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Cerca de ti por Mero-Mero-San

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Notas del capitulo: Ya que recién termine el capitulo lo subo, disfrútenlo, agradezco los reviews y me voy a tratar de descargar música XD tendría que dormir para el trabajo de mañana

Los derechos son del Gran Oda-sama
Quedo mudo de la impresión, se esperaba algún típico regalo del Ero-Cook, pero no esperaba algo como eso, los nervios lo estaban traicionando y su corazón también ¿Cómo se supone que tomaría una propuesta de casamiento?

Miro una roca, no había respuesta, miro el cielo, tampoco, tenía dudas ya que todo estaba siendo tan repentino, muy rápido para el mismo, no era que no sentía nada por el cocinero, pero…¿En tan solo unas horas de hacer el amor ya estaba con tal proposición? los pájaros a su alrededor no eran de mucha ayuda, se revoloteaban y cantaban como locos, se preguntaba, qué le habría dicho Mizaki y Simon en una situación así

-“Onii-chan solo míralo”- un voz en la brisa le hizo voltearse y sin darse cuenta, darle la espalda al cocinero, este al abrir los ojos, repentinamente pensó que estaba siendo rechazando, que el Marimo se negó a su pedido, bajo el anillo desilusionado, sentía que su corazón en cualquier momento se rompería, podría haberle hecho sentir repudio y por eso le enseñaba esa espalda que tanto amo, que tanto acaricio

-“Fui un idiota”- se decía para sí mismo –“Me dijo que me amaba pero no me lo volvió a repetir ¿Me engaño solo para desahogarse sexualmente?”- unos minutos más y se echaría a llorar peor que una mujer, ya podía sentir que sus ojos le ardían, que sus piernas flaquearían y caería al suelo, quebrarse sin que nada importara, Zoro no lo acepto…

-Mizaki- susurro, volvió a sentir la suave brisa que trajo la voz de su ángel, ella lo tranquilizo en los momentos más difíciles en el Sunny con el cocinero, lo ayudo a escondidas junto al maldito de Simon, con solo recordar todo lo que hicieron se sentía feliz

-“¡Zoro-kun!”- esta vez fue Simon quien hablo molesto –“¡Míralo de una maldita vez!” se sobresalto al oírlo gritarle de ese modo, pero, por esa única vez lo pasaría por alto, porque le debía algo a ese demonio, volvió a voltearse para ver con sorpresa como el Ero-Cook tenia inclinada la cabeza y apretaba con ambas manos la cajita contra su pecho, estaba triste ”¡Zoro-kun has algo o te pisare donde más te duele por las noches hasta que te mueras!” no era necesario que se lo diga de esa forma, camino decidido hasta Sanji, no tenía por qué tener dudas, hicieron el amor por sus sentimientos, por lo que sus corazones les dictaron, el lo inicio y no estaba arrepentido, todo lo contrario, paso el mejor momento con al cocinero del amor, aun que el mundo estuviera en su contra, ellos seguirían unidos por sus sentimientos, lo amaba, amaba su olor, su rostro, su forma de ser, más que a nadie lo amaba y eso era suficiente para estar a su lado.

Tomo ambas manos del rubio con caja y todo, las llevo hasta su pecho, Sanji con unas lágrimas marcándoles sus orbes lo miro con sorpresa -“¿no me había rechazado?”- se pregunto desde sus adentros

El Marimo con una sonrisa plantada en su rostro lo miraba -Mi corazón esta así cuando estoy contigo- dijo repentinamente, su corazón latía fuertemente, lo sentía; pestaño logrando que las gotas se fueran dando paso a la emoción, ahora guio sus manos hasta sus labios y las beso; las pálidas manos del rubio, las que lo habían acariciado con amor toda la noche, Sanji estaba embobado sintiendo lo que hacía, se estaba mostrando tan dulce, único, nunca pensó tener a Roronoa de esa forma, haciendo eso logro volver a hacerlo sonreír

Muchas personas pensaran que amar a alguien del mismo género seria pecado y extraño, pero es todo lo contrario, es un paso a las oportunidades, a nuevas ideas, nuevas experiencias, un paso hacia la verdadera felicidad, nada más, es así de fácil.

-Ero-Cook, saca esos anillos, te estoy esperando- soltó sus manos y se cruzo de brazos mostrándose molesto, el cocinero aun sin entender muy bien los saco dejándolos a la vista -bien- tomo uno y sujeto la mano del rubio levantándola –yo…Roronoa Zoro, acepto ser tu pareja, protegerte y todas esas estupideces que dicen cuando uno se casa- deslizo el anillo hasta que entro en el dedo ¡No lo podía creer! ¡Zoro hizo eso, el mismo lo vio! El sonrojo de su rostro era visible y le robo una risa al espadachín -¿Qué estas esperando?- volviendo a la realidad, miro ahora el anillo que tenía entre sus dedos, lo admiro por unos segundos, le quedaba perfecto, no se equivoco en las mediciones, desde el principio había elegido las medidas de él y el Marimo; tomo la mano del peli verde aun sin creer que eso estaba siendo real, eso debía ser un bello sueño, de seguro se encontraba desnudo durmiendo en suelo

-“Sanji, esto no es sueño” la voz de Mizaki lo sorprendió y miro para el cielo, ella era el ángel protector de ambos, a pesar de que con Simon le hicieron algunas malas pasadas, no sentía rencor hacia ellos, con decisión volvió su mirada a su amado

-Yo Sanji, estaré a tu lado como pareja, Nakama, para el resto de nuestra vida y te amare hasta que mi vida se termine, eres mi Marimo- termino de encajar el anillo y Zoro lo acerco en un bruto abrazo que se torno cálido, las lagrimas de Sanji ya no podían esconderse, estaba feliz, obviamente no era un sueño, apretó lo más que pudo al espadachín para disfrutar aquel olor tan masculino que siempre le gusto, tal vez era su olor preferido –Zoro…nos casamos a nuestra forma-

-Así es, pero no esperes que sea el esposo ideal, maldito pervertido- se rieron e insultaron durante ese momento hasta iniciar una discusión

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Apenas llegaron al Sunny fueron bien recibidos por todos, se habían preocupado un poco por Sanji, pero al verlo como nuevo aquellos pensamientos se desvanecieron, era de esperarse que Nami regañara al Marimo por haberse ausentado unos par de días.

La pregunta del milenio no se hizo esperar -¿Mizaki y Sora?- Robin miro de un lado a otro buscándolas -¿Dónde están ellas Sanji?-

El rubio no sabía cómo decir que Sora era Zoro y Mizaki era un ángel

-“Sanji-kun, en tu bolsillo”- otra vez Simon

Acatando las palabras de aquel maldito demonio saco un papel arrugado, Robin lo tomo de inmediato y lo leyó en voz alta a sus compañeros, cada uno mostraba distintos gestos entre la tristeza y comprensión, luego les susurro algo a sus compañeros con su Hana Hana

-¡¿Por qué Sora?!- gritaron los tres menores abrazados mientras lagrimas a cantaros caían por todos lados, Brook se fue por un paraguas, su ropa se estaba mojando desde la posición donde estaba

-Esto es muy triste, siento pena por Sora y Mizaki, pero me hace feliz que hayan encontrado un camino hacia su sangre-

Sanji y Zoro sin entender nada de lo que pasaba solo asintieron, no eran conscientes de lo que decía aquella carta

Franky los apunto con su dedo -¡Así que ustedes son pareja! ¡Ya sabía que había algo entre ustedes!- Sanji se quería meter en cualquier agujero, incluso tirarse al mar era valido

-¡Así es! ¡Incluso nos casamos! ¡¿Algún problema?!- con orgullo y firmeza respondió el Marimo, avergonzando a Sanji y dejando boquiabiertos a todos, menos a Robin…un silencio intenso inundo el barco, incomodando a la pareja

-¡Felicidades!- grito Luffy mientras caía encima de ellos -¡¿Hace cuanto?! ¡¿Hace cuánto?!-

De un golpe y una patada se lo quitaron de encima -¡En verdad que es muy pesado Capitán!- se quejo Sanji mientras se acomodaba la corbata, Zoro mientras tanto recibía sus espadas de parte del reno

-¡Muestren los anillos! ¡Muéstrenlos!- ambos levantaron sus manos mostrando con orgullo sus alianzas, Franky se quitó las gafas para verlas mejor, pero Nami de un empujón lo quito del camino

-¡Son bonitas y se ven caras!- decía la navegante sosteniendo ambas manos -¡Felicidades!- los envolvió en un abrazo que el rubio bien recibió, pero sus corazones se deshicieron al ver la mirada de su esposo diciéndole “Tranquilízate o te asesinare”

-¡Hay que celebrar!- todos comenzaron con el barullo de siempre, tratando de organizar a la perfección lo que se vendría en unas horas

Zoro le dedico una mirada a la arqueóloga y le arrojo un pequeño objeto que Robin tomo con ambas manos –Esto es…-

-Esa mujer me dijo que te gustaba ese brazalete, me dio este último mensaje para ti “Gracias por ser mi ángel durante estos días”- Robin con cariño aprecio el regalo, quería mucho a Sora y sabia que se fue por su felicidad

-Sanji ¿tú no estabas de novio con Sora? ¿Qué paso?- ambos chicos se quedaron helados –¿entonces por esa razón utilizabas a Sora? Amabas a Zoro-

Se arrodillo ante todos -¡Lo siento! ¡No era mi intención, pero me costaba mucho olvidarlo y por eso quise a Sora-chan como mi pareja, pero no funciono y-!- la mano en su hombro lo detuvo

-No tienes por qué explicarlo, Sora nos dijo todo en esta carta- observo a sus Nakamas que asentían con una sonrisa

“Mis queridos Nakamas, tal vez se pregunten por nosotras ahora…la verdad es que nos hemos marchado porque hemos descubierto que tenemos a un pariente en alguna isla lejos de aquí, nos apena dejarlos, pero sabemos que estarán bien y ustedes deben pensar que nosotras también estaremos bien. Los momentos con ustedes han sido divertidos, pero debemos tomar caminos diferentes, espero que lo comprendan

Saben, Roronoa Zoro y Sanji me salvaron y además son pareja, les digo ese gran secreto para que ustedes se lo griten y ellos confiesen de inmediato, me divertiría verlo, pero no puedo aun que quisiera, desde nuestros corazones nosotras siempre seremos unas Mugiwaras, hasta siempre nuestros Nakamas

PD: No odien a Sanji, el realmente me quería y lo que menos quería era dañarme, eh aceptado su amor por Zoro y me hace más feliz que nadie, acéptenlos y no los juzguen por favor”

El Capitán levanto los brazos -¡¡¡Zarpemos!!!- cada uno corrió a donde debía, menos los recién casados que no quisieron moverse, todo había regresado a su ritmo. El Sunny se movilizaba lentamente sobre el mar, alejándose de aquella isla

Sanji no podía creer todo lo que le sucedió en es corto tiempo, se alejo y se fue a la barandilla reposando sus manos en ella, admirando el bosque donde se inicio todo –Lo tomaron bastante bien-

-Sí, me alegra que haya sido así, porque sino ya estarían muertos- lo abrazo por detrás apoyando su mentón en su hombro -las rosas y el alcohol eran para mi ¿verdad?-

-Te diste cuenta- se volteo a mirarlo, en el momento noto la ausencia de su regalo –¿y tu collar?-

Ladeo la cabeza –era muy femenino para tenerlo en mi cuello, pero lo tengo guardado- Sanji rodeo su cuello con sus brazos -¿ahora qué?-

Mostraba una sonrisa extraña -cuando solté el plato sabía que mentías con tu edad, no comprendía tu razón, aun así no dije nada- dio un leve beso en su cuello –mentiroso-

-Sabía que no podía engañarte, no me importa…al fin te tengo- rodeo su cintura apretándolo más contra el –Sanji, tendrás que cocinar enseguida para nuestro Capitán-

Inflo sus mejillas -ya lo sé, dime ¿estaremos juntos siempre?- se aferro más fuerte al espadachín con un pequeño miedo

-Por supuesto, aun que el mundo se opusiera a nosotros, siempre estaremos juntos, siempre estaré Cerca de ti, maldito Ero-Cook- Sanji entrecerró sus ojos con una sonrisa, cuando se lo proponía Zoro era bastante romántico, guio sus labios a los del peli verde para unirlos, sus besos siempre le agradarían desde ahora; se separaron pero uniendo sus frentes, su ojo negro le parecía el más hermoso, lo mismo decía el espadachín de los ojos azules de Sanji –Ero-Cook, eres todo mío-

-Y tú eres mío, te amo- se estaban por volver a besar, pero…

-¡Sanji comida!- les grito a los oído a ambos dejándolos aturdidos -¡Rápido Sanji!- el cocinero rojo de la ira soltó al Marimo y comenzó a patear a su Capitán, mientras el intentaba huir de todas las formas; Zoro divertido observaba a ambos en su juego

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Desde lo lejos Demonio y ángel observaban al Sunny desde lo alto de un árbol

-Al fin se van- hablo entristecida la pequeña quien se apoyaba en el tronco, el demonio se mecía en la rama con una sonrisa de oreja a oreja -¿de qué sonríes idiota?-

-De nada, me hace feliz verlos juntos-

-A mi también, no puedo creer que hayas tenido planeado todo desde un principio-

-Eso debería decirte yo- ambos comenzaron a reírse, mientras la brisa se los llevaba, cada uno por su lado, por siempre protegiendo a la pareja mortal

El amor de un Marimo y un Ero-Cook era extraño, pero único
Notas finales: Ahi esta, fin, jaja, me hizo feliz que les haya gustado, un besote enorme, adios

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