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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!! ¡POR FINNNN PUDE ACTUALIZAR ESTE FIC! Lo sé, sé que esta vez me tarde demasiado. Es por eso que me disculpen con la larga explicación que daré. En mis otros fics, escribí que iba a dar las explicaciones pertinentes. Después de todo... no conozco a todos mis lectores y no todos me siguen en Twitter. Así que ahí vamos:

Yo planeaba actualizar en año nuevo, pero un par de días antes de Navidad... sucedieron cosas inesperadas. Un familiar mío estaba al borde de la muerte y cómo verán, tuve que viajar de improviso. Estuve una semana y media fuera. Lo que me imposibilitó escribir. A mi regreso, pensé en hacerlo... pero las ganas se me habían ido por dos motivos. Uno porque estaba con la angustia de que mi ser querido pasara el tratamiento (felizmente poquito a poquito mejora ^^) y dos, porque me harté de las cosas sin sentido en Twitter. Soy regularmente asidua a esa red social, más sumado a que extraño a BIGBANG. (Ante todo soy VIP). Entré a mi "cueva" y estuve tres semanas y media ahí. Sin contar que trabajo de Lunes a Sábado. No fue... que hace una semana empecé a "incoporarme" al mundo y escribí los fics más fáciles primero para finalmente ocuparme de este. Pese a que tuve imprevistos (enfermé) ¡Vaya novedad! finalmente pude cumplir con mis lectores.

Actualicé primero un desafío de un festival GTOP que organicé hace mucho tiempo es este ^^ Luego actualicé el mini fic "Fobia de Amor" y como estuve enferma y aburrida... actualicé la traducción de "Nunca se olvida" con tres capítulos nuevos. Como verán he hecho mi comeback a AY y espero de todo corazón que esta actualización le guste <3

Por último quiero dedicar este capítulo a las personas que me animaron mucho durante mi periodo de preocupación y a las que pacientemente esperaron por mí, sin presiones <3. Gracias a: LO, ChoiGuis, G-Tzzi, Alu, AlmaGTOP, anechanloveGTOP, SeungRi, Leti, GTOP is real, MisuzuBlack, CriminalGTOP, Marlen, meirei-da y Julie. Muchas gracias, en serio

¡¡Eso es todo y a leer!!


"En las profundidades del invierno aprendí por fin

que dentro de mí hay un verano invencible”

 

Albert Camus

 

Un par de fuertes pisadas se detuvieron ante una puerta. Ambos se habían mantenido serenos y callados durante todo el trayecto de vuelta a casa. Sí, le llamaban casa a ese departamento porque había sido y es parte de su vida, aunque normalmente no lo ocupaban con frecuencia, debido a que cada uno tenía su propio lugar. Con los acontecimientos inesperados que habían surgido lo ocupaban seguido. Habían sido cinco meses y una semana que llevaban viviendo ahí. No les suponía ni un problema. Sin embargo después de cinco meses y una semana, no… ¡Corrección! ¡Años! Una persona en particular no se había sentido intranquilo hasta ese momento, no es que en su manera de ser estaba en ser un cobarde. Es que simplemente sentía otro tipo de angustia, quizás un poco de temor y no era para menos. Aún podía sentir la calidez de la mano que lo sostenía contra su voluntad, lo hacía con una firmeza total, que era incapaz de desprenderse del agarre. ¡Lamentaba la hora en que Daesung les había dejado solos! El ahora castaño se había limitado a murmurar escuetamente un: Me voy a ver a mis padres. Habiendo elegido el peor día para hacerlo. El problema era es que no sabía qué sentía, él estaba acostumbrado a tener las cosas claras… lo desconocido no iba con él y precisamente la persona que tenía al lado, le hacía cambiar los esquemas de manera perturbante. Lo miró de reojo, veía su perfil sosegado, esas facciones no denotaban ni un signo de turbación, como si lo que estuviera pasando fuera algo común. Cuando precisamente era todo menos aquello y eso no lo tranquilizaba de ni una manera. Incluso su mirada era pacífica y al parecer tenía ganas de sonreír, podía ver un poco el brillo en sus ojos e inconscientemente tragó saliva al ser testigo de ello. Conocía aquel chico desde joven, habían pasado tanto tiempo juntos y por ende lo conocía a la perfección. Sabía que él no se andaba con rodeos, él era una persona directa, transparente en ese sentido y  ese el maldito rasgo de su personalidad que más detestaba porque podría llegar a ser irritante por eso, sin embargo estaba en su ser. Él era así una persona que no le gustaba hacerse complicaciones, veía el mundo de una manera u otra, no había un punto intermedio. Y lo admitía, se sentía aterrado de la completa seguridad que tenía sobre su persona porque si él no sabía que es lo que realmente quería o sentía… ¿Cómo aquella persona que estaba a su lado tenía una seguridad avasallante de que las cosas se dirigían por un buen camino? No le cabía en la cabeza y no, no lo decía por su inseguridad, rasgo de su personalidad que más había detestado en sí mismo, si no porque muy en el fondo sabía que SeungRi no estaba jugando. Su corazonada, sus gestos, lo confirmaba y eso para él era peor. ¿Por qué había tenido que abrir su bocota y decir que no soportaría la lástima de él? Hasta ni él mismo lo sabía, pero aquello no dejaba de ser un hecho que lamentase profundamente. Suspiró nostálgicamente muy perdido en sus pensamientos. Un pequeño tirón de su mano le devolvió a la realidad. Lo que le hizo involuntariamente levantar su rostro y enarcar una ceja encarando al autor de ello.

-Entremos, hyung- escuchó la suave voz del maknae que le hablaba. Con un asentimiento se limitó a darle esa forma de respuesta, pero antes de entrar la sonrisa de SeungRi le dejó deslumbrado. Sí. Así la había percibido aquel gesto del maknae de BIGBANG, muy pocas veces SeungRi sonreía de esa manera. No era una sonrisa arrogante, posera, seductora o con intenciones ocultas. Solo era… una sonrisa simple, que le daba un aire ingenuo y eso lo descolocó por un segundo, pero rápidamente recuperó la compostura.

Entraron al departamento y ni siquiera SeungRi le dejó prender la luz, le había dicho: Nos sabemos el camino de memoria, hyung. No es necesario. Él no había estado de acuerdo, había objetado esa absurda acción, pero ni siquiera tiempo le había dado de protestar porque simplemente apretando su mano con un poco de fuerza lo llevó por el pequeño vestíbulo y lo dirigió a la sala. Le parecía tan raro caminar en la oscuridad con el maknae. Hasta que oyó que el menor se sentaba en el sofá y le jalaba a él, quedando sentado al lado del él, por fortuna le había soltado la mano. Se quedaron juntos sentados en silencio durante unos pocos minutos, ni siquiera el ruido de una mosca se escuchaba en la habitación. Young Bae rechinaba los dientes con fuerzas porque otra vez se encontraba enojado, no le gustaban las como estaban las cosas. Él no era estúpido, no tenía ni un pelo de tonto, pero… sabía por dónde iban dirigidos los acontecimientos. Odiaba que SeungRi hiciese lo que se le diera la gana, como si todo fuera fácil.

-¿Qué estamos haciendo?- se aventuró a preguntar Young Bae en aquella oscuridad. Sus palabras se quedaron flotando en el aire, Young Bae las podía sentir ondeando a su alrededor.

SeungRi se volteó para verlo, no necesitaba ser un genio para saber que pasaba en la cabeza de su hyung. Por lo que optó por ser cuidadoso con sus palabras, no quería echar todo al perder. Sabía que Young Bae no tenía miedo, si no que estaba desconcertado por algunas cosas. SeungRi sabía perfectamente que le había querido decir con aquella pregunta.

-Yo diría… ¿estás preparado?,  ¿estás seguro?

-¿Por qué me hablas como si yo no supiera manejar las cosas? Ya estamos los suficientemente mayores, ¿no?- Young Bae hablaba con fastidio.

-Sabes que no es eso- le respondió con calma el maknae. Young Bae le dio una mirada desafiante por lo que SeungRi no pudo evitar reír entre dientes- ¿Por qué eres tan terco? Esa obstinación tuya suele ser irritante a veces.

-¿Quieres qué hablemos de cosas irritantes?-mordazmente le replicó, sin reparo alguno.

-No iremos por ese camino, hyung-SeungRi le respondió. Había sonado como un ligero reproche. Young Bae bufó- ¿Que me va a garantizar que no vas a huir? Sé que no eres cobarde- conocía perfectamente al moreno, era muy probable que le buscar una contestación inmediata por eso se había atrevido apresurar su respuesta sabiendo de antemano que iba a decir eso. Sabía que era muy probable que al final terminara encerrándose a pensar mucho y sabía que aquellas reflexiones serían banales. Era probable que resultara perdiendo tiempo y SeungRi lo veía algo completamente innecesario- ¿Asumirás las consecuencias de esto? Tampoco busco otra pelea, es lo que menos necesitamos. Sabes que está en mi naturaleza en decir las cosas como son. ¿Quieres que te lo suavice o no?

-¿Desde cuándo te preocupas por eso?- Young Bae volvió hablar en tono irónico- Eres de las personas que van directamente por lo que quieren.

-Veo que me conoces bien, hyung- SeungRi sonó complacido ante la respuesta de Young Bae y empezó a reír- Nunca me imaginé hablar de esta manera tan seria sobre estos asuntos- SeungRi golpeó ligeramente su mano dónde se encontraba su corazón- Aigoo…. este no es mi estilo.

SeungRi pegó un brinco parándose al instante para sorpresa de Young Bae.

-¿Tu estilo?- la burla era palpable en la forma de hablar del moreno.

-¡Ven!- SeungRi solo rodó los ojos.

No le costó vislumbrar la silueta de Young Bae en la oscuridad, gracias a que tenían una pequeña terraza en el departamento había una mampara, por donde traspasaba un poco de luz. Tomó la mano de Young Bae y le jaló hacia él, solo se estaba llevando por su instinto. Realmente para ser él, era raro que se comportara de esa manera. Lo que le hacía pensar si era estúpido o estaba perdiendo su esencia que lo caracterizaba. No es que precisamente tuviera tiempo para pensar o trazar un plan, simplemente se estaba limitando a utilizar las pocas cosas que sabía y que tenía a su alrededor en ese momento. Contempló con satisfacción que Young Bae no se había movido. Cogió la playera de su hyung y lo acercó hacia él.  Tanto así que sus rostros terminaron encontrándose cerca, demasiado… casi sus labios se rozaban. Young Bae se puso tenso ante el contacto, pero si lo empujaba significaba que darle la razón a SeungRi y no lo iba a tolerar. SeungRi por más que quería besar aquellos labios perfectamente contorneados, desvío su boca hacia la mejilla del moreno. Concretamente, estaba dirigiéndose a su oreja y no perdió tiempo para susurrarle.

-¿Aceptas el reto?- el silencio de Young Bae le fue suficiente para actuar- ¿Quieres que te diga….?- normalmente el tono de SeungRi solía ser sensual, pero optó por ser sincero sin agregar ni un matiz en su voz- ¿Debería? Es un poco fuerte y te diría más cosas, pero- SeungRi se obligó a interrumpirse-…. te amo-y ahí estaban aquellas palabras que Young Bae había imaginado toda la noche que le iba a decir, no le sorprendió; pero asimilarlo era otra historia. SeungRi no había pretendido ser brusco o rudo, solo había decidido decir las cosas claras- Ahora que lo escuchaste… ¿vas a correr?

-No- Young Bae respondió inmediatamente. Sentía su boca seca, sin querer su respiración se había vuelto un poco agitada. SeungRi lo notó y sonrió con alegría.

Con parsimonia, a propósito rozando su mejilla, se sitúo frente a él y otra vez sus labios se hallaban muy cerca, podía sentir el aliento de Young Bae y el latir de su propio corazón como un loco desesperado en una carrera de vida o muerte. Lo miró fijamente a sus ojos, definitivamente las cosas las estaba haciendo de un modo que nunca imaginó.

-Entonces… te besaré.

Ni siquiera era un pedido. SeungRi solo dijo lo que exactamente iba a pasar, sabía que quizá estaba tentando su suerte, pero se arriesgó. ¿Cuánto tiempo había esperado? Él era de hacer todo o nada y lo iba hacer como instintos le mandaban. Lentamente rozó los labios del moreno, era un beso suave hasta que tomó el labio inferior, haciendo que Young Bae entreabriera un poco sus  labios. SeungRi tomó ventaja de ello e hizo que el beso fuera un poco más profundo. Lo besaba con pereza, con una lentitud y sensualidad, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Young Bae al sentir el beso del menor sintió que algo se removía en su interior y no sabía cómo es que se sentía bien al ser besado de esa manera. Instintivamente dejó de pensar, su mente se tornó en blanco y todo lo único que podía ser consciente en la suavidad de aquellos labios del maknae. Parecía que se habían encerrado en una burbuja y cuando escuchó un gemido involuntario por parte de él, no tuvo tiempo de protestar porque SeungRi pronto aprovechó e introdujo su lengua con facilidad y de un momento a otro aquello se había tornado muy profundo, exploraba las cavidades de ambos mientras sus lenguas se reconocían y entrelazaban hasta acabar exhaustos y sin aire que respirar.

Cuando Young Bae fue consciente del término del beso, abrió los ojos y se dio cuenta que aquellos ojos marrones de SeungRi brillaban en la oscuridad. No sabía qué decir, sabía que lo había disfrutado. ¿Tenía ese momento que devolverle las palabras al maknae?  Sentía que las palabras se le habían quedado trabadas en su garganta o mejor dicho estaba completamente ido, en blanco.   

-No estuvo mal. Es nuestro último beso- susurró SeungRi.

No es que se fuera a rendir con él, lo conquistaría. Sabía que había una posibilidad grande que le correspondiera. Ese: Podría soportar la lástima de todo el mundo, menos la tuya… lo tenía aún grabado en su mente. Solo lo iba a dejar por ese día, aunque tampoco iba a recurrir a trucos. Quería escuchar algún día aquellas palabras y por una vez en su corta vida iba hacer las cosas bien. Tal vez torcería un poco las reglas, pero no lo iba a forzar más. Se daba por satisfecho con que Young Bae le haya correspondido. Le dedicó una sonrisa antes de irse, estaba dándose la vuelta cuando una mano le impidió hacer. Bruscamente lo jalaron ante él. Tomándole por sorpresa.

-No- escuchó la voz fuerte del moreno.

E inmediatamente sintió como con fiereza se posaban unos labios sobre los suyos. Con una fuerza descomunal la lengua del moreno había invadido su cavidad, le besaba con mucha ímpetu como si el mundo se fuera acabar en ese instante, por un momento le perdió el ritmo, pero rápidamente le pudo seguir sin pudor alguno. Sentía como Young Bae se apoderaba de su boca totalmente, recorriéndola cada centímetro, incluso sus dientes. Cada vez que sus lenguas se encontraban era el ritmo se volvía acelerado entre sonoros gemidos por parte de los dos. Young Bae había cogido con ambas manos el rostro de SeungRi, para darle más profundidad a su beso y así se dio cuenta de la tibieza del rostro del más pequeño, seguro estaba sonrojado y por algún motivo incierto saber eso, le gustó. Mientras SeungRi pasaba sus manos sobre los cabellos ahora rubios del mayor, con urgencia se entregaba al beso. Sentían que las temperaturas de sus cuerpos subía, el calor y el placer les estaba inundando sus sentidos. Era tan primitivo de ese ósculo, tan descomunal y pasional que cuando se quedaron sin aire terminaron jadeando fuertemente por el esfuerzo mientras tenían sus frentes unidas. El que más jadeaba era sobre todo Young Bae que no podía creer su arrebato de irracionalidad. SeungRi podía sentir sus labios hinchados y rojos. Se pasó sus dedos suavemente sobre sus labios y decidió hablar.

-¿Acaso dije que me iba para siempre? No me voy a dar por vencido, hyung.

Y el moreno no hizo más que sonreír de manera involuntaria.

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Una risa risueña y algo infantil despertó a Seung Hyun del primer buen sueño que había tenido en meses. Lo primero que había hecho era fruncir el ceño, en señal de molestia; pero pronto dejó su enojo de lado porque había reconocido esa risa en cualquier parte del mundo y no era para menos el dueño de aquella sutil carcajada era su mejor amigo. Muy pocas veces emitía aquel tipo de sonido. A lo que aún, con sus párpados luchando por abrirse, se empezó a preguntar a qué se debía ello. Con mucha pereza se volteó al costado izquierdo y pudo ver a Ji Yong que estaba sentado encima de la colchoneta dónde había dormido la noche anterior. Dormía ahí porque aún cuidaba de Seung, aún no confiaba cien por ciento en lo que pasaba por su cabeza. Por eso ni se molestó por ello o intentó persuadirlo de lo contrario. Sabía que debía estar agradecido de tener un amigo como él. Observó que entre sus manos sostenía un par de boletos de cine muy conocidos por él, al lado tenía la caja con la tapa abierta. Aquella caja que se le había dado por desenterrarla la noche anterior. Lo miraba fijamente, sin que él se diese cuenta. Unos hoyuelos adorables se habían formado en el rostro del rubio mientras sonreía, sus cabellos rubios brillaban a la luz del sol que se colaba por la ventana y sobre todo sus pómulos estaban ligeramente sonrojados, pese a que su piel nívea se mostraba por completo.  Él sabía perfectamente qué estaba pensando.

-Sé lo que estás pensando- pronunció con la voz más ronca de lo normal. Recién se había despertado por lo que su garganta estaba algo reseca. Ji Yong al escuchar su voz se estremeció por dentro. Creía que estaba solo, pero de alguna manera no perdió su sonrisa y se aventuró a alzar la mirada hacia su hyung.

-¿Lo sabes?- enarcó su ceja divertido. Estaba guardando la compostura desde lo más hondo de su alma.

-No sé, cómo al final terminé cediendo a lo que tenías planeado- Ji Yong rió al recordarlo. Veía el rostro de Seung Hyun estaba tranquilo, pero aún sentía los rastros de melancolía que lo caracterizaban al mayor.

-¡¡Oh, vamos… Seung!!- Ji Yong ignoró el ligero reproche de las palabras del pelinegro- Al final te divertiste, admítelo.

 

FLASHBACK

-¡Hyung! ¡Vamos, ¿sí?! ¡Yo quiero ir a estreno! ¡¡¡Es el rey León!!!- un hermoso chico de seis años le suplicaba a su mejor amigo para ir a al estreno de una película, que aparentemente se había vuelto muy famosa a nivel mundial.

-Pero…. ¿Quién quiere ir a ver a unos leones, un jabalí y esa cosa que parece rata?- decía el pelinegro un poco fastidiado- Y no me mires con esos ojos. ¡¡Sabes que no es justo!! – refunfuñó. Había visto los ojos de cachorrito desvalido que había puesto su mejor amigo y el tierno puchero que venía de sus labios.

-¡¡Es un suricato, hyung!!- le respondió Ji Yong. A lo que Seung rodó los ojos.

-No veo la necesidad de saberlo, Ji- sarcásticamente le respondió.

-Es que nunca he ido al cine a medianoche con un amigo y pensé…- la voz de Ji se había vuelto más baja y nostálgica conforme hablaba. Seung detestó verlo así. No le gustaba que Ji estuviera en ese estado anímico. Prefería verlo sonriendo- Que por fin podría hacerlo…

-¿En qué pensaste?- Seung enarcó una ceja. Sabía que su corazón se había ablandado, pero no iba a dejar que Ji lo descubriera rápidamente. Si no, el pillo podría manejarlo a su antojo como se le diese la gana y eso no lo podía permitir. Tenía un poco de orgullo hacia su persona- Hipotéticamente si yo aceptara hacerlo… ¿Cuál era tu plan?

-Bueno. Haría que ese día pasaras la tarde en mi casa y obvio que te quedarías a dormir- Ji Yong le respondió rápidamente sin percatarse de la palabra clave que había dicho el mayor. Aún su voz se oía apagada- Luego… bueno haríamos… espera… ¿Por qué te estoy contestando esto, si no vas a venir?- Ji Yong alzó la mirada y tenía el ceño fruncido. Se cruzó de brazos molesto. Seung Hyun pensó que se veía adorable de esa manera- A menos que….- rápidamente como un rayo de luz, había captado el mensaje de su hyung. Por lo que su rostro se suavizó y sus ojos brillaban de alegría. Seung Hyun por dentro sonreía internamente. Por fuera daba la apariencia de molestia- Como seguía diciendo luego iríamos a formar la cola una hora antes. ¡Por supuesto, he ahorrado para los dulces durante la película! Así que por esa parte no tendríamos problemas y como la película se estrena el Viernes a la medianoche, después de eso podríamos jugar videojuegos hasta muy tarde. ¿Te parece? Bueno eso es lo que planeaba….

-¿Videojuegos, pero no sería muy tarde cuando salgamos del cine? Claro, es hipotético.

-Oh, bueno. Tal vez no resistiríamos mucho, pero podríamos quedarnos conversando o tal vez mirar otra película. ¡¡Es como si estuviéramos de campamento!! Pero claro todo es hipotético, como no vas a ir… entonces…

-En este caso creo que podría hablar con mamá- Seung Hyun dejó caer la frase como si fuera casual y careciera de importante.

-¡¿En serio?!- el júbilo llenó por completo a Ji Yong- ¡¡Eres el mejor, hyung!!

El menor al instante se lanzó a los brazos de su mejor amigo y le dio un abrazo caluroso por su parte. Seung Hyun lo correspondió con una sonrisa.

-Más vale que la película se buena, Ji- el más robusto advirtió a su amigo en un tono un poco serio. Una vez separados del abrazo y le revolvió sus cabellos con una sonrisa.

-Hey…. no te arrepentirás. ¡¡Te lo prometo, hyung!! – con toda seguridad Ji Yong le respondió.

Así ambos conversando y haciendo planes alegremente seguían su camino de regreso a casa.

FIN DEL FLASHBACK

 

-Debes reconocer que al final te gustó la película. No lo niegues, Seung. Me lo dijiste- una risa cantarina salió de los labios del líder de BIGBANG ante su afirmación.

-Eso es lo de menos, Ji- Seung frunció su ceño- Fue bonita. ¡¡De acuerdo, pero te saliste con la tuya!!- Seung contraatacó- Además esos chocolates de pandas de compré, estuvieron buenos.

-Fueron buenísimos. Todavía recuerdo lo terco que te pusiste al insistir en pagar la mitad de las cosas- Ji Yong sonrió.

-Era justo, Ji. No iba a dejar que gastaras todos tus ahorros- Seung Hyun le explicó sencillamente.

-¡Por eso siempre he dicho que eres genial, hyung!- Ji Yong amplió más su sonrisa.

-Lo sé, me lo dices desde que nos conocimos-el semblante del mayor se volvía más relajado conforme hablaban.

-No iba a mentir- una suave risa salió de los labios del rubio- Bueno, hyung. Te dejo que te cambies. Iré ayudar a tu mamá a la cocina mientras tanto- Ji Yong guardó los boletos en la caja y la cerró.

-¿No te cambiarás, Ji?- preguntó el más grande.

-No, hyung. Después lo haré- de un salto Ji Yong se paró, cogió la caja y la dejó sobre la mesa- Nos vemos abajo, Seung- el menor se dirigió a la puerta mientras era observado por Seung Hyun. Antes de abrirla, se volteó a verlo- Por cierto, hyung. Buenos días- Ji Yong sonrió.

-Buenos días, Ji- le contestó con una voz agradable a su mejor amigo.

Era grato escuchar que su voz sonaba natural, sin ser forzada. Solo un observador nato o las personas que lo conocían podían ver que en los ojos negros de Seung Hyun se veían los resquicios de un alma turbada. Pese a todo eso. Ji Yong no siguió perdiendo su sonrisa y con un leve asentimiento, se despidió. Dejando a Seung Hyun a solas en la habitación.

 El pelinegro se despertó con pereza de su cama. Le parecía raro que después de meses hubiese podido dormir bien. Quizá todo se debía a que estaba en la casa de su madre y no en la villa, es más ni podía recordar que había soñado, pero sabía que había sido un buen sueño debido a que no sintió la normal angustia que se instalaba en su interior cada vez que despertaba por las mañanas. Miró por la ventana, desde su cama parecía que sería un día soleado, esperaba que el clima no se tornara insoportable. Suspiró. Sin alargar más el momento se dirigió directo a su ropero, en el camino vio la caja que Ji Yong había dejado en la mesita de noche y recordó la conversación que tuvo con su madre la noche anterior.

 

FLASHBACK

Seung Hyun caminaba por el jardín de regreso a su casa, tenía las manos un poco manchadas de tierra, pero no era algo por lo cual quejarse. Aquella caja antigua que sostenía entre las manos era de gran importancia para él y para su mejor amigo. Sabía que debería haber llamado a Ji Yong para desenterrarla juntos, pero no lo hizo por dos motivos. Primero, era probable que se encontrara en la azotea de su casa observando las estrellas y no quería interrumpirlo. Segundo, no había planeado terminar el día desenterrando aquel preciado tesoro significativo para ambos. Solo recordaba encontrarse mirando el jardín para relajarse unos minutos, cuando sus pensamientos le llevaron por sus recuerdos pasados y recordó que hace muchos años… ese árbol que tenía al frente de él guardaba un secreto de amigos. Sin quererlo, Seung Hyun se había encontrando caminando hacia el lugar y con la ayuda de una pala, empezó a desenterrar el objeto. Había sido una suerte que su madre practicara la jardinería asiduamente y por eso había sacado más rápido aquella caja. También recordaba que cuando la tuvo frente a él una sensación de paz vino a su alma y a la vez se encontró a sí mismo.

Terminando de desenterrar el objeto con sus manos. Con toda la tranquilidad que lo caracterizaba decidió ir directo a lavarse las manos, antes de mostrarle su hallazgo a Ji Yong. Esperaba que el rubio no se molestara mucho por su impulso, sin embargo en el camino se encontró con su madre. Le dirigió la mirada más cariñosa que pudo sacar, era su manera de recompensarle un poco de su apoyo, aunque le haya costado mucho. Ella se merecía más que eso, lo sabía. No obstante lo estaba intentando y eso valía mucho.

-Mamá, ¿no irás a descansar?- le preguntó curioso. Su madre les había hecho el almuerzo y la cena para todos. Era probable que estuviera cansada.

-No. Aún no. Más bien quería hablar contigo, Seung. Tenemos una conversación pendiente, ¿recuerdas?- la señora Choi habló con dulzura a su único hijo varón.

-¿No estás cansada?- Seung Hyun mostró signos de preocupación. Tenía la caja bajo su brazo, mientras su otra mano estaba en el bolsillo de su pantalón. No le importaba manchar la parte superior de su vestimenta. Así que no se sentía incómodo. Lo más importante ahora era su madre. No quería que sobre-esforzara demasiado.

-No. No lo estoy. No te preocupes- una sonrisa apacible se formó en el rostro de su madre- ¿Vamos?- Seung Hyun asintió levemente su cabeza dispuesto a seguirla por lo que le cedió el paso.

La señora Choi se dirigió directo a la cocina, estaba tranquila y feliz por la leve mejoría de su hijo. No hay nada que más desee una madre, que ver a sus hijos con salud y desearles lo mejor, incluso con gusto darían la vida por ellos. Ella era consciente que por fin iba a tener una conversación seria con su hijos sobre su situación, el que se mostrara dispuesto a escucharla aliviaba su corazón con una ola de calidez tan suave, que hacía que tuviera mucho más fe en Seung Hyun. Sabía que su hijo era una persona fuerte, pero eso no quería decir que en ningún momento se quebrara. Lo podía hacer, después de todo era humano y eso es lo que había sucedido. Nadie deseaba la muerte de un ser querido bajo ninguna circunstancia y menos dejándolo en el momento que menos le esperaba. Podía entender el dolor de su hijo, de verdad lo entendía, porque aunque no se le había muerto alguien… había sufrido el abandono de su esposo y ella pese al dolor de la perdida, tuvo que dejarlo todo de lado porque tenía dos hijos por quienes velar. Ellos habían sido su fortaleza y eso lo agradecía cada día de su vida. En el caso de Seung Hyun, era distinto porque había perdido a la persona que era su estabilidad y por más que estuviera rodeado de gente que lo quería, ella misma se incluía, no había mucho a que aferrarse y es por eso que Seung Hyun había entrado en ese cuadro de depresión, muy aparte que fue testigo del accidente que le quitó la vida a Seo Hwa. El dolor estaba ahí, pero sabía que Seung Hyun se recuperaría… pues estaba en su naturaleza, lo haría cuando realmente tuviera un motivo para hacerlo y hubiese lidiado con su dolor a su manera. No lo podía negar, a pesar que comprendía a su hijo, de igual forma le había dolido de verlo en ese estado al punto de preferir tener ella el dolor que su hijo; sin embargo las cosas no se podían arreglar de esa manera. A ella no le había quedado más que ser paciente y esperarlo con los brazos abiertos.

Cuando llegó a la cocina, le señaló con la mirada la mesa que utilizaban para desayunar, instándole a sentarse en una de las sillas. A lo que Seung Hyun, sin contradecirle, le hizo caso. Su hijo dejó la caja encima de la mesa y escogió una silla en cual sentarse, mientras la esperaba. La señora Choi cogió la tetera y sirvió agua en una taza para ella, después de aquella acción volteó a mirar a su hijo.

-¿Quieres café, Seung?- le preguntó. Seung Hyun negó con la cabeza.

Entonces ella, con una taza acompañado de una filtrante de té en mano, se fue a sentar con su hijo menor hijo. Se situó frente a él.

-¿Cómo estás?-la señora Choi preguntó.

Sabía que era una pregunta tonta, sabía cómo estaba, pero ella quería que le contara la verdad, que su hijo sea capaz de expresarle sus sentimientos, temores y dudas. Era una pregunta simple y tonta, pero tenía significado. A pesar que era sencilla, ella esperaba una buena respuesta, no cualquier cosa. Seung Hyun sabía lo que su madre le había querido decir, lo comprendió rápido y pensó en la manera de abrirse un poco. Él era una persona terca, no era de ventilar sus emociones así de fácil. Se podría decir que era una caja hermética en ese aspecto y era uno de sus mayores defectos. Aún así, siempre  con su madre había sido fácil de expresarse, al menos le decía la mitad de las cosas que realmente sentía, no tenía secretos con ella, lo conocía muy bien; sin embargo…. ahí estaba ese pequeño asunto y es que no se sentía preparado para decirle, él había tocado realmente fondo. No quería que su madre viera los demonios y fantasmas con los que convivía, incluso batallaba a diario. Mostrarle esa oscuridad, no era nada bueno y le costaba realmente hacerlo. Provocarle más tristeza no estaba en sus planes. Por más que tuviera deseos de decirle las cosas, ya no podría abrirse como solía hacerlo. Si en el gimnasio le había costado después de tanta insistencia de Ji Yong y había sentido por una vez por su vida, tener un poco de sus penas liberadas. Le había hecho sentirle bien, tenía una completa confianza con él, lo conocía desde hace muchos años y al final no se había enfadado tanto con él. No sabía qué era lo que cambiaba, ahora, el panorama con su madre. Iba a procurar ser lo más claro y poco explicativo que podía. Ante todo era el ser que le había llevado nueve meses en el vientre.

-Sobreviviendo- Seung Hyun suspiró. Ahora veía que su madre echaba un poco de azúcar al té y lo removía, seguía sin decir nada y él sabía que tenía que hablar un poco más- Para ser sincero, mamá… no sabía cuánto tiempo me tomaría flotar hacia afuera-el tono de Seung Hyun bajaba de intensidad conforme hablaba y sin querer en ese momento bajó su mirada, se tornó melancólica- Solo…me perdí, mamá. Olvidé muchas cosas y si estoy aquí, es porque me di cuenta de algunas cosas.

-Lo sé, cariño…pero lo importante es que estás aquí- la señora Choi luego de tomar un sorbo de su taza de té, apretó la mano de su hijo cariñosamente- El hecho que estás aquí, es un gran paso, ¿sabes?- su madre no esperó una respuesta. Siguió hablando- Estás consciente que tu corazón tiene que dejar de llorar, ¿cierto? No te puedes quedar toda la vida así… hijo- por más cuidadosas que habían sido las palabras de su madre para Seung Hyun no fueron fáciles de escucharlas.

-No sé, como hacer para qué pare….- Seung Hyun fue sincero- Pero lo estoy intentado.

-Me alegra oírlo. Poco a poco tienes que dejar todo atrás y mirar para adelante. Recuerda la vida se vive una sola vez- las palabras sabias de la señora Choi resonaron en la habitación.

- ¿Y después qué?- preguntó Seung Hyun mordazmente. Fue algo involuntario de su parte, pero las palabras ya habían sido pronunciadas.

-¿Después?- esta vez la madre del pelinegro se sorprendió- ¿No sabes qué harás después?

-Si sé más o menos qué haré- el mayor aún no levantaba la vista de la mesa- Me refiero…. –pausó por un minuto. No sabía cómo explicarlo- Sé que llegaré a flotar a la superficie. Solo me pregunto cómo seguiré nadando. Si algo aprendí es que al final todo depende de mí- Seung Hyun sabía que estaba usando las palabras de Ji Yong y al usarlas esta vez con la finalidad de creerlas y cumplirlas por primera vez, se dio cuenta que lo hacía sinceramente.

-Muy buena deducción, hijo. Me gusta- la señora Choi sonrió- Pero no te puedo responder tu pregunta porque no me corresponde. Como has dicho todo depende de ti, pero lo más importante es… que tú tienes que descubrirlo. No yo.

-No es fácil, mamá.

-En ningún momento he dicho algo así. Ya sabes… las cosas difíciles toman su tiempo.

-Lo sé. Lo sé- Seung Hyun alzó su mirada para ver a su madre.

-Bueno… ven dame un abrazo- la señora Choi se levantó inesperadamente y alzó sus brazos para recibir a su hijo- ¡Vamos, hijo!- animó al pelinegro que se había quedado sentado en la silla. Este le hizo caso a su madre y le correspondió el abrazo- Ha sido bueno hablar contigo. Siempre tendrás mi apoyo. Así… que por hoy te dejo. Además…- su madre se separó ligeramente de su abrazo y señalando la caja con su cabeza- Estoy segura que llevarás eso a Ji Yong, ¿cierto?- Seung Hyun asintió- Bien. No le hagas esperar mucho. Ve, hijo- le dio un beso en la mejilla y con su taza de té se marchó de la cocina.

FIN DEL FLASHBACK

 

Quizá hablar con su madre le había hecho bien, pero Seung Hyun aún no estaba seguro de tener la fuerza suficiente para seguir adelante o saber a qué cosa seguir aferrándose una vez que lograra vencer sus fantasmas y demonios porque sabía perfectamente que la parte más fuerte  no era recuperarse totalmente del periodo de duelo que pasaba o de la profunda depresión en la que se había sumido, mucha gente estaba equivocada sobre ello.  La parte más fuerte, es como seguiría manteniendo esas ganas de vivir, aunque el dolor haya disminuido un poco. Sabía que las heridas seguirían ahí, cicatrizarían algún día, eso es cierto…. Pero olvidar las cosas completamente no. Porque simplemente las cicatrices que solemos tener son el recuerdo, del dolor que una vez sufrimos. Su situación era algo parecido a la guerra, es decir, la gente creía que la parte más horrible que tocaba vivir era en el periodo de la guerra y cuando sobreviviste a ella, cuando en realidad… era el después, porque el después… significaba desolación, caos, dolor… no importa a que bando hallas pertenecido al final de cuentas… perdiste muchas cosas tales como familia, inocencia, la valentía, la esperanza y precisamente lo último, que era lo más importante, tienes que buscar como volver a tenerla… porque a veces no tener esperanza, significa que estás conforme con lo que vives y solo lo haces como un autómata, no como con alguien con deseos de vivir. Eso es lo que precisamente quería evitar Seung Hyun,  recuperar el calor interior, la fe en algunas cosas y por ahora no sabía cómo. Se miró al espejo que tenía al frente y pudo ver al mismo hombre consumido que había visto hace 3 semanas en los espejos del lugar de boxeo.  Aunque esta vez presentaba una variante y es que él estaba luchando, tenía por seguro que lo iba a intentar con todas sus fuerzas. Tal vez estaba exagerando y perturbándose antes de tiempo, así que suavemente meneó la cabeza en gesto de negación. Era mejor que todo… lo tomara con calma. Al final de cuentas cuando fuera el momento de cruzar el río, ahí sería hora de preocuparse. Quiso sonreír de nuevo, pero no pudo.

No alargando más su estancia, decidió bajar, ya estaba cambiado. Vació su mente mientras recorría el camino para llegar a la cocina y eso le ayudó bastante, cuando estaba cerca del lugar… oyó unas voces muy bajas que conversaban, le pareció raro… pero no le dio importancia. Sin aminorar su andar entró a la cocina.

-Buenos días, mamá- Seung Hyun saludó a su madre. Vio que Ji Yong le estaba ayudando aponer la mesa y que pararon de conversar una vez que se dieron cuenta de su presencia. Seung Hyun vio que los había interrumpido, no se le hacía raro.

-Buenos días, hijo- la señora Choi muy alegre le saludó y caminó hacia él para darle un beso en la mejilla- ¿Dormiste bien?- era una pregunta por costumbre, sabía que su hijo no estaba durmiendo muy bien, por lo que al acto se arrepintió de haberlo hecho.

-Inesperadamente bien- su pose era pensativa. Ji Yong y su madre al escuchar aquellas palabras se sorprendieron.

-¿De verdad? ¿Dormiste bien?- el rubio aún se mostraba estupefacto.

-Sí- respondió el mayor de manera simple y sencilla.

-Eso es bueno creo- respondió Ji Yong y Seung Hyun se encogió de hombros en respuesta.

-¡Es fantástico!- dijo la señora Choi emocionada.

-Ciertamente lo es- Ji Yong sonrió- Bueno… iré a bañarme, cambiarme rápidamente y luego bajo a desayunar con ustedes- el rubio rápidamente salió de la cocina, había recordado que era lo que estaba haciendo antes y tenía que serenarse, no quería que Seung Hyun percibiera su estado de nervios.

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-¿Qué sorpresa me tienes hoy?- Seung Hyun lanzó la frase como si fuera algo normal, mientras Ji Yong y él recogían la mesa, habían terminado de desayunar. La señora Choi se había dirigido al jardín a regar y sembrar algunas plantas.

-¿Por qué lo dices así?- Ji Yong estaba divertido por la manera en la que le había hablado el más grande.

-De ti me espero todo, Ji- Seung Hyun se explicó.

-Ahhh… ¿te esperas todo?- el rubio mostró una sonrisa centellante.

-Si…. ¿entonces?

-Bueno seguimos con familiar. Ahora vamos hacer algo… que creo que te haría bien y te va  gustar.

-¿No me piensas decir más?- Seung Hyun preguntó curioso.

-No- su mejor amigo le sacó la lengua y se echó a reír- Terminemos con esto y podemos empezar cuanto antes- Seung Hyun asintió y siguieron haciendo su labor.

 

Después de haberse desocupado, Ji Yong llevó a Seung Hyun a la sala. Él se mostró sorprendido, desde que se había levantado había tenido la idea de que el rubio muy probablemente le iba a llevar a otro lugar. Ver que ni se iban a mover de su casa, fue algo inesperado para él, pero no se quejaba. Estaba bien con eso, no obstante la curiosidad empezó a hacer mella en él. Se sentó en el sofá con Ji Yong a su lado y mientras en su cabeza se ponía a maquinar las múltiples posibilidades de lo que podían hacer. Vio a Ji Yong de reojo y su mejor amigo se mostraba tranquilo, pero sobre todo tenía una sonrisa de oreja a oreja… parece que estaba de buen humor. Eso le provocó más curiosidad y no pudo evitar fruncir el ceño en disgusto. Por su parte, Ji Yong sabía que Seung Hyun le observaba, pese a los nervios usuales que había sentido al principio, pudo controlarse. Se centró en pensar si estaba haciendo lo correcto, era un poco arriesgado. No sabía si Seung Hyun iba a acceder fácilmente. Él originalmente había pensado llevarlo a la YG, pero sabía que por el momento era pronto y quería evitar a toda costa la incomodidad de Seung Hyun. También le hubiese llevado a su departamento, pues ahí tenía un estudio, pero esa opción tampoco era viable… pues no sería bueno estar a solas con él, por el momento. Se sentía seguro con la señora Choi rondando por ahí. Dejó de intentar de mirarse las manos y extendió una de ellas a la mesa, cogiendo así un papel con un bolígrafo. Inmediatamente se volvió hacia el rapero pelinegro.

-Vamos a componer… ha pasado mucho tiempo, ¿no crees?- el rubio procuró ser lo más delicado posible.

-¿Componer?- Seung Hyn solo expresó su desconcierto en una sola palabra.

-Siempre hemos dicho que la música nos hace bien. Está en nuestras venas, hyung- los ojos de Ji Yong brillaban mientras hablaba con pasión y cómo no hacerlo si era una de las cosas que más amaba en el mundo- Nosotros experimentamos, ponemos nuestras experiencias, nos desahogamos… Creo que te haría bien, Seung.

-Como dices… ha pasado mucho tiempo- Seung Hyun estaba dudoso ante la propuesta de su mejor amigo- No es fácil hablar para mí de las cosas – Ji Yong sabía perfectamente que quería decir con cosas.

-Lo sé, por eso siempre te has entendido muy bien con la música y la música siempre te ha entendido a ti- las palabras sabias de Ji Yong sonaban tan perfectas, que Seung Hyun no sabía cómo replicarle.  El rubio simplemente tenía la razón.   

-Aún así….

Ji Yong no le contestó. Decidió que las acciones valían más que las palabras…. con una sonrisa le extendió el papel y el bolígrafo para que lo cogiera. Con su cabeza lo invitaba a intentarlo, sabía que nada perdería con hacerlo. Con la duda carcomiéndole su alma, Seung Hyun quiso sentirse valiente y a pesar que su cabeza le dictaba otra cosa, decidió darle una oportunidad a ello. Cogió el papel y vio en los ojos de Ji Yong que lo animaba, que estaría ahí y no se iba a mover de su lado. Con la mano temblándole un poco comenzó a escribir y así se dio inicio a una tarde llena de intensas sesiones de escritura.

Había miles de papeles se encontraban desperdigados en la sala conforme avanzaba el tiempo, Seung Hyun con el mismo ahínco de siempre escribía como si nunca lo hubiese dejado de hacer y es que Ji Yong había tenido razón, el escribir estaba en sus venas. No importa cuánto tiempo pasara… siempre  cuando tuviera un bolígrafo y papel a mano, todo fluía con normalidad. En ese momento la escritura y Seung se convertían en uno. Era tan hermoso verlo de esa manera, pese a que su mirada fuera triste… aquella expresión a Ji Yong le había parecido la más perfecta y bella que había visto en su vida. Es que… ese ceño fruncido, esa concentración total de lo que hacía, esos ojos cristalinizados y esos labios que se mordían a cada instante mientras  presionar con fuerza el bolígrafo hacía de una vista, que te encogía el corazón.

No se supo cuánto tiempo pasó, pero cuando Seung Hyun terminó de escribir y sentirse satisfecho con lo que había hecho se volteó a él para entregarle su escrito. Ji Yong que pacientemente había esperado a su lado, tomó el papel con una sonrisa y se puso a leer.

 

¿Cómo me pudo pasar esto a mí?

Pero aún peor… ¿cómo te pudo pasar esto a ti?

Comenzó con una carta

Y fue el principio del dolor

Te lo diré de frente

Oye mira

 

Cada día sin aliento

Pasa frenéticamente

En algún momento conocerte

Se convirtió en un vínculo preciado

 
Llego a gustarme lo que tanto te gustaba 
En nuestros días estables 
Compartiendo nuestros sentimientos más profundos 
He caído enfermo, no hay respuesta 
Lo siento, lo siento adiós TOP 

Ah, mamá, ¿qué debo hacer, mamá? 
Un egoísmo más caliente que una llama me atormenta, ¡Ah Dios mío! 
Ah, mamá, lo prometí mamá, ¿qué puedo hacer? 
Ahora, ahora, ¡Ah Dios mío!, ¡Ah Dios mío! 

Un día desolado, recibí una carta 
Tus circunstancias me desgarran 
Si mi voz ilumina tu mundo 
Más y más, voy a gritar 
Nananana Nananana ¿Escuchas mi apesarado corazón? 
Amigo, limpia tus lágrimas, creo que te ves mejor cuando sonríes 
Lo siento, lo siento, ¡Ah mi Dios! 

Ah, mamá, ¿qué debo hacer, mamá? 
Un egoísmo más caliente que una llama me atormenta, ¡Ah Dios mío! 
Ah, mamá, lo prometí mamá, ¿qué puedo hacer? 
Ahora, ahora, ¡Ah Dios mío!, ¡Ah Dios mío! 

No llores, parado vagamente solo 
No te preocupes, puede que estés solo, pero no eres el único 
Mira a tu lado, no estás solo 
No llores, parado vagamente solo 
No te preocupes, puede que estés solo, pero no eres el único 
Mira a tu lado, no estás solo 

La vida es chistosa, es un delicado juego con fuego 
Tontos obstáculos son las restricciones de la vida, todo es para la resolución de tu corazón así que 
mantén la cabeza en alto 

No llores, parado vagamente solo 
No te preocupes, puede que estés solo, pero no eres el único 
Mira a tu lado, no estás solo 
No llores, parado vagamente solo 
No te preocupes, puede que estés solo, pero no eres el único 
Mira a tu lado, no estás solo

 

Conforme iba leyendo la sonrisa de Ji Yong se le borró del rostro. Esa letra reflejaba un dolor profundo y oscuro. Era bello, pero terriblemente triste. Estaba orgulloso de Seung Hyun, aún así…

Crack… crack…. Crack

Podía escuchar rompiéndose su corazón nuevamente. Esa letra era incluso mil veces más deprimente que las canciones que tenía guardadas en su departamento. Ese desgarrante dolor que podías sentir de aquellas letras, hacía revolver tus entrañas… a ese punto Seung Hyun había llegado a él. Como  pudo buscó recomponerse y con una sonrisa algo rota se dirigió al mayor. Al ver su rostro el pelinegro se alarmó.

-¿Ji Yong estás bien? ¿Qué pasa?- murmuró atropelladamente una pregunta tras otra- ¿Está tan mal? ¿Quieres..?

-No. No te preocupes. Esta canción es demasiado buena, hyung. Pudo sentir lo que expresas…. El dolor…

-Ohhh…. ¿lo crees?- Seung Hyun bajó la vista.

-No miento, hyung. Estoy orgulloso de ti. Lo has hecho bien- el rubio le confortó- Definitivamente tiene que estar en un disco, no lo dudes.

-Gracias, Ji- musitó a las justas el mayor.

-¿Sabes? Te diré algo… sentir dolor significa que estamos vivos. Recuérdalo, hyung. Ahora sabes otra cosa más por la que estamos vivos.

Ji Yong dejó el papel en la mesa y se echó hacia atrás cerrando los ojos.

-Es un buen día- dijo con mucho optimismo.

Mientras Seung Hyun solo en su mente escuchaba retumbar una y otra vez…  Sentir dolor significa que estamos vivos…  Sentir dolor significa que estamos vivos…  Sentir dolor significa que estamos vivos…  y por primera vez en cinco meses… aquellas palabras sonaban como esperanza, para él…. como también supo que desde ese momento iba a atesorar esa frase para toda la vida.

Notas finales:

Mañana actualizo "Nunca se olvida", en cuanto este fic... que es mi mayor prioridad, intentaré actualizarlo lo más pronto que pueda. Espero que hayan disfrutado de la lectura y muchas gracias a todos los reviews que he recibido hasta la fecha. ¡¡Ya son 90!! Estoy inmesamente agradecida y sí este fic les hace sentir muchas cosas, me doy por satisfecha <3

Hasta la próxima actualización ^^

P.D: Esta canción fue mi inspiración de hoy... "Safe & Sound" de Taylor Swift. 


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