Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cerca de ti por Mero-Mero-San

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Me esforcé mucho en terminarlo a tiempo así que espero reviews positivos XD
Me eh retasado un poco por el estudio, iba a publicarlo antes pero no se dio, gracias a todos por los reviews

Los derechos de los personajes pertenecen al Gran Oda-Sama
Comenzó a moverse con lentitud para que la peli verde se acostumbrara, ella por su parte estaba muerta, el viento la tenia encadenada impidiéndole moverse a su voluntad, lo único que podía hacer era sollozar con los ojos completamente empapados, Sanji…en ese momento maldecía al rubio, si no hubiera sido por su culpa eso no le estaría sucediendo; su men se rompió al instante de ser penetrada y el hilillo de sangre surgió de su parte inferior, contra su voluntad se contraía succionando el aparato de Simon, el comenzó a moverse con más rapidez, se satisfacía e intentaba satisfacerla

-So…ra- oír su nombre de unos labios desconocidos le dio repugnancia e incluso dolor, esperaba que su nombre surgiera de los labios del cocinero, quería oír su verdadero nombre mientras era penetrado por su amado, pero aquello ahora, solo sería un sueño –su interior…mm…es cálido-

-N-No…Sanji, t-te odio…- mordió su labio inferior como una promesa de odiar al Ero-Cook y que algo como eso no le volvería a pasar

-No lo odies…d-delicioso…tú tienes la culpa-

-¡Detente Simon!- Mizaki con una cuchilla se dirigió al chico que salió del interior de la peli verde para esquivar a la pequeña; Sora al sentir esa brusca retirada se quejo con la garganta seca -¡¿Por qué?!-
Se acomodo los pantalones -Tuve ganas- levanto sus hombros con sarcasmo -recuerda a que me dedico, Onee-San-

Sora con su fuerza masculina que aun permanecía en su alma se sentó -¿Onee-…San?- observaba el pasto con sus ojos careciente de cualquier luz

-¡No debiste hacerle eso! ¡¿Por qué?!- Mizaki atacaba con su cuchilla, pero era inútil, Simon con total sabiduría la esquivaba con simpleza -¡El ama a Sanji y le entregaría lo más preciado esta noche! ¡Te odio!- estaba profundamente cegada por el odio hacia el ángel que humillo de manera tal a su Onee-Chan -¡¡¡Desaparece!!!- un tornado se formo arrastrando arboles, ahuyentando aves y otros animales; Sanji diviso aquello y tomo dirección hacia el peligro, los Mugiwara también presenciaron desde lejos y se echaron la corrida hasta allí. Simon se cubrió con sus brazos y con dificultad decidió desaparecer, al parecer la pequeña se hizo mucho mas fuerte al tener a quien proteger. Calmo su respiración y sus habilidades, todo a su alrededor quedo hecho pedazos y lo peor no era eso -¿Por qué?...Onee-Chan- miro a Sora sobre su hombro, se encontraba inconsciente y con un color carmín en sus labios y muslos -imposible- a pesar de guiar a las personas a la muerte no podía evitar no llorar –lo siento-

Diviso a la pequeña -¡Mizaki-Chan!- su sonrisa de alivio se desvaneció al ver a Sora otra vez en un estado deplorable, en el suelo y con sangre en algunas partes de su cuerpo -¡Sora-Chan!-

-¡No te acerques a ella!- la mirada de Mizaki abierta de punta en punta y llena de odio lo pasmo, apretaba sus dientes, en cualquier momento los rompería, de solo recordar el sarcasmo en las palabras de Simon no pudo contener más su dolor, dio un grito que se expandió por todos lados aturdiendo a las personas de la ciudad, los Mugiwara, Franky y Robin desde el Sunny se taparon los oídos, a Sanji no le fueron suficiente sus manos. La onda se desvaneció lentamente, aves cayeron del cielo y ranas del pantano salieron a flote del agua, el rubio embobado camino hasta caer de rodillas frente a los pies de Sora -¡No te acerques a ella!- una patada de la niña lo alejo de su amada -¡Maldito, tú tienes la culpa de que mi Onee-Chan haya sido-!- sus lagrimas no se detenían –Mi Onee-Chan “Sabes Mizaki, no importa cuánto dolor pase, yo amare a la persona que me ame algún día” ¿Por qué recuerdo eso ahora?- sintió en el aire el inconfundible aroma de los Mugiwara –están cerca, Sanji-San, levántate de una vez- el Ero-Cook se sobo su cabeza y obedeció –escucha, por lo que ves mi Onee-Chan ah pasado por algo terrible- observo a la inconsciente, Sanji entrecerró sus ojos, no podía creerlo, su amada estaba…otra vez…

-Sora-Chan- susurro, sentía sus ojos arder

Mizaki se golpeó las mejillas para formarse de valor –¡Sanji-San, carga a mi Onee-Chan!- con sumo cuidado el cocinero la tomo en sus brazos, por suerte de la peli verde, su short y ropa interior habían sido acomodados gracias a la pequeña -¡No llores Sanji-San!- respiro y suspiro lentamente, apoyo su mano sobre el cuerpo de Sora –yo cambio el tiempo y el espacio a mi manera, modifico los objetos y seres a mi gusto, Onee-Chan tu cuerpo se restablecerá a como estaba ayer, arreglare todo, pero sé que no será lo mismo, lo siento- una suave brisa rodeo el cuerpo de la muchacha, los rastros de sangre regresaban de donde surgieron y las heridas se cerraron completamente –con esto estará bien-

-Mazaki-Chan ¿Qué acabas de hacer?-

-En esta era, algo como lo que acabo de hacer no debería extrañarte, vamos- caminaron alejándose del sitio

-¿Eres una usuaria?-

La pequeña negó –Soy algo más, te ayudo porque mi Onii-Chan te ama y además…los demás te odiarían si supieran que permitiste que algo así le sucediera, solo por esta vez te cubriré- aun que lo cubriera el dolor que reflejaba haría sospechar a sus compañeros –allí viene ¡Chicos!- agito su brazo con una sonrisa
Nami se acercó corriendo -¡Mizaki! ¡¿Estás bien?!- toco los hombros de la pequeña al estar lo suficientemente cerca

Le sonrió para calmarla -Yo estoy bien, mi Onee-Chan…- dirigió su mirada hacia la peli verde que ahora dormía en brazos del rubio

-¡Sora!- la navegante totalmente asustada toco la muñeca de su compañera -¡¿Qué le sucedió?!-

Luffy ya desde atrás estaba tronando los huesos de sus dedos -¡Sanji!- el cocinero no sabía que decirle en ese momento, Mizaki dio pequeños saltos mientras se reía frente al chico de goma -¿De qué te ríes Mizaki?-

Se detuvo y llevo sus brazos hacia atrás, se mecía con ayuda de sus pies –Onee-Chan se divirtió mucho con Sanji-San, solo está dormida, no te preocupes-

-Mentirosa- Mizaki se preocupó con sorpresa -el cuerpo de Sora se encuentra inestable, puedo sentirlo ¿Qué le ocurrió?- la mirada interrogadora del Capitán era de insistencia

La última carta en su manga; no deseaba utilizarla, pero si quería ayudar al pervertido no tenia opción –la verdad es que…- los Mugiwara clavaron sus miradas a la cohibida niña –puede ser que mi Onee-Chan…este esperando un bebé- hubo un momento de silencio que puso nerviosa al ángel, pero de golpe todos dieron un grito, Luffy con una sonrisa plantada en su rostro comenzó a dar grandes saltos, Usopp y Chopper se abrazaban y no dejaban de lado su escándalo, Nami no podía creerlo, solo tenía sus manos unidas

El Capitán detuvo su festejo, pero no desvaneció su sonrisa -¡Eso quiere decir que Sanji y Sora han-!- las manos de sus Nakamas lo callaron antes de completara una frase tan vergonzosa

-No festejen por favor, es solo una suposición mía- aclaro la pequeña, comenzaba a molestarle los festejos en vano

Nami la abrazo –lo sé, pero deja que estos idiotas continúen festejando, yo se que estas mintiendo por alguna razón, no te preocupes- hablo a lo bajo la peli naranja

----------

16:30 y Sora aun no despertó, todos en el barco ignoraban el estado original de la muchacha, las únicas conscientes eran Mizaki y Robin, era de esperarse, no pudo engañar a la arqueóloga, Sanji…Sanji se encontraba deprimido, se sentía de lo peor y no por lo que paso, solo porque simplemente la estaba utilizando por su propio bien, dio la ultima calada a su cigarro para después apagarlo contra el suelo –Perdóname Sora-Chan-

-¿Aun no despierta?- Usopp al fin hizo la pregunta del siglo a la pelinegro –estoy preocupado-

La pequeña le arrojo una manzana –tranquilo Usopp-San, mi Onee-Chan es fuerte ¿puede ser que te guste?- sonreía con picardía, pero el tirador solo negó calmadamente –ya veo, es mejor para ti- el narizón no entendió que quiso decirle –si llegaras a enamorarte de mi Onee-Chan ya estarías muerto- hablo a lo bajo con su mirada que reflejaba locura mientras subía las escaleras

----------

“¡¿Qué tan ciega eres?! ¡Ese cocinero no te ama! ¡Se deshará de nosotros! ¡Al final de todo moriremos sin que nos ame!”

-No es verdad…-

Robin cerró su libro y se acerco a la peli verde -¿Sora?- la nombrada abrió un solo ojo, no tenía la fuerza de abrir ambos –que bueno, al fin despiertas- la arqueóloga llevo su mano a la frente de la chica para chequear su temperatura –ya no tienes fiebre ¿Cómo te sientes?-

Movió sus labios, pero no podía soltar ninguna vocal, estaba muda; un escalofrió recorrió su cuerpo y en un flash recordó a Simon, en lo que había hecho, lo que le había quitado “Tú tienes la culpa” -¡¡¡No!!!- comenzó a revolverse salvajemente sobre la cama, como si quisiera quitarse de encima a alguien que no estaba -¡Vete, vete!- Robin en un intento de ayudarla la abrazo, dando lentamente el resultado que esperaba, aun con lagrimas en sus ojos se tranquilizo, se dio cuenta de que era su ángel guardián quien la refugiaba con sus alas del dolor y el miedo que su cuerpo retenía, la tripulación quien escucho con claridad el escándalo se presento de inmediato a la enfermería

-¡Sora! ¡¿Estás bien?!- la navegante quedo observando desde la puerta -¿Robin?-

-Está bien, solo tuvo un mal sueño- sobaba la espalda de la espadachín mientras aclaraba la situación a sus compañeros, Usopp parecía el más distraído de todos -¿Qué pasa Usopp?-

-No, solo que…¿Dónde está Mizaki? Estoy seguro que cuando hable con ella, se dirigía aquí, pero no la veo-

-Aquí estoy- todos miraron de un lado a otro, la pequeña asomo su cabeza desde debajo de la cama -¿los asust-?- su cabeza fue pisada por la espadachín

La peli verde estaba molesta -¡¿Qué haces debajo la cama?! Tienes tiempo para hacer estupideces- la pequeña omitía sonidos de dolor -cielos, esto es demasiado, iré a darme un baño-

-Espera Sora- como siempre, es en vano llamarla ya que ignoro palabra de la arqueóloga u otro de sus Nakamas –Mizaki, levántate de ahí-

-Yohohoho, creo que todos tienen distintos humores esta tarde…cierto, Luffy-San- el Capitán lo miro –supe que hoy hay una celebración en la ciudad ¿iremos?-

-¡Sí! ¡Celebración!- el chico de goma salió corriendo hasta la cubierta

-Vaya, veo que ve de menos la situación, ya que has sacado el tema Brook, no me parece mala idea- se levanto de la cama aun con Mizaki junto a sus pie -¿aun estas ahí Mizaki? Prepárense chicos, saldremos-

-¿Quién se quedara?-

-¡Nosotras!- el ángel en un instante se puso de pie -¡Yo y mi Onee-Chan nos quedaremos!- Nami y Robin dudaron un momento, no estaban seguras ya que la peli verde sufrió un mal momento cerca de la ciudad, solo lo sabia Robin, pero Nami se preocupaba por que recién despertaba -¿Qué?-

-Nada, cuídala bien por favor, nosotros nos enlistaremos para irnos- la pelinegro asintió de lo más calmada a la peli naranja

----------

Las gotas de agua tibia caían sobre su pronunciado cuerpo, solo dejaba que agua hiciera lo suyo, no se atrevía ni a tocarse para si quiera enjabonarse, no quería sentir el contacto de nadie, pero con Robin fue diferente, porque ella había dicho ser su ángel guardián, solo eso

-¿Qué quieres?- ni siquiera se viro para mirar al presente, con sentirlo le era suficiente

Dejo de ocultase detrás del marco de la puerta –Sora-Chan- el rubio no podía borrar su tristeza por lo sucedido hacia su peli verde

Ella sin darle importancia siguió con su baño -¿Qué quieres aquí? no tenemos nada de qué hablar-
-pero…- el cocinero sabia que ella tenía razón, pero aun que sea quería disculparse por haberla tratado de ese modo tan cruel en la ciudad –perdóname por favor, te dije cosas terribles delante de las personas- junto sus manos rogándole

Por su parte Sora se mostraba tranquila, se podría decir que algo adormilada –no me importa- camino despacio sin ocultar su desnudes e ingreso a la bañera –después de todo, nosotros no somos novios-

Sanji separo sus manos y la observo, podía sentir que ella hablo adoloridamente en serio-¿Qué dices Sora-Chan? Nosotros somos novios-

-No lo somos, ya no…- suspiro y entrelazo sus brazos hacia adelante -me has cansado, solo quiero estar tranquila ¿Podrías dejarme sola?-

Apretó sus puños y con pasos firmes se dirigió a su querida peli verde, no permitiría que la mejor relación que ah tenido hasta ahora se rompiera como si nada, de un momento a otro una cuchilla apuntaba a su estomago –Sanji-San, no debes…si le haces algo a mi Onee-Chan, terminaras muerto y eso sería terrible-

Sora se acariciaba su cabello mojado ignorando la situación entre ambos –Mizaki, si haces eso el piso se llenara de sangre y no quiero que alguien limpie cuando me estoy bañando-

-Entendido ¿entonces lo mato afuera?- Sanji no podía creerlo, la pequeña Mizaki hablaba de matar tan fácilmente y Sora no hacía nada para callarla, solo continuaba con las palabras. Oyeron el grito de Nami y el resto despidiéndose de ambas chicas, Sora se levanto y los saludo desde la ventana

-¡Sanji-San! ¡Vamos!- Brook lo llamaba para que se apresurara

-Ve Sanji-San, los chicos te llaman- alejo la cuchilla y corrió hasta estar junto a la espadachín –yo cuidare de mi Onee-Chan, vete-

-Sora-Chan-

-Vete de una vez, me estorbas- el rubio con mucho dolor acato las palabras de su ex–novia y se fue, Mizaki no estaba del todo feliz por la situación entre ambos, pero como ángel de la muerte no podía intervenir…pero como ángel del amor si –Mizaki, al 20:00 nos iremos al bosque-

-¿Por qué?-

-Nos iremos a las 20:00, solo eso- se vistió con una remera suya que le cubría hasta los muslos y fue a la bodega, la pelinegro tenía un mal presentimiento de lo que planeaba la mayor, era mejor mover las piezas de ajedrez antes de la que reina se sacrificara, no, el rey

La ventana se abrió de golpe -¿Qué planeas ahora Onee-San?- en el marco de la ventana un muchacho se encontraba de cuclillas

Se acomodo sus cabellos revoloteados por la ventisca -Nada que te incumba, esto es un plan que solo me incumbe a mi sola- se dirigió al espejo -¿necesitas algo aquí?-

-Nada, solo quería ver si podía darte una mano-

Frunció todos sus gestos –No me jodas, no necesito nada de tu parte Simon, vete-

El chico se rió -Tan fría como siempre, bueno, cuando me necesites llámame- un leve viento movió las cortinas de la ventana y el ángel de la desgracia ya no estaba
Notas finales: O.O sin palabras, ustedes tienen la ultima besos

¡Ah! por si quieren conocer mi rostro mi Face es Paula Chamorro, besos y los amo!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).