----Eren----
Reiner era un tipo extraño, no como yo, extraño en el sentido de que no entendía por qué un muchacho como el buscaba a tipos como yo, parecía un chico normal, universitario, de familia y esas cosas, no estaba para nada interesado en él, pero al parecer el si en mi y mucho, el polvo estuvo bien, pero esperaba que con eso se alejara, no estaba interesado ni en él ni en nadie, de hecho lo que le había dicho era verdad, yo no era puta, bueno, a veces tenia que jugar ese papel, pero no lo era, solo estaba buscando a alguien y de paso me mezclaba entre los chicos que si vendían sus cuerpos para venderles porquería y volviendo a Reiner, si él no quería consumir esa porquería, no me interesaba para nada su presencia a mi alrededor.
Camine hasta un horrible departamento que estaba en un edificio en la esquina de una avenida principal, de vez en cuando nos reuníamos ahí por asuntos de trabajo o cuando él tenía ganas de verme, tenía un poco de información acerca de la persona que estaba buscando para mi novio o mi dueño, a veces no sabía que éramos.
-Levi
-Hola bebé, ven-Me quité la chamarra y la colgué en la entrada de la puerta, luego fui a sentarme a un lado de él, me acerque y le di un corto beso en los labios, me sentía cansado, tenía frio y hambre, pero estaba feliz de verlo aunque tenia que ser cuidadoso hasta saber si estaba de buen o mal humor.
-Hola
-¿Algo que contar?-Asentí
Estuve hablando con un chico, Albert, es uno de los prostitutos de la zona, el estuvo en una casa en las afueras de la ciudad, emmm…-me quede pensando un momento-kilometro 32 por la carretera del sur, en medio de la nada, dijo que no podía distinguir exactamente en donde se encontraba, pero vio el letrero en la carretera, supongo que será un poco fácil encontrarla…la…mmmh-me quede pensando y luego me quede callado, había olvidado acerca de que estaba hablando
-¿Y?, concéntrate bebé-volví a hilar la conversación, a veces me pasaba, me perdía un poco pero era solo por unos instantes, por fortuna parecía que Levi estaba de buen humor ya que no reacciono mal por mi perdida de concentración.
-Oh...si, el hombre con el que estuvo esa noche en esa casa tenia el cabello rubio y los ojos azules además dijo que era enorme y lo más importante
-¿Si?
-Le falta el brazo derecho
-¿Y porque demonios no fuiste tu en lugar de ese mocoso?
-Levi, no mames, yo no soy quien elige con quien irse, querían a alguien mas pequeño-señale la estatura del chico a quien se llevaron aproximada-y lindo-señale mi rostro, yo era atractivo, demasiado, pero no del tipo atractivo “lindo adorable”, y bueno, no iba a criticar los gustos de cada degenerado que se nos cruzara en frente.
-No me hables así-rodo los ojos y luego me empujo colocando su mano en mi pecho- es verdad, ya no eres lindo, es obvio que nadie te elegiría.
-¿En verdad lo crees?-me entristecí, no me respondió, abrió la laptop que estaba enfrente a él y empezó a trabajar en ella-¿en verdad lo crees?-volví a preguntar-¿ya no te gusto Levi?-sonrió de medio lado-¿Ya no te gusto?, tu solías decir que yo era lindo, ¿no me amas?-guardo silencio durante varios minutos-¿Levi?
-¡Cállate!, Eren estoy ocupado, ve a la habitación y espérame ahí ¿ok?
-¿No vas a responderme?
-Hiciste bien tu trabajo investigando bebé, mereces tu recompensa y me sirves, se feliz con eso ¿ok?, ahora se un buen chico y espera en la habitación a que termine-se empezó a reír intentando parecer serio.
-¡¿Porque tienes que ser así de cruel?!-alce un poco la voz, me molestaba que hiciera eso, lo hacia frecuentemente, decir cosas que me hacían sentir inseguro para después intentar medio corregirlo pero dejarme inestable aprovechando que mi amor por el era sincero-¿Crees que soy lindo verdad?...¿puedes decir que me quieres?, no hice nada mal, no me castigues con esto…no nos hemos visto, no hice nada malo esta vez.
-No estoy castigándote Eren, solo digo lo que pienso-apretó mis mejillas entre sus dedos, con fuerza, me lastimaba al ejercer presión contra mis dientes -te veías más lindo con esas mejillas regordetas que tenías antes, además mírate, ¿que han hecho las drogas con tu piel?, ya no es tan suave como solía serlo-me beso los labios-y esos ojos, ya no tienen el brillo que solían tener, ¿Qué te han hecho todos esos hombres bebé? -rio con burla-es asqueroso pensar en que te dejas tocar por todas esas manos-hizo una mueca de disgusto-eres sucio Eren, ¿dónde quedo mi lindo niño?, eres asqueroso, eres ruidoso y molesto, si guardaras silencio y obedecieras me gustarías más, eras un niño tan lindo, tenias una voz preciosa y ahora eres esto.
-Aquí estoy, Levi, Levi, sigo siendo el mismo-comencé a llorar, podrían creer que era una reacción demasiado fuerte por un par de palabras, pero yo era una persona demasiado inestable, y esto se potenciaba demasiado cuando se trataba de Levi-yo no me acuesto con nadie…siempre huyo a menos que sea necesario…y lo hago por ti, tú lo sabes, ¡tú eres quien me lo pide!
-Shhh, tranquilo-de nuevo se burló-solo estoy jugando mi amor, esa es la cara que me gusta, mira, que lindo te ves llorando-me beso los labios un par de veces, intente sonreír-ahora déjame trabajar
-¿No quieres estar conmigo?
-Estoy ocupado
-Yo hice un buen trabajo…llevo semanas sin verte
-¡Estoy ocupado Eren!, ¡deja de estar chingando!, ve a la habitación y haz las mierdas que quieras, al rato voy
-Lo siento…¿puedes decir que me amas?
-Te amo…ahora ve-sonreí y me fui a la habitación como me ordeno, tenia mucha hambre y sueño, no sabía cuál vencería a la otra primero, aun así, decidí ordenar una pizza y mientras esperaba me metí al baño para ducharme, me recargue un poco en la pared y mientras el agua helada caía sobre mi piel desnuda ya que en ese horrible lugar rara vez había agua caliente, el sueño se quito por completo por el estímulo del frio que tras acostumbrarme deje de sentir en un rato.
Sali justo a tiempo para escuchar como Levi me gritaba
-¡Por dios Eren, abre la maldita puerta que estoy ocupado!-Sali corriendo de la habitación únicamente con sandalias de baño, tome la billetera de Levi del sofá y fui a abrir la puerta, gracias al cielo era el repartidor.
-¿Eren Jaeger?-asentí, no pude evitar reírme al ver la cara de completa sorpresa y estupefacción que tenía el joven repartidor y recordar que yo estaba por completo desnudo, tome la caja en mis manos.
-No es el día donde se cumple tu fantasía homosexual, lo siento-le di el dinero y cerré la puerta.
-Trae eso aquí-señalo la mesa-lo hice de inmediato y abrí la caja, después regresé a la habitación para ponerme la ropa interior y unos pantalones y volver a donde Levi ya estaba comiendo-Le muestras las bolas a un repartidor y ahora si te vistes.
-¿Me prefieres en bolas?-suelta una risilla y sigue comiendo, yo también lo hago en silencio, no quiero molestarlo y en serio muero de hambre, tanto que me concentro y dejo de escuchar lo que pasa alrededor.
Luego, cuando termino, regreso a la habitación como fue la indicación inicial de Levi, me recuesto en la cama intentando mantenerme despierto con la esperanza que luego de semanas sin vernos el termine de trabajar, entre por esa maldita y vieja puerta y me haga el amor, pero eso no pasa, el sueño me vence y cuando despierto, el sol nuevamente esta entrando por la ventana indicándome que ya es el día siguiente y yo estoy solo en la cama, en el apartamento, me levanto como si la rapidez con que lo hago fuera a salvar mi vida de algún peligro y corro por todo el pequeño y maldito departamento con la esperanza de que el siguiera ahí, en el baño, en la otra habitación o en la cocina, pero nada, Levi se ha ido, en la mesita de centro de la sala hay dos trozos de pizza fría y una nota
“No hagas un escándalo, te has quedado dormido y no quise molestarte bebé, te veo luego…te amo”
-Levi.
Al leerla me entran unas terribles ganas de llorar y destrozar el departamento a golpes y luego suicidarme, el final me contenta y estoy listo para vestirme y seguir con mi día con una sonrisa en el rostro.