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Regret por IchirinNoHana

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Notas del capitulo:

Golden Button: Botón de oro/ Botón dorado.

Las oscuras nubes ubicadas en lo alto del cielo le daban un toque nostálgico a la escena. Fuji suspiró con un deje de tristeza, mirando con cariño las canchas vacías en las cuales habían pasado tantos momentos juntos. Miró a su lado a Eiji, quien colgado del brazo de Oishi sonreía mientras las lágrimas caían de su rostro. Inui impasible como siempre junto a Kawamura quien sonreía tristemente. Más allá estaba Tezuka, cruzado de brazos fingiendo que aquella despedida no le afectaba en absoluto, pero su mirada lo delataba. Se secó una lágrima que se deslizó silenciosa por su mejilla. La ceremonia ya había acabado y los otros tres miembros del club los estaban esperando en la salida. Sinceramente, el castaño no quería asistir por diversos motivos, y uno de ellos evidentemente era Tezuka.

 

Era claro que estaba acostumbrado a que de un día para el otro estuviese enojado sin motivo, pero encontraba insólito, que estuviese enojado el día de su graduación. Ya no le interesaba buscarle la razón a su actitud,  ya que lamentablemente dejarían de verse, exceptuando claro, las reuniones que harían luego de eso.

En cierto modo le entristecía haberse enterado por terceros que Tezuka se iría a Alemania después de las vacaciones. Allá estudiaría y sacaría adelante su carrera profesional. Mientras que a él no le había llegado ninguna oferta de beca, o una solicitud para irse a estudiar a alguna parte gracias a sus aptitudes en el tenis.

 

-          Oishi – murmuró - ¿Dónde harán la recepción?

-          En el restaurant de Taka-san. ¿Cambiaste de opinión verdad?

-          Si, pero iré más tarde.

-          Bien,  creo que es hora de irnos – le dijo a los demás.

 

Caminaron hacia la salida y Fuji miró por última vez las canchas de entrenamiento, era hora de continuar avanzando.

Se despidió de sus amigos y caminó en dirección a su casa. El muchacho de anteojos ni siquiera lo había mirado y no se extrañó en absoluto, después de todo estábamos hablando de Tezuka.

 

Dobló en una calle y se encontró con éste último apoyado en un muro. Se detuvo sorprendido.

 

-          ¿Qué haces aquí? Deberías estar con Oishi y los demás.

-          Nada – dijo mientras caminaba. El castaño lo miró curioso. ¿Había corrido toda la cuadra en dirección contraria hasta llegar ahí? Eso parecía.

-           

No supo de qué forma sentirse. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué le había dicho “nada”? Se apresuró hasta alcanzar su paso y caminó a su lado. No es como si Kunimitsu fuese a decir “quería verte”. O quizá “tenemos que hablar”. Más aún “Me gustas”.

Suspiró reprendiéndose mentalmente, ¿No había quedado en renunciar a toda esperanza? Estúpidos sentimientos.

 

-          ¿A qué escuela irás? – Fuji se sobresaltó con la pregunta.

-          Estaba pensando en irme a alguna en Osaka, o Sapporo también estaría bien.

-          Ya veo

 

La tensión que transmitía Tezuka era casi palpable en el ambiente. ¿Por qué estaba tenso? El castaño metió sus manos en los bolsillos mientras un incómodo silencio los envolvía.

 

-          Tezuka…

-          Me ofrecieron una beca en Alemania, pero aún no sé si aceptarla – el otro se sorprendió.

-          ¿Por qué estás dudando? – ambos se detuvieron.

-          Porque…

-          ¡Fuji-kun!

 

Ambos voltearon. El castaño se sorprendió al ver corriendo a Shiraishi hacia ellos. Tezuka lo miró confundido. ¿Qué estaba haciendo el capitán del Shitenhouji allí?

-          ¡Hola Tezuka! – hizo una seña con la mano mientras se abalanzaba sobre el otro, dándole un abrazo - ¡Felicidades Fuji-kun!

-          ¡Shiraishi! – exclamó mientras le correspondía el abrazo.

El de anteojos se limitó a observar que pasado unos segundos  el otro no se molestaba en soltar a Fuji.

-          Shiraishi – lo empujó suavemente - ¿No deberías estar en tu graduación? – el otro frunció el ceño.

-          Fue hace tres días.

-          No me lo habías dicho.

-          Si te dije – el castaño buscó en su memoria si el chico le había dicho eso.

-          No, no lo recuerdo.

-          Si te dije – le apretó la mejilla – pero descuida, no te sientas culpable – sonrió – Fui a buscarte a Seigaku y me encontré con tus amigos. Ellos me dijeron que te habías ido hacia tu casa.

-          Si, es que…

 

Kunimitsu dejó de escuchar en cuanto Shiraishi dijo “no te sientas culpable”. No entendía nada y una pregunta rondaba en su cabeza. ¿Desde cuándo eran tan amigos?

Carraspeó interrumpiendo la charla de los otros.

 

-          Fuji, tenemos que ir al restaurant de Kawamura.

-          Si, pero quiero ir a mi casa primero.

-          Te esperaré.

-          Oh, está bien, ¿Shiraishi, vendrás con nosotros a la fiesta?

-          ¡Claro! – dijo sujetando al castaño de un brazo.

 

El camino pareció ser el más largo en la vida de los tres. Por un lado Tezuka no sabía qué estaba sucediendo y la amistad entre ellos dos era algo que le costaba imaginar. Shiraishi no sabía sobre el amor de Fuji hacia Tezuka y no entendía la tensión que se cernía en el ambiente. Y Fuji estaba incómodo con la situación, ya que el de anteojos no sabía sobre su noviazgo. O al menos eso creía, porque el otro sí estaba al tanto, pero no sabía de quién se trataba.

 

Los tres entraron a la casa y el tensai les ofreció algo de jugo mientras esperaban en la sala de estar. El castaño se cambió de ropa rápidamente, para así llegar pronto y evitar que a Kuranosuke se le escapara algo sobre su relación.

Al entrar a la habitación donde estaban los otros dos, estos se encontraban hablando sobre tenis y la tensión parecía haberse esfumado.

Tezuka se levantó del sofá y se acercó a Fuji. Tenía una mancha de jugo en su camisa.

 

-          Fuji, ¿Me prestas una camiseta?

-          Oh, claro.

-           

Ambos abandonaron la sala bajo la curiosa mirada de Shiraishi. Entraron a la habitación del castaño y éste rebuscó en su armario algo que pudiese servirle. Encontró una camisa azul y se la mostró.

 

-          Esta me queda grande, creo que a ti te quedará bien.

-          Gracias.

-          No hay de qué, te espero abajo.

 

Al llegar al restaurant de Kawamura, sus amigos recién habían comenzado a comer. Shiraishi fue bienvenido y los tres se sentaron en una mesa.

Oishi, Ryoma, Kaidoh y Momoshiro miraron al extraño trío. El primero se acercó a Inui.

 

-          Vino a ver a Fuji – dijo el de anteojos antes de que Syuichiro pudiese preguntar algo.

-          Ya lo sé, pero es extraño. ¿Tezuka aún no lo sabe?

-          Claro que no.

-          Pensé que le habías dicho.

-          No – se ajustó los anteojos – tiene que enterarse por medio de Fuji.

 

Oishi volvió a su lugar, preocupado por Tezuka. Era un muchacho terco, llevado a su idea y con una dificultad evidente para expresar sus sentimientos. Para él no fue difícil darse cuenta de que a su amigo y capitán le gustaba Fuji. Pero claro, éste jamás daría el primer paso por más enamorado que estuviese. Y ahora estaba ahí, sentado con quién era su “rival” aunque en el momento no lo supiese, compartiendo una mesa en la fiesta de su despedida.

 

Shiraishi y Fuji abandonaron la fiesta temprano, y caminaron tomados de la mano durante el trayecto hacia la casa del ojiazul.

Al llegar, ambos se acostaron en la cama del tensai, abrazados.

 

-          Shiraishi.

-          ¿Hm?

-          Hay algo que quiero contarte.

-          ¿Qué es?

-          Antes de conocerte y de que comenzáramos a salir… Me gustaba Tezuka – dijo sin dar rodeos. Kuranosuke lo miró durante un segundo y luego sonrió.

-          No sé por qué lo imaginé – rió – Debo admitir que estoy algo celoso – el castaño se sorprendió ante la honestidad del otro – Iré a buscar agua, ¿quieres algo?

-          No, gracias.

 

Kuranosuke se levantó. Fuji lo tomó de la muñeca, deteniéndolo.

 

-          Ya está en el pasado – el otro sonrió y besó su frente.

-          Comprendo.

 

El capitán del Shitenhouji abandonó la habitación y Fuji se levantó a ordenar su uniforme, el cual había quedado sobre su escritorio cuando se cambió de ropa.

Miró su chaqueta y abrió los ojos sorprendido.

Le faltaba un botón.

Pero no era cualquier botón. Era el botón que estaba más cerca del corazón.

Revisó el suelo de su habitación y encima del escritorio, pero no había rastros del objeto. Si mal no recordaba, había escapado con éxito de sus fans. Entonces, ¿Dónde se había metido el botón?

 

Tezuka, en el silencio de su habitación, sentado sobre su cama, contemplaba el botón dorado que le había arrancado a la chaqueta del uniforme de Fuji.

 

-          Te amo, Fuji – le murmuró al botón con ternura – siempre lo he hecho. 

 

 

Notas finales:

You!

ESTÚPIDO TEZUKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ;-; Te odio tanto :'c 

Mientras escribía la última frase, tenía a Coldplay de fondo y casi lloré :c Se me está haciendo costumbre escuchar Coldplay mientras escribo.

Esto no tiene nada que ver, pero me diagnosticaron astigmatismo leve, lo cual me impide enfocar bien los objetos, así que ahora usaré lentes B) me llegan en tres semanas.

Eso!

Espero que les haya gustado, muchas gracias por sus lecturas y comentarios!

Jaa Ne!

IchirinNoHana.


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