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Cerca de ti por Mero-Mero-San

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Notas del capitulo:

Bueno, aca la conti, la subo ahora por que la proxima semana no podre, lo termine el hoy a las 5:00 A.M asi que estoy media muerta, les dejo a su criterio todo y nos leemos,esta semana no, la proxima XD

 

Dsifrutenlo asi como yo lo disfrute escribiendo

-¿Sora-Chan?- no podía creerlo, no puede ser que la mujer con rostro angelical que conocía se haya transformado en aquel rostro, ahora en ese momento se parecía a un demonio, un verdadero demonio, esa sonrisa asustaba a más de uno, las personas se alejaron al ver que caminaba lentamente hacia el hombre que yacía tirado, tenía a su querida Shuusui en su mano, el sujeto se toco el estomago y comenzó a insultarla pero cuando sintió el dolor del quebrar en su pierna debido al fuerte pisotón que le brindo la chica solo soltó el grito más horrible que se pudo haber oído, Sora estaba feliz desde sus adentros y por fuera, oírlo de esa manera era muy placentera. Estaba ensimismada en su pozo de placer que no se percato que el personaje saco una navaja pero ella no estaba tan distraída como para olvidar que un enemigo siempre llevaba un arma, su pierna era lo único en su visualización de ataque por lo que se dispuso a hacerlo pero el siguiente tronido logro hacer soltar el arma blanca, su brazo se rompió, dejando a la vista un gran moretón, era un bella melodía para sus oídos, oírlo gritar del dolor y ahora pedir suplicas, era realmente maravilloso
 
-Te dije que te arrepentirías ¿No lo recuerdas?- levanto su espada y sin esperar más le hizo un profundo corte en su cuello haciendo que la sangre salpicara, manchándole sus zapatillas y un poco sus ropas, su sonrisa no se deshacía mientras el otro agonizaba hasta que dejo de moverse, levanto nuevamente su espada y esta vez se la clavo en el pecho para asegurar su muerte, algunas personas horrorizadas salieron corriendo, otras gritaban, era increíble como había hecho eso sin vacilar, era obvio que su belleza la protegía de las sospechas de cualquiera; limpio su espada con un movimiento y la enfundo, sus ojos tomaron su tranquilidad y el pequeño brillo que tenia, vio al ahora occiso delante de si, no se asusto, ni siquiera llego a sorprenderse, se miro la ropa ahora sucia, suspiro ya que tendría que comprarse unas nuevas o lavárselas, comenzó a caminar y las personas con pavor se abrían paso ante ella, era un demonio con cara angelical, Sanji quiso alcanzarla pero varias personas no la dejaron pasar ya que no quería moverse del miedo que tenían, otra vez se escucharon gritos, perdió la paciencia y comenzó a empujar a los transeúntes, ahora se topo con una docena de hombres muertos mientras que Sora era rodeado por otros veinte –Denme un respiro que estoy cansado- ubico sus espadas en su debido lugar, los hombres se abalanzaron sobre ella, por su parte se inclino un poco –Santoryuu ¡Kokukou oo Tatsumaki!- creó un tornado con Haki cortando a cada uno, se dio cuenta de su fallo de cálculos, el tornado se dirigía a los civiles así que con otro movimiento lo contrarresto, golpeo levemente su hombro con el reverso de su espada y suspiro cansada, de pronto vio que marines se le acercaban, volvió a sonreír por que tendría más entretenimiento pero el cocinero la tomo de la muñeca y comenzaron a correr juntos; no se sorprendió ni nada ya que había podido sentirlo cerca, se soltó de su agarre y corrió hacia otro camino, recordó que no quería a Sanji cerca suyo, claramente esta vez no pudo hui de él.


Media hora corriendo hasta que llegaron a unas ruinas.
Ya no corría, ahora caminaba con cuidado, nunca se sabe cuando un enemigo aparecería; se sentó en una de las rocas que había allí, se trono los huesos para bajar el estrés que había en cada parte de su cuerpo, vio que el rubio la miraba y eso le enfermaba –Si tienes miedo puedes irte cocinero- lo que menos quería era iniciar una discusión o charla con él pero era inevitable
 
-En verdad que admiras a Zoro, imitaste una técnica única de él, no sabía que utilizabas Haki- un temblor con un poco de sudor estaba en ella pero lo disimulo – ¿Sora-Chan?- no quería hablar de sí mismo y de sus habilidades pero eso no fue lo que le molesto, fue su voz
 
-¡Cállate!- ya no quería oír el tono normal con el que le hablaba -¡Acabo de matar personas  y tú me hablas así! ¡¿Por qué?!- se la veía confundida
 
-Perteneces a una tripulación pirata así que matar es inevitable-
 
-¡Yo no soy oficialmente una Mugiwara! ¡No digas estupideces!- inclino su mirada hacia sus pies, estaba manchado de rojo –Mira…mis zapatillas, mis ropas están manchadas con la sangre de ese sujeto ¿no es desagradable? ¡¿No te doy repulsión?!- quería una respuesta de alguien de su género, tal vez eso era lo que a Nami le desagradaba de él y por esa razón lo maltrataba, quería una respuesta para poder cambiar un poco –Soy una mala persona- susurro, Sanji no soporto más y la abrazo, otra vez podía sentir ese calor tranquilizante de su parte, estaba por golpearlo pero no tenía mucha fuerza -¿Por qué me tratas así? No me conoces- mientras hablaba en el hombro del chico este le acariciaba el cabello –Cocinero, Nami es genial para ti, es mejor que le digas lo que sientes, olvida lo que te dije, te apoyo- se alejo de él deshaciendo el contacto y pudo ver la ternura en sus ojos –Yo no soy una dama, deja de mirarme así- le dijo la verdad pero Sanji lo tomo de otra forma –Regresemos al barco- camino hasta que el chico decidió hablar
 
-¿Quién fue tu primer beso?- se volteo por la pregunta tan sorpresiva, miro hacia un costado, era obvio que no iba a decirle la verdad –Entiendo si no quieres decírmelo- camino hasta sobrepasarla
 
-Me lo robaron- se detuvo en seco –Mi primer beso me fue robado por una persona que no conocía- se volteo a mirarla pero solo se encontró con su espalda, con voz temblorosa continuo

–Siempre pensé…que el primero seria con la persona que amaba pero ahora resulta…que tal vez ya no esté enamorada de esa persona, el segundo fue con idiota como tu ¡N-Nada está saliendo como quería!- se abrazo a sí misma para ver si encontraba algún consuelo, le dijo algo importante al idiota pero estaba seguro que se iría, no era que le importaba que la ignorara pero aun que sea quería que le dijera una estupidez, escucho unos pasos rápidos y se volteo para ver que se estaba acercando ese hombre quien de pronto la tomo de la barbilla –Déjame aliviarte- y sin más nada que decir la beso, quiso retroceder pero los brazos de él sujetaron su cintura, no quería corresponderle, era la primera vez que se le acercaban de esa manera, poso sus manos en su pecho para alejarlo pero eso solo intensifico el contacto, su lengua rogaba que lo dejara entrar pero ella se negaba, cuando quiso respirar Sanji aprovecho esa oportunidad; al sentir ese extraño tacto, un escalofrió la recorrió de pies a cabeza, el calor en toda su zona bucal era indescriptible, no podía creerlo, no quería corresponderle ya que ambos son hombres, una parte de si comenzó a disfrutarlo y con un ligero temblor tomo una de sus Katanas pero algo le estaba diciendo que no lo hiciera, se rindió, decidió ceder un poco a lo inevitable, sus lenguas estaban en un lucha que al parecer ninguno de los dos estaba decidido a perder; entreabrió sus ojos para ver su rostro y para su sorpresa se encontró con la expresión más triste y con una mar de lagrimas que caían de sus ojos aun cerrados, detuvo el delicioso contacto y se separo para limpiarle aquella tristeza. Al sentir sus mano en su mejilla lo único que atino a hacer para sí misma fue retroceder, no dijo nada, no lo golpeo, solo se podía sentir el aire tan tenso, seco sus lagrimas lo más rápido que pudo con el reverso de su mano.

Lo miro con tristeza y odio
 
-¡¡¡Idiota!!!- sin nada más que decirle se retiro corriendo de nuevo a la ciudad, Sanji mudo y sin poder reaccionar se quedo donde estaba, viendo alejarse a la mujer a la cual había besado solo para hacerla sentir bien pero hizo todo lo contrario.
Una persona había estado presenciando todo a escondida por detrás de una de las rocas.
Nuevas lágrimas salían de sus orbes, eso no le podía estar pasando ¿Por qué lo había disfrutado un poco? Otra vez volvió a sentir aquello en su pecho, no podía saber que era y eso la hacía sentir peor, cuando levanto su mirada se dio cuenta que estaba rodeada de centenas de hombres, desenfundo sus Katanas, al parecer tendría una tarde encendida.
 
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-¡Bienvenido Sanji!- el capitán recibió alegremente al cocinero pero noto la ausencia de alguien -¿Dónde está Sora?- miro de un lado a otro y no la vio donde estaba el grupo ¿aun no había regresado? -¿Dónde está Sora?- volvió a preguntar pero esta vez preocupado, debía meter una excusa de lo mejor
 
-Sora-Chan decidió quedarse un poco más en la ciudad, dijo que no nos preocupemos- Luffy entendió perfectamente y le reclamo comida, algo que Sanji debería hacer ya que después de perderla de nuevo la había buscado desesperadamente pero no pudo dar con ella, ya estaba oscuro pero no debía preocuparse, ella era fuerte. Con mucho esmero preparo la comida, tenía su oído atento para escuchar si ella entraba.
La cena por primera vez paso en silencio ya que como Sora no regresaba se ganaba la preocupación de todos, Luffy miraba a cada momento la puerta para verla entrar pero eso no paso, ya casi estaban por terminar
 
-¿Dónde está mi Onee-Chan?- Mizaki se mostraba preocupada, Sanji quien la miro no pudo evitar recordar las lagrimas de la chica, sacudió su cabeza para quitarse esa imagen, le era doloroso
 
-Sanji ¿le hiciste algo a Sora como para que no viniera?- ¡Contra la pared! Se quedo congelado por la pregunta que tenía una respuesta clara pero no iba a decirlo porque todos lo matarían, recordó que ayer a la noche Nami le había advertido que no la molestara porque era algo tímida, se olvido completamente de esas palabras y había metido la pata por completo.
La puerta se abrió y Luffy sabiendo quien era se levanto
 
-¡Bienve-!- no pudo continuar por lo sorprendido que estaba, los demás estaban horrorizados, Chopper corrió de inmediato y cuando estaba cerca ella solo le sonreía
 
-Te encargo mi cuerpo C-Chopper-
 
-¡Onee-Chan!- Mizaki corrió su lado al verla caer, estaba bastante herida, varios cortes en su rostro, moretones y raspones, sus ropas estaban hechas harapos, su mano aun estaba sosteniendo un gran corte en su brazo derecho, estaba descalza, con ayuda de Franky la llevaron hasta la enfermería. Sanji estaba pasmado ¿Cómo pudo haberle pasado eso? Luffy de repente lo tomo de la camisa estampándolo contra la pared
 
-¡Sanji! ¡Tú tenias que estar con ella! ¡¿Qué paso?!- estaba tan mal como Luffy así que no respondió y cerro fuertemente sus ojos, el capitán noto su preocupación así que lo soltó lentamente –Te dije que le hicieras compañía y que no la dejaras ¡¿no te lo dije?!- asintió con dolor, la mujer con la que paso un bello momento ahora estaba en la enfermería herida de pies a cabeza, si algo le sucedía no se lo perdonaría…
 
Unas horas intensas pasaron hasta que Chopper salió para anunciar como estaba, se limpiaba las manos con un trapo -¡¿Cómo esta Chopper?!- el reno miro a Sanji y luego al resto
 
-El brazo fue herido gravemente, tuve que hacer mi mejor esfuerzo para que no se dañara más de lo que estaba, también recibió una transfusión de sangre debido a la gran pérdida que tuvo, tenía una herida en la cabeza pero pude saturarla, sus piernas estaban con distintos cortes, sus brazos no tanto a excepción del derecho, golpes en distintas partes del cuerpo, un leve corte en el estomago, nada grave, fue como si la hubieran torturado- cada palabra que soltó de la boca fue como un puñal para él, hasta lo último, un temblor horrible lo domino
 
-C-Chopper ella…ella—no podía preguntarle algo tan delicado además que el pequeño no entendería, las mujeres presentes entendieron pero no hablaron, Mizaki dio un paso adelante y miro las dos muchachas
 
-Nami-San, Robin-San ¿me acompañan adentro? Haremos una revisión especial- ella entendieron así que solo se acercaron, Chopper les dijo que no hagan nada pero la mirada decidida de la arqueóloga fue suficiente para que se callara, se escuchaban las agujas del reloj, Sanji no paraba de fumar, estaba tan nervioso que ya se había terminado dos paquetes, Luffy estaba sentado junto a la puerta mientras el resto se encontraba atento a las otras noticias, esperaron unos treinta minutos más hasta que salieron las mayores, otra vez Sanji fue el primero en acercarse, quería sacarse esa duda, ese miedo.
 
-Está bien, solo esta herida por fuera- suspiro aliviado y cayó arrodillado al suelo, fue la respuesta que quería, su corazón volvió a latir normalmente –Sanji-Kun ¿estás bien?- el solo asintió a la navegante –Sora se despertó hace un momento y se encuentra hablando con Mizaki- no podía estar más feliz, ya estaba despierta, sonreía mientras abrazaba a Nami, Robin estaba asombrada por su reacción y sospecho que sucedió algo, los otros gritaban de la felicidad al oír que ya había despertado, quisieron entrar pero Chopper se los convirtió en su forma semi-humana y los detuvo
 
-Chopper ¿debo prepararle algo?-
 
-Necesita recuperar fuerzas así que estaría bien una sopa de verduras-
 
-¡Entendido!- tomo sus cuchillos y de inmediato haría el pedido, quería estar cerca de ella y disculparse si fuera posible, desde lo más profundo de su corazón sabía que no la amaba, solo la quería como a cualquiera de sus compañeras pero no podía evitar sentirse atraído, le hacía recordar mucho a esa persona.
 
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-Así que te beso, deberías estar feliz Onee-Chan-
 
-No lo estoy, lo conozco desde hace mucho, se que lo hizo por mero impulso- tenía su mano apretada a la de su hermanita –Por un momento le correspondí a un hombre…debería dejar esto ¿No lo crees?- Mizaki podía ver su dolor y sus dudas pero decidió apoyarla dejando de lado el trato, negó con su cabeza
 
-No te rindas Onee-Chan, estoy segura que la personas que amas esta en este barco, esfuérzate- llevo la mano a su mejilla para confortarla
 
-Gracias, en verdad eres un ángel ¿quieres recostarte a mi lado?- la pequeña con una alegre afirmación se acostó a su lado siendo abrazada por la mayor –Te agradezco esta oportunidad Mizaki y aun que sienta algo de dolor te prometo que me esforzare- cerro sus ojos cayendo nuevamente en el sueño, la pequeña abrió sus ojos para ver su rostro, estaba dañado pero aun así conservaba su belleza, poso su mano en la mejilla de esta
 
-Soy ángel del amor y de la muerte que rompe las reglas, cambio el espacio y tiempo…cambio todo a mi gusto, Onee-Chan, mañana te sentirás como nueva- cerro sus ojos para dormirse como lo había hecho la otra.
Sanji toco la puerta, nadie le respondió, ni le abrió así que la entreabrió un poco, asomo su cabeza y vio que ambas estaban durmiendo, se sintió decepcionado, había tardado mucho con la comida, quería hablar con la espadachín pero ya estaba durmiendo, dejo la bandeja en el escritorio y pero se paro en el pie de la cama, ella estaba despierta y podía sentirlo, no quería verlo, ni escucharlo, ni nada, solo quería que se vaya. Robin paso junto al cocinero, vio las cejas de la muchacha
 
-Yo la cuidare Sanji- le toco el hombro como una orden
 
-S-Si, buenas noches- se retiro algo frustrado, el quería cuidar de Sora pero la arqueóloga se interpuso en eso
 
-Gracias por no decirle Robin ¿Cómo están los demás?-
 
-Todos se preocuparon cuando te vieron en ese estado- se disculpo y le pidió a su compañera que le alcanzara la bandeja con la comida, pensó en la cara de Luffy, su capitán se preocupaba más que nadie -¿Qué fue lo que te sucedió?-
 
-Nada importante, solo pelee con algunos sujetos-
 
-Una mujer no debería arriesgarse de esa forma, mira como terminaste- se miro cada rincón de su cuerpo, algunas heridas no se veían bien, los moretones eran de distintos tamaños y colores además ver su brazo vendado le dijo que las cosas se le complicarían un poco – ¿Te ayudo?- estiro su brazo y tomo la cuchara, la ayudaría a comer para que no se esforzara mucho –Di ah- Sora soltó una media sonrisa, no era malo tener un poco de atención, la sonrisa del cocinero vino a su cabeza, se inclino un poco haciendo que la sombra ocultara sus ojos. No paso por alto eso así que alejo un poco el cubierto –No sé lo que sucedió con Sanji pero me disculpo por ello, a veces es difícil controlarlo- sin decir nada ya había captado todo y se sintió aliviada de que no preguntara nada, abrió la boca para recibir otra cucharada de la gran sopa.
 
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Fumaba en la popa algo molesto ya que por la intervención de Robin no pudo hablar con la muchacha, se toco el bolsillo y saco dos cajas pequeñas, una azul y otra verde, las miro detenidamente, no sabía qué hacer, su amor a esa persona era enorme pero no quería molestarla con sus sentimientos que de seguro rechazaría, las guardo cuando oyó unos pasos -¿Qué escondes?- elevo su mano eh hizo florecer un brazo de la cintura del cocinero y tomo lo que tenia, las lanzo en donde se encontraba parada, los abrió y miro lo que contenía –Vaya, son muy lindos ¿uno es para ella?- no pudo hacer nada más que observar, no podía enfadarse ni atacar a la arqueóloga –Sanji, te diré una sola cosa, tu llegas a herir a Sora y provocas que se vaya, te torceré la cabeza- se acerco y le devolvió las cajas –Amar no es malo pero herir a esa persona es de lo peor, cierto, Sora termino la cena y ahora esta platicando con todos en la enfermería, esta noche estará a mi cuidado así que no te preocupes- se fue dejando a un perplejo Sanji, no sabía qué era lo que pasaba en su cabeza
 
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-¿Entonces te enfrentaste a tantos tú sola?- pregunto Usopp pero no lo escucho ya que Luffy platicaba con ella sobre lo que sucedió, pidió que dejaran de preocuparse que pronto se pondría bien, Nami le rogo que no volviera a hacer algo así de nuevo, entre sonrisas y risas algunos se fueron retirando, ya era la hora de dormir –Descansa Sora y no te esfuerces- con su saludo se retiro por ultimo Luffy, volvió a abrazar a Mizaki quien no se había despertado por el ruido que causaron, se sentía reconfortada con la niña a su lado, su soledad por ser una mujer disminuiría mientras la pequeña permanezca junto a ella, oyó que la puerta se abrió pero no se molesto en abrir los ojos por qué sabia que se trataba de su compañera quien venía a cuidarla por las dudas.
 
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Solo podía oír el choque de las pequeñas olas contra el Sunny, sentía que aun no amaneció, era de madrugada, miro a su costado, Robin aun estaba durmiendo en la silla así que se esforzó para no hacer ruido, tapo a Mizaki para que no tuviera frio y se retiro, al pisar la cocina sintió hambre así que trato de ideárselas para preparar algo, no era tan idiota en eso, pero se le complicaba un poco, comenzó a cortar pan, se haría unas simples tostadas, recordó que la cocina era de Sanji, en ese momento aquel beso cruzo por su mente y de repente se hizo un leve corte en su dedo, se llevo su pulgar a la boca por el ardor que sintió, se sorprendió al ver que no tenía ningún moretón en su brazo, tampoco los cortes, se miro las piernas y tampoco tenía nada, toco su rostro y no sentía dolor ¿Qué estaba pasando? Corrió hasta el baño de las mujeres y se miro en el gran espejo, se veía bien, ya no tenía nada se dio vuelta y se levanto la remera para ver su espalda, nada, se toco la cabeza y la herida que tenia estaba totalmente sanada, lo más importante, su brazo, quito las vendas que rodeaban la herida, sonrió al ver que esta ya no estaba, incluso las heridas anteriores en su mano se habían ido, no entendía que sucedía pero le hizo feliz verse como nueva, olvido por completo su dedo mientras se contemplaba, estaba tan absorta en si misma que no noto a la persona que estaba a unos metros detrás suyo, camino un paso y por cosa de la mala suerte se tropezó, desde el espejo pudo verlo y eso le causo un sonrojo inesperado
 
-¿Q-Qué haces aquí cocinero?- no se volteo a mirarlo directamente, no se atrevía, solo utilizaba el reflejo como intermediario para su vista
 
Se toco la nariz por el golpe que obtuvo –M-Me sorprende verte como nueva S-Sora-Chan, veo que los milagros existen- se paro lo más elegante que pudo y la miro, podía ver a través del espejo su rostro con pena –L-Lamento lo de ayer- no esperaba su disculpa, no la quería, era innecesario, no iba a solucionar nada con esa palabra –Sora-Chan perdóname por favor-
 
-Eres un cínico, después de lo que sucedió ¿piensas que te perdonare?- sabía que su disculpa era sincera pero no podía aceptarla y dejar todo como si nada –Sanji, quiero que te alejes de mí, no me vuelvas a dirigir la palabra, no me prepares ninguna comida…no vuelvas a tocarme- el cocinero dio unas rápidas zancadas y la abrazo por atrás, su rostro quedo hundido en su cuello; sintió un escalofrió al sentirlo respirar contra de si, levanto su mano para tocar su cabeza
 
-Sentí que tú me correspondiste, por favor- 
 
-Te dije…¡Que no me tocaras!- lo tomo de la cabeza con ambas manos y con todas sus fuerzas lo lazo por el aire contra el espejo.
Nami y Robin desde sus distintos lugares se despertaron abruptamente por el tremendo ruido, corrieron para ver de dónde provino. Sora estaba arrodillada, sorprendida por lo que hizo, ahora Sanji estaba herido, sus manos que eran su vida tenían varios cortes –Te lo había dicho ¡Idiota!- El cocinero al parecer no se iba a dar por vencido, se levanto y comenzó a caminar hacia ella, algo detuvo sus pies, dos manos que salían del suelo; como un ángel Robin llego y lo primero que hizo fue atender a Sora, Nami se quedo de pie mirando a lo lejos a Sanji, sus manos estaban empapadas de sangre
 
-¡¿Qué paso?!- Usopp corría con los demás por detrás, al llegar a la puerta vieron la escena, Chopper corrió rápidamente a atender a Sanji, Luffy miraba a Sora, parecía aterrada –oí, oí ¿Qué paso aquí?- el tirador no podía creer el desastre, menos Franky, el espejo estaba totalmente destrozado
 
-Sora ¿Qué paso aquí?- el capitán hablo en un tono muy serio, todos pensaron que aquello era algo inusual
 
-Luffy- se le hizo difícil el hablar al verlo con esa expresión, solamente en las peleas se ponía así, volvió a mirar al piso ya que no podía hablarle
 
-Como siempre, Sanji trato de sobrepasarse con Sora y ella simplemente se defendió- esas fueron las palabras de Robin que dejo sorprendido al capitán, eso no podía ser cierto ya que Sanji amaba a las mujeres y las trataba como si fueran tesoros, siempre vio que las acosaba pero no al punto de que terminara así, lo que sus ojos le mostraban eran la prueba de que es verdad, el desastre, el estado de Sora y Sanji, eso era inaceptable –Sora, vamos, te acompañare a la enfermería- ayudo a levantar a su compañera con ayuda de Nami, las tres se fueron, no sin antes pedir disculpas por el daño y perderse en el pasillo junto a sus camaradas
 
-Las heridas son graves, debo vendarte- comenzó su trabajo como buen doctor, por un momento se volteo a mirar a Luffy, su seriedad lo asustaba, dejo de lado el mirarlo y se concentro en su paciente, Franky Y Usopp juntaban todo lo que estaba roto mientras que Brook miraba como el doctor atendía a Sanji.
 
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-Quédate tranquila Sora- le dijo Robin mientras la ayudaba a sentarse en la orilla de la cama, Nami se había ido a preparar un té –No te preocupes, yo cuidare de que Sanji no haga estupideces contigo, seré tu ángel guardián- solo pudo agradecerle sus palabras, ya tenía un ángel de la muerte y el amor, no le caería mal uno protector, se recostó junto a su hermanita –iré a ver cómo van las cosas con los chicos, Nami vendrá a verte pronto, estamos contigo- antes de irse le dio un saludo con la mano, en el momento que se fue ella se levanto y miro hacia la cocina, solo estaba Nami
 
-Maldito cocinero- cerró sus ojos por el odio y la humillación que sentía
 
-Onee-Chan, tranquila, yo también estoy contigo- Mizaki había despertado, estaba sentada en la cama y tenía levantado los brazos extendidos hacia arriba pidiéndole a la mayor que la abrazara y viniera a acostarse, sin duda lo hizo, su niña era bastante cálida, recostó su cabeza en el regazo y luego de débiles parpadeos cayó en un profundo y delicioso sueño -“Maldita Robin, ahora tendré que cambiar muchas cosas”-

Notas finales:

Como siempre, espero que ustedes me digan como quedo, nos leeremos en un tiempo

 

Besos


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