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Resplandor en la oscuridad por Helsic

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Hacía las 9 de la mañana, LeeTeuk estaba abriendo los ojos en su cama de seda blanca, la luz del pálido sol matutino perfilaba su rostro suavemente, dándole un brillo casi divino a su contorno. Se sentó en la cama y se llevó las manos a la cabeza y posteriormente se estregó los ojos dejando escapar un suspiro. Había dormido sólo un par de horas luego de que se despidiera del vampiro hacía las 5 de la madrugada. Llevaba más de una semana durmiendo sólo unas cuantas horas en la noche, pero aquello no le preocupaba en lo absoluto ni afectaba ninguna de sus habilidades psicológicas o físicas, los ángeles se movían gracias a la energía espiritual cuya fuente no eran los alimentos o el descanso como era el caso de los humanos, así que LeeTeuk podría quedarse varios días sin comer o dormir y aquello no afectaría su metabolismo, hacía mucho tiempo había aprendido a meditar y absorber la energía a su alrededor como si fuera un alimento. Sin embargo ese día particularmente se sentía cansado.

Estaba cansado por todo lo que había experimentado en los últimos días, a un nivel por supuesto más psicológico que físico (Aunque KangIn era un buen amante y lo dejaba agotado) las preocupaciones que rondaban su cabeza de alguna manera lo hacían sentir agotado. Se levantó de la cama y estiró los brazos observándose en el largo espejo que había al lado de la cama. Parecía más pálido de lo normal.

Tomó el teléfono celular y marcó a Minthra el hombre lobo. Al cabo de unos segundos el interlocutor respondió en la otra línea.

- Hola… Minthra, siento no haberte llamado anoche, estuve ocupado - Comenzó a decir LeeTeuk - ¿Averiguaste algo? - Preguntó con la voz firme - Si, acerca de los sospechosos, sobre la lista que me dieron ayer… ¿tienes el informe? -

- Tenemos un demonio involucrado, su nombre es Raymond, es británico pertenece a la orden de los caballeros negros, 1.85 de estatura, ojos verdes y cabello cenizo, aparenta una edad oscilante entre 35 y 40 años - Comentó Minthra mientras LeeTeuk se vestía sosteniendo el teléfono apenas con el hombro - Tenemos también 4 vampiros, dos de ellos antiguos, se presume bastante poderosos, sugiero ir con mucho cuidado con esos dos, uno es Egipcio, maestro del ilusionismo y el encantamiento de serpientes, se llama Zadith y el otro es Hindú, maestro en artes marciales y armas blancas, se llama Depak Wuali-

- Que hay de los otros vampiros - Preguntó LeeTeuk terminando de amarrar el zapato izquierdo.

- No son tan poderosos, son vástagos más jóvenes, no tienen más de 200 años y ambos son Franceses - Explicó el hombre lobo.

- Imagino que deben haber muchos humanos involucrados en la conspiración, quizás bajo dominación o quizás pertenecientes a un grupo terrorista local, sería una excelente cuartada manipular a un líder terrorista para que ejecute el atentado, así podrías lavarte las manos en el momento más apropiado - Comentó LeeTeuk rascándose la barbilla.

- Sabia conclusión Jefe - Comentó Minthra mientras se llevaba un tabaco Cubano a los labios.

- Gracias - Aceptó LeeTeuk con una sonrisa avergonzada - Estoy saliendo del hotel ahora ¿Ya están listas las armas que pedí? -

- Están en la artillería del cuartel, han llegado esta mañana temprano - Respondió el hombre lobo.

- Bien, nos vemos allí en una hora, cita a las hechiceras y al resto del equipo, daremos una última revisión al plan - Ordenó LeeTeuk y el hombre lobo asintió al otro lado de la línea.

El ángel colgó mientras bajaba las escaleras y llegaba al lobby del hotel. El mayordomo le saludó con un gesto cordial y le entregó las llaves del auto en la entrada de marfil. Un rato después, LeeTeuk conducía por una avenida parisina escuchando él último trabajo discográfico de KangTa un baladista de su patria. Escuchar música en idioma Koreano le hacía sentir nostálgico y de alguna manera le daba la reconfortante sensación de estar en casa. Le gustaba la música tranquila desde siempre había sido así, inclusive en el pasado, mientras cercenaba el cuello de algún enemigo en una batalla, llevaba a Vivaldi o a Sebastian Bach en la mente y ahora con el milagro de la tecnología podía llevar a sus interpretes favoritos a todas partes, justo como ahora.

KangIn le había poseído esa madrugada, lo habían hecho ahí bajo las estrellas a la orilla de la montaña, con la naturaleza y la luna como únicos testigos, LeeTeuk recordaba todos y cada uno de los besos, recordaba con miedo, como había necesitado con tanta intensidad el contacto de ese cuerpo y la textura de esa lengua. Su pecado crecía a cada segundo y se cuestionaba si llegaría el momento en que todo explotaría y pagaría las consecuencias de esa locura inapropiada.

Al llegar al lugar de encuentro, se encontró con los miembros del equipo, en una enorme estantería de metal, colgaban decenas de fusiles Estadounidenses M24 SWS brillando letalmente en silencio. Armas de matar que LeeTeuk había sostenido infinitas veces en sus manos y con las que había matado a muchísimos inmortales en toda su carrera como ángel. Si bien un ángel tenía diversos poderes mentales y manejaba muchas disciplinas, las armas siempre eran efectivas a la hora de entrar en guerra. “Empuña un arma y quizás no necesites usar mucho tu mente”, solía decir Siwon, “Pero sólo el necio se confiará exclusivamente en el arma”. Aquellas sabias palabras nunca las olvidaría y LeeTeuk estaba tan conciente de ello que había decidido ser uno de los francotiradores que estarían dispersos en el lugar para asegurarse de que todo saliera perfectamente bien.

- Todo está listo para esta noche señor - Dijo un hombre de quizás unos 30 años - Soy el comandante Ackland a sus servicios señor - Agregó en un marcado acento Frances - Los hombres de mi comando han sido adiestrados con el más duro de los entrenamientos, le aseguro que podrán dispararle a una cereza a más de 1000 metros de distancia -

- Confío en que así sea - Respondió LeeTeuk con una sonrisa y posó una mano sobre el hombro del hombre - Yo sólo trabajo con los mejores, pero no podemos confiarnos, hemos recibido información de nuestros espías sobre una posible conspiración, deben estar alertas a cualquier movimiento extraño, quince hombres estarán escondidos a la derecha norte y los restantes a la izquierda sur, todos llevarán estos intercomunicadores pegados a sus orejas, no quiero que hablen, no quiero ni un pequeño ruido por más mínimo que sea a través de estos micrófonos, úsenlos sólo si ven un movimiento sospechoso, todos los micrófonos están conectados a la central y todos convergerán a mi micrófono principal ¿Entendido?-

Los soldados todos vestidos con elegantes trajes militares hicieron un gesto de asentimiento. Las dos hechiceras lo miraban con atención al igual que el Minthra al lado del comandante.

- No habrá orden de disparar a menos que yo lo diga o en caso de que el movimiento sospechoso sea lo suficientemente evidente, debemos recordar que esta misión es secreta, habrán guardias y policías visibles entre el público y guarda espaldas cerca del primer ministro, somos fantasmas, sombras de la noche y nadie, repito absolutamente nadie debe notar que estamos allí, a no ser de que la situación se complique, lo cual realmente espero que no suceda - Concluyó LeeTeuk con voz firme, los hombres volvieron a hacer un gesto afirmativo - El discurso comienza a las 9 de la noche, pero todos deben estar en sus puestos desde las 7, espero ver actitudes de verdaderos hombres de guerra y que las recomendaciones que tengo de ustedes salgan a relucir en la operación -

- No lo defraudaremos señor - Exclamó inmediatamente el comandante.

- Por supuesto que no - Comentó LeeTeuk de nuevo permitiéndose sonreír amablemente a pesar de la seguridad en su voz - A continuación cada uno tomará su equipo adecuado para contactar que todo está en orden -

Dicho esto, los hombres comenzaron a organizar el equipo y LeeTeuk pasó a reunirse con los inmortales allí presentes en otra oficina. En total era un hombre lobo y dos hechiceras, el ángel se recostó contra el escritorio y suspiró antes de comenzar a hablar.

- Si las cosas se complican - Comenzó LeeTeuk - Yo me encargaré del Demonio, Minthra tu y Jocelyn irán por los dos vampiros antiguos y tu Frida, te encargarás de los otros dos -

- ¿Quien protegerá al primer ministro? - Preguntó la Hechicera rubia.

- Dejaremos ese trabajo a los guardaespaldas y a los hombres del Comandante Ackland - Explicó el ángel.

- Con todo el respeto JungSu, no estoy de acuerdo - Exclamó el hombre lobo con seriedad - Creo que es demasiado arriesgado confiarle la vida del primer ministro a los humanos, si bien mi investigación habla de un demonio y cuatro vampiros… no estamos seguros de que existan otros más y francamente somos muy pocos para combatirlos, estaríamos poniendo en riesgo la operación si dejamos a la incertidumbre tantos detalles -

- Mmm - Suspiró LeeTeuk y se llevó una mano al cabello revolviéndoselo - Me gustas Minthra, siempre me ha gustado trabajar contigo - Comentó y se quedó un rato en silencio pensando - Necesitamos más equipo, estás en lo cierto -

- Podemos pedir otro comando de hombres - Propuso una de las hechiceras la de cabello rojizo.

- No, humanos no, necesitamos inmortales - La cortó LeeTeuk pensativo - Un solo vampiro antiguo podría usar una dementación para dejar fuera de combate a 10 hombres al mismo tiempo, Minthra tiene razón, nos estamos arriesgando demasiado - Entonces LeeTeuk se enderezó y observó la hora en su telefono celular - Iré al mundo etéreo, intentaré conseguir apoyo, mientras tanto quiero que Jocelyn y Frida creen un campo mágico alrededor de la plaza donde se dará el discurso, un campo presentido no muy evidente, con algunos sellos de seguridad, más que todo a prueba de humanos y Minthra quiero que te encargues del comandante y sus hombres, asegúrate de que todo esté perfectamente bien -

Los presentes asintieron y salieron del cuarto. LeeTeuk cerró los ojos y se frotó las sienes con los dedos índices, estaba frente a la misión más importante de toda su vida inmortal y de no ser por Minthra hubiera cometido un grave error, quizás le faltaba un poco de pensamiento sistemático y lógico, quizás debía ser un poco más calculador. Pero ese no era momento para quejarse de si mismo, debía actuar con prontitud y eficacia, por lo pronto el éxito de la misión dependía de si conseguía refuerzos o no.

***

La noche llegó tan rápidamente que lo abrumó. Había logrado contactar a los dos hombres lobo y afortunadamente estuvieron dispuestos a colaborar, durante la tarde habían llegado al Cuartel y Minthra se había encargado de introducirlos al equipo y explicarles todo el plan. LeeTeuk estudió cuidadosamente los planos de varios edificios alrededor de la plaza donde se llevaría a cabo el discurso para decidir la mejor posición de cada uno de los miembros del equipo y cuando había llegado la noche, habían decidido que los dos nuevos hombres lobo, se encargarían de los vampiros y las hechiceras protegerían al primer ministro.

Eran las 8 de la noche cuando el ángel LeeTeuk se encontraba vestido completamente negro, su gabán ondeaba con el viento a 150 metros de altura en uno de los balcones del edificio gubernamental. Bajo su gabán un largo fusil de francotirador descansaba silencioso y entre sus bolsillos un Revolver mágnum de carga rápida. Todo marchaba relativamente bien, en calma y como se había previsto, pero LeeTeuk sabía por experiencia que una misión no era exitosa hasta el último segundo de la operación. La voz de Minthra se escuchó por el intercomunicador que tenía pegado a su oreja.

- Todo listo Delancourt, Z4 en posición, Delta 8 y Delta 3 en camino, vía libre -
Exclamó Minthra.

- Vía libre, todos en posición - Repitió LeeTeuk y saltó del balcón para caer suavemente en un tejado más bajo de otro edificio. Una vez allí sacó su arma y la cargó cuidadosamente, luego se acomodó en posición de tiro, observando a través del lente.

- Le harás daño a alguien con eso - Dijo una voz a su espalda. LeeTeuk no se movió y siguió cuadrando el lente del fusil.

- ¿Qué Demonios haces aquí KangIn? - Preguntó LeeTeuk molesto con la presencia del vampiro. ¿Es que no podía entender lo peligroso que era que estuviera allí?

- Valla saludo tan caluroso, justo lo que esperaba de mi amante - Comentó KangIn y se sentó a su lado cruzando las piernas - ¿A quien matarás con ese fusil? -

- KangIn - Suspiró LeeTeuk y alzó por primera vez su mirada del lente del arma, entonces notó lo hermoso que se veía el rostro del vampiro bañado por la luz de la luna - Estoy en medio de una misión muy importante… quizás la más importante, sabes que de esto depende mi ascenso como Arcángel -

- Lo se - Comentó KangIn y paseó una mano acariciando el cabello de LeeTeuk juguetonamente.

- Así que… ¿podrías dejarme sólo? Esto es peligroso - Le pidió LeeTeuk intentando que su voz no sonara grosera, pero estaba muy nervioso, tenía los nervios enloquecidos, no sólo la misión era compleja y peligrosa, sino que también estaba el problema de que en el mundo etéreo habían descubierto la intromisión de un inmortal no celestial en ese mundo.

- Me quedaré aquí a protegerte - Exclamó KangIn con una sonrisa.

- No digas tonterías, no puedes protegerme - Murmuró LeeTeuk seriamente mientras se organizaba el micrófono de la solapa.

- Esta bien… no tienes porque ser tan rudo - Comentó el vampiro con frialdad - Se perfectamente que no puedo protegerte, no sería más que una molestia para ti -

LeeTeuk levantó la cabeza descorazonado con el comentario del vampiro, quizás estaba siendo duro, quizás… se estaba convirtiendo cada vez más en un Arcángel sin sentimientos.

- No es lo que quise decir… - Se disculpó el ángel intentando sonreír, pero tenía tantas cosas en la cabeza - Pero esto es importante y mis sentimientos no pueden nublar mi razón, mi prioridad en este momento es la misión, no es nada personal, no tiene que ver contigo -

- Ese es el problema, no tiene que ver conmigo, no soy tu prioridad, los sentimientos sólo son un estorbo para un Arcángel ¿no es así? - Se quejó KangIn cruzadote de brazos.

- Por favor KangIn… ¿Podríamos dejar la discusión de Pareja para después? - Preguntó LeeTeuk girándose hacía él.

- No, no podemos dejarla - Respondió KangIn con el mismo tono irónico que el otro había usado - Porque el problema aquí es que nuestras prioridades son distintas -
Realmente el punto no era si KangIn tuviera o no razón, el punto era que faltaba poco menos de media hora para que el ministro hablara y la situación podría volverse peligrosa y LeeTeuk no podía arriesgarse a que nada saliera mal.

- KangIn… por favor - Volvió a decir el ángel pero fue cortado por la voz de KangIn.

- ¡Me importa una mierda tu misión y me importa una mierda el primer ministro! Me importas tu ¿Es tan difícil de entender? - Casi le gritó.

- Esa misión y ese ministro que no te importan en lo absoluto, hacen parte de mi vida y de mis obligaciones - Se defendió el ángel dejando por un momento de mirar a través de la mira del fusil.

- Entonces déjalo todo y ven conmigo - Ofreció el vampiro, una sonrisa se había formado en su rostro pálido - Renunciemos a todo y huyamos, sólo tu y yo -

El silencio que vino después los envolvió a ambos como una colcha pesada y oscura. ¿Renunciar a todo? ¿Dejar todo por lo cual había luchado durante cientos de años en su vida inmortal, todas las misiones que había tenido que efectuar, todos los papeles que había tenido que fingir, todo el trabajo que le había costado llegar a la posición en la cual se hallaba ahora como jefe de la operación… por KangIn?

- KangIn… yo… yo no puedo hacer eso - Murmuró con los ojos nuevamente vidriosos, con un nudo en la garganta que parecía una pelota de tenis - No… puedo renunciar a todo… no me obligues a escoger… porque no podría -

- No…te equivocas - Exclamó KangIn - ya has escogido - Y dicho esto, se puso de pie, LeeTeuk lo siguió con la mirada, KangIn tenía una infinita expresión triste en sus ojos, todo él parecía un cuadro melancólico y descorazonador, el ángel se quedó sólo mirándolo sin poder moverse.

- Te amo - Susurró LeeTeuk sin dejar de mirarlo, pero sin soltar el fusil que sostenía entre sus dedos.

KangIn negó con la cabeza y desapareció en las sombras. Luego el ángel lo vio alejarse saltando de tejado en tejado.


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