Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Regret por IchirinNoHana

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Feel: sentir.

Shiraishi abrió violentamente la puerta del departamento, lanzó su bolso a una esquina de la habitación y se encerró en el baño.

Fuji entró tras él, cabizbajo. No sabía qué decirle y era evidente (desde una gran distancia) que su novio estaba enojado. Miró la puerta del baño y escuchó correr el agua de la ducha. Se frotó las sienes mientras entraba a la habitación de huéspedes, dónde, estaba claro, dormiría esa noche.

Se sentó en la cama, mirando sus pies. ¿Qué haría ahora? Pedirle perdón no sería suficiente. Habían pasado casi tres meses desde el día donde Tezuka y él se habían besado y por ende, pensó que ya no valía la pena contarle a Kuranosuke, sobretodo porque su relación era estable y porque supuestamente, ya no estaba interesado en el muchacho de anteojos. Y era justamente, éste último quien arruinaba en un segundo todo lo que había tardado en construir con su novio.

Igual que la última vez, no había bastado con derrumbar su muro interior, ahora llegaba de Alemania, hacía lo que se le daba la gana y derrumbaba su relación.

 

Pero, ¿podía culparlo realmente? Si hubiese querido, habría alejado a Tezuka cuando se habían besado. Pero no lo hizo. Por otra parte, tampoco había sido sincero con la persona que más le importaba en esos momentos. Y ahora estaba pagando las consecuencias.

¿En qué estaba pensando? Tres años. ¿Sólo le había gustado durante tres años? ¿O sus sentimientos por Tezuka habían llegado más lejos?

Le desesperaba no saberlo. No entendía cuáles eran sus sentimientos hacia Kunimitsu, y a la vez, le preocupaba no tener claro cuáles eran los sentimientos hacia Shiraishi.

 

La ducha se detuvo. Syusuke pudo escuchar los pasos del otro en la habitación de al lado, luego en la cocina y por último en la sala de estar. Se levantó con un mar de emociones invadiendo su corazón, decidido a pedirle perdón y darle explicaciones. O por lo menos hablar con él. Ser sincero. Porque no lo estaba siendo.

Recordó aquella vez, cuando Shiraishi le había preguntado qué era lo que sentía realmente por el muchacho de anteojos. Le había respondido que lo quería como un amigo y a él como su novio. ¿Había sido realmente sincero?

 

No. Por supuesto que no.

 

Al salir de la habitación vio la cabeza del otro que sobresalía del sofá, cubierta por una toalla. Estaba con la televisión encendida, pero dudaba que la estuviese viendo.

Se acercó por detrás y tocó un mechón de cabello de su nuca. Shiraishi lo evadió, recostándose de lado en el sofá.

 

-          Oye – murmuró – Yo… lo – se mordió el labio – Lo siento.

-          Un beso… ¿Es enserio?

Fuji lo miró. Tenía el rostro cubierto con la toalla, pero aun así, podía notar el dolor en sus palabras. Rodeó el sofá y se agachó en cuclillas, quedando su rostro frente al otro. Sintió cómo su corazón se apretaba fuertemente. Shiraishi estaba llorando.

-          Perdóname.

-          Te pregunté – dijo, secándose las lágrimas con la toalla – te pregunté qué era lo que sentías por Tezuka.

-          Lo sé, lo siento – acarició su mejilla.

-          No – alejó la mano del castaño – Yo… no puedo competir con un amor que duró tres años, ¿verdad? Es más, un amor que ha durado más de tres años - Syusuke se mordió el labio inferior y agachó la cabeza – Yo confiaba en ti. Te amo, pero no sé si pueda lidiar con tus sentimientos por Tezuka.

-          No…

-          Lo siento – se levantó – Quiero estar solo.

-          No, espera – trató de tomar la mano del otro, sin conseguirlo – espera. Yo… ¡yo te…!

Shiraishi se detuvo y lo miró expectante. Pero Fuji no completó su frase. Cabizbajo, caminó hasta su habitación y un par de minutos después salió con su mochila y un bolso. Fuji seguía en el sofá, sentado, apretando sus manos.

 

-          Iré a ver a mi hermana.

 

El castaño no respondió. Cuando Kuranosuke cerró la puerta, dejó caer las lágrimas que había luchado por contener durante toda la tarde. Se recostó en posición fetal, y pronto se quedó dormido.

 

 

 

Había olvidado lo que se sentía dormir a saltos por la noche. Eso le sucedió con frecuencia durante la secundaria, y la culpa de todas esas noches en vela la tenía Tezuka. Era en ese momento también, en el cual se percató de que había dejado de dormir a saltos estando junto a Shiraishi. Y la noche anterior, había vuelto a dormir mal, solo que esta vez, la razón había cambiado completamente.

Su novio, si es que aún podía llamarlo así, no había llegado a dormir. No se sorprendió de aquello, estaba claro que la excusa para no quedarse ahí había sido que iría a ver su hermana. Era normal después de haber tenido aquella discusión. Sin embargo, debía admitir que su corazón le había dolido al despertar por la mañana y no ver a Kuranosuke a su lado.

Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, tenía unas ojeras horribles, y no supo cómo ocultarlas. Se sentía culpable y había pensado una y mil cosas para explicarle a Shiraishi qué era lo que había sucedido, y qué estaba pasando consigo mismo.

“Yo confiaba en ti. Te amo, pero no sé si pueda lidiar con tus sentimientos por Tezuka”

¿Eso había sido una ruptura? ¿Un “deberíamos darnos un tiempo”?

Suspiró entrando con la cabeza gacha a su salón para que no notaran sus ojeras. Se sentó en su asiento y dirigió la vista hacia afuera.

Shishido se asomó en la puerta y se acercó a Fuji.

 

-          Oye, Fuji…

El castaño volteó y Ryou quedó momentáneamente sin habla, al ver que éste estaba igual, o peor que Shiraishi, en el salón de al lado.

-          Ehm… no es que quiera entrometerme en su relación, ya sabes, con Shiraishi y todo eso, pero, ¿qué fue lo que sucedió?

-          Nos peleamos – sonrió – son cosas que pasan.

-          Lo sé – dijo no muy convencido – Tch, no quiero arruinarte la mañana, pero Shiraishi no me habla y ha estado llorando desde que llegó.

-          Hoy hablaré con él nuevamente – desvió la mirada hacia la ventana.

-          Está bien. Suerte – dijo Shishido antes de abandonar el salón.

 

Fuji no se dio cuenta cuando Tezuka pasó a su lado y se sentó tras él. Lo único que pasaba por su mente era que Shiraishi estaba en el otro salón, sufriendo por culpa de él. ¿Qué haría si el otro quería terminar?

 

 

 

A primera hora de la mañana, la maestra que le tocaba era una mujer de unos cuarenta y tantos, era tan gruñona como inteligente. Demasiado feminista, y era quien les exigía más rendimiento, sobre todo, a los varones. Hacía y deshacía a su gusto, y para desgracia de Fuji, aquella mañana había llegado con un humor de los mismísimos infiernos.

 

-          Informe para el jueves – alzó la voz – en parejas o grupos de tres.

Hubo quejas en la mayor parte del salón. Aquello la hizo enojar más de lo que ya estaba - Tú – señaló a un muchacho de los asientos de adelante – con el de al lado – continuó caminando – ustedes tres; tú con el de atrás; chicas a ustedes no las separaré, pueden ser las cuatro; tú – continuó – el de al lado; tú – señaló a Fuji – con el de atrás. ¡Tú! No se puede comer en clases… - continuó asignando las parejas.

 

Fuji se llevó una mano a la frente. ¿Por qué él? ¿Por qué ahora?

-          Las instrucciones para el informe son las siguientes…

-          Fuji…

Dios. No quería voltear, sin embargo, puso todo su esfuerzo y se volteó lentamente. Tezuka miró fijamente sus ojos hinchados y sus ojeras. Un nudo se formó en su estómago.

-          Oye… - trató de alcanzar la mejilla del otro, pero éste lo evadió.

-          Podemos trabajar en la biblioteca después de clases.

-          Está bien – hizo una pausa – Fuji, ayer yo…

-          No quiero hablar de eso – contestó cortantemente y volteó – iremos a la biblioteca después de clases.

 

 

Cerca de las diez de la mañana comenzó a dolerle la cabeza. Las horas parecieron eternas y al finalizar las clases, después de haberse tomado ya dos pastillas para el dolor, éste persistía en sus sienes.

Tezuka se paró a su lado.

 

-          Fuji, ¿estás bien?

-          Sí. Vamos, terminemos esto pronto.

 

Ambos pasaron por fuera del salón de Shiraishi. Tenía un horario diferente, por lo que salía más tarde. El castaño pensó que, si terminaba pronto tendría tiempo de llegar al departamento antes que el otro. Y de esa forma no tendría que decirle que había estado con Tezuka.

Entraron en silencio a la biblioteca y se sentaron en una mesa algo alejada. Fuji sacó un bloc de notas.

 

-          ¿Tienes los apuntes? – preguntó.

-          Si – buscó en su bolso y sacó un cuaderno – ten, iré a buscar libros que nos puedan servir – se levantó.

-          Está bien – abrió el cuaderno – Literatura clásica japonesa – suspiró llevándose las manos a su cabeza, el dolor comenzaba a ser más agudo.

Chistó enojado y comenzó a hacer la introducción del trabajo. Un par de minutos después llegó Tezuka con un par de libros.

-          Encontré libros de la historia de la literatura y otros donde habla cómo ha ido evolucionando – se sentó a su lado.

-          Bien…

-          Oye, estás rojo – dijo posando su mano en la frente del otro. Fuji se alejó instintivamente - ¿Qué pasa? No te haré daño, estoy comprobando tu temperatura.

El castaño se relajó. Cerró los ojos y se mantuvo quieto y en silencio. Sintió cómo la mano del otro volvía a su frente.

-          Tienes fiebre.

-          No importa – lo miró - continuemos con esto.

-           Es para el jueves. Tenemos dos días.

-          No…

Tezuka se levantó, guardó el bloc de notas de Fuji en su bolso y lo ayudó a ponerse de pie.

-          Vamos, te acompañaré hasta tu casa.

El otro simplemente no pudo protestar, se sentía débil. Un sudor frío recorría su cuerpo y le dolían las articulaciones.

Salió a duras penas del edificio. Comenzó a respirar con dificultad y tenía los ojos entrecerrados.

-          Deberíamos ir al hospital.

-          No… estoy bien, creo que necesito dormir, ayer no dormí bien – Tezuka tomó el brazo izquierdo del castaño y lo pasó alrededor de sus hombros - ¿Qué estás…?

-          Apenas puedes mantenerte en pie, no te quejes, así llegaremos más rápido.

Fuji no protestó.

Caminaron en silencio por la ciudad durante unos minutos, hasta que Syusuke le indicó al de anteojos el edificio donde residía.

Subieron en el elevador. Tezuka tomó las llaves del bolsillo del otro y abrió la puerta.

 

Recostó a Fuji en el sofá y éste soltó un suspiro. Lo ayudó a quitarse la chaqueta y le abrió un par de botones de la camisa.

 

-          Estás sudando. Traeré agua y una toalla. ¿Dónde…?

-          En la habitación… están en un cajón pequeño. El primero… a la izquierda.

 

Kunimitsu tragó saliva. Entró con cautela en la habitación. Todo estaba completamente limpio. Se acercó a la mesita de noche y vio una foto de Shiraishi y Fuji abrazados, con una sonrisa en el rostro. Posó su mirada en la cama y gruñó. Probablemente dormían juntos. Aunque eso, más que probable, era obvio, ¿no? Viven juntos, comen juntos, quizá hasta se bañasen juntos.

El corazón se le apretó. Eran cosas que ya había imaginado, pero el hecho de estar ahí había dolido más de lo que creyó.

Buscó la toalla, pasó a la cocina a llenar un recipiente con agua y volvió al sofá donde estaba Fuji. Se había quedado dormido.

Remojó la toalla, la exprimió y la puso sobre la frente del ojiazul.

 

-          Fuji… Así que, ya no eres – hizo una pausa – virgen – murmuró.

Desde que había comenzado a tener sentimientos por Fuji, una de las cosas que pensaba usualmente era que quería ser el primer hombre en la vida del castaño. Pero se había declarado tarde, se había ido a Alemania; había hecho una serie de cosas que habían desencadenado la actitud que tenía Syusuke con él.

 

-          Si te hubiese dicho antes lo que sentía, ¿las cosas serían diferentes ahora? – miró con ternura al otro – Te amo Fuji, y quiero que sepas, que estoy arrepentido de no habértelo dicho antes.

 

Escuchó que metían la llave en la cerradura de la puerta y tragó saliva. Se quedó quieto en su lugar, casi sin respirar.

 

-          ¿¡Qué estás haciendo aquí!? – cerró los ojos, maldiciéndose internamente. Se puso de pie y vio al actual novio de la persona que amaba, rojo de furia.

-          Fuji está enfermo, tiene fiebre.

-          Debería haberme llamado.

-          Pero ustedes se pelearon, ¿no?

Shiraishi lo miró enojado. Dejó sus cosas en el suelo y se acercó al sofá.

-          Fuji… - susurró acariciando su mejilla – Gracias por traerlo –dijo con sinceridad – pero ahora puedo cuidarlo yo.

Tezuka no le respondió. Tomó su bolso en silencio y se acercó a la puerta.

-          Fuji – dijo levantando un poco la voz para que fuese escuchado. El nombrado abrió levemente los ojos – Ich liebe dich.

Cerró la puerta suavemente. Tanto Fuji como Shiraishi sabían lo que aquello significaba. Kuranosuke miró al castaño.

-          Oh, estás despierto.

-          Me desperté… cuando te oí llegar…

-          Ya veo – quitó la toalla de su frente, la remojó en el agua y la puso otra vez - ¿Por qué no me llamaste?

-          Estás… enojado – respiró con dificultad.

-          Sí – admitió – pero esto es diferente, estás enfermo.

-          No importa…

-          Claro – dijo molesto – No quieres decirme nada pero a Tezuka sí se lo dices

-          No le dije… él… yo…

-          Ah, olvídalo.

-          Shiraishi, yo… no entiendo qué pasa – tragó saliva – de verdad, ya no comprendo…

-          Syusuke… sé que este no es el mejor momento para decirlo, pero… - suspiró – creo que deberíamos darnos un tiempo.

El castaño abrió los ojos sorprendido. Trató de levantarse, cosa que hizo bruscamente. Los ojos se le desorbitaron y se desmayó.

-          ¡Fuji…!

 

 

 

Notas finales:

You!

¿Cómo están? Yo mejor:3 ya no me duelen las muñecas! >3< Pude escribir libremente.

En mi liceo, celebramos el día de la diversidad cultural, y a cada curso le toca un país, y tienen que vender comida típica y hacer como, muchas cosas lindas y culturales de ése país, además de una coreografía jaja. ¡Y a mi curso le tocó Japón! Estoy emocionada jajaja porque vestiré algo parecido a un Kimono y muchos de mis compañeros harán cosplays xD Me tiré al suelo cuando me dijeron que nos había tocado Japón >3<

Es lo que necesitaba para quitarme el estrés.

¡Muy bien! Espero que les haya gustado:)

Jaa Ne!

IchirinNoHana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).