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"La melodía de la Primavera" por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, lo prometido es deuda, aquí va el capi, los personajes no me pertenecen
Capítulo 5 Segunda lección: "el cuerpo también es un instrumento"


Sus labios son tan suaves como el terciopelo, no habían cambiado de ese recuerdo vívido de la infancia... de esa tarde en el conservatorio...

Seguíamos en nuestra jaula de cristal, presos de lecciones, profesor y alumno, ¿quién lo diría?... a quien yo creí que era inferior en la música, es quien me debe enseñar el valor de ésta...

Después del té y de esos besos, regresamos a la lección, pero esta vez fue diferente...

Draco se acercó por la espalda y me tomó ambas manos, como guiándolas en cada tecla blanca y negra, su aliento lo podía sentir sobre mi cuello y eso me provocaba escalofríos... además de los crecientes nervios...

Eso me trajo algunos recuerdos de cuando estudiaba... alguien me dijo que los instrumentos, no son cosas vivas, pero con las manos y el sentimiento que se imprime, podían hablar y expresarse... tanto el piano, como mi cuerpo, es un instrumento...

Así me siento en estos momentos... como un instrumento, tocado por las manos de un compositor... da la impresión de que sabe exactamente donde tocar y hacerme temblar...

Soy un instrumento que es seducido por sus manos y susurros, obedecmos a la razón, al placer o nos excusamos por las relaciones informales.

Parece un huracán que me arrastra, me aturde y congela, dominándome con sus cadenas.

¿El odio y el amor tiene forma?, ¿color?, ¿tiempos de duración?, ¿vencimiento?

Me separo de ese frío cuerpo, a mucho pesar...

-¿Tú crees que maté a mis padres?- pregunto tembloroso al recordar parte de la escena.

-Sólo porque quería que te escucharan tocar el piano... ¿acaso tú planeaste su muerte?

-No.

-Entonces...

-No es nada- se retira del salón.

-Oye Potter, la lección no ha terminado.

-Si, ha terminado- sube las escaleras y se encierra en su habitación.

"Todavía huele a sangre"... de ese tipo, es insoportable.

Se deja caer en la cama y se lleva los dedos a los labios.

Esos ojos eran los de un cazador frente a su presa... me siento invadido por esa mirada, la cual no puedo descifrar, pero él...

Su familia puede estar detrás del homicidio de mis padres... según el informe de la policía, fue una venganza personal.

Aunque sea difícil de creer, ya que cómo sería posible, de que hayamos llegado a este extremo... lo necesito para resolver el acertijo y él me necesita para librarse de su familia. En lazados por un hilo invisible, que nos abriga y electriza.

Cada uno sacará provecho de lo que necesita, aunque esos labios, transmiten mucha amargura, bajo una capa de suavidad fingida.

Sus brazos son como dos alas con cristales en su interior que me abrazan y se encuentran en mi cuerpo, derramando mi sangre contaminada por la culpa y la venganza.

Llegó la hora de almuerzo, pero el moreno no bajó a comer... aunque tocaban la puerta, no salía o respondía.

COMEDOR...

-¿Por qué padre?- pregunta el rubio sin haber tocado bocado- ¿es un castigo?, algo hice que no te gustó.

-Has hecho varias cosas que no corresponde... la más importante es que te enamoraste de ese fracasado.

-¿Yo?, ¿enamorado?... un Malfoy no se enamora, tú lo dices todo el tiempo, no sentimos nada- le recordó.

-Mira, si traje a Potter a vivir a esta mansión no es precisamente para que lo conviertas en tu amante de tiempo completo, es mejor mantenerlo vigilado... él sospecha de nosotros.

-…l no sabe nada, no tiene pruebas que nos incriminen- dice el rubio seguro.

-Dicen que al amigo debes tenerlo cerca, a los enemigos aún más.

-Todavía recuerdo cómo gritaba esa mujer cuando la violaste, fue todo un espectáculo...

-¿Podríamos hablar de otro tema?- dice Narcissa- todos los días es lo mismo.

-¿Cómo van las lecciones con Potter?

-Van bien, al menos, ninguna queja, salvo que se encerró en su cuarto y no quiere nada.

-¿No lo habrás espantado?- pregunta Lucius alzando la copa para acercarla a sus labios.

-No lo creo.

Harry había bajado hasta el penúltimo peldaño y escuchó parte de la conversación que sostenían...

-Qué es... ¿qué es todo esto?- se preguntó repetidas veces... mientras se le doblaban las piernas.

-Padre, voy a subir a mi habitación, como siempre la cena estuvo deliciosa- se levanta de la silla y deja la servilleta sobre la mesa.

-Trabaja duro, hay que retenerlo por un año, no es fácil.

-Lo haré, todo sea para terminar con todo esto- se retira.

El pelinegro se levantó con algo de torpeza y subió corriendo para no ser visto por el rubio, ¿cómo le explicaría lo que acababa de presenciar?...

"Esas alas terminaron por destrozar mi cuerpo", no hay piedad o arrepentimiento en sus ojos, menos en sus palabras... no lo puedo perdonar.

Se desvistió y abrió la cama para acostarse, aunque sabía de antemano que no podría dormir, ¿qué rayos estaba esperando?, escuchó la verdad de sus labios y protagonistas y qué hacía, se iba a acostar como si nada pasase.

Cerró los ojos y la figura del rubio, la imagen perfecta se le vino a la mente, recordaba exactamente su forma de respirar, su tacto y frialdad, esos ojos grises y altivez, esos cabellos rubios platinados que caían desordenadamente por su rostro, con una camisa a medio abrir y ese torso de porcelana ampliamente expuesto... esa maravillosa imagen se manchó de sangre, de odio.

Regresó al día del homicidio, vio a su padre y la expresión de su rostro, tan desesperada y lamentándose por algo y el charco de sangre que lo adornaba... y luego visualizó a su madre, con esos ojos verde esmeralda apagados, sus brazos y piernas con cortes, su vestido rasgado y su cabello desordenado... se veía a si mismo, como un testigo, horrorizado por la escena, la culpabilidad como compañía y unas partituras desparramadas en el pasto...

Hacia meses que estaba trabajando en una composición que se titularía... "fuego en la cruz"... notas tan altas, como bajas, acordes complicados y una trama de dolor y muerte...

Gritó al ver que sus manos estaban salpicadas de sangre, y esas manchas no salían con agua, por más que se las lavara... regresó a la mansión donde estuvo trabajando, la imagen de ese asqueroso tipo que intentó abusar de él y el jarrón roto, el sonido seco que provocó, la huida desesperada y agónica...

Mientras que en la habitación de al lado...

Draco estaba lavándose los dientes y mirándose al espejo...

-¿Cuántas veces he repetido estas mismas acciones una y otra vez?...

Se recostó en su cama, cerró los ojos y tal vez nostalgia, quien sabe, se recordó a si mismo cuando era pequeño...

FLASH BACK...

-Esto no me gusta, lo odio, ¡odio la música!, ¡odio el piano!- reclamaba porque una parte de la sinfonía n 41 de Mozart no le resultaba.

-Vuelve a empezar desde el principio- dijo la mujer con una regla en la mano.

-Tengo los dedos acalambrados de tanto tocar estas teclas.

-Tendrás que acostumbrarte- dijo con severidad- y con la regla le golpeó las manos.

El pequeño Malfoy se aguantó el dolor y las lágrimas, y repetía una y otra vez la misma parte, sin resultados...

-No tengo talento- pensó viendo sus manos moradas.

-Desde el principio Malfoy- se acerca la mujer.

Sólo el escuchar el sonido de la regla al ser golpeada con otro objeto, le atemorizaba...

-Tengo miedo- pensó.

FIN FLASH BACK...

De ese entonces, comencé a odiarlo, siempre lo he hecho y mi opinión sobre él no ha cambiado...

En la habitación del moreno...

-¡No, basta!, ¡suéltala!, ¡no la toques!- gritaba el pelinegro con un tono desgarrador, y unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

Draco escuchaba que Harry gritaba, se levantó con premura y abrió la puerta para hallarlo bañado en sudor y retorciéndose en la cama, como si estuviese luchando con algo o alguien.

-Potter, Potter, despierta, estás teniendo una pesadilla- le dijo acercándose con cuidado.

-¡Mentiroso!- gritaba sin poder despertar.

-¡Abre los ojos!- lo sujetó de las muñecas hasta que abrió los ojos.

-No me toques- dijo jadeante Harry, en sus ojos delataba la ira y el rencor.

-Cálmate, Potter, sólo era una pesadilla- lo soltó el rubio.

-Una que se ha hecho real- terminó por decir y le agarró fuertemente la mano al ojigris- ¿por qué tus manos tienen tantas cicatrices?

-Eso no es de tu incumbencia.

-Te golpeaban, ¿cierto?

-No todos nacemos niños prodigios Potter.

¿Cómo puede seguir mirándome así?...

Draco se acerca al cuerpo de Harry hasta abrazarlo...

"No se lo digas a nadie", se podía percibir cierto temblor en su voz.

¿Cómo podía abrazarlo de esa forma?

Se aferró como a una tabla de salvación, con sus manos que quedaban en su cuello. En su mente sólo tocó una melodía... "el fuego de la cruz" o la también llamada, "la melodía de la primavera", dos nombres para una composición desconocida y jamás escuchada, salvo por el mismo...

¿Cómo podía ser tan dulce?, si su ser destella maldad y falsedad...

Sin saber por qué, lloré en su hombro y él acarició mis cabellos, con su misma respiración agitada...

Sin darme cuenta, me convertí en su intrumento... y yo, sigo agonizante entre tus brazos...


continuará...
Notas finales: un beso, abrazo, nos estamos leyendo en otro capi, bye bye ^^

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