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Tu Sangre por persefone4ever

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Notas del capitulo:

Hola aquí con un nuevo capitulo

Al finalizar la reunión todos se retiraron a su territorio que les correspondía junto con sus súbditos, Camus junto a los gemelos llegaron a su casa en donde el aguamarina anuncio que tenía una cosas que arreglar y que llegaría en la noche. Fue por el camino que recordó a la casa del niño que atrajo su atención.

En el parque los hermano Kido se despidieron de Hyoga para ir a su casa diciendo que luego se volverían a ver, cuando pasaban los arboles los ojos de Ikki se cruzaron con los de Sorrento que iba caminado en dirección a hacia el rubio, no dándole importancia siguió con su camino. Sorrento se sentó a lado de Hyoga

-           Se lo que te paso – dijo fríamente Sorrento

-           Ah?

-           Deberías haberte quedado en cama no es fácil reponer tanta sangre tan rápido

-           ¿Cómo? – dijo sorprendido – ¿cómo sabes que yo…?

-           Soy Sorrento – le extendió la mano – vine desde Austria para verte

-           ¿A mí? ¿Por qué?

-           Para protegerte de esas criaturas malvadas

-           No te conozco porque he de confiar en ti… - le miro atentamente hasta que un ruido sepulcral se oyó a lo lejos

-           Rayos – dijo Sorrento mirando al lugar del ruido – me tengo que ir, no te preocupes yo te protegeré

Con esto el joven Sorrento se retiró del lugar dejando a Hyoga confuso, lo último que vio el rubio fue que su “protector” se subió a un auto negro para perderse en las calles adyacentes al parque.

Justo en ese momento por detrás de el a Hyoga le pareció ver un hombre mayor de cabellera azul al que reconoció fácilmente pero no creyó volver a ver jamás.

-           Papá… - susurro levantándose para voltear a ver, pero no había nada – ¿uh que ha sido eso?

De pronto sintió como algo lo empujaba por la espalda sacándole del parque para dirigirlo por las calles, Hyoga quería volear pero algo, un fuerza se lo impidió; no puso oposición y fue dirigido a la entrada de una avenida cuando a lo lejos pudo ver aquel hombre de cabellos largos aguamarina, de un momento a otro comenzó a correr hacia el olvidando por completo a aquella fuerza.

Camus había recorrido casi toda la cuidad aun teniendo cuidado por si los cazadores le atacaban pero estaría bien pues los estúpidos creían que al contacto con el sol ellos se morían, cosa que era falsa, una mentira ingeniada por los vampiros como lo del ajo.  El mayor paro en la avenida para pensar en donde buscar ahora cuando sintió unas manos que los rodearon, molesto por el contacto quiso ver quien era encontrándose con el joven rubio.

-           ¡Tú! – dijo sorprendido el vampiro

-           No sé quién seas, no sé porque me mordiste el cuello, no sé por qué te fuiste, pero no he podido dejar que pesar en ti – declaro el rubio

-           … - Camus no sabía que responder prácticamente el chico se le estaba declarando

-           Quiero estar junto a ti, quiero conocerte, quiero que puedes llegar a confiar el mi…

-           ¡¡Basta!! – dijo Camus – escúchame si te llegas a involucrar conmigo puede que resultes herido yo no quiero eso

-           No me importa en absoluto

-           Bien – responde y Camus le jala del brazo a Hyoga para llevarlo a un lugar más privado

Los dos caminan rápidamente, Camus iba por adelante jalando a Hyoga que estaba jadeando por tanto esfuerzo, si tenían razón reponer tanta sangre era difícil ya había pasado casi medio día y estaba mucho mejor pero aun así no era bueno que se esforzara tanto. Llegaron a lo que parecería un motel decente, tenía buena pinta por afuera y por dentro todo era normal Camus camino recto a la administración, donde estaba el encargado con un típico traje formal.

-           Hola Myu – dijo Camus

-           Hola Camus – respondió el mencionado – ¿qué te trae aquí?

-           Vine con alguien – se apartó para que Myu pudiera ver a Hyoga- dame la habitación 13

-           Uhh… está bien pero… - hizo una pausa poniendo un tono sombrío en voz - sabes que no quiero ese tipo de problemas – le entrega las llave de la habitación

-           No sé a qué te refieres – se retira con Hyoga subiendo las escaleras

Subieron en total silencio, Hyoga no sabía que pensar de la situación y Camus… él no quería revelar nada innecesario, llegaron a la puerta, el mayor de los dos introdujo la llave para abrirla.

Detrás vieron una pequeña habitación, tenía una cama mediana de sabanas azules y mullidas almohadas blancas donde perfectamente podían dormir dos personas adultas, había un closet en la esquina derecha, una mesa de madera en el lado izquierdo junto a un sofá negro, en la pared contraria a la puerta  en toda su longitud una puerta corrediza de cristal daba total vista a la calle con un pequeño balcón.

-           Que hacemos aquí? – pregunto Hyoga agarrando el brazo de Camus con sus dos manos

-           Aquí si podemos hablar – dijo Camus incitando a que entraran

Los dos estaban en el medio de la habitación delante de la cama en donde Camus empujo a Hyoga poniéndose encima del agarro sus dos manos por encima de la cabeza del rubio, este intentaba zafarse sin éxito cuando el mayor lo tomo por el mentón se acercó lentamente, unos pocos milímetros quedaban para unir sus labios podían sentir la respiración del otro

-           Enserio eres tierno – dijo Camus para contar la distancia y darle un beso suave

Hyoga abrió los ojos a todo lo que daban, sus manos temblaban al igual que todo su cuerpo, poco a poco se dejó llevar, la sensación que estaba sintiendo era demasiado para él, sus ojos azules se cerraron poco a poco y sus manos aun temblando se movieron hasta llegar a entrelazarse en el cuello del mayor intentado con sus labios a corresponder… en un segundo se rompió el fragante beso, sus ojos se encontraron.

-           ¿No me temes? – pregunto el mayor

-           Debería… - contesto el rubio – debería tener a quien amo

-           No tienes idea

Camus soltó su agarre levantándose para sentarse en el borde de la cama, Hyoga lo siguió sentándose a su lado.

-           De verdad – empezó a decir Hyoga – te quiero mucho

-           Lo sé – respondió Camus

-           Entonces podrías… podrías estar conmigo

-           Te diré algo – dijo Camus cruzando sus brazos – hay muchas cosas sobre mí que te podrían causar miedo pero si ese no es el caso estaría feliz de estar a tu lado

-           Que podrías decirme que eres un Vampiro? – dijo en tono de broma

-           Lo has adivinado – dijo con simpleza y sátira

-           Y como no hacerlo si ayer me chapaste la sangre

-           A ver que más tienes para decirme

-           No sé nada de ti – dijo Hyoga con amargura desviando la mirada

-           Ni yo de ti pero está bien – lo reconforto

Sonrieron y se dieron otro beso pero está vez muy corto, Hyoga recorto más distancia y se acurruco en su pecho, Camus lo siguió y lo enredo en sus brazos, la agradable sensación de tenerlo era cálida y reconfortante… demasiado conocida… si en verdad demasiado conocida una parte quería separarse e irse pero otra le suplicaba que se quedara, que disfrutara del momento, que no le dejara ir.

Pero… como podría superar a su antiguo amor… como…

En un edificio aledaño con vista a la habitación en donde estaban Camus y Hyoga, sentado en el filo de la estructura estaba un joven de por apariencia podría tener 14 años, llevaba zapatos plomos, unos jeans gastados algo apretados, una camiseta negra de manga tres cuartos, y una gabardina igual negra que le llevaba a los talones. Pero lo que más se distinguían era en tono de verde en sus ojos y cabello… sonrió satisfecho mientras acariciaba la cabeza de un pequeño polluelo que se posó en su hombro; muchas aves alzaron su alas y se elevaron en el aire pasaron por delante del joven y cuando se alejaron no había nadie en el lugar.

El pequeño polluelo estaba con las demás aves, tratando de seguir el paso hace poco había aprendido a volar, todos iban como todos los días a la fuente de un gran patio en una sombría mansión, antes de llegar a esta pasaban por bastantes edificios, uno en especial era alto, bastante sobresalía entre otras estructura dentro de esta casi en el último piso muchas personas estaba sentados en una de las grandes mesas para juntas que suelen tener las empresas.

-           Señor Julián – dijo un chica peli plateada que traía una vestidura blanca – todos esperamos una respuesta

-           Una respuesta a que Hilda – dijo un joven  de cabellera celeste – si todo está claro

-           Entonces de verdad son tantos – dijo en tono preocupado

-           Si – respondió Julián – pero no se preocupen

-           Señor es por ese chico rubio – dijo Sorrento

-           Solo es una pieza más de ajedrez, pequeña pero importante por eso Sorrento e Isaac encárguense de mantenerlo vigilado

-           Si señor – respondieron los dos mencionados

La reunión siguió como de costumbre, los pájaros pasaron por delante, era el penúltimo grupo de aves, el mismo joven de antes apareció esta vez adentro de un edificio de apartamento, se ocultaba al lado de las grandes ventanas mientras miraba por ferviente interés el encuentro en la otra estructura

-           Que interesante se va a poner todo – dijo el joven

-           Tú crees? – pregunto otra voz

-           Por supuesto – bajo las persianas y la habitación se rodeó de negro – vamos a avisarle a Hades – salió de habitación corriendo

-           Espera Shun no corras, recuerda tu estado

-           “muy pronto mi sueño se hará realidad… solo tengo que esperar y manipular una que otra casa jaja” – pensó el peli verde

Notas finales:

Me salió más corto que los otros pero ya, la siguiente actualización será en dos semanas

Blue: y no olvidan dejar review si les gusto el capitulo

Perséfone y Blue: besos y hasta la próxima... ah y QUE TENGAN UNA BUENA NAVIDAD (si lo estamos celebrando desde ahora XD)


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