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Demonios por knaxzerim

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Notas del capitulo:

Buenas Noches: 

Espero que a alguien le caiga en cuenta este trabajo, en realidad llevaba tanto tiempo en pausa que supongo que darle final a estas alturas es algo absurdo, sin embargo, se lo frustrante que es que alguien te deje una historia sn terminar así que hace un par de semanas me dije ¿Por que no?. 

Ame esta historia desde su concepcion, creo que valió la pena por todo lo que hice y deshice con ella, Mi vieja amiga Beatriz ahora descansa en paz y en su memoria tambien cierro este capitulo, un homenaje algo burdo quiza, pero en su momento mep pareció adecuado. 

No fue mi intencion principal el vincular esta historia con otra que tengo colgada de Ouran, pero me dio flojera el tener que agregar nuevos personajes y si no se desarrollan adecuadamente siento que no estoy haciendo un trabajo correcto; espero que me lleguen a entender. 

En fin, gracias por leer y no les aburro más. 

Tenia algo que hacer, tenía que hacer esto antes de desaparecer, o al menos era lo que se repetía desde hace una semana luego de salir del hospital, su abuelo había sido bastante claro respecto de las intenciones que tenía con él y su futuro, el haberse desviado de su plan en un principio lo había dejado solo y lleno de dudas, pero en el momento en que se vio atrapado en el peso de sus desiciones fue consciente que la mano de su abuelo aun le sujetaba con fuerza desde la distancia.

La mesa directiva había solicitado una junta de atención inmediata, era necesario formar una asamblea de emergencia, era necesario colocar al frente de la empresa a un líder y dar certeza a los inversionistas; la mayoría de los ejecutivos estaban alterados, puesto que ante la ausencia de Yuzura su asistente era el respaldo, sin embargo, el tipo también estaba muerto.

Gracias a algun dios benevolente, se encontraba en el sitio, acompañado por Seto Kaiba y Joey Wheller, ambos habían cambiado, Yami no era capaz de saber que era lo que había cambiado en ellos, pero se les notaba mas “brillantes”; al ingresar al edificio los empleados y se mostraron aprehensivos respecto de lo que ocurriría en ese lugar, en uno de los sofás de la sala de espera de la oficina principal se encontraba el detective Hirahisawa.

_Buenos días, joven Atemu.

_Buenos días, ¿Viene a detenerme?

Cuestionó a la defensiva, él y ese policía no tenían la mejor relación y en ese momento no tenia ganas de discutir con él respecto de la investigación de su abuelo; el hombre frente a él notó la agresividad de su tono, pero no se dio por enterado, aunque si se mostró algo inquieto.

_No, yo_Suspiró con resignación y con un gesto de total humildad el detective se inclinó para hacerle una petición_ ¿Antes de que empiece su reunión podría permitirme unos minutos?

_Tengo algo importante

_Lo sé_ lo interrumpió el policía_ pero estoy seguro que necesita saber lo que tengo que decirle.

_Está bien, ¿Qué quiere?

_Bueno, pues me gustaría que fueramos a una oficina, lo que debo decirle es de suma importancia y no quiero arriesgarme

El tricolor suspiró cansado y con una seña le pidió que lo siguiera a la que en el pasado era la oficina de su abuelo, el lugar era amplio y se notaba la gran cantidad de esfuerzo que el anciano puso en hacerla parecer intimidante; la madera de caoba y los tonos oscuros, en realidad hacían que aquel sitio se viera lúgubre; Seto cerró la puerta y Joey hizo lo propio con las persianas, el policía se dejó caer sin invitación en una de las sillas y sin más soltó.

_El heredero Motto está aquí, y quiere hablar con usted.

_¿Quién?

_El heredero Motto, el verdadero dueño y titular de la empresa Alluma, la naviera que su abuelo quizo absorver desde que Abraham Motto fue asesinado. Sé que usted no estaba interesado en las cosas que su abuelo hacía para ganarse la vida, pero Alluma&Atemu es una de las principales noticias desde hace unos meses; la muerte de su abuelo dio un espaldarazo a los lideres de la mesa directiva de Alluma para liquidar la empresa y correr con lo que quede de ella.

_¿Usted qué tiene que ver con todo esto?_ cuestionó Joey intrigado por que aquel policía estuviera metido en sus vidas de esa manera.

_La verdad es que no mucho, yo, fui asignado en la comisaría para cerrar el caso de los Motto, no hay pistas, no hay respaldos y no había testigos, simplemente tenía que darle carpetazo y guardarlo en un cajón, pero ocurrieron cosas_ frotó su rostro con nerviosismo_ y no pude ser indiferente.

_Fui destituido del caso desde que comencé a atar cabos, el caso del asesinato de los Motto había caído en manos de un fiscal prometedor, un fiscal que ahora es un juez de la suprema corte y que tiene mucho peso en el juzgado empresarial; Joey _ llamó la atención del rubio _ tu padre era un especialista informatico, él hacia trabajos para Atemu y guardaba una lista de rutas marítimas que sabrá dios para que son utilizadas; quizá no pudo o no hizo algo que debía o filtró información a alguien y por eso murió. No tengo que contarte nada acerca de tu padre, sabes que fue herido y torturado antes de morir.

_¿Puedes ir al punto?_ increpó Seto molesto por que aquel tipo sacara a colación al difunto Roger

_El punto es, que quienes perpetraron la muerte de Kaito y Yukina Motto, han pagado con sus vidas y las de sus seres queridos aquel crimen

Una voz ajena los sobresaltó, de la parte trasera del despacho dónde una repisa mostraba su colección de libros y estatuillas un joven de cabello tricolor y ojos violetas se apersonaba en el lugar, tras él, un moreno de ojos verdes, una joven de cabello castaño y otro moreno un poco más alto salían a la saga.

_¿Yugi?

Cuestionó Joey, para luego acercarse a su amigo, era extraño que se encontrara ahí y salvo por Ducke, ignoraba quienes eran sus otros acompañantes; el joven bajito asintió y con la mirada seria encaró a Yami.

_Mi familia fue destrozada por la ambición de tu abuelo, perdí a mis padres por culpa suya y es justicia poética que ahora este muerto

_¿Justicia poética?_ cuestionó algo sarcástico el nieto de Yuzura.

Ducke se posicionó frente a su hermano listo para defenderlo de lo que sea que Yami intentara, en ese lugar, solo ellos tres sabían exactamente quien había tirado del gatillo que acabara con la vida de Yuzura y también herido al escritor, pero que le mataran antes de dejar desprotegido a su amado hermano menor.

_El joven Motto se encuentra en proceso de suceción de derechos sobre los bienes y recursos de Alluma corp. Los ejecutivos que planean ejercer el derecho de ausencia sobre mi cliente piensan que el chico esta muerto y de saber que aun vive, no sabemos que reacción pueden tener para con él.

_No se mucho de negocios, pero lo que entiendo es que Alluma y Atemu ahora forman una alianza que de desvanecerse puede dejar en la calle a muchas personas.

_Eso no tendría por que importarte, has estado ausente desde hace tanto que dudo conozcas a que se dedica la empresa de tu familia.

_Yo no, pero estoy seguro que quienes la sacan adelante si, lo que no consciento es que traten de desmantelar el único recuerdo que queda de mi familia, lo que mi abuelo y mi padre forjaron a base de esfuerzo_ Yugi se afirmó en su postura y encontró la mirada de Yami_ no necesito nada de esto, no quiero otra cosa que huir de este lugar y desaparecer para siempre, por que no tengo nada que me ate a este sitio; pero esas personas no tienen la culpa de lo que la ambision de Yusura hizo. Y aunque ningún mal resuelve otro, estoy de acuerdo en hacer lo posible por arreglar este desaguizado.

_¿Que quieres hacer? _ cuestionó Seto a Yami, quien aun se mantenía petrificado en su sitio

Las palabras del joven le habían recorrido la espina como si se tratara de un baldazo de agua fría, ambos estaban perdidos luego de que el nexo entre ambos desapareciera, la muerte de su abuelo había dejado un vacio de algo que no dejaba claro que le faltaba; conocía al chico, sabía de lo que era capaz, pero en ese momento el chico le dejaba claro que se encontraba tan o mas perdido que él y recordó el mensaje que le dejara en el hospital.

_Pensé que la venganza me daría libertad, pero ahora se que dañar a las personas no hace ningún bien_ se acercó a Yami con pasos vacilantes _ pero no voy a dejar que se salgan con la suya, quiero recuperar la empresa y dejarla en manos de quien protegerá el patrimonio de mi familia_ Tomó una de sus manos y buscó la mirada del mayor_ patrimonio que protege a muchas mas personas. Ayudame, yo no sé como ser bueno para nadie, ayúdame a hacer lo que mi madre quería que fuera.

Mascuyó mientras dejaba caer algunas lagrimas por sus mejillas; el recuerdo de aquel nombre, de la mujer de la que hablaba, de una desconocida que había dejado su testamento desperdigado en un montón de diarios y en cartas repartidas por la web; se había tomado su tiempo para entender la nota que Yugi le había dejado en el hospital; incluso pensaba que se trataba de una amenaza, por que él era un testigo, él sabía que había ocurrido realmente con su abuelo, y aun así, aquel adolescente no pudo pensar otra manera mejor de torturarlo que dejarle una nota luego de dispararle. Aquella noche, cuando abrió el sobre no se esperaba encontrar lo que encontró:

“Lo siento, no quería que te culparan, pero fue inútil; te prometo que nada te pasará de ahora en adelante, no te pido que entiendas lo que hice, pero eres la única persona que lo sabe, y quiero explicarme, por favor, en unos días te haré llegar la información.

Y.M.”

Y lo hizo, el mismo día que llegó a su casa, ahora vacía salvo por la presencia del servicio, un paquete, uno diminuto que contenía una memoria usb; un microchip que tenía pegada una nota con las iniciales del mocoso: Yugi Motto, quiso lanzar la memoria a la basura, le aterraba saber que aquel niño había entrado a su casa y colocado aquello en el sitio en el que guardaba la fotografía donde Beatriz y él posaban juntos, un lugar sagrado dónde el recuerdo de la difunta le atormetaba desde el otro lado.

Lo ignoró, por unas horas, pero la curiosidad le pudo mucho mas que el miedo y entonces lo hizo, abrió el dispositivo; si aquello contenía algún virus, o otra cosa, no se preocupó en lo más minimo; se ejecutó de forma normal, y en breve tuvo acceso a dos carpetas; uno decía “Yugi Motto”, el otro “Bint Ḫarūf”.

Abrió el expediente de Yugi, dentro había varios archivos de fotografías y un archivo de texto; el archivo de texto tenia una lista de nombres, una muy larga lista; ignorando los nombres, abrió una de las fotografías; de inmediato se arrepintió, era la imagen de una mujer apuñalada en su cama, sus ojos estaban abiertos y su rostro estaba salpicado de sangre; un enorme tajo atravesaba su cuello por la parte posterior dejando ver el lugar por donde se le escapo la vida.

Al navegar por las imágenes se topó con varias tomas de la misma escena, desde diferentes angulos que fueron registrados con presicion clínica, le siguió la imagen de un hombre, también apuñalado y dejado de lado como si arrebatarle la vida a una persona no importara nada; fotograma por fotograma el escritor no podía dejar de pensar que era lo que Yugi quería decirle al dejarle semejante cosa en su casa.

Un tercer cuerpo, una mujer, tirada en medio de una habitación llena de juguetes infantiles, la chica había muerto desangrada también, pero algo había cambiado en aquella imagen, el corte había sido en una de las piernas y la sangre del piso era tanta que parecía estar recostada en medio de una manta de terciopelo rojo; de ella había varias fotografías y después estaba la captura de un periódico.

En él rotativo se describía la muerte de un joven empresario y su esposa, se decía que la niñera había dado la vida por proteger al heredero de la familia, quien se encontraba en paradero desconocido; los cuerpos habían sido localizados por la servidumbre, y al no haber familiares cercanos para reclamar los cuerpos la policía trató de localizar al pequeño heredero sin conseguir nada; después del reportaje un registro policial dónde se anotaba una fecha para cerrar el caso. Nadie haría nada por averiguar que ocurrió con aquel matrimonio y con su hijo.

Quizá para nadie sería extraño el saber de aquello, incluso él, que había escuchado de lejos la noticia y a la cual nunca prestó atención, por que al final de cuentas, no se trataba de algo que le afectara directamente, al menos no en el momento que aquello ocurrió. Pero era absurdo el no notar el parecido, los ojos de la mujer eran por mucho, iguales a los de Beatriz, no, eran iguales a los de Yugi y esa mirada le decía desde la tumba que quería una retribución por haberla alejado del calor de su amado y de su hijo.

Tuvo que apartarse de la computadora, tuvo que ir al baño y vomitar, al saber lo que sabía, por que la ultima fotografía de aquel escalofriante álbum, era un telegrama en clave, con una nota a mano en la parte inferior donde se decodificaba el mensaje; “Por orden del líder de Athem, se pide la muerte de la familia Motto”; su abuelo, su abuelo había robado la vida a Yugi.

Pasó un día entero antes de tener el valor de abrir la segunda carpeta, dentro había un archivo de texto, uno que parecían notas de un diario incomprensible que se debía hilar poco a poco. 

“Fue encontrada cuando tenia diez años, no tenia familia y tampoco un nombre; en las calles era la chica de cabello negro, igual que todas las otras que eran como ella, desnutridas con la piel ajada, y un eterno hueco en el estomago, no sabia si había sido un bebe, su primer recuerdo vívido, era la mano de una mujer que con desprecio le extendia una manzana maltratada de su bolsa de compra, todo por que otra pequeña, quizá mayor que ella, le había preguntado, por que esa niña no tenia zapatos y tenia la cara sucia.

La niña tenia el cabello castaño y usaba un par de zapatos gastados que ella hubiera matado por tener, sonrio agradecida antes de que la mujer se arrepintiera y llamara a la policía; conocía todos los gestos, tenia que extender la mano siempre con la palma extendida hacia arriba , los ojos, siempre mirando a la persona a los ojos, ella sabia que era lo correcto, mirar a la gente de frente, acorralarlos a decidir si le ayudaban o no, si la despreciaban por ser lo que era o se apiadaban por un momento de su situación.

No vivía sola, pero tampoco vivía en el mismo lugar siempre, tenia que moverse, quedarse en el mismo lugar siempre, le traia problemas tarde o temprano, los niños viajaban a menudo en parejas o solos, ella había recorrido largas distancias escondida entre cajas de mercancía, ruedas de autos y vagones de carga, anduvo por lugares que hablaban diferente y tuvo que aprender a hablar igual que ellos, a “rogar caridad” en el idioma local; en sus primeros años, siempre en compañía de niños mayores, que con el tiempo le dejaban en manos de otros o simplemente le dejaban a un lado en la cuneta, el lugar mas seguro eran las esquinas de los edificios en donde el viento no golpeaba y podían esconderse de las autoridades.

Las personas tenían diferentes tipos de piel, diferentes estaturas, no sabia el tiempo que pasaba viajando, por que no sabia que eso se media, supo que no podía dejar que nadie la tocara sin su consentimiento, ella había llegado a un país extraño, donde la gente hablaba en pausas y la miraban con extrañeza, sus pieles eran morenas y carcomidas por el sol, por las noches debía esconderse en las ruinas de las casas abandonadas y buscar mantas entre la basura, el lugar estaba rodeado de arena y ella a pesar de saberse protegida por la suciedad de la vida en la calle, tuvo que asearse mucho mas constantemente debido al intenso calor.

Dormía donde los elementos no le mordían como feroces bestias, oculta en: ruinas, rincones, alcantarillas y tejados improvisados; los años le otorgaron la habilidad de ocultarse a plena vista y no llamar la atención de depredadores humanos; pero en las calles las precauciones nunca son suficientes una noche alguien la encontró, un joven, que perdido de hambre de carne se le acerco, urgando entre los rincones de la casa que se había apropiado esa noche como refugio, le arranco las mantas de encima y le tiro de los tobillos para abrir sus muslos. Asustada pero preparada sabia exactamente que era lo que el sujeto quería, ocultando su pánico otorgó algo de ventaja a su “invitado”, no era la primera vez que le atacaban; pateo con todas sus fuerzas hacia su cara y con una botella le golpeó el cráneo, lo hizo tantas veces hasta que la botella se astillo y quedó rota en sus manos.

No supo que lo había matado hasta que el sol salio por el horizonte, no se movia y la luz le dio una visión de sus ojos apagados mirándola sorprendido por sus acciones, la botella a unos centímetros de su lecho bañada en sangre; tomó nota del rostro de aquel sujeto: la nariz había sangrado profusamente y uno de los ojos tenia un derrame, lo peor era la visión de la cabeza deformada por los golpes que había dado con la botella.

Si hubiera tenido alimento en el estomago lo habría devuelto en ese momento, pero no pudo hacer nada por mitigar las nauseas, tomó lo que pudo de lo poco que tenia y se alejo del lugar, no volveria a pisar el edificio hasta muchos años después; unos meses después se entero que se encontraba en Marruecos, un país de ricos muy ricos y pobres muy pobres, la gente se dividia según las sectas y dioses que adoraban asi también como por su color de piel y las mujeres eran las negras de piel de noche que engordaban para verse hermosas, hasta las damas de alcurnia que escondían todo de ellas bajo el bürca y la toca, los hombres con los grandes mantos color de tierra que mostraban sus pies, los trajes y turbantes; los ladrones y raterillos eran la mayoría varones, y las chicas que vivian en la calle eran prostitutas; prefirió cortar su cabello y usar ropa de varón, no entregaría su cuerpo a menos que fuera necesario, era un bien que debía vender al mejor precio.

Hizo amistad con una chica mayor: prostituta, trato de robarle una ocasión la bolsa y ella le sujeto la muñeca con una navaja en la joyería que cargaba como adorno, Xiomara fue nombrada por un hombre para dedicarse a vender su cuerpo, y con algo de esfuerzo pago su entrenamiento y podía conservar algo de sus ganancias para ella misma, su habitación era para sólo dormir por el día y al verla en la calle le tomó cariño. Ofreció su casa como refugio, bajo la premisa que si no trabajaba no comia; una ley simple, una regla básica; y ella aceptó.

Le pregunto su nombre, pero ella no supo que decirle, así que le nombró Bint Ḫarūf, con el pasar de los años ella supo que le llamaba “cordero blanco” en el idioma local; desde ese día ella fue su amiga y le cuidó, le explico por qué de su cuerpo y sus cambios, también de lo que le esperaba en el tiempo, lo valioso que era la primera vez que se entregaría a un hombre y lo importante que era estar preparada para ello.

Le enseño a seducir, y a verse bella para aprovecharse de los hombres sin tener que entregarse a ellos, usando su cuerpo y las miradas de alguien que sabe lo que hace para vivir y que no entrega sentimientos a cambio. A sus 13 años era una hábil carterista y también conocía las artes de la defensa de las putas. Armas escondidas en los aretes, las muñequeras, los zapatos y la ropa; aprendió que era mucho mejor el cargar con una aguja disimulada en la ropa que una navaja en la bolsa; debía atacar los ojos y las bolas, correr más que sus victimas y siempre pasar desapersivida a sus ojos.

Aprendio a disimularse en multitudes y también entre callejones, conocío los recodos especiales del mercado y también a sus aliados, los comerciantes de lo ajeno, los que compraban lo que fuera por un precio ridículo y lo revendían a precio de oro. Con el paso de los años, la niña aprendió los vicios de las calles y también supo que su amiga estaba enferma; de algo que no se curaba con medicamentos, tisanas o remedios, ocurrió un dia que su protectora llegó a casa con el rostro cambiado y la mirada brillante. Ese día un hombre la había comprado a un alto precio y le hizo suya, un tiempo despues la piel morena de aquella dama de la calle se cubrió de tatuajes ceremoniales intrincados y su cuerpo nunca más fue comprado por nadie; aquel hombre la cubrió de lujos y Xiomara cambió, se volvió de una luz distinta, llena de paz y de calma. Su protectora y maestra estaba enamorada.

Entendiendo que su tiempo juntas se había terminado se apartó de ella, volvió a las calles, ahora con nuevas armas, y sin temor a quedarse sin techo comenzó a aceptar “encargos” que otros no querían hacer, cobraba bien y se limitaba a existir haciendo lo que creía era un trabajo como cualquiera, justificado cuando dentro de sus encargos algun jeque o un explotador de mujeres debía perecer en sus manos; hasta que se topo con él; un hombre que hablaba rápido y vestía la ropa típica de los adoradores de Alá: Mohamed bin Salman.

Apuesto y fuerte, detuvo a la jovencita de lastimarlo, a pesar de ser ella una de las mas avispadas sicarias de entonces, cuando la tuvo sometida la golpeo hasta casi matarla, y aun asi Bint Ḫarūf luchó por escapar y cumplir la misión que representaba varios cientos de miles para ella y sus amigas las putas, cuando el Jeque entendió el valor de aquella chica compró el encargo de su muerte dejándola sin trabajo; fue hasta que mostro la orden de muerte cancelada que ella dejó de luchar; derrotada languidesió por semanas en una de las habitaciones del palacete de Mohamed.

Un día sin más aquel hombre la atacó, golpeándole de nuevo hasta dejarla casi sin vida, y sin tocarse el corazón arrastró con sus huesos ante las puertas de “Shadow”; una organización que no existe y que hace que la gente deje de existir; el director de aquel sitio reconoció a la joven sicaria, y sonrio por ser capaz de tenerla a su cargo, en el mundo de la muerte por encago pocas cosas estaban fuera de su control, y esa jovencita lo había estado hasta ese momento: la perfeccionaron, la educaron para ser una de ellos y ella lo aceptó, por que no conocía otra cosa, se volvió una especialista y tomó en sus manos muchas vidas; hasta que no pudo tomar una.

Y entonces entendió por que su amiga se había enfermado, entendió por que el brillo de sus ojos cambio al recordar a quel hombre que la había sacado de la vida de miseria, y la había llenado de lujos y amor; un amor que ninguna de las dos conocía y que no sabía profesar hasta que les mostraron como hacerlo; hasta que, en medio de promesas, imaginaron que serían capaces de dejar atrás su pasado”.

Recordaba a grandes razgos lo que Yugi le había compartido por medio de aquellos diarios inconexos, aquellas frases cortadas donde se hablaba de misiones y de objetivos, dónde se descubria una parte del mundo que el hubiera deseado no conocer; respirando con agitación se apartó del adolescente, por que a pesar de saber de lo que era capaz, también sabía lo vulnerable que era el chico; y si lo miraba un instante más, no le importaría.

No le importaría el tener cerca a una serpiente así de letal; la sujetaría entre sus brazos como lo hiciera Cleopatra cuando tuvo que hacerlo, cuando le dieron a elegir, por que, así como su madre había renunciado a lo único que conocía a pesar de las consecuencias, él, él un hombre cualquiera, también lo haría, por esos hermosos ojos del color extraño, por Yugi.

_Los padres de mi cliente fueron precavidos al momento de cerrar las opciones a sus atacantes, aparentemente Kaito y Yukina, suponían que la muerte de Abraham Motto no fue otra cosa que una artimaña para apoderarse de Alluma.

_Podría decirnos, señorita, ¿Cómo es que usted encontró al joven Yugi?_ cuestionó Seto ante la intervención de la abogada.

_Llevo algunos meses trabajando en el caso del joven; mi madre era la representante de la señorita Yukina, y gracias al apoyo de una amiga de ambas es que ahora puedo apoyar al joven Motto.

_¿Una amiga?_ cuestionó Yami, tratando de apartar la mirada de un Yugi que le buscaba insistente.

_Si, la señorita Xiomara Nhajas, ella me proporcionó los documentos de afirmación sobre las acciones de Alluma, y también el contacto de uno de los antiguos amigos del señor Kaito; prácticamente el único aliado que el joven Yugi tiene en la empresa de su familia.

_Aunque los ejecutivos deseen desmantelar la empresa y continuar con la “alianza” con Atemu Corp, requieren del consentimiento explicito del heredero, y también de la firma del director general de la empresa Atemu. De lo contrario la alianza no se concretará_ explicó el joven acompañante de la abogada, que se presentara como Ootori Kyoya.

_¿Que opciones nos deja eso?

_Simple, como Atemu Corp se encuentra en este momento como un pollo sin cabeza, el joven Yami deberá asumir la presidencia como es de esperarse, y fungir como respaldo en la asamblea que quiere despojar a mi cliente de sus bienes_ la joven abogada hablaba como si hubiera estudiado el caso a fondo_ es obvio que la alianza debe realizarse, pero bajo los términos que el joven Yugi quiere, que es protegiendo el patrimonio y la independencia de Alluma Corp. Estoy segura que el señor Minato Kushina, estará encantado de apoyar con la administración, siempre y cuando los deseos del difunto Kaito se cumplan.

_Minato es el director ejecutivo de Alluma, ¿No estaría perdiendo relevancia al apoyar a Yugi?_ afirmó Seto intrigado por el esenario que se presentaba ante él.

_El señor Minato era uno de los mejores amigos del joven Kaito; fueron juntos a la escuela e incluso había sido considerado para apadrinar al joven Yugi, salvo por lo ocurrido con su familia. El señor Minato no tiene interés en apropiarse de Alluma, y eso lo ha dejado claro poniendo trabas al consejo directivo desde el primer día.

_Si la sucesión y la alianza se realizan como consideramos pertinente, ustedes dos serán libres en un año; y podrán dejar a cargo de sus respectivas empresas a quienes consideren mas capacitados_ respondió Kyoya mientras revisaba una carpeta con documentos_ Somos conscientes que lo que están pasando no es algo fácil, pero nuestros intereses en este sitio son totalmente altruistas; mi prometida y yo, también estamos aquí siguiendo los designios de una muy amada memoria.  

La castaña se sonrojó ante la mensión y mucho más cuando el moreno entrelazó sus manos en un gesto completamente intimo.

_La señorita Haruhi me contactó por que el Juez Pegasus le comentó que yo daba seguimiento al caso Motto, cuando supe lo que estaba haciendo, no dudé en decirle que el heredero se encontraba vivo y que podía localizarlo_ respondió Hirahizawa_ desde un principio supe que esto olía a chamusquina; supongo que el juez tuvo un acceso de honradez y por eso dio pie a que esto pasara, sin embargo, ahora todo depende de lo que usted decida.

Comentó el policía mientra miraba a Yami quien se petrificó en su sitio; de nuevo Yugi le sujetó las manos y llamó su atención.

_Sólo tu sabes lo que significaría esto para mí, sólo tu eres capaz de verme a pesar de mis mascaras, por favor, ayúdame.

Se soltó con un gesto algo brusco, y aunque quiso disculparse, las palabras no salieron de su boca, fue testigo del momento en que el joven se contraía en si mismo, tratando de mostrar esa cara que todos conocían, el rostro de un chico frágil pero decidido; uno que lucharía solo de ser necesario.

_Dadme un momento, p-por favor_ respondió con la respiración agitada y sin dejar de ver a Yugi_ s-sólo un minuto, por favor_ giró el cuerpo hacia la ventana, la ventana que tenía las percianas cerradas.

_De acuerdo_ respondió la abogada y con una seña llamó a todos a salir de la habitación.

Yami escuchó pasos alejándose y el rechinido de la puerta al abrirse y también al cerrarse, ¿Qué debía hacer en ese momento? Su corazón estaba tan agitado que no era capaz de hilar una sola idea y, pensar en la mirada suplicante de Yugi no ayudaba, pero ¿Qué tal si se trataba de otra de sus argucias para manipularlo?; no, aquella mirada no le podía mentir, el adolescente estaba en lo correcto en una cosa, él era capaz de verlo a pesar de las mascaras que usara, ya lo había demostrado antes, pero entonces ¿Qué hacer?

_Sabes, yo sé lo que es Yugi

_¿Joey? _ Giró el cuerpo al sitio donde aquella voz lo había desconcentrado.

_Sé lo que hizo y también, lo que no_ el rubio tomó aire y continuó_ se que no soy el mas indicado para decir estas cosas, pero creo que se merece una oportunidad, si te sirve de algo: sólo contigo es vulnerable_ despues de aquellas palabras salió de la habitación.

En el recibidor, la asistente les indicó que la junta se llevaría a cabo en un cuarto de hora, y que, si deseaban participar, cómo estaba estipulado, debían presentar sus credenciales, también aprovechó para ofrecerles algo de beber, y también para alagar a los jóvenes que se comportaron con amabilidad con ella.

Seto se sujetó a Joey, al verlo salir de la oficina y el gesto de protección del castaño para con el rubio, no pasó desapercibido para los dos asesinos; Ducke sonrió a la pareja y levantó un pulgar aprovando lo que sea que estaba pasando ahí; Yugi por otro lado no quitaba la vista de la puerta que acababa de cerrarse.

Se había asustado por lo que sus acciones habían provocado en la vida de su profesor, pero también era cierto que aquel hombre era el único que lo hacia reaccionar a algo diferente de la indiferencia que tenía por la vida; y muy en contra de las recomendaciones de su hermano, había dejado parte del diario de su madre en manos de Yami, esperando que entendiera, esperando que lo perdonara. No se arrependia de haber matado a esas personas, ni siquiera a la esposa de Pegasus, o al tal Akira, eran daños colaterales; lo que si odiaba era recordar el rostro asustado del profesor un segundo antes de dispararle; de ese gesto de sorpresa y temor que se tornó en agonía cuando la bala atravezó su hombro.

Él no tenia por que estar ahí, esa noche debía ser para él y Yuzura, pero el profesor había aparecido como un resquicio de la consciencia que creía perdida, una que pensaba que no tenía y que al pasar ese año al lado de gente normal despertó con violencia. La puerta se abrió, y Yami llamó a la abogada, cinco minutos antes de que la hora de la asamblea se cumpliera, ambos salieron del despacho y sin dedicarle una segunda mirada se enfilaron a la sala de juntas.

El tal Kyoya le sujetó por el hombro, y le dedicó una mueca que se acercaba a una sonrisa, sin muchas esperanzas siguió al grupo y esperó que todo aquello pasara pronto. Dentro se encotraban cerca de veinte personas, en uno de los extremos cercanos a la puerta un rubio alto de ojos azules le sonrio y con un movimiento se levantó de su asiento para abrazarle afectuoso.

_¿Yugi? Dios mío, tus ojos son iguales a los de tu madre, y tu cabello_ el rubio esbozó una calida sonrisa _ eres la viva imagen de tus padres.

_Joven Yugi, le presento al señor Minato_ comentó la abogada mientras tomaba asiento en una de las sillas dispuestas para ellos.

Los recién llegados fueron conscientes de la tensión en el sitio, algunos miraban asombrados al joven de apenas dieciocho años que era custodiado por el director general; otra cosa que también les extrañaba era el parecido con el actual heredero y titular de la cede de aquella reunión; Seto Kaiba y Joey hicieron lo propio haciendo de escolta a su amigo y colocándose en el extremo contrario de la mesa. Un sujeto de cabello grasiento y traje de tres piezas comenzó la reunión; se presentó como notario y abogado representante de la cámara de industria marítima y logística; en representación de los agremiados de ambas empresas.

La reunión se llenó de tecnisismos y de palabras que eran ajenas tanto para Yugi como para Yami; quien a verdades dichas, no prestaba demasiada atención, estaba claro que en aquel lugar, él estaría del lado de Yugi, pero debía demostrar lo contrario para evitar malas interpretaciones. El tipo de cabello grasiento habló y leyó algunas cosas, para despues enfocarse en el tema que les atañía.

_...de acuerdo con la ley, se estipula que despues de un periodo de 16 años de ausencia, la mesa directiva puede solicitar una revalidación de las acciones que recaen bajo responsabilidad del miembro fundador de la empresa Alluma, y estas deben ser cedidas en partes iguales a los representantes de la misma que aun mantengan interés en el futuro de la misma_ algunas de las cabezas en aquel sitio asintieron, y la avaricia destelló en sus ojos_ sin embargo el plazo de expiración de un crimen, en especial, uno como el que atañó a la familia Motto, tiene una vigencia en investigación de 18 años; y es necesario que un miembro de la autoridad competente declare el expediente como cerrado.

Otro grupo de personas se miró mutuamente, pero no dijeron nada, Hirahisawa tomó la palabra y explicó que el expediente seguía abierto, pero en proceso de cierre.

_Por otro lado también existe una clausula, en el testamento de Kaito, en donde se determina que si su hijo y único heredero, desaparece o muere, sus recursos y acciones serían repartidas a los trabajadores de Alluma y ésta pasaría a ser una sociedad cooperativa, dirigida por un director general.

_Eso depdeende, si es que el heredero realmente se hace presente_ comentó una mujer desde el extremo dónde los ejecutivos de Atemu se encontraban.

_El heredero se hace presente en esta junta, es mas que obvio_ comentó un sujeto del lado de Alluma

_Podría ser un impostor, no sería la primera vez que se recurre a esta clase de trucos, para evitar una fusión_ refutó la mujer mientras desdeñaba a Yugi con un gesto.

Las voces se alzaron y hubo que solicitar calma, muchos de los presentes estaban listos para liquidar Alluma y retirar sus beneficios; sin embargo, el proceso no era tan fácil, era necesario acordar que se realizara la transferencia de acciones y eso debía hacerse en presencia del fundador o en su defecto de su heredero. Por otro lado, varios de los miembros mas viejos de Atemu también salivaban por reemplazar al difunto Yuzura, lo que dejaba claro que conocían de las operaciones “especiales” que su abuelo llevaba a cabo.

_Espero que todos en ese lugar hayan expuesto sus cartas y necesidades, si me permiten, creo que es momento que yo hable

Interrumpió Yami, luego de escuchar a todos, los mayores guardaron silencio, y en el lado de Yugi, se mostraron expectantes.

_Mi abuelo, era por mucho un brillante negociante, y para muestra esta que, en su ausencia, varios de ustedes están deseando apropiarse del trabajo de su vida_ suspiró y se puso de pie; el movimiento hizo que su brazo picara un poco, con el estrés olvidaba que traía un brazo en cabestrillo y una herida de bala en el hombro_ Admito que no soy el más capacitado para dirigir esta empresa, pero las cosas están así, yo soy el que decide que pasa y mi desición es simple. Voy a proteger a quienes necesitan de Alluma y de Atemu, en el proceso, se hará lo que se tenga que hacer; a quien le guste bien, y a quien no, bueno está a tiempo de retirarse; que haga lo que considere para que no me vea en la necesidad de verles la cara de nuevo.

El silencio inundó la sala, todos los ejecutivos sin excepción miraban al escritor pensando que estaba bromeando, o que en su defecto se trataba de una estrategia para calmar los animos.

_La fusión de estas empresas se realizará conforme a la ley, pero mantendremos las operaciones independientes, mientras se opta por generar o formar una tercera figura legal, debería contar con una mesa directiva mixta y en ella agradecería que se incluya a representantes de los trabajadores, no tengo intención de dañar la integridad del gremio marítimo, y en especial, me gustaría hacer una auditoria profunda para determinar que operaciones requieren de reestructura o si es necesario cambiar procesos.

_Joven Yami, esto_ comentó uno de los ejecutivos de Alluma_ es necesario contar con el consentimiento del heredero Motto; es por eso que esta reunión…

_El heredero Motto, se encuentra frente a usted, esperaba que no fuera necesario hacer esto, pero_ señaló en dirección de Yugi y compañía_ ante ustedes se encuentra el joven Yugi Motto, el heredero y representante que puede o no aceptar la propuesta que acabo de hacer para continuar haciendo negocios con su empresa familiar.

Yugi se puso de pié y con serenidad hizo una reverencia, Ducke, Haruhi y Kyoya, hicieron lo propio y dedicaron una reverencia a la mesa directiva.

_El joven Yugi, fue puesto en custodia de mi padre, desde el momento que su vida corrió peligro, no era la intención de nadie que se le diera por muerto, pero no sabíamos si era seguro, nos disculpamos por las molestias que esto pudo causar_ comentó Ducke con una sonrisa socarrona que enfocó en uno de los ejecutivos que afirmó que Yugi era un impostor.

_Si queda alguna duda, el joven Yugi cuenta con una marca de nacimiento distintiva en el cuello, registrada en su ficha de búsqueda, así como una prueba de ADN que el señor Dartz Atlantius mandó elaborar, si gustan puedo proporcionar los resultados a todos los aquí presentes

Comentó la abogada, mientras extendía una carpeta y sacaba varios folios de ella; algunos tomaron los folios, mientras otros sin mas asintieron a las afirmaciones de la chica; en la parte superior se encontraba el registro del laboratorio y hospital dónde se realizará la prueba. “Ootori Medical Lab Ltd”

_Como pueden apreciar, los laboratorios que realizaron la prueba, pertenecen a una de las familias mas representativas en el ramo, y hasta el momento no existe una sola demanda sobre manejos fraudulentos respecto de sus operaciones_ acotó el joven moreno, mientras también extendía otros folios_ si son tan amables, en el documento que les estoy propocionando, vienen las condiciones estipuladas por el finado Kaito Motto, y también se anexa un estracto del testamento de la señorita Yukina Motto, madre de nuestro representado, dónde se asignan dos partidas de su fondo de herencia para la contratación de los servicios de protección del centro de seguridad privada y militar de la familia Ootori&Haninozuka, en caso de existir algun altercado que impida que la familia Motto proteja a su heredero.

Varios de los presentes tragaron saliva con dificultad al escuchar aquellos nombres, si bien era conocido que la familia Ootori contaba con los servicios de un ejercito privado, también era importante valorar que la alianza con Haninozuka era una amenaza contra cualquiera que tomara una mala decisión en contra de quienes ellos protegían.

_Ahora bien, los términos de la fusión, presentan algunos cambios, así que sugiero que tomemos un receso, y volvamos aquí para terminar de deliberar_ comentó Yami, aun de pie, mirando como algunos de los ejecutivos se notaban nerviosos_ nos vemos en una hora. Joven Motto, si le parece bien, me gustaría un minuto a solas con usted.

Yugi se levantó y sin muchas ceremonias siguió a Yami por la puerta lateral, el resto hizo lo propio, y en breve la sala de juntas se encontró vacía; la abogada y su prometido recuperaron sus carpetas y las resguardaron en sus respectivos portafolios, Seto aprovechó y se acercó a ellos seguido por su esposo.

_Señorita Fujioka, Joven Ootori, agradezco mucho que hagan esto, al parecer varios de los integrantes de ambas mesas tienen, algo que esconder.

_Es algo que ocurre en todos lados, en especial por lo cuantioso que es el botín_ comentó la castaña con un gesto tan serio que a Seto le costó trabajo entender si estaba bromeando o hablaba en serio.

_¿Es usted el representante de la editorial Kaiba?_ 

_En efecto; él es el joven Joseph Wheller, mi esposo_ señaló el castaño mientras sujetaba a Joey por los hombros y lo acercaba a sí.

_Un gusto joven Wheller_ comentó Haruhi sin cortarse_ asumo que su unión en civil

_Yo_ tartamudeo el rubio, pero terminó asintiendo con un movimiento de cabeza.

_¿Me gustaría saber dónde se encuentra su otro acompañante?_ cuestionó el castaño buscando en los alrededores a Ducke.

El moreno había desaparecido en cuanto las puertas se abrieron, ya en la sala de espera se encontró con el policía que se notaba tan o mas perdido que él; el de ojos verdes se acercó para agradecerle lo que hizo y esperando que aceptara alguna clase de retribución.

_Detective, ¿Puedo invitarle un café?

_Quizá en otro momento, debo ir a comisaría para terminar de arreglar algunas cosas

_Entiendo, ¿Volverá al trabajo?

_No, tomaré un año sabático y despues, quizá me una a alguna organización privada, despues de ver todo esto, y…bueno lo cierto es que no se que puedo esperar_ aquel hombre se notaba cansado, pero, sobre todo, se notaba asustado.

Había tocado la superficie de un caso que era por demás peligroso, si no fuera por que tomaba la determinación de alejarse en ese momento, estaría metido en un verdadero atolladero, Ducke había revisado la computadora del padre de Wheller, y en él encontró algo más que solo mapas de rutas marítimas, el tipo era un amateur, pero aun así, se había metido en una parte del mundo que destilaba podredumbre y peste; asintió al policía y lo vio irse con el cuerpo un poco menos encorvado que antes, quizá si lograba convencer a Dartz, podrían hacer algo por aquel pobre diablo.

Él ahora se encontraba en un momento de perdida, puesto que su padre aun no daba señales de vida, y su hermano estaba a punto de abandonar las tinieblas para volverse parte de la vida en la superficie, era triste el sentirse solo en ese momento, pero estaba feliz por que Yugi al fin recuperara su vida; nunca pensó que el niño que había sido capaz de tomar en sus manos la vida de una madamma que explotaba niños y niñas en un prostíbulo, en realidad tuviera una consciencia; supuso que su presencia en ese lugar tampoco sería necesaria, así que consideró el irse a pasar el rato a otro sitio, enviaría un mensaje a Yugi y lo encontraría mas tarde en casa.

Cuando la reunión se reanudó faltaban algunos ejecutivos, Seto tomó nota de quienes eran los ausentes y sin muchas ceremonias se procedió a la firma de fusión; los presentes aceptaron las condiciones y también la auditoría; estaban listos para ir a casa; Yugi firmó con apoyo de la abogada quien le proporcionó el sello de su familia y oficialmente tomó posesión de su herencia familiar.

Notas finales:

Bueno, habia dicho que este era el final, lo cierto es que la historia acababa cuando Yugi le dispara a Yami, pero sentí que era una hijoputez el hacer eso, lo siento, es que una imagen en el Tmbrl me inspiró hacer este trabajo. 

Casi siempre se que es lo que quiero que pase al final, el problema es hacer el resto. 

En unos dias subiré un Epilogo, un abrazo 

kana.- l@s Keremos!!!!

Zerim.- no le hagan al gilipollas con eso del lenguaje inclusivo, es una mamada. 

kana.- y no de las ricas. 

kxz.- owari!!


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