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Cerca de ti por Mero-Mero-San

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Notas del capitulo: Hey!!! Gracias por los reviews y eh actualizado, domingo 24 de noviembre, mi cumple, 19 años -.- un paso mas a la vejez, bue, no importa, como regalo les obsequio un capitulo XD

Saben que los derechos son del Gran Oda-sama, la historia es mi, bla bla bla.

Recuerdan que dije que dije hace tiempo que cambiaria Cerca de ti? bue, al final decidi que iba a cambiar solamente los capítulos continuos XD

Sin mas preámbulos el capi
-Onii-chan, has perdido masa muscular- pico su brazo en varias oportunidades

-¡No tengo la culpa, todo fue por culpa de mi condición de mujer!- ambos chicos comenzaron un intercambio de palabras y regaños, Sanji aun incrédulo se mantenía inmóvil

-Vaya, vaya, no deberían discutir en la situación en la que están- desde la rama de un árbol, una joven observaba atentamente a los protagonistas, se agoto de ser una simple espectadora, bajo de un salto parándose junto a la pequeña –Hola Onee-san ¿te sentías sola sin mi?- acaricio los cabellos de la niña, pero ella quito esa caricia de un golpe con reverso de su mano –tan agresiva como siempre- dio un giro, parecía feliz de lucir las ropas femeninas

-¿Hasta cuándo seguirás con la imitación humana? Es repugnante-

-¿Qué dices? Tener un cuerpo femenino o masculino no debería importarme, pero viniendo de tu parte, taladra mi piedra- se refería a su corazón –Imitación humana, finalizada- cada recodo de su cuerpo fue cambiando, pero esa persona no parecía sufrir, es más, sonreía con total alegría, solo le tomo unos segundos, su cabello, aquella bella figura, su rostro, el que se parecía al de la mujer que pretendió amar se cambio por completo -volví- saludo con tranquilidad al rubio

El cuerpo del espadachín se tenso al verlo, esa persona fue la que le quito lo más importante, pero a la vez, inconscientemente, le estaba agradecido -Simon-

-Zoro-kun, nos volvemos a ver ¿Cuánto ah pasado? ¿6 horas o más?- se reía mientras contaba sus dedos -cierto, lamento violarte hoy a la mañana, fue un impulso-

Eso fue la gota que rebalso el vaso, Sanji impulsado por la ira intento atacar al joven, pero antes de llegar a él sus cortes se abrieron abruptamente y cayo irremediablemente hacia el suelo –Mad…dito, cómo…como te atreviste a hacerle eso….a Zoro-

-¿Qué está diciendo?- se pregunto el chico, supuestamente no lo había oído

-Al parecer está molesto porque supo que mi Onee-chan es en realidad mi Onii-chan y tú le robaste eso tan delicado y único- Mizaki sonreía con pena, sentía simpatía por el rubio, pero como siempre…ella debía desaparecer y llevarse su trato –Sanji…yo soy Mizaki, el ángel del amor y la muerte-

-¿ángel?-

-Sí, yo hice trato con mi Onii-chan, ser mujer para amar a Nami, pero al final las cosas se dieron vuelta, el quedo hipnotizado por ti, en verdad que provocas extraños sentimientos hasta en los hombres- le dio la espalda para ir hacia Zoro y estrecharlo en un abrazo, que, el espadachín no cedió al cariño en ese momento –Onii-chan ahora me pertenece-

-¿Pertenece? No digas estupideces, Zoro es un Nakama de los Mugiwaras, no le pertenece a nadie-

-Guarda silencio por favor Sanji-kun, Zoro-kun le pertenece a mi Onee-san, esa es la verdad-

Sanji arrancaba el césped con las manos, las cosas no podían ser peor, Sora era Zoro, su primera vez fue arrebatada por el maldito chico que estaba frente a él y las ganas de matarle no estaban ausentes

-Vámonos Onii-chan- tomo la mano del espadachín

-¡¿A dónde te lo llev-?!- sus palabras se vieron interrumpidas por un inesperado pisotón en su mano de parte del ángel de la desgracia –Mal-Maldito-

-Simon, deja de malgastar tu tiempo y regresa a donde debes, el infierno te debe de extrañar-

-¿Infierno?- dijeron al mismo tiempo el espadachín y el cocinero

Mizaki se tapó la boca, pero ya era tarde, ambas personas la habían oído –Mizaki ¿No era que este idiota era el ángel de la desgracia?-

-En realidad yo soy el Demonio de la rebeldía, era mentira lo del ángel de la desgracia…soy todo un mentiroso- comenzó a reírse; las cosas empeoraron para Zoro, no se trataba de un ángel, un ser puro, ahora resultaba ser alguien impuro, un demonio –cambia esa expresión Zoro-kun, al final de todo estarás bien, serás feliz donde debe ser-

El peli verde solo asintió, tenia cierto porciento de razón, sería feliz en el nuevo mundo a donde se dirigía ahora –Vamos Onii-chan, se hace tarde- comenzaron a caminar hacia las sombras de los arboles -una vez que las sombras nos cubran por completo, sentirás algo de frio, pero todo estará bien-

-¡No vayas Zoro! ¡Yo-!-

-¡Gracias por ayudar a Sora!- el espadachín no le daba tiempo a continuar con sus palabras –¡Gracias por ser mi Nakama! Gracias por mostrarme lo que es amar…- el rubio se levanto con un ligero tambaleo y corrió para alcanzarlo, extendió su brazo; el peli verde hizo lo mismo a la vez que dos palabas salieron de sus labios, el corazón de Sanji se hincho de la emoción y las lagrimas rodaron por sus mejillas. Una fuerte ráfaga le obligo a cerrar los ojos.

Quería…deseaba, que la mano de Zoro estuviera sujetando la suya, pero eso era solo un anhelo, la verdad era que estaba boca abajo en el suelo, con ríos de lagrimas surcando su rostro, su mano seguía extendida hacia adelante, quería que Zoro la tomara y le sonriera –Zoro…- ahora todo estaba hecho, nunca pudo declararle su amor, nunca pudo tener una charla civilizada, nunca podría, desde ahora, tenerlo a su lado

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-¿Cuanto más esperaremos? Luffy, estoy preocupada- Robin, al igual que sus camaradas estaban atentos a la gran flor de loto, supuestamente las palabras de la falsa Sora eran que cuando la gran flor de loto abriera, la verdadera Sora y Sanji regresarían sanos y salvo

-Sí, yo también, pero hay algo que más me preocupa-

-¿Qué?-

Se volteo a ver a sus Nakamas -¿Las flores de loto no crecen en el agua?-

-¡Idiota!- todos menos Robin, le golpearon la cabeza a su Capitán, en verdad que estaba demasiado confiado en la fuerza de Sanji y Sora

-Cielos, que chicos tan enérgicos- una anciana veía muy divertida la situación entre los jóvenes –ustedes no son de por aquí ¿verdad?

-No, lamento el escándalo- se disculpo el tirador, inclinándose en modo de disculpa -¿Usted está aquí para presenciar el espectáculo?-

La anciana negó con su mano –Yo eh esperado mucho tiempo por que florezca, pero jamás lo eh visto y estoy segura que hoy no será la excepción-

Nami dejo a un costado el seguir golpeando a su Capitán y se acerco -¿Por qué dice eso abuela?-

-La Gran flor de loto se abrirá cuando el suficiente amor se haya reunido-

-¡¿Amor?!- gritaron Nami y Usopp

-Sí, se dice que hace un millón de años un guerrero ante la pérdida de su amada, le rogo a un ángel que le concediera un último deseo antes de morir- observo la flor –pidió que la conmemoren con la flor que observan…la flor, cuando recolecte verdadero amor, se abrirá-

-Suena maravilloso- los ojos de Nami tenían un pequeño brillo de emoción, ahora más que nada quería presenciarlo

Brook toco el hombro de Robin –Eso quiere decir, que la falsa Sora quiere que la verdadera Sora-san y Sanji-san se amen de verdad para que eso se realice- señalo con su dedo el futuro espectáculo

-Lo has dicho bien Brook, pero…algunas cosas no encajan- murmuro

Chopper se acerco a la mujer mayor -Abuela ¿falta mucho?-

Observo el reloj de la ciudad –Falta una hora, vean si sucede y si algo más pasa denme un grito, mi tienda es aquella- a pasos lentos la anciana se retiraba de estar junto a los Mugiwaras

-Esto es Súper triste ¡Sora, Sanji, esfuércense! ¡Y Brook!- señalo al esqueleto -¡Debes regresar al Sunny para que nada le suceda!-

-¡Entendido!- moviendo sus piernas con total rapidez se alejo de sus Nakamas para proteger como es debido al barco

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Seguía en el suelo, con sus lagrimas secas marcadas por sus mejillas, sin Zoro no tenía sentido su vida, se sentía incompleto, su Zoro ya no estaba y lo peor era que nunca pudo decirle lo que sentía ¿por qué intento olvidarlo pretendiendo amar a una mujer parecida a él? ni siquiera Sora pudo atrapar su corazón –Zoro, regresa por favor- sus heridas aun le dolían, pero eso no era impedimento para que se moviera, solo…solo había perdido su voluntad

-Te ves patético, tu eres un Sanji alegre ¿Qué te pasa?- al levantar su vista se topo con la pequeña Mizaki, quien sonreía como los días anteriores, como si Sora estuviera a su lado –animo Sanji, no es el fin, puedes continuar viviendo aun si mi Onii-chan- el rubio solo volvió a recostar su mejilla en el césped -¿quieres jugar?- el no respondió –si respondes cada pregunta te recompensare- parpadeo de repente, tal vez una de esas recompensas era Zoro, tal vez daría la oportunidad de regresarlo, con solo elevar su mirada respondió al ángel –bien- tomo asiento frente al rubio -Tu en verdad no amabas a mi Onee-chan ¿verdad?-

-La quería, pero no la amaba- verifico su sincerada y pudo comprobar que hablaba en serio, hizo un chasquido con sus dedos y algunas heridas del rubio comenzaron a sanarse

–Ahí está tu recompensa, dime ¿La persona a quien amas es a mi Onii-chan?- el sonrojo del rubio era visible, así que solo asintió –mm…te creo- otro chasquido, otras heridas sanadas –última pregunta ¿Qué hubieras dado por que mi Onii-chan no desapareciera?-

-Mi vida- sin preámbulos, sin dudas, sin nada, lo dijo con convicción

Un último chasquido y las heridas ya no estaban en su cuerpo -tu amor es parecido al de esa persona, maravilloso…espero que seas feliz Sanji- desapareció bajo las sombras dejando nuevamente solo al cocinero

-Zoro…te extraño- con su antebrazo se limpiaba el liquido de su nariz y sus ojos, al final no sucedió lo que quería, Mizaki no se apiado y no regreso a su Marimo –quiero morir-

-¡Cállate, no digas cosas como esas! ¡Idiota!- un pisotón en la cabeza lo enterró en la tierra; esa pisada fue potente, pero a la vez cálida, ni se pregunto quién era ya que lo sintió, apenas se levanto del suelo se apresuro a enredar entre sus brazos al presente

-Zoro- dijo en un sollozo mientras escondía su rostro en el cuello del espadachín, el Marimo por su parte no se dio a corresponder el abrazo del rubio, solo percibía cada movimiento de el –Zoro, no vuelvas irte, porque…yo también te amo- fue ahí en ese momento, que su corazón lo empujo a enredar la cintura del pervertido, ese pervertido que atrapo su corazón en tan corto tiempo -Marimo- lentamente llevo sus labios a los contrario, necesitaba sentir ese tacto que tanto ansió desde hace tiempo, de que realmente era el

-Lamento interrumpir, pero Onii-Chan, quiero que me escuchen-

Ambos chicos no escucharon la voz de la niña, solo se centraron en fundirse en aquel verdadero beso, un beso que tal vez daría paso a una nueva vida, los labios de Sanji le cedieron el paso a la tibia lengua de su peli verde que se enredo con la suya de inmediato, habían dejado de lado sus miedos y preocupaciones para disfrutarse, Sanji emitía en la boca de Zoro leves gemidos que le indicaban que al igual que él, necesitaban más de ello; lentamente deslizo el saco del rubio y comenzó a desanudar la corbata

-Esto es demasiado- lanzo un gusano en el hombro de Zoro, Sanji al ver al bicho se hizo para atrás cayendo al suelo –lo conseguí-

-¡¿Qué crees que haces Mizaki-chan?! Justo venia lo mejor- murmuro con pena, se levantó entre murmuros incoherentes

-Pueden tener todo el sexo que quieran aquí, pero primero deben escuchar mi explicación-

-¡Yo no quería tener sexo con este cejas de sushi, solo es un adiós!-

En ese instante Simon reapareció –Así que era eso, lo sabía, Onee-san eres tan amable- la abrazo por detrás, el cuerpo de Zoro volvió a tensarse en cuanto lo vio, Sanji sujeto su mano con fuerza para que no olvidara que estaba allí

La peli negro molesta de que su Hermano menor siempre la tocara, sabiendo lo pura que era, lo elevo un metro de la tierra y lo dejo caer, dándose contra el suelo –Onii-chan, Sanji, les pido disculpas por todo lo que sucedió, fue un engaño, pero al final resulto todo redondo-

Sanji con la ira aun latente trataba de alcanzar a la niña, pero las manos del peli verde lo sujetaban de la cintura impidiéndole que avanzara a atacar a los presentes -¡Mizaki-chan! ¡Acércate un poco más! ¡Solo quiero darte un abrazo!- estiraba sus brazos y pataleaba, sin contar los dientes afilados y sus ojos blancos

-Que miedo, que miedo…- retrocedió unos pasos fingiendo temor -no te enfades Sanji, era mi trabajo, nada personal-

-¡Para mí fue muy personal! ¡Ven aquí!-

-Tranquilízate o te cortare-

-¡Mizaki! ¡No lo amenaces y-!- se dio cuenta de un pequeño detalle –yo…estaba enfadado con Sanji, pero…¿por qué no tengo ese sentimiento por él?-

-¡Funciono! Lo logramos Simon- chocaron sus manos en modo de éxito, un éxito que no duraría mucho, lograban sentir el aura asesina del peli verde palparle sus espaldas –n-no te enfades Onii-chan, no odias a Sanji ¿verdad?-

-Me dirás todo ahora mismo-

La niña suspiro, suponía que ya era el momento de hablar con sinceridad –veras…Onii-chan, tu no perdiste tu virginidad-

Eso no podía ser cierto, el lo perdió, lo sintió, estaba mintiéndole de una manera que no perdonaría ¿era hipócrita? -¿Qué quieres decir Mizaki-chan?- Sanji se adelantó a la pregunta

-Lo que mi Onee-san quiere decir es que, yo no viole a Zoro-kun, sino, todo lo contrario…Zoro-kun me violo-

Ahora sí que ambos de la tripulación no tenían palabras -¿eh?-
Notas finales: Mas que nada los amo!

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