Lo que cuenta al final no son los años de tu vida, si no la vida de tus años.-Abraham Lincoln
Estaban frente a una alta montaña escarpada donde se podía observar un pequeño poblado de chozas y cuevas. En lo alto, un hermoso castillo tradicional parecía salirse de la propia roca, surgir de la montaña, por un lateral suyo fluía una gran cascada y todo estaba rodeado por un inmenso bosque.
Desde donde ellos estaban observaban todo el movimiento. Koga se había montado encima de Baku, había cogido a Inuyasha al estilo princesa y lo llevaba tapado, cerca de allí estaban las montañas más altas donde ya se observaba la nieve, por ello se notaba el frío.
-Tengo frío...-Inuyasha escondió su rostro en el cuello del lobo.
-Shhh...tranquilo mi cachorro, ya hemos llegado. Duerme, cuando despiertes estarás mejor.
-No quiero...-Posó su mano en su vientre.-...no queremos despertar y que no estés con nosotros...
Koga sonrió y le besó la frente.-Cachorro manipulador...-Puso su mano encima de la del medio demónio por encima de la tela.-Cuando despiertes estaré contigo, te lo juro.
Inuyasha asintió y se recostó en su pecho. Koga avanzó hacia el poblado, en la entrada dos chicas lobo hicieron una reverencia:
-Koga-sama, su madre, Sayaka-sama*, le espera en la entrada.
*Sayaka significa "Buena flecha de arena."
-¿Y mi padre?
-Kaito-sama* marchó esta mañana al feudo de su hermana, volverá en dos días.
*Kaito significa, entre otras cosas, "inmenso". P.D: Estoy locamente enamorada de Kaito Kid, se que no tiene nada que ver, pero quería que losupierais.
Avanzó hacia el castillo. Su madre, con su largo pelo rubio con tonos marrones, que siempre le recordaba al color de la arena mojada, le esperaba. Le sonrió haciendo brillar sus preciosos azules tan iguales a los suyos, vestidacon un kimono verde claro, color de la fertilidad. Había sido la época de celo hace poco, era normal que su madre revenerase a su propio pueblo con ello. Bajó de Baku, este se acercó e hizo una reverencia a la señora que le acarició su suave pelaje y se marchó.
La mujer se acercó a su hijo, ¡como le recordaba a su esposo de joven! Tan alto y tan fuerte, tan guapo. Le pasó la mano por la mejilla, y este la besó. También era tan atento cuando quería, como su esposo. Vió al joven que llevaba entre sus brazos.
-Haha-ue, él es...
No acabó la frase pues su madre le hizo callar con su dedo. La vió pasar sus manos por encima del cuerpo del cachorro, pararse en el vientre del cachorro y sonreír. Pasó las manos por todo su cuerpo dos o tres veces. Rió. Su risa era como una campanilla, su voz como la suave marea en una playa.
-Por tú olor impregnado en este doncel diría que ya ha sido tuyo. Por la energía de su vientre, aventuro a decir que me vas a hacer abuela, ¿o me equivoco querido hijo?
-Tú nunca te equivocas haha-ue.-Ella volvió a reír. De pequeño pensaba que su madre era una diosa traída del mismísimo cielo.
Tras un baño en agua fría de la cascada mezclado con hierbas del bosque. En seguida le bajó la fiebre. No se separó de él ni un instante, no dejó que nadie que no fuese su madre, o la aya de esta que prácticamente lo había criado, lo tocasen. Lo llevó el mismo hasta su antigua habitación donde habían puesto un futón doble para ellos. Lo depositó suavemente y lo tapó, su madre esperaba fuera.
-Arigato haha-ue.
Su madre volvió a reír. Le acarició los cabellos con cuidado.-Es un chico muy lindo y muy fuerte. Sobrevivó a un Último y se llevó a mi pequeño príncipe.
-Ha...haha-ue, ya no soy un niño.
-Cierto mi hermoso príncipe. Eres todo un hombre que ha luchado y ha amado y que va a ser padre.-Su madre observó a Inuyasha descansar.-Es un semidemónio. Pensé que habías dicho en una ocasión que antes muerto que casarte con alguien de esa condición...-dijo de manera burlona.
Se sonrojó.-Bueno, los hombres también se equivocan, chichi-ue lo dice mucho.
-Y tiene razón, tu padre es un hombre sabio, él también se equivocó y aprendió de sus errores. Al igual que tú. ¿Sabes que tú padre no quería casarse conmigo?
-¿Y eso por que?
-Decía que antes muerto que casarse con una loba arrogante, jefa de un clan tan insignificante como el de las playas.
-¿¡Pero...pero como dijo eso!? Pero si los clanes de lobos de las playas son muy importantes. Son clanes fronterizos, ellos nos protegen de los otros demónios.
-Pues tú padre no pensaba eso.
-¿Y como cambió de opinión?
-Me puse la ropa más corta que encontré, y embelesado por mis encantos de mujer le pegué tal paliza que le hice comer la arena de la cala.
Koga abrió los ojos y se sonrojó. Su madre era toda una señora, ¿como habría podido hacer eso?
-No te sorprendas querido, yo también he sido tan joven e impulsiva como tú. En realidad, de todos mis hijos tu eres el que más se parece a mí. Tú padre siempre ha sido más sereno.-Su madre le besó la frente.-Descansa, es tarde. Tu hermano vuelve mañana de su entrenamiento, y te querrá secuestrar.-Volvió a reír de manera cantarina y se marchó a su habitación.
Se echó en la cama con su cachorro. Mañana ya sería otro día.