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Regret por IchirinNoHana

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Notas del capitulo:

Don't comeback: No regreses.

 

El avión despegó, sacudiéndose fuertemente. Fuji cerró los ojos sintiendo el remezón por todo su cuerpo. El nudo en la garganta que a ratos se iba, volvió para atormentarlo.

Se cumplían exactamente dos meses desde que Tezuka se le había declarado. Y claro, dos meses desde que había desaparecido.

¡El gran Tezuka Kunimitsu lo había hecho otra vez!

Jugar con sus sentimientos no había sido suficiente. Ahora tenía que desaparecer. Y desaparecer con todas sus letras.

No contestaba las llamadas, ni los mensajes de texto, ni los e-mails, y sus amigos tampoco sabían dónde se había metido.

Dos semanas después de una incertidumbre que le carcomía los huesos fue a su casa a preguntar por él. Ahí se enteró que Tezuka se había ido a Alemania.

 

Posó una mano sobre su rostro. Una y otra vez, ¿Qué acaso no se cansaba de tener esperanzas en algo que no valía la pena? Porque así era; Tezuka no valía la pena.

 

Miró a través de la pequeña ventanita el paisaje de Tokyo que se alejaba cada vez más, los árboles, los edificios, todo se veía tan pequeño, como una maqueta hecha por manos profesionales.

¡Profesionales! ¡Tenistas profesionales!

Se maldijo internamente. Tenía que dejar de pensar en Tezuka.

 

Llegó al aeropuerto después de un par de horas de viaje. Sonrió al ver a Shiraishi esperándolo a la salida. Comenzaba una nueva etapa de su vida, y quizá no sería junto a Tezuka, la persona que tanto había amado durante tres años, pero Kuranosuke no era menos importante. No sabría qué hacer si el muchacho le llegara a faltar algún día y en ése momento se alegró de haber tomado esa decisión.

Sin embargo, para poder tomarla le llevó un mes, pero finalmente aceptó la propuesta de su novio: Se irían a vivir juntos.

Y no la había aceptado al inicio porque había alguien quien no lo dejaba avanzar. Pensaba en su ex capitán día y noche, y aquello lo estaba matando. Por supuesto, Shiraishi nunca llegó a saber sobre el beso que se habían dado fuera de Seigaku. Probablemente habría escuchado rumores de que había vuelto a Alemania pero hasta ahí quedaría.

Pero a pesar de que todo estaba relativamente tranquilo, Fuji no dejaba de sentirse la peor basura del mundo. Si bien era cierto, le había dicho a su novio que a Kunimitsu lo quería como un amigo, pero esa confesión  derrumbó el muro que el tensai se había demorado años en construir. Sentía que tarde o temprano terminaría hiriendo al ex capitán del Shitenhouji, y la sola idea lo aterraba hasta tal punto de querer desaparecer de la faz de la tierra.

 

El otro muchacho se acercó y lo saludó con un fugaz beso en la mejilla.

 

-          ¿Cómo estuvo el viaje?

-          Bien, estoy algo ansioso.

-          Yo  también – rió – ¿Eso es todo? – señaló sus maletas.

-          Si, ¿nos vamos?

 

El otro asintió mientras lo ayudaba con sus maletas. Tomaron un taxi. Syusuke se mordió el labio inferior. Necesitaba despejarse, vaciar su mente y concentrarse en su novio. “Tezuka se quedó en Tokyo, olvidado junto a mi amor por él” se dijo internamente, antes de deslizar su mano por el asiento, hasta entrelazarse con la del otro.

No debía permitir que aquellos sentimientos lo embargaran nuevamente, tenía que mirar hacia adelante. Aunque claro, tenía que mirar a su lado primero y darse cuenta de que no estaba solo.

 

 

Su departamento estaba ubicado en el séptimo piso de un edificio en el centro de la ciudad. Las nubes que por la mañana habían amenazado con un frente de lluvia desaparecieron y el sol se hizo presente en el cielo. Un par de días atrás, ambos habían pasado horas bajo la lluvia, comprando electrodomésticos y pequeños muebles para arreglar su nuevo hogar.

Fuji dejó sus maletas cerca de la puerta y se sentó en el sofá. El otro fue hacia el refrigerador, sacó una botella de agua y se la entregó al ojiazul junto a una llave.

 

-          Esta es tu copia – dijo sentándose a su lado - ¿Tienes todo listo para comenzar el año escolar?

-          Si, ¿y tú?

-          Aún me faltan un par de cosas, así que saldré a comprarlas.

-          Podemos ir juntos.

-          Claro – sonrió acomodando su cabeza en las piernas de su novio. Éste último, acercó su rostro y le dio un beso – Esto parece un sueño – rió Kuranosuke – Nuestro propio departamento. Tú y yo viviendo juntos. ¡Ah, no quiero despertar! Estoy ansioso por entrar a clases, quiero quedar en la misma clase que tú – le sonrió, acariciando su cabello.

-          Eso lo veremos hasta el lunes.

-          Presiento que así será. Quedaremos en la misma clase.

 

Se levantó y se subió sobre las piernas de Fuji.

 

-          Te amo.

Sonrió. Fue como si le hubiesen comido la lengua. Abrió la boca pero las palabras no salieron. Ésa era la primera vez que Shiraishi le decía eso. Sorprendido y desconcertado, dejó que las lágrimas fluyeran de su rostro, sintiéndose como un traidor cuando la imagen de Tezuka pasó por su mente. El otro lo miró con ternura y besó sus labios al mismo tiempo que lo rodeaba con los brazos, abrazándose mutuamente.

-          Te amo – repitió.

-          Gracias – susurró Fuji, aferrándose a su cuerpo.

 

 

Aquella reacción terminó por confirmar lo que Shiraishi creía. Tezuka aún estaba presente en la mente del castaño.

Se removió bajo las sábanas, inquieto. Era su primera noche allí y hubiese querido que durmieran juntos, pero el otro se encerró en la habitación de al lado mientras él miraba televisión.

Se levantó de la cama y abrió la puerta sigilosamente. Dio un par de pasos hasta quedar frente a la puerta de al lado.

Levantó la mano decidido a tocar, pero se detuvo. Frustrado y enojado consigo mismo, agachó la cabeza y se devolvió a su habitación.

En cuanto cerró la puerta, sintió los pequeños golpecitos que Fuji usualmente daba cuando quería dormir con él.

Abrió con el corazón latiéndole fuertemente. El castaño tenía la cabeza gacha y estaba sonrojado hasta las orejas, producto del sueño y de la vergüenza.

Se acercó a su novio lentamente y lo abrazó.

 

-          Lo siento – murmuró el ex tensai de Seigaku.

-          No, no digas eso, Syusuke.

 

El castaño levantó la mirada y rodeó el cuello del otro con sus brazos, apegándolo a su cuerpo. Shiraishi lo tomó por la cintura y cerró la puerta con el pie.

 

 

Aquel fin de semana pasó increíblemente rápido. Y la razón no era nada más ni nada menos que: sexo.

Esa noche se entregaron ambos por primera vez después de seis meses de relación. Las ansias de descubrir el cuerpo del otro, encontrar los puntos sensibles de cada uno, habían encontrado el empujoncito que su relación necesitaba.

Y como novios y amantes, partieron ese lunes a la preparatoria.

 

El día estaba aceptablemente despejado. No había demasiadas nubes y se esperaba que el sol pronto comenzara a calentar más la ciudad. Había un ligero viento helado, dando los primeros indicios del otoño.

Un escalofrío recorrió la espalda del castaño, haciéndolo temblar.

 

-          ¿Tienes frío? – le preguntó Shiraishi.

-          Algo – le sonrió. El otro se desenrolló la bufanda que llevaba al cuello y la envolvió en el de Fuji.

-          Gracias.

 

Ambos sonrieron. De no ser porque ya estaban cerca de la entrada del lugar de estudios y la calle estaba llena de estudiantes, se hubiesen besado ahí mismo.

Una vez divisados los tableros, Kuranosuke corrió hasta ellos, empujando a los otros estudiantes que también estaban verificando su clase.

Pronto, Fuji llegó hasta el otro muchacho, quién claramente, lucía decepcionado.

 

-          Fuji… Quedaste en el A y yo en el B.

 

El castaño buscó su nombre en la lista, y efectivamente así era.

 

-          ¡Demonios…! – ambos escucharon aquella maldición y voltearon.

-          ¿¡Shishido!?

El ex integrante del Hyoutei los miró sorprendido.

-          ¿Fuji? ¿Shiraishi?

-          No esperaba verte aquí, Shishido – dijo Fuji.

-          Bueno, Tokyo me tenía aburrido.

-          ¿En qué clase quedaste?

-          En la B, ¿Ustedes?

-          Yo en la A, Shiraishi en la B también.

-          Ya veo. Bueno, supongo que seremos compañeros Shirashi – Éste frunció el ceño.

-          Shishido… no lo haces sonar muy bien.

Fujirió.

-          Creo que deberíamos irnos.

Los otros asintieron.

Entraron al edificio y subieron hasta el segundo piso. Las salas quedaban una al lado de la otra, así que mantendrían contacto frecuente.

 

-          Realmente quería estar contigo en la misma clase – Shiraishi bufó, haciendo un puchero.

-          Lo sé, yo también, pero no hay nada que podamos hacer.

-          Está bien – suspiró, resignado ante la idea de estar sin el castaño – Vendré por ti en el receso.

-          Entonces nos vemos, adiós Shishido.

 

El otro castaño le hizo una seña con la cabeza y Fuji entró a su salón. Inmediatamente después el primero le comentó a Kuranosuke:

 

-          Parecen novios – sonrió burlonamente.

El otro lo miró divertido.

-          ¿Lo son? – caminó tras el ex capitán – ¿¡Lo son!?

 

 

Fuji eligió un asiento a un lado de la ventana. Miró de soslayo el puesto a su lado, que aún estaba vacío. Hubiese deseado que su novio fuese quien ocupara aquel asiento.

Desvió la mirada hacia la ventana. Podía ver la entrada de la preparatoria.

Se estremeció de pies a cabeza. Era la misma sensación que había tenido minutos atrás. Miró la bufanda de Shiraishi y sonrió, olía a su perfume.

 

En ése momento entró su nuevo profesor al salón, dejó su maletín sobre la mesa y se presentó.

 

-          Bienvenidos a un nuevo año escolar, mi nombre es Totsuka Hiroshi. Antes de comenzar la clase, quiero que recibamos a un alumno en especial. Estudió un tiempo en el extranjero – se giró hacia la puerta e hizo un ademán con las manos – Pasa, por favor.

 

Fuji se congeló en su asiento. La piel se le erizó y pareció como si el tiempo se hubiese detenido.

 

-          Mi nombre es Tezuka Kunimitsu, un gusto en conocerlos – hizo una pequeña reverencia, y al levantarse miró directamente a Fuji.

 

Su corazón comenzó a latir con velocidad. Miedo, sorpresa, enfado y muchas emociones más lo embargaron. ¿¡Qué estaba haciendo Tezuka en Osaka!?

Notas finales:

You! 

¡Profesionales! ¡Tenistas profesionales! ¡JAJÁ! me reí. ¿A quién no le ha pasado eso?

Bien, espero que les haya gustado^^ Salió más largo porque estuve varios días trabajando (Entiéndase por: no llegaban mis profesores y me iba a un rincón a escribir)

Ah, se me olvidaba. Si, puse a Shishido. Es que es adorable *-* 

Jaa Ne!

IchirinNoHana.

 


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