Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Desliz por MinychanMisheta

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tengo tanto sueño. Estoy tan cansada. Tan cansada del mundo.

¿No has oído el dicho: si tienes hambre, come?- Monkey D. Luffy

 

Había soñado con su madre y cerezos en flor. Despertó pero no abrió los ojos. Se notaba en los brazos de su chico. Su chico, que bien sonaba. Además le llegaba su olor. No quería que esa sensación de paz desapareciese así que se acurrucó más en él.

-Cachorro dormilón. ¿Que haces despierto? Aún no ha amanecido.

-No se, solo desperté, ¿me has estado velando toda la noche?-El otro asintió.-Gracias.

Lo notó algo febril, pero nada comparado con lo del día anterior. Inuyasha se acercó a besarle.

-Gracias por cumplir tu promesa...y despertarte con nosotros...

-Te dije que os cuidaría y protegería, mi cachorro. Ahora y siempre, no lo olvides.-Y selló su promesa con un dulce beso.

Se besaron un poco más. Se reían como dos adolescentes enamorados.

-Me haces, ¡ah!...cosquillas, ¡para!. En serio, no me gustan las, ¡ah!...cosquillas...-Koga le pasaba la nariz por el cuello. De vez en cuando le lamía y le mordía. Le daba pequeños besos y pasaba sus manos por todo su cuerpo.-Es...estás juguetón...¿eh?

-Se que estás débil y no debería hacerte esto. Pero eres tan delicioso.-Le besó con pasión.

-Estaré enfermo...-Usando su poca fuerza debido a la fiebre consiguió ponerse encima de él.-...pero no estoy débil...

Inuyasha se colocó encima de las caderas del lobo, haciendo rozar su trasero con la incipiente erección del demónio. Este lo hizo agacharse para besarse.

-Cachorro travieso.

Inuyasha echó una media sonrisa, se acercó a su oreja, la lamió y mordió y le susurró.-No sabes ni cuanto...

Jugó con todo el cuello y la clavícula, dejándole marcas similares a las que él lucía por todo su cuerpo. Dejando un reguero de marcas y saliva, paseándo su lengua y sus dientes por todos sus pectorales. Se deshizo de la yukata que llevaba y desanudó la del lobo.

Este pasó sus manos por sus piernas. Le dió un beso, en él notó cierto nerviosismo proveniente de su cachorro. ¿A que venía eso de rep....? No había acabado su frase mentalmente. El medio demónio se había metido su erección en la boca. Joder, era un novato y a veces se pasaba con los colmillos, pero se sentía en la gloria. Esa imagen se le grabaría en la retina por el resto de su vida. El cachorro con su miembro en la boca chupándolo golosamente, masturbándolo, lamiéndo la punta. Tan sonrojado, con los ojos color miel brillando de placer. Si seguía así se correría, y no quería que acabara ahí la diversión. Lo alzó y le besó con desesperación, lo oyó reírse.

-Quién ríe el último, ríe mejor, cachorro. Ya veremos si te hace tanta grácia cuando te tenga suplicando que te folle más duro.

-Eso ya lo veremos...lobo.

-Con que esas tenemos...

Lo tumbó bocarriba. Mientras le mordía el hombro la metió hasta el fondo. Y no se movió.

-Muévete...

-Na, na...veamos si ahora es tan gracioso...-Se movió endemoniadamente despacio.-Shhhh...déjame verte...

Le daba hasta el fondo pero lento, rozándo su próstata. Se miraron a los ojos. Inuyasha gemía bajito. Suspiraba, gimoteaba.

-Eres toda una belleza mi cachorro...

-Ah...no digas...es...ah...esas cosas...

-Solo digo la verdad.-Se agachó a besarle sin dejar de embestirle.-Tus ojos tienen un color a miel fascinante. Y tú piel es incluso más dulce que esa miel. Tu pelo es tan hermoso. Tengo tanta suerte de tenerte mi cachorro.

-Ah...mentira...ah...la suerte es mía...ah...por tenerte a ti...conmigo...¡ah!...con nosotros...

Koga sonrió. Su cachorro. Suyo. Solo suyo. Y tendría que serlo por siempre. Se puso de rodillas y lo alzó con él, Inuyasha gimió al sentir como todo el duro miembro entraba hasta el fondo. Sin moverse le besó despacio. Siempre sería suyo. Nadie osaría tocar ese cuerpo que ahora le pertenecía. Le protegería, a él y al pequeño que venía. Los cuidaría. Los mimaría. Los amaría.

Los amaba.

-Inuyasha...Sé mío...

-Pe...pero yo ya soy tuyo...

-Lo se, mi cachorro...pero quiero que seas mío en todos los sentidos...-Le miró a los ojos, le acarició los lábios.-Cásate conmigo cachorro...

Inuyasha abrió los ojos sorprendido. Casado con el lobo. Estarían juntos para siempre, para todo. Casado. Él casado. Sonrió. Casados. Le besó.

-Serías mi esposo.-Dijo cogiéndole de la mano.

-Y tú el mío.

-Tú esposo...me...me gusta como suena...

-¿Eso es un sí, mi cachorro?

-Eso es un sí, mi lobo consentido.

Le besó.-Se que suena repentino pero...esto me hace feliz, Inuyasha.-se volvieron a besar.-¿Preparado?

El peliblanco asintió. Koga se mordió la muñeca e hizo lo mismo con la del menor. La sangre brotaba de ambas heridas. Bebieron la sangre del contrario, era excitante, notaba el miembro del lobo endurecerse en su interior. Ahora su organismo reconocería al otro. No podrían engendrar hijos si no era con su pareja, tendrían algo de empatía y mayor facilidad para rastrearse. Podría parecer algo superfluo, pero para dos personas que viven tantos años, jurárse amor eterno era mucho decir. Y ellos lo acababan de hacer.

-Koga...-Inuyasha dejó de beber. Miró al lobo a los ojos, apartó su mano y la puso en la mejilla de este.-Te...te quiero...

Sonrió. Su cachorro. Su esposo. Le beso despacio, saboreando sus labios.-Y yo a ti mi dulce cachorro.-Se besaron con más pasión.-Y ahora...-Se tumbó.-Como me has llamado consentido, quiero que me consientas y te muevas.

Inuyasha rió. Subió y bajó una y otra vez, empalándose a sí mismo. Que grande y que dura. Joder, le encantaba. Gemía y gritaba, y le daba igual, se sentía en el mismo cielo. Veía a Koga suspirar y gemir de vez en cuando. Le cogía de las caderas o de las nalgas para meterla aún más.

-Mmmhh...¡ah! Me encantaaaaah...

-Mhgg...¿te gus...ta cachorro?

-Síii, Koga...me gusta mucho...

-¿Quieres más?

-Siiii, por favor...

Koga lo recostó y empezó a embestirle cada vez más fuerte. Inuyasha se mordía los puños para no gritar muy fuerte, se sentía en el mismo paraíso. El lobo le cogió las manos y las sujetó con la suya encima de su cabeza.

-Quiero oírte cachorro.

-Despetaré a...¡ah!...todos...

-Te aseguro yo que no. Disfruta pequeño.

Cada vez más rápido y duro, si es que podía. Le masturbó con su otra mano, lo veía retorcerse de placer. Se corrió gritándo su nombre, ante su estrechez, en un par de embestidas se corrió dentro de él.

Salió despacio de él. Se tumbaron uno frente al otro, con las piernas enredadas, normalizando la respiración. El lobo lo estrechó entre sus brazos, él le acariciaba el torso. Le miró y le sonrió.

-¿Pasa algo?

-Mi esposo...Mío y solo mío. Está muy bien, ¿no crees?

-Si, está muy bien.-Se acurrucó en él.-Te quiero.

-Y yo a ti.-Le besó el pelo.-Descansa, demasiadas emociones para un día.

Inuyasha asintió, se dejó arrullar, que Koga le ronronease como solo él sabía. Así se durmió, soñando esta vez con su propia familia.

Notas finales:

Piérdete por el mundo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).