Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor de un virgo por La_Oscura_Reina_Angel

[Reviews - 105]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Capítulo 11: Por favor, escúchame

 

~~ 3 semanas después ~~

 

- Tranquilo, Shaka, no pierdas la fe, encontraremos a Shun.

 

Le aseguró Milo al Santo de Virgo, poniendo una mano en su hombro.

 

- Y a IJ no descansaremos hasta encontrarlos -prometió Camus.

 

- Gracias, chicos -susurró Shaka. En ese momento apareció un agitado Afrodita bajando las escaleras a toda prisa, proveniente del Templo de Libra. Su cabello ondeaba al viento mientras corría escaleras abajo y patinaba al entrar al Templo de Virgo, deteniéndose ante Shaka, Milo y Camus.

 

- Chicos... chicos -trataba de hablar agitado el guardián de la Doceava Casa.

 

- Respira, Afrodita -le aconsejó Shaka. Afrodita obedeció, tomando aire, y cuando recuperó la respiración volvió a hablar.

 

- Athena localizó el cosmos de Shun.

 

Soltó la bomba Afrodita.

 

***

 

Shun se levantó de la cama de ese bastardo de Hades y se puso en su desnudo cuerpo marcado por la pasión de ese bastardo una túnica del mentado bastardo, miró el reloj por la hora sabía que Lune llegaría pronto con su almuerzo y ese sería el momento perfecto para llevar a cabo su plan. Shun tomó un candelabro y se puso detrás de la puerta en espera del espectro, rogando que; como siempre, fuera Lune y no fuera alguno de los otros más fuertes o Hades.

 

Pocos minutos después se abría la puerta y era gracias a los dioses Lune. Shun le pegó con tal fuerza que le rompió el candelabro de metal en la cabeza. No se paró a ver si Lune seguía vivo o muerto después de semejante golpe y saltando por sobre él, corrió fuera de la habitación del palacio de Hades. Pero pronto se dio cuenta de que no tenía ni idea de cómo saldría de ahí.

 

No tenía tan siquiera idea de dónde estaba, seguramente la biblioteca del palacio, pensó adjetivamente al ver la habitación más cercana que tenía.

 

- Cálmate, Shun, solo tienes que pensar un poco y podrás salir de aquí, pero no sin antes buscar a IJ, no puedes ir a ningún lado sin tu hijo -se dijo a sí mismo. Tomó aire profundamente y se concentró, tratando de sentir la esencia de su hijo allí, pero había tantas esencias que se le confundían unas con otras. Se dio la vuelta dispuesto a encontrarlo y irse con él aunque tuviera que buscar habitación por habitación, pero al darse la vuelta se quedó de piedra y pálido ante la aparición de alguien frente a él.

 

Era como ver a un fantasma, solo que esa persona no era ningún fantasma, esa persona era... era Ikki, su hermano mayor, y lo miraba... lo miraba con crueldad. Shun sintió un estremecimiento ante esa horrible mirada, su hermano nunca lo había mirado de esa forma, ni siquiera cuando pertenecía a los Caballeros Negros.

 

- Ikki -susurró Shun, pálido-. Estás vivo, nii-sama, estás vivo de verdad -susurró emocionado, sintiendo que sus pies temblaban.

 

Ikki lo miraba con desprecio.

 

- Para desgracia tuya y de Shaka, ¿verdad, Shun?

 

Le preguntó, y el rencor en su voz hizo estremecer a Shun. Pero negó con la cabeza, diciéndose que solo era su imaginación. Se acercó a Ikki y tomó su mano.

 

- Vámonos de aquí, hermano, ayúdame a buscar a mi hijo y vámonos, Shaka y todos en el Santuario nos esperan -le suplicó el peliverde, pero se apartó cuando su hermano lo empujó, haciéndolo caer al suelo y soltándolo-. Ikki -susurró Shun, desconcertado.

 

- Traidor -gruñó Ikki-. ¿Cómo te atreves a mencionar a tu bastardo y a Shaka? Sabiendo que lo amaba, me lo robaste -le dijo con rencor.

 

- Ikki -susurró Shun, impresionado. ¿Cómo Ikki podía creer eso? ¿Cómo podía hablarle así? ¿Es que acaso no lo conocía a él y a Shaka? Shun estaba profundamente impresionado.

 

- Ikki, nada, hubiera esperado esa traición de cualquiera, pero no de ti, Shun -le sacó en cara, rabioso y dolido profundamente.

 

- Ikki, escúchame...

 

- Nunca, nunca te perdonaré tu traición -le juró Ikki con lágrimas en los ojos. A Shun le dolieron las lágrimas de Ikki; entendía que su hermano sufría lo que creía una traición de las dos personas que más lo amaban.

 

- Ikki, por favor, escúchame...

 

- ¿Porque Shun? ¿Porque tenías que hacer lo que hiciste? Nunca los perdonaré, ni a ti ni a ese bastardo de Shaka -le aseguró con lágrimas en los ojos. Shun se estremeció ante la rabia y el dolor en la voz de su hermano.

 

- Ikki, ya basta, cállate por un segundo y escúchame. Shaka jamás te ha traicionado.

 

- Se casó contigo y además tiene un hijo tuyo.

 

- Pero no es lo que tú crees. Se casó conmigo porque creyó que era lo que tú hubieras querido, que me protegiera, lo hizo por ti.

 

- Por favor, no me hagas reír, eso es estúpido -dijo Ikki indignado-. ¿Protegerte de qué?

 

- Del padre de mi hijo -estalló Shun al ver que Ikki no lo escuchaba realmente. Ikki lo miró desconcertado.

 

- ¿El papá de tu hijo?

 

- Sí, Shaka jamás, jamás ha tocado ni un solo cabello mío, te ama demasiado para traicionar tu recuerdo -le dijo Shun con firmeza.

 

- ¿Pero y tu mocoso?

 

- Su nombre es IJ, Ikki Junior -le advirtió-. No tienes que llamarlo mocoso. Shaka se casó conmigo para proteger a IJ y a mí mismo, IJ no es su hijo -le confesó.

 

- Entonces... entonces -Ikki lo miraba impresionado, sin saber si creerle o no.

 

- IJ es hijo de Hades, Hades abusó de mí. Intenté suicidarme, ni siquiera era capaz de querer a mi hijo. Shaka se tomó como personal el mantenerme vivo, el protegerme y enseñarme a querer a mi hijo, él creyó que era lo único que podía hacer por ti, cuando te dieron por muerto.

 

Ikki pudo ver la sinceridad en esos ojos verdes de su hermano y se sintió horrible, llevándose las manos al rostro se dejó caer de rodillas con lágrimas en los ojos.

 

- ¡Zeus! ¿Qué he hecho? -susurró horrorizado-. Yo... yo ayudé a Hades a que te secuestrara, Shun -confesó con remordimiento-. Estaba tan dolido y lleno de rencor que no quería que tú fueras feliz con Shaka, oh Shun, perdóname, hermano, perdóname por haberte arrojado a los brazos de ese monstruo. Shun, como siempre, de corazón tierno, se acercó a Ikki y arrodillándose a su lado lo abrazó con fuerza.

 

- Claro que te perdono, Ikki, te perdono, hermano, te amo -le aseguró Shun y Ikki lo abrazó con fuerza, siendo correspondido por el pequeño.

 

- Ayúdame a encontrar a IJ, Ikki, y vámonos de aquí -le suplicó.

 

- ¿Y tu hijo, Ikki? ¿Y tu hijo, hijo de Shaka, dónde está?

 

- Sheir, su nombre es Sheir, busquemos a ambos y vámonos de aquí con nuestros hijos -dijo Ikki levantándose y ayudando a Shun a levantarse. Pero cuando ambos hermanos se volvieron para darse a la huida, se encontraron con Hades y Apolo, palideciendo dramáticamente mientras se agarraban mutuamente con fuerza.

 

Continuará...

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).