-eso no es verdad-repitió el pelinegro, al fin alzando la mirada y dejando a la vista las múltiples lagrimas que surcaban sus mejillas al igual que el resto de sus amigos- lo sé…se que Sanji no ha hablado por eso…-sus palabras se atoraron en su garganta, pero logrando mantener su voz seria a pesar de todo- yo…el viejo pata de palo me lo conto hace un tiempo, me conto la historia de la infancia de Sanji y como se habían conocido…-mordió sus labios con fuerza, intentando mantenerse firme- el me lo dijo…que esta no es la primera vez que Sanji termina de ese modo…que cuando él era pequeño y trabajaba en un barco se topo con el viejo en una noche de tormenta, mientras este intentaba robar sus tesoros…-los rostros de los presentes no cabían de la incredulidad, nunca habían esperado algo como eso- y que en medio del aguacero, ambos barcos se hundieron y solo quedaron ellos como únicos sobrevivientes…que esta no es la primera vez que Sanji ha pasado hambre o ha vivido en condiciones tan extremas…porque fue durante esa ocasión que el viejo perdió su pierna para salvarle y que…seguramente fue eso lo que intento hacer Sanji con Zoro para mantenerlo con vida…-
Xxxxx
Unos leves toques en la puerta sacaron a Sanji de su ensoñación, quien se encontraba algo adormilado debido a los sedantes que el renito le había administrado. Creyendo que era una de sus chicas, susurro con voz rasposa un suave “Pase” mas, segundos después, maldijo en su interior no haberse hecho el dormido al ver a quien tenía delante.
Zoro camino con mucha dificultad hacia la cama en la que reposaba el rubio, ayudándose de un par de muletas para poder mantenerse en pie. Tenía profundas ojeras y su rostro estaba demacrado y pálido, tenia evidentes signos de desnutrición marcados en su cuerpo y se podía ver con facilidad el horroroso dolor que sentía con solo caminar, que el simple hecho de tener que mover sus músculos agarrotados era mucho peor de lo que el aparentaba.
Pero aun así, seguía caminando. Seguía caminando paso a paso hacia el cocinero, haciendo pequeñas pausas mientras mordía sus labios para evitar dejar salir algún gemido de dolor que preocupase aun más a su rubio.
Zoro necesitaba llegar con él, necesitaba estrecharle en sus brazos de una vez por todas. Necesitaba pedirle disculpas por lo cruel que había sido todo ese tiempo, por el daño que le había hecho cuando aun no eran pareja…por todo lo que había dicho, y que ahora era capaz de vislumbrar y de darse cuenta de que el había roto su propia promesa…
Flash Back
-¡Eres un maldito bueno para nada!-
-¡Mira quién habla, cabronazo!
Y ahí iban ambos de nuevo, discutiendo por decima vez en el día desde que Sanji se había unido a la tripulación. Ninguno de los dos sabia como, pero parecía que la simple presencia del otro les sacase de sus casillas con una facilidad sorprendente como nunca nadie había hecho antes.
-¡JA! ¡Al menos yo si hago algo productivo durante el día, a no ser que creas que dormir como marmota y beber como cosaco entren en esa categoría!-le había gritado el rubio luego de que por un error del peli verde, terminase con media bajilla rota mientras ambos fregaban los platos- ¡estúpido cabeza de alga!-
-¡eso no te lo crees ni tú, señor hemorragias!-le replico el espadachín furioso, alzando cada vez más la voz- ¡yo no soy una niñata como tú que se pasa todo el día en sus cocinillas! ¡yo entreno cada día para ser más fuerte, a diferencia de alguien que prefiere pasar cada segundo babeando tras dos brujas que nunca en su vida le darán una mísera oportunidad!-
-¡más respeto con ellas, cabeza de pasto!-exclamo el aludido realmente enojado, golpeando la mesa sin controlar su fuerza y partiéndola a la mitad- ¡¿Qué sabes tú de todo esto, eh?! ¡Tú no tienes que cargar con la responsabilidad de alimentar a toda una tripulación, de tener que levantarte más temprano que ninguno e irse a dormir de los últimos, sin tener nada de tiempo ni siquiera para sí mismo! ¡TU ERES EL QUE NO SABE NADA!-
-¡pues ni siquiera eres tan importante, cocinero! ¡Yo he pasado días sin comer ni beber y mírame, aun sigo aquí!-se mofo el moreno con una sonrisa irónica, riendo a carcajadas al ver el pálido semblante que traía el cocinero y, para su desgracia, malinterpretándolo- ¡seguro te crees muy importante por cocinar y hacer que nuestro capitán no tenga hambre, pero déjame decirte que no sabes lo horrible que es estar un mes sin comida ni agua, solo manteniéndote a base de espíritu y de algunas personas que de vez en cuando te compadecían y te daban alguna sobra de su cena! ¡No sabes lo que tuve que pasar antes de conocer a Luffy, y tú y tu lema de cocinero marino me importan un AHHH!-
Zoro se vio golpeado con fuerza por el puño desnudo del cocinero, cayendo en los restos de lo que había sido una vez la mesa de la cocina y rompiéndola en varios pedazos. El espadachín no podía acabar de creer lo que había visto, Sanji había roto su propio código y había ocupado sus preciadas manos para cerrarle literalmente la boca.
El resto de la tripulación, quienes habían llegado a la cocina al sentir tremendo escándalo tampoco podían acabar de creer lo que veían sus ojos, dejando pasar a un furioso cocinero quien, sin importarle lo mas mínimo el estado en que había quedado su preciada cocina, salió del barco y se interno en la cuidad de la isla a la que ese mismo día había llegado.
El espadachín se levanto aun algo aturdido, confundiéndose aun mas al ver como Luffy negaba levemente con la cabeza, mirándole con reprobación. Y que, hasta el día de hoy, no había logrado entender sus gestos ni tampoco las lagrimas que habían caído de los ojos del cocinero por sus agrias palabras…
Fin Flash Back
El peli verde cayó de rodillas a solo un par de metros de la cama en la cual se encontraba Sanji, con las lágrimas nublando su ojo bueno y la respiración agitada por el esfuerzo. Poco a poco fue gateando hacia el cocinero, viendo como este se removía en la cama e intentaba levantarse sin éxito, su cuerpo estaba muchísimo más debilitado que el del espadachín y sus fuerzas estaban reducidas al mínimo.
Ocupando como soporte el respaldo de una silla cercana, Zoro logro ponerse otra vez de pie, sentándose con dificultad en la cama mientras abrazaba con fuerza a Sanji, aferrándole contra su pecho mientras acariciaba su cabello con dulzura.
-perdona..perdóname Sanji, no sabes cuánto lamento todo lo que te he hecho sufrir, todo lo que has hecho por mi mientras que yo, yo…solo hice que acabases llorando-susurro con la voz quebrada, recordando todas las veces en las que se había encontrado mal y Sanji le había consolado, siempre con una enorme sonrisa pintando sus labios y que, de esas veces, dudaba cuantas en realidad por dentro había estado llorando- prometo no volver a hacerlo, a cumplir mi promesa…pero por favor Sanji, dime qué fue lo que paso…porque casi perdiste tu brazo…te lo suplico…-
-yo, Zoro…-murmuro el rubio, tosiendo un poco de sangre por el esfuerzo que hacia su destrozada garganta para hablar- está bien, te lo contare…te contare que fue lo que ocurrió…-
Tsusuku (o tal vez no xD)