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Cerca de ti por Mero-Mero-San

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Notas del capitulo:

Perdon por la espera, se que tarde un poco (creo)

al fin tengo acceso a internet  :)

 

Los derechos de los personajes son del gran Oda-Sama

Nami bajaba para la cocina estirando los brazos –Buen dia Sanji-Kun- noto que el chico le dedico los buenos días pero no se volteo, le pareció extraño así que le toco el hombro y lo obligo a que la mirara –Sanji-Kun ¿Qué te paso en la nariz?- el cocinero le respondió con gracia con la excusa de que se tropezó

 

-Se tropezó porque es un idiota- Miro para el costado y vio a Sora que estaba en el sillón bebiendo café tranquilamente, se alegro de verla bien, sin fiebre, así que se acerco a ella, mientras tanto el resto llegaba algo adormilado –Buen día Nami- la trato lo más normal que pudo

 

-Me alegra verte aquí ¿Cómo te sientes?- la miro por unos momentos, se veía más distinta que ayer

 

-Estoy bien, la fiebre se fue ¿aun está nevando?- trataba de no hablar de su fiebre ya que se había producido por su depresión, por suerte nadie se dio cuenta pero podía sentir la mirada del cocinero sobre ella a cada momento

 

-Ya casi no está nevando, el clima del Nuevo Mundo es bastante extraño, tú lo sabes ¿verdad?- se quedo sin palabras, había olvidado por completo que ella supuestamente pertenecía al Nuevo Mundo junto a Mizaki –Sora ¿quieres ir de compras después del almuerzo? Por aquí hay una ciudad ¿Qué dices?-

 

-No sabía que en est—no pudo terminar por que Luffy se le tiro encima alegremente, la abrazaba muy fuerte ignorando por completo el dolor femenino en sus pechos. Quiso alejarlo pero no podía hasta que una patada de Sanji lo saco de su lugar, reboto unos cuantos metros mientras que Sora solo se dedico a mirar a su dolido capitán, sintió una extraña calidez en su mano y miro que el muchacho estaba de arrodillado con una sola pierna y trataba de besar su mano, sintió asco a ese acercamiento así que le lanzo un golpe con su rodilla cayendo junto a Luffy con la mejilla roja –Cielos, dejen de hacerse los idiotas conmigo, iré pero primero me daré un baño ¿Dónde está?- Nami señalo el camino y Sora se fue…

 

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En la cubierta los Mugiwara disfrutaban del ahora buen clima, el sol que había salido soltaba un gran calor por lo que cada uno tenía una bebida en mano -Me alegra que se haya mejorada- decía Robin para luego beber un jugo, a Chopper le pareció extraño que se recuperara tan repentinamente

 

-Yo pienso que tiene una gran fuerza de voluntad- Usopp se toco la nariz y guiño un ojo fingiendo ya que sabía que eso no era verdad

 

-¿Dices que puede ser fuerte como Zoro?-

 

-Eso es imposible Luffy, esa mujer no puede ser tan fuerte como- no continuo ya que el mango de la Sandai lo golpeo en la cara y lo hizo volar hasta que cayó al mar, estaba tan molesta que todos los presentes al sentir su aura asesina retrocedieron unos pasos

 

-¡Que insolente! ¡Las mujeres también somos fuertes!- realmente se había molestado por aquel corto pero entendible comentario, no se lo perdonaría ya que estaba ofendiendo a su mejor amiga Kuina, las mujeres a pesar de ser de ese género podían ser tan fuertes como un hombre, incluso tenían el corazón más fuerte, eso lo sabia mejor que nadie, todos estaban congelados mirándola -¿Qué pasa?- pregunto Sora al ver la cara de todos, Nami comenzó a gritarle a lo lejos y Robin se entro a buscar algo ¿Por qué? El espadachín estaba con una pequeña toalla atada a sus caderas pero en la parte de arriba no tenía nada dejando a la vista sus grandes pechos, no era su culpa ya que era la costumbre luego de la salir de darse un baño, Robin salió y la tapo con una bata; chasqueo la lengua al ver que lo molestaban, aun no entendía el por qué a las mujeres les avergonzaba mostrar sus pechos, ese cuerpo era ahora era suyo pero no le importaba –Exageran mucho, Nami ¿Por qué tienes la cara roja?- el rojo de la navegante era de vergüenza, no podía creer que esa muchacha fuera así, Brook estaba convulsionando en el piso junto a Sanji, Franky había desviado la vista, Chopper no entendía ninguna de las reacciones, Luffy…Luffy era Luffy así que no hizo nada y no dijo nada aun que si se había sorprendido en el momento –Gracias por no exagerar Capitán- él le dio una amplia sonrisa en muestra de que todo estaba bien, comenzó a patear a Sanji porque tenía hambre, a pesar de que lo pateaban no reaccionaba así que Sora uso lo mejor de si

 

-Sanji ¿puedes salvar a Ussop y luego hacerle algo a Luffy?- uso su encanta femenino cautivando al cocinero quien se levanto y fue corriendo obedeciendo a la joven –Que idiota es-

 

-Sora- el llamado de Nami dejo de lado su vista al cocinero alegre –Robin y yo te escogimos este vestido ¿Te gusta?- miro con miedo al tener que lucir eso, no le quedaría aun que fuera una mujer, negó con las manos varias veces sin ofender.

Franky oprimía el pecho del tirador que tenía los ojos en blanco debido al agua que había ingerido, Luffy miro con miedo a Sora que se acerco hacia ellos, levanto su pie y de un pisotón logro que Usopp escupiera toda el agua que se encontraba en sus pulmones, por un momento pareció una fuente humana, Sanji exprimía con ambas manos sus ropas ya que se había tenido que tirar al mar por su compañero inconsciente, se acerco de manera insinuante a la dama-caballero y trato de tocar su mano pero recibió una mirada fulminante que lo hizo detenerse y sonreír con miedo, la joven era peor que Nami. Se dirigió con cara de espanto a preparar algo a pedido de Sora para el idiota del capitán quien quería comer. –No le habrá gustado- dijo Nami al ver que Sora se fue para el acuario hacia el camarote masculino

 

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-Veamos…esto me quedara- lanzo una musculosa blanca y un pantalón negro en la litera, luego tomo unas botas negras, se quito la bata y estaba dispuesta a cambiarse

 

-¿Qué haces aquí?-se volteo con su frente descubierta para mirar al cocinero que apareció de repente

 

-Vaya, el cocinero vino a acosarme ¿debería gritar?- hablo en un tono sarcástico, le llamo la atención que Sanji no tuviera hemorragia ni siquiera la abrazo, solo la miraba, un pequeño hilo de sangre resbalo por la nariz del rubio, aun seguía siendo un pervertido al ver que se tentó con sus pechos, se puso la musculosa, para su suerte no le quedaba muy larga ya que su pechos eran grandes y ocupaban un gran espacio, se quito la toalla haciendo que una enorme hemorragia nasal saliera del chico empujándolo al suelo –Cielos, que pervertido- se puso sus bóxers y luego el pantalón, ato las botas y se retiro no sin antes pisar al Ero-Cook, la mano del cocinero la tomo del tobillo haciéndola caer -¡¿Por qué hiciste eso?!- apenas dijo eso Sanji ya estaba sobre ella -¡Quítate! ¡Pervertido!- no podía golpearlo ya que su peso la apretaba -¿Cocinero?-

 

-¿Por qué te pusiste las ropas del Marimo?- ahora entendía, Sanji estaba confundido por que se puso las ropas de un hombre y no las de una mujer –Sora-Chan- su mirada penetraba sus ojos haciéndola enfadar un poco

 

-Tengo el permiso de Zoro así que déjame- aflojo la presión entre sus cuerpos y se levanto, extendió su mano para ayudarla pero ella pateo su pierna haciéndolo caer, ahora los papeles se revirtieron, ella sobre el -¿Qué te pasa Ero-Cook? ¿No te gusta que una mujer este encima de ti?- acerco su rostro a la del chico –Yo gane- se levanto y se retiro; el rubio aun permanecía allí, ese acercamiento fue como el de la madrugada, estaba con las mejillas levemente sonrojadas, se toco el pecho, podía sentir un escalofrió muy familia ¿Qué había sido eso?

Por su parte Sora se maldecía, no sabía el por qué se había acercado tanto al idiota, la vergüenza otra vez estaba en su rostro –Nami ¡Ya estoy lista!- levanto su brazo desde la puerta del acuario, Nami hizo lo mismo, ya tenía el dinero y estaba lista pero no se movió de su lugar -¿Qué estamos esperando?-

 

-Sanji-Kun debe venir con nosotras-

 

-¡¿Por qué?!- no podía creerlo, pensaba que pasaría tiempo con ella y con Robin pero ahora resulta que el pervertido con el que tuvo un acercamiento peligroso vendría ¿Qué podías ser peor?

 

-Nosotros ya estamos listos- todos menos Brook estaban preparados

 

-No me digas que—se toco la frente haciendo para atrás, sus Nakamas vendrían a la ciudad

 

-No te preocupes Sora, debemos separarnos en grupo, siempre es así- la navegante tenía razón y lo había olvidado por una milésima de segundos –Vamos chicos ¡Brook te encargamos el barco!-

 

-¡Entendido Nami-San!- así todos se despidieron del esqueleto y se encaminaron a la ciudad.

Sora caminaba junto a las jóvenes quienes solo hablaban de lo que comprarían, esa conversación la estaba aburriendo, miro para atrás a Luffy y Ussop que se reían con sus bromas, a su lado estaba el cocinero con Chopper en los hombros, Franky caminaba por los costados vigilando si algún enemigo aparecía; disminuía sus pasos hasta quedar junto a su Capitan y disfrutar de lo que hablaba

 

-Sora ¿te interesa?- ella asintió y solo se dedico a oírlos, eran estúpidos pero era mejor que oír a las dos mujeres, Sanji miro un poco para atrás, le llamo la atención de que ella prefiriera estar con los chicos y no con sus damas.

 

-Dime Sora ¿estás segura de haber dejado a Mizaki con Brook?- detuvo su paso, no era que desconfiara del músico, el problema era la pequeña, ya que no la conocía bien y podía causar algún problema, le dijo que era un ángel del amor pero que también era un ángel de la muerte.

 

-Estará bien Franky, ella puede cuidarse sin mí- volvió a caminar y pudo divisar la entrada a la ciudad, estaba cerca de donde se había encontrado con Mizaki, se sintió torpe al no haberlo podido divisar, todos la esperaban allí, Luffy agitaba sus brazos llamándola, camino a paso rápido junto con Ciborg y los alcanzaron.

Luego de organizarse unos minutos los Mugiwara se separaron, Nami, Robin, Sora y Sanji se fueron por un lado, Usopp, Franky, Chopper y Luffy se fueron por otro, tenía las manos en sus bolsillos y se detuvo llamando la atención de su grupo -Me iré a dar una vuelta así que los veo en la entrada en un rato- por primera vez iba a pasar un rato junto a Nami pero no quería ir de compras a pesar de que se esforzara sabia que se irritaría y todo se iría por el caño, Robin la sujeto de la muñeca y la comenzó a llevar, no permitiría que se alejara de ellos, Nami la empujaba por detrás y Sanji la tomaba de la otra muñeca, le quitarían esa extraña timidez como sea, primero fueron hacia una tienda de ropa entre risas, halagos y mucho dinero se retiraron con muchas bolsas que cargaba solo Sanji, no le agrado que el cocinero por ser hombre cargara todo así que por acto de impulso tomo algunas de las bolsas –Yo llevar algunas Ero-Cook- Nami se sorprendió por su acto y le dijo que no era necesario las llevara, a la joven no le agrado aquello ¿Acaso los hombres eran sus marionetas? –Nami, los hombres no son objetos ¡No lo trates así!- se había molestado, por primera vez defendió al cocinero ya que después de todo el era de su género, su cejas fruncidas era la muestra de que hablaba enserio

 

-Sora, yo no dije eso, el soporta mas así que—

 

-¡No quiero escucharte!- se tranquilizo un poco y respiro profundo –Lamento haberte intentado atacado ayer pero no puedo perdonar esto, los hombres tienen sentimientos al igual que nosotras, regresare a barco, nos vemos- tiro las bolsas que tenia y se alejo a paso rápido perdiéndose entre las personas, Sanji levanto lo que arrojo y fue tras a ella.

 

-Te has pasado un poco Nami aun que no fuera tu intención- a navegante le causo tristeza ya que en verdad no fue su intención.

Con cada paso se alejaba de ellos, se sentía confundida con Nami, era manipuladora y no le importaba como trataba a los hombres, un descubrimiento mas sobre ella, sentía calor en sus ojos y se detuvo en seco, no podía ser ¡Quería llorar! En tan solo unas horas más cerca de Nami y le hacía sentir de esa manera, se desilusiono ya que la navegante era peor de cómo la veía de su lado masculino, se encontraba en medio de una calle poco transcurrida cuando una mano en su espalda le hizo dejar de pensar en Nami y dirigiera la mirada en la persona que estaba detrás suyo, una sonrisa cálida y una mirada comprensiva mostraba el cocinero -¿Qué quieres Ero-Cook?- fregó sus ojos fuertemente con su brazo por si alguna lagrima se le escapaba, volvió a mirarlo y aquella expresión no se iba de su rostro así que lo golpeo para que la deshiciera –Si sigues mirándome así te matare ¿entendiste?- desde el suelo Sanji solo se rio, le agradaba que ella fuera así -¿Qué es tan gracioso?- se sacudió sus ropas y se le acerco para acariciarle el rostro

 

-Gracias Sora-Chan pero a mí no me molesta ser una mula para mis damas- deshizo la caricia bruscamente, las cosas no estaban resultando como pensaba, Sanji era más amable que la misma Nami -¿Qué pasa?-

 

-Eres un idiota, ser amable no te servirá de nada, los hombres también sufren así que está bien sentirse triste u ofendido- se dio cuenta que era más sensible que antes al parecer su verdadero lado se ausento en ese momento ¿Era una mujer al 100%? –No te sientas alagado por lo que dije ¿lo entiendes?-

 

Simulo que no entendió haciendo que ella se enfadara, luego de esquivar unos golpes se le ocurrió algo -¿Quieres ir a beber algo? Yo invito- la invitación fue sorpresiva pero no era nada malo ir a beber algo, acepto con algo de pena, no podía creerlo ya que ahora pasaría tiempo con el cocinero que tanto odiaba; llegaron a un bar y pidieron café con pequeñas tostadas, tuvieron una larga y divertida conversación en la que bromearon y se rieron, el jamás pensó poder hablar de esa manera con Sanji, se sentía bien hablar de esa manera con algún hombre de la tripulación ya que la mayoría de ellos eran unos idiotas.

-Sora-Chan, cuéntame algo de tu vida con Mizaki-Chan- quería saber de esa hermosa y misteriosa mujer la cual le hacía recordar bastante al espadachín dormilón de su tripulación -¿Sora-Chan?- estaba absorta mirando su café pero la voz de su compañero le hizo olvidar sus malos pensamientos

 

-No tengo una vida interesante, no tengo familia solo a Mizaki, me gustan pocas cosas de este mundo, estoy enamorada de una persona que tal vez no me convenga y eso me hace sentir de lo peor- cubrió sus labios al decir algo importante tan de repente -lo siento, lo dije de repente- al abrir lentamente sus ojos sintió algo suave en su rostro, el cocinero le acerco un pañuelo por las dudas, ella alejo su rostro –Yo no soy lo que parezco, no deberías tratarme de esa manera, fue un error haber aparecido así de repente en la vida de todos ustedes- estaba por levantarse pero la mano de Sanji sostuvo la suya

 

-No digas eso, me hace muy feliz conocerte-

 

Lo miro por un momento hasta que hablo -Sanji ¿Tu estas enamorado de alguien?- soltó su mano y se sonrojo hasta la punta de sus cabellos, ella noto aquello así que no dejo de mirarlo -¿Cocinero?- le lanzo un pedazo de tostada que reboto en su rostro –Así que estas enamorado- sonrió pícaramente -¿Quién es? Dímelo- desvió su mirada, lo habían descubierto y ahora no tenía ninguna posibilidad de escaparse, tomo su tasa con ambas manos y bebió del poco café que le quedaba, esperaba que ocurriera un milagro para no tener que hablar pero nada ocurrió, podía sentir la mirada de Sora sobre el así que se rindió dejando la tasa -¿Me lo contaras?- pregunto con la boca algo llena, le causo mucha gracia ya que le recordó al idiota

 

-Esa persona es de mi tripulación pero somos muy diferentes, siempre terminamos mal, a veces somos muy unidos y a veces muy distantes- escupió lo que comía ensuciando al cocinero, tomo una servilleta y se limpio la cara –Se que esa persona me quiere de otra forma y que nunca podre estar a su lado-

 

-¡¿Te gusta Nami?!- con ese grito se había levantado de su asiento llamado la atención de los cliente que estaban a su alrededor, Sanji de inmediato le tapo la boca, dejo dinero en la mesa y se la llevo a las arrastras hasta el bosque que había a unos metros de allí, la puso contra un árbol y se inclino hacia ella deshaciendo su mano de la boca y ahora la sujeto de las manos apoyándolos sobre el árbol-¡¿Qué intentas hacer?! ¡Suéltame!- Sanji puso su frente con la de ella pidiéndole que no gritara, no hizo caso así que le dio un cabezazo que también le dolió, cayo sentado en el suelo y ella se quedo mirándolo desde donde se encontraba -¿Por qué te gusta Nami?- lo miro lleno de odio, no iba a permitir que el cocinero le quitara a su amada sin dar lucha, desenvaino sus espadas y se lanzo contra él, era igual de hábil como siempre lo fue, Sanji no se había quedado atrás y se defendió pero no dio lo mejor de sí ya que su contrincante se trataba de una mujer, recibió un golpe en su pierna haciéndolo caer de espalda y encima estaba el espadachín con la punta de su espada apuntándole al cuello -¡Gane!- otra vez había repetido lo mismo que en el camarote -¡Nami es de Zoro! ¡No se la quites!- se sorprendió al oír eso y algo dentro de sí se rompió haciendo que su brillo se fuera por el momento, lo noto, esa mirada muerta así que inclino un poco para mirarlo más de cerca y noto unas lagrimas que salían de sus ojos, en verdad estaba sufriendo con aquellas palabras que le dijo. Algo la impulso a ponerse a horcajadas sobre él y unir sus frentes, quedaron así hasta que alguno de los dos pudiera reaccionar. Sabía que no era correcto pero era lo único que podía hacer para llamar su atención pero nada sucedía.

 

-A veces amar es doloroso Cocinero-

Notas finales:

¿Que les parecio?

No es necesario contestar, me hace feliz con que solo lo lean :)

 

Besos


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