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Desliz por MinychanMisheta

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Notas del capitulo:

Siento haber tardado y el resto, son excusas xD

Los brazos de una madre están hechos de ternura.-Víctor Hugo.

 


-Me gusta cuando eres humano, hueles divino...-Koga alzaba las manos de su esposo en forma humana por encima de su cabeza contra la pared, mientras con la otra acariciaba despacio su costado.-Además, pareces bastante más joven que yo y eso le da...digamos, un toque bastante excitante...

Inuyasha le echó una media sonrisa-Vaya, vaya, ¿así que vas a abandonar a tu pobre esposo medio demónio, por un humano más joven que tú? Muy maduro por su parte, señor de los hombres lobo, muy maduro...

-Solo lo haré si ese humano eres tú, mi querido esposo.-Se coló entre sus piernas, le soltó las manos para poder alzarlo de la cadera y apoyarlo en la pared de su dormitorio. El, ahora humano, pasó las manos por su cuello y lo atrajo a él para darle un apasionado y húmedo beso. 

Se desnudaron despacio, Koga siempre temía hacerle daño a su cachorro cuando estaba en ese estado, no es que fuera débil, pero así en humano, se le antojaba a algo parecido a cuando estaba embarazado.

Inuyasha le necesitaba, cuando era humano, su matrimonio es como si no existiese, pues sin poder demoníaco no hay unión. Koga se ponía nervioso, pues él si tenía el vínculo, pero deteriorado, como cuando uno de los cónyuges fallecía, desaparecía o estaban muy enfadados. Él no sentía nada, pues carecía de vínculo, por eso se esforzaba en ser menos Inuyasha de siempre, y más Inuyasha tranquilo.

Le encantaba que le hiciera el amor, pero siendo humano le daba un toque extraño, como más compartido, quizás por el hecho de que se sentía más vulnerable, cosa que jamás iba a admitir.

El lobo le preparó a conciencia, ahora no tenía su lubricación propia de doncel. Y aunque su unión sanguínea palpitaba ante la falta de su esposo, y su instinto le gritaban de todo, menos hacerle el amor a un humano; su corazón y su raciocínio reconocían a su cachorro, su amado cachorro.

Entro en él despacio, sintiendo su calor, su amor.

-Mmmmhhh...Siempre tan estrecho...¿Estás bien mi hermoso cachorro?-Koga tenía a un Inuyasha humano empotrado contra la pared.

-Si...Muévete...por favor...

-Tus deseos son órdenes mi chico precioso...

Koga alzó de los muslos a Inuyasha, empujándolo aún más contra la pared. Comenzó un vaivén lento pero profundo, deleitándose de las expresiones de su esposo totalmente transformado en humano, con su suave pelo negro, sus orejas tan tiernas, sus ojos oscuros, su piel tostada. Tan vulnerable.

-Uhhh...Koga...¡Más rápido!

-¿Seguro? No quiero hacerte da..¡ah! ¡¿Por que narices me tiras al suelo?!

Inuyasha se puso encima suya.-No me trates como si me fuese a romper-Se sentó sobre la erección haciendo suspirar a ambos.-¡Ugh! Soy humano...pero sigo siendo hombre...¡Ah! Así que déjate de tonterías...

Empezó a subir y bajar por el largo y duro miembro de su esposo, a balancearse en círculos, taladrándose su propia próstata, apretándo sus músculos internos para volver loco a su chico.

-¡Oh joder! Inuyasha...Sigue cariño, sigue, uhhh...Esto...¡ah! Se siente divino...

Sentía todo el miembro de su esposo llenarlo por completo, le encantaba. Hicieron el amor gran parte de la noche, en todas las posturas imaginables, mordiéndose, jugando, riéndo, lamiéndose.

Amándose.

Era su cachorro, cachorro humano en ese momento, pero suyo al fin y al cabo.

Se acercaba el amanecer, como mucho quedaría una hora, así que habían abierto la puerta a pesar del frío otoñal y de la humedad, pues había llovido ese día. Inuyasha estaba con una yukata puesta, al igual que el demónio lobo, sentado encima de sus piernas, ambos tapados por una fina manta.

-¿Te he dicho alguna vez cuanto te amo?-Koga lo estrechó entre sus brazos, apoyando su mentón el el hombro de Inuyasha, y dejando caer su pecho sobre la espalda del semidemónio ahora humano.

Inuyasha rió suavemente.-Cada día. ¿Alguna vez te he dicho yo a ti, que te quiero?

-Cada día...desde hace un año...-Se besaron suavemente, esta vez Koga se incorporó más para que el joven pudiera deslizarse hacia su cuello, y esconder su rostro en su cuello. Lo notó aspirar su aroma.

-Hoy un año de casados...Y aún siendo humano puedo apreciar tu olor con todos sus matices.-Koga le besó la frente.

-Y los años que nos quedan mi hermoso cachorro.-Lo estrechó aún más.-Eres tan hermoso, da igual el aspecto que tengas.-Le dió un beso, casto, solo un toque de labios, un intercambio de calor, quedándose con ese olor humano y el sabor de su sangre, no tan dulce como siempre, pero deliciosa como el resto de su cuerpo.

-¿Te arrepientes? ¿De casarte conmigo o de nuestro hijo?

-No. ¿Y tú?

-No.-Se abrazó a los brazos de su esposo.

-¿Por que lo preguntas?

-Bueno, aún te quedaba tiempo antes de casarte, para vivr tu vida, y yo he acortado ese tiempo. Además ya tenías una prometida.

-No me has quitado tiempo, estar a tu lado y criar a nuestro cachorro es mil veces más gratificante que ir de cueva en cueva. Y sobre Ayame, no la amaba, y lo sabes.

-Tampoco me amabas a mi. Fue cuestión del tiempo y las circunstancias, también podrías haberla amado a ella con el tiempo.

-Eso es cierto, pero tu eres mejor en todos los sentidos. Ella hubiera sido una esposa florero, tu en cambio participas en mis decisiones, me acompañas a la lucha, no tienes trabas en correr, ensuciarte o despeinarte. Eres fuerte, tienes coraje. Inuyasha, me has dado un primogénito precioso, y los hijos que nos quedan mi vida, formaremos una gran camada, tu y yo. ¡Maldita sea, estoy totalmente loco por ti! Te amo por que eres tú. Sinceramente, creo que no hubiera podido amar a alguien que no hubieras sido tú. ¿Tú no tenías una vida antes de nosotros? ¿No quieres volver a ella?

Inuyasha le besó.-Ni en un millón de años. Mis amigos tenían su familia, y yo, pensaba que no podría amar jamás. Solo quería morir para no preocupar a nadie y poder llenar, aunque fuera con dolor, mi vida. Pero apareciste tú, y bueno, el resto es história. Mi mal humor, mi génio, era solo una fachada. Estaba solo, por que era más fácil que lidiar con la gente. Pero no cambiaría a nuestro pequeño, ni a ti, por nada del mundo. Eres perfecto.

Y se besaron por última vez mientras salía el sol e inuyasha volvía a su aspecto.

Notas finales:

Miau :3


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