher que lloraba hecho bolita en un rincón porque viejos asquerosos habían tocado su cuerpo, esa fue una noche difícil, me daba pesadillas pensar en esa basura.






-----Eric-----

 

Me senté frente al escritorio luego de arrojar a Chris a la calle, estaba muy enojado, agarre uno de los tantos objetos decorativos de mi lugar de trabajo y lo hice volar en mil pedazos estrellandolo contra la pared, ¡¿Como se atrevía a decir que prefería al imbécil de Dag después de todo lo que he hecho por el?!, Dag no es un santo, Chris solo conocía su lado bueno porque veía en él a ese niñito del pasado, pero Dag es un desgraciado hijo de puta igual que yo, él no se hubiera ni molestado en voltear al suelo si lo hubiera encontrado como yo lo he hecho en múltiples ocasiones, con el cuerpo hecho pedazos, cubierto de porquería y flaco como un esqueleto, y qué decir del puto doctor heterosexual homofóbico, jamás se hubieran visto ni una vez si yo no pagará por sus curaciones, el cuerpo sano de ese momento lo tenía gracias a mi y a nadie más, para acabar pronto sin mi ese chiquillo estaría muerto.

Deje botado el maldito trabajo, estaba demasiado enojado así que fui a cazar a un par de desgraciados más por desahogo que por hambre y después me largue a mi casa, me senté en la sala y encendí el televisor, me gustaba el cine, solo quería despejar mi mente, aun me sentía muy enojado.

 

Cerré los ojos y recargue mi cabeza en el respaldo, no preste atención a la película, solo podía pensar en Chris, le di muchas vueltas al asunto, quizás no debí pegarle tan fuerte, ¿lo había lastimado de más?, no, no, medi bastante mi fuerza, ademas habia sido un reflejo, enserio estaba muy enojado, quizas debia ir a buscarlo y cerciorarme de que el estaba bien...no, no debía, podría empeorar las cosas.

-¿Señor, esta usted bien?-la vocecita de Mark me sacó de mis pensamientos, lo miré fijamente, él era el causante de todo esto, no, mentira se que era yo, quería que Chris me odiara y que en un momento se largara y seguir con mi vida normal, pero ¿enserio lo quería?, si era así ¿porque dolía tanto?, "Eric Sammet eres un estúpido", me daba tanta repulsión el aceptar un lazo sentimental que aun en contra de lo que en realidad sentía me esforzaba para no formarlo-¿señor?-de nuevo llamó mi atención.

-Estoy bien, ¿tú qué haces despierto?

 

-Estaba terminando la tarea en la cocina pero escuché ruido y es extraño que usted esté aquí.

-Vine a supervisar tu trabajo-sonreí de medio lado

-He hecho todo lo que el contador me pide

-Muy bien niño, ¿y la escuela?

-Bien, me gusta la escuela, me esfuerzo, estoy muy agradecido con usted-hablar con Mark me relajaba aunque realmente me valía madres su vida, pero tenía el aura de un pequeño roedor domesticado, su manera de hablar me relajaba, su tono bajito bastante moderado, hablaba de una manera muy correcta y aunque no le hablaba rudo siempre parecía estar intimidado, no pude evitar reírme un poco y hacer que se sonrojara al no entender mi reacción.

-¿Porque me tienes miedo Mark?-sus mejillas se sonrojaron y negó-ya te dije que estás a salvo, no voy a atacarte

-No estoy asustado….pero me da nervios estar cerca de alguien como usted, yo aun no puedo creer que me haya rescatado, estoy muy feliz y agradecido-me enderece en el asiento y me acerque a el, pude sentir como se aceleraba su corazón.

-¿Porque no me agradeces con uno de estos?-tomé su mentón y atraje su rostro al mío para robarle un beso en los labios, su reacción fue muy linda, se sonrojo hasta las orejas, cuando me aleje se cubrió la boca, tenía entendido que él no era virgen pero en esos momentos parecía una colegiala sacada de una novela para adolescentes.

-Usted tiene un amante, yo no quiero esto-mi buen humor se esfumó y regreso mi molestia.

-Tenga uno o mil amantes a ellos les debe dar igual mi vida, dime Mark, ¿te gusto?, ¿te enamoraste de mí porque te salve?-me reí un poco, una vez más su reacción fue de lo mas lindo, lo que me tomo por sorpresa fue que de inmediato lo aceptó con un asentimiento de su cabeza, le acaricie el cabello-ve a dormir niño-no pensaba liarme con otro mocoso; y ahí iba otra vez a darle vueltas al asunto, Ahora con la cabeza fría me estaba matando la culpa por haberle pegado a Chris, no lo merecía, ese sentimiento de culpa me daba asco, era una emoción humana y yo no quería despertar mi lado humano, ¡eso era!, estaba odiando con todo mi ser sentir amor por un humano, no quería sucumbir a ese lado mío , me volvería débil una vez más, saldría herido después de ser un vampiro monstruoso y fuerte que levantó un enorme imperio el solo y todo para vivir una vida fugaz con un niño que en un abrir y cerrar de ojos se volvería polvo entre mis dedos.

Mark no se fue a dormir, se quedó obcervandome desde la baranda de arriba creyendo que yo no me daba cuenta pero podía sentirlo.

-Te dije que te fueras a dormir

-Perdón, estaba preocupado...parece que está sufriendo-guarde silencio, según yo mi cara no había cambiado de expresión, aun asi lo noto-¿es por ese niño?

-Tch-me levante-ve a dormir Mark, no metas la nariz donde no te llaman-me salí de la casa y si, termine yendo a donde Chris casi inconscientemente.

Entre a la casa en silencio, el hecho de que pude entrar fue buena señal, no retiro mi invitación, entre al cuarto, Chris estaba dormido, recostado de lado y una venda rodeaba su cabeza, ese tipo de vendaje se conocía como vendaje de Barton, era para mantener fija la mandíbula, bajo su boca había una toalla pequeña donde caía la saliva de Chris, el golpe lo hacía babear de más, la culpa se apoderó de mí esta vez por completo, ¡por dios!, le había safado la mandíbula por una estupidez.

Me senté en el piso al pie de la cama, si no controlaba mi ira podía hasta matarlo, no era la primera vez que le pegaba y el mundo sabía que no quería hacer eso, lo que me dijo el otro mocoso era verdad, estaba sufriendo pero no más que él, me gire para poder verlo, acaricie su cara con mis dedos, estaba hinchado y se empezaba a poner morada su carita.

-Soy un pendejo-dije para mi mismo, le di un beso en los labios suavemente esperando no despertarlo, asi dormido era mas honesto con sus expresiones y eso me dolia aun mas, mi niño perdido-Perdoname-lo bese una vez más y contrario a lo que yo quería él despertó.



-------Chris-----

 

Luego de largo rato y de volver a tomarme la medicina conseguí dormir, coloque debajo de mi cabeza una toalla pequeña para que mi saliva no mojara la cama, era un poco asqueroso pero no podía cerrar bien mi boca, no se la verdad que dolía más, la opresión en mi pecho o el golpe en mi cara.

Desperté agitado y de un gran sobresalto al sentir unos labios sobre los míos, como mi sistema nervioso seguía dormido fue obvio que me asuste al ser despertado de la nada sabiendo que estaba solo, retrocedí de un salto y me golpee contra la pared, cuando mi vista pudo ubicar que el intruso era Eric aun asi lo detecte como una amenaza y grité o intente hacerlo, estaba asustado.

-¿Que...qué haces aquí?-mi voz se escuchaba más rara que antes, el golpe ahora frío dolia mas

-Vine a verte porsupuesto

-¿Que necesitas?-seguía contra la pared, no quería que me tocará

-Quiero disculparme, no creí que te hubiera pegado tan fuerte.

-Vale, está bien, ¿puedo dormir ahora?-le di la espalda y me cubrí hasta la cabeza con la cobija

-¿Es todo lo que dirás?

-Es que no tengo más que decir…ya estoy cansado de toda esta mierda, vete me duele mucho y quiero dormir.

-Deberías estar feliz, yo vine a disculparme-me hablo con reproche, ¿tenía derecho?, me puse mas triste aún.

-Si sientes que te estas humillando ¿a qué has venido?, ¿debo darte un premio acaso?, todo esto fue mi culpa yo hable de mas, ahora vete.

-Si, hablaste de mas, pero yo no quería lastimarte

-Solo vete, ya no te entiendo, ¿quieres que esté a tu lado o que me aleje?, ¿que te odie o que te ame?, sea lo que sea te aferraras a lo que se te dé la gana y solo puedo resignarme, ¿además a quien engaño?, hagas lo que hagas no puedo dejar de amarte así que estate tranquilo, me tienes a tus pies, no voy a meterme más en tus asuntos me dedicare a obedecer y verme lindo, solo por favor a cambio te pido que no me golpees, ya no insistiré más con esa basura del amor-mi amor era unilateral por mas que mi imaginación se aferraba a creer que el si me quería, solo era un juguete, era demasiado triste amar a alguien con todo mi ser y recibir solo un poquito de la otra parte.

-Chris…-lo interrumpi

-Estoy bien con tus migajas, siempre he vivido de sobras, no te preocupes, voy a volver a reír y fingiré que los últimos 5 meses no pasaron, y seguiremos como al principio, pero solo por hoy dejame en paz...jamas voy a entenderte.

-No puedo con esto, lo lamento, si me aferró de nuevo a algo terminare perdiendo otra vez-se levantó y se fue, me quedé mirando la puerta sin entender sus palabras, esa última mirada estaba cargada de tristeza, el corazón de Eric estaba encerrado en una caja fuerte y yo tenía que cargar con sus emociones atrapadas, no era justo, puto Eric estaba loquisimo, yo lo amaba no tenía nada que perder, me gustaría entenderlo aunque fuera un poquito, si el sabia todo de mi ¿porque yo no podía?

A veces en serio deseaba jamás haber conocido a ese maldito vampiro, quizás las drogas ya me hubieran matado y por fin estaría descansando en paz.

Pasaron varios días en los cuales ni yo lo busque ni el a mi, como cuando estaba con Jason me fui a parar afuera del centro comercial a ver si podía conseguir unas monedas a cambio de cargar bolsas, tenia hambre y por mi mandíbula herida no podía prostituirme, me daba miedo que me lastimaran más.

Como tenía las intenciones de ya no drogarme el poquito dinero que conseguía era suficiente para comer más o menos bien, pero no hay que olvidar que yo aún era un mocoso y era un poco estúpido, si bien no estaba consumiendo drogas ilegales, comencé con la bebida otra vez, mi cerebro dañado no lo consideraba droga ya que estaba dentro de la ley y bueno, yo quería sacar a Eric Sammet de mi mente a cualquier costo, además de que me ayudaba a dormir rápido, tampoco llegaba a extremos de perder la conciencia, no se alarmen.

Rápidamente pasó un mes desde que nos vimos, mi cara ya estaba mejor, más bien ya no me dolía cuando abría la boca, una noche decidí ir a verlo un poco influenciado por el alcohol y otro poco por necesidad, ya no tenía nada de dinero y estaba harto, además para qué negarlo, quería ver como estaba al parecer a parte de pendejo era un poquito masoquista.

Cuando toque la puerta del despacho y me abrio se veía muy sorprendido, no pudo evitar sonreír un poco, yo pensaba fingir que ya no tenía tanto interés en él con tal de que dejara de intentar separarnos mas, iba a estar bien aunque fuera con migajas.

-¿Que haces aqui Chris?

-Te quiero pedir un favor

-Te ves mejor cielo-sonrío y me levanto el mentón, su actitud era distinta a la de siempre sentí como si hablara con una de las bailarinas, estaba bien, ambos íbamos a fingir, dolía pero según él era lo mejor.

-Claro, hace un mes un idiota golpeo pero ya estoy mejor-ya no estaba hinchado ni morado por los golpes.

-¿Que favor necesitas?

-Dame trabajo, estoy cansado de medio comer

-¿y tu que quieres hacer aquí?

-Mesero o striper

-¡Ja!, ¿vienes drogado?

-No te voy a dar el gusto de verme hundido otra vez, no me drogo, pero necesito comer y eres al unico que le puedo pedir un trabajo de verdad, mi vida ya no va a girar en torno a ti ¿bien?, era lo que querías.

-Bien, ayudaras a entregar copas, dile a Charles que te enseñe.

-Gracias-salí del despacho y fui con el mencionado, mi idea era ahí mismo conseguir clientes para favores sexuales, con 16 años y un poco de maquillaje ya llamaba más la atención no sólo de viejos pervertidos-¿entonces es enserio?, ¿esto se terminó?

-No se de que me hablas

-Ok-salí del despacho






------Eric-----

 

Claro que mi actitud era la de un soquete, quería ir rompiendo poco a poco el maldito lazo emocional que había formado con ese niño pero tenerlo siempre a la vista, no quería dejarlo y que se hundiera de nuevo, por eso tenía que ser de a poco, que en cierto punto hasta me odiara, también me gustaría que me sacara dinero, que creyera que me esta estafando y darle dinero suficiente para que pueda vivir cómodamente; no me interesa justificarme, me gusta ser un puto villano pero aun asi les resumiré mis motivos a grandes rasgos del porque no podía seguir apegandome a Chris porque se bien que paresco un loco contradiciendome.

Bien, en mi vida laboral mi cabeza es fría, pero en asuntos personales siempre mis decisiones son impulsivas e idiotas, como muestra esta que la última persona a la que ame realmente y hablo de hace más de 500 años, continúa con vida...y me odia, y no quería que eso ocurriera una vez más por una decisión que sabía que si seguía adelante tarde o temprano por impulsó terminaría efectuando.

Ese muchacho no era tan pequeño como lo era Chris cuando lo conocí, debió tener unos 23 años en ese entonces, por miedo y capricho terminé haciéndole cosas horribles sin la más mínima intención, los dos terminamos muy heridos y desde entonces no pude ni quise volver a amar y por si se lo preguntan el seguía vivo y no, desde entonces no lo he visto.

Cambiando de tema, irónicamente mi interacción con Mark también me recordaba al amante muerto de Dag, de una vez aclaro que yo no estuve enamorado ni atraído por Leiv, me agradaba y fue algo parecido a un amigo supongo, bueno, el motivo de mi comparación se debe a que este mocoso era igualito en personalidad, era inteligente, muy tranquilo, sumamente sensible y compasivo, lo podías deducir con el simple acto de liberar a un ratón de una trampa por lastima, también me parecía algo tierno, su presencia era cálida pero no muy fuerte, llamaba bastante mi atención, y comparándolo con Chris,  ambos niños eran muy honestos a su manera, los dos eran puros, como un par de animales, me gustaban los seres humanos así.

Además Mark estaba funcionando para su propósito, me ayudaba a no pensar en el mocoso rubio, los siguientes días comencé a ir a mi casa seguido cosa que jamás hacía antes de Chris, digo mis casas son solo de adorno, pero ahora me gustaba ir y observar al niño, me sentaba en la sala a leer o a trabajar y lo veía estudiando o escuchaba todos sus movimientos torpes que hacía en la casa, me gustaba hacerlo sentir nervioso e incomodo con mi presencia.

Pense que tambien seria conveniente deshacerme de él a la brevedad aunque me divirtiera su presencia, me hice pendejo durante semanas pero era más que obvio que ese niño gustaba de mí, o eso creía, ni siquiera me conocía bien, pero era un héroe para él y a veces eso es suficiente para enamorar a alguien; una noche presa del aburrimiento entable una conversación con él acerca del tema.

-Mark

-¿Si señor?

-Sabes bien lo que soy ¿verdad?, esa noche en el callejón me viste-era la primera vez que se tocaba el tema, me desvío un poco la mirada.

-No recuerdo mucho de lo que paso señor, estaba muy asustado.

-Lo recuerdas pero tienes miedo, eso es lo que pasa-sonreí-tienes la fantasía de que solo soy un hombre, peor no es asi-me levante y lo sujete de la muñeca con un poco de fuerza-soy un monstruo, un vampiro-cerró sus ojos con fuerza

-No le tengo miedo

-Entonces mirarme a los ojos, odio a los cobardes-me miró con el mismo horror que tenia el dia que mate a su agresor-¿me temes por mi naturaleza, porque soy un puto vampiro?-cerró los ojos, después los abrió y me miró con más determinación aunque sus piernas temblaban, los humanos no podían amar a un puto vampiro, siempre abría desconfianza y miedo de por medio.

-¡No tengo miedo!, aunque sea usted lo que es ha sido el único que me ha ayudado sin esperar nada a cambio que pueda atentar contra mi integridad como persona-me sentí un poco frustrado, quería demostrar mi punto y joder a alguien para distraerme, obvio él era el indicado.

Me abalance sobre él y lo derribe sobre el sofá, tenía la intención de que el creyera que lo iba a tomar en ese instante, su cuerpo se tenso, bese su cuello con brusquedad, iba a morderlo, lo escuche suspirar para calmarse pero estaba nervioso y asustado.

-¿No piensas gritar?, ¿intentar huir?-le acaricie la cadera con suavidad tal como un depredador haría al jugar con su presa.

-No...no, si es con usted yo creo que podría soportarlo, no tengo otras opciones y si es usted el que me tome, no será tan horrible como lo de antes, usted me salvo y si toma algo mío a cambio es lo justo-niño tonto, el acto era igual de bajo conmigo o con cualquiera, mi bello gato rubio por lo menos hubiera luchado antes de ceder.

-Vale...pagame con sangre entonces-mordí su cuello para alimentarme y...se desmayó.

Por supuesto mi intención no era violarlo, no me gustaba forzar a la gente a mantener relaciones sexuales conmigo, a mi me gustaba seducir, además a ese niño si yo quería hablándole bonito en dos minutos podría tenerlo bajo mi cuerpo gimiendo mi nombre de buena manera cosa que la verdad no pensaba hacer, en esos momentos solo quería asustarlo, demostrarle aunque sea a una persona que aún era Eric Sammet, un vampiro que podía infundir terror y no solo un payaso que se hacía pasar por humano y que andaba detrás de las nalgas de un adolescente, quería sentirme un monstruo de nuevo, pero cada vez me sentia mas humano y eso significaba más sufrimiento.

Solté despacio el cuello de Mark segundos después de sentir que perdió el conocimiento, cabe mencionar que su desmayo fue puramente provocado por el miedo y no por pérdida de sangre, el terror que le causaba la figura del vampiro era grande por eso aunque mi apariencia era distinta el se aferraba por meterme en la categoría de hombre y no de monstruo; acomode su cuerpo sobre mis piernas y le acaricie el rostro.

-Cobarde-sonreí-casi te orinas como la primera vez que me viste, pero esto es lo que soy, Chris tambien debio salir huyendo en cuanto supo quien era.

Subí a Mark hasta su habitación e intenté despertarlo moviendo despacio su cuerpo varias veces hasta que reacciono por fin.

-Eres muy sensible-suspire, abrió los ojos y recorrió la habitación con la mirada.

-¿Qué pasó?

-Te desmayaste

-Estaba asustado, lo siento...siento no poder servirle-se puso bastante triste-pero aun es extraño conocer a un vampiro real.

-No lo hare mas-me levante-que aburrido, me voy.

-Usted tiene algo que lo molesta ¿verdad?, es ese niño rubio

-¿De nuevo con eso?, ya te dije que no es así

-Usted me gusta señor...si usted quiere yo puedo reemplazar a ese chico.

-Tu no puedes reemplazarlo

-Por usted lo intentaré, será una manera de agradecerle lo que hace por mí-se levantó sobre la cama y me tomo del rostro con cuidado, lo dejé aunque si hubiera sido otro lo hubiera aventado por la ventana por tocarme, se acercó aún más y con sus flacos brazos rodeó mi cuello, quería que lo besara-¿lo ve?, no tengo miedo-sus piernas temblaban, estaba esforzándose, me pareció tierno, me beso finalmente y correspondí un poco por lástima, me sentí mal, nuevamente había enamorado a un crío, pero este no fue a propósito, casi ni lo veia y era como la tercera conversación que teníamos.

-mira niño yo no se quien crees que soy, pero no soy una buena persona, no se ni porque te recogí, voy a entregarte a servicios sociales, cometí un error al traerte aquí, por tus gastos no te preocupes, me hare cargo de la escuela, me da igual, pero lo último que necesito es otro mocoso enamorado de mi.

-A mi no me importa quién sea usted, solo se que me gusta.

-Es agradecimiento, no te confundas

-Entonces deje que siga trabajando para usted

, no diré nada más, pero soy feliz siendo útil-negué, él se sonrojo por completo-entonces duerma conmigo antes de echarme, solo una vez-me rei, la petición me tomó por sorpresa

-¿Pero que estas pidiendo?, ¿no estabas harto de ser tomado por adultos?

-Solo una vez...me gustaría hacerlo con alguien que me gusta una vez.

-Olvidalo, no estoy negociando, voy a pensar que es lo que haré contigo, en lo mientras haz lo que haz hecho hasta ahora, da gracias al cielo que tengo debilidad por caras bonitas si no no te hubiera rescatado, eres afortunado, pero no voy a liarme contigo.

Salí de la habitación, si fuera cualquier otra persona en el mundo no hubiera pensado ni un poco y hubiera tomado su cuerpo, pero sentía que si follaba específicamente con ese niño esta vez lo mío con Chris terminaría en serio y por completo y se que se supone que era lo que quería, pero no estaba bien, mi mente no estaba en orden y yo solo me preguntaba ¿qué había hecho Christopher Grenayde conmigo?

Después de esa noche no regrese a mi casa en varias noches.





----Chris----

 

Como dije empecé a trabajar en el bar de Eric, estaba como mesero, llevaba maquillaje para verme mayor y pues al parecer no había tanto problema, estaba deprimido pero el trabajo me ayudaba bastante a no pensar en literalmente mi jefe, la compañía de Jade, Charles y algunos más con los que había comenzado a llevarme bien me estaban ayudando un poco a sobrellevar mi estado de ánimo, es más, ni siquiera lo había visto en varios días más que cuando cruzaba el salón hasta su despacho ignorandonos a todos, cada que eso ocurría sentía que mi corazón se estrujaba cada que era ignorado aunque suponía que iba a ser como con las drogas, gradualmente iba a necesitarlo menos hasta que no quedara nada y ahora sí sería como él quería, sin sentimientos y cuando él quisiera.

Hablando un poquito más del trabajo, no era tan malo, Charles me estaba enseñando a preparar distintas bebidas alcohólicas mismas que yo me encargaba de repartir, jugueteaba con los clientes, me portaba muy coqueto y así conseguía buenas propinas y tragos gratis y además si llegaba a conectar con algun chico guapo a veces me daban de beber directamente de sus bocas, si aqui si habia gente bien parecida y de todas las edades así que no tenía que ligar con viejos asquerosos, también había gente en sus 20s y era lindo tener su atención, por supuesto ellos aprovechaban y yo también para ofrecer algún "servicio especial" y así conseguía un poco de dinero extra.

Otra vez cómo antes de irme a vivir con Eric comencé a actuar por completo mi manera de ser para evitar más heridas emocionales, otra vez fingía ser un niño malo, intentaba ser la pequeña perra que era antes y que no se dejaba de nadie, otro que también comenzaba a portarse muy raro fue Eric.

Veran, ya les había dicho que no lo había visto mucho que se diga en varios días, pero en lo poquito que pude observar se veía más pensativo y distraído que lo normal, eso lo noté bien una noche en la que lo vi llegar por la parte de atrás del bar; yo estaba en el estacionamiento con un muchacho que pesque unos minutos antes, le estaba dando una manda detrás de un auto cuando vi a Eric.

-¿Pasa algo mi amor?-me pregunto el chico mientras acariciaba mi rostro, negué y continue con mi trabajo.

Cuando termine y recibí mi paga, solo por curiosidad fui a tocar la puerta del despacho, me había preocupado un poco por verlo tan distraído.

-¿Quien?

-Chris-espere un poco hasta que me contestó.

-Pasa, está abierto-abrí la puerta y entre, el no hizo contacto visual, fijo la mirada en su laptop-¿necesitas algo mi vida?-el tono de voz era el que usaba con cualquiera de los empleados no uno genuinamente cariñoso.

-No, solo quería saludar, tenia muchos dias que no te veía y ahora que lo hice te veias un poco distraído, quería ver si estabas bien y ya lo hice, ademas veo que estás de malas asi que creo que es mejor que regrese a mi trabajo.

-No estoy de malas, estoy ocupado-me recargue en la pared junto a la puerta y rodé los ojos, por más fuerza de voluntad que tenía no pude evitar abrir la boca.

-¿Mi reemplazo te hizo enojar?

-Chris por favor, no comiences, solo no estoy de humor

-Solo bromeo

-Pues me alegra que ya estes bien con eso

-No lo estoy-sonreí-cada noche sufro por los celos, pero te lo dije mi amor, prefiero fingir para seguir a tu lado.

-Me lo agradecerás después...estaba aburrido, ya deja el tema

-Era aburrido para ti no para mí, yo era feliz pero ya, no hablemos de eso-me acerque y lo bese en la boca-¿mi amor, si cortamos la distancia un rato?-no me correspondio el beso, solo suspiro y ladeo la cabeza, me sentí muy mal debo admitir-oh dios… ¿Es enserio? ¿ya no te gusto ni un poco?-lo empuje del pecho y me separe-soy un estúpido-me di media vuelta y me dispuse a irme pero me jalo de la pretina de los shorts y me sentó en sus piernas.

-No seas tan delicado, tu mismo lo notaste, ando distraído...me siento estresado por algunos problemas ¿si?-me beso el cuello, guarde silencio, no me podía negar a un poco de su atención aunque me sintiera triste, frente a él mi dignidad era nula.

-Insisto en que estás raro

-Tu trabajo no consiste en escuchar ni resolver mis problemas ¿si no en?

-Lucir bonito, servir tragos...y abrirte las piernas

-Correcto, ahora callate, vienes en busca de algo ¿no?-no le respondí, me empujó un poco para que me parara y sin cuidado me bajo mis shorts junto con la ropa interior, suspire cansado, aunque quería estar con él una profunda tristeza se apoderó de mí, no era la manera, me regreso a la realidad, yo era una prostituta nada más, tuvimos sexo, Eric no emitió ningún sonido durante toda la práctica, fue como hacerlo con un muñeco programado, me tomo un par de veces para cansarme y me recosto en el sofá, no hubo juego previo, ni besos, ni caricias, era el peor sexo que había tenido con Eric, careció completamente de cualquier emoción, jamás me había sentido tan poca cosa como en ese momento, y él seguía viéndose raro, no parecía ser Eric el que me acompañaba en la habitación.

-Enserio estas muy raro, no me gusta verte así-sonrío de medio lado

-¿Estás preocupado?

-Claro que lo estoy-me limpie un poco con unos pañuelos y comencé a vestirme-pero no me dirás nada y ahora mismo me haz hecho sentir como basura, así que mejor me voy-no quise preguntar más, me salí y regresé a la barra con Charles con la mejor cara que pude poner.

-Solo por ser el consentido de jefe no debes descuidar tu lugar tanto tiempo mi amor-me sonrío ampliamente

-Lo siento-reí-me dio calor y quise quitarme la ropa y descansar un rato arriba de la cosa de tu jefe-me secundo la risa

-Anda ya, ve a llevar estas bebidas a ese sujeto que lleva un rato esperándote-me rei, señaló una mesa del fondo.

-¿otra vez ese tipo?-sonreí

-Si, y no está aquí por mi, pidio que tu le sirvas así que mueve ese bonito trasero y ve.

Un sujeto extraño había estado frecuentando el bar, no había hablado con él pero notaba su pesada mirada sobre mi persona y me ponia muy nervioso, los ultimos dias Charles insistia en que iba por mi, pero lo dudaba, no me daba confianza, lo mas seguro es que estuviera ahí por Eric, no lo se ¿un cazador?, ¿un mafioso rival? O algo asi, o quizas solo estaba paranoico

Me acerqué con la orden y me senté junto a él mientras acomodaba en la mesa sus tragos, era muy guapo y alto, debía tener la misma edad de Eric, bueno, saben de qué hablo, vestía bien, llevaba un reloj muy caro, y su apariencia llamaba mucho la atención en si, el color de sus ojos era bastante peculiar, jamas habia visto unos así, ese era uno de los factores principales para que a mi me pareciera una persona sospechosa, eran de color amarillo, no miel, más bien ámbar brillante, su cabello era largo y negro, su rostro masculino pero fino bien definido, piel pálida, muy guapo en conjunto y sus pestañas largas y de color blanco, se veían muy extrañas, cuerpo bien trabajado delgado pero fuerte y debía medir como 1.85m la descripción suena extraña, y si, para mi era muy extraño verlo de cerca con todo y lo jodidamente guapo que era.

-¿Pasa algo mi vida?, ¿puedo tomar mi bebida?-me quede viéndolo fijamente sin darme cuenta y con su vaso apretado entre mis dedos

-¿Ah?... Claro, lo siento

-¿Tengo algo raro en el rostro?-me sonrió, ahí estaba un buen cliente con potencial y yo vacilaba al hablar, le sonreí, se levantó y se acerco aun mas a mi, pero fue extraño, sus movimientos fueron exageradamente rápidos pero delicados, mi corazón se aceleró-ah, pero si eres un chico

-Claro que soy un chico-le guiñe un ojo y me acobarde, no lo quería de cliente, esos veloces movimientos y su mirada profunda de hacía un momento me intimidaron-con permiso

-¿Tu nombre?

-¿Que nombre te gustaría darme?

-Que tal, ¿el pequeño gatito de Eric Sammet?

-Sabía que ibas tras el-fingí tranquilidad y sonreí-debo seguir trabajando, con permiso-bebió de un solo trago el contenido de su vaso y de nuevo esos veloces movimientos que a la vez parecían extremadamente lentos me marearon, en 2 segundos el misterioso hombre estaba una vez más frente a mi ;"vampiro" pensé, pero no, el era otra cosa-¿porque no me haces compañía?, te daré una muy buena propina-no pude decirle que no a esos ojos, pasamos junto a la barra donde el hombre extendió su mano hacía Charles, pago su bebida y una gran suma de dinero extra que dejaron al otro algo sorprendido, luego me rodeó con su brazo de los hombros para guiarme.

-V...voy a salir Charles

-Suerte bombón y ten cuidado-me guiño el ojo, yo seguí al tipo, la verdad es que no recuerdo sentir miedo pero tampoco lo estaba siguiendo por voluntad propia

-¿Me dirás tu nombre entonces?-levanto mi mentón y me sentí un poco perdido en su mirada.

-Christopher

-Lindo-sacudí mi cabeza y volví en mí

-¿Qué fue eso?

-¿Que fue que?

-Los ojos...es como, como los de un vampiro, pero no eres como ellos y tampoco como yo.

-Eso es mas que obvio ratoncito-apretó mi nariz suavemente con sus dedos, cuando los retiro senri al tacto su piel rasposa.

-¿Cual es tu nombre?

-Actualmente es Cedric mi amor

-¿Que buscas de Eric?

-No te pongas a la defensiva-llegamos a lo que parecía ser su auto-las preguntas las hago yo mi cielo, acompáñame a mi hotel, te prometo que no voy a hacer nada que tu no me permitas mi amor y si prefieres prometo no manipularte tampoco-suspiré, opción no tenía y él no me daba miedo, parecía solo querer información.

-no es una opción ¿verdad?

-Eres un niño muy listo-me mostró un arma de fuego en su cintura aunque creo que eso es lo menos peligroso que tiene Cedric.

Subimos al auto y me llevó a un hotel precioso entrando en la ciudad, era un piso alto asi que tenia una vista maravillosa, me recargue en la ventana para mirar, eran de esas completas del piso al techo.

-¿Vas a pagar mi tiempo?

-Claro bomboncito, ¿cuánto quieres?

-¿200?

-Hecho-cerró la puerta y en menos de 5 segundos nuevamente como un depredador me empotro contra la ventana, era muy inquietante verlo moverse de esa manera sobrehumana, me beso la boca y los labios.

-Espera

-¿Pasa algo?

-Necesito usar el baño antes-estaba sucio, no me había limpiado muy profundo que se diga después del polvo con Eric y si él era igual de sensible no creo que le gustara percibir los fluidos de otro hombre en mi, entre al baño y tome una ducha un poco larga, Cedric no quería los servicios de un prostituto y ya, él buscaba información, esperaba que se entretuviera bien conmigo y lo olvidara, no quería decir nada que pudiera afectarle en el futuro al hombre que amaba, afortunadamente no sabía tanto de su vida privada o negocios así que supongo que no pasaría nada importante por mi culpa.

Asee correctamente mi cuerpo y volví a la habitación solo con los shorts puestos, mi ropa interior estaba un poco sucia por culpa de Eric así que tuve que tirarla por vergüenza.

-Volví-me pare en el marco de la puerta y le sonreí coqueto, él estaba acostado en la cama mostrando su trabajado torso desnudo, sus penetrantes ojos ámbar me recorrieron de punta a punta.

-No tiene malos gustos, ¿edad?

-18-se río

-Mentiroso, acercarte, oi del lindo rubio que estaba liado con el y no podría ser otro mas que tu, me acerque y subí a gatas por la cama hasta su lado, me tomó por sorpresa la velocidad con la que me sometió pero aunque sus movimientos me ponían nervioso admito que tambien tenian su encanto, en un momento yo yacía bajo su cuerpo mientras el me besaba los hombros, el cuello y los labios con hambre.

-Tienes unos ojos preciosos-olfateo mi cuello y continuó con sus besos, cerré los ojos, era agradable el beso, su aroma también, pase mis manos por detrás de su cuello y me deje llevar hasta que sentí de nuevo esa sensación rasposa en mis manos, su piel se volvió áspera y su lengua se sintió extraña, muy larga, abrí los ojos encontrándome con los suyos que ahora parecían los de una bestia, lo mordí con fuerza y lo empuje, retrocedí en la cama casi cayendo pero el me sostuvo, lo que estaba frente a mis ojos me impresionó demasiado, de punta a raíz su cabello se volvió por completo blanco al igual que sus pestañas y algunas partes de su piel parecían tener escamas, era tan hermoso y sobrenatural como los mismísimos vampiros, pero más aterrador-no te quiebres la cabeza pensando mi vida, el animal en el que estás pensando es "serpiente" aunque tampoco lo soy, tenía colmillos pero eran más delgados que los de Eric y estaban curbeados, mi corazón latio con violencia, esta vez vaya que estaba intimidado.

-Tranquilo, no te voy a hacer daño-me abrazó y acarició mi cintura-me desabrocho los shorts con una mano y me acarició el abdomen solo un par de centímetros arriba de mi pene, el buscaba mi mirada pero lo estaba evitando, mi cuerpo se había tensado y solo pensaba en como escapar.

-¿Qué quieres de Eric?

-Nada importante, somos viejos amigos, y no te asustes, tu no tienes que decirme nada, solo disfruta bombón yo obtendré mi información directo de aqui-beso mi frente, y tu solo tienes que disfrutar los estímulos en tu cuerpo ¿bien?

Creí que él sería como Sting y me violaría para obtener información pero no fue así, me estaba acariciando y abrazando gentilmente.

-Yo no sé nada de él, lo juro, solo tenemos sexo y ya, no soy nadie para él, mi informacion no te servira para nada.

-Bien-no pregunto nada realmente, comenzó a besarme y morderme con suavidad, de repente me sentía perdido, pero lo empecé a disfrutar mucho, tomo mi cuerpo un par de veces de una manera maravillosa, en cierto punto perdi nocion de mi mismo, Cedric sabía demasiado bien de donde tocarme para hacerme sentir muy bien, no sé de qué manera pero al parecer él consiguió la información que quería sin necesidad de preguntarme nada y de saciar su necesidad sexual, cuando terminamos el se veía bastante satisfecho y yo estaba realmente agotado, había sido el mejor orgasmo que había tenido en semanas, aunque claro mi preocupación por cualquier cosa que se traía este sujeto contra Eric no disminuyó.

Cuándo termino de usar mi cuerpo se recostó junto a mi, yo que quede sentado recargado contra la cabecera, el me acaricio la pierna con suavidad y beso mi muslo, debo admitir que la manera en la que me trato me hizo sentir bien conmigo mismo, no me dijo cosas feas, no me insultó ni fue brusco con mi cuerpo y fue amable todo el tiempo, creo que hasta borró el mal sabor que me dejo Eric horas atrás.

Cerró los ojos y su cabello regresó a ser negro por completo, esta vez también sus pestañas.

-¿Porque?

-¿Que?

-Tu apariencia

-Tu estás habituado a los vampiros mi amor por eso aunque te sorprendí no fue demasiado extraño, pero si los humanos ven a un albino escamoso paseándose libremente por las calles imagínate su cara de horror.

-¿Y ahora qué?, ¿vas a matarme?-sonreí, se me fue encima otra vez

-¿Quieres que lo haga?-sonrío y me dio escalofríos, sus colmillos daban impresión, me encogí de hombros-no mato mujeres ni niños, además me fuiste un poco útil, no tengo interés en matarte-me dio un beso, luego acarició y hecho para atrás mi cabello-ademas precioso, sería un desperdicio matarte, y no te preocupes, se que iras corriendo con Eric a decirle que una lagartija blanca lo está buscando-desvie la mirada y el se burlo-no importa si lo haces o no, estoy casi seguro de que el ya sintió mi presencia, en fin, ya es tarde mi amor, vístete, te regresare al bar

-No volveré al bar por hoy, ¿puedes llevarme a casa?

-A tus ordenes-entre al baño para de nuevo asearme y vestirme, no sabia que pensar, ¿que traía con Eric?, lo quería matar o era un ex amante o yo que sé, como sea me alegraba que fuera amable conmigo.

Cuando salí del baño él ya estaba listo, bajamos al auto y guardamos silencio todo el camino, yo me altere un poco al percatarme de que Cedric conocía perfectamente el camino hasta mi casa  pero no dije nada.

-¿Estas nervioso?, enserio estas muy enamorado de ese tipo asqueroso, deberías alejarte de personas malas.

-No estoy enamorado de nadie, ademas ¿tu que eres?.

-Un cliente de una noche, no un bastardo que te ha hecho pedacitos-lo mire enojado.

-No sabes nada de mi

-Te equivocas mi niño, vi dentro de tu corazón, ahora sé más de lo que necesitaba de ti y de ese animal.

-¿Eres diferente a él?

-Claro, yo soy alguien neutral, pero bajo esa absurda lógica retorcida que tiene Eric yo vendería siendo el malo, por desgracias-apretó de nuevo mi nariz-los niños de 16 años creen en las mentiras de ese monstruo y sus reglas son válidas.

-Es gracioso, según estas del lado de lo correcto y acabas de tener relaciones sexuales con un menor de edad.

-Recuerda que no soy humano bebé, sus leyes y reglas de moral no aplican en mi, pague tu servicio muñequito, no te viole-en ese momento extendió su mano hacia mi con 600€-y no estoy del lado de lo correcto, te dije que soy neutral, llegamos-estaciono frente a mi casa-Christopher, ten cuidado-me reí, él era una persona extraña, me baje del auto y me despedí con la mano como si fuéramos amigos.

-¿Quien es ese?-otra vez el niño de enfrente estaba afuera, me saco un sustote, le golpee la cabeza y el lucho para aguantarse las lágrimas.

 

-Es un cliente, !no salgas de la nada!, es muy tarde, ya te dije que no te salgas y menos a estas horas.

-Es solo un momento...siempre lo es-el chiquillo comenzaba a hartarse de la situación era normal.

-Quita esa cara-me senté con él

-Me pregunto si terminaré igual que ustedes

-No digas eso, no lo entiendes, es estúpido, tú vas a la escuela, no harás lo que yo.

-Lo entiendo, jamas llegare a nada, ¿de qué sirve la escuela si soy pobre?, jamás voy a salir de aquí, y entiendo lo que hacen, duermes con hombres a cambio de dinero.

-¡Basta!, tu madre trabaja para que precisamente no seas como nosotros, ¿quien te metio esta basura en la cabeza?

-En la escuela-su mirada se puso triste-me preguntaron en qué trabajaba mi mamá, mentí y dije que era enfermera y trabajaba de noche, dije que mi papá había muerto-él ya comenzaba a entender lo dura que era la vida, me causo dolor oírlo, yo quería un bebé pero ¿para qué?, ¿para que sufriera todo esto?, toque mi bacio vientre, quizas asi debia seguir.

-¿Te da vergüenza?

-No, yo se que ella me ama, he mentido porque no quiero que se burlen de nosotros o que incluso alguien nos separe-cubrió su cara para intentar ocultar sus lágrimas, lo atraje a mi hombro para que llorara y le acaricie la cabeza.

-Ella te ama

-Lo se

-Entonces no digas que dejaras la escuela, ni mucho menos que vas terminar igual que nosotros, eso la herira-mire al frente fijamente.

-¿Esto mejorará Chris?

-No lo se

-¿Tu dejaste la escuela?

-Yo nunca tuve la oportunidad de ir, si tu sigues yendo sé que conseguirás algo mejor que esta mierda, ademas dijiste que me sacarías de la calle ¿no?-se sonrojo, yo sonreí-entonces debés estudiar y conseguir un buen trabajo, no me iré con un chico pobre, no soy tan bruto, me gusta la buena comida y las cosas caras-mentira, me daban igual los lujos.

-El vampiro tiene dinero pero te trata mal-mi corazón dolió y suspire

-Lo se, pero en ese momento mi cabeza no andaba bien

-Chris, ¿puedo darte un beso?-su sonrojo se intensificó, parecía una bonita manzana.

-Mi boca está sucia 

-No me importa

-Los besos no se piden, aun eres un mocoso, tengo que ir a ver a alguien Dietter, cuida tu trasero-me incline y le bese la mejilla-apresúrate a crecer-me meti a mi casa, me bañe y me cambie la ropa rapido, tenia que ir a prevenir a Eric.

Cuando estuve listo fui al bar pero ya no lo encontré, fui a su casa entonces aun sabiendo que no era muy probable que estuviera ahí tampoco, vi la luz encendida así que había una pequeña posibilidad de que lo encontrara, iba un poco ilucionado pensaba  que al ver que aunque estabamos separados yo me preocupaba en serio por él y sus asuntos, quizás se diera cuenta de que yo enserio lo amaba y debíamos estar juntos, ya saben, creencias de gente pendeja.

Me brinque la cerca y me asome por la ventana para comprobar que fuera el, me daria coraje si el que me abría la puerta era el asqueroso Mark, no debí haberlo hecho, o quizás estuvo bien, me quite la delgada venda de los ojos de seguir creyendo que Eric me quería un poco, la realidad era que Eric era un mentiroso, siempre lo fue, me había prometido que no tenía nada que ver con ese niño y yo confié en él tontamente, él no se percató de mi presencia y si lo hizo fue muy cruel, estaba sentado en el sofa con el otro niño sentado en sus piernas, él tenía los ojos cerrados y Eric le dio un beso en los labios.

Iba a gritar y armar un pinche escandalo, pero me contuve, no valía la pena en lo más mínimo, volví a brincar la cerca y corrí lo más rápido que pude conteniendo mis ganas de llorar, una vez más sentía como mi corazón se rompía en pedacitos, paré cuando llegue al parque, me tiré de rodillas junto a un banco para poder recargarme en él y comencé a llorar, dolia demaciado confirmar algo que uno ya sabía, golpee el suelo repetidas veces, la hierba amortiguo pero aun asi me hice daño en los nudillos, por un segundo desee que Cedric lo encontrara y le metiera una putiza.

-Soy un idiota, aun a pesar de esto decido amarte-dije para mi mismo, ya no le diría nada y se lo dejaría al destino.




----Eric----



Chris tenía razón, estaba y me sentía raro y él era el culpable, no sabía cómo terminar nuestra relación sin continuar lastimandolo y eso junto con todo el desmadre de mis putos trabajos me tenían muy desconcentrado lo cual no era propio de mi.

Aparte de eso y como si fuera no poco, estuve pensando muchísimo en Alain, ese era el nombre de mi ex amante, mi hijo, mi pecado o lo que sea.

Walter, mi contador había estado encargándose de mucho de mi trabajo, pero tenía que pasar por el bar para revisar que todo estuviera en orden de todas maneras.

Casi no había tenido contacto ni visual con Chris pero en una de esas noches que andaba por el bar me buscó, estaba preocupado supuestamente por mi ¿y que hice?, cambie de tema y me lo cogí sin ganas, se fue un poco desanimado, me sentí un poco mal pero ya estaba, mas tarde tuve que ir a mi casa a recoger un documento, antes de irme eche otro vistazo al bar, había mucha gente y al parecer a mi lindo rubio ya se le había pasado la tristeza, lo vi coqueteando con un cliente, como si no supiera que aprovechaba el bar para ligar clientes, estaba bien, era mi culpa después de todo.

Cuando llegue a mi casa tenia un muy mal sabor de boca, la persona con la que estaba Chris se me hacia muy familiar o tal vez eran celos.

Entre a mi despacho para buscar y revisar los papeles, por lo menos el trabajo me mantenía ocupado y no pensaba en lo que hacía y deshacía Christopher ni en que los malditos humanos eran todos iguales y nadie podía amarme realmente sin reparos, el había demostrado que si podía, pero el recuerdo de Alain me impedía creerlo realmente.

Mientras revisaba las cosas un cristal roto me sacó de mi concentración, fui a la cocina que era de donde provenía el ruido, encontré al cachorro que lo provocó.

-¡Lo siento!

-No pasa nada, deja ahi-se agachó a levantar los pedazos del recipiente y ocurrió lo obvio, se hizo un corte en la mano, de inmediato el aroma llegó hasta mis fosas nasales y no saben lo difícil que es resistirse a ese aroma cuando uno no se está alimentando bien, y en ese periodo de mi vida yo no lo hacía, me miró a los ojos y sonrío tímidamente.

-Lo siento-repitió

-Te dije que lo dejaras, anda, ven-lo guie hasta el sofá, nos sentamos de frente y no es que yo fuera ahí revelando mis secretos a cualquiera, más bien no estaba pensando ni prestando atención, con uno de mis colmillos abrí mi propio dedo y unte mi sangre sobre la herida como si fuera un antiséptico, no quería el aroma de su sangre molestandome, el corte se cerró de inmediato dejando al mocoso muy sorprendido, solo quedo una pequeña mancha de ambas sangres mezcladas.

-¿No es peligroso?

-¿Mezclar mi sangre?, no, mira, mi sangre es por así decirlo "limpia", no tengo tipo y no se puede infectar con ninguna bacterias ni virus humano, no temas-me sonrío

-Muchas gracias señor

-¿Qué haces despierto a esta hora?

-No podía dormir, baje por agua y ya ha visto el resultado

-¿Te preocupa algo?-no tenía interés en la historia pero como ya dije antes, su voz era agradable de escuchar y yo quería desconectarme un rato.

-Tuve una pesadilla donde todo regresaba, pero solo fue un mal sueño, no pasara ¿verdad?

-Correcto

-¿Señor?, ¿los vampiros también sueñan?-la pregunta me sorprendió bastante, lo hacíamos, claro que si, no podía ser yo el único, pero no eran sueños como tal, eran fragmentos del pasado, estábamos condenados a recordar una y otra vez el doloroso pasado en forma de sueños, últimamente me ocurría bastante con los recuerdos de Alain; no le respondí, lo atraje a mi cuerpo, sobre mis piernas y le bese los labios para evadirle.

-¿Mark?-me miró perdido en mis ojos, estaba notoriamente sonrojado.

-¿Si?-lo estaba manipulando, no iba a hablar de mi vida con el

-Duerme-le dije con voz suave, callo dormido de inmediato entre mis brazos.

 

Pasaron varios días desde que vi a Chris y no supe absolutamente nada de él, no se presentó a trabajar y tampoco estaba en su casa o por lo menos no de noche, mi lazo con su sangre era débil ya que tenia tiempo sin beber de el asi que no podia sentirlo cerca o si estaba bien, eso me mantuvo irritado, esperaba que no estuviera por ahí drogado o alcoholizandose, prefería en cambio que se hubiera conseguido un patrocinador o algo por el estilo, cosa que no debía importarme y en vez de pensar en eso debería concentrarme en otras cosas que sí importaban.

 

Luego de semana y media fui de nuevo a su casa, en total me di 3 vueltas en el tiempo transcurrido, solo para saber si él estaba a salvo, en esa ocasión iba tan metido en mis pensamientos sobre Chris, el trabajo, Mark y mi progenie que no me percate que alguien me iba siguiendo, en cuanto lo hice subí la guardia pero la presencia se sentía muy ligera.

-Muéstrate de inmediato cabron-mire despacio hacia todas las direcciones, la presencia se expandió pero no podía ubicarla, no era un humano, de un momento a otro lo sentí claramente, gire a la izquierda listo para atacar ya que ahi senti que el individuo se acercaba, sin embargo en menos de un segundo la dirección del ataque cambió, sentí un par de agujas clavarse en mi costado derecho, un agudo dolor recorrió cada terminación nerviosa de mi cuerpo para concentrarse nuevamente en ese punto, tome del cuello a la alimaña causante de mi herida, era una maldita serpiente blanca que se fue engrosando en mi mano hasta tomar una forma humana y apartarme con un golpe.

-¡Eric!, viejo amigo, te has descuidado

-Bastardo-le golpee el rostro antes de que reaccionara de otra forma, mi fuerza fue tanta que lo hice chocar contra la puerta más cercana, se lanzó contra mí para morderme otra vez, lo esquive y no perdí el tiempo, sabía perfectamente que cualquier error y ese hijo de puta podía acabar conmigo, lo agarre del brazo y se lo partí en dos, luego con una de mis manos sujete su hombro y con la otra literalmente le atravesé el estómago de lado a lado, su mordida me estaba causando un dolor insoportable, no pude evitar hacer una mueca.

-¿Te duele Eric?-él estaba resistiendo su propio dolor

-Te voy a mandar al infierno-lo tome del cabello y desde ahí lo derribe para azotar su cabeza contra el suelo, luego puse mi pie sobre esta y presione-bastardo hijo de puta, sentia mi cuerpo muy caliente, como si realmente me quemara

-De alla vengo-se río-agradece que mi misión no era matarte cabrón-tosió sangre-me sorprendió mucho cuando me pidieron este trabajo, no crei que volveria a pelear contigo, no pude negarme, me pareces fascinante.

-¿Crees que me mataras con esto?-yo no era débil, pero si yo llegaba a bajar un segundo la guardia con alguien como Cedric mi vida estaba acabada por eso al pelear con él tenía que herirlo de gravedad de inmediato y escapar, era imposible matarlo pero si podía dejarlo inútil un tiempo, a él yo lo conocía por motivos que no mencionaré, varias décadas atrás tuvimos una pelea y yo no salí bien parado, jamas crei que alguien se atreviera una vez más a contratarlo contra mí, ahora debía investigar y acabar con la persona que lo llamó, es lo único que mantendría mi cabeza sobre mis hombros, aunque por sus palabras solo lo contrataron para morderme.

-¿Sabes como arreglarlo entonces?, te explico querido amigo, mi marca se irá expandiendo lentamente por todo tu cuerpo hasta dejar tu inmortal trasero completamente inmóvil, mientras esto ocurre vas a desear estar muerto por el insoportable dolor que mi veneno te hasta experimentar, cuando esto ocurra mi cliente te buscara y bueno, yo no sé realmente qué quiere contigo.-¿Como lo arreglo?, ¿Quien te mando?

-¿Crees que te lo diré?, ¿estas asustado?-se burló con ganas.

-¡Joder!-aplaste su cabeza una vez más antes de largarme, ¡su cuerpo quedó ahí frente a la casa del maldito Christopher a quien culpaba por lo que acababa de ocurrir!, el tenia la culpa por hacerme bajar la guardia.

De inmediato regrese a mi puta casa, necesitaba traer a Dag de inmediato mientras solucionaba este problema, ¡puto Cedric de mierda!; ya en la sala levanté mi camisa para poder ver la herida, las venas de ese lugar estaban asquerosamente hinchadas y de un brillante color violeta, el dolor amenazaba con volverme loco, no imaginaba cómo sería cuando comenzara a expandirse a todo mi sistema.






-----Chris----

No regrese más al trabajo, pero en las noches tampoco me apetecía estar en casa así que de nuevo comencé a tomar clientes de fuera hasta tarde, el punto era seguir comiendo bien, luego de terminar estuve yendo a la tumba de mi mamá solo para no volver a casa y ahí pasaba el rato.

Me colaba por las rejas, por lo mismo tenia un par de raspones en las piernas, dormía un rato sobre la fría tumba y regresaba a casa a altas horas en la madrugada, eso hasta que me descubrieron.

-Niño...niño-un anciano me movió repetidas veces hasta despertarme, era el velador

-¿mmmh? , solo quiero dormir

-y yo que creía que eras un gato, no puedes estar aquí

-No robaré nada

-Llamaré a tus padres, vamos a la caseta

-Mis padres estan aqui abajo ambos-bostece, me miro con lastima-suerte con eso.

-Entonces llamaré a la policía, enserio no te puedes quedar, ve a casa-me levanté despacio y lo mire con desprecio

-Vale, me iré.

Regrese a casa a paso lento, eran como las 2:30am, tenía sueño pero el frío en mi cara era agradable, los últimos días me sentí bastante bien, no había pensado mucho en Eric y por fin creía que si las primeras semanas sin él no me habían matado podía salir adelante.

En fin, cuando llegue a mi calle me detuve un momento a unos pasos de mi casa para buscarme las llaves, ubique en el piso un gran bulto tirado en el suelo.

-Como si necesitaramos otro asqueroso borracho en esta calle-lo dije dirigiéndome a mi mismo, me acerque para verlo mejor e intentar que se largara, en cuanto se movió y pude verlo mejor retrocedi de inmediato, lo que vi y olí me hizo vomitar al instante, apestaba a sangre y estaba destrozado, cuando el aparente puto cadáver comenzó a moverse casi se me sale el corazón junto con mi cena, iba a gritar pero me cubrió la boca con su mano sana, yo sentía que me desmayaba.

-¡Hey!, relajate, tranquilo, tranquilo-la mitad de la cara del tipo estaba aplastada, podía ver su sonrisa encarnada con los dientes bañados en sangre y la piel de todo su lado derecho colgaba de una manera grotesca, que les digo de la cuenca del ojo y del ojo mismo, me temblaba el cuerpo y volví a vomitarle en la mano-¿no me reconoces bebé?-lo empuje para separarme de él, al hacerlo mis manos se empaparon de sangre, arriba del estomago tenia una herida horrible aunque la ropa no me dejaba ver que era un puto agujero, recargue mis manos en el suelo y di un par de arcadas más, lo que veían mis ojos era horrible, era como 10 veces más horrible que cuando le quemaron la cara y el cuerpo a Eric, dios, estaba asqueado y aterrado, naturalmente ya lo había ubicado, era la perra serpiente con quien me acosté la vez pasada.

-La ayuda me vendría bien ahora mismo corazón-lo mire incrédulo un par de segundos y lo dude un poco, pero pues estaba vivo y no podía dejarlo ahí tirado, me acerque y lo ayude a ponerse de pie soportando las ganas de seguir vomitando, además Cedric era bastante pesado, como pude lo lleve al interior de la casa.

-¡Demonios!-chille cuando lo vi ya bien bajo la luz de casa, su brazo estaba torcido dolorosamente hacia un lugar que no debía con el hueso expuesto, me daba lastima y me causaba malestar verlo-¿Que te paso?

-Esta es la fuerza de un vampiro mi amor, pero en un par de días...tal vez semanas estaré como nuevo-sonrío, yo abrí los ojos muy sorprendido.

-¡¿Eric?!

-Si…¿quieres saber qué ocurrió?

-No…no me importa-me meti al baño para lavarme y cambiarme la ropa, si Cedric estaba así de mal Eric debía estar perfectamente bien, no tenia porque preocuparme y no quería pensar en el; tome todas las cosas del botiquín y regrese a lado de Cedric, su cabello se había puesto blanco, se veía muy cansado-¿puedo?-empece a abrir su camisa

-Adelanté-iba a curarlo aunque al verle la herida del estómago de nuevo casi me desmayo.

-¿Porque afuera de mi casa?

-Sólo lo estaba siguiendo-suspire ¿que hacía el perro afuera de mi casa?

-Eric ya no es bienvenido a esta casa

-¿Que?

-Nada, solo que ya no podrá entrar aquí sin mi permiso, así podré curarte-sonrió

-¿Porque?, ¿no soy el enemigo?

-De él no mío, y yo ya no soy nada suyo-me acarició la mano

-¿Pelearon?

-Consiguió a alguien más importante, eso es todo

-Genial, eso me hace las cosas más sencillas amor.

-¿Que?

-¿Que?-se río, yo sonreí

-Deja de hacer muecas, tu cara es realmente asquerosa

-Que cruel-le saque por completo la camisa y tuve que apartar la vista, como tal no se veía un agujero pero sabía que lo era, la carne roja palpitaba y sus vísceras se asomaban ligeramente, ¡dios!, grité de nuevo y rompí a llorar, era horrible, durante unos minutos no pude respirar bien y tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no sufrir un ataque de ansiedad.

-¿Como puedes seguir con vida?

-Recuerda que no soy humano mi niño-fui al baño por unas toallas y las mojé con agua tibia, tambien agarre gasas y con una sábana corte tiras gruesas para vendarlo, después haría que me comprara otra pero no tenía tiempo de ir a una farmacia y además no iban a estar abiertas, mis manos y piernas temblaban mucho.

-Aun así parece doloroso-comencé limpiando la sangre de todas las heridas aunque seguía sangrando era bastante moderado a lo que debía.

-Lo es

-Yo odio el abuso físico, tu pareces gozarlo.

-Ya está hecho bomboncito, ahora solo me queda tomarlo con humor-la piel de sus labios colgaba.

-Ya cállate, voy a tener pesadillas-cerré los ojos un momento luego continúe curandolo lo mejor que podía, se quejaba bajito y se retorcía de dolor pero lo resistía bien; luego de encargarme de su torso pase delicadamente una toalla por su rostro e intenté acomodar los trozos de carne en su lugar mientras lloraba de frustración, de repente daba arcadas pero ya no había nada en mi panza para vomitar.

-Si te causa pesadillas puedes abrazarme mi amor-cubrí la mitad de su cara con gasas, el hueco en su cabeza me permitía ver parte del interior y era aterrador.

-No dormiré con nadie que no pague, agradeceme que te estoy curando-se rió una vez más, por último cure su brazo y creo que fue lo que más conflicto me causó, lloré de frustración y del pánico que me causó, como dije, el brazo estaba doblado totalmente  al lado contrario, colgando, no se como explicarlo, Cedric me dijo que lo corrigiera, me explico cómo sujetarlo y jalarlo para reacomodarlo, luego que lo vendara y su cuerpo sanaria solo con los días, bien, primero lo giré, las pupilas de Cedric se volvieron una línea como los ojos de un reptil real y su grito ahogado hizo temblar todo mi cuerpo, el dolor que debió experimentar debió ser increíble, luego jale con fuerza para acomodar y hacer que sus huesos embonaran de nuevo, esta vez no pudo reprimir el grito, debió escucharse hasta el final de la cuadra, en cuanto lo hice fui a encerrarme al baño y estuve llorando como por 10 minutos-eres un pendejo-me dije a mi mismo-si no te hubieras enredado desde el principio con un monstruo esto no estaría ocurriendo-me dolia mucho el estomago, la cabeza y me sentía fatal emocional y físicamente por todo lo que había visto esa noche, logré calmarme luego de un rato, me mire al espejo y suspire, yo estaba aterrado pero Cedric debía estar sufriendo mas que yo, regrese con él y termine de curar su brazo, lo deje bien vendado, después le quite toda la ropa y termine de limpiarlo por completo, lo vestí con una playera de Eric que tenía guardada y lo ayude a subir a mi cama, se veía agotado.

-Voy a limpiar-el piso era un desastre, yo tuve que volver a limpiarme  y a cambiarme, más tarde volví junto a Cedric-te traje agua ¿Quieres?-asintió, apoye su cabeza en mi hombro de lado y le ayude a beber, si su cabeza no estaba en esa posición todo se derramaba.

-Si me das de boca a boca seria mas facil.

-Vete a la mierda…¿como te sientes?

-Estoy bien, sabia a que me atenía

-Estúpido-le heche el cabello hacia atrás-duérmete, cuando mejores tendras que lavar mis sábanas y mi puta memoria

-De acuerdo-sonrió.


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