Me llaman barro, aunque Miguel me llame.-Miguel Hernández.
Shippo se deslizó cautelosamente hasta su habitación, cogió rápidamente una yukata negra y volvió a irse al lago de la cascada de casa de Inuyasha. Koga no estaba y había visto a Inuyasha en el mercado con Ryoga, así que no había nadie en la casa.
Al final, tenía su propia casa, al lado de la de Inuyasha, asi que era también grande, pero no tanto (igualmente la de Inuyasha no era tan grande comparada con las de otros jefes de clanes), con una cocina, un baño, tres habitaciones, una sala y un jardín por donde pasaba un pequeño afluyente que salía del lago de la casa de Koga. Igualmente, solo iba a su casa a dormir, el resto del día entrenaba y hacía su vida en la casa mayor. Inuyasha lo sometía al mismo entrenamiento que al resto de jóvenes de la aldea, también le había enseñado lo típico para llevar una casa: cocinar, lavar, fregar, cazar, tender, coser, limpiar, cuidar a Ryoga...Koga lo llevaba a algunas de sus misiones, en calidad de hijo adoptivo, era buen rastreador y sus fuegos fatuos eran útiles. Nunca había matado a nadie, y al hacerlo la primera vez, Koga le puso la mano en el hombro y le revolvió el cabello. El sonrió y dió gracias a a su haha-hue y chichi-hue, por haberle dados tantos amigos, a su Otosama, a su Okasama y a Ryoga-chan.
Se metió rápidamente en el agua, deseando quitarse el olor a barro, sudor y sangre. Aguantando la respiración bajo el agua, quiso llorar, pero hizo de tripas, corazón y no lo hizo. Al salir, se topó de frente con el demónio lobo, sentado en una roca, mirándole. "Mierda", pensó, "No debería haberme metido bajo el agua, no el oí venir.
Koga lo miró y luego a la ropa en la orilla.-Sal del agua y vístete.
-Demo, oto-sama, yo...
-Sal. Ahora.-Se fue a esperarlo a la orilla.
Shippo metió la cabeza una última vez en el agua para poder hacerse bien la coleta. Salió despacio del agua, cogió la yukata que Koga le tendía y se la puso. Koga cogió la ropa del suelo y le puso encima de Baku, que la llevó, muy probablemente, al lavadero.
-Me gustaría saber por que han venido a decirme, que mi hijo mayor, ha mandado a mis dos mejores aprendices de cazadores, directamente a las dependéncias hospitalarias de la miko.-Shippo hizo un amago de responder, pero se mordió el labio inferior y miró a un lado.-¿Te creías que no me iba a enterar? No suelo meterme en las rencillas entre jóvenes, pues la mayoría de las veces se solucionan solas o entre las familias, pero lo que has hecho repercute en toda la aldea. Esos chicos cazaban ellos solos, más que tres equipos juntos, con su baja, te puedes imaginar lo mal que nos viene, sabiendo que en menos de un mes, empezará el crudo invierno. Así que los sustituirás y saldrás tu a cazar, sin desncuidar tus trabajos de rastreo y lo que te mande tu madre. ¿No había otra solución?
Shippo bufó. Iba a decirle que él era el primero en emplear antes los puños que las palabras, pero solo hacía un mes que llevaba en la casa, y no solo era su padre, si no también su jefe, y no estaba el horno para bollos, como para ponerse a replicar.-No lo pensé, acepto mi castigo. Voy a casa a cambiarme, tengo que suplir el turno antes de que sea más tarde.
Al pasar por su lado, Koga lo cogió del brazo.-Me puedes contar lo que sea, lo sabes, ¿no?-Shippo simplemente continuó su camino.
Koga lo vió alejarse, acariciando a Uru al pasar, lo que significaba que su esposo y su hijo estaban en casa.Taly como pensó vió a su hijo abrir la puerta de su habitación y decirle hola con la mano, le devolvió el saludo. Detrás de él, Inuyasha aparecía con su habitual traje rojo, y una cesta llena de carne y frutas, y un saco con arroz. Se acercó a él. Los siguió a la cocina.
-Hola.-Koga se apoyó en el banco de la cocina, viendo como Inuyasha metía las frutas en un cuenco que ponía encima de la mesa.
-Hola Koga.-Inuyasha guardó el arroz del saco en una caja preparada para ello.
-"Ohao" chichi-hue. "Mia"-Le mostró una pequeña maceta cona una flor azul.-Miko-sama dice que es "po" mi "cumpeaños" pero que no me podía "da" antes "poque" no habia flo...flore...
-Florecido-Dijo Inuyasha mientras metía la carne en un barril cerrado.
-"Ezo".-El niño hizo señas a su lobo, que se tumbó a sus pies, luego, se subió a su lomo y se marchaba por la ventana.-"Via" a "plantala"
Koga suspiró, tenía que contárselo a Inuyasha. Pero al parecer, llegaba algo tarde.
-Me he enterado, así que no tienes que buscar las palabras exactas para decírlo.-Al ver como koga lo miraba, continúo su monólogo sin mirarlo: estaba lavando arroz para la comida.-Sentí algo en ti, se que intentabas ocultarlo para no ponerme nervioso, pero, bueno, a mi no se me escapa nada, ya lo sabes. Luego solo tuve que preguntar, y en seguida me enteré de la pelea de Shippo y los mellizos de Hazae.
-Están con la miko. Desmayados por la pérdida de sangre y los golpes. Lo más grave son unos huesos dislocados cada uno. Shippo en cambio, solo tiene un corte en el labio y un par de moretones. Se creía que no nos íbamos a enterar o algo, no se, ni siquiera se que ha debido pasarle por la cabeza para pelearse de esa manera. Hace solo pocos días mató su primer demónio, y estaba medio traumado, y hoy mira.
-Pues usa tu cerebro, lobo tontaco, él no es como nosotros, ¿que hace que un demónio que nunca se pelea, se pelee de esta manera?
Koga se puso a pensar.-¿Algo grave?
-Lobo listo.
-Oye, no te pases.
-Solo hago lo que tú haces conmigo, lobo estúpido, hacerme ver lo evidente.-Inuyasha suspiró y dejó lo que estaba haciendo.-Te lo voy a poner más fácil por que no te veo muy enterado en el tema. Yo tuve muchos problemas por ser medio demónio, lo sabes, ¿no?-Koga asintió.-Es cierto, que durante todo este año me he implicado mucho en la aldea, al fin y al cabo, algún día tu y yo deberemos gobernar todo el clan, no solo este pueblo. Pero eso no indica que fuera fácil, ¿o te crees que tus subordinados me lo iban a poner tan fácil? Alguno le tuve que dar una buena lección.
-¿Y por que no me lo dijiste?
-Por que es mi problema, no es la primera vez que me pasa. Además, no soy una princesa perdida, soy un hombre, tengo orgullo, y sobretodo, soy capaz de resolver mis problemas yo solo.-Koga lo atrajo a sus brazos.-¡Ey tonto! No te pongas sentimental, debería ser yo, no tú.
-Me jode que la gente no vea más allá de tu sangre...Como hacía yo antes...Lo siento, y eso...
Inuyasha sonrió.-Lobo tonto. Me lo has compensado con creces.-Le dió un casto beso.-¿Ahora sumas dos y dos?
Koga se sonrojó y miró al techo sin soltar a su esposo.-Ehh...no...jejejeje
Inuyasha suspiró.-Estoy casado con un lobo muy empanado. Shippo es un doncel, las tribus están acostumbrados a que, a pesar de ser hombres y sean capaces de lo mismo que cualquier macho, un doncel sea sumiso. Primero, un semidemónio y ahora, un doncel, en tu camada, actuando como hombres, ¿que esperabas? Y como digas, que nos lo podría haber dicho, te pego. Está en proceso de ser un hombre, doncel o no, tiene orgullo. Mira, es cierto que se ha pasado un poco, pero yo también me pasé en su momento. Pero cuando vuelva, quiero que le dejes claro que está castigado por haberse pasado de la ralla, no por haberse defendido. Y recuérdale, que estás orgulloso de ser su padre, aunque no compartáis sangre. ¿Entendido?
-Alto y claro mi cachorro comandante.-Frotó su nariz contra la del medio demónio.
-En el pasado me hubieras pegado por eso, y me hubieras insultado por ser semidemónio...Vaya lobo más malo...
Koga le siguió el juego.-Que razón tienes, que lobo más malo, que maltrata a su pobre cachorro...-Lo levantó de los muslos y lo sentó en la bancada, metiéndose entre sus piernas.-Quizás debería recompensar a este cachorrillo.-Le besó.
-Me parece muy, muy bien...-Lo apresó entre sus piernas.
-¿No deberíamos hacer la comida?
-Prefiero comerte a ti...-Le mordió el cuello y le deshizo la coleta.
-Me parece muy, muy bien...