Oliver no entendía nada, absolutamente nada. En un momento estaba conversando sobre Tom con el chico al que consideraba su hermano, y ahora este mismo chico lo estaba besando. Su mente quedó totalmente en blanco y le fue imposible reaccionar. Eso fue hasta que sintió como lo jalaban del brazo, haciendo que el beso con el brasileño se terminara. Volteó y vio a Tom sosteniéndolo de su muñeca, colérico.
“No entiendo nada, no entiendo nada, no entiendo nada…” Repetía en su mente el pelinegro, que seguía sin poder mover ni un músculo. Hasta que Misaki soltó su muñeca, se acercó a Pepe y lo golpeó brutalmente en el rostro. El castaño volvió a tomar el brazo de Oliver y se lo llevó de ahí, mientras el otro, estupefacto, solo se dejaba guiar. Pepe se sobaba el rostro adolorido, y la selección japonesa veía con incredulidad como los muchachos se alejaban hasta perderlos de vista.
-Sabía que estaba celoso…- Comenzó el brasileño. -Pero ¿Era esto realmente necesario? ¿No era más simple decirle que también lo quería y punto?-
Los japoneses lo quedaron mirando un momento.
-Entonces… ¿A ti también te gusta Oliver?- Preguntó Bruce, pero no esperó a una respuesta, sino que siguió hablando más para sí mismo. -¿Cómo lo hace? Primero Patty, luego Tom y ahora él. ¿¡Cuál es su secreto!?- Terminó alzando los puños dramáticamente.
-¿Qué? ¡No!- El carioca dijo mientras ponía una cara de repulsión, lo que llamó la atención de los demás. -Él es como un hermano para mí. No podría verlo de esa forma.-
-¿Y por qué lo besaste?- Benji cuestionó curioso.
-¡Para que ese chico atinara de una vez por todas!- Reclamó aun molesto por el golpe. Luego se puso un poco más serio y continuó hablando. -Oliver estaba muy triste porque Tom se hacía el interesante ignorándolo. Solo quería presionarlo para que dejara de correr y se confesara. ¡Pero no por eso tenía que pegarme tan fuerte!- Pepe finalizó sobándose la cara. Armand se acercó y le dio un par de palmadas en la parte superior izquierda de la espalda de forma amistosa.
-Creo que deberías considerarte con suerte de que no te matara, porque ganas no le faltaban.- Dijo con gracia, aliviando el ambiente. -Buscaré algo frío para que te pongas ahí.-
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En otra parte, un molesto Tom seguía llevando del brazo a un desorientado Oliver. Se detuvo en una banca bajo un árbol, bastante alejado de la cancha y de los camerinos, y sentó al capitán de la selección mientras permanecía parado frente a él. El pelinegro dirigió su vista a Misaki, quien cruzó los brazos y lo miraba con intensidad.
-¿Por qué ese tipo te estaba besando?- Preguntó molesto el castaño.
-¿Qué?- Misaki entrecerró los ojos y se acercó un poco más a Oliver, haciendo que se confundiera y tensionara aún más.
-¿Por qué te estaba besando?- Repitió más lento y en un tono más bajo.
-No tengo idea… A mí también me gustaría saberlo…- El pelinegro respondió nervioso. Tom se calmó después de un par de minutos que quedaron en silencio.
-¿Y él… te gusta?- Volvió a hablar más calmadamente.
-¿Pepe? ¿Como pareja?- Misaki asintió con la cabeza. -¡Por supuesto que no!- Fue en ese momento que toda la adrenalina en el cuerpo del número 11 comenzó a disiparse, y no supo como continuar con la confrontación, así que solo se dejó caer en la banca junto a Oliver sin poder mirarlo a los ojos mientras sentía como su cara se calentaba. Atom ya por quinta vez ese día intentaba comprender todo lo que estaba pasando a su alrededor. -Tom, ¿qué está pasando?- Misaki lo miró con sorpresa, mientras estaba sonrojado.
-¿’Qué está pasando’ con qué?- Pronunció con timidez.
-No sé, es decir…- Oliver comenzó difuso, intentando ordenar sus ideas. -Primero… ¿Por qué estabas tan enojado conmigo?-
-No estaba enojado contigo.- El castaño admitió bajo.
-¿No?- Tom vio como el otro comenzaba a frustrarse, frunciendo el ceño de manera muy marcada. -Entonces no entiendo nada… ¿Por qué me has estado evitando? ¿Por qué te veías tan molesto y me dijiste que te dejara de molestar?-
-Tu amigo me molesta.- Replicó en un tono ligeramente severo al recordar al aludido.
-¿Pepe? ¿Qué te pudo hacer él si lo conociste ayer?- Oliver no entendía que tenía que ver su compañero de los Brancos en todo ese embrollo.
-No me hizo nada, la verdad…- Fue la respuesta realizada con algo de pena.
-Pero… ¡¿Entonces qué te pasa con él?!- Le preguntó exasperado el pelinegro. Tom alzó la vista y encaró al otro determinado y también molesto, frunciendo el ceño al igual que él.
-¡Que estaba celoso del muy estúpido! ¿¡Algún problema con eso!?- Gritó igual de exasperado que Atom. El pelinegro cambió sus facciones a una de desconcierto.
-¿Celoso?- Preguntó casi en un susurro, mientras ladeaba la cabeza confundido. -¿Por qué estarías celoso?- Acababa de admitir que estaba celoso de su amigo, después de que ese lo besara y del interrogatorio sobre sus sentimientos hacia él, y aparentemente el pelinegro no era capaz de deducir el por qué. Tom probablemente lo habría golpeado de no ser porque encontró que Oliver se veía muy tierno en ese momento.
-¿De verdad no se te ocurre por qué podría estar celoso de él?- Oliver era inteligente, le daría una oportunidad para que…
-¿Porque es más alto?- Ahora sí a Misaki le importaba bien poco lo lindo que se viera y le dio un zape. -¡Ouch! ¿Por qué fue eso?- Le reclamó el capitán.
-¡Obviamente estaba celoso de él por ti!- Tom esperó un momento a que Oliver digiriera las palabras que le acababa de decir. -Parecen muy cercanos, y te toca con tanta libertad, y tú lo dejas…- Mientras hablaba comenzó a sentir más y más vergüenza. -Tenía miedo a perderte.- Finalizó susurrando. Cuando vio que la cara de Oliver comenzaba a sonrojarse y abría sus ojos en sorpresa, supo que había comprendido lo que estaba ocurriendo.
-Pero, pensé que tú no tenías esa clase de interés en mí…- Dijo inseguro el pelinegro. -Intenté acercarme a ti y tú…- Y ahí el otro lo interrumpió.
-Tenía miedo.- Tom explicó casi suplicante. -No es que no te quisiera, porque sí te quiero mucho.- Oliver sonrió un poco ante esto. -Pero siempre me preguntaba que pasaría después, si tal vez te llegabas a decepcionar de mí, o que por alguna razón no funcionara y nos separáramos…-
-¿Y por qué pensabas en eso?- Preguntó con cierta curiosidad el pelinegro.
-No sé, no es como que quisiera hacerlo, solo pasaba.- El castaño intentaba explicarse, pero sentía que seguía oyéndose como una excusa tonta. -Perdón, es que… yo…- Comenzó conflictuado, hasta que desistió. -Solo… perdóname.- Dijo finalmente bajando la cabeza con vergüenza. Oliver tomó su rostro con ambas manos y lo obligó a mirarlo directamente.
-Me gustas mucho.- Dijo con ternura. -¿Crees que podríamos intentarlo?-
-¿Y si no funciona?- Misaki preguntó tembloroso.
-Pues, seguiremos siendo amigos.- Le aseguró el otro. El castaño lo miró con suspicacia.
-¿Cómo estás tan seguro? No creo que estas cosas sean tan simples.-
-Tom, podemos ser lo que queramos ser. Nosotros decidimos.- Las palabras de Oliver le dieron confianza a Misaki. Él sabía que era iluso creer pudiesen ser lo que quisieran solo con quererlo, y era muy probable que el pelinegro también lo supiera, pero el muchacho le transmitía mucha seguridad.
-De acuerdo.- Dijo en un susurro Tom mientras ponía sus manos sobre las del otro que seguían sosteniendo su cabeza. Luego, comenzaron a acercar sus rostros lentamente hasta juntar sus labios en un casto beso. Después de romper el contacto, Oliver presionó sus frentes respiró hondo con sus ojos cerrados. -¿Todo bien?-
-Sí. Excelente.- Y pronto el pelinegro se separó de él manteniendo una sonrisa en su rostro. -Tal vez debamos ir a buscar a Pepe y ver como está.- Dijo mirando a su alrededor tratando de recordar el camino de vuelta. Ante la mención del brasileño, el rostro de Tom se ensombreció y Oliver lo miró extrañado. -¿Estás bien?-
-¿Acaso no te dije que ese sujeto me molestaba?-
-Bueno, sí… pero ya no hay razón para que te moleste, ¿no?-
-¿Se te olvidó que hace como 10 minutos te besó?- Le preguntó con los ojos entrecerrados. El pelinegro se quedó en silencio y luego sonrió.
-No, y creo que ya entendí por qué lo hizo.- Ambos se levantaron de la banca para comenzar a caminar de vuelta. Misaki se sentía algo inseguro, ya que aun no confiaba en el carioca. Mientras caminaban uno al lado del otro, el castaño decidió hablar.
-¿Entonces… por qué te besó el estúpido?- Dijo en un tono molesto y bajo. El tema le revolvía el estómago, pero debía saber todo lo que pudiese sobre ese sujeto. Oliver frunció el ceño.
-No lo llames así.- Dijo en forma severa, lo que llamó la atención del otro. -Es como mi hermano, y estoy seguro que sus intenciones son buenas.- Agregó más tranquilo. Al no ver muy convencido a Tom, continuó. -Antes del… beso, dijo que podría ayudarme contigo.-
-¿Él sabía que tú…? Ya sabes.-
-¿Que me gustas? Sí.- Afirmó con una suave sonrisa. -Ahora entiendo mejor un par de cosas que me dijo que no había comprendido en ese momento.-
-¿Cómo qué?- El castaño preguntó con curiosidad detrás de su molestia.
-Me dijo que debía insistir en hablar contigo. Yo no quería porque pensé que estabas enojado conmigo y que si te insistía te molestarías aun más.- Dijo lanzando un suspiro cansado. -Y después me dijo que no estabas siendo del todo sincero.- Miró a Tom algo divertido. -No estaba equivocado.- El castaño hizo una pequeña mueca de disgusto.
-¿Y eso qué tiene que ver con que te besara?-
-Para mí, suena a que se dio cuenta que estabas celoso de él y quiso sacarte más celos para ver como reaccionabas.-
“La verdad, eso tiene sentido…” Pensó el castaño bastante más tranquilo. -Sorprendente que puedas concluir eso cuando hace 5 minutos tuve que casi explicarte con manzanitas que estaba celoso de él.- El pelinegro se sonrojó un poco.
-B-bueno… eso era porque estaba seguro que no me querías de esa forma…-
-Sí, perdón…- Misaki acotó bajando la cabeza, avergonzado, mientras se sentía culpable por haberle hecho creer eso al otro. Oliver le acarició la cabeza. -Y me disculparé con Pepe también por el combo.-
-Bien. Para mí es importante que se lleven bien.-
-Haré… haré mi mejor esfuerzo.- Expresó incómodo el castaño.
-Gracias.- Le respondió el capitán, dándole un beso en la sien a su nueva pareja.