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Cerca de ti por Mero-Mero-San

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Notas del capitulo:

Perdon!!!!!!!

 

Tarde mas de la cuenta, en verdad me disculpo, pero la inspiracion me traiciono, ademas estuve muy ocupada en mis estudios.

Ahora en Buenos Aires hay un clima agradable y estoy disfrutando de la compañia de un gatito, el de mi hermano XD

 

No se por que escribo esto, tal vez ni siquiera lo lean :P

 

Casi lo olvido!

 

Mis nuevamente Felicidades a Alessa-Senpai quien finalizo Una deliciosa Tortura de una manera increible,cuando me lei los dos capitulos estaba en medio de un trabajo :D

 

Los Personajes son del Gran Oda-Sama, pero la historia es mia

 

¡Disfrutenlo!

-Sora, Sora despierta- la mano de Nami la movió hasta que abrió los ojos –Al fin despiertas- el rostro de la navegante era hermoso, parecía una diosa, se sentó fregándose un ojo – ¿Aun estas cansada?- negó mientras se estiraba haciendo tronar fuertemente algunos huesos –Luffy hablo mucho sobre lo que ocurrió hoy a la madrugada y llegamos a un acuerdo entre todos-

 

-Ya veo, pero no me interesa que hicieron ¿ya es momento de mi té?-

 

-De hecho ya es hora de la merienda, te dormiste y no pude dártelo- se cayó de la cama y luego se volvió a levantar rápidamente -Siento no haberte despertado antes- se recostó nuevamente, recién notaba que Mizaki no estaba –Robin te ah preparado la merienda así que cuando estés lista levántate- vio como su compañera se retiraba, le pareció extraño, no sintió el Bum Bum en su pecho, pensó que tal vez estaba bastante agotada como para que su corazón latiera por la persona amada, habían unas ropas dobladas en la silla así que las tomo porque seguramente eran para ella, una camisa blanca apretada al cuerpo con un gran escote mostrando sus cualidades, un jean, este le quedaba muy ajustado en la parte de las caderas, le pareció extraño por que cuando lo había comprado no le quedaba así, tal vez su cuerpo aun estaba creciendo, tomo unas botas negras con tacos estaban al costado de la silla, se las puso, le llegaban hasta las rodillas, se avergonzó un poco ya que se veía insinuante, tomo una faja negra que estaba allí, la ato a su cintura y luego a sus inseparables compañeras, ahora si se veía completa. Cuando salió vio a todos en la mesa, Nami corrió hacia ella gritando que le quedaba perfecto, Robin puso su mano en su hombro en señal de aprobación a Sanji el cigarrillo que estaba en su boca se le había caído, Usopp, Chopper y Luffy le gritaban un “¡Giu Giu!” Brook se le acerco y le pidió que le muestre sus bragas pero la patada de Nami lo hizo ponerse en su lugar

 

-¡Te ves muy sexy Onee-Chan!- Mizaki la atrapo en un abrazo, Franky mientras bebía una cola con su otra mano levanto su pulgar

 

-Dejen de decir esas cosas, esto es vergonzoso- se enrojeció molesta, era la primera vez que le demostraban tantas cosas buenas a la vez

 

-No te sientas así Sora-Chan, ten- Sanji dejo una taza con unas tortillas en la mesa, sus manos estaban completamente vendadas hasta las muñecas

 

-¡Te dije que no quiero que me cocines!- los gritos de halagos se apagaron de repente y solo se sintió el frio en el ambiente –Déjame tranquila, no quiero verte- le apuñalo el corazón pero no mostraría su dolor así que solo sonrió, haciendo oídos sordos a lo último que dijo –Lo sé, esta es la merienda que te preparo Robin-Chan- camino a paso duro y dio una probada, abrió sus ojos entre el enfado y la sorpresa, trago de golpe lo que tenía en la boca –Mentiroso ¡Mentiroso! Esto lo has preparado tu ¡Me has mentido Nami!- los ojos de la navegante temblaron ya que era verdad. Apretó su puño y golpeo la pared logando una pequeña abertura, se miro el nudillo, no tenía ningún daño por lo que iba a hacerlo de nuevo, Robin quiso detenerla, pero dio un salto por encima de la arqueóloga y se alejo -Me mintieron, la comida de Sanji se puede diferenciar de una que sabe bien o mal, su comida es perfecta, yo lo sé- Luffy se acerco para tranquilizarla –Es inútil Capitán- tomo su espada aun enfundada y lo golpeo con Haki, el chico voló y choco contra el sillón adolorido, nadie pensó que ella sería capaz de detener al mismísimo capitán –Nuestra fuerza es increíble a comparación de las otras Luffy- susurro

 

-¡No debiste hacer eso Sora! ¡Dos Fleur!-

 

-Es inútil Robin, puedo oírlo- en el momento que las extremidades florecieron para sostenerla de los brazos, tomo sus Katanas y las deshizo de un corte –Robin, después de todo no pudiste ser mi ángel guardián, agradezco toda su calidez pero veo que es la hora de irme, vamos Mizaki- nadie se atrevía a enfrentarla después de ver lo que hizo –cierto, luego te pasare el dinero por la ropa Nami- Sanji corrió hacia ella y la tomo de la muñeca

 

-¡Lo siento!- las acciones del cocinero eran impredecibles, no sabían si actuaria agresivamente o solo hablaría, esta vez opto por la segunda –¡No te vayas Sora-Chan, si quieres me voy yo, pero no te vayas!- era la segunda vez que le pedía que se quedara, era un hombre extraño, sintió un Bum en su pecho, eso la asusto y tironeo para atrás soltándose pero no pudo detenerse, la puerta se abrió, se dio contra la barandilla, pasándola de largo y caer hasta la cubierta -¡Sora-Chan!-

 

-¿No fue muy extraño lo que sucedió?- todos asintieron al mismo tiempo por lo que dijo el tirador, incluso Luffy afirmo con su mejilla hinchada

 

-Mi cabeza ¡No te acerques!- se paró a duras penas y le dio la espalda, no quería que la tocara -¿Qué es esto? Es molesto- estrujo su camisa sobre su pecho, aquel calor que sentía le incomodaba

 

-¡Sora!-

 

Reacciono y miro a la persona que le grito –Luffy ¿estás bien?- estaba arrepentida de haberlo golpeado, el capitán se lanzo de arriba para quedar frente a ella, tenía una gran sonrisa, no comprendió el por qué se mostraba feliz, debería estar molesto

 

-Eres muy fuerte, no sabía que utilizabas Haki- ella miro de un lado a otro nerviosa –Me recordaste a Zoro, aun que tu aura es algo distinta ¿verdad? el rubio asintió sin dejar de mirarla –Acordamos que te reconciliarías con Sanji-

 

-¡¿Qué?!- lo tironeo de la mejilla -¡¿Y quien dijo que yo me reconciliaría con este idiota?! ¡Tú no sabes lo que me ah hecho!-

 

-Sa-Sabemos que Sanji te acoso, sé que es difícil pero tú puedes ¿Si? S-Será a tu voluntad, ¡E-Es una orden!- lo soltó, si era una orden no se negaría pero sería difícil arreglarse con el pervertido. Comenzó a pensar que exagero con lo del beso, solo fue un beso y no fue su culpa, se culpo a si misma por corresponder, se acerco al cocinero y le encajo una bofetada que resonó por todos lados, paso a su lado y subió por las escaleras dirigiéndose a la cocina –Eso debió doler- dijo Luffy mientras picaba con su dedo la mejilla roja de su Nakama, Sanji estaba hecho piedra, había recibido muchas bofetadas pero esta le había dolido de enserio -¡Chicos! ¡Vamos a hacer una fiesta en la playa!- todos levantaron los brazos pero sin gritar nada, aun estaban asombrados por lo que sucedió.

 

----------

 

Tomo una botella de Sake y comenzó a beberla a prisa, estaba bastante alterada como para tomar un simple té, un hilo de la bebida caía por la comisura de sus labios hasta su barbilla, se lo seco luego de apoyar la botella ahora vacía en la mesa, miro sus manos tan pequeñas y delgadas, cuando había cambiado pensaba que se trataba de un sueño, una pesadilla pero resulto ser más real que el propio diablo, toco sus labios, aun podía sentir ese profundo beso ¿podía ser que quería a ese idiota? ¡No! Eso no podía ser, culpo a Sora, de seguro ella lo quería y no el, pero entonces ¿por qué regañaba a su propia persona? El estaba pensando que Sora quería a Sanji y era consciente de ello, no podía comprender ¿Lo quería? -Idiota, idiota- eso escucho por su detrás, dio un puñetazo y se encontró con la cara hundida de Luffy

 

-¿Quién es idiota?- retiro su puño y Luffy le saco la lengua dándole una burla –Deja de molestarme Luffy, no estoy de humor- tomo otra botella de Sake y la descorcho con su boca, escupió el corcho que reboto en la cara de su capitán -¿Necesitas algo más que molestarme?-

 

-Sí, haremos una pequeña fiesta en la playa que está a unos metros de aquí, vendrás ¿verdad?- negó de inmediato dejándolo molesto -¡¿Por qué no?! ¡Sera divertido!- la comenzó a sacudir logrando que el Sake se comenzara a salpicar, no podía soporta esas insistencias así que solo acepto vacíamente para deshacerse de él, miro sus ropas mojadas por el liquido, admitía que esa camisa le quedaba bien pero ahora debía cambiarse, camino hasta el camarote y comenzó a revisar su armario, tomo una camisa de color verde oscura, le quedaba perfecto a excepción que sobraba un poco en la parte lateral, ignoro aquello camino y se tropezó, se toco la nariz ¿Cuántas veces iba a lastimarse? Miro molesto hacia lo causante del golpe, una de las maderas se había desprendido dejando un hueco a la vista, cuando se disponía a regresarlo a su lugar se centro en el negro agujero, habían algunas cosas allí así que las tomo, eran 8 cartas cerradas, tenia emisor “Sanji” pero en el receptor solo decía “Para la persona que amo” el envió era hacia el mismo Sunny Go, se tentó a abrirlo pero eso sería una violación a la privatización del idiota, también había una rosa seca y unas petacas de licor, sonrió al darse cuenta que encontró un pequeño escondite de Sanji, escucho unos pasos y como un rayo regreso todo a su respectivo lugar, se sentó sobre este para fingir que simplemente estaba sentada, el visitante reciente era ni más que menos que el Ero-Cook, suspiro pesadamente ¿tanta suerte tenia de encontrarse justo con él?

El rostro del cocinero mostraba nerviosismo y no era exactamente por verla a ella, sino por donde estaba acomodada, disimulo y se dirigió a su armario, quería hablarle pero no podía ya que ella debía dar la primera palabra para la charla, fue un raro acuerdo con Luffy, aun que lo había roto un poco, carraspeo para llamar su atención, movió sus ropas indicándole que quería cambiarse

 

-No pienso moverme de aquí, si quieres cambiarte hazlo y vete- le dio la espalda, acepto las palabras y comenzó a sacarse la chaqueta, Sora ya se estaba arrepintiendo, se oía como sus ropas caían al suelo, luego oyó el cinturón, trago saliva, entrelazo sus dedos para calmarse un poco ¡¿Por qué se ponía así?! ¡El también era un hombre! Ahora solo escuchaba su corazón que retumbaba fuertemente, cerro sus ojos para pensar en Nami, su corazón latía normalmente, la belleza de ella siempre lo había cautivado ¿Por qué no se alteraba tanto con solo recordarla? Giro su cabeza y miro al chico disimuladamente, se estaba poniendo una camisa violeta, podía ver su pecho blanco, se pregunto ¿Qué tan suave seria esa piel? Perdió aquella visión luego de que termino de abotonarse, luego vino una chaqueta negra que le combinaba con sus pantalones…le quedaban geniales, sintió sus mejillas arder, se sentía… ¿Excitada? -¡¡¡Vete!!!- se levanto, lo tomo del saco y comenzó a darle fuertes empujones, lo cacho tan de sorpresa que no se habia terminado de acomodar la prenda, le dio uno ultimo bien fuerte haciéndolo caer afuera -¡Idiota!- dio un fuerte portazo, se quedo contra la puerta con dificultades para respirar, su cara estaba completamente roja, se tapo la boca con la mano, ni ella misma podía creer su reacción, no podía comprender esos nervios repentinos, fue a mojarse la cara para refrescarse y quitarse ese ardor pero era mejor darse un baño ya que podía sentirse completamente mojada –Maldito Ero-Cook- la larga ducha que se dio le abrió paso a la noche cálida.

 

----------

 

Ya en la orilla todos estaban alrededor de una fogata comiendo entre escándalos, bueno estaban casi todos, dos personas aún faltaban al gran círculo, la navegante y Sora, Mizaki había dicho con anterioridad que había una sorpresa para los hombres.

-¿Cómo me veo Nami? La chica levanto su pulgar y la tomo de la muñeca para ir hasta afuera –Esto es vergonzoso-

 

-Tranquila, no tienes por qué sentirte así, camina más rápido-

 

-¡Luffy regrésame mi cangrejo!- Usopp comenzó a forcejear con su capitán, Mizaki lo tironeaba de la cintura, Chopper trata de calmarlos, Sanji comenzó a gritarles ya que estaban perjudicando la comida, Robin esperaba pacientemente ya que sabía lo que vendría, Franky y Brook eran simples espectadores -¡Suéltalo Luf-!- no pudo decir nada mas al ver a Sora, al igual que el resto se había quedado en un gran shock, la brisa hacia el movimiento de las plantas, el silencio se torno molesto, necesitaba que alguien hablara o acabaría explotando del enfado

 

-¡Te ves como un ángel!- grito Franky ¿Por qué últimamente mencionaban tanto a los ángeles? Se pregunto Sora mientras era devorada de pies a cabeza por las miradas, tenía un vestido verde que le llegaba a las rodillas, era bastante simple y unas sandalias del mismo color para combinar, por ultimo una cadena que tenía una piedra verde oscura

 

-¡Dejen de mirarme! ¡Pervertidos!- una leve sonrisa más un mínimo rubor estaba plantado en su rostro

 

-No te pongas así Sora, te ves genial, como esperábamos, te queda- Robin toco su espalda con la mano y la guio hasta uno de los lugares, cada uno de los tripulantes dejo de mirarla eso la hacía sentir más tranquila, primero ¿Por qué se había vestido así? No sabía el por qué Nami y Robin habían insistido para ello -Ten- le dio un tazón con Sake

 

-¡Un brindis por las nuevas Nakamas! ¡Sora y Mizaki!- Se aterro al oír a su capitán, se había levantado tan de repente que había dejado caer su tazón -¿Qué pasa?-

 

-¿Sora?- la arqueóloga se preocupo por su expresión de desilusión

 

-Perdón por no decirlo antes…Mizaki y yo nos iremos dentro de tres días- nadie entendió, nadie quiso creer lo que dijo, eso no podía ser posible, Luffy estaba muy encariñado con ambas –Lo siento- volvió a tomar su asiento, nuevamente tenia la mirada de sus Nakamas

 

-¡¿Por qué te irás?!- Nami fue la primera en reaccionar -¡No te vayas Sora!- la atrapo en un abrazo lleno de tristeza –Sora, por favor-

 

-Lo siento, ya lo eh decidido- se mostro firme, no se dejaría derrumbar por sus emociones, alejo a la navegante –Disfrutemos estos tres días ¿Si?- Robin miraba su vaso con agua con seriedad, estaba pensando hasta que un grito de Luffy la saco de su cabeza

 

-¡Entendido! ¡Lo entiendo!- nadie lo comprendió –Si es tu decisión no te detendremos pero recuerda que siempre serás nuestra Nakama- poso sus manos en el hombro de ella mostrándole que hablaba en serio, ella no necesitaba que haga eso, ya lo sabía perfectamente

 

-Gracias Luffy- Mizaki desde un costado miraba con pena a los Mugiwara, al parecer la idea de irse no le cayó muy bien, pero así siempre fueron las cosas para ella, pero esta vez no quería, era la primera vez que la trataron de ese modo tan único ya que siempre las cosas nunca le habían salido bien en los milenios que había vivido, rápidamente con el reverso de la manga se fregó los ojos, sentía que unas lagrimas se le escaparían y camino hacia los demás con una sonrisa, debía aceptarlo aun que le resultara triste para ella y tal vez para Zoro.

De a poco algunos iban cayendo por el sueño, los que estaban resistiendo eran Robin, Usopp, Sora y Sanji. Conversaban animadamente sin percatarse de que Sora se alejo por un momento para dar un paseo, la única que se puso atenta a ella fue la arqueóloga que de inmediato hizo florecer una oreja en la espalda de la chica.

Paso a paso se alejo de la fogata y ahora se encontraba perdida, se rasco la cabeza e intento orientarse, aun permanecía en la orilla, pero en vez de dar la vuelta y regresar en sentido contrario se dirigió al bosque, algunas ramas le golpearon la cara, se tropezó y se encontró con una que otra criatura nada simpática, se topo con un gran árbol que tenía unas bellas flores, camino alrededor de este para ver que tan ancho y alto era, llevo su mano al tronco tocándolo, había escrito algo pero estaba a una altura que su vista no podía alcanzar -¿Qué dice ahí?- se saco las sandalias y se preparo con intenciones de trepar

 

-Si haces eso te lastimaras los pies- de entre las sombras salió el cocinero, rompió un poco el acuerdo ya que fue él quien comenzó el habla

 

-¿Hasta cuándo seré acosada por ti? Me cansas- se apoyo en el tronco con los brazos cruzados, esperaba encontrarse con una criatura e incluso con Mizaki pero no pensó en el cocinero aun que había un 99,99 % de que la siguiera; se sentía el gran silencio. Un ciempiés más grande de lo normal se estaba trepando a la pierna de Sanji, de inmediato dio un grito y corrió junto a Sora, se aferro al árbol con miedo, eso le causo gracia a la muchacha ya que parecía un crio -¡A-A-Ayuda!- veía que el bicho se movía hacia él, con un leve movimiento lo corto para poder lograr que el cocinero cierre la boca de una maldita vez –Gracias Sora-Chan- se toco el pecho con alivio, no podía ligar con esas cosas

 

-Eres un niño atrapado en el cuerpo de un adulto y eso da pena- sonrió con malicia, esa burla toco de inmediato al chico

 

-¡No tiene nada de malo temerle a algo!- respondió molesto y avergonzado, sería la primera y única vez que le hablara así a una dama, ella sonrió por sus adentros al ver que le había levantado la voz por primera vez

 

-Que patético, aun eres un niño cocinero, deberías vivir en la luna para no encontrarte con cosas como esas- poso su mano derecha en su cadera y levanto el brazo izquierdo con el dedo hacia arriba señalando a la luna, se estaba burlando muy divertidamente del idiota.

Aprovecho esa oportunidad para continuar lo que dejo a la mitad

 

-Sora-Chan sé que es inútil repetirlo pero me disculpo contigo, estoy avergonzado por lo que sucedió-

 

-No quiero tu disculpa- respondió de inmediato, él sabía que no lo perdonaría pero al menos lo intento de nuevo –Porque yo no puedo perdonar algo que no hiciste- miro las estrellas que rodeaban a la enorme luna –Me di cuenta que aquel beso…yo pude detenerlo pero no lo hice, fue un beso extraño, diría que…salvaje, besas bien y estoy segura que Nami se enamorara perdidamente de ti- una sonrisa con lo dolor pudo demostrar

 

-Yo no amo a Nami ¿Por qué sigues diciendo eso?- le sorprendió que se lo dijera, si no era Nami ¿Quién era? –Yo amo a una persona que está muy lejos de mi alcance y para olvidarla te necesito Sora-Chan, siento que contigo puedo olvidar por eso…- se acerco a ella y saco una pequeña caja azul, le pidió que lo abriera y ella lo hizo lentamente –Es un regalo- no sonrió, ni se sorprendió, solo se centro en el regalo, estaba estupefacta, aquello que había mirado en aquella joyería ahora estaba frente a sus ojos, una cadena de plata que tenía una pequeña Katana como colgante, Sanji la tomo y camino hasta estar detrás de ella, dio un fuerte suspiro para darse el valor suficiente, primero retiro el collar que yacía en su blanco cuello, levanto sus brazos y los fue bajando lentamente hasta lograr que el colgante tocara el pecho de la chica, lo prendió y listo, volvió a pararse frente a ella para ver cómo le quedaba –Te queda maravilloso- llevo su mano a su pecho, acaricio con delicadeza lo que ahora tenía allí

 

-¿Por qué me das esto?-

 

-Porque eres importante para mí- sabía que no le creería mucho sus palabras así que continuaría con lo suyo; una brisa soplo suavemente –Sora-Chan ¿puedo pedirte algo?- ella dudo pero asintió al ver su seriedad -¿Saldrías conmigo?- lo miro con sorpresa, no se esperaba un pedido así, no podía creerlo, el cocinero solo la quería usar para olvidar, no había amor, pero si cariño, estaba segura de ello ahora que se lo pidió; se encontraba ensimismada en sus pensamientos, no podía aceptarlo porque era un hombre, pero su pecho le dolía en solo pensar que tal vez el chico se alejaría, que ya no le dirigiera la palabra, que no la mirara ¿Qué debía decir? Nuevamente sintió aquello en su pecho, poso su mano allí

 

-“¿Qué esto?” “Esto es… ¿amor?” “¿Me gusta Sanji?”-

Notas finales:

Asi ah finalizado, bueno, si me apresuro y paso una noche en vela el domingo les podre traer la conti, recenle a dios inspiracion para que eso suceda, gracias a aquellos que dejan algunas palabras y les fascina la historia

 

 

Besos!


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