Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Desliz por MinychanMisheta

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues, tengo resaca xD

Si luchas con monstruos, cuida de no convertirte también en monstruo. Si miras durante mucho a un abismo, el abismo puede asomarse a tu interior.- Friedrich Nietzsche.

 

Koga embestía a un mojado Inuyasha dentro de la bañera de aguas termales de su casa. Su hijo estaba profundamente dormido y no se enteraba de nada, así que Inuyasha gemía y chillaba sin control. Le arañaba la espalda, le mordía el hombro, le pedía más y más y él se lo daba. Se corrió dentro de su esposo y este, al notarse tan lleno de su semen caliente, no tardó en correrse con un sonoro gemido.

Tras un mes de haber dado a luz había recuperado su figura, volvía a tener más músculos, la cara de chico refunfuñón de siempre, su mala leche. Y también tenían responsabilidades como la aldea, el niño, la caza, la justicia. Koga hacía participar activamente a su esposo para que no lo vieran como un objeto, si no como lo que era, un demónio fuerte aunque solo llevara la mitad de su sangre. Además, Ryoga ya tenía un mes, comía y dormía mucho, como Inuyasha; y tenía la piel tostada, como él; le habían abierto un poco los ojos y los tenía glaucosos, así que habían esperado a que los abriera cuando él quisiera y que fuera sorpresa. Tenía pura sangre demoníaca y de vez en cuando aún tenía pequeñas subidas y bajadas de poder que le asustaban y le hacían llorar durante un par de horas.

Con todo eso, no habían estado mucho juntos, además, Inuyasha notó que cuando volvió a ser humano, por que durante todo su embarazo no lo había sido, su esposo se alejó aún más de él. Y por eso habían discutido. Bueno si es que eso se puede llamar discutir. Cuando iba a entrar en el agua con él, Inuyasha le dijo que si tan poco le gustaba ya podía dormir en otra cama. Y Koga le echó una mirada enfadada y lo acorraló haciéndole el amor con fuerza y desesperación.

-Espero que con esto te quede lo suficientemente claro que eres mío. Solamente mío.

-Pues para ser tan tuyo, has pasado de mi un mes.- Inuyasha estaba ofendido.

Koga echó media sonrisa. Salió del agua y se puso una yukata y le pasó otra a su esposo para que saliera.

-Sígueme.

Inuyasha le siguió cuatro pasos por detrás, lo hacía como si estuviera enfadado, pero en realidad era por que no podía moverse. Maldito sexy lobo semental. Fueron al jardín trasero. Se paró delante del árbol más grande del jardín, que estaba en la pared contraria a la entrada a la casa, justo debajo de la cascada que alimentaba el lago del jardín. Él árbol era enorme, un cerezo grande y ancho pero sin flores ni hojas y lleno de nieve. Koga se puso debajo, pateándo ligeramente la nieve del suelo y aspirando el aroma a pureza que deja el agua y la nieve.

-¿Sabes que es esto?

-Un cerezo.

-¿Cuantos años crees que tiene?

-No se, muchos, es muy grande.

-Pues debe tener unos quince o así. Cuando era pequeño vine aquí con mis padres, le dije a mi madre que yo quería casarme con alguien como ella, planté este árbol con la promesa de que traería aquí a esa persona cuando la encontrase. Por eso tú estás aquí.-Se acercó a su esposo y este lo atrajo hasta a él dándole un beso hambriento. Le correspodió el beso aferrandose a su cuello.

-Te amo.-Le abrazó sintiendo su olor a lobo, a sudor, a semen, a sexo, a sangre.

-Y yo a ti cachorro.

Se puso frente contra frente.- No quería enfadarme contigo. Es solo que no hemos estado mucho juntos y me sentía un poco solo.

-Nos prometimos el día que volvimos a casa, que aunque volvieramos a ser como antes, nos contaríamos las cosas.

-Lo se, lo siento.-Le había costado pedir perdón, nunca había sido de pedir perdón y su esposo lo entendía, así que le apretó el abrazo para que continuara, sabiendo que contaba con su apoyo.-Es solo que, entre Ryoga y el trabajo no nos hemos visto mucho y por las noches, y además...-Inuyasha miró hacia otro lado.

-Sigue...-Le acarició las caderas.

-La noche que era humano, te fuistes. Yo pensaba que el hecho de que fuera medio demonio no te importaba.-Estaba dolido y triste pero intentaba ocultarlo, pero era su esposo, lo notaba y lo sabía.

-Y no me importa. Te quiero tal y como eres, te lo dije.-Le besó de nuevo trasmitiéndole todos sus sentimientos.-Es solo que, me da miedo, acostarme contigo cuando eres humano, por si puedo hacerte daño...

-¿Ha...hacerme daño?-No entendía.

-No es que precisamente...sea muy delicado en la cama...

Inuyasha sonrió, ya sabía por donde iba.-No, la verdad es que delicado no es precisamente la palabra. Creo que lo más parecido sería pasional, rudo, apasionado...-A cada palabra se iba acercándo más y más a sus labios, que besó.-Y debo añadir que eso me encanta.-Le volvió a besar.-Ser tuyo una y otra vez, que me hagas gemir, gritar y delirar como solo tú sabes. No importa si duele un poco, me gusta. Así que siendo humano no iba a cambiar, además, se que tú nunca me harías daño de verdad.

Koga le dió un largo beso. Su cachorro. Era la mejor persona con la que se haya podido casar.-Lo siento mi cachorro. No quería ofenderte.

-Yo también lo siento. Debería haber hablado contigo antes de sacar conclusiones precipitadas.

Se besaron despacio, con amor, con caricias, diciéndose cuanto se amaban. Oyeron desde la lejanía como Ryoga se había despertado y farfullaba nervioso.

-Nos llaman mi amor.

-Vamos entonces.-Inuyasha le dió la mano a su esposo, le sonrió con sinceridad, cosas rar en él pero desde que estaba con él,hacía mucho, y tiró de él para llevarlo a la habitación de su hijo.

Llegaron y vieron al pequeño Ryoga moviéndose en la cuna, se acercaron despacio y ante la escena no hicieron más que reír.

-¡Di que sí! Este es mi chico.-Koga alzó a su hijo en brazos y le echó una manta encima. Se giró a su esposo que estaba con los brazos cruzados y los miraba con una sonrisa que era medio intento de parecer serio y ofendido.-Me debes una cena. Ojos azules.

-Ojos azules, pelo negro y tez morena. Un clon tuyo. Cualquiera diría que no lo he llevado en mi vientre durante tres meses.-Dijo con tono de broma.

Con la mano libre lo acercó a él para besarlo. Inuyasha deslizó sus manos por la espalda del lobo durante el beso y entonces, notó un tirón de su yukata. Rompieron el beso y vió que su hijo tiraba de él, para que lo cogiera. Sonrió.

-Definitivamente, es un clon mío. No te suelta en cuanto te ve.-Rió.

-Que idiota eres.-Inuyasha cogió a su hijo y le dió un beso en la nariz a su esposo que sonrió. Echó a andar.-Vamos, que hoy hago yo la cena.

Koga lo abrazó por detrás haciendo que sus pasos fueran más lentos. Le besó el cuello.-¿Y que me vas a hacer de cenar?

-Lo que tú quieras.

-Uhhh, que dispuesto.

-He perdido la apuesta, es lo que me toca, ya que mi cachorrillo traidor ha decidido sacar tus ojos.-Llegaron a la cocina y se apoyó medio sentado en la encimera, con su esposo enfrente de él, que le cogió de la cintura.-¿Verdad que si canijo? Te dije que debías sacar los ojos de mamá, sacándo los de tu padre solo aumentas ese ego de lobo sarnoso que tiene, y es lo que me faltaba ya, como no chincha ya bastante.-Su esposo arrugó la nariz, medio indignado, medio de risa.-¿Ves? Esa arruga que se le queda en el puente de la nariz cuando se enfurruña, tampoco debes heredarla, a partir de ahora, si quieres llegar a algo en esta vida debes parecerte a mamá.-Koga puso sus manos en sus caderas y rodó los ojos, Inuyasha sonrió y continuó con el discurso a su hijo.-Pero, si por el contrario, prefieres encontrar a alguien que te ame hasta llegar a dar la vida por ti y que en poco tiempo se enamore tanto de ti, que no sepa ni siquiera que sería existir si no es contigo; entonces, si deberías parecerte a tu padre.

Koga sonrió y se volvió a agachar a coger a su esposo de la contura y besarlo.-¿Como eres tan liante, mi precioso cachorro?

-Es que estoy enamorado.

-Bueno es saberlo, es significa que lo estoy haciendo bien, ¿no?

-Puede ser, ¿quién sabe?-Volvieron a sonreírse para volver a besarse.

Puede ser que Inuyasha hubiera vuelto a ser el de siempre, pero eso no quita lo enamorado que estaba.

-Toma, coge a Ryoga, voy a hacer carne con arroz y curry.

-¡Me encanta!-Ryoga cogió a su hijo, que ya empezaba a dormitarse otra vez cogiendo con su manita la mano de su padre.

-Lo se, tonto, por eso te lo hago para cenar.-Inuyasha se giró para empezar a cocinar cuando notó que su esposo le daba un pequeño mordisco y una lamida a su oreja que le hijo temblar.

-Pero del postre, me encargo yo.

Inuyasha sonrió. No podía ser más feliz.

Notas finales:

Hoy subiré otro más, pero poco a poco, que aún tengo resaca y me duele la cabeza xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).