Capítulo 4
DÍA 5
DEPARTAMENTO HARRY...
No hay cabida para arrepentimientos, convencerlo es la única salida, aunque deba hacer algo que no es para nada correcto, podría salvarlo de su propia quiebra... ¿cabe mencionar el amor?, podría llegar a enamorarse... darse esa clase de lujos, no estaba permitido, sólo debía satisfacerlo, y luego, olvidarse que todo aquello sucedió... cinco días, nada más que eso tenía... no podría vacilar...
-Si él quiere jugar, entonces jugaré- dice el moreno en voz baja- preparando algo de cenar con los víveres que tenía dentro del refrigerador y en la cocina.
Siento como si estuviese pecando de lujuria, dejándome arrastrar por mis instintos, por mis deseos... él es alguien realmente peligroso, me he metido en la boca del lobo, le busqué la quinta pata al gato, y todas esas frases típicas... no me sirve arrepentirme, no ahora que he avanzado otro poco... mi amigo confía en que ese dinero llegará, no puedo dar marcha atrás... haré lo que sea, con tal de conseguir mi objetivo...
Calienta agua en el hervidor y agrega a su arroz 4 tazas... luego, dejar que hierva un poco y lo revuelve con una cuchara de palo... por otro lado, en un sartén, cocía unos bistec...
Miró la hora en el reloj, contó media hora para apagar el arroz que preparaba y salió con su bastón a descansar un momento al living.
Puso la televisión unos minutos, todo le parecía aburrido, sólo deportes, comedias, y noticias que como siempre, eran de asesinatos, homicidios entre otros... la apagó y tiró el control remoto al otro sillón.
Se quedó un rato, pensativo, de todos los sucesos que han acontecido... si no hubiese conocido a Draco Malfoy, estaría en la calle, sin comida, ni un techo para güarecerse, se lo debía... además de unos puntos que le tiraban y debía mantener fuera de una infección...
Acostarse con él, no ha sido algo que lamente del todo, lo ha hasta disfrutado, de ahí, ha comenzado a sentir algo hacia él, pero le da terror aceptarlo... no puede enamorarse, no debe enamorarse...
Jamás había alcanzado tanto éxtasis en una relación como lo ha sentido con él, se ha entregado y por parte del rubio, hay una atracción que es muy evidente... pero no son nada. Él lo llama, "mi amante", sólo cuando lo tiene sometido, de ahí, fuera de ese metro cuadrado, no es nadie, absolutamente nadie, ¿pensará en mí aunque sea un poquito?... o se olvida de mi cuando yo cruzo esa puerte y me recuerda cuando sólo me ve que llego... pensando así, es débil...
Ahora no le queda más que seguir en el juego, seducirlo, "convencerlo"... no puede ser tan difícil convencer a alguien si tienes las agallas para hacer lo que fuera necesario...
Sacó el sobre blanco de su bestón y lo dejó encima de la mesa de centro... desordenó el dinero restante, contempló los billetes... le dio asco, venderse.
Ya había pasado media hora, se levantó de su sillón para apagar la cocina, sus bistec estaban listos, era llegar y comer...
Preparó un plato de comida, y se lo llevó al comedor, se sentó en la silla de madera, y se puso a mirar la vela encendida... cómo luchaba para no consumirse... se llevó una cuchara a la boca, digirió y tragó... todo no era nada más que una rutina sin fin, lo mismo todos los días, a la misma hora, nada cambiaba, todo seguía en el mismo lugar... bajó el rostro, decepcionado, siguió comiendo, sin ningún ánimo...
Tampoco se dio cuenta de cuándo terminó, pensaba en todo y a la vez en nada...
MANSIÓN MALFOY...
Draco cenó tranquilamente, con sus padres, demasiado serio y pensativo... muy lejos de ahí...
¿Cómo podría contenerse frente a él?, jamás se había apasionado por algo a alguien antes, los negocios sólo le interesaba ganar aunque destruyese a una familia; sin embargo, Potter le transtornaba la vida, la ponía patas arriba y lo... enloquecía...
Llegó de una forma tan abrupta, accidental, y sabe que en el fondo, podría estar un poquito, pero un poquito, enamorado, y en el fondo, muy en el fondo, no lo reconocería, era más fácil fingir que nada pasa a decir que está todo pasando...
Todo se convirtió en un tornado, un huracán que destrozaría todo a su paso, y que él, fue quien le dio fuerza, ahora, no se detendría, lo destrozaría por dentro, le arrancaría todo, le exigiría todo de si mismo... quería tener algo que fuese completamente de él... esperaba que ahora sea Potter quien tomase la iniciativa, ¿podría hacerlo sin necesidad de perdírselo?... eso lo encendería todavía más si pudiese ser posible...
Tan solo imaginarse las caricias, o las manos de Potter sobre su torso, era un estimulante de largo alcance y provocación inmediata...
¿Qué tenía Potter que los otro no?... además de un cuerpo atlético, unas piernas morenas, torneadas, unos ojos verde esmeralda llenos de vida, unos labios, finos... ¿necesito enumerar más razones?...
Así como llegó a mi vida, desaparecerá, pasarán estos días restantes del "convencimiento", todo regresará a la normalidad, él volverá a ser un hombre ocupado, podría involucrarse con otros, daba igual, entre Potter y él había sólo una palabra... "negocios", él arriesga todo y yo veo si tomo o no ese desafío"... los sentmientos están demás, nadie necesita un corazón o el amor en esta clase de juego...
Mañana vendrá a mi, como estos días, y será su prueba... deberá seducirme...
Entró a ducharse, ya que tantos pensamientos de clase censurada llenaban su cabeza, y alguien demasiado cercano, lo molestaba un poco... se secó el cabello con una toalla y se acostó, intentando conciliar el sueño, aunque nada más cerrar los ojos, la imagen del moreno pelinegro, no deseaba abandonarlo.
Así pasó la noche, dando paso al amanecer, uno que en un caso no deseaba y otro, que anhelaba con todas sus fuerzas...
DEPARTAMENTO HARRY...
Volvió a su rutina el moreno, se levantó, bañó, vistió, preparó algo decente para desayunar y debajo de la rendija de la puerta, otro sobre con dinero...
Salió rumbo al Hotel de Draco, no sin algo de ansiedad de por medio... llegó a percibir que su mano temblaba un poco, pero lo justificó con cansancio...
Caminó, con su tobillo lastimado, y mientras lo hacía, estaba dividido, una parte de él, lo deseaba, la otra parte, comenzaba a odiarlo, ¿a quién debería obedecer?
Unas cuadras más... se detuvo a recuperar el aliento... a calmarse un poco, y se miró en una ventana... esa imagen deseó partirla con un puño, o lo que tuviese al alcance...
-No debo dudar... lo hecho, hecho está- se repite mentalmente e ingresa a la recepción del hotel, y de ahí, al quinto piso.
Todo estaba en su lugar, la secretaria, los cuadros, ese mismo ambiente de superioridad... entró a la oficina.
Draco revisaba unos papeles de contabilidad y primeramente se abstuvo de mirar al moreno cuando se acercó hasta el asiento y dejó el bastón al borde de su escritorio.
Harry observó por unos largos minutos la nueva actitud de su amante, era distante, fría, si ayer desbordaba de pasión, hoy era un témpano de hielo... ¿cómo podía cambiar tanto en una sola noche?, o ¿era su nueva jugarreta?...
Iba a comenzar a platicar de cualquier tema trivial, pero, por respuesta a una pregunta inexistente, recibió una mirada cargada entre ansiedad y algo de impaciencia. El rubio se concentró en algo dentro de sus papeles y el moreno, seguía con lo suyo, buscando alguna salida viable, y menos dolorosa...
-Malfoy... yo- comenzó a balbucear.
-¿Tú, que, Potter?- preguntó al borde de la pérdida de paciencia- tal parece que hay que golpearlo o no capta las ideas- piensa algo derrotado- es que tengo que decírselo- murmura bajo.
-¿Decías algo?- pregunta travieso y curioso- ¿cuál es tu nuevo juego?, ¿quieres que comience yo?- pregunta y alza un poco la ceja, y se pasa la lengua por los labios.
-¿Estás jugando conmigo?- pregunta con todo su autocontrol Draco.
-Para nada, me extraña de que si ayer eras tan pasional, hoy ni siquiera digas algo para bajar la tensión del ambiente.
-No es mi intención, ¿qué tensión?, te imaginas cosas...- no alcanzó a terminar la frase, porque ya Harry, estaba a unos centímetros de sus labios y con sus dedos, sacándole la corbata... se quedó pensativo unos segundos, a ver, cómo reaccionaría a esa situación... si eso no basta, entonces... le desabrocha la camisa, botón por botón y con sus manos, la quita y acaricia esa piel blanca, posando su nariz, respirando, absorbiendo ese aroma...
Mientras, que Draco se controlaba, cerró los ojos y no esperó lo que escuchó...
-Malfoy... tómame- le susurró Harry al oído y le mordió el lóbulo derecho- lo miró directamente a los ojos y luego, hacia el pantalón... desabrochó el cinturón, lo sacó, el botón y el cierre siguieron, para posar su mano sobre el bóxer y luego, debajo de éste- ¿no harías lo que fuera, por esto?- le volvió a decir al oído para darle la espalda y comienza a sacarse el bestón, la corbata, desabrochó los botones y se la quitó, se dio vuelta para ver a su amante- si tanto te resistes, lo haré yo- dijo el ojiverde y sacó el cinturón, el botón y bajó el cierre para que cayeran los pantalones a la altura de los tobillos, dejándolo sólo en bóxer. Con un pie, se sacó los zapatos y el otro, se agacho para terminar su labor... avanza unos pasos y queda a horcajadas sobre el ojigris- ¿no era esto lo que querías?- le murmura cerca de los labios- por respuesta, un beso brutal, salvaje...
Fue tomado, con sus piernas alrededor de la cintura de su amante y depositado sobre la alfombra...
Harry comenzó a creerse el cuento de que esa alfombra era su segunda cama...
Draco devoró esos labios, hasta hacerlos sangrar... bajó por el cuello, repartiendo besos, llegó hasta los pezones, los cuales degustó entre chupadas, y no se cansó hasta dejarlos completamente erectos... con su lengua, bajó hasta el ombligo...
Harry, se tomó el cuento en serio y posó sus manos sobre el trasero de Draco, bajándole el bóxer y luego, subiendo sus manos, para dejarlas enredadas con sus cabellos.
Draco, bajó el bóxer de Harry para liberar a su intimidad de esa prisión... ambos se habían excitado con ese juego de seducción, tanto como a la idea de que jugaban con fuego y que estaba ardiendo con él.
Tan solo rozarlos, gemían ambos... esta vez sería diferente...
Harry cambió de posición y fue él, quien con sus labios, recorrió cada rincón del cuerpo del rubio, con su lengua, fue marcando cada zona, eso le hacía sentir cierto poder sobre él, aunque eso no duró mucho, cuando se olvidó por completo de su nombre al percibir que su intimidad era tocada con semejante maestría, a un ritmo contínuo, quedando nuevamente debajo de ese cuerpo aparentemente frágil y a la vez, estaba siendo estimulado por unos dedos que dentro de su boca, ahora estaban en su entrada, dilatando...
No quería ser sólo él, así que apenas con algo de cordura, comenzó a hacer lo mismo con la intimidad de Draco, aunque era algo torpe, consiguió arrancarle un gemido y eso le hizo feliz...
Cuando ya quedó listo, le embistió, con tanta fuerza que creyó, gritaría, pero a cambio, recibió un gemido sonoro y un beso corto... con todo eso, el ojiverde, se correría pronto... ya no podía soportarlo más, las embestidas de Draco y esa ardua estimulación, una peligrosa combinación...
Draco, siguió con lo suyo, concentrado en su labor hasta que se produjo el derrame del moreno y luego vendría el de él... cayendo exhausto sobre el otro cuerpo, sudoroso...
Harry, quiso tomar la mano de Draco, pero se abstuvo, sólo dirigió sus ojos a la puerta de entrada y a la ropa que permanecía regada en la alfombra... se levantó cuando quedó libre del otro y regresando a la realidad... vestirse sin verse a las caras, evadiendo cada mirada... como unos perfectos extraños.
-Ya recibiste lo de hoy, será suficiente con ello- dice Draco acomodando su camisa dentro del pantalón.
-Disfrutas esto, verdad Malfoy, esta clase de relaciones clandestinas sin futuro- dice Harry acomodando su corbata.
-¿Tú no?, yo no percibo lo contrario, aunque, debes esforzarte todavía más- regresando a su asiento.
-¿Qué es lo que quieres de mí?, ¿cuánto más tendré que satisfacerte?- pregunta desesperado el ojiverde.
-Hasta que te demuestre que estoy totalmente complacido, y eso, todavía no ocurre... tienes 4 días para hacerlo, o ya sabrás las consecuencias- sube la pantalla del notebook y digita unos números.
-No soy adivino Malfoy, ¿cuándo lo sabré?
-Tal vez no tenga que decírtelo, tal vez lo sepas de otra forma, ahora lárgate, tengo mucho trabajo y estorbas- vuelve a mirar la pantalla del notebook.
-No siempres puedes ganar Malfoy, recuérdalo- le dice Harry, frustrado.
-Lo veremos Potter, eres tú quien debe jugar a ganador- alza una ceja- ahora lárgate que yo si, tengo que trabajar.
Harry toma su bastón y se va de la oficina... siempre era lo mismo, tenían sexo y luego, debía irse como si fuese un estorob o tuviese algo contagioso.
Por altavoz Draco recibió la llamada de su novia.
-Drake, ¿cómo estás?- dice la chica contenta.
-Bien y ¿cómo está tu viaje?- pregunta sin ánimo alguno.
-De maravilla, y tú, muy ocupado con tu nuevo amante, las fotos que me llegaron son bastante "evidentes", veo que no pierdes el tiempo, mi amor- dice Pansy algo molesta.
-De nuevo con tus detectives privados, o eres una voyerista o una masoquista de tiempo completo, decídete de una vez.
-Sólo me aseguro una vez más de que no te van las mujeres, aunque, lamentablemente, tendremos que casarnos.
-¿Cómo va tu embarazo?
-Bien, ya casi no tengo mareos, aunque la ropa me está quedando muy chica y mi barriga crece y crece, no es por nada que tengo cinco meses.
-Cuídate, hasta luego- corta la llamada.
-¡Ese Drake!, ¡siempre me deja con la palabra en la boca!- reclama la chica y apaga el celular.
Harry se fue, nuevamente frustrado, humillado... se topó con Lucius en la entrada, pero lo evadió, otra plática de gran contenido profundo sobre la ética y el sexo, no le vendría bien...
Con su bastón, fue de nuevo a su departamento, aunque a unas cuadras, pasó a comprar unos dulces, y su sorpresa fue tal, cuando halló a una chica de cabello negro, blanca, embarazada, comprando una torta selva negra y miraba una foto con aire nostálgico... el moreno estornudó y a ella, se le cayó dicha foto al suelo... y los vio juntos... eran Draco Malfoy, junto a ella, con un traje de bodas...
-Disculpe- dice de repente el ojiverde recogiendo la foto y tratando de dejar de mirarlos.
-No te preocupes- la recibe- es mi esposo y yo cuando nos casamos, ah, somos tan felices los dos- suspira- ya me tengo que ir, me está esperando- recibe la bolsa con la torta, la pone en el carro y se va a pagar en la caja.
Harry quedó de una pieza, cabía la posibilidad de que estuviese casado, pero... que más encima próximamente fuese padre y que más encima, fuese su amante, ya era más de lo que podría tolerar... aunque, a pesar de todo, unas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y los dulces, acabaron en el suelo...
Vaya forma de terminar esa tarde... recuperando el sentido y secarse las lágrimas, pagar los dulces e irse, se le hizo eterno encerrarse en su departamento y botar el dinero que recibió... sólo recordó que buscó una botella de licor, bebió junto con unos calmantes... y quedó sobre su cama... sin saber si habría un mañana que vendría...
MANSIÓN MALFOY...
Tal y como esperaba Draco, llegó su esposa de su viaje y con un vientre abultado, correspondientes a 5 meses de embarazo y unos padres, más que contentos y agradecidos, se instaló en su dormitorio matrimonial... se cambió de ropa para ponerse su camisa de dormir... comer tanta torta, y más encima el viaje, la había dejado exhausta así que se quedó profundamente dormida...
Draco se fue a la habitación de huéspedes, esa noche, nuevamente no podría dormir... el fenómeno llamado "padre del año", y "el amante fugitivo", se encargaban de atormentarlo...
Harry se durmió, profundamente, ni siquiera se percató cuando la puerta de su departamento fue abierta, ni cuando fue tapado con una manta...
-Harry- le habla al oído, el joven, quien se sentó al lado de su cama.
-Ce...dric... ¿eres tú?- pregunta intentado abrir los ojos y enfocar la imagen.
-Así es... vine a buscarte, ¿lo recuerdas?- le dice abrazándolo con fuerza- fui un imbécil dejándote, créeme que lo siento mucho, me equivoqué.
-Ce...dric... yo, lo siento- dice el moreno, restregádose los ojos al apartarse del abrazo- lo siento.
-¿Ya, no me amas?- pregunta casi en un hilo de voz.
-No lo se... no lo se...
Esa noche, fue muy larga, ninguno de los dos decía nada, salvo mirar hacia otro lado... por una parte la culpa, el arrepentimiento, y por otro, el miedo... cabía la posibilidad de que Harry lo hubiese dejado de amar, ¿cómo?, ¿quién?...
Sólo bastó dejarlo un par de meses para que su amor desapareciera... permitió que volara demasiado alto, y ahora, no lo podría alcanzar...
continuará...