Al escucharlo decir aquello no pudo evitar reírse abiertamente, desde sus adentros estaba feliz y sorprendida, no hizo mal en cambiarlo ya que se veía único desde el principio, veía que era un hombre capaz de todo y eso le pareció divertido, lo abrazo para que sienta que ella lo estaba apoyando en su decisión y que se esfuerce.
Cerro sus ojos al sentir sus brazos en su nuca y su rostro en su cuello le parecía imposible que ella no fuera humana, emanaba un calor acogedor, cálido, podía sentir algo en ella que no tenía que ver con su condición de ángel, era algo mas, algo más profundo pero no podía saber que era, nunca correspondió al abrazo que ella le dio pero disfrutaba de su calor, nunca nadie antes lo había abrazado así, era como si… ¿le tuviera cariño? Abrió sus ojos ante ese presentimiento, eso no podía ser ya que apenas se conocían, entonces ¿Por qué? Se separo de ella y volvió a mirarla a los ojos, esos ojos color turquesa le quedaba de maravilla –Eres un ángel extraño y por eso no dejas de ser una mocosa- finalmente le había dado un pequeña sonrisa, Mizaki estaba absorta luego de aquello, no podía creer que existiera un humano con un alma tan fuerte, paso mucho tiempo desde que había visto una parecida, un alma única, parpadeo un par de veces al ver que Sora pasaba su mano por delante -¿Qué te pasa?- no le agrado que se haya quedado mirando hacia la pared durante unos minutos, negó con su cabeza y nuevamente la abrazo
-¡Onee-Chan eres genial!- le dolió un poco el grito en su oreja pero lo soporto, la cargo en sus brazos y camino hasta la cocina, únicamente estaba Sanji quien estaba lavando lo que había ensuciado para sus damas –Sanji-San- se dio vuelta y al ver a la pequeña en brazos de la mayor se enterneció, nunca podía ver escenas como esa así que solo sonrió, Sora estaba avergonzada ya que en no menos de una hora lo había besado accidentalmente, miraba el piso hacia un costado, sentía que no podía mirarlo como antes –Onee-Chan bájame por favor- se dio cuenta que aun tenia a la pequeña en brazos así que la soltó con cuidado, sabía que era un ángel pero no por eso iba a ser cruel –Onee-Chan, yo iré a jugar, ayuda a Sanji-San a limpiar- no pudo replicarle nada ya que se había ido. La cocina estaba en silencio, algo que le inquieto un poco; aun estaba parada frente al cocinero y este notaba su incomodidad
-No tienes porque ayudarme, puede ir afuera con Nami-San y Robin-Chan- continuo fregando lo que le quedaba hasta que la figura de la joven se poso a su lado metiendo las manos en el agua -¿Sora-Chan?-
-Y-Yo te ayudare, Mizaki me lo dijo así que no tengo opción- jamás lo miro por que le causaría un sonrojo mas grande, se sentía pésima por lo del beso y quedo con la conclusión de que había sido su culpa, una por haberlo golpeado y otra por haberse inclinado como un idiota -¡Muévete y déjame eso a mí!- lo golpeo con su cadera haciéndolo correr al costado, Sanji por primera vez no se emociono ni nada solo acepto el hecho de que ella estuviera ahí, se paro del otro lado para tomar lo que estuviera mojado, secarlo y guardarlo –Yo puedo hacerlo, tu vete a otro lado- no quería tenerlo cerca pero su ángel se lo había dicho y algo le decía que hiciera caso porque al parecer no sería bueno hacerla enfadar
-Lamento lo que paso en la enfermería- detuvo el fregar y lo miro sorprendida, no esperaba que lo mencionara ni menos que se disculpara, cuando sus miradas chocaron ella regreso su mirar al agua, sus manos temblorosas no eran visibles bajo el agua llena de espuma –No te pongas tensa, yo se que fue un accidente así que me disculpo, fue tu primer beso ¿verdad?- apretó uno de los platos bajo el agua y lo partió haciéndose un corte en la mano, el agua se tiño de rojo, Sanji se dio cuenta de lo sucedido así que busco un trapo. Cuando ella saco su mano podía ver la sangre mezclada con el agua que caía por su muñeca, de inmediato sintió la mano del pervertido tomarla y envolverla con un repasador –Iré por Chopper así que no te muevas de aquí ¿entendiste?- estaba inmóvil ¿Qué fue eso? El trato de Sanji hacia las mujeres siempre fue extremadamente amable pero por primera vez sintió que lo trato como Zoro.
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Nami y los demás entraron rápido, Chopper le pidió que se sentara y así poder atender el corte, Sanji estaba apoyado en el marco de la puerta observando, estaba preocupado pero no era momento de acosarla, Luffy observaba de cerca como Chopper limpiaba, desinfectaba y cosía la herida, Usopp se había desmayado al ver aquello -¿Estará bien su mano Chopper?- pregunto Sanji para luego de exhalar el humo de su boca, luego de terminar vendo con cuidado su mano
-Estará bien pero si la fuerzas se volverá a abrir- Sora entendió aquello así que solo asintió pero con algo de molestia, ahora por su estupidez perdería entrenamiento que estaba pensado hacer luego de haber limpiado –Sora, necesitas descansar tus heridas- giro su cabeza para el costado y chasqueo la lengua, no era de su agrado obedecer mucho al doctor
-Sora, ven te llevaremos a nuestra habitación-al sentir la mano de Nami se sintió emocionado pero la deshizo -¿Qué pasa?-
-No eh aceptado quedarme, yo dormiré en el bosque con Mizaki- un leve golpe la hizo mirar al costado
-¿Qué estás diciendo? Eso no es Súper bueno- se toco donde recibió la tocada y miro hacia Luffy quien estaba junto a Mizaki
-Te quedaras aquí y no quiero escuchar tu no, es una orden- toco el punto débil del espadachín, el jamás se negaría a una orden de su capitán así que no pudo hacer nada más que suspirar y aceptar haciendo seña con su mano sana, Luffy salto de la felicidad junto a la pequeña, Usopp reaccionaba de a poco debido al escándalo, Brook tocaba el violín, Nami les gritaba a todos que se callaran, Robin y Franky soltaban una risa pero Sora solo se quedo sentada observando el gran alboroto, no estaba feliz de quedarse por qué no sabía que pasaría cuando pregunten por Zoro, se levanto con disimulo y camino hasta la puerta pero se topo con Sanji que la miro, frunció el ceño y continuo para llegar afuera y tomar algo de aire, toco su pecho por el agotamiento emocional que estaba teniendo, estar en el Sunny como mujer no era una buena idea pero estaría feliz de estar junto a Nami, el atardecer aun no caía y eso le daba tiempo para inventar algo con respecto a su verdadera persona; no sabe cuento tiempo estuvo acostada contra la barandilla pero para cuando abrió los ojos se dio cuenta de que su querido sol ya se estaba ocultando dejando a la vista ese bello color rojizo, no podía creerlo, se había dormido y no había pensado que diría respecto a él, se toco la nuca tratando de pensar pero su cabeza siempre era algo torpe en esos momentos
-Onee-Chan- su llamado la altero haciendo que volteara -¿Qué estás haciendo? Torturarte de esa manera te estresara- le dio su mano pero ella no la extendió, no quería tocarla por sus dudas –Esta bien pero en algún momento estrecharemos nuestras manos-
-¿Por qué?-
-El trato aun no es oficial, debes darme tu mano para darte mi ayuda en un 100%- enarco las sin comprender –Si me das tu mano yo podre ayudarte- Robin apareció por detrás sorprendiendo con enfado a las dos chicas –Robin-San, nos has sorprendido ¿Pasa algo?-
-No, nada en particular solo que ya está por oscurecer y debemos buscar a Zoro- su sangre se helo al oírla, sabía que no encontrarían por que el ahora era una mujer y estaba frente a todos -¿Quieren acompañarnos?- Mizaki miro a Sora y esta de inmediato le extendió la mano ya que estaría en graves problemas si no tenía una solución, Robin vio extraño la unión de sus manos pero no quiso darle importancia -¿Les pasa algo?-
-Robin-San, en el bosque, hoy a la tarde- fingía dudas para poder atrapar a la arqueóloga
-¿Qué pasa?-
-Tenga esto- le dio un papel arrugado que estaba doblado en cuatro, al leerla tomo una expresión seria y se dirigió a sus Nakamas rápidamente, Sora y Mizaki se quedaron donde estaban, ni siquiera se les dio por seguirla
-¿Qué le diste?- la niña le guiño el ojo con picardía
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En la cocina Luffy se acerco a la cara de Mizaki y le grito -¡¿Zoro no regresara?!- le pequeña solo miro con lastima la cara del capitán, en verdad se veía triste, camino hasta sentarse en el sillón de allí guiando de la mano a su Onee-Chan -¡Cuando vea a Zoro le pateare el trasero!-
-¿Qué haremos Luffy?- todos guardaron silencio por la pregunta de Robin, esperaron a oír la respuesta del capitán, Nami al igual que Luffy estaba molesto -¿Luffy?-
Se toco en sombrero inclinándolo un poco -Lo esperaremos, esperaremos a Zoro hasta que decida regresar por eso no navegaremos- Nami golpeo con su puño la mesa, no estaba de acuerdo con esa idea, dejar la navegación por un tiempo no le agrado
-¡Luffy! ¡Yo vivo de la navegación! ¡Busquemos de inmediato a ese idiota!- estaba decidida a no dejar la navegación por ese espadachín idiota -¡Lo traeré de regreso! ¡No me interesa que este ofendido conmigo, yo no dejare la navegación!- era la primera vez que se la veía tan molesta, miro de una forma aterradora a todos y eso al capitán no le agrado
-Nami-San, no te pongas nerviosa- Sanji trato de calmarla pero fue imposible ya que se le podía ver la vena marcada en la frente, Sora veía la reacción de Nami y la entristeció, no le importaba nada del espadachín solo la navegación.
-Nami ¿Tanto te molesta que Zoro se haya tomado un poco de tiempo?-
-Por supuesto, la navegación es mi vida- un dolor en su pecho le hizo temblar, no podía creer lo que oía, la navegación era lo primero en ella, sintió algo de odio y su rostro comenzó a mostrarse enfadado, esa no era Nami, la navegante era alguien maravillosa, era la persona de quien se enamoro perdidamente, la mujer que escogió pero entonces ¿Quién era ella?
-Tú no eres Nami- susurro con odio, le llamo la atención a la chica así que la miro confundida -Tú no eres Nami- seguía repitiendo eso esperando que la mujer frente a él le dijera que tenía razón pero no se escucho nada –Nami es…Nami es…un persona maravillosa ¡¡¡Tú no eres Nami!!! Mizaki sintió su instinto asesino pero reacciono tarde, Sora ya había desenfundado su Katana y estaba corriendo para cortar a la navegante, estaba cegada por el dolor que le causo oírla decir que lo que más le importaba era la navegación, eso él lo sabía, pero no sabía que al punto de ignorar el dolor de su compañero, cuando movió su espada para su acción sintió que ya no estaba en su mano, la pierna del cocinero la había hecho volar, la sostuvo por atrás de los brazos, Robin la sujeto de los tobillos con su poder, Luffy tenía su puño apretado tocando el estomago de ella, Usopp le estaba apuntando, Brook apuntaba su espada a una de las costillas, Chopper había tomado una de sus formas, Franky le daba la espalda ya que tenía en sus brazos a Nami, la acción de todos era como se esperaba, protegieron a su Nakama, sonrió al ver a todos así, tan atentos –Es injusto, tú no eres Nami, Nami es alguien maravillosa- insistía con ello por eso Nami bajo de los brazos del Cyborg y se paro frente a ella, Sora la miro con una mirada llena de tristeza, odio y dolor
-¿Por qué dices eso?-
-Zoro me dijo que tú eras alguien maravillosa pero veo que es una mentira- soltó unas lagrimas y agacho su cabeza para que no la mirara ¿Tan enamorado estaba de ella que no la vio bien? Esa imagen de mujer maravillosa ¿era una ilusión? En tan solo unas horas pudo ver el verdadero rostro de esa mujer, la navegación era lo primero.
Sanji la soltó lentamente dejándola caer de rodillas al suelo, Mizaki miraba atentamente lo que haría la tripulación, no podía permitir que dañaran su cuerpo así que rompería un poco sus reglas para protegerla, dañaría a la tripulación si fuera posible. Tomo su espada para enfundarla –Tu eres una mentirosa- fue lo único que dijo para luego salir afuera; la pequeña no la seguiría ya que tal vez estaría tan loca al punto de cortarla a ella también.
La tripulación se fue calmando de a poco y cada uno fue retomando lo que estaba haciendo, la hora de la cena llego pero la ausencia de Sora llamo la atención de Sanji que se ofreció para buscarla, al salir noto que estaba nevando así que la busco rápidamente, no la vio en la cubierta así que la busco en la torre, tampoco estaba, miro a la orilla de la isla y visualizo marcas de pies, entro a la cocina, tomo un abrigo y una manta, dio el aviso de que nevaba y salió en su búsqueda.
Nami vio como se fue su compañero, estaba algo triste porque la hizo llorar, tal vez ella sentía algo por Zoro, miro su comida muy pensativa hasta que una mano le hizo mirar a su lado
-Nami-San, no te sientas mal, mi Onee-Chan admira mucho a Zoro-San y al oír que tu lo querías buscar solo porque querías volver a navegar le molesto ya que Zoro-San antes de perderse en el bosque nos hablo muy bien de todos ustedes, tu…rompiste la propia imagen que nos describió el de ti- dejo de mirarla y continuo comiendo, quería ver si podía hacerla cambiar un poco a sus pensamientos.
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Estaba sentada en una gran roca tratando de no llorar ¿desde cuándo lloraba? Al parecer que al ser mujer sus emociones se volvieron más frágiles, la nieve caía sobre sus hombros, sus pies estaban congelados y rojos, la herida de su mano se había vuelto a abrir, comenzó a tiritar debido al cambio repentino del clima, abrazo sus piernas para ver si podía ganar algo de calor pero le era imposible, el frio aumentaba; una manta se poso en sus hombros no se volteo a mirar si se trataba de un enemigo o un aliado, no le importo, solo quería que el vacio en su corazón se fuera
-Una dama no debe estar por aquí sola-
-Siempre te metes donde no debes cocinero- volvió su vista al suelo, apenas podía hablar sin temblar
-Nami-San ama la navegación ¿sabes por qué se puso así?- negó con su cabeza –Ella quiere guiarnos a todos a nuestros sueños por eso insistió a pesar del dolor de Zoro- la sorprendió pero eso no dejaba de lado el hecho de que ofendió al espadachín –No te sientas así por Zoro, el es fuerte, lo conozco muy bien- le dio una sonrisa luego de quitarse el cigarrillo de la boca, ella sonrió con melancolía
-Fuiste el segundo- no la entendió así que solo la miro –Fuiste mi segundo beso- estaba roja y no del frio, era vergonzoso hablar de eso con el idiota del cocinero -espero que Zoro sea feliz con la persona que ama- se durmió y cayo de la roca pero fue sujetada por Sanji, acomodo la manta para que no tenga más frio del que había y camino hasta el Sunny
Ya estaba tapada hasta el cuello en la cama de la enfermería y tenía un poco de fiebre, ya era hora de dormir pero todos estaban pendientes de ella
-¿Cómo se encuentra?- Sanji pregunto preocupado al doctor que salía de la habitación
-Tiene 30 de fiebre pero estará bien, ya le di una inyección y ahora solo necesita reposo, también alguien quien la cuide- Sanji levanto el brazo de inmediato ofreciéndote, con dudas el doctor acepto. Mizaki se quedo durmiendo en la litera de Zoro, no acepto dormir en el camarote de las mujeres por lo que termino en el camarote de los hombres.
Cabeceaba del sueño pero debía cuidar a la joven. Ya era de madrugada y entre el dolor en su cabeza abrió pesadamente los ojos, lo primero que vio fue el techo y luego miro hacia el costado para encontrarse con la figura del Ero-Cook algo adormilado, podia sentir que estaba por amanecer.
-Cocinero- abrió sus ojos al oír su delicada voz, se alegro de verla despierta ya que cuando se durmió Chopper le afirmo que en realidad se había desmayado -¿Qué haces aquí? ¿Eres idiota?- retiro el pañuelo de su frente ya que le molestaba, trato de levantarse pero Sanji le dijo que no se moviera, apoyo su mano en el hombro de la joven, ella por su parte quería golpearlo por tocarle pero no tenía fuerzas, la empujo lentamente para volverla a recostar, sabía que el rojo de su rostro era por la fiebre que aun tenia, mojo el pañuelo en agua y lo acomodo en la frente de la muchacha -¿Por qué estás aquí?- volvió a sentarse pero esta vez en la orilla de la cama para estar cerca de ella y darle algo de su buena compañía -Vete- fue lo único que soltó, Sanji se acerco de golpe a sus labios, sus respiraciones se mezclaban, ella estaba sorprendida por ese acercamiento, no sabía a qué venía pero no podía moverse -Aléjate- desvió su cabeza para mirar contra la pared, tenerlo tan cerca era incomodo
-Tienes algo aquí- llevo dos dedos ah su labio y retiro una algo que tenia –Es una pestaña- la soplo de sus dedos y volvió a tomar su lugar en la cama –Le caes bien a Nami-San y ella quiere mucho a Zoro así que no te desanimes por él, te aseguro que aquí todos nos queremos entre sí pero guarda el secreto- puso su dedo índice en el labio de ella
-Maldito pervertido- le golpeo la nariz con su puño y lo hizo caer al piso -Buen dia Idiota-Sama-
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